Trastorno del flujo biliar debido a obstrucción de los conductos biliares pequeños (COLESTASIS INTRAHEPÁTICA)u obstrucción en los conductos biliares grandes (COLESTASIS EXTRAHEPÁTICA).
Trastorno del flujo biliar debido a daño de los HEPATOCITOS, los CANALÍCULOS BILIARES o los CONDUCTOS BILIARES INTRAHEPÁTICOS.
Alteración del flujo de bilis a través de los grandes CONDUCTOS BILIARES por obstrucción mecánica o estrechez debida a procesos benignos o malignos.
Agentes gastrointestinales que estimulan el flujo de bilis hacia el duodeno (colagogos) o que estimulan la producción de bilis por el hígado (coleréticos).
Epímero del ácido quenodesoxicólico. Es un ácido biliar de mamífero encontrado primeramente en osos y, aparentemente, es un precursor o un producto del quenodesoxicolato. Su administración altera la composición de la bilis y puede disover cálculos biliares. Se usa como colagogo y colerético.
Una herramienta para el estudio del daño hepático que causa de forma aguda éstasis biliar e hiperbilirrubinemia y crónicamente hiperplasia de conductos biliares y cirrosis biliar, con cambios en la función del hepatocito. Puede ocasionar daño de la piel y riñones.
Canales que recogen y transportan la secreción biliar desde los CANALÍCULOS BILIARES, la rama más pequeña del TRACTO BILIAR en el HIGADO, a través de los pequeñoa conductos biliares, los conductos biliares fuera del higado y la VESÍCULA BILIAR para su almacenamiento.
Acidos y sales esteroideas. Los ácidos biliares primarios son derivados del colesterol en el hígado y generalmente conjugados con glicina o taurina. Los ácidos biliares secundarios son más tarde modificados por bacterias en el intestino. Desempeñan un papel importante en la digestión y absorción de las grasas. También han sido empleados farmacológicamente, especialmente en el tratamiento de los cálculos biliares.
Diminutos conductos intercelulares que existen entre las células del hígado y transportan la bilis hacia los canales biliares interlobulares. También son denominados capilares biliares.
Agente emulsificante producido en el HÍGADO y que se segrega en el DUODENO. Su composición incluye ÁCIDOS Y SALES BILIARES, COLESTEROL y ELECTROLITOS. Ayuda a la DIGESTIÓN de las grasas en el duodeno.
Un pigmento biliar que es un producto de degradación de HEME.
Obstrucción progresiva o ausencia de todo o parte de los CONDUCTOS BILIARES extrahepáticos, dando lugar a una obstrucción completa del flujo de BILIS.Generalmente, la atresia biliar se encuentra en recien nacidos y supone un tercio de la ICTERICIA colestática neonatal.
Un gran órgano glandular lobulada en el abdomen de los vertebrados que es responsable de la desintoxicación, el metabolismo, la síntesis y el almacenamiento de varias sustancias.
Intensa sensación de escozor que produce urgencia de frotar o rascar la piel para obtener alivio.
Subfamilia de proteínas transmembrana de la superfamilia de TRANSPORTADORES DE CASETES DE UNIÓN A ATP que están estrechamente relacionados en secuencia para la P-GLICOPROTEÍNA. Cuando se sobreexpresan, funcionan como flujo de salida dependiente de ATP bombas capaz de extrudir fármacos lipófilos, especialmente los NEOPLÁSICOS, a partir de células que causan resistencia a múltiples fármacos (RESISTENCIA A MÚLTIPLES FÁRMACOS). Aunque las glicoproteínas -G comparten similitudes funcionales a PROTEÍNAS ASOCIADAS A RESISTENCIA A MÚLTIPLES MEDICAMENTOS son dos subclases distintas de TRANSPORTADORES DE CASETES DE UNIÓN A ATP, y tienen poca homología de secuencia.
Decoloración amarilla de la PIEL, MEMBRANA MUCOSA y ESCLERA en el RECIEN NACIDO. Es un signo de HIPERBILIRRUBINEMIA NEONATAL. La mayoría de los casos son autolimitantes y transitorios (ICTERICIA NEONATAL) produciendose en la primera semana de vida, pero algunas pueden ser un signo de alteraciones patológicas, sobre todo de HEPATOPATIAS.
Análisis de sangre que son usados para evaluar qué tan bien está funcionando el hígado de un paciente, así como para ayudar a diagnosticar enfermedades hepáticas.
Una sal biliar formada en el hígado por la conjugación del quenodesoxicolato con la taurina y utilizado como su sal de sodio. Actúa como detergente para solubilizar grasas en el intestino delgado y es absorbido él mismo. Es utilizado también como colagogo y colerético.
Aplicación de una ligadura para atar un vaso o estrangular una parte.
FIBROSIS del parénquima hepático debida a obstrucción del flujo de la BILIS (COLESTASIS)en los CONDUCTOS BILIARES INTRAHEPÁTICOS o los CONDUCTOS BILIARES EXTRAHEPÁTICOS. La cirrosis biliar primaria supone la destrucción de los conductos biliares intrahepáticos pequeños y la secreción de bilis. La cirrosis bibliar secundaria es producida por una obstrucción prolongada de los grandes conductos biliares intrahepáticos o extrahepáticos, por distintas causas.
Acido biliar formado del quenodesoxicolato por la acción bacteriana, generalmente conjugado con glicina y taurina. Actúa como detergente para solubilizar grasas para la absorción y él mismo es absorbido. Se usa como colagogo y colerético.
Ictericia, la afección con coloración amarillenta de la piel y las membranas mucosas, que se debe al flujo irregular de BILIS en el SISTEMA BILIAR, como en la COLESTASIS INTRAHEPÁTICA, o la COLESTASIS EXTRAHEPÁTICA.
Procesos patológicos del HÍGADO.
Manifestación clínica de HIPERBILIRRUBINEMIA, caracterizada por la coloración amarillenta de la PIEL, MEMBRANA MUCOSA y ESCLERA. La ictericia clínica generalmente es un signo de disfunción del HIGADO.
Conductos dentro del hígado que transportan la bilis. Incluye los canales hepáticos derecho e izquierdo aunque éstos podrían unirse fuera del hígado para conformar el canal hepático común.
Los CONDUCTOS BILIARES y la VESÍCULA BILIAR.
ESTRADIOL alquilado semi-sintético con una sustitución 17-alfa-etinil. Tiene una alta potencia estrogénica cuando administrado oralmente, y se usa frecuentemente como componente estrogénico de ANTICONCEPTIVOS ORALES.
Acido biliar primario importante producido en el hígado y generalmente conjugado con glicina o taurina. Facilita la absorción de grasas y la excreción de colesterol.
Afecciones o procesos patológicos asociados al embarazo. Puede darse durante o después del embarazo y puede ir desde trastornos menores a enfermedades importantes que requieran intervención médica. Incluye enfermedades en mujeres embarazadas y embarazos en mujeres con enfermedades.
Trastorno multisistémico caracterizado por aplasia de las vías biliares intrahepáticas (VÍAS BILIARES INTRAHEPÁTICAS) y malformaciones en el sistema cardiovascular, ojos, columna vertebral y cara. Las principales características incluyen ICTERICIA y cardiopatía congénita con ESTENOSIS PULMONAR periférica. El síndrome de Alagille puede ser consecuencia de mutaciones génicas heterogéneas, que incluyen mutaciones en JAG1 en el CROMOSOMA 20 (Tipo 1) y NOTCH2 en el CROMOSOMA 1 (Tipo 2).
El principal componente estructural del HIGADO. Son CELULAS EPITELIALES especializadas, organizadas en platos interconectados denominados lóbulos.
Género de plantas de la familia Lamiaceae. Las especies de Coleus deben distinguirse de PLECTRANTHUS BARBATUS, que también se conoce como Coleus forskohlii.
Familia de PROTEÍNAS DE TRANSPORTE DE MEMBRANA que requieren la hidrólisis del ATP para el transporte de substratos a través de las membranas. La família de proteínas deriva su nombre del dominio de unión a ATP encontrado en la proteína.
El mayor conducto biliar. Formado por la unión del CONDUCTO QUÍSTICO y el CONDUCTO HEPÁTICO COMÚN.
Inflamación del sistema ductal biliar (CONDUCTOS BILIARES) intrahepático, extrahepático o ambos.
Grupo de enfermedades relacionadas con deficiencia de la enzima ARGININOSUCCINATO SINTASA la que produce elevación de los niveles séricos de CITRULINA. En recién nacidos, las manifestaciones clínicas incluyen letargia, hipotonía, y CONVULSIONES. También ocurren formas más leves. Las formas infantiles y adultas pueden presentarse con episodios recurrentes de decaimiento intermitente, letargia, ATAXIA, cambios de conducta, y DISARTRIA.
INFLAMACIÓN del HIGADO.
Proteínas implicadas en el transporte de aniones orgánicos. Tienen un importante papel en la eliminación del organismo de diversas sustancias endógenas, xenobióticos y sus metabolitos.
Afección que consiste en el incremento anormal de la cantidad de BILIRRUBINA en la SANGRE circulante, que puede producir ICTERICIA.
Un producto de la conjugación del ácido cólico con la taurina. Su sal de sodio es el ingrediente principal de la bilis de los animales carnívoros. Actúa como detergente para solubilizar las grasas para su absorción y él mismo es absorbido. Es utilizado como colagogo y colerético.
Subclase de TRANSPORTADORES DE ANIONES IRGÁNICOS cuyo transporte depende directa o indirectamente de un gradiente de iones de sodio.
Una lipoproteína anormal que está presente en grandes cantidades en individuos que padecen de enfermedades hepáticas obstructivas. Se presenta como una vesícula de doble capa de fosfolípidos equimolares y colesterol no esterificado que contiene pequeñas cantidades de proteínas plasmáticas (albúmina principalmente) en su compartimento acuoso interno junto con algunas apolipoproteínas concentradas en su superficie. Se separa con la LDL mediante ultracentrifugación.
Hormona sintética con propiedades anabólica y androgénica, y actividad progestacional moderada.
Flexión o contractura persistente de una articulación.
Un antidepresivo tricíclico con alguna acción tranquilizante.
Administración de nutrientes para la asimilación y utilización por un paciente que no puede mantener una adecuada nutrición utilizando sólo la alimentación enteral. Los nutrientes se administran por una vía diferente a la del canal alimentario (ejemplos, intravenosa, subcutánea).
Un conjunto de hepatopatías clínicas que van desde leves anomalías bioquímicas a FALLO HEPÁTICO AGUDO, causadas por drogas, metabolitos de las drogas y químicos del medio ambiente.
Fenolftaleína que es utilizada como auxiliar diagóstico en la determinación de la función hepática.
Enzima, a veces llamada GGT, con un papel clave en la síntesis y degradación del GLUTATION (GSH, un tripéptido que protege las células de muchas toxinas). La gamma-glutamiltransferasa cataliza la transferencia del residuo gamma-glutamil hacia un aminoácido aceptor.
Lactante durante el primer mes después del nacimiento.
Familia de ácidos biliares del ácido 3 alfa,7 alfa,12 alfa-trihidroxi-5 beta-colánico en el hombre, generalmente conjugados con glicina o taurina. Actúan como detergentes para solubilizar las grasas para la absorción intestinal. Son reabsorbidos por el intestino delgado, u se emplean como colagogos y coleréticos.
Una sal biliar formada en el hígado a partir de la conjugación del ácido litocólico con la taurina, usualmente como la sal sódica. Solubiliza las grasas para su absorción y es a su vez absorbido. Es un colagogo y colerético.
Sal biliar formada el el hígado a partir de quenodesoxicolato y glicina, generalmente como sal de sodio. Actúa como detergente para solubilizar grasas para la absorción y él mismo es absorbido. Es colagogo y colerético.
Suministro de nutrientes para la asimilación y utilización por un paciente cuya única fuente de nutrientes es a través de soluciones administradas intravenosamente, subcutáneamente, o por algunas otras vías no alimentarias. Los componentes básicos de las soluciones TPN son hidrolisados de proteínas o mezclas de aminoácidos libres, monosacáridos, y electrolitos. Los componentes se seleccionan por su capacidad para revertir el catabolismo, promover el anabolismo, y generar proteínas estructurales.
Metabolito de la 17-ALFA-HIDROPROGESTERONA, normalmente producida en pequeñas cantidades por las GÓNADAS y las GLÁNDULAS SUPRARRENALES, que se encuentra en la ORINA. Un pregnanetriol urinario elevado se asocia con una HIPERPLASIA SUPRARRENAL CONGÉNITA con una deficiencia de ESTEROIDE 21-HIDROXILASA.
Acido biliar, generalmente conjugado con glicina o taurina. Actúa como detergente para solubilizar las grasas para la absorción intestinal y es reabsorbido por el intestino delgado. Se usa como colagogo, laxante colerético y para prevenir o disolver cálculos biliares.
Enfermedades en cualquier parte del TRACTO BILIAR, incluyendo los CONDUCTOS BILIARES y la VESÍCULA BILIAR.
Un compuesto epoxi clorado utilizado como un solvente industrial. Es un fuerte irritante de la piel y un carcinógeno.
Emulsiones de grasas o lípidos utilizados principalmente en la alimentación parenteral.
Conjugado de la glicina del ACIDO CÓLICO. Actúa como detergente para solubilizar grasas para la absorción. siendo él mismo absorbido.
Crecimiento del hígado.
Receptores intracelulares que se pueden encontrar en el citoplasma o en el núcleo. Se unen a las moléculas de señalización extracelular que migran o son transportadas a través de la MEMBRANA CELULAR. Muchos miembros de esta clase de receptores se producen en el citoplasma y son transportados al NÚCLEO CELULAR al ligando vinculante donde señalan la vía de unión al ADN y la regulación de transcripción. También se incluyen en esta categoría receptores que se encuentran en las MEMBRANAS INTRACELULARES que actúan a través de mecanismos similares a RECEPTORES DE SUPERFICIE CELULAR.
Subfamilia relacionada con la secuencia de las TRANSPORTADORAS DE CASETES DE UNIÓN A ATP que transportan activamente sustratos orgánicos. Aunque se considera transportadores de aniones orgánicos, un subconjunto de proteínas de esta familia también se han mostrado para transmitir resistencia al fármaco para fármacos orgánicos neutros. Su función celular puede tener importancia clínica de QUIMIOTERAPIA en que el transportan una variedad de ANTINEOPLÁSICOS. La sobreexpresión de proteínas en esta clase por NEOPLASIAS se considera un posible mecanismo para el desarrollo de resistencia a múltiples fármacos (RESISTENCIA A MÚLTIPLES FÁRMACOS). Aunque similar en función a las GLICOPROTEÍNAS-P, las proteínas de esta clase comparten poca homología de secuencia con la familia p-glicoproteína de proteínas.
Enzima citocromo P450 de los microsomas hepáticos que cataliza la 12-alfa-hidroxilación de un amplio espectro de esteroides en presencia de oxigeno molecular y NADPH-FERRIHEMOPROTEÍNA REDUCTASA. Esta enzima, codificada por el gen CYP8B1, convierte la 7-alfa-hidroxi-4-colesten-3-ona en 7-alfa-12-alfa-dihidroxi-4-colesten-3ona y es necesario en la síntesis de ácidos biliares (ÁCIDOS Y SALES BIBLIARES) a partir del colesterol.
Transferencia de una parte del hígado o del hígado entero de un humano o animal a otro.
Enzima que cataliza la conversión de L-alanina y 2-oxoglutarato en piruvato y L-glutamato. EC 2.6.1.2.
Enzima de la clase de las transferasas que cataliza la conversión de L-aspartato y 2-cetoglutarato en oxaloacetato y L-glutamato. EC 2.6.1.1.
Incapacidad grave del HÍGADO para realizar sus funciones metabólicas normales, que se manifiesta con ICTERICIA grave y niveles séricos anormales de AMONÍACO, BILIRRUBINA, FOSFATASA ALCALINA, ASPARTATO AMINOYTANSFERASA, LACTATO DESHIDROGENASAS y tasa de albúmina/globulina ( Blakiston's Gould Medical Dictionary, 4th ed).
Agentes, usualmente tópicos, que alivian la picazón (prurito).
Enfermedades de recién nacidos que se presentan al nacer (congénitas) o que se desarrollan durante el primer mes de nacido. No se incluyen las enfermedades hereditarias que no se manifiestan al nacer o durante los primeros 30 días de la vida ni a los errores congénitos del metabolismo. Tanto las ENFERMEDADES HEREDITARIAS y los ERRORES CONGÉNITOS DEL METABOLISMO están disponibles como concepto general.
Esteroide 21-carbono que es convertido de la PREGNENOLONA por el ESTEROIDE 17-ALFA-HIDROXILASA. Es un intermediario en la vía delta-5 d ela biosíntesis de las HORMONAS ESTEROIDES GONADALES y los CORTICOSTEROIDES suprarrenales.
Comunicación anormal entre cualquier órgano del tracto biliar o entre los órganos biliares y otros órganos.
Una de las CEFALOSPORINAS que tienen un amplio espectro de actividad contra microorganismos gram-positivos y gram-negativos.
Toma de muestra y examen patológico de las mismas en forma de pequeños fragmentos de tejido del cuerpo vivo.
Iminoácidos son compuestos orgánicos que contienen un grupo funcional imina (-C=NH-) dentro de su estructura, formando parte de la cadena lateral de un aminoácido, como en la prolina y la hidroxiprolina.
Proteinas de membrana cuya función primaria es facilitar el transporte de moléculas a través de una membrana biológica. En esta amplia categoria se incluyen las proteinas implicadas en el transporte activo (TRANSPORTE BIOLÓGICO ACTIVO), transporte ayudado y CANALES IÓNICOS.
Enfermedades animales que se producen de manera natural o son inducidas experimentalmente, con procesos patológicos bastante similares a los de las enfermedades humanas. Se utilizan como modelos para el estudio de las enfermedades humanas.
Cepa de ratas albinas desrrolladas en el Instituto Wistar que se ha extendido a otras instituciones. Esto ha diluido mucho a la cepa original.

