Forma metastásica maligna de tumores trofoblásticos. A diferencia de la MOLA HIDATIDIFORME, los coriocarcinomas no contienen VELLOSIDADES CORIÓNICAS sino láminas de citotrofoblastos y sincitiotrofoblastos (TROFOBLASTOS) indiferenciados. Se caracterizan por producir grandes cantidades de GONADOTROPINA CORIÓNICA. El origen tisular se puede establecer mediante análisis del ADN: origen placentario (fetal) o no placentario (CORIOCARCINOMA NO GESTACIONAL).
CORIOCARCINOMA muy maligno de origen no placentario, como las células totipotenciales de los TESTÍCULOS, el OVARIO y la GLÁNDULA PINEAL. Produce grandes cantidades de GONADOTROFINA CORIÓNICA y puede metastatizar ampliamente a través de la sangre, observándose metástasis en pulmones, cerebro, hígado, hueso y otras vísceras en el momento del diagnóstico.
Tumores o cánceres del ÚTERO.
Hiperplasia trofoblástica asociada a gestación normal o embarazo molar. Se caracteriza por tumefacción de las VELLOSIDADES CORIÓNICAS y elevación de la GONADOTROPINA CORIÓNICA humana. Las molas hidatiformes o embarazo molar puede clasificarse en completo o parcial, en función de su morfologia general, histopatología y cariotipo.
Crecimiento trofoblástico, que puede ser de origen gestacional o no gestacional. La neoplasia trofoblástica resultante de una gestación se describe a menudo como enfermedad trofoblástica gestacional para distinguirla de la forma de tumores de células germinales que muestran frecuentemente elementos trofoblásticos, y de la diferenciación trofoblástica que ocurre algunas veces en una gran variedad de cánceres epiteliales. El crecimiento trofoblástico gestacional tiene varias formas, incluidas la MOLA HIDATIFORME y el CORIOCARCINOMA.
Células que revisten la parte externa de los BLASTOCITOS. Después de implantarse en el ENDOMETRIO, los trofoblastos se desarrollan en dos capas distintas, una interior de citotrofoblastos mononucleares y una capa externa de citoplasma multinuclear contínua, los sincitiotrofoblastos, que forman la primera interface materno-fetal (PLACENTA).
Tumor uterino derivado de TROFOBLASTOS gestacionales persistentes, sobre todo después de un embarazo molar (MOLA HIDATIFORME). La mola hidatiforme invasiva se desarrolla en aproximadamente el 15 por ciento de los pacientes después de la evacuación de una mola completa y con menos frecuencia después de otros tipos de embarazo. Puede perforar el MIOMETRIO y erosionar los vasos uterinos, produciendo hemorragia.
Grupo de enfermedades que surgen en relación al embarazo y que se asocian frecuentemente con hiperplasia de los TROFOBLASTOS y cifras notablemente elevadas de GONADOTROPINA CORIÓNICA. Comprenden MOLA HIDATIFORME, mola invasiva (MOLA HIDATIFORME INVASIVA), TUMOR TROFOBLÁSTICO LOCALIZADO EN PLACENTA y CORIOCARCINOMA. Estas neoplasias tienen diversa propensión a la invasión y la diseminación.
Subunidad beta de la GONADOTROPINA CORIÓNICA humana. Su estructura es similar a la estructura de la unidad beta de la HORMONA LUTEINIZANTE, excepto en los 30 aminoácidos adicionales en la terminación carboxi con los carbohidratos residuales asociados. La GCH beta se usa como marcador diagnóstico para la detección precoz del embarazo, el ABORTO ESPONTÁNEO, el EMBARAZO ECTÓPICO, la MOLA HIDATIFORME, el CORIOCARCINOMA y el SÍNDROME DE DOWN.
Hormona glicoproteínica gonadotrópica producida principalmente por la PLACENTA. Es similar a la HORMONA LUTEINIZANTE hipofisaria en cuanto a su estructura y función y está implicada en el mantenimiento del CUERPO LÚTEO durante el embarazo. La CG está constituida por dos subunidades, alfa y beta, sin unión covalente. En cada especie, la subunidad alfa es virtualmente identica a las tres hormonas glicoproteínias hipofisarias (TSH, LH y FSH), pero la subunidad beta es única y confiere especificidad biológica (SUBUNIDAD BETA DE GONADOTROPINA CORIÓNICA HUMANA).
Órgano materno-fetal de los mamíferos muy vascularizado y lugar importante de transporte de oxígeno, nutrientes y productos fetales de desechos. Está formada por una parte fetal (VELLOSIDADES CORIÓNICAS) derivada de los TROFOBLASTOS y una parte materna (DECIDUA) que deriva del ENDOMETRIO uterino. La placenta produce un conjunto de hormonas esteroides, protéicas y peptídicas (HORMONAS PLACENTARIAS).
Estado durante el que los mamíferos hembras llevan a sus crías en desarrollo (EMBRIÓN o FETO) en el útero, antes de nacer, desde la FERTILIZACIÓN hasta el NACIMIENTO.
Proyecciones vasculares del corión en forma de filamentos. Pueden estar libres o incrustadas dentro de la DECIDUA, formando el lugar de intercambio de sustancias entte la sangre fetal y materna(PLACENTA).
