Colecciones solitarias o múltiples de PUS dentro del hígado como resultado de infección por bacterias, protozoos u otros agentes.
Áreas únicas o múltiples de PUS debidas a infección por algún protozoo ameboide (AMEBIASIS). Una forma común es la causada por la ingestión de ENTAMOEBA HISTOLYTICA.
Áreas solas o múltiples de PUS debido a la infección bacteriana dentro del parenchyma hepático. Puede ser causado por una variedad de BACTERIAS, local o ser diseminado de infecciones a otra parte por ejemplo en APÉNDICE; COLECISTITIS; PERITONITIS; y después del TRASPLANTE DE HÍGADO.
Acumulación de material purulento en los tejidos, órganos o espacios circunscritos, asociado usualmente con signos de infección.
Colección circunscrita de exudado purulento en el cerebro, producida por bacterias u otras infecciones. La mayoría son causadas por diseminación de material infectado desde un foco de supuración en cualquier parte del cuerpo, principalmente los SENOS PARANASALES, OÍDO MEDIO), CORAZÓN (ver también ENDOCARDITIS BACTERIANA) y PULMÓN. Este estado también puede estar asociado con TRAUMA CRANEOCEREBRAL penetrante y PROCEDIMIENTOS NEUROQUIRÚRGICOS. Las manifestaciones clínicas incluyen CEFALEA, CONVULSIONES, déficits neurológicos focales y alteraciones de la conciencia (Traducción libre del original: Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, pp712-6).
Especie de protozoo parásito que produce ENTAMOEBIASIS y disentería amebiana (DISENTERIA, AMEBIANA). Entre sus características se incluyen poseer un sólo núcleo que contiene un cariosoma pequeño central y cromatina periférica que está fina y regularmente granulada.
Un absceso situado en la cavidad abnominal, i.e., la cavidad corporal localizada entre el diafragma por arriba y la pelvis por debajo.
Especie de bacteria gramnegativa, que no forman esporas, se han aislado de las cavidades naturales de hombres y de otros animales y de lesiones necróticas, abscesos y sangre.
Infección con ameba del género ENTAMOEBA. La infección con E. histolytica produce la DISENTERÍA, AMEBIANA y el ABSCESO HEPÁTICO AMEBIANO.
Colecciones solitarias o múltiples de PUS en la parénquima pulmonar como resultado de la infección por bacterias, protozoos, u otros agentes.
Infecciones producidas por bacterias del género KLEBSIELLA.
Extracción de líquidos o descargas desde el cuerpo, como desde una herida, úlcera o cavidad.
Infección del HIGADO con especies de MYCOBACTERIUM, sobre todo el MYCOBACTERIUM TUBERCULOSIS. Se caracteriza por pequeñas lesiones miliares tuberculosas localizadas o masas semejantes a tumores (TUBERCULOMA)y anomalías en las pruebas de función hepática.
Proceso patológico que consiste en la formación de pus.
Colecciones circunscritas de material de supuración que se producen en el ESPACIO EPIDURAL espinal o intracraneal. La mayoría de los abcesos epidurales ocurren en el canal espinal y están asociados con OSTEOMIELITIS de un cuerpo vertebral; ANALGESIA, EPIDURAL; y otras afecciones. Las manifestaciones clínicas incluyen dolor local y radicular, decaimiento, pérdida sensorial, INCONTINENCIA URINARIA, e INCONTINENCIA FECAL. Los abcesos craneales epidurales están usualmente asociados con OSTEOMIELITIS de un hueso craneal, SINUSITIS u OTITIS MEDIA.
Bacilos gram negativos, inmóviles, capsulados, productores de gas, que están ampliamente distribuidos en la naturaleza y que se asocian a infecciones urinarias y respiratorias en humanos.
Abceso de los MÚSCULOS PSOAS que usualmente es provocado por una enfermedad de las vertebras lumbares, con pus que desciende por la vaina muscular. La infección más común es la tuberculosa o la estafilocóccica.
Infecciones con bacterias del género FUSOBACTERIUM.
Procesos patológicos del HÍGADO.
DISENTERÍA causada por una infección intestinal amebiana, sobre todo por ENTAMOEBA HISTOLYTICA. Esta afección puede asociarse con la infección amebiana del HÍGADO y de otros sitios distantes.
Un gran órgano glandular lobulada en el abdomen de los vertebrados que es responsable de la desintoxicación, el metabolismo, la síntesis y el almacenamiento de varias sustancias.
Tumores o cánceres de HÍGADO.
Transferencia de una parte del hígado o del hígado entero de un humano o animal a otro.
Infección con cualquiera de las diversas amebas. Es un estado de portador asintomático en la mayoría de los individuos, pero pueden ocurrir enfermedades que van desde la diarrea crónica leve a la disentería fulminante.
Enfermedad hepática en la que hay destrucción, de magnitud variable, de la microcirculación normal, la anatomía vascular en general, y de la arquitectura hepática las que se alteran por elementos fibrosos que rodean a nódulos de parénquima regenerados o que se están regenerando.
Un antibiótico macrólido obtenido de cultivos de Streptomyces fradiae. La droga es eficaz contra muchos microorganismos en animales, pero no en humanos.
Agentes que destruyen las amebas, especialmente las especies parasitarias que producen AMEBIASIS en hombres y animales.
Inflamación aguda o crónica de los tejidos que rodean la porción apical de un diente, asociado a la acumulación de pus, como resultado de la infección subsiguiente a la infección de la pulpa por una caries, o como resultado de un traumatismo que causa necrosis pulpar. (Dorland, 28a ed)
Una acumulación de material purulento en el espacio situado entre la FARINGE y las VÉRTEBRAS CERVICALES. Es usualmente resultado de la SUPURACIÓN de los NÓDULOS LINFÁTICOS retrofaríngeos en pacientes con INFECCIONES DEL TRACTO RESPIRATORIO SUPERIOR, perforaciones de la faringe, o lesiones de cabeza y cuello.
Acumulación de exudados (EXUDADOS Y TRANSUDADOS)purulentos por debajo del DIAFRAGMA, tambiém conocido como absceso absominal superior. Generalmente se asocia con PERITONITIS o infecciones postoperatorias.
Especie de EDWARDSIELLA que se distingue por la producción de sulfuro de hidrógeno.
Un nitroimidazol utilizado en el tratamiento de la AMEBIASIS, TROCOMONIASIS, GIARDIASIS, infecciones por BACTERIAS ANAEROBIAS e INFECCIONES POR TREPONEMA. Se ha propuesto como un sensibilizador a la radiación para células hipóxicas. De acuerdo al Cuarto Informe Anual sobre Carcinógenos (NTP 85-002, 1985, p133), puede anticiparse, de manera razonable, que esta sustancia sea un carcinógeno (Adaptación del original: Merck, 11th ed).
Microsomas aislados de los hepatocitos.
Reparación o renovación del tejido hepático.
Una acumulación de material purulento en la zona comprendida entre la TONSILA PALATINA y su cápsula.
Visualización radiográfica del cuerpo entre el tórax y la pelvis, es decir, dentro de la cavidad peritoneal.
Infiltración lipídica de las células del parénquima hepático, dando lugar a un higado con color amarillo. La acumulación lipídica anormal generalmente es en forma de TRIGLICÉRIDOS, como una única gran gota o múltiples gotitas. El higado graso está causado por un desequilibrio en el metabolismo de los ÁCIDOS GRASOS.
Análisis de sangre que son usados para evaluar qué tan bien está funcionando el hígado de un paciente, así como para ayudar a diagnosticar enfermedades hepáticas.
Género de protozoos ameboides caracterizados por la presencia de cromatina granulada sobre la superficie interna de la membrana nuclear. Sus organismos son parásitos en invertebrados y vertebrados, incluidos los humanos.
Tomografía que utiliza transmisión de rayos x y un algoritmo de computador para reconstruir la imagen.
Inflamación supurativa de los tejidos de las estructuras internas del ojo frecuentemente asociada a alguna infección.
Género de bacterias gramnegativas, anaerobias, en forma de bastoncillos que se encuentran en las cavidades de humanos y de otros animales. No se forman endosporas. Algunas especies son patógenas y se encuentran en varias infecciones purulentas o gangrenosas.
Células o forma vegetativa del ciclo vital de los protozoos esporozoarios. En el parásito de la malaria, el trofozoíto se desarrolla a partir del MEROZOÍTO y luego se divide formando el ESQUIZONTE. Los trofozoítos que no han sufrido división celular pueden formar gametocitos.
Sustancias que reducen el crecimiento o la reprodución de las BACTERIAS.
Inmunoglobulinas producidas en una respuesta a ANTÍGENOS DE PROTOZOOS.
Infecciones producidas por bacterias del género ACTINOMYCES.
Taiwán, en un contexto médico, a menudo se refiere al Instituto Nacional de Salud de Taiwán, que desempeña un papel crucial en la investigación médica, prevención de enfermedades y atención sanitaria dentro del país.
Área purulenta circunscrita y localizada de inflamación en el tejido periodontal. Se deriva de una periodontitis marginal y se asocia comúnmente con bolsas supra e infraóseas y compromiso interradicular, en contraste con los abcesos periapicales que se atribuyen a la necrosis de la pulpa.
Subfamilia de los Muridae constituida por varios géneros incluidos Gerbillus, Rhombomys, Tatera, Meriones, y Psammomys.
Enfermedades del ganado doméstico del género Bos. Incluye enfermedades de vacas, yaks y cebus.
Mitocondrias de los hepatocitos. Como en todas las mitocondrias, existe una membrana externa y una membrana interna que, en conjunto, crean dos compartimientos mitocondriales separados: el espacio de la matriz interna y un espacio intermembranoso mucho más estrecho. Se ha estimado que en las mitocondrias hepáticas un 67 por ciento del total de proteínas mitocondriales están localizadas en la matriz. (Traducción libre del original: Alberts, et al., Molecular Biology of the Cell, 2da ed, p343-4)
Enfermedad de las partes córneas y de las estructuras blandas adyacentes de las patas del ganado vacuno, cerdos y ovejas. Usualmente es producida por el Corynebacterium pyogenes o Bacteroides nodosus (ver DICHELOBACTER NODOSUS). Se conoce también como necrobacilosis interdigital.
Sustancias que destruyen a los protozoos.
Remoción de secreciones, gas o líquido de órganos huecos o tubulares, o cavidades, mediante un tubo o dispositivo que actúa a base de presión negativa.
Infecciones con bacterias del género BACTEROIDES.
Un conjunto de hepatopatías clínicas que van desde leves anomalías bioquímicas a FALLO HEPÁTICO AGUDO, causadas por drogas, metabolitos de las drogas y químicos del medio ambiente.
Presencia de pus en algún órgano hueco o cavidad corporal.
Uno de los 8-quinolinoles halogenados ampliamente utilizados como antiséptico intestinal, especialmente como agente antiamébico. Es también utilizado tópicamente en otras infecciones y puede causar daño en el SNC y los ojos. Es conocido por nombres comerciales muy similares en todo el mundo.
Cualquier parte o derivado de cualquier protozoo que desencadena la inmunidad; los antígenos de la malaria (Plasmodium) y del tripanosoma son en la actualidad los que se encuentran con mayor frecuencia.

Un absceso hepático es una acumulación de pus en el hígado, generalmente como resultado de una infección. Puede ser causado por bacterias, parásitos o incluso por la propagación de una infección desde otra parte del cuerpo. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos. El diagnóstico generalmente se realiza mediante análisis de sangre, ecografías o tomografías computarizadas. El tratamiento suele implicar antibióticos para combatir la infección y posiblemente drenaje quirúrgico del absceso. Es importante buscar atención médica si se sospecha un absceso hepático, ya que puede causar complicaciones graves si no se trata adecuadamente.

Un absceso hepático amebiano es una complicación médica causada por la invasión y destrucción de tejidos del parásito Entamoeba histolytica en el hígado. Este parásito normalmente vive en el intestino, pero en algunos casos puede invadir los tejidos circundantes y causar infecciones graves.

El absceso hepático amebiano se presenta como una masa dolorosa y suave en el hígado, llena de pus. Los síntomas pueden incluir fiebre alta, dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y sudoración excesiva. En casos graves, el paciente puede presentar ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) y anemia.

El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagenología como ecografías o tomografías computarizadas, así como análisis de sangre y heces para detectar la presencia del parásito. El tratamiento suele incluir medicamentos antibióticos y antiamebianos, así como drenaje quirúrgico del absceso en casos graves o cuando no responde al tratamiento médico.

Es importante mencionar que la infección por Entamoeba histolytica se adquiere principalmente a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados con heces humanas, especialmente en países en desarrollo con malas condiciones sanitarias. Por lo tanto, es fundamental mantener una buena higiene personal y alimentaria para prevenir esta infección.

Un absceso piógeno hepático es una acumulación de pus en el hígado, generalmente como resultado de una infección. Estos abscesos pueden ser causados por bacterias, parásitos o, raramente, por hongos. Los abscesos piógenos hepáticos pueden variar en tamaño y número, y suelen presentarse con síntomas no específicos como dolor abdominal, fiebre, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. El diagnóstico se realiza mediante estudios de imagen, como ecografías o tomografías computarizadas, y análisis de laboratorio. El tratamiento suele incluir antibióticos y drenaje del absceso, que puede realizarse mediante procedimientos invasivos o guiados por imagen. Si no se trata, un absceso piógeno hepático puede causar complicaciones graves, como septicemia o insuficiencia hepática.