La colestasis es una afección médica en la que se produce una disminución o interrupción del flujo de bilis desde la vesícula biliar y el hígado al intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos que consumimos. Contiene ácidos biliares, colesterol, pigmentos y otras sustancias.

Cuando la salida de bilis se ve obstruida o disminuida, los ácidos biliares pueden acumularse en el hígado, dañándolo e incluso provocando su fallo hepático si no se trata a tiempo. La colestasis también puede causar picazón intensa en la piel (prurito) y un aumento de los niveles de bilirrubina en la sangre, lo que hace que la piel y el blanco de los ojos adquieran un tono amarillento (ictericia).

La colestasis puede ser causada por diversos factores, como enfermedades hepáticas, infecciones, medicamentos, cálculos biliares u otros trastornos que afecten al flujo de bilis. Existen dos tipos principales de colestasis: la colestasis intrahépatica y la colestasis extrahépatica.

La colestasis intrahépatica se produce cuando el problema está dentro del hígado, mientras que la colestasis extrahépatica se debe a una obstrucción fuera del hígado, como un tumor o cálculos biliares. El tratamiento de la colestasis dependerá de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida o cirugía en casos graves.

La colestasis intrahepática es una afección en la que se produce una disminución o bloqueo del flujo de bilis desde la vesícula biliar hasta el intestino delgado, lo que provoca una acumulación de bilirrubina y otros productos de desecho en el hígado. Esta afección puede ser causada por diversas condiciones, como enfermedades hepáticas, medicamentos, infecciones o trastornos genéticos.

Los síntomas de la colestasis intrahepática pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, heces de color claro, prurito (picazón intensa en la piel), fatiga y dolor abdominal. El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre, ecografías y otras pruebas de imagen, así como biopsias hepáticas en algunos casos.

El tratamiento de la colestasis intrahepática depende de la causa subyacente. Puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas y mejorar el flujo de bilis, cambios en la dieta y, en casos graves, trasplante hepático. Es importante recibir atención médica temprana si se sospecha colestasis intrahepática, ya que una detección y tratamiento precoces pueden ayudar a prevenir daños hepáticos irreversibles y mejorar los resultados generales.

La colestasis extrahepática es una afección médica en la que se produce una interrupción o reducción del flujo de bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos y eliminar los desechos del cuerpo. Cuando la bilis no puede fluir correctamente desde el hígado, se acumula en el hígado, lo que puede causar daño hepático y una serie de síntomas.

La colestasis extrahepática puede ser causada por varias afecciones diferentes, incluyendo enfermedades del conducto biliar (como la estenosis o la obstrucción), tumores, quistes o inflamación de los tejidos circundantes. También puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos o procedimientos médicos.

Los síntomas de la colestasis extrahepática pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, heces claras o de color arcilla, prurito (picazón intensa en la piel), dolor abdominal, náuseas y vómitos. El tratamiento de la colestasis extrahepática depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas, procedimientos quirúrgicos para eliminar las obstrucciones o enfermedades del conducto biliar, o terapia de reemplazo hepático en casos graves.

Los colagogos y coleréticos son términos utilizados en medicina para describir sustancias que estimulan la producción y secreción de bilis desde el hígado y su liberación desde la vesícula biliar al intestino delgado.

Los colagogos aumentan la cantidad de bilis secretada por el hígado, mientras que los coleréticos aumentan el volumen y fluidez de la bilis secretada por la vesícula biliar. La bilis es una sustancia amarilla-verdosa producida en el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos durante el proceso de digestión.

Algunos ejemplos de colagogos y coleréticos incluyen:

* Colagogos: café, alcohol, menta, jengibre, diente de león, boldo, artemisa, manzanilla y raíz de angélica.
* Coleréticos: ácido cítrico, vitamina C, fenólicos, taninos y saponinas.

Estas sustancias se utilizan a menudo en la medicina tradicional y alternativa para tratar problemas digestivos como la dispepsia o los trastornos de la vesícula biliar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso excesivo o inadecuado de colagogos y coleréticos puede causar efectos secundarios adversos, como diarrea, cólicos abdominales y náuseas. Por lo tanto, siempre se recomienda consultar a un profesional médico antes de tomar cualquier suplemento o medicamento que contenga colagogos o coleréticos.

El ácido ursodesoxicólico (UDCA) es un ácido biliar natural que se encuentra en pequeñas cantidades en la bilis humana. Se utiliza en medicina como un agente terapéutico para tratar diversas afecciones hepatobiliares, especialmente la cirrosis biliar primaria y la colangitis esclerosante primaria.

La UDCA funciona al disminuir la producción de líquido biliar y reducir la concentración de colesterol en la bilis, lo que puede ayudar a prevenir la formación de cálculos biliares y disolver los que ya están presentes. También tiene propiedades antiinflamatorias y citoprotectoras, lo que significa que puede ayudar a proteger las células del hígado contra daños.

La UDCA generalmente se toma por vía oral en forma de cápsulas o tabletas y su dosis varía dependiendo de la afección tratada. Los efectos secundarios son generalmente leves y pueden incluir diarrea, náuseas y dolores abdominales. En raras ocasiones, se han informado reacciones alérgicas graves.

Como con cualquier medicamento, el ácido ursodesoxicólico debe utilizarse bajo la supervisión de un profesional médico capacitado y autorizado para garantizar su uso seguro y efectivo.

La definición médica de "1-Naftilisotiocianato" es un compuesto químico que se utiliza a veces en experimentos de investigación biomédica. Se trata de un compuesto organosulfurado con la fórmula C10H6NaS, y se puede sintetizar mediante la reacción del naftaleno con tiocianato de sodio.

En el campo de la investigación biomédica, el 1-Naftilisotiocianato a veces se utiliza como un agente químico para modificar selectivamente las proteínas en estudios sobre su estructura y función. Sin embargo, no tiene ningún uso clínico conocido en medicina humana o veterinaria.

Como con cualquier compuesto químico, el 1-Naftilisotiocianato debe manejarse con cuidado para evitar la exposición innecesaria y posibles efectos adversos. Se recomienda seguir las precauciones adecuadas, como usar equipos de protección personal y trabajar en un área bien ventilada, cuando se manipule este compuesto.

Los conductos biliares son tubos que conectan la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado. Su función principal es transportar la bilis, una sustancia producida por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos que se consumen.

Hay dos tipos principales de conductos biliares:

1. El conducto biliar común: Es el conducto más grande y transporta la bilis desde la vesícula biliar y el conducto colédoco hasta el intestino delgado.
2. El conducto colédoco: Es un conducto más pequeño que se une al conducto biliar común y transporta la bilis desde el hígado hasta el conducto biliar común.

La bilis contiene sales biliares, colesterol, fosfolipidos, pigmentos biliares y otras sustancias. Cuando la bilis llega al intestino delgado, las sales biliares ayudan a descomponer las grasas en pequeñas gotitas que pueden ser absorbidas fácilmente por el cuerpo. Los pigmentos biliares dan a las heces su color característico marrón.

Si los conductos biliares se bloquean o se dañan, puede causar problemas de salud como colecistitis (inflamación de la vesícula biliar), coledocolitiasis (piedras en el conducto colédoco), pancreatitis (inflamación del páncreas) o ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).

Los ácidos biliares y las sales biliares son componentes importantes de la bilis, una sustancia digestiva producida por el hígado y almacenada en la vesícula biliar. La bilis se libera en el intestino delgado durante la digestión para ayudar a descomponer las grasas en pequeñas gotitas que puedan ser absorbidas por el cuerpo.

Los ácidos biliares son derivados del colesterol y se producen en el hígado. Se almacenan en la vesícula biliar como sales biliares, que son formas iónicas de los ácidos biliares que se han combinado con sodio, potasio o calcio. Cuando se libera la bilis en el intestino delgado, las sales biliares se convierten de nuevo en ácidos biliares para desempeñar su función digestiva.

Los ácidos biliares ayudan a descomponer las grasas al actuar como emulsionantes, es decir, reducen la tensión superficial entre el agua y las gotitas de grasa, lo que permite que las enzimas lipásicas accedan más fácilmente a las moléculas de grasa y las descompongan en ácidos grasos más pequeños y glicerol.

Después de la digestión, la mayoría de los ácidos biliares se reabsorben en el intestino delgado y vuelven al hígado a través del torrente sanguíneo para su reciclaje. Este proceso se conoce como circulación enterohepática de los ácidos biliares. Algunos ácidos biliares, sin embargo, pueden perderse en las heces y ser reemplazados por la producción de nuevos ácidos biliares en el hígado.

Las sales biliares desempeñan un papel importante en la absorción de las vitaminas liposolubles A, D, E y K, así como en la eliminación de colesterol y otras sustancias no deseadas del cuerpo a través de las heces.

Los trastornos del sistema digestivo, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la cirrosis hepática o la enfermedad celíaca, pueden alterar la composición y el equilibrio de los ácidos biliares y las sales biliares, lo que puede dar lugar a síntomas como diarrea, dolor abdominal, flatulencia y malabsorción de nutrientes.

Los canalículos biliares son pequeños conductos que se encuentran dentro del hígado y desempeñan un papel importante en el sistema biliar. Se forman por la unión de los conductos biliares más pequeños, llamados conductos biliares interlobulares, que drenan la bilis producida por las células hepáticas (hepatocitos).

Estos canalículos biliares se unen para formar los conductos hepáticos derecho e izquierdo. A su vez, estos conductos se fusionan para dar lugar al conducto hepático común, el cual se une con el conducto cístico (que drena la bilis desde la vesícula biliar) para formar el conducto colédoco. El conducto colédoco desemboca en el duodeno, donde la bilis ayuda a la digestión de las grasas.

La bilis es una sustancia amarillenta y espesa que contiene sales biliares, colesterol, fosfolípidos, pigmentos biliares (como la bilirrubina) y otras sustancias. Ayuda a la digestión al neutralizar los ácidos gástricos y emulsionar las grasas en pequeñas gotas, facilitando su absorción en el intestino delgado. Además, la bilis también desempeña un papel importante en la eliminación de desechos, como el exceso de colesterol y pigmentos biliares, del organismo.

