Células epidérmicas modificadas localizadas en la capa basal. Se encuentran principalmente en las áreas donde la percepción sensorial es aguda, como en la punta de los dedos. Las células de Merkel están íntimamente asociadas al bulbo terminal expandido de una fibra nerviosa aferente mielinizada. No debe confundirse con el corpúsculo de Merkel que es una combinación de una neurona y una célula epidérmica.
Carcinoma que se origina en las CÉLULAS DE MERKEL localizado en la capa basal de la epidermis y que ocurre más comúnmente como carcinoma neuroendocrino primario de la piel. Las células de Merkel son células táctiles de origen neuroectodérmico e histológicamente muestran gránulos neurosecretores. La piel de la cabeza y del cuello son sitios comunes de estos carcinomas, y aparecen generalmente en personas ancianas.
Especie de POLIOMAVIRUS sospechosa de ser la causa de la mayoría de los casos de CARCINOMA DE CÉLULAS DE MERKEL, una rara pero altamente mortal forma de cáncer de piel.
Infecciones producidas por POLYOMAVIRUS, que a menudo se cultivan en la orina de pacientes que han recibido un trasplante renal. La eliminación del VIRUS BK se asocia a estrechamiento ureteral y CISTITITS, y la del VIRUS JC se asocia a LEUCOENCEFALOPATÍA MULTIFOCAL PROGRESIVA.
Tumores o cánceres de la PIEL.
Género de la familia POLYOMAVIRIDAE constituido por virus potencialmente oncogénicos que normalmente están presentes en el hospedero como infección latente. El virus es oncogénico en diferentes hospederos a partir de las especies de origen.
Queratina de tipo I que se expresa predominantemente en el epitelio gastrointestinal, las CÉLULAS DE MERKEL y las PAPILAS GUSTATIVAS de la mucosa bucal.
Infecciones producidas por virus oncogénicos. Las infecciones causadas por virus ADN son menos numerosas pero más diversas que las causadas por virus oncogénicos ARN.
Proteínas reconocidas por anticuerpos del suero de animales con tumores inducidos por virus; estas proteínas presumiblemente son codificadas por los ácidos nucleicos del mismo virus que produce la transformación neoplásica.
Pelos rígidos que se encuentran en la cara alrededor de la nariz en la mayoría de los mamíferos y que funcionan como receptores del sentido del tacto.
Células especializadas en transducir los estímulos mecánicos y transmitir esa información hacia el sistema nervioso central. Los mecanorreceptores incluyen a las células pilosas del OÍDO INTERNO las cuales median la audición y el equilibrio y los diferentes receptores somatosensitivos que presentan a menudo estructuras accesorias no neurales.
MEMBRANA MUCOSA que se extiende desde suelo de la boca a la superficie inferior de la lengua.
Cubierta externa del cuerpo y que lo proteje del ambiente. Se compone de DERMIS y EPIDERMIS.
Tumores o cáncer FACIAL.
ADN polimerasa no dirigida por molde, presente normalmente en el timo y la médula ósea de vertebrados. Cataliza la elongación de las cadenas de oligo- o polidesoxinucleótidos y se usa ampliamente como herramienta en el diagnóstico diferencial de leucemias agudas en el hombre. EC 2.7.7.31.
Antígenos de poliomavirus que causan infección y transformación celular. El antígeno T largo es necesario para la iniciación de la síntesis viral del ADN, la represión de la transcripción de la región temprana y es responsable junto con el antígeno T medio de la transformación de células primarias. Los antígenos T pequeños son necesarios para completar el ciclo de infección productiva.
N(4)-(6-Cloro-2-metoxi-9-acridinil)-N(1),N(1)-dietil-1,4-pentanodiamina. Un derivado de la acridina antiguamente utilizado ampliamente como un antimalárico pero reemplazado por la cloroquina en años recientes. Ha sido utilizado como antihelmíntico y en el tratamiento de la giardiasis y efusiones malignas. Es utilizado es experimentos de biología celular como un inhibidor de la fosfolipasa A2.
Término general utilizado colectivamente para los tumores asociados con las CÉLULAS APUD, independientemente de su identificación específica.
Pentapéptido endógeno con actividad semejante a la morfina. El aminoácido en la posición 5 es la metionina.
Ácido desoxirribonucleico que constituye el material genético de los virus.
Queratina de tipo II que se encuentra en asociación con la QUERATINA 18 en los epitelios internos simples o predominantemente monestratificados.
Terminaciones ramificadas de las FIBRAS NERVIOSAS, sensoriales o NEURONAS motrices. Las terminaciones de las neuronas sensoriales son el comienzo de la vía aferente al SISTEMA NERVIOSO CENTRAL. Las terminaciones de las neuronas motrices son las terminales de los axones en las células musculares. Las terminaciones nerviosas que liberan neurotransmisores son llamadas TERMINALES PRESINÁPTICAS.
Proteína ácida que se encuentra en el SISTEMA NEUROENDOCRINO y que funciona como una chaperona molecular para la PROPROTEÍNA-CONVERTASA 2.
Fracción de una muestra de sangre, después de la CENTRIFUGACIÓN, que se distingue como una fina capa de color claro entre los GLÓBULOS ROJOS por debajo y el PLASMA por encima. Se compone principalmente de CÉLULAS SANGUÍNEAS BLANCAS y PLAQUETAS.
Un dominio MARVEL que contienen proteínas que se encuentran en las vesículas presinápticas de las NEURONAS y CÉLULAS ENDOCRINAS. Es comúnmente usado como un marcador inmunocitoquímico para la diferenciación neuroendocrina.
Localización histoquímica de sustancias inmunorreactivas mediante el uso de anticuerpos marcados como reactivos.
Una forma de cáncer altamente maligno del pulmón el que está compuesto de células ovoides pequeñas (CARCINOMA DE CÉLULAS PEQUEÑAS).
La parte de la cara que está por debajo del ojo y al lado de la nariz y la boca.
Invaginación de aparicencia tubular de la EPIDERMIS, a partir de la que se desarrolla el tallo del pelo y dentro del que se abren las GLÁNDULAS SEBÁCEAS. El folículo piloso está tapizado por una vaina radicular celular interna y externa de origen epidérmico y revestido por una vaina fibrosa derivada de la dermis (Adaptación del original: Stedman, 25a ed). Los folículos de los pelos muy largos se extienden hasta la capa subcutánea de tejido interno de la PIEL.
Capa externa, no vascular de la piel. Está compuesta de dentro hacia fuera de cinco capas de EPITELIO: 1) la capa basal (estrato basal de la epidermis); 2) la capa espinosa (estrato espinoso de la epidermis); 3) la capa granular (estrato granuloso de la epidermis); 4) la capa transparente (estrato lúcido de la epidermis); y 5) la capa córnea (estrato córneo de la epidermis).
Tumores o cánceres del LABIO.
La sensación de hacer contacto físico con objetos, animados o inanimados. Los estímulos táctiles son detectados por los MECANORRECEPTORES en la piel y membranas mucosas.
La especificidad de un virus para infectar a un tipo particular de célula o tejido.

