Pequeñas computadoras que carecen de la velocidad, capacidad de memoria y potencial instructivo de una computadora grande, pero generalmente mantienen su flexibilidad programable. Son más grandes, más rápidas y más flexibles, potentes y caras que las microcomputadoras.
La medicina utiliza computadoras como herramientas electrónicas versátiles para procesar, almacenar, recuperar e interpretar información, así como también para realizar tareas de simulación y modelado en el diagnóstico, investigación, monitoreo y tratamiento de enfermedades.