Un absceso es una acumulación de pus que se forma en respuesta a una infección bacteriana, por lo general como resultado de la multiplicación y diseminación de bacterias en el tejido. Se caracteriza por tener un centro necrótico rodeado de glóbulos blancos inflamatorios, especialmente neutrófilos, y una pared formada por tejido conectivo y epitelio.

Los abscesos pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en la piel y los tejidos blandos. Los síntomas pueden incluir enrojecimiento, hinchazón, dolor e inflamación localizados, fiebre y malestar general.

El tratamiento de un absceso suele requerir drenaje quirúrgico o mediante incisión y drenaje, seguido de antibióticos para tratar la infección subyacente. En algunos casos, el absceso puede resolverse por sí solo sin tratamiento médico si el sistema inmunológico del cuerpo es capaz de combatir la infección y drenar el pus. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el tratamiento médico es necesario para prevenir complicaciones y promover una recuperación más rápida.

Un absceso encefálico es una acumulación localizada de pus dentro del tejido cerebral, causada generalmente por la infección y multiplicación de bacterias u hongos en el cerebro. Esto puede ocurrir como resultado de una infección que se disemina desde otra parte del cuerpo o como consecuencia de una infección directa en el cerebro, por ejemplo, después de una lesión traumática o quirúrgica.

Los síntomas más comunes incluyen dolor de cabeza, fiebre, confusión, convulsiones, debilidad en un lado del cuerpo y trastornos visuales. El tratamiento generalmente implica antibióticos o antifúngicos para eliminar la infección, junto con procedimientos quirúrgicos para drenar el pus acumulado. Si no se trata a tiempo, un absceso encefálico puede causar daño cerebral severo e incluso la muerte.

'Entamoeba histolytica' es un protozoo patógeno que causa la amebiasis, una infección intestinal. Se trata de un parásito que vive en el tracto digestivo humano y se encuentra comúnmente en ambientes con saneamiento deficiente y falta de acceso al agua potable segura.

La especie Entamoeba histolytica tiene dos formas: la forma vegetativa o trofozoito y la forma quística. Los trofozoitos son los parásitos activos que se reproducen y causan daño a las células del huésped, mientras que los quistes son formas inactivas y resistentes que se eliminan con las heces y pueden sobrevivir en el medio ambiente durante semanas o incluso meses.

La infección por E. histolytica puede causar diversos síntomas, desde diarrea leve hasta disentería severa con sangre y moco en las heces. En algunos casos, la infección puede diseminarse más allá del intestino y causar abscesos amebianos en el hígado u otros órganos.

Es importante destacar que no todas las personas infectadas con E. histolytica desarrollan síntomas, y algunas pueden ser portadoras asintomáticas del parásito. Sin embargo, incluso sin presentar síntomas, estas personas pueden transmitir la infección a otras a través de los quistes eliminados en las heces.

Un absceso abdominal es una acumulación de pus que se forma en el abdomen como resultado de una infección. Se produce cuando los tejidos se infectan y mueren, lo que atrae a las células blancas de la sangre (glóbulos blancos) para combatir la infección. Con el tiempo, estas células muertas y los fluidos corporales forman una masa enferma llena de pus.

Los abscesos abdominales pueden ocurrir en cualquier parte del abdomen y pueden variar en tamaño desde pequeños a grandes. Pueden ser superficiales, cerca de la pared abdominal, o profundos, dentro de los órganos abdominales o en el espacio entre ellos.

Los síntomas más comunes de un absceso abdominal incluyen dolor abdominal intenso y repentino, fiebre alta, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. El tratamiento generalmente implica cirugía para drenar el absceso y antibióticos para tratar la infección subyacente. Si no se trata, un absceso abdominal puede ser una afección grave y potencialmente mortal.

Fusobacterium necrophorum es un tipo de bacteria gramnegativa, anaeróbica y asacarolítica que pertenece al género Fusobacterium. Esta bacteria se encuentra normalmente en el tracto gastrointestinal superior de los humanos y animales. Sin embargo, también puede causar infecciones graves en humanos, especialmente en aquellos con sistemas inmunes debilitados.

Las infecciones más comunes causadas por Fusobacterium necrophorum incluyen la angina de Ludwig, un tipo de absceso profundo de la región del cuello, y la flemónia lacrimal, una infección alrededor de los ojos. También se ha relacionado con el síndrome Lemierre, una enfermedad rara pero grave que involucra la formación de coágulos sanguíneos y septicemia.

La bacteria produce toxinas que pueden dañar los tejidos circundantes y causar la formación de abscesos. El tratamiento de las infecciones causadas por Fusobacterium necrophorum generalmente implica el uso de antibióticos, especialmente penicilina o clindamicina, que son eficaces contra bacterias anaeróbicas. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para drenar los abscesos.

La entamebiasis es una infección parasitaria causada por el protozoo Entamoeba histolytica. Este parásito puede invadir la mucosa intestinal y provocar diversos síntomas, que van desde diarrea leve hasta disentería severa con sangre y moco en las heces. En casos graves, el parásito puede disseminar a otros órganos fuera del sistema gastrointestinal, como el hígado, causando abscesos amebianos.

La transmisión de la entamebiasis generalmente ocurre a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados con quistes de E. histolytica. Los síntomas suelen aparecer después de una incubación de varias semanas, pero algunas personas pueden ser portadoras asintomáticas del parásito. El diagnóstico se realiza mediante examen microscópico de las heces para detectar quistes o trofozoítos de E. histolytica, aunque pruebas más específicas como PCR o antígenos pueden ser necesarias en algunos casos.

El tratamiento de la entamebiasis suele implicar el uso de fármacos antiprotozoarios, como metronidazol, tinidazol o secnidazol, que son eficaces para eliminar las formas invasivas del parásito. Después del tratamiento con estos medicamentos, se recomienda el uso de agentes luminales, como iodoquinol o diloxanida, para erradicar los quistes y prevenir la transmisión. Además, es fundamental adoptar medidas preventivas, como el lavado adecuado de las manos y la mejora de la higiene del agua y los alimentos, para reducir el riesgo de infección por E. histolytica.

Un absceso pulmonar es una acumulación de pus en el tejido pulmonar, generalmente como resultado de una infección bacteriana. Se forma cuando las glándulas blancas, conocidas como leucocitos, combaten la infección y causan inflamación en los alvéolos (los sacos de aire en los pulmones donde ocurre el intercambio de gases). Esta inflamación puede causar la formación de tejido necrótico (muerto) que se llena de líquido y células muertas, formando un absceso.

Los síntomas más comunes de un absceso pulmonar incluyen tos productiva con flema amarillenta o verdosa, fiebre, sudoración nocturna, dolor en el pecho, dificultad para respirar y pérdida de apetito y peso. El diagnóstico generalmente se realiza mediante una radiografía de tórax o una tomografía computarizada (TC) del tórax.

El tratamiento suele implicar la administración de antibióticos para tratar la infección subyacente, y en algunos casos, se puede requerir drenaje quirúrgico del absceso. La fisioterapia respiratoria también puede ser útil para ayudar a expandir los pulmones y eliminar las secreciones.

Los factores de riesgo para desarrollar un absceso pulmonar incluyen el tabaquismo, el consumo de alcohol en exceso, la enfermedad pulmonar crónica, la aspiración de contenido gástrico y la inmunosupresión.

Las infecciones por Klebsiella se refieren a infecciones causadas por bacterias gramnegativas del género Klebsiella, que comúnmente colonizan las membranas mucosas del tracto respiratorio, intestinal y urogenital en humanos. Existen varias especies dentro de este género, siendo Klebsiella pneumoniae la más prevalente y clínicamente significativa.

Estas bacterias pueden causar una amplia gama de infecciones, que incluyen neumonía, infecciones urinarias, septicemia, meningitis, y infecciones de la piel y tejidos blandos. Las infecciones por Klebsiella se observan con frecuencia en pacientes debilitados, ancianos, o aquellos con sistemas inmunes comprometidos, como también en individuos que han estado recientemente hospitalizados o recibiendo atención médica en instituciones de salud.

La resistencia a los antibióticos es una preocupación creciente con las infecciones por Klebsiella, especialmente debido al aumento de cepas productoras de betalactamasas de espectro extendido (Extended-Spectrum β-Lactamases, ESBL) y carbapenemasas. Estas cepas resistentes a múltiples drogas pueden dificultar el tratamiento y aumentar la morbilidad y mortalidad asociadas con las infecciones por Klebsiella.

En el contexto médico, el término "drenaje" se refiere al proceso de eliminar líquidos o materiales extraños acumulados en un cuerpo humano, como ser pus, sangre, fluido seroso o linfa, de una cavidad, órgano o tejido dañado o infectado. Esto se realiza generalmente mediante la colocación de un catéter o tubo de drenaje para facilitar la salida del líquido no deseado y promover la curación.

El objetivo principal del drenaje es prevenir la acumulación de líquidos, que de otro modo podrían causar inflamación, infección o daño adicional a los tejidos circundantes. Además, el análisis del líquido drenado puede proporcionar información valiosa sobre la naturaleza y el grado de la lesión o enfermedad subyacente, guiando así el plan de tratamiento apropiado.

Existen diferentes tipos de procedimientos de drenaje, como el drenaje quirúrgico, que implica la incisión quirúrgica para eliminar los líquidos acumulados; drenaje percutáneo, que involucra la inserción de agujas finas o catéteres para drenar líquidos de cavidades corporales; y drenaje de fistula, donde se crea una conexión artificial entre un órgano o tejido hueco y la superficie de la piel para permitir que el líquido drene espontáneamente.

La tuberculosis hepática es una afección médica causada por la infección del hígado con la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que generalmente se propaga a través del sistema respiratorio desde los pulmones. Sin embargo, en algunos casos, la bacteria puede diseminarse a través del torrente sanguíneo y llegar al hígado.

La tuberculosis hepática puede presentarse de dos maneras: como una infección primaria o como una reactivación de una infección latente previa. En la forma primaria, la bacteria ingresa directamente al hígado y causa lesiones granulomatosas, que son áreas de tejido inflamado con células inmunes. En la forma reactivada, la bacteria se reactiva después de haber estado latente en el cuerpo durante años y viaja al hígado a través del torrente sanguíneo.

Los síntomas de la tuberculosis hepática pueden variar ampliamente, desde síntomas inespecíficos como fatiga, pérdida de apetito y pérdida de peso, hasta ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), fiebre y dolor abdominal en el cuadrante superior derecho.

El diagnóstico de tuberculosis hepática puede ser desafiante, ya que los síntomas son inespecíficos y pueden confundirse con otros trastornos hepáticos. Se requieren pruebas especializadas, como análisis de sangre, radiografías de tórax, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, así como biopsias hepáticas para confirmar el diagnóstico.

El tratamiento de la tuberculosis hepática implica la administración de múltiples antibióticos durante un período prolongado, típicamente seis a nueve meses. Los medicamentos más comunes utilizados para tratar la tuberculosis incluyen isoniacida, rifampicina, etambutol y pirazinamida. Es importante seguir las recomendaciones del médico cuidadosamente durante el tratamiento para garantizar una curación completa y prevenir la resistencia a los medicamentos.

La supuración es el proceso de producción y expulsión de pus, que es un líquido espeso y amarillento o verdoso formado por glóbulos blancos muertos, tejidos dañados y microorganismos patógenos (generalmente bacterias). Se produce como resultado de una infección aguda o crónica en el cuerpo. La supuración puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero comúnmente se observa en heridas abiertas, abscesos, forúnculos, folículos pilosos infectados u otras áreas donde haya una infección. El pus contiene enzimas y toxinas que pueden causar más daño al tejido circundante si no se trata adecuadamente. Los síntomas asociados con la supuración incluyen enrojecimiento, hinchazón, dolor e inflamación localizados en el sitio de infección. El tratamiento generalmente implica procedimientos médicos o quirúrgicos para drenar el pus y antibióticos para tratar la infección subyacente.

Un absceso epidural es una complicación médica grave que involucra la formación de una acumulación de pus (un absceso) en el espacio epidural, que es el área entre la duramadre, la membrana más externa que rodea el cerebro y la médula espinal, y el hueso del cráneo o de la columna vertebral.

Este espacio contiene tejido graso, vasos sanguíneos y nervios raquídeos. Cuando se forma un absceso en este espacio, puede comprimir los nervios raquídeos y las estructuras vasculares circundantes, lo que puede causar dolor intenso, debilidad muscular, parálisis, pérdida de sensibilidad y, en casos graves, insuficiencia respiratoria o septicemia.

Los abscesos epidurales pueden ser causados por bacterias que ingresan al espacio epidural a través de una infección en la piel, los huesos o los tejidos blandos circundantes, o por la diseminación hematógena (por vía sanguínea) desde otra parte del cuerpo. Los factores de riesgo incluyen procedimientos quirúrgicos espinales recientes, infecciones sistémicas, uso de drogas intravenosas y trastornos del sistema inmunológico.

El tratamiento suele requerir cirugía para drenar el absceso y antibióticos para tratar la infección subyacente. El pronóstico depende de la gravedad de la infección, la ubicación del absceso y la rapidez con que se reciba el tratamiento. Si no se trata a tiempo, un absceso epidural puede causar daño permanente a los nervios raquídeos y otras estructuras circundantes, e incluso poner en peligro la vida del paciente.

