Circulación Sanguínea
Circulación Extracorporea
Enciclopedias como Asunto
Trastornos Cerebrovasculares
Isquemia Encefálica
MedlinePlus
Infarto Cerebral
Factores de Riesgo
Anticonceptivos Orales
Anticonceptivos Orales Combinados
Producto Interno Bruto
National Library of Medicine (U.S.)
La circulación cerebrovascular se refiere al sistema de vasos sanguíneos que abastecen de sangre al cerebro. Está compuesto por arterias, venas y capilares que transportan oxígeno, nutrientes y otras sustancias esenciales a las células cerebrales y eliminan los desechos metabólicos.
Las principales arterias que irrigan el cerebro son las arterias carótidas internas y las vertebrales, que se unen para formar la circulación posterior o basilar. Estas arterias se dividen en ramas más pequeñas que suministran sangre a diferentes regiones del cerebro.
La interrupción del flujo sanguíneo cerebral puede causar daño celular y conducir a una variedad de trastornos neurológicos, como accidente cerebrovascular o ataque isquémico transitorio (AIT). Por lo tanto, la circulación cerebrovascular es fundamental para el mantenimiento de las funciones cerebrales normales y la salud general del cuerpo.
La circulación sanguínea es el proceso mediante el cual la sangre fluye a través del cuerpo, transportando oxígeno, nutrientes y otras sustancias importantes a las células y órganos, y llevando desechos y dióxido de carbono desde ellos para su eliminación. Está compuesta por dos circuitos principales: la circulación pulmonar y la circulación sistémica.
La circulación pulmonar, también conocida como "pequeño círculo", es el circuito que conecta el corazón con los pulmones. El ventrículo derecho del corazón envía sangre desoxigenada a los pulmones a través de la arteria pulmonar, donde se oxigena y luego regresa al lado izquierdo del corazón a través de las venas pulmonares.
La circulación sistémica, también llamada "gran círculo", es el circuito que distribuye la sangre oxigenada desde el corazón a todo el cuerpo, excepto los pulmones. El ventrículo izquierdo del corazón envía sangre oxigenada a través de la arteria aorta, que se divide en ramas más pequeñas para llevar sangre a diferentes partes del cuerpo. Las arterias se convierten en capilares, donde ocurre el intercambio de gases y nutrientes entre la sangre y las células. La sangre desoxigenada regresa al corazón a través de las venas cavas, completando así el ciclo.
La circulación sanguínea es fundamental para mantener la homeostasis y garantizar el correcto funcionamiento de todos los órganos y tejidos del cuerpo.
La circulación extracorpórea (CEC) es una técnica en la que el flujo sanguíneo del cuerpo es temporalmente asistido o reemplazado por un dispositivo externo. Esto generalmente se realiza durante procedimientos quirúrgicos cardiovasculares complejos, como bypass coronario o trasplante de corazón.
Durante la CEC, la sangre del paciente se desvía fuera del cuerpo a través de un tubo hacia una máquina de circulación extracorpórea. Esta máquina contiene un oxigenador, que agrega oxígeno a la sangre y elimina dióxido de carbono, similar a los pulmones. La sangre se calienta o enfría para mantener una temperatura corporal adecuada.
La sangre tratada luego se devuelve al cuerpo del paciente mediante otro tubo. Durante este proceso, el corazón y los pulmones del paciente pueden descansar o incluso detenerse por completo, lo que permite a los cirujanos trabajar sin la interferencia de los latidos cardíacos o el bombeo pulmonar.
Después de completar el procedimiento quirúrgico, se reanuda la circulación normal y la máquina de circulación extracorpórea se desconecta. Aunque la CEC puede salvar vidas, también conlleva riesgos, como coágulos sanguíneos, daño a los glóbulos rojos y complicaciones relacionadas con la anestesia.
La circulación pulmonar, también conocida como circulación pulmonar o pequeño círculo, es una parte del sistema cardiovascular que se encarga de transportar la sangre desoxigenada desde el ventrículo derecho del corazón hasta los pulmones y regresar la sangre oxigenada de vuelta al lado izquierdo del corazón.
