Tunel en la PARED ABDOMINAL anterior inferior, a través del que pasan el CORDÓN ESPERMÁTICO, en el hombre y el LIGAMENTO REDONDO, en la mujer, los nervios y los vasos. Su extremo interno se encuentra en el anillo inguinal profundo y su extremo externo está en el anillo inguinal superficial.
Cada uno de los pares de estructuras tubulares formadas por el CONDUCTO DEFERENTE, ARTERIAS, VENAS, VASOS LINFÁTICOS y nervios. El cordón espermático se extiende desde el anillo inguinal profundo, a través del CANAL INGUINAL, hasta el TESTÍCULO en el ESCROTO.
Defecto del desarrollo en el que un TESTICULO o ambos TESTÍCULOS no consiguen descender desde el ABDOMEN al ESCROTO. El descenso testicular es esencial para una ESPERMATOGÉNESIS normal, que requiere una temperatura menor a la TEMPERATURA CORPORAL. El criptorquidismo puede subclasificarse por la localización de los testículos mal descendidos.
Hernia abdominal con una protuberancia externa en la región de la INGLE. Puede clasificarse por la localización de la herniación. Se producen hernias inguinales indirectas a través del anillo inguinal interno. Las hernias inguinales directas se producen a través de defectos en la PARED ABDOMINAL (fascia transversal) en el triangulo de Hesselbach. El primer tipo se ve sobre todo en niños y adultos jovenes; el segundo en adultos.
Neoplasia benigna del ovario.
Una banda fibromuscular que se fija al ÚTERO y que pasa a lo largo del LIGAMENTO ANCHO, sigue a través del CANAL INGUINAL y entra en el labio mayor.
Tres largos canales (anterior, posterior y lateral) del laberinto óseo. Están dispuestos en ángulo recto cada uno con respecto al otro y están situados en posición posterosuperior al vestíbulo del laberinto óseo (LABERINTO VESTIBULAR). Los canales semicirculares tienen cinco aberturas al vestíbulo, una de éstas compartida por los canales anterior y posterior. Dentro de estos canales están los CONDUCTOS SEMICIRCULARES.
Gónada masculina con dos partes funcionales: los TÚBULOS SEMINÍFEROS, que intervienen en la producción y transporte de las células germinales masculinas (ESPERMATOGÉNESIS) y el compartimento intersticial que que comprende las CÉLULAS DE LEYDIG, productoras de ANDRÓGENOS.
Conducto estrecho que conduce el sonido captado por el PABELLÓN AURICULAR a la MEMBRANA TIMPÁNICA.
La cavidad dentro de la COLUMNA VERTEBRAL a través del cual pasa la MÉDULA ESPINAL.
Actividades preparatorias en el TRATAMIENTO DEL CONDUCTO RADICULAR por extirpación parcial o completa de la pulpa enferma, limpieza y esterilización del canal vacío, aumento y formación (shaping) del canal para recibir el material sellador.
Productos químicos utilizados principalmente para desinfectar los canales de la raíz luego de la pulpectomía y antes de la obturación. Los principales son monoclorofenol alcanforado, EDTA, formocresol, peróxido de hidrógeno, metacresilacetato, e hipoclorito de sodio. Los irrigantes del canal de la raíz incluyen también soluciones de enjuague de agua destilada, cloruro de sodio, etc.
Espacio del diente rodeado por la dentina que contiene la pulpa dental. La porción de la cavidad situada dentro de la corona del diente es la cámara pulpar; la porción que se encuentra dentro de la raíz es el conducto pulpar o conducto radicular.
Materiales puestos en el interior de un conducto radicular con el fin de obturarlo o sellarlo. Los materiales pueden ser gutapercha, conos de plata, mezclas de pastas, u otras sustancias.
Segmento terminal del INTESTINO GRUESO, comenzando en la ampolla del RECTO y terminando en el ano.
Extremo terminal de la raíz de un diente.