*Nota: soy un modelo de lenguaje y trataré de proporcionar la información más precisa y actualizada posible, pero recuerda que mi respuesta no debe utilizarse como un sustituto del asesoramiento médico profesional.*

*Klebsiella pneumoniae* es una bacteria gram-negativa, encapsulada, aerobia y no móvil perteneciente al género *Klebsiella*, familia Enterobacteriaceae. Es una bacteria comensal que normalmente habita en el tracto respiratorio, intestinal y urinario de humanos y animales sanos. Sin embargo, puede causar infecciones graves en personas con sistemas inmunes debilitados o en aquellos que han estado expuestos a procedimientos médicos invasivos.

Las infecciones por *Klebsiella pneumoniae* pueden manifestarse como neumonía, septicemia, infecciones urinarias, y enfermedades del tracto biliar o del tejido blando. La bacteria es resistente a muchos antibióticos comunes, lo que dificulta su tratamiento. La infección por *Klebsiella pneumoniae* se diagnostica mediante cultivo de muestras clínicas y pruebas de sensibilidad a los antimicrobianos. El tratamiento generalmente implica el uso de antibióticos de amplio espectro, como carbapenemes o colistina, aunque la resistencia a estos también está aumentando en algunas cepas. La prevención incluye medidas de control de infecciones, como el lavado de manos y la descontaminación ambiental, especialmente en entornos hospitalarios.

Un absceso del psoas, también conocido como absceso retroperitoneal iliopsoas, es una acumulación de pus que ocurre en el músculo iliopsoas, que se encuentra en la región posterior del abdomen. Este tipo de absceso puede ser causado por diversas afecciones, como infecciones bacterianas que se diseminan desde los tejidos vecinos, como la vejiga, el intestino grueso o el hígado, o por la propagación de bacterias desde una fuente más distante, como endocarditis o pulmonía.

Los síntomas del absceso del psoas pueden incluir dolor abdominal o lumbar intenso y prolongado, fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos. La presencia de un absceso del psoas puede llevar a complicaciones graves, como la sepsis o la diseminación de la infección a otras partes del cuerpo.

El diagnóstico de un absceso del psoas generalmente se realiza mediante estudios de imagenología avanzada, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. El tratamiento suele requerir la drenaje quirúrgico del absceso y la administración de antibióticos para tratar la infección subyacente. En algunos casos, se puede realizar un drenaje percutáneo con aguja guiada por imagenología en lugar de una cirugía abierta.

Es importante buscar atención médica inmediata si se sospecha la presencia de un absceso del psoas, ya que el retraso en el tratamiento puede llevar a complicaciones graves y potencialmente mortales.

Las infecciones por Fusobacterium se refieren a la invasión y multiplicación de especies bacterianas patógenas del género Fusobacterium en los tejidos corporales, causando una variedad de cuadros clínicos. Estas bacterias anaerobias gramnegativas son comensales normales de la flora oral y gastrointestinal en humanos. Sin embargo, bajo ciertas condiciones, como una disminución de la resistencia inmunológica o la presencia de tejidos necróticos, pueden causar infecciones.

Los síntomas y el curso clínico de las infecciones por Fusobacterium varían ampliamente dependiendo del sitio de infección. Pueden variar desde abscesos localizados hasta procesos invasivos más graves, como la fascitis necrotizante, la sepsis y el shock séptico. El tratamiento generalmente implica antibióticos apropiados, que pueden complementarse con procedimientos quirúrgicos para drenar los abscesos o extirpar el tejido necrótico cuando sea necesario.

Las especies de Fusobacterium más comúnmente asociadas con infecciones en humanos son F. nucleatum, F. necrophorum y F. mortiferum. Las infecciones por Fusobacterium se han relacionado con afecciones como la periodontitis, la enfermedad inflamatoria intestinal, el cáncer colorrectal y los abortos espontáneos.

Las hepatopatías se refieren a enfermedades o trastornos del hígado. Este término general abarca un amplio espectro de condiciones que pueden causar inflamación, daño o disfunción hepática. Esto puede incluir enfermedades infecciosas como la hepatitis viral, enfermedades metabólicas como la enfermedad de Wilson o la hemocromatosis, enfermedades inmunitarias como la cirrosis biliar primaria, y enfermedades tóxicas causadas por el consumo excesivo de alcohol o exposición a ciertos medicamentos o toxinas. Los síntomas pueden variar desde leves hasta graves e incluyen fatiga, ictericia, dolor abdominal, náuseas, vómitos y cambios en la función cognitiva. El tratamiento depende de la causa subyacente de la afección hepática.

La disentería amebiana es una enfermedad infecciosa del tracto gastrointestinal causada por el parásito protozoario Entamoeba histolytica. La infección se adquiere generalmente a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados con cisticos de E. histolytica.

La enfermedad se caracteriza por diarrea acuosa con moco y sangre, dolor abdominal, calambres y, a veces, fiebre. En casos graves, puede haber disfunción intestinal grave e incluso perforación intestinal. La disentería amebiana es más común en regiones con saneamiento deficiente y falta de acceso al agua potable segura.

El diagnóstico se realiza mediante el examen de heces para detectar quistes o trofozoitos de E. histolytica. El tratamiento implica el uso de fármacos antiprotozoarios específicos, como metronidazol, tinidazol o iodoquinol, y a veces también se requiere rehidratación y manejo de síntomas. La prevención incluye la mejora del saneamiento básico, el acceso al agua potable segura y la educación sobre prácticas adecuadas de higiene alimentaria y personal.

El hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo humano, localizado en la parte superior derecha del abdomen, debajo del diafragma y por encima del estómago. Pesa aproximadamente 1,5 kilogramos y desempeña más de 500 funciones vitales para el organismo. Desde un punto de vista médico, algunas de las funciones principales del hígado son:

1. Metabolismo: El hígado desempeña un papel crucial en el metabolismo de proteínas, lípidos y carbohidratos. Ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre, produce glucógeno para almacenar energía, sintetiza colesterol y ácidos biliares, participa en la descomposición de las hormonas y produce proteínas importantes como las albúminas y los factores de coagulación.

2. Desintoxicación: El hígado elimina toxinas y desechos del cuerpo, incluyendo drogas, alcohol, medicamentos y sustancias químicas presentes en el medio ambiente. También ayuda a neutralizar los radicales libres y previene el daño celular.

3. Almacenamiento: El hígado almacena glucógeno, vitaminas (como A, D, E, K y B12) y minerales (como hierro y cobre), que pueden ser liberados cuando el cuerpo los necesita.

4. Síntesis de bilis: El hígado produce bilis, una sustancia amarilla o verde que ayuda a descomponer las grasas en pequeñas gotas durante la digestión. La bilis se almacena en la vesícula biliar y se libera al intestino delgado cuando se consume alimentos ricos en grasas.

5. Inmunidad: El hígado contiene células inmunitarias que ayudan a combatir infecciones y enfermedades. También produce proteínas importantes para la coagulación sanguínea, como el factor VIII y el fibrinógeno.

6. Regulación hormonal: El hígado desempeña un papel importante en la regulación de los niveles hormonales, metabolizando y eliminando las hormonas excesivas o inactivas.

7. Sangre: El hígado produce aproximadamente el 50% del volumen total de plasma sanguíneo y ayuda a mantener la presión arterial y el flujo sanguíneo adecuados en todo el cuerpo.

Las neoplasias hepáticas se refieren a un crecimiento anormal o tumoración en el hígado. Pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Las neoplasias hepáticas benignas más comunes incluyen hemangiomas, que son tumores formados por vasos sanguíneos, y adenomas hepáticos, que se desarrollan a partir de células hepáticas. Estos tipos de tumores suelen ser asintomáticos y no representan un peligro inmediato para la salud, aunque en algunos casos pueden causar complicaciones si crecen demasiado o se rompen.

Por otro lado, las neoplasias hepáticas malignas más frecuentes son el carcinoma hepatocelular (CHC) y el colangiocarcinoma. El CHC se origina a partir de células hepáticas dañadas, especialmente en presencia de cirrosis o hepatitis viral crónica. El colangiocarcinoma se desarrolla en los conductos biliares dentro o fuera del hígado. Ambos tipos de cáncer son potencialmente letales y requieren tratamiento agresivo, que puede incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia.

La detección temprana de estas neoplasias es crucial para mejorar el pronóstico del paciente. Por lo tanto, se recomienda realizar exámenes periódicos, especialmente en personas con factores de riesgo como la infección por virus de la hepatitis B o C, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y la exposición a sustancias químicas tóxicas.

Un trasplante de hígado es un procedimiento quirúrgico en el que un hígado o parte de un hígado dañado o enfermo se reemplaza por un hígado sano de un donante. Los donantes pueden ser vivos, lo que significa que solo donan una parte de su hígado, o fallecidos, en cuyo caso todo el hígado se utiliza para el trasplante.

Este procedimiento se realiza generalmente cuando las terapias médicas y quirúrgicas convencionales han fallado o no son viables para tratar enfermedades hepáticas avanzadas, como la cirrosis, la insuficiencia hepática aguda o el cáncer de hígado. Después del trasplante, los pacientes necesitarán tomar medicamentos inmunosupresores de por vida para prevenir el rechazo del nuevo órgano.

El éxito de un trasplante de hígado depende de varios factores, incluyendo la edad y salud general del paciente, el tipo y gravedad de la enfermedad hepática, la compatibilidad entre el donante y el receptor, y la atención postoperatoria y seguimiento cuidadosos. Aunque el trasplante de hígado es una opción de tratamiento efectiva para muchas personas con enfermedades hepáticas graves, también conlleva riesgos significativos, como infecciones, sangrados, coágulos sanguíneos y rechazo del órgano trasplantado.

La amebiasis es una infección intestinal causada por un parásito protozoario llamado Entamoeba histolytica. Este parásito se encuentra principalmente en aguas contaminadas y alimentos mal cocidos, especialmente en regiones con condiciones sanitarias deficientes.

La amebiasis puede presentarse de dos maneras: asintomática o invasiva. En la forma asintomática, el parásito vive en el intestino grueso sin causar daño y el individuo infectado no presenta síntomas. Sin embargo, en la forma invasiva, el parásito invade los tejidos del intestino, lo que puede provocar diarrea líquida con sangre y moco (disentería amebiana), dolor abdominal, fiebre y malestar general. En casos graves, la infección puede diseminarse más allá del intestino e infectar otros órganos, como el hígado, lo que puede causar abscesos hepáticos amebianos.

El diagnóstico de la amebiasis se realiza mediante exámenes de heces para detectar el parásito o sus quistes. En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales, como biopsias o ecografías, para confirmar la infección y determinar su gravedad.

El tratamiento de la amebiasis depende de la gravedad de los síntomas y del alcance de la infección. En casos leves, el tratamiento puede consistir en medicamentos antiprotozoarios que eliminan el parásito del intestino. En casos más graves, pueden ser necesarios antibióticos adicionales para tratar las complicaciones y prevenir la diseminación de la infección.

La prevención de la amebiasis implica medidas higiénicas básicas, como lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de usar el baño o antes de comer, y evitar el consumo de agua o alimentos contaminados. La cocción adecuada de los alimentos y la pasteurización del agua también pueden ayudar a prevenir la infección.

La cirrosis hepática es una enfermedad crónica e irreversible del hígado, caracterizada por la formación de tejido cicatricial (fibrosis) y la desorganización de su arquitectura normal. Esta afección suele ser el resultado final de diversas enfermedades hepáticas prolongadas, como la hepatitis viral, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y la esteatohepatitis no alcohólica (NAFLD).

La cirrosis hepática se desarrolla en etapas, comenzando con la inflamación y destrucción del tejido hepático, seguida de la cicatrización y regeneración anormales de las células. El tejido cicatricial reemplaza gradualmente al tejido hepático sano, lo que dificulta la circulación sanguínea a través del hígado y afecta su capacidad para funcionar correctamente.

Los síntomas de la cirrosis hepática pueden variar ampliamente, dependiendo del grado de daño hepático y de las complicaciones asociadas. Algunos de los signos y síntomas más comunes incluyen:

1. Fatiga y debilidad generalizadas
2. Pérdida de apetito y pérdida de peso
3. Náuseas y vómitos
4. Ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos)
5. Hinchazón en las piernas, los tobillos y los pies (edema)
6. Aumento del tamaño del abdomen (ascitis) debido a la acumulación de líquido
7. Descoloración de la orina y heces pálidas
8. Confusión, letargo y alteraciones mentales (encefalopatía hepática)
9. Aumento del riesgo de infecciones
10. Sangrado fácil y moretones
11. Dolor abdominal en la parte superior derecha
12. Varices esofágicas (dilatación de las venas en el esófago)

El tratamiento de la cirrosis hepática se centra en managear los síntomas y prevenir complicaciones adicionales. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

1. Estilo de vida saludable: seguir una dieta balanceada, hacer ejercicio regularmente, evitar el alcohol y dejar de fumar.
2. Medicamentos: se recetan medicamentos para controlar los síntomas y prevenir complicaciones, como la encefalopatía hepática, las infecciones y el sangrado. Algunos ejemplos son los laxantes, los antibióticos, los diuréticos y los betabloqueantes.
3. Terapia de reemplazo de sodio: se utiliza para tratar la ascitis al reducir la cantidad de líquido en el cuerpo.
4. Paracentesis: procedimiento médico que consiste en extraer el exceso de líquido del abdomen con una aguja.
5. Trasplante hepático: es la única opción de tratamiento curativo para la cirrosis hepática avanzada. Sin embargo, no todos los pacientes son candidatos a este procedimiento debido a su edad, enfermedades concomitantes o falta de donantes de órganos.

