Pigmentos fotosintéticos en los cuales el anillo pirrólico II es más reducido que en las clorofilas vegetales. Las diferentes bacterias fotosintéticas tienen diferentes especies de bacterioclorofila.
Bacteria esférica fototrófica que se encuentra en el lodo y en las aguas estancadas expuestas a la luz.
Clorofilas de las que ha sido removido el magnesio mediante tratamiento con ácido débil.
Un género de bacterias verdes no sulfúricas en la familia Chloroflexaceae. Son bacterias fotosintéticas, termofílicas, con desplazamiento filamentoso que se encuentran en manantiales calientes.
Complejos de proteína que toman parte en el proceso de FOTOSÍNTESIS. Se encuentran en las MEMBRANAS TILACOIDES de los CLOROPLASTOS de plantas y en una variedad de estructuras en los organismos más primitivos. Hay dos complejos mayores involucrados en los procesos fotosintéticos llamados FOTOSISTEMA I y FOTOSISTEMA II.
Complejos que contienen CLOROFILA y otras moléculas fotosintéticas. Sirven para capturar energía en forma de FOTONES y se encuentran generalmente como componentes del COMPLEJO DE PROTEÍNA DEL FOTOSISTEMA I o el COMPLEJO DE PROTEÍNA DEL FOTOSISTEMA II.
Filum de CHLOROBI anoxigénicos y fototróficos, incluyendo la familia Chlorobiaceae. Se encuentran en los sedimentos acuáticos, aguas sulfurosas y aguas termales y utilizan compuestos reducidos de azufre en lugar de oxígeno.
Organelos de bacterias fototróficas que contienen pigmentos fotosintéticos y que se forman a partir de una invaginación de la membrana citoplasmática.
Derivados de la porfirina que contienen magnesio y que intervienen para convertir la energía luminosa en los organismos fotosintéticos.
Combinación química causada por acción de la luz; específicamente, formación de carbohidratos (con liberación de oxígeno molecular) a partir del dióxido del carbono y el agua en el tejido de clorofila de plantas y algas verdeazules bajo la influencia de la luz. En las bacterias, la fotosíntesis utiliza sulfuro de hidrógeno, hidrógeno molecular y otros compuestos reducidos en lugar de agua, de modo que no se libera oxígeno molecular. (Dorland, 28a ed)
El arte o proceso de comparar fotométricamente las intensidades relativas de la luz en diferentes partes del espectro.

Las bacterioclorofilas son pigmentos fotosintéticos que se encuentran en algunas bacterias fotótrofas, como las bacterias púrpuras y las bacterias verdes del azufre. Estos pigmentos son similares a la clorofila, pero tienen diferencias importantes en su estructura química.

Las bacterioclorofilas absorben longitudes de onda de luz diferentes a las de la clorofila, lo que permite a las bacterias utilizarlas para realizar la fotosíntesis en condiciones de poca luz o con espectros de luz específicos. Por ejemplo, algunas bacterias utilizan bacterioclorofilas para realizar la fotosíntesis utilizando longitudes de onda de luz infrarroja, lo que les permite crecer en hábitats donde otros organismos fotosintéticos no pueden sobrevivir.

Las bacterioclorofilas desempeñan un papel importante en el proceso de la fotosíntesis, ya que participan en la captura de energía lumínica y su conversión en energía química utilizable por la bacteria. Además, algunas bacterias utilizan las bacterioclorofilas para generar energía mediante un proceso llamado quimiosíntesis, en el que obtienen energía a partir de la oxidación de compuestos inorgánicos como el sulfuro de hidrógeno o el hierro.

En resumen, las bacterioclorofilas son pigmentos fotosintéticos únicos que se encuentran en algunas bacterias y desempeñan un papel importante en la captura de energía lumínica y su conversión en energía química utilizable por la bacteria.

"Rhodobacter sphaeroides" es una especie de bacteria gramnegativa, facultativamente anaeróbica, que se encuentra comúnmente en el suelo, agua dulce y ambientes marinos. Es un organismo fotosintético capaz de realizar la fotosíntesis anoxigénica, lo que significa que puede producir energía utilizando luz, pero sin la producción de oxígeno.

Esta bacteria es interesante para los científicos porque puede crecer en una variedad de condiciones, incluyendo ambientes con bajos niveles de nutrientes y altas concentraciones de sulfuro. También tiene la capacidad de formar estructuras especializadas llamadas vesículas, que se asemejan a las membranas celulares y pueden desempeñar un papel en la supervivencia y adaptación del organismo a diferentes entornos.

"Rhodobacter sphaeroides" ha sido ampliamente estudiado como un modelo para el estudio de la fotosíntesis, la respiración y la adaptación microbiana a los ambientes cambiantes. También tiene potencial como un organismo productor de biocombustibles y otras moléculas de interés industrial.