El proceso comienza cuando el ventrículo derecho del corazón bombea sangre desoxigenada a través de la arteria pulmonar hasta los capilares pulmonares. Una vez en los capilares, la sangre se oxigena al entrar en contacto con el aire que se inspira en los pulmones. La sangre oxigenada luego se recoge en las venas pulmonares y es transportada de regreso al lado izquierdo del corazón, donde se distribuye por todo el cuerpo a través de la arteria aorta.
La circulación pulmonar es esencial para la vida, ya que proporciona oxígeno a las células y elimina dióxido de carbono del cuerpo. Cualquier problema en la circulación pulmonar, como la hipertensión pulmonar o el embolismo pulmonar, puede ser grave y requerir tratamiento médico inmediato.
No existe una definición médica específica para "Enciclopedias como Asunto" ya que esta frase parece ser una expresión coloquial o un título en lugar de un término médico. Sin embargo, si nos referimos al término "enciclopedia" desde un punto de vista educativo o del conocimiento, podríamos decir que se trata de una obra de consulta que contiene información sistemática sobre diversas áreas del conocimiento, organizadas alfabética o temáticamente.
Si "Enciclopedias como Asunto" se refiere a un asunto médico en particular, podría interpretarse como el estudio o la investigación de diferentes aspectos relacionados con las enciclopedias médicas, como su historia, desarrollo, contenido, estructura, impacto en la práctica clínica y la educación médica, entre otros.
Sin un contexto más específico, es difícil proporcionar una definición médica precisa de "Enciclopedias como Asunto".
Los trastornos cerebrovasculares se refieren a un grupo de condiciones que afectan el suministro de sangre al cerebro. Estos trastornos incluyen una variedad de enfermedades y afecciones, como accidentes cerebrovasculares (ictus), ataques isquémicos transitorios (AIT), aneurismas cerebrales, insuficiencia vascular cerebral y demencia vascular.
El término médico más preciso para esta categoría de condiciones es enfermedades cerebrovasculares (ECV). La ECV se produce cuando el flujo sanguíneo al cerebro se ve afectado, lo que puede resultar en daño celular y tejido cerebral. Esto puede ocurrir como resultado de una obstrucción arterial (como en un accidente cerebrovascular isquémico), ruptura de vasos sanguíneos (como en un accidente cerebrovascular hemorrágico) o una combinación de ambos.
Los síntomas de los trastornos cerebrovasculares pueden variar ampliamente, dependiendo de la gravedad del daño al cerebro y la ubicación específica donde ocurre el problema. Algunos síntomas comunes incluyen debilidad o parálisis repentina en la cara, brazo o pierna, dificultad para hablar o comprender el lenguaje, problemas de visión, dolor de cabeza intenso y repentino, mareos o pérdida del equilibrio.
El tratamiento de los trastornos cerebrovasculares dependerá del tipo y gravedad de la afección. Puede incluir medicamentos para disolver coágulos sanguíneos, cirugía para reparar vasos sanguíneos dañados o aneurismas, y terapias de rehabilitación para ayudar a las personas a recuperar habilidades perdidas. La prevención es clave en la reducción del riesgo de trastornos cerebrovasculares, lo que incluye controlar los factores de riesgo como la hipertensión arterial, el colesterol alto, la diabetes, el tabaquismo y la obesidad.
La isquemia encefálica se refiere a la restricción del flujo sanguíneo al cerebro, lo que resulta en un suministro inadecuado de oxígeno y nutrientes. Esta condición puede causar daño celular y disfunción en las áreas afectadas del cerebro. La isquemia encefálica puede ser transitoria o permanente, dependiendo de la duración e intensidad de la interrupción del flujo sanguíneo. Puede conducir a diversos síntomas neurológicos, como debilidad o parálisis en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o comprender el lenguaje, pérdida de visión en parte del campo visual, mareos, confusión y, en casos graves, coma o muerte. La isquemia encefálica puede ser causada por diversas afecciones, como la enfermedad arterial coronaria, la fibrilación auricular, la embolia, la trombosis y la estenosis de las arterias carótidas o vertebrales. El tratamiento temprano es crucial para prevenir daños graves al cerebro.