La prevención es la mejor manera de evitar la cirrosis hepática. Las medidas preventivas incluyen:

1. Evitar el consumo excesivo de alcohol.
2. Mantener un peso saludable y hacer ejercicio regularmente.
3. Vacunarse contra las hepatitis virales B y C.
4. Practicar sexo seguro para prevenir la transmisión del virus de la hepatitis.
5. Evitar el uso de drogas inyectables o utilizar agujas limpias si se usan.
6. No compartir artículos personales, como cepillos de dientes o rasuradoras, que puedan estar contaminados con sangre infectada.
7. Consultar a un médico si se sospecha una enfermedad hepática y seguir sus recomendaciones de tratamiento.

La tilosina es un antibiótico macrólido utilizado en medicina veterinaria para tratar diversas infecciones bacterianas en animales. Se utiliza principalmente por vía oral, aunque también puede administrarse tópicamente. La tilosina es eficaz contra una amplia gama de bacterias grampositivas y gramnegativas, así como algunas bacterias anaerobias.

Su mecanismo de acción se basa en la inhibición de la síntesis proteica bacteriana al unirse a la subunidad 50S del ribosoma bacteriano, lo que impide la formación del complejo de iniciación de la traducción y, por tanto, la síntesis de proteínas.

Aunque se utiliza principalmente en veterinaria, en ocasiones puede prescribirse en humanos para tratar certaines infecciones respiratorias y gastrointestinales. Sin embargo, su uso en humanos es limitado debido a la disponibilidad de otros antibióticos más eficaces y menos propensos a provocar resistencias bacterianas.

Como con cualquier antibiótico, el uso inadecuado o excesivo de la tilosina puede conducir al desarrollo de resistencia bacteriana, lo que dificulta el tratamiento de las infecciones. Por esta razón, su uso debe estar siempre supervisado por un profesional sanitario y se deben seguir cuidadosamente las indicaciones de dosis y duración del tratamiento.

Los amebicidas son un grupo de fármacos utilizados para tratar infecciones causadas por protozoarios, específicamente por la ameba Entamoeba histolytica. Estas infecciones pueden manifestarse como disentería amebiana o amebiasis extraintestinal, que incluye abscesos hepáticos amebianos.

Algunos ejemplos comunes de amebicidas incluyen:

1. Metronidazol: Es el fármaco de primera línea para tratar la disentería amebiana y los abscesos hepáticos amebianos. Se administra por vía oral o intravenosa, según la gravedad de la infección.
2. Tinidazol: Es un agente antiamebiano similar al metronidazol, pero con una vida media más larga y una sola dosis puede ser suficiente para tratar la disentería amebiana leve a moderada.
3. Paromomicina: Se utiliza como un agente de segunda línea para tratar la disentería amebiana y se administra por vía oral. Es menos eficaz que el metronidazol o el tinidazol contra los abscesos hepáticos amebianos.
4. Diloxanida furoato: También se utiliza como un agente de segunda línea para tratar la disentería amebiana y se administra por vía oral. Se usa a menudo en combinación con otros amebicidas para garantizar la erradicación completa de la infección.
5. Iodoquinol: Es un agente antiamebiano que se utiliza para tratar la disentería amebiana y las infecciones intestinales asintomáticas causadas por E. histolytica. Se administra por vía oral.

Es importante recalcar que el tratamiento con amebicidas debe ser supervisado por un profesional médico, ya que cada fármaco tiene sus propias indicaciones, contraindicaciones y efectos secundarios. Además, es fundamental completar el curso completo del tratamiento para garantizar la erradicación completa de la infección y prevenir la resistencia a los medicamentos.

Un absceso periapical es una complicación dental que ocurre cuando hay una infección en el tejido blando alrededor del extremo de la raíz de un diente. Esta condición generalmente se desarrolla como resultado de una caries dental profunda no tratada, que permite que las bacterias invadan el interior del diente (la pulpa) y cause una infección.

La infección puede propagarse desde la pulpa hasta el tejido periapical que rodea la raíz del diente, lo que provoca inflamación y la acumulación de pus, formando un absceso. Los síntomas comunes de un absceso periapical incluyen dolor dental intenso y persistente, sensibilidad al calor o al frío, hinchazón y enrojecimiento de las encías, mal sabor en la boca y fiebre leve.

El tratamiento de un absceso periapical generalmente implica la eliminación de la infección a través de un procedimiento llamado endodoncia o tratamiento de conducto, que consiste en eliminar el tejido pulpar infectado, desinfectar y sellar el conducto radicular del diente. En algunos casos, es posible que se necesite la extracción del diente si la infección es extensa o el daño es irreversible. El uso de antibióticos también puede ser necesario para tratar la infección y prevenir su propagación a otras partes del cuerpo.

Un absceso retrofaríngeo es una acumulación de pus en el espacio situado detrás de la faringe o garganta. Esta área se conoce como el espacio retrofaríngeo y está rodeada por músculos y tejidos suaves. El absceso retrofaríngeo puede desarrollarse como resultado de una infección bacteriana que se propaga desde los senos paranasales, la nasofaringe o la orofaringe.

Los síntomas más comunes del absceso retrofaríngeo incluyen dolor de garganta intenso y repentino, dificultad para tragar, fiebre alta, rigidez del cuello, voz ronca o afónica, y ganglios linfáticos inflamados en el cuello. En casos graves, el absceso retrofaríngeo puede causar dificultad para respirar y requerir atención médica inmediata.

El diagnóstico de un absceso retrofaríngeo generalmente se realiza mediante una evaluación clínica y estudios de imágenes, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética. El tratamiento suele incluir antibióticos para tratar la infección y drenaje quirúrgico del absceso. La cirugía puede realizarse mediante incisión y drenaje o mediante un procedimiento menos invasivo llamado punción aspiración con aguja fina (PAAF).

Es importante buscar atención médica de inmediato si se sospecha un absceso retrofaríngeo, ya que la infección puede propagarse rápidamente y causar complicaciones graves, como la sepsis o la mediastinitis (inflamación del tejido situado en el centro del pecho).

Un absceso subfrénico es una acumulación de pus en el espacio situado entre el hígado y el diafragma, conocido como espacio subfrénico. Este espacio se encuentra por debajo del ligamento falciforme del hígado y está recubierto por la membrana serosa pleural.

Este tipo de absceso puede ocurrir como resultado de una infección que se ha extendido desde el hígado, el tracto gastrointestinal o los pulmones. También puede ocurrir después de una lesión o cirugía en la región superior del abdomen.

Los síntomas más comunes de un absceso subfrénico incluyen dolor abdominal y/o pleurítico, fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. El diagnóstico se realiza mediante una combinación de examen físico, análisis de sangre, estudios de imagenología como ecografía o tomografía computarizada (TC) y, en algunos casos, punción guiada por imagen para obtener una muestra del líquido del absceso para cultivo y análisis.

El tratamiento suele consistir en antibióticos y drenaje quirúrgico o percutáneo del absceso. El pronóstico depende de la gravedad de la infección, la salud general del paciente y el tiempo transcurrido antes del diagnóstico y tratamiento adecuados.

"Edwardsiella tarda" es un tipo de bacteria gramnegativa facultativamente anaerobia, lo que significa que puede crecer tanto en presencia como en ausencia de oxígeno. Es una bacteria flagelada, en forma de barra o bacilo, y se encuentra naturalmente en el agua dulce, ambiente acuático y animales, incluyendo aves y reptiles.

Esta bacteria puede causar infecciones en humanos, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados. Las infecciones por E. tarda pueden manifestarse como una variedad de condiciones clínicas, que incluyen bacteriemia (infección del torrente sanguíneo), meningitis, neumonía, infecciones de piel y tejidos blandos, y abscesos intraabdominales.

El diagnóstico de una infección por E. tarda generalmente se realiza mediante cultivo bacteriano de muestras clínicas, como sangre, líquido cefalorraquídeo o tejido infectado. El tratamiento suele implicar la administración de antibióticos apropiados, como ampicilina-sulbactam, ciprofloxacino o trimetoprim-sulfametoxazol, dependiendo de la gravedad de la infección y la sensibilidad antimicrobiana de la bacteria.

La prevención de las infecciones por E. tarda se puede lograr mediante medidas de control de infecciones, como el lavado adecuado de manos y la precaución al manipular animales o agua contaminada. Las personas con sistemas inmunológicos debilitados deben evitar el contacto con animales enfermos o agua contaminada y buscar atención médica de inmediato si desarrollan síntomas de infección.

El Metronidazol es un fármaco antibacteriano y antiprotozoario ampliamente utilizado en el campo de la medicina. Actúa mediante la interrupción de la capacidad de las bacterias y protozoos para reproducirse y sobrevivir. Es particularmente eficaz contra anaerobios, protozoos y algunas bacterias aeróbicas susceptibles.

Se utiliza para tratar una variedad de infecciones, incluyendo aquellas causadas por bacterias anaerobias (que no requieren oxígeno para sobrevivir), como las infecciones abdominales y ginecológicas, así como infecciones causadas por protozoos, como la giardiasis y la amebiasis.

El metronidazol se administra generalmente por vía oral, aunque también está disponible en forma de crema para aplicaciones tópicas. Al igual que con cualquier medicamento, el metronidazol puede producir efectos secundarios, como náuseas, vómitos, diarrea, sabor metálico en la boca y dolores de cabeza. En raras ocasiones, puede causar reacciones alérgicas graves.

Es importante seguir las instrucciones de dosificación cuidadosamente cuando se toma metronidazol, ya que un uso inadecuado puede reducir su eficacia o aumentar el riesgo de efectos secundarios. Además, como con todos los antibióticos, es crucial terminar todo el curso del tratamiento, incluso si los síntomas desaparecen antes. De lo contrario, existe el riesgo de que las bacterias sobrevivientes se vuelvan resistentes al medicamento.

Los microsomas hepáticos se refieren a fragmentos de membrana sacados de los endoplásmicos reticulares de las células hepáticas (del hígado). Estos microsomas están cargados con una variedad de enzimas, incluyendo el sistema citocromo P450, que desempeñan un papel crucial en la detoxificación y eliminación de fármacos, toxinas y otros compuestos extranjeros del cuerpo. Estas enzimas participan en reacciones bioquímicas como la oxidación, reducción y hidroxilación. La actividad de las enzimas en los microsomas hepáticos puede variar entre individuos y está sujeta a inducción o inhibición por diversos fármacos y sustancias químicas, lo que lleva a diferencias individuales en la farmacocinética y la respuesta a los medicamentos.

La regeneración hepática es un proceso natural y sorprendente en el que el hígado humano es capaz de restaurar su masa y función después de haber sufrido daños o pérdida de tejido. Este proceso se activa como respuesta a lesiones hepáticas, cirugía o resección parcial del órgano. La capacidad de regeneración varía entre individuos y depende de diversos factores como la edad, salud general y grado de daño hepático previo.

El mecanismo detrás de esta regeneración implica la proliferación celular de los hepatocitos residuales (las células principales del hígado), que dividen rápidamente para reemplazar el tejido dañado o perdido. Además, otros tipos celulares presentes en el hígado, como los queratocitos stellates y los endotelios sinusoidales, también contribuyen al proceso de regeneración mediante la síntesis de factores de crecimiento y la modulación del microambiente hepático.

Es importante mencionar que aunque el hígado puede regenerarse parcialmente, daños graves o crónicos pueden superar su capacidad de recuperación, lo que podría conducir a insuficiencia hepática y falla orgánica. Por esta razón, es crucial proteger el hígado de posibles lesiones y mantener hábitos saludables para preservar su funcionamiento óptimo.

Un absceso peritonsilar es una acumulación de pus en el tejido que rodea las amígdalas, llamado tejido peritonsilar. Este tipo de infección suele ser causada por bacterias y puede ocurrir como complicación de un dolor de garganta o amigdalitis previa. Los síntomas pueden incluir dolor intenso en la garganta, dificultad para tragar, fiebre, mal aliento y ganglios linfáticos inflamados en el cuello. El tratamiento generalmente implica drenaje quirúrgico del absceso y antibióticos para tratar la infección bacteriana subyacente. Es importante buscar atención médica si se sospecha un absceso peritonsilar, ya que puede causar complicaciones graves si no se trata adecuadamente.

Una radiografía abdominal es un tipo de examen de imagen diagnóstico que utiliza rayos X para crear imágenes del interior del abdomen. La prueba puede proporcionar una visión general de los órganos abdominales, huesos y tejidos blandos, lo que ayuda a diagnosticar una variedad de condiciones médicas, como obstrucciones intestinales, úlceras perforadas, inflamación o infección en el abdomen, cálculos renales, enfermedades o lesiones óseas y algunos tipos de cáncer.

Durante el procedimiento, el paciente generalmente se acuesta sobre una mesa plana mientras una máquina de rayos X toma imágenes del abdomen desde diferentes ángulos. La prueba es indolora y suele durar solo unos minutos. Sin embargo, en algunos casos, el médico puede pedir que el paciente beba un líquido de contraste antes de la radiografía para obtener imágenes más nítidas y precisas.