Las células de Merkel, también conocidas como células de Merkel-Ranvier o células táctiles, son células especializadas en el sistema nervioso periférico que se encuentran en la capa basal de la epidermis, near the junction with the dermis. Son responsables de la recepción de estímulos tactos y de proporcionar información sobre las características del estímulo, como la localización, intensidad y duración.

Las células de Merkel tienen un solo largo prolongamento citoplasmático que se extiende hacia el interior del tejido conectivo y forma una sinapsis con fibras nerviosas afferent. Tienen también gránulos densos en su citoplasma, que son importantes para la transducción de señales tactiles.

Las alteraciones en las células de Merkel se han relacionado con ciertos tipos de cáncer de piel, como el carcinoma de células de Merkel, un tumor maligno raro que afecta la piel y los tejidos subyacentes.

El carcinoma de células de Merkel es un tipo raro y agresivo de cáncer de piel que se origina en las células de Merkel, que son células especializadas en la piel que ayudan a transmitir estímulos táctiles al sistema nervioso. Este tipo de cáncer generalmente se presenta como un crecimiento cutáneo indoloro, de rápido crecimiento y de apariencia similar a un lunar o una verruga.

El carcinoma de células de Merkel suele aparecer en áreas de la piel expuestas al sol, como la cara, el cuello, los brazos y las piernas, aunque también puede desarrollarse en otras partes del cuerpo. A menudo, se confunde con otros tipos de cáncer de piel más comunes, como el carcinoma basocelular o el carcinoma escamoso, lo que dificulta a veces su diagnóstico y tratamiento tempranos.

El factor de riesgo más importante asociado con el desarrollo del carcinoma de células de Merkel es la exposición excesiva a los rayos ultravioletas del sol o las camas bronceadoras. Otras condiciones que pueden aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer incluyen la inmunosupresión, la presencia de otras enfermedades de la piel y la edad avanzada.

El tratamiento del carcinoma de células de Merkel depende del estadio y la ubicación del cáncer, así como de la salud general del paciente. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia o una combinación de estos enfoques. Es importante buscar atención médica especializada si se sospecha la presencia de este tipo de cáncer, ya que un diagnóstico y tratamiento precoces pueden mejorar las posibilidades de éxito del tratamiento y reducir el riesgo de recurrencia.

El Poliovirus de Células de Merkel (MCPyV, por sus siglas en inglés) es un pequeño ADN viral que pertenece a la familia de los Polyomaviridae. Fue identificado por primera vez en 2008 y se ha relacionado con el cáncer de células de Merkel, una forma rara pero agresiva de cáncer de piel.

El MCPyV es un virus oncogénico, lo que significa que puede causar cáncer en humanos. Se cree que infecta a la mayoría de los adultos sanos, pero generalmente permanece inactivo y no causa daño. Sin embargo, en algunas personas con sistemas inmunes debilitados, el virus puede activarse y multiplicarse descontroladamente, lo que puede llevar al desarrollo de cáncer de células de Merkel.

El MCPyV se transmite a través del contacto cercano con una persona infectada o posiblemente a través del medio ambiente. Todavía no se comprende completamente cómo el virus desencadena el cáncer, pero se sabe que introduce su material genético en las células humanas y produce proteínas anormales que pueden alterar la función celular y conducir al crecimiento canceroso.

La infección por MCPyV no es una enfermedad común y la mayoría de las personas con el virus no desarrollan cáncer. Sin embargo, el descubrimiento del MCPyV ha proporcionado nuevas perspectivas sobre los mecanismos moleculares que subyacen al desarrollo del cáncer de células de Merkel y otras enfermedades relacionadas con virus oncogénicos.

Los Polyomavirus son un género de virus ADN no encapsulados que pueden causar infecciones en humanos y animales. En humanos, los dos polyomavirus más comúnmente asociados con enfermedades son el Virus BK (BKV) y el Virus JC (JCV). Después de la infancia, la mayoría de las personas se infectan con estos virus y desarrollan una infección latente que persiste de por vida en células renales y del sistema nervioso central.

Las infecciones por Polyomavirus generalmente ocurren en individuos inmunodeprimidos, como aquellos que han sufrido un trasplante de órgano sólido o que tienen SIDA. Cuando el sistema inmunitario se debilita, los virus pueden reactivarse y causar diversas complicaciones clínicas.

En el caso del Virus BK, la reactivación puede provocar nefropatía hemorrágica en pacientes trasplantados renales, lo que podría conducir al fracaso del injerto. Además, se ha relacionado con uveítis y enfermedades respiratorias en personas inmunodeprimidas.