MedlinePlus es un servicio de información de salud proporcionado por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Ofrece información confiable y de alta calidad sobre enfermedades, condiciones y wellness, así como temas de salud para el consumidor. La información está disponible en inglés y español y es escrita en un lenguaje fácil de entender. También proporciona acceso a los recursos de salud de la National Library of Medicine, incluidos artículos médicos revisados por profesionales en PubMed, ensayos clínicos y estudios de salud, así como herramientas interactivas para ayudar a las personas a comprender mejor su salud.
Un infarto cerebral, también conocido como un accidente cerebrovascular isquémico, se produce cuando hay una interrupción del suministro de sangre al cerebro, lo que resulta en la muerte de las células cerebrales. Esto generalmente es causado por un coágulo sanguíneo que bloquea una arteria que suministra sangre al cerebro. La falta de oxígeno y nutrientes a las células cerebrales hace que estas mueran, lo que puede dar lugar a déficits neurológicos permanentes. Los síntomas de un infarto cerebral pueden incluir debilidad o parálisis repentina en la cara, brazo o pierna, especialmente en una mitad del cuerpo; dificultad para hablar o comprender el lenguaje; visión doble o pérdida de visión en un ojo; dolor de cabeza intenso y repentino sin causa conocida; mareos o pérdida del equilibrio. Los factores de riesgo para un infarto cerebral incluyen la edad avanzada, presión arterial alta, tabaquismo, diabetes, colesterol alto, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
En medicina, un factor de riesgo se refiere a cualquier atributo, característica o exposición que incrementa la probabilidad de desarrollar una enfermedad o condición médica. Puede ser un aspecto inherente a la persona, como su edad, sexo o genética, o algo externo sobre lo que la persona tiene cierto control, como el tabaquismo, la dieta inadecuada o la falta de ejercicio.
Es importante notar que un factor de riesgo no garantiza que una persona contraerá la enfermedad en cuestión, solo aumenta las posibilidades. Del mismo modo, la ausencia de factores de iesgo no significa inmunidad a la enfermedad.
Es común hablar de factores de riesgo en relación con enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes, entre otras. Por ejemplo, el tabaquismo es un importante factor de riesgo para las enfermedades pulmonares y cardiovasculares; la obesidad y la inactividad física son factores de riesgo para la diabetes y diversos tipos de cáncer.
Los anticonceptivos orales, también conocidos como "la píldora", son medicamentos que contienen hormonas femeninas: estrógeno y progestágeno. Se toman por vía oral para prevenir el embarazo. Existen diferentes tipos y formulaciones de anticonceptivos orales, pero la mayoría actúan mediante los siguientes mecanismos:
1. Impedir la ovulación (liberación de un óvulo por el ovario).
2. Engrosar el moco cervical, dificultando así el paso de los espermatozoides hacia el útero.
3. Alterar la capa interna del útero (endometrio), haciendo más difícil la implantación de un óvulo fertilizado.
La eficacia de los anticonceptivos orales es alta, siempre y cuando se tomen correctamente. Sin embargo, su efectividad puede verse afectada por varios factores, como olvidar tomar una o más píldoras, tomar antibióticos o medicamentos que interactúen con ellas, o presentar vómitos o diarrea intensa.
Además de su función anticonceptiva, los anticonceptivos orales también pueden ofrecer otros beneficios para la salud, como reducir el riesgo de padecer cáncer de ovario y endometrio, disminuir el dolor y la cantidad de menstruación, y mejorar los síntomas asociados con el síndrome premenstrual.
Existen diferentes tipos de anticonceptivos orales, como las píldoras combinadas (que contienen estrógeno y progestágeno) y las píldoras de progestágeno solo (minipíldoras). Cada tipo tiene sus propias ventajas, desventajas e indicaciones específicas, por lo que es importante consultar con un profesional médico para determinar cuál es el más adecuado en cada caso.
Los anticonceptivos orales combinados (AOC) son una forma de control de la natalidad que contiene dos hormonas femeninas: estrógeno y progestágeno. Se toman diariamente por vía oral y funcionan previniendo la ovulación, espesando el moco cervical para impedir el paso de los espermatozoides y engrosando el revestimiento del útero para dificultar la implantación del óvulo fertilizado. Los AOC son eficaces para prevenir el embarazo si se toman correctamente, pero pueden tener efectos secundarios y riesgos asociados, como coágulos sanguíneos, presión arterial alta y aumento de peso. Antes de comenzar a tomar anticonceptivos orales combinados, se recomienda consultar con un proveedor de atención médica para discutir los posibles beneficios y riesgos.