Como con cualquier procedimiento que involucre radiación, se toman precauciones razonables para minimizar la exposición a los rayos X y solo se realizan las radiografías cuando son médicamente necesarias.

La esteatosis hepática, comúnmente conocida como hígado graso, es una afección en la que se acumula grasa en exceso en las células del hígado. La acumulación de grasa puede ser causada por diversos factores, incluyendo el consumo excesivo de alcohol, trastornos metabólicos como la resistencia a la insulina y la diabetes, obesidad, y ciertas afecciones genéticas.

Existen dos tipos principales de hígado graso: el hígado graso no alcohólico (HGNA) y el hígado graso inducido por alcohol (HGIA). El HGNA es más común en personas con sobrepeso u obesas, diabetes y colesterol alto. Por otro lado, el HGIA se desarrolla en personas que beben alcohol en exceso durante un largo período de tiempo.

En la mayoría de los casos, el hígado graso no presenta síntomas notables, aunque algunas personas pueden experimentar fatiga, dolor abdominal y sensación de malestar. Sin embargo, si no se trata, el hígado graso puede provocar inflamación, cicatrización y daño hepático permanente, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas graves como la cirrosis y el cáncer de hígado.

El diagnóstico de hígado graso se realiza mediante análisis de sangre, ecografías y biopsias del hígado. El tratamiento suele incluir cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso, una dieta saludable y el ejercicio regular, así como el control de otras afecciones médicas subyacentes. En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para ayudar a reducir la acumulación de grasa en el hígado.

Las pruebas de función hepática (PFT) son análisis de sangre que se utilizan para evaluar la salud y el funcionamiento general del hígado. Estos exámenes miden diferentes sustancias en la sangre, como enzimas, proteínas y desechos, que pueden indicar si hay algún daño o disfunción en el hígado.

Algunas de las pruebas más comunes que se incluyen en un panel de PFT son:

1. Alanina aminotransferasa (ALT): Esta enzima se encuentra principalmente en el hígado y puede aumentar en niveles si hay inflamación o daño en el tejido hepático.

2. Aspartato aminotransferasa (AST): Esta enzima también se encuentra en el hígado, así como en otros órganos como el corazón y los músculos. Los niveles altos de AST pueden indicar daño en cualquiera de estos tejidos.

3. Bilirrubina: La bilirrubina es un pigmento amarillo que se produce cuando el hígado descompone la hemoglobina de los glóbulos rojos viejos. Los niveles altos de bilirrubina pueden indicar problemas con la capacidad del hígado para procesarla, lo que puede causar ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).

4. Albumina: La albumina es una proteína producida por el hígado. Los niveles bajos de albumina pueden indicar problemas con la capacidad del hígado para sintetizar proteínas.

5. Fósforo alcalino (ALP): La ALP es una enzima que se encuentra en varios tejidos, incluyendo el hígado. Los niveles altos de ALP pueden indicar problemas con el flujo biliar o enfermedad hepática.

6. Gamma-glutamil transferasa (GGT): La GGT es una enzima que se encuentra en varios tejidos, incluyendo el hígado. Los niveles altos de GGT pueden indicar problemas con el flujo biliar o enfermedad hepática.

Un análisis de sangre de función hepática puede ayudar a diagnosticar y monitorizar diversas afecciones hepáticas, como la hepatitis, la cirrosis y la insuficiencia hepática. Los resultados deben interpretarse junto con los síntomas clínicos y otros exámenes complementarios para establecer un diagnóstico preciso.

Entamoeba es un género de protistas que incluye varias especies parasitarias, la más común y significativa desde el punto de vista médico es Entamoeba histolytica. Este protozoo parásito es el agente etiológico de la amebiasis, una enfermedad intestinal que afecta al ser humano y otros primates.

Esta infección puede cursar de forma asintomática o provocar diversos síntomas como diarrea, disentería (diarrea con moco y sangre), dolor abdominal, fiebre y, en casos más graves, perforación intestinal o desarrollo de abscesos hepáticos amebianos.

La transmisión de Entamoeba histolytica se produce principalmente a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados con quistes, la forma infectante del parásito. Una vez inside el organismo, los quistes se transforman en trofozoítos, formas móviles y feeding que se adhieren a la mucosa intestinal y liberan enzimas líticas que les permiten invadir los tejidos y causar daño tisular.

El diagnóstico de la amebiasis se realiza mediante el examen microscópico de heces, donde se observan quistes o trofozoítos, y pruebas serológicas que detectan anticuerpos específicos frente a Entamoeba histolytica. El tratamiento suele incluir la administración de agentes antiparasitarios como metronidazol, tinidazol o iodoquinol, junto con medidas de rehidratación y control de los síntomas.

La tomografía computarizada por rayos X, también conocida como TC o CAT (por sus siglas en inglés: Computerized Axial Tomography), es una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza radiación para obtener detalladas vistas tridimensionales de las estructuras internas del cuerpo. Durante el procedimiento, el paciente se coloca sobre una mesa que se desliza dentro de un anillo hueco (túnel) donde se encuentran los emisores y receptores de rayos X. El equipo gira alrededor del paciente, tomando varias radiografías en diferentes ángulos.

Las imágenes obtenidas son procesadas por un ordenador, el cual las combina para crear "rebanadas" transversales del cuerpo, mostrando secciones del tejido blando, huesos y vasos sanguíneos en diferentes grados de claridad. Estas imágenes pueden ser visualizadas como rebanadas individuales o combinadas para formar una representación tridimensional completa del área escaneada.

La TC es particularmente útil para detectar tumores, sangrado interno, fracturas y otras lesiones; así como también para guiar procedimientos quirúrgicos o biopsias. Sin embargo, su uso está limitado en pacientes embarazadas debido al potencial riesgo de daño fetal asociado con la exposición a la radiación.

La endoftalmitis es una afección ocular grave que involucra la inflamación intraocular del humor vítreo dentro del ojo. Normalmente, es el resultado de una infección bacteriana, pero también puede ser causada por hongos o otros microorganismos. La infección puede alcanzar el ojo a través de diversas vías, como traumatismos, cirugía ocular (particularmente después de una cirugía de cataratas), o spread sistémico (desde otra parte del cuerpo).

Los síntomas de la endoftalmitis pueden incluir dolor ocular intenso, enrojecimiento ocular, disminución de la visión, sensibilidad a la luz, y la aparición de puntos flotantes o nubosidad en el campo visual. La afección requiere atención médica inmediata y tratamiento agresivo, que generalmente implica antibióticos administrados por vía intravítrea (inyección directa dentro del ojo), junto con posibles antibióticos orales o intravenosos. En algunos casos graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica adicional para eliminar el tejido infectado y reducir la presión intraocular. Si no se trata a tiempo, la endoftalmitis puede conducir a ceguera permanente o incluso pérdida del ojo.

Fusobacterium es un género de bacterias gramnegativas, anaerobias y no móviles que pertenecen a la familia Fusobacteriaceae. Se encuentran normalmente en el tracto gastrointestinal humano y oral. Algunas especies de Fusobacterium, como F. nucleatum, se han relacionado con enfermedades humanas, incluidos el aborto espontáneo, la periodontitis y los abscesos intrabdominales. Estas bacterias tienen un papel patógeno importante en algunas afecciones médicas y odontológicas.

Los trofozoítos son etapas de desarrollo de protozoos, un tipo de protistas unicelulares. Se refiere específicamente a la forma vegetativa activa y feeding de estos organismos. Durante esta fase, el trofozoito se mueve, consume nutrientes y se reproduce asexualmente por medio de fisión binaria. Algunos ejemplos de protozoos que presentan etapas trofozoíticas incluyen Giardia lamblia, un parásito intestinal que causa giardiasis, y Entamoeba histolytica, un agente patógeno que provoca amebiasis.

Los antibacterianos son sustancias químicas o medicamentos que se utilizan para destruir o inhibir el crecimiento de bacterias. Pueden ser de origen natural, como algunas plantas y microorganismos, o sintéticos, creados en un laboratorio.

Los antibacterianos funcionan mediante la interrupción de procesos vitales para las bacterias, como la síntesis de su pared celular o la replicación de su ADN. Algunos antibacterianos solo son eficaces contra ciertas clases de bacterias, mientras que otros pueden actuar contra una gama más amplia de microorganismos.

Es importante destacar que el uso excesivo o inadecuado de los antibacterianos puede conducir al desarrollo de resistencia bacteriana, lo que hace que las cepas sean más difíciles de tratar con medicamentos existentes. Por esta razón, es crucial seguir las recomendaciones del médico en cuanto a su uso y duración del tratamiento.

Los anticuerpos antiprotozoarios son inmunoglobulinas producidas por el sistema inmune en respuesta a una infección por protozoos, organismos unicelulares que pueden causar diversas enfermedades en humanos y animales. Estos anticuerpos se unen específicamente a los antígenos presentes en la superficie o dentro de los protozoos, marcándolos para ser destruidos por otras células inmunes como los neutrófilos y los macrófagos.

La detección de anticuerpos antiprotozoarios en la sangre puede utilizarse como un indicador de una infección previa o actual por protozoos. Sin embargo, la interpretación de los resultados puede ser compleja, ya que la presencia de anticuerpos no siempre indica una enfermedad activa y, además, algunas personas pueden tener niveles bajos de anticuerpos sin haber tenido una infección previa.

Algunos ejemplos de protozoos que pueden desencadenar la producción de anticuerpos antiprotozoarios incluyen Plasmodium spp., los agentes causantes de la malaria, y Toxoplasma gondii, el agente etiológico de la toxoplasmosis. Otras enfermedades protozoarias importantes que pueden desencadenar una respuesta de anticuerpos incluyen la giardiasis, causada por Giardia lamblia, y la amebiasis, causada por Entamoeba histolytica.

La actinomicosis es una infección bacteriana granulomatosa crónica, causada generalmente por la bacteria Actinomyces israelii u otras especies relacionadas del género Actinomyces. Estas bacterias son normalmente encontradas en la flora microbiana de la boca, el intestino y los genitales.

La actinomicosis suele ocurrir como una complicación de una infección dental o pulmonar, o después de un trauma oral o facial. También puede ocurrir después de procedimientos médicos invasivos, como la colocación de dispositivos médicos intrauterinos (DIU) en el útero.

La enfermedad se caracteriza por la formación de abscesos y la producción de "sulfuros", pequeños granulomas amarillentos que contienen bacterias, que a menudo drenan a través de la piel o las membranas mucosas. Los síntomas pueden incluir dolor, hinchazón, enrojecimiento y fiebre.

El tratamiento de la actinomicosis generalmente implica la administración prolongada de antibióticos de alta potencia, como la penicilina, y posiblemente la cirugía para drenar los abscesos. La enfermedad puede ser difícil de tratar y puede causar complicaciones graves si no se diagnostica y trata a tiempo.

Lo siento, me equivoqué en la pregunta anterior. Taiwan no es una condición médica, es una isla ubicada en el Océano Pacífico occidental. Es conocida oficialmente como la República de China (ROC) y tiene una población aproximada de 23 millones de personas. Ofrece servicios de atención médica de alta calidad y es conocida por su sistema nacional de salud universal. Si necesitas información sobre algún tema médico o sanitario, hazmelo saber y estaré encantado de ayudarte.

Un absceso periodontal es una acumulación de pus que se forma en los tejidos profundos que rodean y soportan los dientes, conocidos como el periodonto. Este tipo de infección suele ser causada por bacterias que se introducen en el periodonto a través de caries profundas o fisuras en los dientes, o bien, como consecuencia de una enfermedad de las encías (periodontitis).

Los síntomas más comunes del absceso periodontal incluyen dolor intenso y continuo en la zona afectada, sensibilidad al tacto y al calor, encía roja e hinchada, mal sabor o mal aliento, y, en algunos casos, fiebre y ganglios linfáticos inflamados. El tratamiento suele consistir en la eliminación de la infección mediante una limpieza dental profunda y, si es necesario, la extracción del diente afectado. También se pueden recetar antibióticos para ayudar a combatir la infección. Es importante tratar el absceso periodontal de manera oportuna y adecuada para prevenir daños mayores en los tejidos que soportan los dientes y evitar la propagación de la infección a otras partes del cuerpo.

Gerbillinae es un término taxonomico en la clasificación de los mamíferos roedores. Se refiere a una subfamilia dentro de la familia Muridae, que incluye a varios géneros y especies de pequeños roedores conocidos comúnmente como gerbillos o ratones saltarines. Estos animales son originarios de África y Asia, y se caracterizan por tener cuerpos compactos, colas largas y patas traseras grandes adaptadas para saltar. Algunas especies de Gerbillinae son populares como mascotas domésticas.

Las Enfermedades de los Bovinos se refieren a un amplio espectro de condiciones médicas que afectan a los miembros del género Bos, que incluye a los ganados domésticos como las vacas, toros, búfalos y bisontes. Estas enfermedades pueden ser infecciosas o no infecciosas y pueden ser causadas por una variedad de agentes patógenos, incluyendo bacterias, virus, hongos, parásitos y toxinas ambientales.