El conducto inguinal es una abertura natural en el tejido conectivo (fascia) a través del cual los vasos sanguíneos, nervios y conductos descienden desde la cavidad abdominal al escroto en el hombre o al labio mayor en la mujer. En el feto y el recién nacido, este conducto permite el paso de los testículos desde el abdomen hasta el escroto durante el desarrollo embrionario. Después del nacimiento, normalmente se cierra por sí solo, pero en algunas ocasiones puede quedar una conexión anormal entre la cavidad abdominal y el escroto, lo que se denomina hernia inguinal. Esta apertura también puede ser el punto de entrada para la infección en caso de inflamación (por ejemplo, epididimitis o orquitis).

El cordón espermático es un tubo fibroso y muscular que se encuentra dentro del escroto y transporta los conductos deferentes, vasos sanguíneos, nervios y tejido linfático desde el testículo hasta el abdomen. Este cordón está formado por tres capas: la capa más externa es una membrana fibrosa llamada túnica vaginal externa, seguida de una capa muscular interna llamada túnica vaginal interna y finalmente una delicada capa de tejido conectivo. El cordón espermático también contiene el conducto epididimario, que almacena y transporta los espermatozoides desde el testículo hasta el conducto deferente. Durante el desarrollo fetal, el cordón espermático se extiende desde el abdomen a través del canal inguinal para llegar al escroto, donde descienden los testículos. En la cirugía urológica, como una orquiectomía o una vasectomía, el cordón espermático puede ser seccionado o ligado para extirpar o interrumpir el paso de los espermatozoides.

El criptorquidismo es una afección en la cual uno o ambos testículos del recién nacido no descienden al escroto y se quedan retenidos en el abdomen, ingle o canal inguinal. Normalmente, los testículos de un bebé varón descienden desde el abdomen a través del canal inguinal hasta el escroto antes de que nazca. En la mayoría de los casos, esto sucede durante el segundo trimestre del embarazo.

El criptorquidismo se considera un trastorno porque aumenta el riesgo de problemas como:

1. Infertilidad: Los testículos que no descienden completamente pueden tener daños en los tejidos y producir menos espermatozoides, lo que lleva a una disminución de la fertilidad.
2. Torsión testicular: El testículo no descendido tiene más probabilidades de girarse sobre su cordón espermático, cortando el suministro de sangre y causando dolor intenso e incluso necrosis testicular.
3. Cáncer testicular: Los hombres con criptorquidismo tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer testicular en comparación con aquellos sin la afección, especialmente si el testículo no descendió nunca o fue corregido quirúrgicamente después de los dos años de edad.

El tratamiento del criptorquidismo generalmente implica cirugía para mover el testículo al escroto (orquidopexia), preferiblemente antes de que el niño cumpla un año de edad, ya que aumentan las posibilidades de preservar la fertilidad y reducir el riesgo de cáncer testicular. Los casos leves o aquellos en los que el testículo desciende espontáneamente durante el primer año de vida no requieren tratamiento quirúrgico.

En algunos casos, se puede usar hormona humana coriónica (hCG) para estimular la producción de testosterona y ayudar al testículo a descender al escroto. Sin embargo, este método no siempre es efectivo y generalmente se reserva como tratamiento alternativo cuando la cirugía no está indicada o ha fracasado.

Una hernia inguinal se produce cuando el tejido graso o una porción de intestino delgado sobresale a través de un punto débil en la parte inferior del abdomen, donde los músculos de la pared abdominal se dividen para formar el canal inguinal. Esta afección es más común en hombres que en mujeres.

Existen dos tipos principales de hernias inguinales:

1. Directa: Se produce cuando una porción del intestino delgado sobresale directamente a través de un punto débil en la pared abdominal inferior. Este tipo de hernia suele ocurrir en hombres mayores de 40 años.

2. Indirecta: Ocurre cuando el tejido graso o una porción del intestino delgado desciende hacia el escroto a través del canal inguinal, siguiendo el trayecto normal que sigue el testículo antes de nacer (proceso vaginal). Este tipo es más común en recién nacidos y niños, aunque también puede ocurrir en adultos.