Por otro lado, el Virus JC puede causar leucoencefalopatía multifocal progresiva (PML), una enfermedad desmielinizante devastadora del sistema nervioso central que afecta principalmente a personas con SIDA y otras condiciones de inmunodeficiencia. La PML se caracteriza por la destrucción de los oligodendrocitos y la consiguiente pérdida de mielina en el cerebro, lo que provoca deterioro neurológico progresivo e incluso la muerte.

El tratamiento de las infecciones por Polyomavirus se centra en el fortalecimiento del sistema inmunitario y el control de los síntomas asociados. En algunos casos, se pueden utilizar antivirales específicos, como la cidofovir, para tratar la infección por Virus JC y prevenir la progresión de la PML. Sin embargo, el pronóstico sigue siendo sombrío, especialmente en pacientes con SIDA y otros trastornos graves de inmunodeficiencia.

Las neoplasias cutáneas, también conocidas como crecimientos anormales o tumores de la piel, se refieren a un amplio espectro de condiciones donde las células de la piel proliferan de manera descontrolada. Estas lesiones pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Las neoplasias cutáneas benignas incluyen diversos tipos de lunares, verrugas, fibromas y quistes. Por lo general, crecen lentamente, permanecen localizadas y rara vez representan un peligro para la vida si se diagnostican y tratan a tiempo.

Por otro lado, las neoplasias cutáneas malignas más comunes son el carcinoma basocelular, el carcinoma escamoso y el melanoma. Estos tipos de cáncer de piel pueden invadir los tejidos circundantes e incluso diseminarse a otras partes del cuerpo (metástasis), lo que puede poner en peligro la vida del paciente.

El diagnóstico y el tratamiento oportunos son cruciales para garantizar una buena evolución clínica de los pacientes con neoplasias cutáneas. La prevención, mediante la protección adecuada contra los rayos ultravioleta (UV) del sol y el reconocimiento precoz de las lesiones sospechosas, juegan un papel fundamental en la reducción de la incidencia y mortalidad asociadas con estas afecciones.

Los poliovirus son un género de virus que pertenecen a la familia Picornaviridae. Se trata de virus pequeños sin envoltura, formados por ARN monocatenario de sentido positivo y una cápside icosaédrica. Son virus muy resistentes y pueden sobrevivir durante largos periodos en el medio ambiente, especialmente en aguas contaminadas.

Existen tres serotipos diferentes de poliovirus (tipos 1, 2 y 3) que causan la enfermedad infecciosa conocida como poliomielitis o parálisis infantil. Esta enfermedad se caracteriza por una afectación del sistema nervioso que puede provocar debilidad muscular e incluso parálisis flácida en los casos más graves.

La transmisión del virus se produce principalmente a través de la ruta fecal-oral, aunque también puede ocurrir por vía respiratoria. La infección puede causar una enfermedad leve y autolimitada con síntomas similares a los de un resfriado común, pero en algunos casos puede evolucionar hacia formas más graves que afectan al sistema nervioso.

La prevención de la poliomielitis se realiza mediante la vacunación con vacunas inactivadas o atenuadas, que han permitido controlar y erradicar la enfermedad en la mayoría de los países del mundo. Sin embargo, es importante mantener altas coberturas vacunales para evitar la reintroducción del virus y la aparición de nuevos casos.

La queratina-20 es una proteína estructural que se encuentra en el epitelio estratificado, específicamente en los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas. Forma parte de la capa cornificada o capa externa dura de la piel y es responsable de proporcionar resistencia y rigidez a esta región. La queratina-20, junto con otras queratinas, ayuda a proteger la piel de los daños mecánicos, químicos y físicos. También desempeña un papel importante en el mantenimiento del equilibrio hídrico de la piel. La disfunción o alteración en la expresión de queratina-20 se ha relacionado con diversas afecciones cutáneas, como la psoriasis y el cáncer de piel. Sin embargo, no existe una definición médica específica de 'queratina-20' en sí misma, ya que generalmente se menciona en el contexto de diversas afecciones dermatológicas o estudios de biología celular y molecular.

Las infecciones tumorales por virus, también conocidas como infecciones oncolíticas o viroterapia oncolítica, se refieren al uso de ciertos virus como terapia contra el cáncer. En lugar de infectar y dañar células sanas, estos virus están diseñados para infectar selectivamente las células cancerosas y destruirlas sin dañar las células normales.

Este enfoque se basa en la observación de que algunos virus pueden replicarse más eficazmente en células cancerosas, ya que éstas a menudo tienen déficits en los sistemas de control de la infección y la replicación viral. Además, las células cancerosas a menudo expresan moléculas específicas en su superficie que pueden servir como receptores para los virus oncolíticos, lo que facilita su entrada y replicación dentro de estas células.

Una vez dentro de la célula cancerosa, el virus comienza a replicarse, lo que puede dañar directamente la célula y provocar su muerte. Además, el proceso de replicación del virus también puede desencadenar respuestas inmunes adicionales contra las células infectadas, lo que puede ayudar a eliminar las células cancerosas restantes.

Es importante destacar que los virus utilizados en la viroterapia oncolítica están altamente modificados y atenuados para garantizar su seguridad y eficacia. Se han realizado ensayos clínicos con varios virus oncolíticos, incluidos el virus del herpes simple, el adenovirus y el virus de la nueva castilla, entre otros. Aunque los resultados preliminares son prometedores, se necesitan más estudios para determinar su eficacia y seguridad a largo plazo.