Algunas enfermedades comunes en los bovinos incluyen la neumonía, la diarrea, la fiebre Q, la tuberculosis, la brucelosis, la leptospirosis, el carbunco, el anthrax, la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o "enfermedad de las vacas locas", la enfermedad de Aujeszky, la paratuberculosis o "enfermedad de Johne", la mastitis, la listeriosis, la salmonelosis y la garrapata del ganado.

La prevención y el control de estas enfermedades se pueden lograr mediante la implementación de programas de manejo adecuados, como la vacunación, el control de los vectores, la mejora de las condiciones de vida del ganado, la detección y eliminación tempranas de los animales infectados, y la adopción de prácticas de bioseguridad estrictas.

La detección y el diagnóstico precoces de estas enfermedades son cruciales para garantizar un tratamiento oportuno y efectivo, reducir la morbilidad y mortalidad, y prevenir la propagación de la enfermedad a otros animales y humanos. Los médicos veterinarios desempeñan un papel importante en el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de estas enfermedades en los animales.

No existe un término médico específico como "mitocondrias hepáticas". Sin embargo, entendiendo los términos por separado, podemos deducir que se está haciendo referencia a las mitocondrias presentes en las células del hígado.

Las mitocondrias son organelos celulares que proveen energía a la célula en forma de ATP (adenosín trifosfato) mediante un proceso llamado respiración celular. Cada tejido corporal tiene diferentes cantidades y tipos de mitocondrias adaptadas a sus funciones específicas.

Las células hepáticas, o hepatocitos, desempeñan un importante papel en el metabolismo, almacenamiento y eliminación de diversas sustancias. Por lo tanto, las mitocondrias en estas células desempeñan un rol fundamental en procesos como la glucosis, lipidosis y proteosis, así como también en la detoxificación de sustancias nocivas.

Una afección mitocondrial específica del hígado es la enfermedad de los cuerpos de Leigh, una enfermedad hereditaria rara que afecta al sistema nervioso central y otros órganos, incluido el hígado. Las mutaciones en los genes mitocondriales pueden provocar disfunciones mitocondriales que conducen a esta enfermedad.

En resumen, aunque no existe un término médico específico llamado "mitocondrias hepáticas", se refiere probablemente a las mitocondrias presentes en las células del hígado, que desempeñan un papel crucial en el metabolismo y otras funciones importantes de este órgano.

Un panadizo interdigital, también conocido como dermatofitosis interdigital o pie de atleta agudo, es una infección micótica superficial que afecta generalmente la piel entre los dedos de los pies. Esta condición se caracteriza por ampollas, enrojecimiento, picazón, descamación y dolor en la zona afectada.

El término médico específico para esta infección fúngica es "tinea pedis", y suele ser causada por diferentes tipos de hongos dermatofitos, como Trichophyton rubrum o Epidermophyton floccosum. Estos hongos prosperan en ambientes cálidos y húmedos, por lo que las personas que sudan mucho en los pies o usan calcetines y zapatos que no permiten una buena circulación de aire son más propensas a desarrollar este tipo de infección.

El panadizo interdigital es contagioso y puede propagarse fácilmente a través del contacto directo con una persona infectada o al compartir toallas, calcetines, zapatos u otros artículos personales que hayan estado en contacto con la piel afectada. Además de las medidas preventivas, como mantener los pies limpios y secos, usar calzado transpirable y evitar andar descalzo en áreas públicas húmedas, se pueden recetar antifúngicos tópicos o sistémicos para tratar la infección.

Los antiprotozoarios son un tipo de fármacos que se utilizan para tratar infecciones causadas por protozoos, que son organismos microscópicos unicelulares que pueden parasitar y multiplicarse dentro del cuerpo humano. Estos medicamentos funcionan interfiriendo con el crecimiento, reproducción o supervivencia de los protozoos, lo que ayuda a eliminar la infección y aliviar los síntomas asociados.

Existen diferentes tipos de antiprotozoarios, cada uno diseñado para tratar diferentes especies de protozoos. Algunos ejemplos comunes incluyen:

* Metronidazol: se utiliza para tratar infecciones causadas por protozoos como Giardia lamblia y Entamoeba histolytica.
* Clotrimazol: se usa para tratar infecciones vaginales causadas por el protozoo Candida albicans.
* Pentamidina: se utiliza para tratar la enfermedad del sueño, una infección grave causada por el protozoo Trypanosoma brucei.
* Quinina: se usa para tratar la malaria, una enfermedad parasitaria grave causada por el protozoo Plasmodium falciparum.

Es importante seguir las instrucciones de dosificación y administración del médico al tomar antiprotozoarios, ya que cada medicamento tiene diferentes propiedades farmacológicas y efectos secundarios potenciales. Además, es fundamental completar el curso completo de tratamiento para asegurarse de eliminar por completo la infección y prevenir una recaída.

La succión en términos médicos se refiere al proceso de extraer fluidos, líquidos o gases de un cuerpo u órgano mediante la creación de un vacío parcial. Esto se logra a menudo mediante el uso de dispositivos especializados como tubos o bombas de succión. La succión se utiliza en diversos contextos médicos, como la eliminación del exceso de líquido de los pulmones, la limpieza de heridas o la extracción de materiales extraños de una cavidad corporal. También es un proceso natural e importante en el desarrollo temprano, como cuando los bebés succionan leche materna o de botella durante la alimentación.

Las infecciones por Bacteroides se refieren a infecciones causadas por bacterias del género Bacteroides, que son comensales normales del tracto gastrointestinal humano. Sin embargo, cuando ingresan a otros tejidos estériles del cuerpo, pueden causar infecciones graves y potencialmente mortales.

Estas bacterias son anaerobias estrictas, lo que significa que requieren un ambiente sin oxígeno para sobrevivir y crecer. Por lo tanto, las infecciones por Bacteroides a menudo ocurren en tejidos con bajos niveles de oxígeno, como el tracto gastrointestinal, el sistema genitourinario y los tejidos blandos.

Las infecciones por Bacteroides pueden variar desde infecciones superficiales hasta infecciones sistémicas graves, como la bacteriemia, la endocarditis, la meningitis y la abscesación de órganos profundos. Los factores de riesgo para las infecciones por Bacteroides incluyen cirugía abdominal o pélvica reciente, enfermedad inflamatoria intestinal, diabetes mellitus, cáncer y uso de dispositivos médicos invasivos.

El tratamiento de las infecciones por Bacteroides generalmente requiere antibióticos de amplio espectro que sean efectivos contra bacterias anaerobias. Los carbapenémicos, como el imipenem y el meropenem, son los fármacos de elección para tratar infecciones graves por Bacteroides. Otras opciones incluyen metronidazol, cefoxitina y clindamicina. La duración del tratamiento depende de la gravedad e invasividad de la infección.

La Enfermedad Hepática Inducida por Fármacos (EHIF) se refiere a un espectro de lesiones hepáticas que son causadas o mediadas por fármacos o sus metabolitos. La EHIF puede variar en gravedad desde una lesión hepática leve y transitoria hasta insuficiencia hepática grave e incluso letal.

Los mecanismos precisos a través de los cuales los fármacos causan daño hepático pueden variar. Algunos fármacos son directamente tóxicos para las células hepáticas, mientras que otros provocan una reacción inmunitaria que resulta en inflamación e injuria hepática. La susceptibilidad individual a la EHIF también puede verse influenciada por factores genéticos, ambientales y de salud subyacentes.

Los síntomas de la EHIF pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), fatiga, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura y heces de color claro. El diagnóstico se basa en general en los hallazgos clínicos, los resultados de laboratorio y la historia de exposición a fármacos sospechosos. En algunos casos, se pueden requerir procedimientos adicionales, como biopsia hepática, para confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad de la lesión hepática.

El tratamiento de la EHIF implica la interrupción inmediata del fármaco sospechoso y el manejo de soporte médico para mantener las funciones corporales mientras el hígado se recupera. En casos graves, puede ser necesaria una transplante hepático. La prevención es la mejor estrategia para la EHIF, lo que implica un uso adecuado y cuidadoso de los fármacos, especialmente en poblaciones vulnerables, como las personas mayores y aquellas con enfermedad hepática preexistente.

El empiema es una afección médica que involucra la acumulación de pus en un espacio corporal normalmente stéril, como el espacio pleural (que rodea los pulmones). Esto suele ocurrir como complicación de una infección pulmonar, como neumonía, bronquiectasia o absceso pulmonar. Los síntomas pueden incluir dolor en el pecho, tos, fiebre y dificultad para respirar. El tratamiento generalmente implica antibióticos y, en algunos casos, procedimientos quirúrgicos como la toracocentesis o la decorticación pleural para drenar el pus acumulado.

El yodoquinol es un agente antimicrobiano y antiprotozoario que se utiliza principalmente para tratar las infecciones intestinales causadas por organismos como los protozoos Entamoeba histolytica y Giardia lamblia. Se administra por vía oral, generalmente en forma de tabletas o suspensión.

El mecanismo de acción del yodoquinol se basa en su capacidad para interferir con la producción de energía de los protozoos, lo que finalmente lleva a su muerte. El yodoquinol contiene átomos de yodo, un elemento esencial para el cuerpo humano, pero en este caso, se utiliza principalmente por sus propiedades antimicrobianas.

Es importante tener en cuenta que el uso del yodoquinol debe estar bajo la supervisión médica, ya que su uso inadecuado o excesivo puede causar efectos secundarios como diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal y erupciones cutáneas. Además, no se recomienda su uso durante el embarazo o la lactancia, a menos que sea absolutamente necesario y esté indicado por un médico.

Los antígenos son sustancias extrañas que pueden ser percibidas por el sistema inmune y desencadenar una respuesta inmunitaria. Cuando se trata de protozoos, organismos unicelulares que causan enfermedades infecciosas en humanos y animales, los antígenos son componentes específicos de la superficie o del interior de estos microorganismos que pueden ser reconocidos por el sistema inmune como extraños.

La detección de antígenos de protozoos puede ser útil en el diagnóstico y seguimiento de diversas enfermedades parasitarias, ya que la presencia de estos antígenos indica la existencia activa del parásito en el cuerpo. Algunos ejemplos de antígenos de protozoos incluyen:

* Antígenos de Giardia lamblia: Este protozoo causa giardiasis, una infección intestinal que puede causar diarrea, dolor abdominal y malabsorción. Los antígenos de Giardia se pueden detectar en las heces del paciente mediante pruebas de inmunoensayo o PCR.
* Antígenos de Plasmodium spp.: Estos protozoos causan la malaria, una enfermedad grave y a menudo mortal transmitida por mosquitos. Los antígenos de Plasmodium se pueden detectar en la sangre del paciente mediante pruebas rápidas de diagnóstico o microscopía.
* Antígenos de Toxoplasma gondii: Este protozoo causa toxoplasmosis, una infección que afecta principalmente al sistema nervioso y puede causar síntomas graves en personas con sistemas inmunes debilitados. Los antígenos de Toxoplasma se pueden detectar en la sangre del paciente mediante pruebas serológicas o PCR.
* Antígenos de Cryptosporidium spp.: Estos protozoos causan cryptosporidiosis, una infección intestinal que puede causar diarrea grave y deshidratación. Los antígenos de Cryptosporidium se pueden detectar en las heces del paciente mediante pruebas de inmunoensayo o PCR.

La detección de antígenos puede ser una herramienta útil para el diagnóstico y el seguimiento del tratamiento de estas infecciones, especialmente en áreas donde los recursos son limitados o cuando se necesita una respuesta rápida. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la sensibilidad y especificidad de las pruebas de detección de antígenos pueden variar dependiendo del tipo de prueba utilizada y del momento en que se realiza la prueba. Por lo tanto, es importante seguir las recomendaciones del fabricante y consultar a un profesional médico para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