Los síntomas más comunes de una hernia inguinal incluyen:

- Un bulto sensible o doloroso en la ingle, especialmente al toser, estornudar, hacer esfuerzos o inclinarse.
- Dolor o malestar en la ingle, especialmente después de estar de pie durante largos períodos o realizar actividades extenuantes.
- Sensación de debilidad o pesadez en la ingle.
- En hombres, el bulto puede extenderse hacia el escroto y el pene, causando hinchazón e incomodidad.

El tratamiento suele consistir en una intervención quirúrgica para reparar la debilidad muscular y devolver el tejido a su posición correcta dentro de la cavidad abdominal. Sin embargo, en algunos casos, se puede optar por un tratamiento conservador con vigilancia médica estrecha si el paciente no presenta síntomas graves o complicaciones asociadas.

El cistoadenoma papilar es un tipo raro de tumor quístico que se desarrolla en los órganos reproductores femeninos, especialmente en el ovario. Este tumor está compuesto por células epiteliales con características both papillares (con proyecciones finger-like) and glandulares.

El cistoadenoma papilar se clasifica como un tumor benigno, lo que significa que no es canceroso y rara vez se disemina a otras partes del cuerpo. Sin embargo, en algunos casos, las células tumorales pueden volverse malignas (cancerosas) y convertirse en un tipo más agresivo de cáncer llamado carcinoma papilar seroso.

Los síntomas del cistoadenoma papilar pueden incluir dolor abdominal, hinchazón o distensión abdominal, y cambios en los hábitos intestinales o urinarios. En algunos casos, el tumor puede twisted (torsión), lo que puede cortar el suministro de sangre al ovario y causar dolor intenso e incluso la pérdida del ovario.

El diagnóstico del cistoadenoma papilar generalmente se realiza mediante una combinación de exámenes físicos, análisis de sangre, ecografías y otras pruebas de imagenología, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. El tratamiento suele implicar la extirpación quirúrgica del tumor y el ovario afectado. En algunos casos, se puede realizar una histerectomía (extirpación quirúrgica del útero) si el tumor es grande o se ha extendido al útero.

Después del tratamiento, se recomienda un seguimiento regular con exámenes físicos y pruebas de imagenología para asegurarse de que no haya recurrencia del tumor. Aunque el cistoadenoma papilar es en general un tumor benigno, existe un pequeño riesgo de que se convierta en maligno (canceroso), especialmente si el tumor es grande o ha regresado después del tratamiento.

El ligamento redondo (o ligamentum teres hepatis) es un ligamento triangular del hígado en la anatomía humana. Conecta el lóbulo izquierdo del hígado con el IV véntera hepática y el diafragma. Es uno de los tres ligamentos que sostienen el hígado en su lugar dentro de la cavidad abdominal.

El ligamento redondo también contiene vasos sanguíneos, incluyendo la vena umbilical y sus ramas, que llevan sangre desoxigenada desde el ombligo hacia el hígado. Durante el desarrollo fetal, este es el principal conducto para la circulación de la sangre entre el sistema porta hepática y el corazón. Después del nacimiento, estos vasos se obliteran y se convierten en cuerdas fibrosas dentro del ligamento redondo.

Aunque históricamente se consideraba que el ligamento redondo no desempeñaba un papel funcional importante en adultos, estudios recientes sugieren que podría tener un rol en la circulación de la linfa y los factores de crecimiento, así como en la respuesta inmunitaria del hígado. Sin embargo, su función exacta sigue siendo objeto de investigación y debate en la comunidad médica.

Los canales semicirculares son parte del sistema vestibular en el oído interno y desempeñan un papel importante en el mantenimiento del equilibrio y la detección de movimientos espaciales. Están formados por tres tubos semicirculares llenos de líquido, ubicados en tres planos diferentes (horizontal, superior-anterior y posterior-inferior) dentro del laberinto vestibular.

Cuando la cabeza se mueve, el líquido dentro de estos canales también se mueve, estimulando los receptores sensoriales en sus paredes. Estos receptores envían señales al cerebro sobre la velocidad y dirección del movimiento, lo que ayuda al cuerpo a mantener el equilibrio y orientarse en el espacio.