La disfunción o enfermedad de los canalículos biliares puede dar lugar a diversas afecciones, como la colestasis (interrupción del flujo de bilis), la cirrosis biliar primaria y el daño hepático. Estas condiciones pueden requerir tratamiento médico y, en algunos casos, intervención quirúrgica.

La bilis es una sustancia digestiva de color amarillo-verdoso, verde o marrón que produce el hígado y almacena en la vesícula biliar. Ayuda a descomponer las grasas y eliminar los desechos del cuerpo durante la digestión. La bilis consiste en agua, sales, fosfolipidos, colesterol y pigmentos biliares (bilirrubina y biliverdina). Cuando se libera de la vesícula biliar en el intestino delgado, la bilis descompone los lípidos en pequeñas gotitas, lo que facilita su absorción. La bilirrubina es un pigmento amarillo-marrón formado a partir de la hemoglobina descompuesta y se elimina del cuerpo a través de las heces después de ser procesada por el hígado.

La bilirrubina es un pigmento amarillo-anaranjado que se produce cuando el hígado descompone la hemoglobina, una proteína presente en los glóbulos rojos viejos o dañados. Existen dos tipos principales de bilirrubina: indirecta (no conjugada) y directa (conjugada).

La bilirrubina indirecta es la forma no conjugada que se encuentra en la sangre, unida a la albúmina. Cuando esta bilirrubina llega al hígado, se convierte en bilirrubina directa o conjugada mediante un proceso de conjugación con ácidos biliares. La bilirrubina directa es soluble en agua y, por lo tanto, puede excretarse a través de la bilis hacia el intestino delgado.

En condiciones normales, los niveles séricos de bilirrubina total suelen ser inferiores a 1 mg/dL (17,1 µmol/L). Los valores elevados de bilirrubina pueden indicar diversas afecciones hepáticas o biliares, como ictericia, hepatitis, cirrosis, insuficiencia hepática o colestasis.

La ictericia es una afección que se caracteriza por un aumento de los niveles de bilirrubina en la sangre y la piel, lo que provoca un color amarillento en la piel y las membranas mucosas. La ictericia puede ser causada por diversas condiciones, como trastornos hepáticos, infecciones, obstrucción de los conductos biliares o hemólisis (destrucción excesiva de glóbulos rojos).

En resumen, la bilirrubina es un pigmento amarillo-anaranjado que se produce cuando el hígado descompone la hemoglobina. Los niveles elevados de bilirrubina pueden indicar diversas afecciones hepáticas o biliares y provocar ictericia, una condición que se caracteriza por un color amarillento en la piel y las membranas mucosas.

La atresia biliar es una afección congénita en la que los conductos biliares, que transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado, están ausentes o malformados y no funcionan correctamente. La bilis es necesaria para ayudar a digerir las grasas y eliminar los desechos del cuerpo. Cuando los conductos biliares están obstruidos o dañados, la bilis se acumula en el hígado, lo que puede causar daño hepático y eventualmente falla hepática.

La atresia biliar puede presentarse de varias formas, pero las más comunes son la atresia biliar intrahepática y la extrahepática. En la atresia biliar intrahepática, los conductos biliares dentro del hígado están ausentes o dañados, mientras que en la atresia biliar extrahepática, los conductos biliares fuera del hígado están afectados.

Los síntomas de la atresia biliar suelen aparecer en las primeras semanas de vida y pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), heces pálidas o arcillosas, orina oscura, falta de apetito y pérdida de peso. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen como ecografías o estudios más especializados como la colangiorresonancia magnética (CRM).

El tratamiento para la atresia biliar suele requerir una cirugía para crear una conexión entre el hígado y el intestino delgado, lo que permite que la bilis fluya normalmente. En algunos casos, se puede realizar un trasplante de hígado si el daño hepático es grave o no responde al tratamiento quirúrgico. La atresia biliar requiere un seguimiento y tratamiento continuo para prevenir complicaciones y garantizar una buena calidad de vida.

El hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo humano, localizado en la parte superior derecha del abdomen, debajo del diafragma y por encima del estómago. Pesa aproximadamente 1,5 kilogramos y desempeña más de 500 funciones vitales para el organismo. Desde un punto de vista médico, algunas de las funciones principales del hígado son:

1. Metabolismo: El hígado desempeña un papel crucial en el metabolismo de proteínas, lípidos y carbohidratos. Ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre, produce glucógeno para almacenar energía, sintetiza colesterol y ácidos biliares, participa en la descomposición de las hormonas y produce proteínas importantes como las albúminas y los factores de coagulación.

2. Desintoxicación: El hígado elimina toxinas y desechos del cuerpo, incluyendo drogas, alcohol, medicamentos y sustancias químicas presentes en el medio ambiente. También ayuda a neutralizar los radicales libres y previene el daño celular.

3. Almacenamiento: El hígado almacena glucógeno, vitaminas (como A, D, E, K y B12) y minerales (como hierro y cobre), que pueden ser liberados cuando el cuerpo los necesita.

4. Síntesis de bilis: El hígado produce bilis, una sustancia amarilla o verde que ayuda a descomponer las grasas en pequeñas gotas durante la digestión. La bilis se almacena en la vesícula biliar y se libera al intestino delgado cuando se consume alimentos ricos en grasas.

5. Inmunidad: El hígado contiene células inmunitarias que ayudan a combatir infecciones y enfermedades. También produce proteínas importantes para la coagulación sanguínea, como el factor VIII y el fibrinógeno.

6. Regulación hormonal: El hígado desempeña un papel importante en la regulación de los niveles hormonales, metabolizando y eliminando las hormonas excesivas o inactivas.

7. Sangre: El hígado produce aproximadamente el 50% del volumen total de plasma sanguíneo y ayuda a mantener la presión arterial y el flujo sanguíneo adecuados en todo el cuerpo.

El prurito, también conocido como picazón, es un síntoma médico que se describe como una sensación irritante y persistentemente incómoda en la piel que provoca la necesidad de rascarse. Puede variar en intensidad desde leve a intenso y grave. El prurito puede ser localizado en un área específica del cuerpo o generalizado, involucrando grandes extensiones de piel.

Las causas del prurito son diversas y pueden incluir condiciones cutáneas (como dermatitis, eczema, psoriasis), enfermedades sistémicas (como diabetes, insuficiencia renal, enfermedad hepática), reacciones a medicamentos, infecciones (como candidiasis, varicela), picaduras de insectos, reacciones alérgicas y trastornos neurológicos o psiquiátricos.

El tratamiento del prurito depende de la causa subyacente. Puede incluir cremas o ungüentos tópicos, antihistamínicos orales, corticosteroides sistémicos, fototerapia y medidas para evitar los factores desencadenantes. Es importante buscar atención médica si el prurito es persistente, intenso o acompañado de otros síntomas inexplicables.

Las glicoproteínas P, también conocidas como GP-P, son un tipo de proteínas transmembrana que se encuentran en la membrana plasmática de las células endoteliales de los vasos sanguíneos. Están compuestas por una región hidrofóbica interior incrustada en la membrana y una región hidrofílica exterior que sobresale hacia el lumen del vaso sanguíneo.

Las glicoproteínas P desempeñan un papel importante en el sistema de eliminación de fármacos del cuerpo, ya que son capaces de unir y transportar diversas moléculas lipofílicas, incluyendo fármacos y toxinas. Esto les permite impedir que los fármacos entren en las células y se distribuyan a través del cuerpo, lo que reduce su efectividad terapéutica y aumenta su eliminación.

Las glicoproteínas P son polimorfas, lo que significa que existen diferentes variantes de estas proteínas en la población. Las variaciones en la secuencia de aminoácidos de las glicoproteínas P pueden afectar su capacidad para unir y transportar fármacos, lo que puede dar lugar a diferencias individuales en la respuesta a los medicamentos.

La expresión de las glicoproteínas P puede verse afectada por diversos factores, como la edad, el sexo, la enfermedad y la exposición a determinados fármacos o toxinas. Por lo tanto, es importante tener en cuenta la variabilidad de las glicoproteínas P al prescribir y administrar medicamentos para garantizar su eficacia y seguridad.

La ictericia neonatal, también conocida como ictericia del recién nacido, es una afección médica que se caracteriza por la presencia de un tinte amarillento en la piel y los ojos del bebé. Esta coloración es causada por un aumento de los niveles de bilirrubina, un pigmento amarillo resultante del metabolismo normal de la hemoglobina (la proteína que transporta oxígeno en los glóbulos rojos).

La ictericia neonatal se divide generalmente en dos tipos: fisiológica e patológica. La ictericia fisiológica es común y ocurre en aproximadamente el 60% de los bebés a término y en más del 80% de los prematuros. Por lo general, se desarrolla entre el segundo y cuarto día después del nacimiento y desaparece por sí sola en una o dos semanas sin tratamiento. Se cree que es el resultado de la incapacidad inicial del hígado del recién nacido para eliminar eficazmente la bilirrubina.

Por otro lado, la ictericia patológica se produce cuando hay una causa subyacente que provoca un aumento anormal de los niveles de bilirrubina. Algunas de estas causas pueden incluir incompatibilidad sanguínea entre la madre y el feto, infecciones, trastornos hemorrágicos o enfermedades hepáticas. La ictericia patológica puede ser más grave y requerir tratamiento, ya que niveles elevados de bilirrubina pueden acumularse en el cerebro y causar daño (enfermedad hemolítica del recién nacido o kernicterus).

El diagnóstico de la ictericia neonatal generalmente se realiza mediante un examen físico y análisis de sangre para medir los niveles de bilirrubina. El tratamiento depende de la gravedad de la afección y puede incluir fototerapia (exposición a luz especial) o, en casos más graves, intercambio de sangre o medicamentos. La prevención se centra en el seguimiento y detección temprana de los factores de riesgo y las causas subyacentes, así como en la provisión de atención adecuada durante el embarazo y el parto.

Las pruebas de función hepática (PFT) son análisis de sangre que se utilizan para evaluar la salud y el funcionamiento general del hígado. Estos exámenes miden diferentes sustancias en la sangre, como enzimas, proteínas y desechos, que pueden indicar si hay algún daño o disfunción en el hígado.

Algunas de las pruebas más comunes que se incluyen en un panel de PFT son:

1. Alanina aminotransferasa (ALT): Esta enzima se encuentra principalmente en el hígado y puede aumentar en niveles si hay inflamación o daño en el tejido hepático.

2. Aspartato aminotransferasa (AST): Esta enzima también se encuentra en el hígado, así como en otros órganos como el corazón y los músculos. Los niveles altos de AST pueden indicar daño en cualquiera de estos tejidos.

3. Bilirrubina: La bilirrubina es un pigmento amarillo que se produce cuando el hígado descompone la hemoglobina de los glóbulos rojos viejos. Los niveles altos de bilirrubina pueden indicar problemas con la capacidad del hígado para procesarla, lo que puede causar ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).

4. Albumina: La albumina es una proteína producida por el hígado. Los niveles bajos de albumina pueden indicar problemas con la capacidad del hígado para sintetizar proteínas.

5. Fósforo alcalino (ALP): La ALP es una enzima que se encuentra en varios tejidos, incluyendo el hígado. Los niveles altos de ALP pueden indicar problemas con el flujo biliar o enfermedad hepática.

6. Gamma-glutamil transferasa (GGT): La GGT es una enzima que se encuentra en varios tejidos, incluyendo el hígado. Los niveles altos de GGT pueden indicar problemas con el flujo biliar o enfermedad hepática.

Un análisis de sangre de función hepática puede ayudar a diagnosticar y monitorizar diversas afecciones hepáticas, como la hepatitis, la cirrosis y la insuficiencia hepática. Los resultados deben interpretarse junto con los síntomas clínicos y otros exámenes complementarios para establecer un diagnóstico preciso.

El ácido tauroquenodesoxicólico es una forma conjugada del ácido quenodesoxicólico, que es un ácido biliares secundario producido en el intestino por la acción de las bacterias sobre los ácidos biliares primarios. El ácido tauroquenodesoxicólico se forma cuando el ácido quenodesoxicólico se combina con la taurina, un aminoácido sulfúrico.

Los ácidos biliares son esteroides que desempeñan un papel importante en la digestión y absorción de las grasas y las vitaminas liposolubles en el intestino delgado. Después de su liberación desde el hígado en la bilis, los ácidos biliares se absorben en el intestino delgado y se recirculan al hígado a través del sistema portal venoso.

El ácido tauroquenodesoxicólico es uno de los muchos ácidos biliares que se producen en el cuerpo humano. Aunque no se conoce una función específica para este ácido biliar, desempeña un papel importante en la digestión y absorción de las grasas y las vitaminas liposolubles.

En resumen, el ácido tauroquenodesoxicólico es un ácido biliar secundario conjugado con taurina que se produce en el intestino y desempeña un papel importante en la digestión y absorción de las grasas y las vitaminas liposolubles.

La ligadura es un procedimiento quirúrgico en el que se atan o cortan los vasos sanguíneos o los conductos glandulares para detener el flujo de fluidos o para bloquear una vía de circulación. También se puede utilizar para fijar órganos en su lugar. En el campo de la ginecología y planificación familiar, la ligadura de trompas es un método permanente de esterilización femenina que consiste en cortar, cauterizar, o bloquear las trompas de Falopio para prevenir los óvulos fecundados de viajar desde los ovarios hacia el útero.

Es importante mencionar que la ligadura de trompas es una decisión médica importante y permanente, y se requiere el consentimiento informado del paciente antes de llevar a cabo este procedimiento.

La cirrosis hepática biliar, también conocida como cirrosis biliar primaria, es una enfermedad hepática crónica y progresiva que da lugar a la formación de tejido cicatricial (fibrosis) y la destrucción de las células hepáticas (hepatocitos). A diferencia de otras formas de cirrosis, esta condición se caracteriza por una destrucción selectiva de los conductos biliares pequeños en el hígado, lo que lleva a la acumulación de bilis y la inflamación crónica.