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Absceso hepático amebiano, que puede extenderse a la pleura o al pericardio, según la localización del absceso. Invasión ... como en el tejido hepático,[6]​ pudiendo ser ese uno de los métodos para la formación de los abscesos hepáticos. Enzimas ... Los abscesos hepáticos avanzados pueden requerir de cirugía. Uno de los principales bactericidas, auxiliar en el tratamiento de ... En el hígado destruyen hepatocitos y se forma un absceso que al crecer provoca problemas hepáticos. En algunos casos pueden ...
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Meningoencefalitis amebiana primaria† (G05.2*) B60.8 Otras enfermedades especificadas debidas a protoos. Microsporidiosis. B64 ... Capilariasis hepática. Gongilonemiasis. Metaestrongiliasis. Telaziasis. B83.9 Helmintiasis, no especificada. Gusanos, SAI ... tuberculosis que genera absceso cerebral (G07), meningoencefalitis (G05.0), mielitis (G05.0) o polineuropatía (G63.0). (A17.9) ... Capilariasis SAI Infección debida a Capillaria philippinensis Excluye: - capilariasis hepática (B83.8) B81.2 ...
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Absceso hepático amebiano. * Medicina * - Enero 2022 Gangrena de Fournier. Reporte de caso clínico.. ...
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Caso 55 - Diagnóstico Diferencial entre absceso Hepático Amebiano y Piójeno. * 2023-08-15 ...
Absceso piógeno hepático. Infecciones hepáticas fúngicas y por micobacterias. Absceso amebiano hepático ... Abarca la evaluación por imágenes de la masa quística pancreática o hepática «incidental»; lostrastornos de la motilidad ...
En disentería amebiana, combinar con yodoquinol 650 mg PO tid durante 20 días.) Colitis pseudomembranosa asociada a ... Absceso hepático amebiano *Tricomoniasis (aguda y parejas de pacientes con infección aguda) ... Reducir la dosis en caso de enfermedad hepática. Puntos de enseñanza *Tomar el curso completo de la terapia farmacológica; ... En la disentería amebiana, combinar con yodoquinol 650 mg PO tid durante 20 días). ...
2. Actinomicosis hepática. 3. Absceso amebiano. 4. Nada de lo expuesto. Podéis dar vuestra opinión hasta el viernes, día en el ... El absceso amebiano presenta características mas quisticas y clínica mas aguda y para colangio carcinoma faltaría dilatación de ... La actinomicosis hepática es una causa infrecuente de infección abdominal. Representa el 5% de todos los casos de actinomicosis ... La patogénesis de la infección hepática es hematógena secundaria a un foco abdominal y propagada a través de la vena porta. Se ...
ABSCESO HEPÁTICO AMEBIANO. * QUISTE HIDATÍDICO. * ABSCESO HEPÁTICO PIÓGENO. * QUISTE BILIAR INFECTADO. Correcto ... QUÍMICA SANGUÍNEA: ELECTRÓLITOS SÉRICOS Y PRUEBAS DE FUNCIÓN HEPÁTICA SIN ALTERACIONES, PRUEBA DE ELISA DE CUARTA GENERACIÓN ...
Diagnóstico diferencial del absceso hepático amebiano Alex Christopher Ruiz Arriciaga, Katherine Sofía Méndez Pereira, Jean ...
Entérese sobre los tipos de abscesos y cómo se tratan. ... Los abscesos se llenan de pus y pueden aparecer en cualquier ... Absceso hepático amebiano (Enciclopedia Médica) También en inglés * Absceso hepático piógeno (Enciclopedia Médica) También en ... Absceso de la médula espinal (Enciclopedia Médica) También en inglés * Absceso de la piel (Enciclopedia Médica) También en ... Absceso o quiste de Bartolino (Enciclopedia Médica) También en inglés * Absceso subareolar (Enciclopedia Médica) También en ...
El absceso hepático amebiano es más frecuente en hombres y adultos jóvenes expuestos a áreas endémicas, mientras que el absceso ... La amebiasis hepática y el absceso amebiano deben distinguirse de otras infecciones y tumores hepáticos. Los pacientes con ... El absceso hepático amebiano en general no causa un desplazamiento a la izquierda en el recuento de leucocitos ni un aumento de ... Diagnosticar el absceso hepático amebiano mediante ecografía, TC, RM o pruebas serológicas, que son más útiles cuando se ...
Género Entamoeba, incluida la colitis amebiana y el absceso hepático. Amebas de vida libre. Género Plasmodium (malaria). Género ... Peritonitis y abscesos intraperitoneales. Infecciones hepáticas y del sistema biliar (absceso hepático, colangitis, ... Absceso cerebral. Empiema subdural, absceso epidural y tromboflebitis intracraneal supurativa. Infecciones de las derivaciones ... Absceso pulmonar bacteriano. Neumonía crónica. Fibrosis quística. D Infecciones del tracto urinario. Infecciones del tracto ...
Análisis de la expresión de algunas citocinas en respuestas al tratamiento del absceso hepático amebiano con apo-lactoferrina ...
En caso de absceso hepático amebiano, se debe realizar drenaje o aspiración del pus en conjunción con la terapia con ... Análisis de función hepática deben realizarse antes, durante y al final del tratamiento, hasta que la función hepática esté ... También se han reportado casos de falla hepática, que requieren trasplante hepático en pacientes tratados con metronidazol en ... El metronidazol se debe administrar con precaución en pacientes con encefalopatía hepática.. Se debe advertir a los pacientes ...
El metronidazol demostró ser eficaz contra la Entamoeba histolytica, la causa de la disentería amebiana y el absceso hepático, ... para el tratamiento de los abscesos de las heridas y para el tratamiento de la colitis asociada con antibióticos causada por ... absceso pulmonar, periodontitis, amebiasis, infecciones orales, giardiasis, tricomoniasis e infecciones causadas por organismos ...
En algunos casos con sospecha clínica de absceso hepático amebiano el único método de diagnóstico que tiene alguna utilidad es ... Las pruebas serológicas ofrecen resultados positivos en casi todos los enfermos con absceso hepático amebiano, y en mas del 80 ... se cuenta con un número relativamente reducido de medicamentos para el tratamiento de la disentería y el absceso hepático ... Puede haber diseminación por la corriente sanguínea y aparecer abscesos en el hígado o, con menor frecuencia, en los pulmones o ...
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... a que no incluimos abscesos amebianos ni abscesos hepáticos piógenos originados en patología hepática; y por otro lado, y esto ... 1º absceso hepatico criptogenetico absceso hepatico asociado a. Nº de pacientes. 22 ... Definimos absceso hepático piógeno primario a aquella colección purulenta del parénquima hepático no originada en una patología ... El absceso hepático piógeno es una infrecuente enfermedad que se manifiesta con una elevada morbimortalidad si no es ...
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El quiste amebiano, se caracteriza por cursar con cuadro previo de disentería y, una vez establecido, cursa con fiebre, ... La metástasis hepática quística desde un carcinoma escamoso de canal anal es extremadamente rara. Presentamos un caso de ... con un patrón miliar imitando a un absceso fúngico 7. Si bien es cierto, el caso presentado provenía de una región rural, la ... La hidatidosis hepática, se presenta como quiste un quiste con quistes hijos periféricos, clásicamente. Sin embargo, puede ...
... hepática, absceso amebiano, uretritis por tricomonas, gastritis y duodenitis.. COMPOSICIÓN:. DOSIS: ... No debe ser administrado a animales con trastornos hepáticos, hembras durante el primer tercio de la gestación. Tampoco debe ... Indicado para el tratamiento de abscesos abdominales, peritonitis, infecciones genitales, periodontitis, otitis media, osteítis ...
En el hígado la lesión más importante es el "absceso hepático amebiano", que en realidad no es absceso, ya que no hay ... fibrosis hepática y/o cirrosis, seudotumores y lesiones cavitarias que ocupan espacio, como abscesos y quistes. En la vía ... La amebiasis hepática es causada por trofozoítos de Entamoeba histolytica, proveniente del intestino, donde hay úlceras ... Desde el punto de vista clínico el compromiso hepático puede ser asintomático o presentar algunas manifestaciones como ...
... contra las calenturas del paludismo o de un absceso hepático amebiano confundido, a las que lo sometieron varios médicos ...
Abscesos hepáticos TAC No permite detectar obstrucción ,abscesos hepáticos COLANGIORESONANCIA MAGNÉTICA Causa y localización de ... Hemolisis crónica, alteraciones congénitas de los eritrocitos, cirrosis hepática. AUMENTO DE LA BILIRRUBINA CONJUGADA QUE PASA ... íleon terminal y la mayoría vuelve al hígado por circulación entero hepática. ...
Absceso hepático amebiano con colitis derecha. Entrada siguiente Caso del mes. Noviembre de 2022 ...
Caso 55 - Diagnóstico Diferencial entre absceso Hepático Amebiano y Piójeno. * 2023-08-15 ...
  • El absceso hepático amebiano es una complicación de la amebiasis intestinal (infección por amebas) provocada por diferentes especies de amebas, principalmente Entamoeba histolytica. (wikipedia.org)
  • 3]​ Tras la infección intestinal por amebas, los trofozoitos alcanzan el hígado a través de la vena porta y proliferan hasta formar un absceso que generalmente es único y se ubica en la mayor parte de las ocasiones en el lóbulo derecho hepático. (wikipedia.org)
  • Estas últimas pueden visualizarse mediante el microscopio en la pared externa del absceso Suele existir el antecedente de amebiasis intestinal o un proceso diarreico de causa no aclarada. (wikipedia.org)
  • Amebiasis intestinal y absceso hepático amebiano. (wikipedia.org)
  • El absceso hepático amebiano es causado por la Entamoeba histolytica , el mismo parásito que causa la amebiasis, una infección intestinal también llamada disentería amebiana. (fundacionio.es)
  • Los quistes de Entamoeba histolytica , al llegar a intestino delgado se exquistan y se liberan trofozoítos móviles, flagelados, e invasivos, los cuales pueden invadir la mucosa intestinal sobre todo de colon e invadir el colon, sobre todo el ascendente, y de allí pueden ir al torrente sanguíneo y llegar al hígado, donde pueden producir abscesos. (infectosos.com)
  • RESUMEN: La Amibiasis es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una infección invasiva intestinal o extra intestinal causada por el parásito protozoario Entamoeba histolytica. (ipn.mx)
  • Actualmente, el metronidazol, que es barato, tiene una buena penetración en los tejidos y produce efectos secundarios relativamente leves, está en el formulario de la mayoría de los hospitales para la profilaxis contra la infección anaerobia después de cirugía intestinal, para el tratamiento de los abscesos de las heridas y para el tratamiento de la colitis asociada con antibióticos causada por Clostridium difficile . (quimicafacil.net)
  • Qué es la amibiasis intestinal? (blogspot.com)
  • La amibiasis intestinal es una infección producida por una especie patógena conocida como Entamoeba histolytica (amiba). (blogspot.com)
  • La amibiasis intestinal es provocada por la Entamoeba histolytica, la cual parásita al hombre por medio de quistes de esta amiba, la cual penetran en el intestino e invaden las glándulas de la pared intestinal para alimentarse de sangre y tejidos. (blogspot.com)
  • El trofozoito es la forma parasitaria y se aloja en la luz intestinal donde se multiplica por fisión binaria y se nutre de sangre y fragmentos de tejidos. (blogspot.com)
  • La obstrucción intestinal usualmente es consecuencia de la invaginación. (serau.org)
  • La invaginación intestinal en adultos es infrecuente y tiene hallazgos patognomónicos en las pruebas de imagen. (serau.org)
  • Su eficacia para eliminar los quistes se basa en su capacidad para destruir los trofozoitos, actúa solamente sobre la amebiasis intestinal, tanto en la luz como en la superficie mucosa, pero es ineficaz en el absceso y la hepatitis amebiana. (vademecum.es)
  • de la amebiasis intestinal en sus dos formas: disentería amebiana activa y amebiasis intestinal asintomática (estado de portador de ameba y quistes). (vademecum.es)
  • En conclusión, la actinomicosis hepática puede simular una neoplasia y debe incluirse en el diagnóstico diferencial de las lesiones solitarias hepáticas, especialmente, cuando la biopsia es negativa para células malignas. (myesr.org)
  • Es preciso mencionar que el estudio para plantear su etiología y diagnóstico diferencial es en base a la resonancia magnética nuclear (RMN) y la tomografía axial computarizada (TAC) 3 cystadenocarcinoma, hepatocellular carcinoma (HCC. (scielo.org.pe)
  • Desde la perspectiva anatomopatológica, en el hígado los parásitos originan procesos de tipo inflamatorio, colestásico, granulomas, fibrosis hepática y/o cirrosis, seudotumores y lesiones cavitarias que ocupan espacio, como abscesos y quistes. (mhmedical.com)
  • Hemolisis crónica, alteraciones congénitas de los eritrocitos, cirrosis hepática. (slideplayer.es)
  • En las formas abdominales el tratamiento recomendado es metronidazol 500-750mg/8h de 7 a 10 días, seguidas de paromomicina 7 días, en las formas graves metronidazol IV (como alternativa puede usarse tinidazol 2g al día, durante 3 días). (infectosos.com)
  • El pronóstico también es causa dependiente pero los pacientes suelen responder bien al tratamiento, el 90% de los pacientes recuperan la movilidad completa y se encuentran sin asimetría facial incluso sin haber recibido ningún tratamiento 1-5 . (revistasanitariadeinvestigacion.com)
  • El tratamiento de elección es drenaje del absceso y antibioterapia, con penicilina parenteral las primeras semanas, seguida de terapia oral durante 6-12 meses. (myesr.org)
  • El tratamiento de la enfermedad sintomática es metronidazol o tinidazol, seguido de paromomicina u otros fármaco activo contra los quistes en la luz del colon. (msdmanuals.com)
  • El análisis univariable demostró que la mortalidad está significativamente relacionada con mayor edad (p=0,04) y con estado crítico del paciente al ingreso (p=0,01), posiblemente relacionada con la multiplicidad de los abscesos (p=0,18) y no relacionada con etiología, tratamiento, retardo diagnóstico y puntaje APACHE II al ingreso p=NS. (hpc.org.ar)