La feofitina es un pigmento fotosintético accesorio que se encuentra en los sistemas antena de las plantas, algas y cianobacterias. Es una clase de clorofila catáloga, lo que significa que carece de la ficocianobilina que normalmente se encuentra unida a las clorofilas a y b en estos organismos. La feofitina no es capaz de absorber la luz, pero desempeña un papel importante en la transferencia de energía desde los pigmentos antena excitados al centro de reacción fotosintético durante el proceso de fotosíntesis. En particular, está involucrado en el mecanismo de liberación de oxígeno conocido como fotolisis del agua en la fase luminosa de la fotosíntesis.

Es importante destacar que las feofitinas no son tóxicas y desempeñan un papel natural en los procesos metabólicos de ciertos organismos vivos. Sin embargo, pueden actuar como prooxidantes bajo ciertas condiciones, lo que significa que podrían contribuir a la producción de especies reactivas del oxígeno (ROS) y al estrés oxidativo en células vivas. Esto puede tener implicaciones en diversos campos, como la biología vegetal, la ecología y la salud humana.

"Chloroflexus" es un género de bacterias gramnegativas que se encuentran en varios hábitats, como fuentes termales y aguas residuales. Estas bacterias son capaces de realizar la fotosíntesis anoxigénica, lo que significa que pueden utilizar la luz como fuente de energía, pero no producen oxígeno en el proceso.

Las células de "Chloroflexus" son filamentosas y móviles, con una longitud que puede variar desde unos pocos micrómetros hasta varios milímetros. Poseen una membrana interna y una membrana externa, entre las cuales se encuentra un espacio de bicapa lipídica.

Estas bacterias contienen bacterioclorofila c, d y e, así como carotenoides, que les dan un característico color rojo-anaranjado. La fotosíntesis en "Chloroflexus" se realiza mediante una serie de complejos proteicos que se encuentran en la membrana interna y externa.

Los representantes del género "Chloroflexus" tienen un metabolismo versátil, ya que pueden crecer tanto heterótrofa como fototróficamente. Algunas especies también son capaces de realizar la quimiosíntesis, utilizando compuestos inorgánicos como fuente de energía.

En resumen, "Chloroflexus" es un género de bacterias fotosintéticas anoxigénicas que se caracterizan por su forma filamentosa, su capacidad para realizar diversos tipos de metabolismo y la presencia de bacterioclorofilas y carotenoides en sus membranas.

Los complejos de proteínas del centro de reacción fotosintética son componentes cruciales en el proceso de la fotosíntesis, que se encuentra en las membranas tilacoides de los cloroplastos en las células vegetales y algales. Estos complejos de proteínas están involucrados en la captura de luz solar y la conversión de su energía en energía química, principalmente en forma de ATP (trifosfato de adenosina) y NADPH (nicotinamida adenina dinucleótido fosfato), que posteriormente se utilizan en el proceso de fijación de carbono.

Existen dos tipos principales de centros de reacción fotosintética: Fotosistema I y Fotosistema II. Cada uno de estos fotosistemas contiene un heterodímero de proteínas llamadas P700 (en el fotosistema I) y P680 (en el fotosistema II), que se encargan de absorber la luz solar y transferir electrones a través de una cadena de transporte de electrones. Esto da como resultado la producción de ATP y NADPH, así como la generación de un gradiente de protones a través de la membrana tilacoide, el cual impulsa la síntesis de ATP adicional mediante un proceso llamado fosforescencia.

El fotosistema II es responsable de la oxidación del agua, un proceso que conduce a la liberación de oxígeno molecular como subproducto. El fotosistema I, por otro lado, reduce el NADP+ en NADPH y transfiere electrones al ferredoxina, una pequeña proteína transportadora de electrones, que finalmente reduce el NADP+ a NADPH.

En resumen, los complejos de proteínas del centro de reacción fotosintética son estructuras clave en la fotosíntesis, donde la energía lumínica se convierte en energía química almacenada en forma de ATP y NADPH. Estos compuestos luego impulsan el proceso de fijación del carbono, donde el dióxido de carbono atmosférico es convertido en glucosa y otros compuestos orgánicos.

Los complejos de proteínas captadoras de luz, también conocidos como fotosistemas, son estructuras especializadas en la membrana de los tilacoides de los cloroplastos en las células vegetales y algunas bacterias. Su función principal es capturar la energía de la luz del sol y convertirla en energía química utilizable por la planta.

Existen dos tipos principales de complejos de proteínas captadoras de luz: el fotosistema I y el fotosistema II. Cada uno de ellos está formado por un conjunto de proteínas, pigmentos y cofactores que trabajan juntos para realizar esta conversión de energía.

El fotosistema II es responsable de la primera etapa de la fotosíntesis, en la que la luz se utiliza para separar las cargas eléctricas y producir oxígeno y energía química en forma de ATP (adenosín trifosfato). El fotosistema I interviene en la segunda etapa de la fotosíntesis, donde la energía almacenada en el ATP se utiliza para producir NADPH y continuar con la síntesis de glucosa.

En resumen, los complejos de proteínas captadoras de luz son estructuras fundamentales en el proceso de fotosíntesis, ya que permiten a las plantas y algunas bacterias aprovechar la energía solar para producir su propio alimento y oxígeno.