La causa exacta de la cirrosis hepática biliar es desconocida, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos y ambientales. Algunos estudios sugieren que ciertos genes pueden hacer a las personas más susceptibles a la enfermedad, mientras que otros factores, como infecciones virales o exposición a tóxicos, pueden desencadenar su aparición.

Los síntomas de la cirrosis hepática biliar pueden variar ampliamente y dependen del grado de daño hepático. Al principio, los pacientes pueden experimentar fatiga, picazón en la piel, dolor abdominal y coloración oscura de la orina. A medida que la enfermedad avanza, pueden desarrollarse complicaciones más graves, como ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), ascitis (acumulación de líquido en el abdomen), encefalopatía hepática (daño cerebral causado por la acumulación de toxinas) y aumento del riesgo de infecciones y cáncer de hígado.

El diagnóstico de cirrosis hepática biliar se basa en una combinación de historial clínico, examen físico, análisis de sangre y estudios de imagen, como ecografías o biopsias hepáticas. El tratamiento suele ser sintomático y dirigido a prevenir complicaciones y ralentizar la progresión de la enfermedad. Puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas, como antihistamínicos para la picazón o laxantes para la encefalopatía hepática, así como cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable y la abstención del alcohol. En algunos casos, se pueden considerar tratamientos más agresivos, como trasplante de hígado.

El ácido litocolico es un ácido biliar secundario que se produce en el intestino delgado como resultado de la descomposición bacteriana del ácido colico, una sustancia producida por el hígado. Este ácido se absorbe luego en el torrente sanguíneo y se excreta a través de la bilis en el intestino delgado.

El ácido litocolico tiene propiedades antibacterianas y puede ayudar a prevenir el crecimiento excesivo de bacterias dañinas en el intestino. También desempeña un papel importante en la absorción de grasas y vitaminas liposolubles en el cuerpo.

En algunos casos, se ha observado que los niveles elevados de ácido litocolico están asociados con afecciones intestinales inflamatorias, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender plenamente su papel en el desarrollo y la progresión de estas enfermedades.

La ictericia obstructiva es un tipo de ictericia (coloración amarillenta de la piel, mucosas y conjuntivas) que ocurre como resultado de una obstrucción en el flujo de bilis desde la vesícula biliar o los conductos biliares hacia el intestino delgado. La bilis contiene pigmentos como la bilirrubina, que se convierte en ictericia cuando se acumula en la sangre.

La causa más común de ictericia obstructiva es un cálculo biliar (piedra en la vesícula biliar) que obstruye el conducto biliar común. Otras causas pueden incluir tumores, inflamación o estenosis (estrechamiento) de los conductos biliares.

Los síntomas adicionales de ictericia obstructiva pueden incluir dolor abdominal, orina oscura, heces pálidas o arcillosas, picazón en la piel y pérdida de apetito. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio y estudios de imágenes, como ecografías o tomografías computarizadas. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir cirugía para eliminar la obstrucción.

Las hepatopatías se refieren a enfermedades o trastornos del hígado. Este término general abarca un amplio espectro de condiciones que pueden causar inflamación, daño o disfunción hepática. Esto puede incluir enfermedades infecciosas como la hepatitis viral, enfermedades metabólicas como la enfermedad de Wilson o la hemocromatosis, enfermedades inmunitarias como la cirrosis biliar primaria, y enfermedades tóxicas causadas por el consumo excesivo de alcohol o exposición a ciertos medicamentos o toxinas. Los síntomas pueden variar desde leves hasta graves e incluyen fatiga, ictericia, dolor abdominal, náuseas, vómitos y cambios en la función cognitiva. El tratamiento depende de la causa subyacente de la afección hepática.

La ictericia es un síntoma médico que se caracteriza por el enrojecimiento amarillento de la piel, las membranas mucosas y la esclerótica (la parte blanca del ojo). Esta coloración anormal se debe a la acumulación de bilirrubina, un subproducto de la descomposición natural de los glóbulos rojos. La bilirrubina normalmente se procesa en el hígado y se elimina del cuerpo a través de las heces. Sin embargo, cuando hay una interrupción en este proceso, ya sea por un problema con la producción o excreción de bilirrubina, los niveles de esta sustancia en la sangre aumentan, causando ictericia.

Existen diversas causas de ictericia, entre las que se incluyen:

1. Hepatitis: una inflamación del hígado que puede ser causada por varios virus o por intoxicación con sustancias tóxicas.
2. Cirrosis: una cicatrización y endurecimiento progresivo del tejido hepático, generalmente como resultado del consumo excesivo de alcohol o de infecciones crónicas.
3. Colestasis: un bloqueo en los conductos biliares que impide el flujo normal de bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. Esto puede ser causado por cálculos biliares, tumores o inflamación de los conductos biliares.
4. Hemólisis: un aumento en la destrucción de glóbulos rojos, lo que lleva a niveles elevados de bilirrubina no conjugada en la sangre. Esto puede ser causado por diversas condiciones, como anemia hemolítica, reacciones transfusionales adversas o enfermedades hemorrágicas.
5. Infecciones: algunas infecciones bacterianas o parasitarias pueden provocar ictericia, especialmente cuando afectan al hígado o a los conductos biliares.
6. Medicamentos: ciertos fármacos pueden causar daño hepático o colestasis, lo que resulta en ictericia. Algunos ejemplos incluyen antibióticos, anticonvulsivantes y medicamentos contra el cáncer.
7. Otras causas: determinadas enfermedades raras, como la hepatitis autoinmune o la deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD), también pueden provocar ictericia.

Es importante buscar atención médica si se presenta ictericia para determinar la causa subyacente y recibir un tratamiento adecuado.

Los conductos biliares intrahepáticos son pequeños tubos dentro del hígado que recolectan la bilis, un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos. Estos conductos se unen para formar los conductos hepáticos derecho e izquierdo más grandes, los cuales luego se combinan para formar el conducto biliar común. La bilis fluye entonces a través del conducto biliar común y el duodeno (la primera parte del intestino delgado) donde ayuda en la digestión de las grasas. Los problemas con los conductos biliares intrahepáticos pueden causar ictericia, dolor abdominal y otros síntomas relacionados con la enfermedad del hígado o vías biliares.

El sistema biliar es un sistema excretor en el cuerpo humano que desempeña un papel crucial en la digestión de las grasas. Se compone del hígado, los conductos hepáticos, la vesícula biliar y los conductos biliares.

El hígado produce la bilis, una sustancia fluida amarillenta o verde que contiene agua, sales, pigmentos, colesterol y ácidos biliares. La bilis ayuda a descomponer las grasas en pequeñas gotitas llamadas micelas, lo que facilita su absorción en el intestino delgado.

Los conductos hepáticos son tubos diminutos que transportan la bilis desde los lóbulos del hígado hasta la vesícula biliar, donde se almacena y concentra antes de ser liberada en el intestino delgado. La vesícula biliar es un pequeño saco muscular situado justo debajo del hígado.

Los conductos biliares son tubos que conectan la vesícula biliar y los conductos hepáticos con el duodeno, la primera parte del intestino delgado. Cuando comemos alimentos ricos en grasas, la vesícula biliar se contrae y libera la bilis alintestino delgado a través de estos conductos, donde ayuda a descomponer las grasas para su absorción.

El etinilestradiol es un compuesto sintético que se utiliza principalmente en los métodos anticonceptivos hormonales. Es un tipo de estrógeno, una hormona sexual femenina, y funciona al engañar al cuerpo para que piense que ya hay suficientes niveles de estrógeno, lo que inhibe la ovulación (la liberación de un óvulo por el ovario).

Este fármaco también altera el moco cervical para hacerlo más espeso e inhóspito para los espermatozoides, y cambia la superficie del útero para que sea menos probable que un óvulo fecundado se adhiera a ella (implantación).

El etinilestradiol se utiliza en pastillas anticonceptivas combinadas, parches y anillos vaginales. También se puede usar en terapias de reemplazo hormonal para tratar los síntomas de la menopausia. Sin embargo, su uso en el tratamiento de la menopausia ha disminuido debido al aumento del riesgo de efectos secundarios graves, como coágulos sanguíneos y ataques cardíacos.

Los posibles efectos secundarios del etinilestradiol incluyen náuseas, vómitos, dolor de cabeza, cambios de humor, aumento de peso, sensibilidad en los senos y menstruaciones irregulares. Los usuarios también pueden tener un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de mama o de cuello uterino, aunque este riesgo generalmente disminuye una vez que se interrumpe el uso del medicamento.

El ácido cólico es una sustancia química natural que se produce en el cuerpo humano. Se trata de un ácido graso de cadena corta que se forma durante el proceso digestivo en el intestino delgado. Bajo condiciones normales, el ácido cólico se absorbe fácilmente en la sangre y no causa problemas.

Sin embargo, en algunas situaciones, como en la enfermedad inflamatoria intestinal o después de una cirugía abdominal, la producción de ácido cólico puede aumentar significativamente y superar la capacidad del cuerpo para absorberlo. Cuando esto sucede, el ácido cólico puede acumularse en el intestino y causar calambres abdominales intensos, distensión abdominal, diarrea con heces líquidas y, a veces, fiebre.

La presencia de dolor abdominal severo y repentino, junto con otros síntomas como náuseas, vómitos o cambios en los hábitos intestinales, pueden ser indicativos de un exceso de ácido cólico en el intestino. En estos casos, es importante buscar atención médica inmediata para recibir un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones graves.

Las complicaciones del embarazo se refieren a condiciones o situaciones que surgen durante el proceso de gestación y que pueden poner en riesgo la salud de la madre, del feto o de ambos. Estas complicaciones pueden ser leves o graves, y algunas pueden requerir atención médica inmediata o incluso hospitalización.

Algunas de las complicaciones más comunes del embarazo incluyen:

1. Preeclampsia: una afección que se caracteriza por la presencia de hipertensión arterial y proteinuria (proteínas en la orina) después de la semana 20 de gestación. Si no se trata a tiempo, puede causar complicaciones graves como convulsiones o insuficiencia renal.

2. Diabetes gestacional: un tipo de diabetes que se desarrolla durante el embarazo y que generalmente desaparece después del parto. Si no se controla adecuadamente, puede aumentar el riesgo de complicaciones como macrosomía fetal (bebé grande), parto prematuro o hipoglucemia neonatal (glucosa baja en la sangre del recién nacido).

3. Parto prematuro: cuando el parto ocurre antes de las 37 semanas de gestación. Los bebés prematuros pueden tener problemas de salud graves, como dificultad para respirar, infecciones y problemas neurológicos.

4. Bebé de bajo peso al nacer: cuando el bebé pesa menos de 5 libras y 8 onzas (2500 gramos) al nacer. Los bebés con bajo peso al nacer pueden tener problemas de salud graves, como dificultad para regular su temperatura corporal, infecciones y problemas respiratorios.

5. Placenta previa: una afección en la que la placenta se implanta demasiado cerca o sobre el cuello uterino. Esto puede causar sangrado durante el embarazo y aumentar el riesgo de parto prematuro.

6. Desprendimiento de placenta: cuando la placenta se separa parcial o completamente del útero antes del nacimiento del bebé. Esto puede causar sangrado severo y disminuir el suministro de oxígeno y nutrientes al feto.

7. Preeclampsia: una afección que se produce después de la semana 20 del embarazo y que se caracteriza por presión arterial alta y daño renal o hepático. La preeclampsia puede ser grave y aumentar el riesgo de complicaciones como parto prematuro, hemorragia posparto y muerte fetal.

8. Infecciones durante el embarazo: las infecciones durante el embarazo pueden causar complicaciones graves, como aborto espontáneo, parto prematuro o bebés con bajo peso al nacer. Algunas infecciones comunes durante el embarazo incluyen la toxoplasmosis, la listeriosis y la rubéola.

9. Anomalías congénitas: las anomalías congénitas son defectos de nacimiento que ocurren antes del nacimiento. Algunas anomalías congénitas comunes incluyen el labio leporino, la paladar hendido y los defectos cardíacos congénitos.

10. Parto prematuro: el parto prematuro es cuando un bebé nace antes de las 37 semanas de gestación. Los bebés prematuros pueden tener problemas de salud graves, como dificultad para respirar, infecciones y problemas de desarrollo del cerebro.

El síndrome de Alagille es una condición genética hereditaria que afecta a varios sistemas del cuerpo. Se caracteriza por una combinación de anomalías cardíacas, defectos en el hígado, ojos, cara y esqueleto. La característica más distintiva es la estenosis (apretamiento) o atrésia (obstrucción completa) de las arterias pulmonares que se conectan a la aorta, conocida como estenosis valvular pulmonar o tetralogía de Fallot.

Otros síntomas pueden incluir:

1. Anomalías en el hígado: La vesícula biliar suele faltar y los conductos biliares intrahepáticos son escasos o ausentes, lo que puede conducir a daño hepático y/o ictericia.

2. Características faciales distintivas: Los pacientes pueden tener una frente prominente, ojos profundamente colocados, punta de la nariz ancha y cejas prominentes y separadas.

3. Anomalías oculares: Pueden presentarse anomalías en el iris (coloboma) o en la parte posterior del ojo (retinopatía pigmentaria).

4. Anomalías esqueléticas: Se pueden observar vértebras anormales, costillas adicionales o rizadas, y anomalías en el tórax y la pelvis.

5. Riñones anormales: Algunos pacientes pueden tener riñones con cicatrices, quistes o displasia renal.

6. Desarrollo del lenguaje retrasado y dificultades de aprendizaje.

El síndrome de Alagille es causado por mutaciones en el gen JAG1 en la mayoría de los casos, aunque también se han identificado mutaciones en el gen NOTCH2 como causa del síndrome. Se hereda de forma autosómica dominante, lo que significa que una copia del gen anormal heredada de un progenitor es suficiente para causar la enfermedad. Sin embargo, aproximadamente el 30% de los casos son debidos a nuevas mutaciones y no tienen antecedentes familiares de la enfermedad. El tratamiento es sintomático y multidisciplinario, ya que los pacientes pueden presentar una amplia gama de manifestaciones clínicas.

