El ántrax es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Bacillus anthracis. Esta enfermedad puede afectar a los animales y a los seres humanos. En los animales, especialmente a los herbívoros, como las ovejas, el ganado y los caballos, puede causar una enfermedad grave con altas tasas de mortalidad.
En los seres humanos, la infección por ántrax se produce generalmente a través del contacto con animales infectados o sus productos, como la lana o la carne contaminada. También puede transmitirse por el aire al inhalar esporas de la bacteria. Existen tres formas principales de presentación de la enfermedad: cutánea (a través de una lesión en la piel), gastrointestinal (tras ingerir alimentos contaminados) e inhalatoria (al inhalar esporas).
La forma cutánea, que es la más común, se presenta como una úlcera dolorosa y necrótica en la piel, rodeada de inflamación. La forma gastrointestinal puede causar náuseas, vómitos, diarrea sanguinolenta y dolor abdominal severo. La forma inhalatoria es rara pero potencialmente letal, ya que las esporas pueden diseminarse por el torrente sanguíneo e infectar a otros órganos.
El tratamiento temprano con antibióticos puede ayudar a prevenir la progresión de la enfermedad y reducir el riesgo de complicaciones graves o mortales. La vacuna contra el ántrax está disponible pero se recomienda principalmente para personas que trabajan en laboratorios con la bacteria o en zonas donde existe un riesgo elevado de exposición, como las fuerzas armadas.