Los canales semicirculares funcionan junto con otros componentes del sistema vestibular, como el utrículo y el sáculo, para proporcionar información precisa sobre la posición y el movimiento del cuerpo. Las afecciones que dañan los canales semicirculares o el sistema vestibular en general pueden causar vértigo, mareos, inestabilidad y dificultad para mantener el equilibrio.

El testículo es un órgano glandular masculino que forma parte del sistema reproductor. Se encuentra dentro de la bolsa escrotal y su función principal es producir espermatozoides, las células sexuales masculinas, así como hormonas masculinas, particularmente testosterona. Los testículos son pares y tienen forma ovalada. Cada uno está conectado al cuerpo a través del cordón espermático que contiene vasos sanguíneos, nervios y el conducto deferente que transporta los espermatozoides desde el testículo hasta la próstata durante la eyaculación.

El conducto auditivo externo es la parte del sistema auditivo que se extiende desde el oído externo hasta el tímpano. Es un canal tubular óseo y cartilaginoso que protege y conduce las ondas sonoras hacia el interior del oído. Tiene aproximadamente 2,5 centímetros de largo y su diámetro varía desde unos pocos milímetros en la abertura externa hasta alcanzar los 5 a 10 milímetros en su parte más interna.

Está revestido por piel delgada y pilosa, conteniendo glándulas sebáceas y ceruminosas que secretan cera (cerumen) con el fin de lubricar, limpiar e impedir la entrada de polvo, suciedad u otros cuerpos extraños dañinos. La cera viaja hacia afuera y es expulsada naturalmente, aunque en ocasiones puede acumularse y requerir su extracción para prevenir posibles problemas auditivos.

El conducto auditivo externo presenta una curva en forma de "S" que permite disminuir la velocidad de las ondas sonoras, facilitando así su correcta percepción por parte del oído interno. Además, posee músculos que pueden contraerse para proteger el tímpano y reducir el ruido excesivo en situaciones de alto volumen.

El conducto vertebral es una estructura anatómica que se encuentra en la columna vertebral. Se forma por los agujeros posteriores de cada vértebra, que se alinean para formar un canal a lo largo de la columna.

Este conducto protege la médula espinal y las raíces nerviosas que salen de ella. La pared del conducto vertebral está formada por los cuerpos vertebrales, los arcos vertebrales y los ligamentos que conectan las vértebras.

La integridad estructural del conducto vertebral es importante para la protección de la médula espinal y el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Lesiones, enfermedades degenerativas o anomalías congénitas pueden afectar al conducto vertebral y causar diversos problemas de salud, como dolor de espalda, ciática, debilidad muscular o pérdida de sensibilidad.

La preparación del conducto radicular, también conocida como limpieza y formación del conducto o terapia endodóntica, es un procedimiento dental que involucra la eliminación de tejido pulpar necrótico, bacterias y sus byproducts del sistema de conductos radiculares de los dientes. Esto se realiza con el objetivo de prevenir o tratar infecciones y permitir la posterior obturación del espacio desinfectado con un material biocompatible, como gutapercha y cemento endodóntico. La preparación del conducto radicular es un paso crucial en el tratamiento de conductos radiculares y requiere habilidades técnicas avanzadas y conocimientos especializados para garantizar su éxito.

Los irrigantes del conducto radicular son soluciones líquidas que se utilizan en endodoncia, la rama de la odontología que trata las enfermedades del tejido dental interno (la pulpa), para limpiar, desinfectar y preparar el conducto radicular (el espacio dentro de la raíz del diente donde se encuentra la pulpa) durante los tratamientos de conductos radiculares.

Existen varios tipos de irrigantes del conducto radicular, pero algunos de los más comunes incluyen:

1. Cloruro de sodio al 0,9% (NaCl 0,9%): se utiliza como irrigante isotónico para eliminar la pulpa necrosada y los tejidos inflamados del conducto radicular.
2. Agua oxigenada al 3-6% (H2O2): es un agente oxidante que ayuda a descomponer los tejidos orgánicos y a eliminar las bacterias presentes en el conducto radicular.
3. Hipoclorito de sodio al 2,5-5,25% (NaOCl): es uno de los irrigantes más utilizados en endodoncia debido a su capacidad para desinfectar y disolver la pulpa necrosada y los tejidos inflamados. También ayuda a eliminar las bacterias y sus productos metabólicos del conducto radicular.
4. Ácido etilenodiaminotetraacético (EDTA): se utiliza como irrigante quelante para eliminar el smear layer, una capa de dentina desvitalizada y tejido necrótico que se forma durante la preparación del conducto radicular. El EDTA también ayuda a abrir los tubuli dentales, aumentando así la penetración de los irrigantes y los medicamentos intracanal.
5. Gluconato de calcio: se utiliza como irrigante alternativo para prevenir la hipersensibilidad al hipoclorito de sodio y ayudar a mantener el pH neutro en el conducto radicular.

Es importante seleccionar el irrigante adecuado según las necesidades del caso clínico, ya que cada uno tiene diferentes propiedades y efectos sobre los tejidos dentales. Además, es fundamental utilizar los irrigantes de manera adecuada, siguiendo las recomendaciones del fabricante y las guías clínicas, para maximizar sus beneficios y minimizar los riesgos asociados con su uso.

La cavidad pulpar, también conocida como cámara pulpar, se refiere a la parte central hueca del diente que contiene tejido conectivo suave y vasos sanguíneos. Está rodeada por la dentina, un tejido calcificado que forma la mayor parte del espesor del diente. La cavidad pulpar se extiende desde la corona del diente hasta la raíz y desempeña un papel importante en la formación y mantenimiento de la estructura dental, ya que proporciona nutrientes y sensibilidad al diente. La protección de la cavidad pulpar es crucial para mantener la salud dental, y cualquier daño o exposición a la cavidad pulpar puede resultar en dolor, infección o pérdida del diente.

Los Materiales de Obturación del Conducto Radicular, también conocidos como materiales de relleno endodóntico, son sustancias utilizadas en odontología para sellar y llenar el espacio interior del conducto radicular (el espacio dentro del diente que contiene los nervios y vasos sanguíneos) después de realizar un tratamiento de conducto o endodoncia.

Estos materiales ayudan a prevenir la entrada de bacterias y otros irritantes en el sistema de canales radiculares, lo que podría causar infección o inflamación en los tejidos circundantes. Existen diferentes tipos de materiales de obturación del conducto radicular disponibles, como gutapercha, pasta de zinc oxido eugenol y biocerámicas, cada uno con sus propias propiedades y indicaciones clínicas. La elección del material depende del juicio clínico del odontólogo y las necesidades específicas del paciente.

El canal anal, también conocido como el conducto anal o el canal de Alcock, es la parte final del tracto digestivo que conecta el recto con el exterior del cuerpo. Se trata de un tubo muscular y fibroso que mide aproximadamente 3 a 4 centímetros de largo y tiene forma de un cono invertido.

El canal anal está rodeado por dos capas de músculo, la capa interna o esfínter interno y la capa externa o esfínter externo. El esfínter interno es involuntario y se relaja durante la defecación para permitir que las heces salgan del cuerpo. Por otro lado, el esfínter externo es voluntario y se puede controlar conscientemente para retener o expulsar las heces.

El canal anal también está revestido por una membrana mucosa que secreta moco y ayuda a lubricar la zona durante la defecación. Además, contiene glándulas anales que producen un líquido que ayuda a mantener la humedad en el área y protegerla de infecciones.

Es importante mantener una buena higiene en esta zona para prevenir infecciones y otras complicaciones médicas. Si experimentas dolor, sangrado o cualquier otra anomalía en el canal anal, es recomendable consultar a un médico especialista en gastroenterología o proctología.

El ápice del diente, en terminología dentaria, se refiere al extremo final o punta de la raíz de un diente. Es la parte más profunda de la estructura dental que se inserta en el hueso maxilar o mandibular y está rodeada por tejido periodontal. El ápice del diente es crucial en endodoncia, rama de la odontología que trata las enfermedades del tejido pulpar e infectado dentro del diente. Procedimientos como la terapia de conducto y el tratamiento del granuloma o absceso periapical se centran en este área. La salud del ápice del diente es vital para la integridad estructural y funcional del diente y su preservación ayuda a mantener una buena salud oral general.

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