Los hepatocitos son las células parenquimales más abundantes y funcionalmente importantes en el hígado. Constituyen alrededor del 80% del volumen total del hígado y desempeñan un papel crucial en la homeostasis metabólica, la síntesis de proteínas, el almacenamiento de glucógeno y lípidos, la detoxificación de xenobióticos y la biotransformación de fármacos. Los hepatocitos tienen una estructura polarizada con una membrana basal que los une a la matriz extracelular y una membrana lateral que limita con los espacios sinérgidos y las uniones tight junctions, formando la barrera de la sangre-hepatocito. Además, presentan numerosos orgánulos intracelulares involucrados en diversas vías metabólicas, como mitocondrias, retículo endoplásmico rugoso y liso, aparato de Golgi y lisosomas. Las alteraciones estructurales o funcionales de los hepatocitos pueden dar lugar a diversas enfermedades hepáticas, como la esteatosis, la hepatitis y la cirrosis.

La palabra "Coleus" se refiere a un género de plantas pertenecientes a la familia Lamiaceae, anteriormente clasificadas en la familia Labiatae. Estas plantas son originarias de regiones tropicales y subtropicales de África, Asia y Australia. Algunas especies de Coleus son populares como plantas ornamentales debido a sus hojas coloridas y variadas.

No se encontró ninguna definición médica específica para "Coleus", ya que no es un término médico habitual. En cambio, el término se utiliza más comúnmente en contextos botánicos o de jardinería. Si experimenta algún problema de salud relacionado con una planta de Coleus u otra exposición, debe consultar a un profesional médico para obtener un diagnóstico y tratamiento apropiados.

En la medicina y la bioquímica, las "transportadoras de casetes de unión a ATP" se refieren a un tipo específico de proteínas transportadoras que participan en el proceso de transporte activo de diversas moléculas a través de membranas celulares.

Estas proteínas transportadoras utilizan la energía liberada por la hidrólisis de ATP (trifosfato de adenosina) para mover moléculas contra su gradiente de concentración, lo que permite que las células mantengan un gradiente de concentración a través de sus membranas y regulen así el intercambio de sustancias con el medio externo.

Las transportadoras de casetes de unión a ATP son comunes en bacterias, mitocondrias y cloroplastos, donde desempeñan un papel crucial en la síntesis y el transporte de aminoácidos, nucleótidos, azúcares y otras moléculas esenciales para el metabolismo celular.

El mecanismo de acción de estas proteínas implica la unión de ATP a un sitio específico en la proteína transportadora, seguida de su hidrólisis en ADP (difosfato de adenosina) y fosfato inorgánico. La energía liberada por esta reacción se utiliza para mover la molécula objetivo a través de la membrana, después de lo cual la proteína transportadora vuelve a su estado original y está lista para otro ciclo de transporte.

En resumen, las "transportadoras de casetes de unión a ATP" son proteínas transportadoras que utilizan la energía liberada por la hidrólisis de ATP para mover moléculas contra su gradiente de concentración y desempeñar un papel crucial en el metabolismo celular.

El conducto colédoco es un término médico que se refiere al tubo que transporta la bilis desde el hígado y la vesícula biliar hacia el intestino delgado. La bilis es una sustancia producida por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos que se ingieren.

El conducto colédoco se forma por la unión de dos conductos más pequeños: el conducto hepático común, que drena la bilis producida por el hígado, y el conducto cístico, que drena la bilis almacenada en la vesícula biliar. Después de la unión, el conducto colédoco se une con el conducto pancreático, que drena las enzimas digestivas producidas por el páncreas, antes de desembocar en el duodeno, la primera parte del intestino delgado.

La anormalidad o enfermedad del conducto colédoco puede causar problemas de salud graves, como ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), dolor abdominal, náuseas y vómitos. Algunas de las afecciones que pueden afectar al conducto colédoco incluyen cálculos biliares, inflamación del páncreas (pancreatitis), infección y cáncer.

La colangitis es una afección médica que se caracteriza por la inflamación de los conductos biliares, que son los pequeños tubos dentro y alrededor del hígado que transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos para que puedan ser absorbidos más fácilmente.

La colangitis puede ocurrir como resultado de una infección, una lesión o una obstrucción en los conductos biliares. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos. El tratamiento depende de la causa subyacente de la afección y puede incluir antibióticos para tratar una infección o procedimientos quirúrgicos para eliminar una obstrucción.

Existen diferentes tipos de colangitis, incluyendo:

* Colangitis aguda: se refiere a la inflamación repentina y grave de los conductos biliares. Puede ser causada por una infección o una obstrucción en los conductos biliares. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal intenso, fiebre alta, escalofríos y confusión.
* Colangitis crónica: se refiere a la inflamación prolongada de los conductos biliares. Puede ser causada por una enfermedad subyacente como la cirrosis o la pancreatitis crónica. Los síntomas pueden incluir picazón en la piel, fatiga y coloración oscura de la orina o las heces.
* Colangitis esclerosante primaria: es una enfermedad rara que causa cicatrización y endurecimiento de los conductos biliares. Los síntomas pueden incluir picazón en la piel, fatiga, coloración oscura de la orina o las heces y dolor abdominal.
* Colangitis supurativa: es una complicación grave de la colangitis aguda que puede causar fiebre alta, escalofríos, confusión y shock séptico. Requiere tratamiento inmediato en un hospital.

La citrulinemia es una enfermedad metabólica rara y hereditaria, específicamente un trastorno del ciclo de la urea. Esta afección se caracteriza por altos niveles de citrulina en la sangre y orina. La citrulinemia es causada por una deficiencia de la enzima argininosuccinato sintetasa, que desempeña un papel clave en el ciclo de la urea, un proceso metabólico que ayuda a eliminar el amoníaco del organismo.

Existen dos tipos principales de citrulinemia: tipo I y tipo II. El tipo I es más común y generalmente se presenta en los primeros días o semanas de vida con síntomas como letargo, hipotonía (bajo tono muscular), vómitos, convulsiones, hiperamonemia (altos niveles de amoníaco en la sangre) y coma. El tipo II suele presentarse en la infancia o en la edad adulta y puede causar problemas neurológicos progresivos, retraso del desarrollo, convulsiones y crisis hiperamonémicas.

El diagnóstico de citrulinemia se realiza mediante análisis de sangre y orina para medir los niveles de citrulina y otros metabolitos. El tratamiento puede incluir una dieta baja en proteínas, suplementos de arginina, hemodiálisis o trasplante de hígado. La detección y el tratamiento precoces son importantes para prevenir complicaciones graves y mejorar el pronóstico a largo plazo.

La Hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser causada por varios factores, entre los que se incluyen diversos tipos de virus (Hepatitis A, B, C, D y E), alcohol, drogas, toxinas y otras enfermedades. Puede presentarse con síntomas como fatiga, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura, heces claras, dolor abdominal y pérdida de apetito. Algunos tipos de Hepatitis pueden convertirse en enfermedades crónicas y provocar complicaciones graves, como cirrosis o cáncer de hígado. La prevención y el tratamiento dependen del tipo específico de Hepatitis.

Los Transportadores de Anión Orgánico (OAT, por sus siglas en inglés) son un tipo de proteínas transportadoras que se encuentran en la membrana celular y su función principal es la de facilitar el movimiento de aniones orgánicos a través de las membranas. Los aniones orgánicos incluyen una variedad de moléculas, como ácidos dicarboxílicos, ácidos hipúricos, ácidos biliarés y algunos fármacos.

Este tipo de transportadores desempeñan un papel crucial en la excreción y detoxificación de los fármacos y otros xenobióticos en el riñón, así como en la absorción y distribución de los aniones orgánicos en todo el cuerpo. Las mutaciones en los genes que codifican para estos transportadores pueden dar lugar a diversas enfermedades, incluyendo trastornos renales y neurológicos, así como una disminución de la eficacia de algunos fármacos.

Existen varios tipos diferentes de transportadores de anión orgánico, cada uno con su propia especificidad de sustrato y distribución tisular. Algunos de los más estudiados incluyen el OAT1, OAT2, OAT3 y OAT4, que se encuentran principalmente en el riñón, mientras que otros, como el OATP1A2 y OATP1B1, se localizan predominantemente en el hígado.

La hiperbilirrubinemia es un trastorno médico que se caracteriza por niveles elevados de bilirrubina en la sangre. La bilirrubina es un subproducto de la descomposición natural de los glóbulos rojos en el cuerpo. Normalmente, la bilirrubina se une a una proteína en el hígado llamada albumina y luego se elimina del cuerpo a través de la bilis en el intestino.

Sin embargo, cuando hay un exceso de bilirubina en el torrente sanguíneo, los niveles pueden aumentar, lo que lleva a la hiperbilirrubinemia. Esto puede ocurrir como resultado de una serie de condiciones médicas, incluyendo enfermedades hepáticas (como hepatitis o cirrosis), trastornos hemolíticos (que causan un aumento en la destrucción de glóbulos rojos) y obstrucciones en los conductos biliares que impiden que la bilis fluya normalmente desde el hígado al intestino.

Los síntomas de la hiperbilirrubinemia pueden variar dependiendo de la causa subyacente, pero a menudo incluyen ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), orina oscura y heces pálidas. El tratamiento de la hiperbilirrubinemia depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida o incluso cirugía en casos graves.

El ácido taurocólico es un ácido biliar secundario que se forma en el intestino cuando la bacteria descompone el ácido cólico. No se produce naturalmente en el cuerpo humano, pero puede encontrarse en suero o plasma después de la ingestión de sales biliares. Tiene un papel en la absorción de grasas y vitaminas liposolubles en el intestino delgado. En medicina, a veces se utiliza como un agente de contraste en estudios radiológicos para evaluar la función gastrointestinal.

Los Transportadores de Anión Orgánico Sodio-Dependientes (OAT, por sus siglas en inglés) son un tipo de proteínas transportadoras que se encuentran en la membrana celular y están involucradas en el movimiento de aniones orgánicos a través de las membranas. Estos transportadores requieren sodio para su funcionamiento, lo que significa que el transporte de aniones orgánicos ocurre junto con el transporte de sodio.

Los aniones orgánicos que son transportados por estas proteínas incluyen ácidos orgánicos débiles como ácido hipúrico, ácido oxálico, ácido fórmico y algunos fármacos como la probenecid, penicilina y cefalosporinas. La actividad de los transportadores OAT es importante en la excreción renal de drogas y metabolitos, así como en el equilibrio ácido-base del organismo.

Las mutaciones en los genes que codifican para estos transportadores pueden llevar a trastornos en el transporte de aniones orgánicos, lo que puede resultar en diversas enfermedades renales y neurológicas. Por lo tanto, la comprensión de la estructura, función y regulación de los transportadores OAT es importante para el desarrollo de nuevas terapias para tratar enfermedades relacionadas con estos transportadores.

La lipoproteína X (LpX) es un tipo de lipoproteína que se encuentra en el plasma sanguíneo y está asociada con la enfermedad hepática grave, particularmente con la colestasis intrahépatica. A diferencia de otras lipoproteínas, como las lipoproteínas de baja densidad (LDL) o las lipoproteínas de alta densidad (HDL), que desempeñan un papel importante en el transporte y metabolismo de los lípidos en el organismo, la LpX no es fisiológica en condiciones normales.

La LpX se produce como resultado de una alteración del metabolismo lipídico debido a la falta de bilis en el intestino delgado, lo que impide la absorción y transporte adecuados de los lípidos. Esto puede ocurrir en diversas condiciones patológicas, como la cirrosis biliar primaria, la colangitis esclerosante primaria, o durante la recuperación de una obstrucción completa de las vías biliares.

La LpX está compuesta principalmente por fosfolípidos y proteínas, con un contenido relativamente bajo en colesterol y triglicéridos. Debido a su composición y propiedades fisicoquímicas únicas, la LpX puede desempeñar un papel en el desarrollo de complicaciones asociadas con las enfermedades hepáticas colestásicas, como la disfunción endotelial, la aterogénesis y la progresión de la fibrosis hepática. Sin embargo, su función exacta y el mecanismo por el cual contribuye al daño hepático y sistémico siguen siendo materia de investigación.

La noretandrolona es un esteroide anabólico sintético que se utilizaba en el pasado en medicina humana y veterinaria. Es un derivado de la nortestosterona, una forma sintética de testosterona. La noretandrolona tiene propiedades androgénicas (que promueven características masculinas) y anabólicas (que favorecen el crecimiento y desarrollo muscular).

En humanos, la noretandrolona se usaba principalmente para tratar afecciones relacionadas con la deficiencia de testosterona y debilidad muscular. Sin embargo, su uso en medicina humana ha sido descontinuado en muchos países debido a sus efectos secundarios adversos y riesgos asociados, como el desarrollo de características sexuales secundarias femeninas en hombres (ginecomastia), alteraciones menstruales en mujeres, daño hepático, acné, pérdida de cabello y aumento del riesgo cardiovascular.

En veterinaria, la noretandrolona se ha utilizado para mejorar el crecimiento y desarrollo muscular en animales de granja, aunque su uso también está restringido o prohibido en algunos países debido a preocupaciones sobre los efectos adversos en los animales y posibles residuos en los productos alimenticios.

Es importante mencionar que el uso no médico o recreativo de la noretandrolona y otros esteroides anabólicos está prohibido y puede tener graves consecuencias para la salud, incluyendo problemas hepáticos, cardiovasculares, endocrinos y psicológicos.

La artrogriposis múltiple congénita (AMC) es una afección poco frecuente que se caracteriza por la rigidez articular congénita y la falta de desarrollo muscular en uno o más lugares del cuerpo. La palabra "artrogriposis" literalmente significa "fijación en las articulaciones".