Los antígenos virales de tumores son proteínas virales anormales o sobre-expresadas que se encuentran en células tumorales infeccionadas por virus oncogénicos. Estos antígenos pueden ser reconocidos por el sistema inmune, lo que desencadena una respuesta inmunitaria contra las células tumorales. Ejemplos de antígenos virales de tumores incluyen la proteína E6 del virus del papiloma humano (VPH) en el cáncer de cuello uterino y la proteína E7 del VPH en otros cánceres relacionados con el VPH, como el cáncer de ano, vulva, vagina, pene y orofaringe. La detección de estos antígenos virales puede ser útil en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento del cáncer.

Las vibrissas son un tipo específico de pelos táctiles, engrosados y muy sensibles, que se encuentran en muchos mamíferos. También se conocen como "bigotes" o "mystacial whiskers". Se utilizan principalmente para detectar cambios en el entorno inmediato del animal, ayudándoles en la navegación, especialmente en la oscuridad, y en la detección de presas u objetos. Los folículos pilosos de las vibrissas contienen terminaciones nerviosas especializadas que pueden detectar pequeños movimientos y vibraciones.

Los mecanorreceptores son tipos especializados de receptores sensoriales que detectan y convierten los estímulos mecánicos, como la presión, el estiramiento o la vibración, en señales nerviosas eléctricas. Estos receptores se encuentran en todo el cuerpo, especialmente en la piel, los músculos, las articulaciones y los órganos internos.

Existen varios tipos de mecanorreceptores, cada uno con diferentes propiedades y funciones. Algunos ejemplos incluyen los corpúsculos de Pacini, que detectan vibraciones y presión profunda; los discos de Merkel, que detectan tacto ligero y presión superficial; y los corpúsculos de Ruffini, que detectan estiramiento y cambios en la posición articular.

Cuando un mecanorreceptor está expuesto a un estímulo mecánico, se produce una alteración física en su estructura, lo que lleva a la activación de canales iónicos en la membrana celular y al flujo de iones a través de la membrana. Este flujo de iones genera un potencial de acción, que es una señal eléctrica que viaja a lo largo del nervio hasta el cerebro, donde se interpreta como un sentido específico.

Los mecanorreceptores desempeñan un papel importante en la percepción sensorial y en la regulación de diversas funciones corporales, como el control motor, la postura y el equilibrio.

El frenillo lingual, también conocido como frenulum linguae en términos anatómicos, es una banda delgada y suelta de tejido conectivo (ligamento) que se extiende desde la base de la lengua hasta el piso de la boca, específicamente entre el borde inferior de la lengua y el suelo de la boca detrás de los incisivos inferiores.

Su función principal es limitar el movimiento de la punta de la lengua y proporcionar una conexión entre la lengua y el piso de la boca. En algunos casos, un frenillo lingual muy corto o rígido puede restringir excesivamente el movimiento de la lengua, lo que se denomina anquiloglosia o "lengua atada". Esta condición puede causar dificultades para hablar, masticar, tragar y a veces incluso afectar el desarrollo dental normal. Si los síntomas son significativos, se puede considerar una cirugía llamada frenectomía para liberar el frenillo lingual y mejorar la función de la lengua.

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano en términos de superficie y peso. Desde un punto de vista médico, la piel se define como un órgano complejo con múltiples capas y funciones vitales. Está compuesta por dos principales componentes: el tejido epitelial (epidermis) y el tejido conectivo (dermis). La epidermis proporciona una barrera protectora contra los patógenos, mientras que la dermis contiene glándulas sudoríparas, folículos pilosos, vasos sanguíinos y nervios.

La piel desempeña varias funciones importantes para la homeostasis y supervivencia del cuerpo humano:

1. Protección: La piel actúa como una barrera física contra los agentes externos dañinos, como bacterias, virus, hongos, toxinas y radiación ultravioleta (UV). También previene la pérdida excesiva de agua y electrolitos del cuerpo.

2. Termorregulación: La piel ayuda a regular la temperatura corporal mediante la sudoración y la vasodilatación o vasoconstricción de los vasos sanguíneos en la dermis.

3. Sensación: Los nervios en la piel permiten detectar estímulos táctiles, térmicos, dolorosos y propioceptivos, lo que nos ayuda a interactuar con nuestro entorno.

4. Immunidad: La piel desempeña un papel crucial en el sistema inmune al proporcionar una barrera contra los patógenos y al contener células inmunes que pueden detectar y destruir microorganismos invasores.

5. Síntesis de vitamina D: La piel contiene una forma de colesterol llamada 7-dehidrocolesterol, que se convierte en vitamina D3 cuando se expone a la luz solar UVB. La vitamina D es importante para la absorción de calcio y el mantenimiento de huesos y dientes saludables.

6. Excreción: Además de la sudoración, la piel también excreta pequeñas cantidades de desechos metabólicos a través de las glándulas sebáceas y sudoríparas apocrinas.

Neoplasia es un término general que se utiliza para describir el crecimiento anormal de células o tejidos, lo que puede dar lugar a la formación de tumores. Cuando se utiliza en el contexto de 'neoplasias faciales', se refiere específicamente al crecimiento anormal de células en las estructuras faciales.

Las neoplasias faciales pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas). Las neoplasias benignas suelen crecer lentamente y raramente se diseminan a otras partes del cuerpo. Sin embargo, incluso si son benignas, pueden causar problemas importantes según su localización, tamaño y crecimiento. Por ejemplo, un crecimiento benigno en la nariz o los ojos podría interferir con la visión o la respiración.

Por otro lado, las neoplasias malignas faciales, también conocidas como cánceres de cabeza y cuello, pueden ser muy agresivas y crecer rápidamente. Pueden invadir los tejidos circundantes y los ganglios linfáticos cercanos, y algunos tipos incluso se pueden diseminar (metastatizar) a otras partes del cuerpo.