Chlorobi es un filo (división) de bacterias fotosintéticas que se conocen como "bacterias verdes del sulfuro". Estas bacterias son capaces de realizar la fotosíntesis anoxigénica, lo que significa que no producen oxígeno como subproducto. En su lugar, utilizan sulfuro de hidrógeno (H2S) como aceptor de electrones durante el proceso de fotosíntesis.

Las bacterias Chlorobi contienen clorofila b y diversos carotenoides como pigmentos principales para capturar la luz solar, lo que les da un color verde característico. Se encuentran principalmente en hábitats de aguas profundas y anaerobias, donde la luz puede penetrar y el sulfuro de hidrógeno está disponible como fuente de energía.

Un ejemplo bien conocido de bacteria Chlorobi es Chlorobium tepidum, que se ha utilizado en estudios científicos para investigar los mecanismos moleculares de la fotosíntesis anoxigénica y la biosíntesis de pigmentos.

En resumen, Chlorobi es un filo de bacterias fotosintéticas que realizan la fotosíntesis anoxigénica utilizando sulfuro de hidrógeno como aceptor de electrones en lugar de oxígeno, y se encuentran principalmente en hábitats anaerobios con luz disponible.

Los cromatóforos bacterianos son estructuras especializadas encontradas en algunas bacterias que contienen pigmentos. Estos pigmentos desempeñan una variedad de funciones, como proteger a la bacteria de la luz solar dañina, ayudar en la fotosíntesis y participar en el proceso de quimiotaxis, lo que permite a las bacterias moverse hacia o alejarse de ciertos estímulos químicos.

Los cromatóforos pueden ser de diferentes tipos, dependiendo del tipo de pigmento que contengan. Por ejemplo, los bacterios cromáticos contienen pigmentos llamados carotenoides, mientras que las cianobacterias tienen ficobilinas y clorofila.

Los cromatóforos se organizan en una estructura especializada dentro de la célula bacteriana llamada el sistema de membranas intracitoplasmáticas (SMI). El SMI está compuesto por una serie de sacos aplanados y discos apilados, llamados tilacoides, que contienen los pigmentos.

La distribución y la organización de los cromatóforos en el SMI pueden variar entre diferentes especies bacterianas y pueden estar relacionadas con su ecología y estilo de vida. Por ejemplo, algunas cianobacterias tienen cromatóforos agrupados en torno a un gran vacuola central, mientras que otras tienen cromatóforos dispersos uniformemente en todo el citoplasma.

En resumen, los cromatóforos bacterianos son estructuras especializadas que contienen pigmentos y desempeñan una variedad de funciones importantes en la fisiología y ecología de las bacterias.

La clorofila es un pigmento natural que se encuentra en las membranas de los tilacoides de los cloroplastos de las células vegetales. Es responsable del proceso de fotosíntesis, donde las plantas convierten la luz solar en energía química para su crecimiento y desarrollo. La clorofila absorbe longitudes de onda de luz roja y azul, mientras refleja la luz verde, lo que le da a las plantas su color distintivo. Además de su función en la fotosíntesis, la clorofila también tiene propiedades antioxidantes y se ha estudiado por sus posibles beneficios para la salud humana. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar estos beneficios y determinar su seguridad y eficacia.

La fotosíntesis es un proceso bioquímico que ocurre en plantas, algas y algunas bacterias donde la luz solar se convierte en energía química. Durante este proceso, las moléculas de agua (H2O) y dióxido de carbono (CO2) son transformadas en glucosa (un azúcar simple) y oxígeno (O2). La fórmula química generalmente aceptada para la fotosíntesis es:

6 CO2 + 6 H2O + luz solar -> C6H12O6 + 6 O2

Este proceso es fundamental para la vida en la Tierra, ya que los organismos fotosintéticos son responsables de producir la mayoría del oxígeno que respiramos. Además, la glucosa producida durante la fotosíntesis sirve como fuente de energía y carbono para el crecimiento y desarrollo de las plantas. El proceso de fotosíntesis ocurre en dos fases principales: la fase lumínica y la fase oscura (o ciclo de Calvin). La fase lumínica requiere luz solar y utiliza energía para producir ATP y NADPH, mientras que la fase oscura utiliza estos productos para convertir el dióxido de carbono en glucosa.

La espectrofotometría es una técnica analítica utilizada en medicina y ciencias relacionadas, no es una condición médica en sí misma. Se refiere al proceso de medir la cantidad de luz absorbida por una sustancia a diferentes longitudes de onda. Esto permite identificar y cuantificar la sustancia mediante el análisis de su patrón de absorción, que es único para cada compuesto.

En un dispositivo espectrofotométrico, una fuente de luz blanca se divide en sus longitudes de onda componentes utilizando un prisma o rejilla difractiva. Luego, esta luz monocromática incide sobre la sustancia cuya absorción se desea medir. La cantidad de luz absorbida se registra y se representa como una curva de absorbancia frente a la longitud de onda, creando un espectro de absorción característico para esa sustancia específica.

En el campo médico, la espectrofotometría se utiliza en diversas aplicaciones, como el análisis químico de fluidos corporales (por ejemplo, sangre, orina), la identificación de fármacos y toxinas, o incluso en procedimientos diagnósticos como la endoscopia con luz estructurada.

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