Esta afección se presenta al nacer y puede afectar a cualquier articulación, pero generalmente afecta a las extremidades superiores e inferiores. La gravedad de la afección varía ampliamente, desde casos leves con rigidez articular mínima hasta casos graves con contracturas severas que limitan significativamente el movimiento y la función articular.

La causa exacta de la AMC no se conoce por completo, pero generalmente se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales que afectan el desarrollo fetal. Se han identificado varios genes y mutaciones genéticas asociadas con la AMC, y se sabe que algunos casos son hereditarios.

El tratamiento de la AMC generalmente implica una combinación de fisioterapia, terapia ocupacional y cirugía ortopédica para mejorar el rango de movimiento y la función articular. En algunos casos, se pueden usar dispositivos de asistencia, como sillas de ruedas o órtesis, para ayudar a las personas con AMC a realizar sus actividades diarias.

Aunque la AMC puede ser una afección desafiante y potencialmente discapacitante, muchas personas con AMC pueden llevar vidas activas y productivas con el tratamiento y el apoyo adecuados.

La dotiepina es un fármaco anticolinérgico que se utilizó en el pasado para tratar el Parkinson. Sin embargo, debido a sus efectos secundarios graves y la disponibilidad de opciones de tratamiento más seguras y eficaces, su uso ha sido descontinuado en la mayoría de los países.

La dotiepina actúa bloqueando los receptores muscarínicos en el cerebro, lo que puede ayudar a aliviar los síntomas del Parkinson. Sin embargo, este fármaco también puede causar una variedad de efectos secundarios desagradables, como sequedad de boca, visión borrosa, estreñimiento, mareos, confusión y dificultad para orinar.

Además, la dotiepina puede interactuar con otros medicamentos y aumentar el riesgo de desarrollar síndrome neuroléptico maligno, una afección potencialmente mortal que causa rigidez muscular, fiebre alta, sudoración y cambios mentales.

Debido a estos riesgos, la dotiepina ya no se considera una opción de tratamiento segura o efectiva para el Parkinson u otras afecciones médicas. Si está buscando tratamiento para el Parkinson u otra enfermedad, hable con su proveedor de atención médica sobre las opciones disponibles y los riesgos y beneficios asociados con cada uno.

La nutrición parenteral es un tipo de alimentación enteral o supresión total o parcial de la vía digestiva que se utiliza en situaciones clínicas en las que el paciente no puede obtener los nutrientes necesarios por vía oral o la ingesta entérica está contraindicada. Consiste en la administración directa de nutrientes en forma de soluciones preparadas, mediante infusión intravenosa a través de un catéter venoso central, que puede colocarse en una vena periférica o en una vena central grande, como la subclavia o la yugular.

Estas soluciones contienen una mezcla de nutrientes esenciales, como carbohidratos (glucosa), lípidos (aceites vegetales), aminoácidos (proteínas), vitaminas, minerales y oligoelementos. La composición de la solución varía en función de las necesidades nutricionales específicas del paciente y puede adaptarse a diferentes situaciones clínicas, como el estado nutricional, el metabolismo y las condiciones gastrointestinales.

La nutrición parenteral se utiliza en diversas situaciones clínicas, como la malabsorción intestinal grave, la insuficiencia intestinal aguda o crónica, los trastornos gastrointestinales graves, las enfermedades hepáticas y renales avanzadas, los traumatismos severos, las quemaduras graves, las intervenciones quirúrgicas extensas y los estados de inanición.

Aunque la nutrición parenteral puede ser una herramienta terapéutica eficaz para mantener o mejorar el estado nutricional de los pacientes gravemente enfermos, también conlleva riesgos y complicaciones potenciales, como infecciones relacionadas con el catéter, tromboflebitis, disfunción hepática, desequilibrios electrolíticos y metabólicos, y sobrecarga de líquidos. Por lo tanto, la nutrición parenteral debe administrarse bajo la supervisión estrecha de un equipo multidisciplinario de profesionales sanitarios y con una evaluación cuidadosa y continua del estado clínico y nutricional del paciente.

La Enfermedad Hepática Inducida por Fármacos (EHIF) se refiere a un espectro de lesiones hepáticas que son causadas o mediadas por fármacos o sus metabolitos. La EHIF puede variar en gravedad desde una lesión hepática leve y transitoria hasta insuficiencia hepática grave e incluso letal.

Los mecanismos precisos a través de los cuales los fármacos causan daño hepático pueden variar. Algunos fármacos son directamente tóxicos para las células hepáticas, mientras que otros provocan una reacción inmunitaria que resulta en inflamación e injuria hepática. La susceptibilidad individual a la EHIF también puede verse influenciada por factores genéticos, ambientales y de salud subyacentes.

Los síntomas de la EHIF pueden incluir ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), fatiga, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura y heces de color claro. El diagnóstico se basa en general en los hallazgos clínicos, los resultados de laboratorio y la historia de exposición a fármacos sospechosos. En algunos casos, se pueden requerir procedimientos adicionales, como biopsia hepática, para confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad de la lesión hepática.

El tratamiento de la EHIF implica la interrupción inmediata del fármaco sospechoso y el manejo de soporte médico para mantener las funciones corporales mientras el hígado se recupera. En casos graves, puede ser necesaria una transplante hepático. La prevención es la mejor estrategia para la EHIF, lo que implica un uso adecuado y cuidadoso de los fármacos, especialmente en poblaciones vulnerables, como las personas mayores y aquellas con enfermedad hepática preexistente.

La sulfobromoftaleína es un compuesto químico que se ha utilizado en el pasado en medicina, especialmente en diagnósticos médicos. Su uso más común fue como un agente de contraste en procedimientos de rayos X, particularmente en estudios de fluoroscopia. Ayudaba a hacer más visible cierto tejido u órgano en el cuerpo durante el examen.

Sin embargo, su uso ha sido descontinuado en muchos países debido a sus posibles efectos secundarios adversos. Estos pueden incluir reacciones alérgicas, daño renal y otros problemas de salud. Por lo tanto, actualmente no se considera una sustancia médica rutinaria y su uso está muy limitado.

Please note that this definition is a general explanation and may not cover all the aspects of the medical concept. For a more detailed understanding, it is recommended to consult reliable medical textbooks or resources.

La gamma-glutamiltransferasa (GGT, también conocida como Gamma-Glutamyl Transpeptidase) es una enzima presente en varios tejidos del cuerpo humano, pero sobre todo en el hígado. Su función principal es catalizar la transferencia de grupos gamma-glutamil a otros aminoácidos y péptidos, desempeñando un papel importante en el metabolismo de aminoácidos y compuestos relacionados.

Los niveles de GGT en sangre pueden utilizarse como marcador bioquímico para evaluar la función hepática y detectar posibles daños o patologías hepáticas, ya que los niveles elevados de esta enzima suelen asociarse con diversas afecciones hepáticas y biliares. Sin embargo, es importante tener en cuenta que otros factores también pueden influir en los niveles de GGT, como el consumo excesivo de alcohol o la toma de ciertos medicamentos.

Para obtener resultados precisos y una interpretación adecuada de los niveles de GGT, es fundamental considerar los valores de referencia establecidos por cada laboratorio clínico y tener en cuenta los antecedentes médicos y los hábitos de vida del paciente.

De acuerdo con la definición médica establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), un recién nacido es un individuo que tiene hasta 28 días de vida. Este período comprende los primeros siete días después del nacimiento, que se conocen como "neonatos tempranos", y los siguientes 21 días, denominados "neonatos tardíos". Es una etapa crucial en el desarrollo humano, ya que durante este tiempo el bebé está adaptándose a la vida fuera del útero y es especialmente vulnerable a diversas condiciones de salud.

Los ácidos cólicos son sustancias químicas que se producen normalmente en el hígado y se almacenan en la vesícula biliar. Están compuestos principalmente de sales biliares, colesterol y fosfolípidos. Después de comer, los ácidos cólicos son liberados desde la vesícula biliar hacia el intestino delgado para ayudar en la digestión de las grasas. Sin embargo, cuando se producen en exceso o no se vacían adecuadamente de la vesícula biliar, pueden cristalizarse y formar cálculos biliares.

En algunas situaciones, los ácidos cólicos también pueden causar espasmos y dolor en el tracto gastrointestinal, especialmente en el intestino delgado. Este tipo de dolor se conoce como cólico biliar o cólico hepático y puede ser severo y requerir tratamiento médico.

En resumen, los ácidos cólicos son sustancias importantes para la digestión de las grasas, pero en ciertas circunstancias pueden causar problemas de salud como cálculos biliares o dolor abdominal intenso.

El ácido taurolitocólico es un ácido biliar secundario que se produce en el intestino por la acción bacteriana sobre la tauroconjugada de la chenodeoxicolic acid (un ácido biliar primario). No desempeña un papel conocido en la digestión o absorción de lípidos, a diferencia de otros ácidos biliares. En su lugar, puede tener propiedades antiinflamatorias y antioxidantes en el intestino. Sin embargo, su función precisa en el cuerpo humano sigue siendo objeto de investigación.

El ácido glicoquenodesoxicólico (GCDCA, por sus siglas en inglés) es un ácido biliar secundario que se produce en el intestino delgado cuando las bacterias descomponen el ácido quenodesoxicólico (CDCA). El GCDCA y otros ácidos biliares desempeñan un papel importante en la absorción de grasas y vitaminas liposolubles en el intestino delgado.

El GCDCA también tiene propiedades antimicrobianas y puede ayudar a controlar el crecimiento bacteriano en el intestino. Además, se ha demostrado que el GCDCA tiene efectos antiinflamatorios y puede desempeñar un papel en la regulación del sistema inmunológico.

En algunas condiciones médicas, como la cirrosis hepática, los niveles de ácidos biliares secundarios como el GCDCA pueden aumentar debido a una sobrecrecimiento bacteriano en el intestino. Esto puede contribuir al desarrollo de complicaciones como la encefalopatía hepática y las infecciones del torrente sanguíneo.

En resumen, el ácido glicoquenodesoxicólico es un ácido biliar secundario producido por bacterias en el intestino delgado que desempeña un papel importante en la absorción de grasas y vitaminas liposolubles, y tiene propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Sin embargo, altos niveles de GCDCA pueden estar asociados con complicaciones en ciertas condiciones médicas.

La Nutrición Parenteral Total (NPT) es un tipo de nutrición clínica que provee todos los nutrientes necesarios directamente en la sangre del paciente, evitando así el sistema digestivo. Se utiliza cuando el tracto gastrointestinal no puede asimilar o absorber adecuadamente los nutrientes, lo que puede deberse a diversas condiciones médicas graves como insuficiencia intestinal, sepsis, quemaduras graves, trauma severo, cirugías extensas o enfermedades gastrointestinales.

La NPT consiste en una solución nutritiva estéril que incluye glucosa, aminoácidos, lípidos, vitaminas, minerales y oligoelementos. Esta solución se administra directamente en la vena a través de un catéter central especialmente diseñado para este fin. La composición de la solución se ajusta a las necesidades individuales del paciente, considerando factores como edad, peso, estado clínico y metabólico.

La NPT requiere un monitoreo médico cuidadoso y ajustes regulares de la solución nutritiva para garantizar una nutrición adecuada y prevenir complicaciones asociadas, como infecciones, trombosis o desequilibrios electrolíticos. A medida que el paciente se recupera y su sistema digestivo mejora, la NPT puede ser reducida gradualmente y reemplazada por alimentación oral o enteral.

El pregnanotriol es un metabolito de las hormonas esteroides progesterona y pregnenolona. Se utiliza como un marcador bioquímico en el diagnóstico de trastornos del metabolismo de la pregnenolona y la progesterona, como la enfermedad congénita de las glándulas suprarrenales. También se puede usar para monitorear la eficacia del tratamiento en estas condiciones. El pregnanotriol es un compuesto relativamente no polario y por lo tanto, se extrae de la orina utilizando solventes orgánicos y luego se cuantifica mediante cromatografía de gases o espectrometría de masas.

Es importante notar que esta sustancia no debe confundirse con el 'pregnanediol', otro metabolito esteroideo que a veces se utiliza como marcador en el diagnóstico del embarazo ectópico y la corea de Huntington.

El ácido quenodesoxicólico es un ácido biliar secundario que se produce en el intestino delgado cuando las bacterias descomponen el ácido desoxicólico, un ácido biliar primario producido por el hígado. El ácido quenodesoxicólico es involucrado en la absorción de grasas y vitaminas liposolubles en el intestino delgado. También juega un papel en la regulación del crecimiento y diferenciación celular, así como en la apoptosis (muerte celular programada).

En condiciones patológicas, los niveles elevados de ácido quenodesoxicólico se han asociado con enfermedades hepáticas, colestasis y cáncer colorrectal. Por otro lado, bajos niveles de este ácido biliar pueden contribuir al desarrollo de estreñimiento crónico e incluso a la formación de cálculos biliares.

En resumen, el ácido quenodesoxicólico es un importante metabolito del hígado y el intestino que desempeña diversas funciones fisiológicas importantes, aunque también se ha relacionado con varias enfermedades cuando sus niveles están alterados.

Las enfermedades de las vías biliares se refieren a un grupo de trastornos que afectan el sistema de conductos que transportan la bilis desde el hígado y el páncreas hasta el intestino delgado. La bilis es un líquido producido por el hígado que ayuda a descomponer las grasas en los alimentos para su absorción.

Estas enfermedades pueden causar inflamación, infección, obstrucción o daño a los conductos biliares y al tejido circundante. Algunas de las enfermedades de las vías biliares más comunes incluyen:

1. Colecistitis: Inflamación de la vesícula biliar, un órgano pequeño situado debajo del hígado que almacena y concentra la bilis. La colecistitis puede ser aguda o crónica y suele estar asociada a la presencia de cálculos biliares.

2. Coledocolitiasis: Presencia de cálculos en el conducto colédoco, el principal conducto que transporta la bilis desde el hígado y el páncreas hasta el intestino delgado. Los cálculos pueden causar obstrucción y provocar dolor abdominal intenso, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) e infección.