Los diferentes tipos de neoplasias faciales dependen del tipo de tejido en el que se originan. Algunos ejemplos comunes incluyen:

1. Carcinoma basocelular: es el tipo más común de cáncer de piel y a menudo se desarrolla en áreas expuestas al sol, como la cara. Se caracteriza por crecimientos rojos, escamosos o úlceras que no cicatrizan.

2. Carcinoma espinocelular: es el segundo tipo más común de cáncer de piel y también se asocia con la exposición al sol. Puede causar lesiones cutáneas ásperas, escamosas o engrosadas que pueden sangrar fácilmente.

3. Melanoma: es un tipo menos común pero más agresivo de cáncer de piel que se origina en las células productoras de pigmento (melanocitos). Puede aparecer como un lunar cambiante o una nueva mancha oscura en la piel.

4. Linfoma: es un tipo de cáncer que afecta al sistema inmunológico y puede desarrollarse en los ganglios linfáticos faciales o en las glándulas salivales. Puede causar hinchazón, dolor e inflamación en la cara.

5. Sarcoma: es un tipo raro de cáncer que se origina en el tejido conectivo, como los músculos, los tendones o los vasos sanguíneos. Puede causar masas dolorosas o hinchazón en la cara.

El tratamiento de las neoplasias faciales depende del tipo y el estadio del cáncer, así como de la edad y el estado general de salud del paciente. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapia dirigida. En algunos casos, se puede combinar más de un enfoque para lograr los mejores resultados posibles.

La prevención es siempre la mejor estrategia para reducir el riesgo de desarrollar cáncer. Las medidas preventivas incluyen evitar el tabaco y el alcohol, mantener una dieta saludable y equilibrada, hacer ejercicio regularmente, protegerse del sol y someterse a exámenes médicos regulares para detectar cualquier signo temprano de cáncer. Si tiene alguna preocupación sobre su riesgo de desarrollar cáncer o si ha notado algún cambio inusual en su cuerpo, consulte a un médico lo antes posible.

La ADN nucleotidilexotransferasa, también conocida como ADN polimerasa gamma o polgamma, es una enzima que desempeña un papel crucial en la replicación y reparación del ADN mitocondrial. Esta enzima está codificada por el gen POLG y se encuentra presente exclusivamente en las mitocondrias de las células eucariotas.

La función principal de la ADN nucleotidilexotransferasa es catalizar la adición de nucleótidos a la cadena de ADN durante el proceso de replicación y reparación del ADN mitocondrial. Esta enzima tiene una alta especificidad por los nucleótidos que contienen desoxirribosa, lo que garantiza que solo se incorporen los nucleótidos correctos durante la síntesis de ADN.

La deficiencia o mutaciones en el gen POLG pueden dar lugar a diversas enfermedades mitocondriales hereditarias, como la ataxia y neuropatía sensoriales combinadas tipo 1 (ANS1), la encefalomiopatía mitocondrial con deficiencia de la polimerasa gamma (MPV17) o el síndrome de Alpers-Huttenlocher, entre otras. Estas enfermedades se caracterizan por una amplia variedad de síntomas clínicos, como debilidad muscular, neuropatías periféricas, ataxia, convulsiones y deterioro cognitivo progresivo.

En resumen, la ADN nucleotidilexotransferasa es una enzima mitocondrial crucial para la replicación y reparación del ADN mitocondrial, y su deficiencia o mutaciones pueden causar diversas enfermedades mitocondriales hereditarias.

Los antígenos transformadores de poliomavirus son proteínas virales que tienen la capacidad de alterar la función celular y promover la transformación maligna de las células infectadas. Estos antígenos se encuentran en ciertos tipos de poliovirus, como el poliovirus tipo 1 y el simiano vacunal 40 (SV40), y están asociados con la capacidad del virus de causar cáncer en animales y posiblemente en humanos.

El antígeno transformador más estudiado es el antígeno grande T (AgT) o proteína T, que se une a las proteínas reguladoras de la expresión génica y desencadena una serie de eventos que conducen a la transformación celular. La exposición a estos antígenos transformadores puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados o deficientes.

Sin embargo, es importante destacar que la relación entre los antígenos transformadores de poliomavirus y el cáncer en humanos sigue siendo un tema de investigación activo y no se ha establecido definitivamente.

La quinacrina es un fármaco antiparasitario que se utilizó originalmente para tratar la malaria. Es un derivado de la cumarina y actúa interfiriendo con el crecimiento y la reproducción de los parásitos en el cuerpo.

La quinacrina se absorbe bien en el tracto gastrointestinal y se distribuye ampliamente en los tejidos corporales. Se metaboliza principalmente en el hígado y se excreta en la orina y las heces.

Además de su uso en el tratamiento de la malaria, la quinacrina también se ha utilizado en el pasado para tratar otras infecciones parasitarias, como la giardiasis y la amebiasis. Sin embargo, debido a sus efectos secundarios graves y a la disponibilidad de fármacos más seguros y eficaces, su uso se ha vuelto menos común en la práctica médica actual.

Los efectos secundarios de la quinacrina pueden incluir náuseas, vómitos, diarrea, dolores de cabeza, mareos, erupciones cutáneas y cambios en el color de la piel y las membranas mucosas (como la lengua y los dientes), que pueden volverse amarillentos o azulados. En raras ocasiones, la quinacrina también puede causar daño hepático, convulsiones, psicosis y otros efectos neurológicos graves. Por estas razones, su uso debe ser supervisado cuidadosamente por un profesional médico capacitado.

Un apudoma es un tipo raro de tumor que se origina en las células neuroendocrinas, también conocidas como células APUD. Estas células tienen la capacidad de captar y procesar aminas biogénicas y péptidos, y producir y secretar hormonas y otras sustancias bioactivas. Los apudomas pueden ocurrir en varios órganos y tejidos del cuerpo humano, incluyendo el intestino delgado, pulmones, glándulas suprarrenales y páncreas.