El Producto Interno Bruto (PIB) no es un término médico, sino económico. Se utiliza para medir el valor total de todos los bienes y servicios finales producidos dentro de una nación en un determinado período de tiempo (generalmente, un trimestre o un año). Aunque no es un concepto médico, la salud económica de un país puede influir en el sistema de salud y los recursos disponibles para la atención médica. Por lo tanto, a veces se consideran indicadores económicos como el PIB en estudios de salud poblacional o de sistemas de salud.
Los anticonceptivos son métodos, dispositivos o medicamentos que se utilizan para evitar el embarazo. Existen diferentes tipos de anticonceptivos, cada uno con su propio mecanismo de acción. Algunos ejemplos incluyen:
1. Anticonceptivos hormonales: Estos contienen hormonas femeninas como estrógeno y progesterona, que previenen la ovulación, engrosan el moco cervical para impedir el paso de los espermatozoides y también pueden hacer que el revestimiento del útero sea más delgado, lo que dificulta la implantación del óvulo fertilizado. Los anticonceptivos hormonales incluyen píldoras anticonceptivas, parches, anillos vaginales y inyecciones.
2. Dispositivos intrauterinos (DIU): Son pequeños dispositivos que se colocan dentro del útero para prevenir el embarazo. Existen dos tipos principales de DIU: los de cobre y los hormonales. Los DIU de cobre previenen el embarazo al irritar las trompas de Falopio y el revestimiento del útero, lo que dificulta la implantación del óvulo fertilizado. Los DIU hormonales liberan lentamente progesterona en el útero, lo que también dificulta la implantación del óvulo fertilizado y engrosa el moco cervical para impedir el paso de los espermatozoides.
3. Preservativos: Son fundas finas que se colocan sobre el pene durante las relaciones sexuales para evitar que el semen ingrese al cuerpo de la pareja y, por lo tanto, prevenga el embarazo. También ofrecen protección contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
4. Diafragma y capuchón cervical: Son dispositivos flexibles que se colocan dentro de la vagina para cubrir el cuello uterino y evitar que el semen ingrese al útero. Deben usarse con espermicidas para aumentar su eficacia.
5. Esponja contraceptiva: Es un dispositivo flexible que contiene espermicida y se coloca dentro de la vagina para cubrir el cuello uterino y evitar que el semen ingrese al útero.
6. Métodos naturales: Incluyen el método del ritmo, en el que las parejas evitan tener relaciones sexuales durante los días fértiles de la mujer, y el método de la ovulación billing, en el que las parejas observan los cambios en la mucosidad cervical para determinar cuándo ocurre la ovulación y evitar tener relaciones sexuales durante ese tiempo.
7. Dispositivos intrauterinos de levonorgestrel (DIU hormonal): Son pequeños dispositivos que se colocan dentro del útero para liberar lentamente progesterona y prevenir el embarazo al engrosar la mucosidad cervical, inhibir la ovulación y alterar el revestimiento uterino.
8. Implantes subdérmicos: Son pequeños dispositivos que se colocan debajo de la piel del brazo para liberar lentamente progesterona y prevenir el embarazo al inhibir la ovulación y alterar el revestimiento uterino.
9. Inyecciones de progesterona: Son inyecciones mensuales de progesterona que se administran en el músculo para prevenir el embarazo al inhibir la ovulación y alterar el revestimiento uterino.
10. Píldoras anticonceptivas de emergencia: Son píldoras que se toman después de tener relaciones sexuales sin protección o si el método anticonceptivo falla para prevenir el embarazo. Existen dos tipos principales: la píldora del día después y las píldoras de progesterona sola. La píldora del día después contiene una alta dosis de hormonas que impiden o retrasan la ovulación, mientras que las píldoras de progesterona sola contienen una dosis más baja de progesterona que también impide o retrasa la ovulación.
11. Dispositivos intrauterinos (DIU): Son pequeños dispositivos que se colocan en el útero para prevenir el embarazo. Existen dos tipos principales: los DIU de cobre y los DIU hormonales. Los DIU de cobre contienen cobre, que impide la fecundación al dañar o matar a los espermatozoides, mientras que los DIU hormonales contienen progesterona, que inhibe la ovulación y altera el revestimiento uterino.