3. Colangitis: Inflamación del conducto colédoco y los conductos biliares más pequeños que drenan la bilis desde el hígado. La colangitis puede ser causada por una infección, un cálculo o una obstrucción en los conductos biliares.

4. Cirrosis biliar primaria: Trastorno crónico y progresivo que daña los conductos biliares más pequeños en el hígado, lo que lleva a la acumulación de bilis en el hígado y la destrucción del tejido hepático. La cirrosis biliar primaria puede causar ictericia, fatiga, dolor abdominal y, finalmente, insuficiencia hepática.

5. Colangiocarcinoma: Cáncer que se desarrolla en el conducto colédoco o en los conductos biliares más pequeños. El colangiocarcinoma es una enfermedad rara pero agresiva que puede ser difícil de diagnosticar y tratar.

El tratamiento de las enfermedades del conducto biliar depende de la causa subyacente y puede incluir cirugía, terapia con medicamentos o procedimientos endoscópicos. En algunos casos, el trasplante de hígado puede ser una opción de tratamiento para las enfermedades avanzadas y graves del conducto biliar.

La epichloridrina, químicamente conocida como 1-cloro-2,3-epoxipropano, es un líquido claro y aceitoso con un olor fuerte y penetrante. En el campo médico, especialmente en toxicología, se clasifica como un compuesto orgánico halogenado y un epóxido.

Es utilizada principalmente como un agente de cloración y como un intermedio químico en la síntesis de otros compuestos. Su fórmula molecular es C3H5ClO y tiene una masa molecular de 98,95 g/mol.

La epichloridrina puede ser absorbida por inhalación, ingestión o contacto dérmico. Es considerada altamente tóxica y corrosiva, pudiendo causar quemaduras graves e irreversibles en la piel y los ojos, así como daño severo al sistema respiratorio e incluso la muerte si se ingiere o inhala en cantidades suficientemente grandes.

El manejo y almacenamiento de la epichloridrina requieren precauciones especiales, incluyendo el uso de equipos de protección personal y un sistema de ventilación adecuado. En caso de exposición, se deben buscar atención médica inmediata y seguir las pautas establecidas para la descontaminación y tratamiento de intoxicaciones.

Las emulsiones grasas intravenosas (IGE) son soluciones estériles y no pyrogenic preparadas para su administración por vía intravenosa. Están compuestas por triglicéridos de cadena media (MCT) y/o triglicéridos de cadena larga (LCT) estabilizados con fosolípidos y glicerina, y esterilizados con éter dietílico. Los ésteres de las grasas insaturadas se utilizan preferentemente como fuente de ácidos grasos.

Las IGE se utilizan en la terapia nutricional parenteral para proporcionar energía y ayudar a mantener la homeostasis lipídica. Se indican en pacientes que no pueden tolerar la nutrición enteral o cuando la nutrición enteral está contraindicada. También se utilizan en situaciones clínicas específicas, como el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS), la sepsis y la lesión traumática grave, donde se ha demostrado que los lípidos intravenosos reducen la necesidad de glucosa y la oxidación de proteínas.

Las IGE deben administrarse mediante una infusión intravenosa lenta, ya que la liberación rápida de grandes cantidades de ácidos grasos libres puede provocar efectos secundarios adversos, como hiperlipidemia, disfunción hepática y pancreatitis. Además, las IGE deben utilizarse con precaución en pacientes con insuficiencia hepática o renal grave, sepsis severa y déficit de alfa-1 antitripsina.

El ácido glicólico es un compuesto orgánico que pertenece a la familia de los alfa-hidroxiácidos (AHA). Tiene un grupo funcional de ácido carboxílico (-COOH) y un grupo hidroxilo (-OH) en el mismo carbono, lo que le confiere propiedades ácidas.

En el contexto médico y dermatológico, se utiliza comúnmente como agente químico exfoliante suave en la piel, ya que puede ayudar a disolver los enlaces que mantienen unidas las células muertas de la piel, promoviendo así la renovación celular y mejorando la textura y el tono de la piel.

El ácido glicólico también se utiliza en algunos productos desmanchantes y puede utilizarse en peelings químicos más profundos bajo la supervisión de un profesional médico para tratar diversas afecciones de la piel, como el acné, las manchas solares y el fotoenvejecimiento.

Es importante tener en cuenta que, aunque el ácido glicólico se considera generalmente seguro y bien tolerado, su uso excesivo o inadecuado puede provocar irritación, enrojecimiento, sequedad o sensibilidad en la piel. Por lo tanto, siempre es recomendable seguir las instrucciones de uso y los consejos de un profesional médico o estético.

La hepatomegalia es un término médico que se refiere al agrandamiento del hígado más allá de sus límites normales. El hígado, que está situado en la parte superior derecha del abdomen, desempeña un papel crucial en la desintoxicación del organismo, la producción de proteínas y la almacenamiento de glucógeno y vitaminas.

La hepatomegalia puede ser causada por diversas afecciones, entre las que se incluyen infecciones (como la hepatitis), enfermedades del hígado (como la cirrosis o el cáncer de hígado), trastornos metabólicos (como la enfermedad de Gaucher o la de Niemann-Pick), enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer que se han diseminado al hígado.

El diagnóstico de hepatomegalia generalmente se realiza mediante un examen físico, en el que el médico palpa el abdomen del paciente en busca de un hígado agrandado. Se pueden utilizar pruebas adicionales, como ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, para confirmar el diagnóstico y determinar la causa subyacente del agrandamiento hepático. El tratamiento de la hepatomegalia dependerá de la afección subyacente que la cause.

Los receptores citoplasmáticos y nucleares son proteínas que se encuentran dentro del citoplasma y el núcleo celular, respectivamente. Estos receptores desempeñan un papel crucial en la respuesta de las células a diversas señales químicas o hormonales del medio externo.

Los receptores citoplasmáticos se encuentran en el citoplasma y normalmente están asociados con membranas intracelulares, como la membrana mitocondrial o la membrana del retículo endoplásmico. Cuando una molécula señal, como una hormona esteroidea o un factor de crecimiento, se une a este tipo de receptor, se produce un cambio conformacional que permite la activación de diversas vías de señalización intracelular, lo que finalmente conduce a una respuesta celular específica.

Por otro lado, los receptores nucleares se localizan en el núcleo celular y su función principal es regular la transcripción génica. Estos receptores tienen dominios de unión al ADN y a ligandos. Cuando una molécula señal, como una hormona lipofílica o un ácido nucleico, se une al dominio de unión al ligando, el receptor sufre un cambio conformacional que le permite unirse al ADN en regiones específicas llamadas elementos de respuesta. Esta interacción resulta en la activación o represión de la transcripción génica y, por lo tanto, en la modulación de la expresión génica y la respuesta celular.

En resumen, los receptores citoplasmáticos y nucleares son proteínas que median las respuestas celulares a diversas señales químicas o hormonales, ya sea mediante la activación de vías de señalización intracelulares o por la regulación de la transcripción génica.

En la medicina, las Proteínas Asociadas a la Resistencia a Múltiples Medicamentos (MDR-P, por sus siglas en inglés) se refieren a un grupo de proteínas que contribuyen al desarrollo de resistencia a múltiples fármacos en diversos microorganismos, como bacterias y hongos. Estas proteínas son pompas moleculares que expulsan los antibióticos y otros agentes antimicrobianos fuera de la célula, lo que reduce su concentración interna y, por ende, su efectividad terapéutica.

La más conocida de estas proteínas es la P-glicoproteína (Pgp), también llamada MDR1 o ABCB1. La sobrexpresión de esta proteína en células tumorales se asocia con una resistencia a diversos fármacos antineoplásicos, lo que dificulta el tratamiento del cáncer. Además de Pgp, existen otras proteínas MDR, como la MRP1 (Multidrug Resistance-Associated Protein 1) y la BCRP (Breast Cancer Resistance Protein), que desempeñan funciones similares en la resistencia a múltiples medicamentos.

El mecanismo de acción de estas proteínas consiste en reconocer y unir diversos fármacos, seguido de su transporte activo a través de la membrana celular hacia el exterior del microorganismo o célula tumoral. Esto provoca una disminución de la concentración intracelular de los fármacos, lo que reduce su capacidad para interactuar con sus dianas terapéuticas y ejercer su efecto farmacológico deseado.

El desarrollo de resistencia a múltiples medicamentos es un problema clínico importante en el tratamiento de infecciones bacterianas y fúngicas, así como en la terapia oncológica. Por lo tanto, comprender los mecanismos moleculares implicados en la resistencia a múltiples medicamentos es crucial para desarrollar nuevas estrategias terapéuticas que superen esta limitación y mejoren el pronóstico de los pacientes.

La enzima Esteroide 12-alfa-Hidroxilasa, también conocida como CYP8B1 (citocromo P450, familia 8, subfamilia B, miembro 1), es una proteína codificada por el gen CYP8B1 en humanos. Esta enzima se encuentra principalmente en el hígado y está involucrada en el metabolismo de los esteroides.

La función principal de la Esteroide 12-alfa-Hidroxilasa es catalizar la conversión del ácido colico a la desoxicólico, dos ácidos biliares importantes en el proceso de digestión de las grasas. La deficiencia o disfunción de esta enzima puede conducir a diversos trastornos metabólicos, como la enfermedad del hígado graso y la cirrosis biliar primaria.

La actividad de la Esteroide 12-alfa-Hidroxilasa también está relacionada con el metabolismo de los esteroides sexuales y glucocorticoides, aunque su papel en estos procesos no está completamente claro.

Un trasplante de hígado es un procedimiento quirúrgico en el que un hígado o parte de un hígado dañado o enfermo se reemplaza por un hígado sano de un donante. Los donantes pueden ser vivos, lo que significa que solo donan una parte de su hígado, o fallecidos, en cuyo caso todo el hígado se utiliza para el trasplante.

Este procedimiento se realiza generalmente cuando las terapias médicas y quirúrgicas convencionales han fallado o no son viables para tratar enfermedades hepáticas avanzadas, como la cirrosis, la insuficiencia hepática aguda o el cáncer de hígado. Después del trasplante, los pacientes necesitarán tomar medicamentos inmunosupresores de por vida para prevenir el rechazo del nuevo órgano.

El éxito de un trasplante de hígado depende de varios factores, incluyendo la edad y salud general del paciente, el tipo y gravedad de la enfermedad hepática, la compatibilidad entre el donante y el receptor, y la atención postoperatoria y seguimiento cuidadosos. Aunque el trasplante de hígado es una opción de tratamiento efectiva para muchas personas con enfermedades hepáticas graves, también conlleva riesgos significativos, como infecciones, sangrados, coágulos sanguíneos y rechazo del órgano trasplantado.

La alanina transaminasa (ALT) es una enzima hepática que se encuentra principalmente en el hígado, pero también está presente en otros tejidos como el corazón, los músculos y los riñones. Su función principal es catalizar la transferencia de un grupo amino a un ácido alpha-ceto para producir alanina y alpha-cetoglutarato en el ciclo de Krebs.

Una prueba de ALT se utiliza como un indicador de daño hepático, ya que cuando el hígado está lesionado o dañado, las células hepáticas liberan la enzima ALT al torrente sanguíneo. Por lo tanto, altos niveles de ALT en sangre pueden ser un signo de enfermedad hepática, como la hepatitis, la cirrosis o el daño hepático causado por el alcoholismo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que no solo las enfermedades hepáticas pueden elevar los niveles de ALT. Otras condiciones, como la miocarditis, la insuficiencia renal o el uso de ciertos medicamentos, también pueden aumentar los niveles de ALT. Por lo tanto, es importante interpretar los resultados de las pruebas de ALT en el contexto de otros hallazgos clínicos y de laboratorio.

La aspartato aminotransferasa (AST), también conocida como aspartato transaminasa o glutámico-oxalacético transaminasa, es una enzima que se encuentra en varios tejidos del cuerpo humano, especialmente en el hígado, corazón, músculos esqueléticos y riñones.

La AST desempeña un papel importante en el metabolismo de aminoácidos, particularmente en la conversión del aspartato en oxalacetato. Cuando hay daño o lesión en los tejidos que contienen esta enzima, como en el caso de una enfermedad hepática o un infarto de miocardio, las células se destruyen y liberan AST al torrente sanguíneo.

Por lo tanto, los niveles séricos de AST pueden utilizarse como un marcador bioquímico para evaluar el daño tisular en diversas situaciones clínicas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la interpretación de los niveles de AST debe hacerse junto con otros exámenes de laboratorio y datos clínicos, ya que por sí sola no es específica de ninguna enfermedad en particular.

El fracaso hepático es un síndrome clínico en el que hay una disfunción grave del hígado que conduce a su incapacidad para llevar a cabo sus funciones metabólicas, síntesis y excreción. Esto resulta en una acumulación de toxinas en el cuerpo, trastornos de la coagulación sanguínea, disfunción multiorgánica e incluso la muerte si no se trata. Puede ser agudo (ocurre repentinamente y por lo general es reversible con el tratamiento adecuado) o crónico (se desarrolla gradualmente y por lo general es irreversible). Los síntomas comunes incluyen ictericia, ascitis, encefalopatía hepática, coagulopatía y fatiga. El fallo hepático agudo suele ser el resultado de una lesión aguda grave del hígado, como una sobredosis de medicamentos, infecciones virales graves o insuficiencia cardíaca congestiva aguda. El fallo hepático crónico a menudo es el resultado de enfermedades hepáticas subyacentes prolongadas, como la cirrosis, la hepatitis B y C, la esteatosis hepática no alcohólica o la intoxicación por alcohol. El tratamiento generalmente implica el manejo de las causas subyacentes, el soporte de los órganos afectados y, en última instancia, un trasplante de hígado en casos graves.

Los antipruriginosos son medicamentos o sustancias utilizadas para aliviar el prurito, que es la comezón o picazón en la piel. Este síntoma puede ser causado por una variedad de condiciones de la piel, como dermatitis, eczema, psoriasis, urticaria y otras erupciones cutáneas. También puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos o enfermedades sistémicas.