Los apudomas se clasifican según el tipo de célula APUD que afectan y la sustancia bioactiva que producen. Algunos ejemplos comunes de apudomas incluyen los tumores carcinoides, los feocromocitomas y los VIPomas. Los síntomas de un apudoma pueden variar ampliamente dependiendo del tipo y la ubicación del tumor, pero a menudo incluyen diarrea, dolor abdominal, presión arterial alta y enrojecimiento facial.

El tratamiento de los apudomas generalmente implica una combinación de cirugía para extirpar el tumor, quimioterapia y radioterapia para destruir las células cancerosas restantes. La terapia hormonal también puede ser útil en algunos casos para controlar los síntomas asociados con la producción excesiva de hormonas por parte del tumor.

La encefalina-metionina, también conocida como met-encefalina, es un péptido opioide endógeno que se deriva de la proteólisis de la proteína precursora de las encefalinas. Tiene una estructura química similar a otras encefalinas y actúa como un agonista de los receptores opioides mu y delta, lo que significa que se une e interactúa con estos receptores para producir efectos analgésicos y otros efectos fisiológicos.

La met-encefalina tiene una vida media corta en el cuerpo debido a su rápida degradación por las enzimas peptidasas, lo que limita su uso como un agente terapéutico para el dolor. Sin embargo, sigue siendo un tema de interés en la investigación biomédica y neurológica debido a su papel potencial en los procesos fisiológicos y patológicos del sistema nervioso central.

El ADN viral se refiere al material genético de ADN (ácido desoxirribonucleico) que se encuentra en el genoma de los virus. Los virus son entidades acelulares que infectan células vivas y utilizan su maquinaria para replicarse y producir nuevas partículas virales. Existen diferentes tipos de virus, algunos de los cuales tienen ADN como material genético, mientras que otros contienen ARN (ácido ribonucleico).

Los virus con ADN como material genético pueden ser de dos tipos: virus de ADN double-stranded (dsDNA) y virus de ADN single-stranded (ssDNA). Los virus de dsDNA tienen su genoma compuesto por dos cadenas de ADN complementarias, mientras que los virus de ssDNA tienen un solo strand de ADN.

El ADN viral puede integrarse en el genoma de la célula huésped, como ocurre con los retrovirus, o puede existir como una entidad separada dentro del virión (partícula viral). Cuando un virus infecta una célula, su ADN se introduce en el núcleo celular y puede aprovecharse de la maquinaria celular para replicarse y producir nuevas partículas virales.

La presencia de ADN viral en una célula puede tener diversas consecuencias, dependiendo del tipo de virus y de la célula huésped infectada. En algunos casos, la infección por un virus puede causar enfermedades graves, mientras que en otros casos la infección puede ser asintomática o incluso beneficiosa para la célula huésped.

En resumen, el ADN viral es el material genético de los virus que contienen ADN como parte de su genoma. Puede integrarse en el genoma de la célula huésped o existir como una entidad separada dentro del virión, y puede tener diversas consecuencias para la célula huésped infectada.

La queratina-8 es un tipo específico de proteína de queratina que se encuentra en los tejidos epiteliales de los mamíferos. Forma parte de las intermedias filamentosas (IF) del citoesqueleto, proporcionando fortaleza y resistencia a las células. Las queratinas son proteínas fibrosas estructurales que desempeñan un papel importante en la protección y sostén de los tejidos epiteliales. La queratina-8, junto con la queratina-18, forma los filamentos IF de los epitelios simples y estratificados no keratinizados, como el revestimiento del intestino delgado y los conductos glandulares. Aunque no se sabe mucho sobre sus funciones específicas, la queratina-8 puede desempeñar un papel en la respuesta al estrés celular y en la protección de las células frente a daños mecánicos e infecciosos.

En términos médicos, las terminaciones nerviosas se refieren a la parte final de los axones de los nervios periféricos. Estas estructuras sensoriales especializadas transmiten información sensorial al sistema nervioso central desde diversos receptores localizados en la piel, mucosas, órganos internos y músculos esqueléticos.

Existen diferentes tipos de terminaciones nerviosas, entre las que se incluyen:

1. Terminaciones libres: Son ramificaciones terminales simples sin envoltura de mielina ni capa de células de Schwann. Se encuentran en la piel y son responsables de la transmisión del dolor, la temperatura y el tacto ligero.

2. Terminaciones encapsuladas: Están rodeadas por una o más capas de células de Schwann y pueden ser clasificadas en varios subtipos, como los corpúsculos de Pacini, Ruffini, Meissner y Krause. Cada uno de estos tipos está adaptado a detectar diferentes tipos de estimulación, como la vibración, la presión o el cambio de temperatura.

3. Terminaciones nerviosas musculares: Se encuentran en los músculos esqueléticos y son responsables de la transmisión de señales relacionadas con el movimiento y la postura. Estos incluyen las terminaciones neuromusculares, que forman sinapsis con fibras musculares individuales, y los husos neuromusculares, que detectan la tensión y el estiramiento del músculo.

Las alteraciones en las terminaciones nerviosas pueden dar lugar a diversas patologías, como neuropatías periféricas, pérdida de sensibilidad o dolor crónico.

La proteína 7B2 secretora neuroendocrina, también conocida como Sgne-1 o granina epitelial, es una proteína que se sintetiza en el retículo endoplásmico rugoso de las células neuroendocrinas y se procesa en vesículas secretoras. Es codificada por el gen SCG5 en humanos.

La proteína 7B2 desempeña un papel importante en la maduración y activación de la prohormona convertasa 1/3 (PC1/3), una enzima que procesa y activa varias hormonas peptídicas y neuropéptidos. La proteína 7B2 actúa como un inhibidor específico de PC1/3, regulando su actividad y previniendo la activación prematura de las prohormonas.