  • La disfunción tubular renal proximal es una complicación relativamente frecuente, generalmente reversible, del tratamiento a largo plazo con TDF asociado a IP. (abachucoffee.com)
  • Los abscesos hepáticos, como regla general, no han de drenarse quirúrgicamente, ya que este procedimiento no acelera la recuperación y la respuesta al tratamiento médico es muy buena (superior al 90%)139 (AI). (abachucoffee.com)
  • Dependiendo de la enfermedad subyacente, los síntomas clínicos y la respuesta al tratamiento, la dosis puede ser reducida progresivamente hasta terminar, o reducirse hasta la dosis mínima de mantenimiento a la vez que se monitoriza el sistema adrenal, si es necesario. (overload.si)
  • Reducir la dosis en caso de enfermedad hepática. (apuntesenfermeria.com)
  • Es una enfermedad granulomatosa supurativa crónica secundaria a infección por Actinomyces israelii. (myesr.org)
  • Todos los años, alrededor de 50 millones de personas desarrollan colitis amebiana o enfermedad extraintestinal en todo el mundo y hasta 100.000 mueren. (msdmanuals.com)
  • RESUMEN: Actualmente el dengue es la enfermedad viral más importante transmitida por un artrópodo del género Aedes. (ipn.mx)
  • El metronidazol, que se comercializa bajo el nombre de marca Flagyl, entre otros, es un antibiótico y un medicamento antiprotozoario, que se utiliza solo o con otros antibióticos para tratar la enfermedad inflamatoria pélvica, la endocarditis y la vaginosis bacteriana. (quimicafacil.net)
  • La amebiasis es la tercera enfermedad parasitaria más importante del mundo. (blogspot.com)
  • Debe evitarse o utilizarse con precaución en dosis reducidas, en animales con enfermedad hepática o renal. (exiagricola.net)
  • El absceso hepático piógeno es una infrecuente enfermedad que se manifiesta con una elevada morbimortalidad si no es rápidamente diagnosticada y tratada por medio de técnicas adecuadas (2,3,13,21,22,26). (hpc.org.ar)
  • Sin embargo, es escasa la información que se dispone sobre las características de dicha enfermedad en el paciente añoso (28). (hpc.org.ar)
  • Las infecciones extraintestinales pueden manifestarse como abscesos hepáticos. (msdmanuals.com)
  • Generalidades sobre las infecciones por protozoos intestinales y microsporidios Protozoo es un término impreciso para ciertos organismos nucleados, unicelulares (eucariotas) que carecen de una pared célular y no son animales, plantas ni hongos. (msdmanuals.com)
  • 1.- Detección amebas en heces ( Entamoeba histolytic a es indistinguible de Entamoeba dispar) o en material de drenaje del absceso. (infectosos.com)
  • Entamoeba histolytica es un protozoo que pertenece al filo Sarcomastigophora. (insst.es)
  • La amebiasis es la infección por Entamoeba histolytica . (msdmanuals.com)
  • El metronidazol demostró ser eficaz contra la Entamoeba histolytica , la causa de la disentería amebiana y el absceso hepático, en 1966. (quimicafacil.net)
  • La amebiasis hepática es causada por trofozoítos de Entamoeba histolytica , proveniente del intestino, donde hay úlceras colónicas. (mhmedical.com)
  • Es una hidroxiquinoleína halogenada-8-hidroxidiyodoquinoleína activa sobre la forma móvil y los quistes de Entamoeba histolytica. (vademecum.es)
  • granuloma venéreo (Calymmatobacterium granulomatis), malaria( Plasmodium falciparum), disentería amebiana (Entamoeba histolytica). (genericoes.com)
  • El absceso amebiano puede alcanzar un tamaño considerable, en ocasiones se sobreinfecta por bacterias o se rompe, dejando escapar su contenido, afectando a estructuras vecinas como la cavidad pleural, pericardio y peritoneo, y causando diferentes complicaciones, entre ellas peritonitis de alta mortalidad. (wikipedia.org)
  • La doxiciclina es activa contra la mayoría de los patógenos de enfermedades infecciosas peligrosas: la peste (Yersinia spp. (genericoes.com)
  • Presentamos un caso de metástasis quística hepática primario de carcinoma escamoso de canal anal. (scielo.org.pe)
  • En el caso del empiema o la pericarditis amebiana, secundarias a la rotura de un absceso, el drenaje percutáneo con o sin aspiración mejora el pronóstico (además, suele ser necesaria la cirugía), mientras que la peritonitis puede beneficiarse de un cuidado más conservador138 (BII). (abachucoffee.com)
  • El medicamento más utilizado es el metronidazol que es efectivo en la mayor parte de pacientes, pero no está recomendado en mujeres embarazadas. (wikipedia.org)
  • Con el objeto de evaluar la experiencia del hospital en abscesos primarios pógenos del hígado (AHPP) se estudiaron los pacientes mayores de 60 años con diagnóstico realizado por ecografía (ECO) y/o tomografía axial computada (TAC) y con bacteriología (+) o (-) entre 1980 y 1989. (hpc.org.ar)
  • El objetivo del presente trabajo es analizar los pacientes mayores de 60 años con diagnóstico de absceso hepático piógeno primario y estudiar similitudes o diferencias con grupos de menor edad. (hpc.org.ar)
  • Se analizan historias clínicas de pacientes con diagnóstico de absceso hepático primario, incluyendo a los mayores de 60 años, ambos sexos, estudiados y confirmados por ecografía y/o TAC con bacteriología positiva o no desde 1980 hasta junio de 1989. (hpc.org.ar)
  • Se excluyeron aquellos pacientes con abscesos amebianos, metástasis abscedadas, quistes simples o hidatídicos complicados, trauma penetrante de hígado abscedado y aquellos secundarios a maniobras instrumentales hepáticas. (hpc.org.ar)
  • pacientes con daño hepático o neuropatía óptica preexistente. (vademecum.es)
  • En pacientes tratados con IP que deban recibir corticoides inhalados, una alternativa es la beclometasona. (abachucoffee.com)
  • Desde el punto de vista clínico el compromiso hepático puede ser asintomático o presentar algunas manifestaciones como ictericia, colestasia, hepatitis, masas, hepatomegalia y signos de hipertensión portal: esplenomegalia, varices esofágicas y ascitis. (mhmedical.com)
  • Es eficaz para la dracunculosis, la giardiasis, la tricomoniasis y la amebiasis. (quimicafacil.net)
  • La colitis fulminante se presenta principalmente en lactantes con desnutrición avanzada y el cuadro clínico es el anterior pero con datos de peritonitis por perforaciones y las ocasionadas por el estado toxiinfeccioso. (blogspot.com)
  • El principal foco de transmisión de la infección es el enfermo crónico o portador sano, que excreta con las heces formadas los quistes, mientras que el enfermo con diarrea aguda elimina con las heces diarreicas los trofozoítos. (insst.es)
  • El absceso amebiano presenta características mas quisticas y clínica mas aguda y para colangio carcinoma faltaría dilatación de la via biliar e ictericia. (myesr.org)
  • Los síntomas son inespecíficos: fiebre y dolor en hipocondrio derecho por lo que el diagnóstico clínico es difícil. (myesr.org)
  • En el hígado la lesión más importante es el "absceso hepático amebiano", que en realidad no es absceso, ya que no hay leucocitos alterados (pus), sino sólo células hepáticas necrosadas (necrosis colicuativa) y sangre que afecta más al lóbulo derecho y con menor frecuencia al lóbulo izquierdo. (mhmedical.com)
  • Complicaciones: sobreinfección bacteriana, rotura y diseminación peritoneal/cutánea, diseminación hematógena y abscesos sistémicos. (fundacionio.es)
  • Indicaciones de drenaje percutáneo: En la mayor parte de los casos no es necesario, salvo que exista fracaso terapéutico, riesgo de ruptura, sospecha de sobreinfección bacteriana, evidencia de rotura. (fundacionio.es)
  • Puede considerarse la aspiración, con o sin drenaje continuo, cuando la respuesta es tórpida, el diagnóstico es dudoso, el absceso es de gran tamaño (más de 10 cm de diámetro o más de 300 cm3) o existe peligro de rotura inminente, especialmente si es el pericardio (AII). (abachucoffee.com)
  • La afectación de colon suele aparecer a las 2-4 semanas de la infección, es más frecuente en adultos (18-50 años) y más frecuente en varones, generalmente con fiebre y disentería (dolor abdominal y diarrea con moco y sangre) , aunque también puede aparecer como diarrea acuosa con moco. (infectosos.com)
  • Se suele observar leucocitosis con elevación de los enzimas hepáticos y colostasis. (myesr.org)
  • La vesícula biliar es la encargada de almacenar los líquidos producidos por el hígado, pero hay veces en que se solidifican y se transforman en depósitos duros semejantes a los cristales de roca. (sanar.org)
  • CT abdominal muestra una masa hepática periférica y heterogénea, que capta contraste discretamente (A, flecha). (myesr.org)
  • La actinomicosis hepática es una causa infrecuente de infección abdominal. (myesr.org)
  • La patogénesis de la infección hepática es hematógena secundaria a un foco abdominal y propagada a través de la vena porta. (myesr.org)
  • El TAC abdominal muestra una lesión hepática única en el 68% de los casos, que puede ser sólida o multiloculada con septos fibrosos. (myesr.org)
  • 1]​[2]​ La colitis amebiana causa destrucción celular de las capas de la mucosa del colon. (wikipedia.org)
  • s posible que además participen otras enzimas proteolíticas amebianas como proteasas y colagenasas o enterotoxinas. (fundacionio.es)
  • Definimos absceso hepático piógeno primario a aquella colección purulenta del parénquima hepático no originada en una patología subyacente. (hpc.org.ar)
  • La anatomía patológica fue compatible para carcinoma escamoso ( Figura 3 ), por lo que fue diagnosticada de carcinoma primario de canal anal escamoso con metástasis quística hepática. (scielo.org.pe)
  • El paciente fue intervenido con el diagnóstico final de actinomicosis hepática . (myesr.org)
  • para nosotros puede ser una actinomicosis hepática, porque es un cuadro subagudo, con síntomas clínicos y de laboratorio sugerentes de un proceso infeccioso y una imagen ocupante de espacio,redondeada, con realce periférico en la tac y heterogéneo en la RMI. (myesr.org)
  • El metronidazol es amplia y rápidamente distribuido en la mayoría de los tejidos y líquidos corporales, con concentraciones cercanas a los niveles séricos en los pulmones, riñones, hígado, piel, bilis, líquido cefalorraquídeo, saliva, líquido seminal y secreciones vaginales. (medicamentosplm.com)
  • El diagnóstico de la parálisis es en su totalidad clínico, pero el diagnóstico de la causa es por exclusión a través de anamnesis, exploración y pruebas complementarias. (revistasanitariadeinvestigacion.com)
  • Es eficaz contra una amplia gama de organismos, entre ellos E. histolytica, T. vaginalis, Giardia, anaerobios como Bacterioides sp, Fusobacterium sp, Clostridium sp, Peptococcus sp y Peptostreptococcus sp, y moderadamente activo contra Gardnerella sp y Campylobacter sp. (apuntesenfermeria.com)
  • Dentro, en adultos y niños mayores de 12 años con un peso corporal superior a 45 kg, la dosis diaria promedio es 200 mg el primer día (dividido en 2 dosis - 100 mg 2 veces al día), luego 100 mg/día. (genericoes.com)
  • El metronidazol es una parte importante de la terapia combinada contra el Helicobacter pylori , una de las principales causas de gastritis y un factor de riesgo para el cáncer de estómago. (quimicafacil.net)
  • En un contexto de neoplasia del tracto gastrointestinal acompañado de lesiones quísticas hepáticas, es importante considerar metástasis. (scielo.org.pe)
  • No debe ser administrado a animales con trastornos hepáticos, hembras durante el primer tercio de la gestación. (mascotecno.com.co)
  • En determinados casos es preciso realizar la punción y aspiración del absceso. (wikipedia.org)
  • Hay abscesos amebianos múltiples en el 25-35% de los casos. (fundacionio.es)
  • Por el contrario, la parálisis facial bilateral y simultánea es una entidad rara, representando un porcentaje muy bajo de los casos. (revistasanitariadeinvestigacion.com)
  • La parálisis facial periférica (o parálisis idiopática de Bell) es una patología habitual en las consultas médicas. (revistasanitariadeinvestigacion.com)
  • El rol del radiólogo es reconocer su patrón, localización, patología subyacente e identificar complicaciones asociadas. (serau.org)
  • Los abscesos en la piel son fáciles de detectar porque son zonas enrojecidas, hinchadas y dolorosas. (medlineplus.gov)
  • Los estudios de imágenes por ecografía doppler, tomografía y resonancia magnética mostraron múltiples lesiones quísticas no captadoras de contraste en parénquima hepático de contenido heterogéneo de aspecto neoformativo con intensidad baja en T1 y alta en T2 ( Figura 1 ). (scielo.org.pe)
  • Figura 1 a) Tomografía axial computarizada sin contraste muestra lesiones hipodensas de contenido heterogéneo en parénquima hepático asociado a ascitis. (scielo.org.pe)
  • b) Resonancia magnética en T1 muestra lesiones hipointensas en parénquima hepático. (scielo.org.pe)
  • Sin embargo es posible descubrir antecedentes de disentería en el último año. (fundacionio.es)
  • Esto provoca la licuación de las heces y genera diarrea que puede ser sanguinolenta o mucoide y es llamada disentería amibiana. (blogspot.com)
  • Puede haber diseminación por la corriente sanguínea y aparecer abscesos en el hígado o, con menor frecuencia, en los pulmones o el cerebro. (blogspot.com)
  • Es más frecuente en los países tropicales, en América ocurre con mayor frecuencia en Centroamérica y el norte de Sudamérica. (mhmedical.com)
  • Es mucho más frecuente en varones que en mujeres por motivos desconocidos. (wikipedia.org)
  • El absceso hepático se llena de un contenido espeso que no es más que el tejido hepático necrosado por acción de las amebas. (wikipedia.org)
  • La metástasis hepática quística desde un carcinoma escamoso de canal anal es extremadamente rara. (scielo.org.pe)