La parte del espectro electromagnético que generalmente se siente caliente. Las longitudes de onda de los infrarrojos son más largas que aquellas de luz visible, extendiéndose hasta dentro de las frecuencias de microondas. Se emplean terapéuticamente como calor, y también para calentar los alimentos en los restaurantes.
Una técnica espectroscópica en la que el rango de las longitudes de onda se presenta simultáneamente con un interferómetro y el espectro se deriva matemáticamente del patrón así obtenido.