La proteína 7B2 también puede tener otras funciones en el sistema nervioso central y periférico, como la participación en la neurotransmisión y la modulación del crecimiento celular y la diferenciación. Sin embargo, su papel exacto en estos procesos aún no está completamente comprendido.

Las mutaciones en el gen SCG5 se han asociado con trastornos neuroendocrinos, como la enfermedad de Hirschsprung y el síndrome de Williams. Además, los niveles anormales de proteína 7B2 se han observado en varias afecciones neurológicas y psiquiátricas, como la enfermedad de Alzheimer, la esquizofrenia y el trastorno bipolar.

La capa leucocitaria de la sangre, también conocida como "película leucocitaria" o "leucocoriaax", se refiere a una capa blanquecina u opalescente que se puede ver flotando en la superficie del plasma sanguíneo durante el procesamiento de muestras hematológicas en el laboratorio. Está compuesta principalmente por leucocitos (glóbulos blancos) que se adhieren a la superficie del tubo de recolección de sangre o al frasco de ensayo durante el centrifugado, y se separan del resto de las células sanguíneas.

La formación de una capa leucocitaria puede deberse a varios factores, como la técnica de recolección de sangre inadecuada, la anticoagulación insuficiente o el retraso en el procesamiento de la muestra. La presencia de una capa leucocitaria puede interferir con la precisión y exactitud de los análisis hematológicos, especialmente aquellos que requieren la medición del volumen de células sanguíneas o la concentración de hemoglobina. Por lo tanto, es importante tomar medidas para prevenir o minimizar la formación de una capa leucocitaria durante el procesamiento de muestras de sangre en el laboratorio clínico.

La sinaptofisina es una proteína integral de vesículas sinápticas que se encuentra en las terminaciones nerviosas presinápticas. Es uno de los principales componentes de la máquina de liberación de neurotransmisores y desempeña un papel crucial en el proceso de exocitosis de vesículas sinápticas. La sinaptofisina participa en la unión de las vesículas sinápticas a la membrana presináptica y también está involucrada en la fusión de las vesículas con la membrana durante la liberación de neurotransmisores. Además, desempeña un papel en la homeostasis del calcio intracelular y en la protección de las células nerviosas contra el estrés oxidativo. La medición de los niveles de sinaptofisina en líquido cefalorraquídeo se utiliza como un marcador bioquímico de daño neuronal y pérdida de sinapsis en diversas afecciones neurológicas, como la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis múltiple y los accidentes cerebrovasculares.

La inmunohistoquímica es una técnica de laboratorio utilizada en patología y ciencias biomédicas que combina los métodos de histología (el estudio de tejidos) e inmunología (el estudio de las respuestas inmunitarias del cuerpo). Consiste en utilizar anticuerpos marcados para identificar y localizar proteínas específicas en células y tejidos. Este método se utiliza a menudo en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades, incluyendo cánceres, para determinar el tipo y grado de una enfermedad, así como también para monitorizar la eficacia del tratamiento.

En este proceso, se utilizan anticuerpos específicos que reconocen y se unen a las proteínas diana en las células y tejidos. Estos anticuerpos están marcados con moléculas que permiten su detección, como por ejemplo enzimas o fluorocromos. Una vez que los anticuerpos se unen a sus proteínas diana, la presencia de la proteína se puede detectar y visualizar mediante el uso de reactivos apropiados que producen una señal visible, como un cambio de color o emisión de luz.

La inmunohistoquímica ofrece varias ventajas en comparación con otras técnicas de detección de proteínas. Algunas de estas ventajas incluyen:

1. Alta sensibilidad y especificidad: Los anticuerpos utilizados en esta técnica son altamente específicos para las proteínas diana, lo que permite una detección precisa y fiable de la presencia o ausencia de proteínas en tejidos.
2. Capacidad de localizar proteínas: La inmunohistoquímica no solo detecta la presencia de proteínas, sino que también permite determinar su localización dentro de las células y tejidos. Esto puede ser particularmente útil en el estudio de procesos celulares y patológicos.
3. Visualización directa: La inmunohistoquímica produce una señal visible directamente en el tejido, lo que facilita la interpretación de los resultados y reduce la necesidad de realizar análisis adicionales.
4. Compatibilidad con microscopía: Los métodos de detección utilizados en la inmunohistoquímica son compatibles con diferentes tipos de microscopía, como el microscopio óptico y el microscopio electrónico, lo que permite obtener imágenes detalladas de las estructuras celulares e intracelulares.
5. Aplicabilidad en investigación y diagnóstico: La inmunohistoquímica se utiliza tanto en la investigación básica como en el diagnóstico clínico, lo que la convierte en una técnica versátil y ampliamente aceptada en diversos campos de estudio.

Sin embargo, la inmunohistoquímica también presenta algunas limitaciones, como la necesidad de disponer de anticuerpos específicos y de alta calidad, la posibilidad de obtener resultados falsos positivos o negativos debido a reacciones no específicas, y la dificultad para cuantificar con precisión los niveles de expresión de las proteínas en el tejido. A pesar de estas limitaciones, la inmunohistoquímica sigue siendo una técnica poderosa y ampliamente utilizada en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades.

El carcinoma pulmonar de células pequeñas (CPCP) es un tipo agresivo y menos común de cáncer de pulmón, que se origina en las células neuroendocrinas del tejido pulmonar. Estas células son pequeñas con poco citoplasma y núcleos redondos o irregulares. El CPCP representa alrededor del 10-15% de todos los cánceres de pulmón y tiene una tasa de supervivencia general baja, ya que tiende a crecer rápidamente y propagarse (metastatizar) a otros órganos en etapas tempranas.