Los antipruriginosos trabajan mediante la interrupción del proceso que causa la comezón en la piel. Algunos de ellos actúan directamente sobre los nervios de la piel para bloquear las señales de picazón, mientras que otros reducen la inflamación y la irritación de la piel.

Existen diferentes tipos de antipruriginosos, entre los que se incluyen:

1. Antihistamínicos: Estos medicamentos bloquean la acción de la histamina, una sustancia química que desencadena la picazón en la piel. Algunos antihistamínicos también tienen un efecto sedante y pueden ayudar a conciliar el sueño.
2. Corticosteroides: Son medicamentos antiinflamatorios que reducen la hinchazón, enrojecimiento e irritación de la piel. Se utilizan en forma de cremas, lociones o ungüentos para tratar las erupciones cutáneas y otras afecciones de la piel.
3. Anestésicos tópicos: Estos medicamentos adormecen la piel y reducen la picazón. Se utilizan en forma de cremas, sprays o parches.
4. Analgésicos tópicos: Alivian el dolor y la picazón al bloquear las señales de dolor en la piel. Se utilizan en forma de cremas, lociones o ungüentos.
5. AINEs tópicos: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) reducen la inflamación y la picazón al inhibir la producción de prostaglandinas, sustancias químicas que desencadenan la inflamación y el dolor. Se utilizan en forma de cremas o parches.
6. Antidepresivos tricíclicos: Algunos antidepresivos tienen un efecto sedante y pueden ayudar a aliviar la picazón intensa. Se utilizan en forma de pastillas o cápsulas.
7. Inmunomoduladores tópicos: Estos medicamentos modifican la respuesta inmune del cuerpo y reducen la inflamación y la picazón. Se utilizan en forma de cremas, lociones o ungüentos.

Es importante seguir las instrucciones del médico al usar estos medicamentos y no exceder la dosis recomendada. Si los síntomas persisten o empeoran, es necesario consultar al médico nuevamente para evaluar el tratamiento y hacer los ajustes necesarios.

Las Enfermedades del Recién Nacido (ERN) se definen como un grupo de condiciones médicas que afectan a los bebés durante el período neonatal, que es el primer mes de vida. Estas enfermedades pueden ser congénitas, es decir, presentes desde el nacimiento y causadas por anomalías genéticas o malformaciones durante el desarrollo fetal; o adquiridas, desarrollándose después del nacimiento debido a diversos factores como infecciones, problemas respiratorios, trastornos metabólicos o déficits nutricionales.

Las ERN se clasifican en varias categorías según su origen y manifestaciones clínicas. Algunos ejemplos incluyen:

1. Trastornos respiratorios: como la hiperplasia suprarrenal congénita, displasia broncopulmonar, síndrome de dificultad respiratoria (SDR) y neumonía.
2. Infecciones: como sepsis, meningitis, infección urinaria y enterocolitis necrotizante.
3. Trastornos metabólicos: como fenilcetonuria, hipotiroidismo congénito, galactosemia y enfermedad de las células falciformes.
4. Anomalías cardiovasculares: como la persistencia del conducto arterioso, tetralogía de Fallot y coartación de la aorta.
5. Problemas gastrointestinales: como enfermedad inflamatoria intestinal neonatal, atresia intestinal y enterocolitis necrotizante.
6. Trastornos hematológicos: como anemia hemolítica del recién nacido, talasemia y anemia de células falciformes.
7. Afecciones neurológicas: como hemorragia intraventricular, hipoxia-isquemia cerebral y parálisis cerebral.
8. Anomalías genitourinarias: como agenesia renal, hidronefrosis y criptorquidia.
9. Problemas de la piel: como dermatitis atópica, ictiosis y eritema multiforme.
10. Trastornos del desarrollo: como displasia esquelética, dismorfia facial y retraso mental.

El tratamiento de estas afecciones dependerá de la gravedad y el tipo de enfermedad. Algunos casos pueden requerir hospitalización y cuidados intensivos, mientras que otros se pueden manejar con medicamentos o cirugía ambulatoria. La prevención es clave para reducir la incidencia de estas afecciones, especialmente mediante el diagnóstico prenatal y el seguimiento regular del crecimiento y desarrollo del niño.

La 17-alfa-hidroxipregnenolona es una hormona steroide que actúa como intermediario en la síntesis de otras hormonas steroideas en el cuerpo humano. Es producida a partir de la pregnenolona, otra hormona steroide, y es posteriormente convertida en DHEA (dehidroepiandrosterona) o en cortisol, dependiendo de las necesidades del organismo.

La 17-alfa-hidroxipregnenolona no tiene un rol hormonal activo significativo en el cuerpo humano, pero su nivel en sangre puede ser utilizado como marcador bioquímico en el diagnóstico y monitoreo de diversas condiciones endocrinas y metabólicas.

Es importante mencionar que los niveles anormales de 17-alfa-hidroxipregnenolona pueden estar asociados con trastornos hormonales, como el síndrome de Cushing o la enfermedad de Conn, y con algunas neoplasias que afectan las glándulas suprarrenales. Sin embargo, es necesario interpretar los resultados de laboratorio junto con otros datos clínicos y paraclínicos para establecer un diagnóstico preciso y adecuado.

La fístula biliar es un término médico que se refiere a una comunicación anormal entre la vesícula biliar y alguna otra estructura adyacente, como el intestino delgado o el hígado. Normalmente, la bilis, un líquido digestivo producido por el hígado, se almacena en la vesícula biliar y se libera en el intestino delgado a través del conducto biliar común para ayudar en la digestión de las grasas.

Sin embargo, cuando ocurre una fístula biliar, la bilis puede fluir hacia estructuras adyacentes fuera de su trayecto normal, lo que puede causar diversos síntomas y complicaciones, dependiendo de la ubicación y el tamaño de la fístula.

La causa más común de una fístula biliar es la cirugía abdominal, especialmente aquella que involucra la vesícula biliar o los conductos biliares. Otras posibles causas incluyen traumatismos abdominales graves, infecciones, inflamación crónica de la vesícula biliar (colecistitis) y cáncer en la región del hígado o el páncreas.

Los síntomas más comunes de una fístula biliar incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos, fiebre, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) e hinchazón abdominal. El diagnóstico puede requerir pruebas de imagenología especializadas, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética nuclear, así como procedimientos invasivos, como una endoscopia o una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE).

El tratamiento de una fístula biliar depende de su causa y gravedad. En algunos casos, puede cerrarse por sí sola sin necesidad de intervención médica. Sin embargo, en otros casos, puede requerir cirugía o procedimientos invasivos para corregirla. El pronóstico también varía según la causa y el tratamiento, pero generalmente es bueno si se detecta y trata a tiempo.

Cefotiam es un antibiótico de cefalosporina de tercera generación que se utiliza para tratar una variedad de infecciones bacterianas. Se administra generalmente por vía intravenosa o intramuscular y funciona al interferir con la capacidad de las bacterias para formar una pared celular, lo que lleva a su muerte.

Las cefalosporinas son antibióticos betalactámicos que tienen un espectro de acción más amplio que las penicilinas y son eficaces contra muchas bacterias gram-positivas y gram-negativas. La cefotiam tiene una buena penetración en los tejidos, incluidos los pulmones, el tracto urinario y el sistema nervioso central, lo que la hace útil en el tratamiento de diversas infecciones.

Al igual que con otros antibióticos betalactámicos, la resistencia bacteriana a la cefotiam puede desarrollarse con el tiempo, especialmente en aquellos pacientes que han recibido previamente terapia con este tipo de antibióticos. Los efectos secundarios comunes de la cefotiam incluyen náuseas, vómitos, diarrea y reacciones alérgicas leves. En raras ocasiones, se han informado reacciones alérgicas graves, como anafilaxis.

La cefotiam está aprobada para su uso en muchos países, incluidos Estados Unidos, Japón y varios países europeos. Se utiliza comúnmente en el tratamiento de infecciones del tracto urinario, neumonía, meningitis y otras infecciones graves.

Una biopsia es un procedimiento médico en el que se extrae una pequeña muestra de tejido corporal para ser examinada en un laboratorio. Este procedimiento se realiza con el fin de evaluar si el tejido extraído presenta signos de enfermedad, como cáncer o inflamación.

Existen diferentes tipos de biopsias, dependiendo de la ubicación y el método utilizado para obtener la muestra de tejido. Algunas de las más comunes incluyen:

1. Biopsia por aspiración con aguja fina (FNA): se utiliza una aguja delgada y hueca para extraer células o líquido del bulto o área sospechosa.
2. Biopsia por punción con aguja gruesa (CNB): se emplea una aguja más grande para obtener una muestra de tejido sólido.
3. Biopsia incisional: se realiza una pequeña incisión en la piel y se extrae una parte del tejido sospechoso.
4. Biopsia excisional: se extirpa todo el bulto o área anormal, junto con una porción de tejido normal circundante.

Los resultados de la biopsia suelen ser evaluados por un patólogo, quien determinará si el tejido muestra signos de enfermedad y, en caso afirmativo, qué tipo de enfermedad es. La información obtenida de una biopsia puede ayudar a guiar el tratamiento médico y proporcionar información importante sobre la gravedad y extensión de la enfermedad.

Los iminoácidos son compuestos orgánicos que contienen un grupo funcional imina (-C=NH, también escrito como -C=N-). Aunque el término "iminoácido" a veces se use de manera más general para referirse a cualquier aminoácido con un grupo imina en su estructura, en la bioquímica y la fisiología, el término generalmente se refiere específicamente a una clase particular de aminoácidos modificados que desempeñan funciones importantes en los organismos vivos.

En este contexto más restringido, un iminoácido es un aminoácido normalmente no proteinogénico (no utilizado para sintetizar proteínas) que se forma por la modificación postraduccional de un residuo de lisina en una proteína. La formación del grupo imina involucra la reacción entre el grupo amino primario (-NH2) de la cadena lateral de la lisina y un grupo aldehído o cetona presente en otra molécula, como un azúcar reducido (aldosa) o una lipoproteína. Este proceso se conoce como "glicación" en el caso de los azúcares y "lipoxidación" en el caso de los lípidos.

La formación de iminoácidos es un proceso no enzimático e irreversible que puede alterar la estructura y función de las proteínas, contribuyendo a su desnaturalización y agregación. Estos cambios pueden ser perjudiciales para los organismos vivos y se han relacionado con el envejecimiento y varias enfermedades crónicas, como la diabetes, la aterosclerosis y las enfermedades neurodegenerativas.

Sin embargo, algunos iminoácidos también pueden desempeñar funciones beneficiosas en los organismos vivos. Por ejemplo, el ácido piperidínico, un derivado de la lisina, es un componente importante de varias moléculas bioactivas, como las alcaloides y los neurotransmisores. Además, algunos iminoácidos se utilizan en la industria alimentaria y farmacéutica como conservantes y estabilizadores.

Las proteínas de transporte de membrana, también conocidas como transportadores o carriers, son tipos específicos de proteínas integrales transmembrana que se encargan de facilitar el paso de diversas moléculas a través de las membranas celulares. Estas proteínas poseen una estructura compleja con varios dominios, incluyendo uno o más sitios de unión a la molécula específica que transportan.

El proceso de transporte implica cambios conformacionales en la proteína, los cuales crean un camino transitorio a través de la membrana para que la molécula atraviese desde un compartimento celular a otro. A diferencia de los canales iónicos o las proteínas de canal, este tipo de transporte es generalmente un proceso activo, lo que significa que requiere energía (normalmente en forma de ATP) para llevarse a cabo.

Las proteínas de transporte de membrana desempeñan funciones vitales en muchos procesos biológicos, como el mantenimiento del equilibrio iónico y osmótico, la absorción y secreción de nutrientes y metabolitos, y la eliminación de sustancias tóxicas. Algunos ejemplos notables incluyen el transportador de glucosa GLUT-1, que facilita el transporte de glucosa en las células, y la bomba sodio-potasio (Na+/K+-ATPasa), que mantiene los gradientes de sodio y potasio a través de la membrana plasmática.

Los Modelos Animales de Enfermedad son organismos no humanos, generalmente mamíferos o invertebrados, que han sido manipulados genéticamente o experimentalmente para desarrollar una afección o enfermedad específica, con el fin de investigar los mecanismos patofisiológicos subyacentes, probar nuevos tratamientos, evaluar la eficacia y seguridad de fármacos o procedimientos terapéuticos, estudiar la interacción gen-ambiente en el desarrollo de enfermedades complejas y entender los procesos básicos de biología de la enfermedad. Estos modelos son esenciales en la investigación médica y biológica, ya que permiten recrear condiciones clínicas controladas y realizar experimentos invasivos e in vivo que no serían éticamente posibles en humanos. Algunos ejemplos comunes incluyen ratones transgénicos con mutaciones específicas para modelar enfermedades neurodegenerativas, cánceres o trastornos metabólicos; y Drosophila melanogaster (moscas de la fruta) utilizadas en estudios genéticos de enfermedades humanas complejas.

La rata Wistar es un tipo comúnmente utilizado en investigación biomédica y toxicológica. Fue desarrollada por el Instituto Wistar de Anatomía en Filadelfia, EE. UU., a principios del siglo XX. Se trata de una cepa albina con ojos rojos y sin pigmentación en la piel. Es un organismo modelo popular debido a su tamaño manejable, fácil reproducción, ciclo vital corto y costos relativamente bajos de mantenimiento en comparación con otros animales de laboratorio.

Las ratas Wistar se utilizan en una amplia gama de estudios que van desde la farmacología y la toxicología hasta la genética y el comportamiento. Su genoma ha sido secuenciado, lo que facilita su uso en la investigación genética. Aunque existen otras cepas de ratas, como las Sprague-Dawley o Long-Evans, cada una con características específicas, las Wistar siguen siendo ampliamente empleadas en diversos campos de la ciencia médica y biológica.

En resumen, las ratas Wistar son un tipo de rata albina usada extensamente en investigación científica por su tamaño manejable, fácil reproducción, corto ciclo vital y bajo costo de mantenimiento.

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