12. Anillos vaginales: Son anillos flexibles que se insertan en la vagina para liberar lentamente hormonas que previenen el embarazo al inhibir la ovulación y alterar el revestimiento uterino.
13. Parches transdérmicos: Son parches adhesivos que se colocan en la piel para liberar lentamente hormonas que previenen el embarazo al inhibir la ovulación y alterar el revestimiento uterino.
14. Pastillas anticonceptivas: Son pastillas que contienen hormonas que previenen el embarazo al inhibir la ovulación y alterar el revestimiento uterino. Existen diferentes tipos de pastillas anticonceptivas, como las combinadas (que contienen estrógeno y progesterona) y las mini-pastillas (que solo contienen progesterona).
15. Inyecciones anticonceptivas: Son inyecciones que contienen hormonas que previenen el embarazo al inhibir la ovulación y alterar el revestimiento uterino. La más común es la inyección de depósito, que dura tres meses.
16. Implantes subdérmicos: Son pequeños dispositivos que se insertan bajo la piel del brazo para liberar lentamente hormonas que previenen el embarazo al inhibir la ovulación y alterar el revestimiento uterino. Dura hasta tres años.
17. DIU (dispositivo intrauterino): Es un pequeño dispositivo que se coloca en el útero para prevenir el embarazo. Existen dos tipos de DIU: los hormonales (que contienen progesterona) y los no hormonales (que contienen cobre). El DIU hormonal dura hasta cinco años, mientras que el no hormonal dura hasta 10 años.
18. Esponja anticonceptiva: Es un dispositivo de plástico que se impregna con espermicida y se introduce en la vagina antes del coito para prevenir el embarazo. Dura hasta 24 horas.
19. Preservativo masculino: Es una funda de látex o poliuretano que se coloca sobre el pene erecto antes del coito para prevenir el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
20. Preservativo femenino: Es un dispositivo de plástico flexible que se introduce en la vagina antes del coito para prevenir el embarazo y las ETS.
Es importante recordar que ningún método anticonceptivo es 100% efectivo y que siempre existe un pequeño riesgo de embarazo o infección. Por lo tanto, se recomienda utilizar dos métodos anticonceptivos al mismo tiempo para aumentar la eficacia y reducir el riesgo. Además, es importante consultar con un profesional médico antes de elegir un método anticonceptivo para asegurarse de que sea adecuado para su salud y estilo de vida.
Los anticonceptivos hormonales orales (AHO) son medicamentos que contienen versiones sintéticas de las hormonas sexuales femeninas, estrógeno y progesterona. Se toman por vía oral para prevenir el embarazo.
Existen diferentes tipos de AHO, pero la mayoría contiene una combinación de estrógeno y progesterona. Estas hormonas trabajan juntas para inhibir la ovulación (liberación de un óvulo por el ovario), engrosar el revestimiento del útero y cambiar la mucosidad en el cuello uterino, lo que dificulta que los espermatozoides alcancen y fecunden el óvulo.
Los AHO son muy efectivos cuando se toman correctamente. Sin embargo, su eficacia puede verse afectada por varios factores, como la dosis olvidada o la interacción con otros medicamentos. Además de su uso anticonceptivo, los AHO también pueden utilizarse para tratar diversos problemas de salud, como el acné, el síndrome de ovario poliquístico y las menstruaciones dolorosas o abundantes.
Es importante recalcar que los anticonceptivos hormonales orales no protegen contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Por lo tanto, si se tiene una vida sexual activa con múltiples parejas o con parejas ocasionales, se recomienda el uso adicional de preservativos para reducir el riesgo de adquirir una ETS.
Como con cualquier medicamento, los anticonceptivos hormonales orales pueden tener efectos secundarios y riesgos asociados. Algunas mujeres pueden experimentar náuseas, dolores de cabeza, cambios de humor, aumento de peso o disminución del deseo sexual. En raras ocasiones, los AHO pueden aumentar el riesgo de trombosis venosa profunda (coágulos sanguíneos en las venas profundas) y accidentes cerebrovasculares. Antes de comenzar a tomar anticonceptivos hormonales orales, es importante hablar con un profesional de la salud sobre los posibles beneficios y riesgos asociados con su uso.