El CPCP se clasifica en cuatro estadios clínicos (oculto, limitado, extensivo y muy extensivo) según la cantidad y localización del tumor primario y los ganglios linfáticos afectados. El tratamiento puede incluir quimioterapia, radioterapia y, en algunos casos, cirugía, dependiendo del estadio y la salud general del paciente. Dejar de fumar es crucial para mejorar el pronóstico y reducir el riesgo de recurrencia.

Los síntomas del CPCP pueden variar y pueden incluir tos crónica, dolor en el pecho, dificultad para respirar, pérdida de apetito, fatiga, sangre en la flema o expectoración, y complicaciones neurológicas como dolores de cabeza y visión doble. Es importante buscar atención médica si se experimentan estos síntomas para un diagnóstico y tratamiento precoces.

La mejilla es la parte lateral y prominente de cada lado de la cara, debajo del ojo y por delante del oído. Desde un punto de vista anatómico, la mejilla está compuesta principalmente por tejido adiposo (grasa) y músculos como el buccinador y el elevador del labio superior. También contiene glándulas salivales y seborreas, vasos sanguíneos y linfáticos. La piel de la mejilla es una de las zonas más sensibles del rostro, con numerosos terminales nerviosos responsables de la sensibilidad táctil y térmica. Además, los músculos de la mejilla participan en funciones importantes como la masticación, la fonación y la expresión facial.

Un folículo piloso es una estructura anatómica en la piel que contiene el tallo del pelo y sus glándulas asociadas. Se compone de varias partes, incluyendo el bulbo piloso (donde se forma el cabello), la matriz (células que forman el cabello), el tallo del cabello y la vaina externa e interna. Los folículos pilosos se encuentran en casi todas las áreas de la piel, excepto en las palmas de las manos, plantas de los pies y algunas zonas de los labios. La actividad del folículo piloso está controlada por factores hormonales y neurogénicos, y su ciclo de vida consta de tres fases: crecimiento (anágena), transición (catágena) y reposo (telógena).

La epidermis es la capa externa y más delgada de la piel, compuesta principalmente por queratinocitos. Es un tejido epitelial estratificado sin vasos sanguíneos y es la parte más resistente de nuestra piel, actuando como una barrera protectora contra los elementos externos, los microbios y la pérdida de agua. La renovación constante de las células epidérmicas ayuda a mantener la integridad de esta capa protectora. La parte más externa de la epidermis se denomina estrato corneo, que está compuesto por células muertas y queratinizadas que se desprenden constantemente y se reemplazan por células nuevas que provienen del estrato basal, la capa más profunda de la epidermis.

Las neoplasias de los labios se refieren a crecimientos anormales en los tejidos de los labios que pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tipos más comunes de neoplasias en los labios incluyen:

1. Carcinoma de células escamosas: Es el tipo más común de cáncer de labio, que generalmente se desarrolla en las partes expuestas al sol de los labios inferiores. Este cáncer puede causar dolor, sangrado, úlceras que no cicatrizan y engrosamiento o engrosamiento de la piel.

2. Queratosis actínica: Es una lesión precancerosa que se desarrolla en los labios como resultado de una exposición prolongada al sol. Puede aparecer como parches escamosos, duros y ásperos en los labios.

3. Fibromas: Son crecimientos benignos no cancerosos que se desarrollan en los tejidos conectivos de los labios. Suelen ser pequeños y redondos, y pueden causar molestias o incomodidad si presionan contra los dientes o las encías.

4. Papilomas: Son crecimientos benignos no cancerosos que se desarrollan en la superficie de los labios. Pueden aparecer como pequeños bultos con una superficie áspera y pueden causar molestias o incomodidad si presionan contra los dientes o las encías.

5. Linfangioma: Es un crecimiento benigno no canceroso que se desarrolla en los vasos linfáticos de los labios. Puede aparecer como una masa blanda y transparente en la piel del labio.

El tratamiento de las neoplasias de los labios depende del tipo y gravedad de la lesión. Los crecimientos benignos pueden ser observados o extirpados quirúrgicamente, mientras que los crecimientos cancerosos requieren una evaluación más detallada y un tratamiento más agresivo, como la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia.

En términos médicos, el tacto se refiere al sentido que permite percibir las características de los objetos a través del contacto físico, especialmente mediante la estimulación de los receptores nerviosos en la piel. Estos receptores transforman el estímulo mecánico en señales eléctricas que son transmitidas al sistema nervioso central, donde se interpretan como sensaciones de tacto, presión, vibración, temperatura o dolor. El tacto es fundamental para la interacción humana y desempeña un papel crucial en la exploración y conocimiento del mundo que nos rodea.

El tropismo viral es un término utilizado en virología para describir la selectividad de un virus por infectar a ciertos tipos de células huésped específicas. Este fenómeno está determinado por la interacción entre las proteínas de la superficie del virus y los receptores presentes en la membrana celular de las células diana.

La capacidad de un virus para infectar a una célula dada depende de varios factores, incluyendo la presencia y la afinidad de los receptores apropiados en la superficie de la célula huésped, así como la capacidad del virus para unirse y entrar en la célula. Una vez dentro de la célula, el virus puede aprovechar los mecanismos celulares para su réplica y propagación.

El tropismo viral es importante en el contexto de la patogénesis de las infecciones virales, ya que puede ayudar a explicar por qué algunos virus causan enfermedades en ciertos tejidos o órganos específicos. Por ejemplo, el virus del VIH tiene un tropismo bien conocido por células CD4+, lo que lleva a la infección y destrucción de los linfocitos T CD4+ y, en última instancia, a la disfunción del sistema inmunológico.

La comprensión del tropismo viral también es importante en el desarrollo de estrategias terapéuticas y preventivas contra las infecciones virales. Por ejemplo, los antivirales pueden diseñarse para interferir con la interacción entre el virus y su receptor celular, lo que puede ayudar a prevenir o controlar la infección.

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