Cadena alfa de las hormonas glicoprotéicas hipofisarias (TIROTROPINA; HORMONA FOLÍCULO ESTIMULANTE; HORMONA LUTEINIZANTE)y la GONADOTROPINA CORIÓNICA placentaria. Dentro de una especia, las subunidades alfa de estas cuatro hormonas son idénticas; las características funcionales distintivas de esas hormonas glicoprotéicas están determinadas por las distintas subunidades beta. Ambas subunidades, heterodímeros ligados no covalentemente, son necesarias para la actividad biológica completa.
Células cultivadas in vitro a partir de tejido tumoral. Si pueden establecerse como una LINEA CELULAR TUMORAL, pueden propagarse indefinidamente en cultivos celulares.
Tumores o cánceres del TESTÍCULO. Tumores de células germinales (GERMINOMA) del testículo constituyen el 95 por ciento de las neoplasias testiculares.
Tumor maligno ovárico, que se considera que deriva de las células germinales primarias de la gonada embrionaria sexualmente indiferenciada. Es la contraparte del seminoma clásico de testículo, al que es idéntico en aspecto e histología. Los disgerminomas comprenden el 16 por ciento de todos los tumores de células germinales, pero son raros antes de los 10 años de edad, aunque aproximadamente el 50 por ciento se producen antes de los 20 años. Generalmente, se les considera de baja malignidad pero ésta puede aumentar si el tumos se extiende por su capsula y afecta los nódulos linfáticos o los vasos sanguíneos (Adaptación del original: Dorland, 27th ed; DeVita Jr et al., Cancer: Principles & Practice of Oncology, 3d ed, p1646).
Tumor complejo compuesto por una mezcla de elementos gonadales, como las CÉLULAS GERMINATIVAS primordiales, CÉLULAS DE SERTOLI o CÉLULAS DE LA GRANULOSA inmaduras de la cuerda sexual y células del estroma gonadal. Los gonadoblastomas generalmente están asociados con gisgenesia gonadal 46, XY.
Agentes destructivos para babosas y otros moluscos.
Tumores o cáncer del OVARIO. Estos tumores pueden ser benignos o malignos. Se clasifican según el tejido de origen, como el EPITELIO superficial, las células endocrinas del estroma y las CÉLULAS GERMINATIVAS totipotentes.
Defectos en los PROCESOS DE DETERMINACIÓN DEL SEXO en individuos 46, XY que dan como resultado un anormal desarrollo gonadal y deficiencias de TESTOSTERONA y posteriormente de las HORMONAS ANTIMULLERIANAS u otros factores necesarios para el desarrollo normal del sexo masculino. Esto conduce al desarrollo de fenotipos femeninos (reversión sexual masculino a femenino), estatura normal, y líneas bilaterales o gónadas disgénicas que son susceptibles a NEOPLASIAS DE TEJIDO GONADAL. Una disgenesia gonadal XY es asociada con anomalías estructurales en el CROMOSOMA Y, una mutación en el GEN SRY, o una mutación en otros genes autosomales que se ven envueltos en la determinación sexual.
Especialidad médico quirúrgica que se ocupa de la fisiología y los desórdenes primordialmente del tracto genital femenino, así como la endocrinología y fisiología reproductiva femeninas.
Productos moleculares metabolizados y segregados por el tejido neoplásico y que se caracterizan bioquímicamente en células o líquidos corporales. Son indicadores de la etapa del tumor y de su grado, así como utiles para monitorear la respuesta al tratamiento y para predecir las recurrencias. Muchos grupos químicos están representados, entre los que se incluyen hormonas, antígenos, aminoácidos y ácidos nucleicos, enzimas, poliaminas, y proteínas y lípidos específicos de las membranas celulares.

El coriocarcinoma es un tipo raro y agresivo de cáncer que se origina en los tejidos que forman la placenta durante el embarazo. Se desarrolla a partir de células trofoblásticas, que son células que normalmente forman parte del proceso de implantación del embrión en el útero y contribuyen a la formación de la placenta.

El coriocarcinoma puede ocurrir de forma aislada (forma pura) o como parte de una forma más común de cáncer gestacional llamada tumor del saco vitelino invasivo. También se puede presentar en combinación con otros tipos de tumores trofoblásticos gestacionales.

Este tipo de cáncer suele manifestarse con sangrado vaginal anormal, que puede ser leve o abundante, y puede producirse durante el embarazo o después del parto, aborto espontáneo o incluso tras la utilización de anticonceptivos hormonales. Otras posibles señales y síntomas del coriocarcinoma pueden incluir dolor abdominal, pelviano o pélvico, aumento de tamaño del útero y, en casos más avanzados, metástasis a otros órganos como los pulmones, hígado, cerebro o médula ósea.

El diagnóstico del coriocarcinoma se realiza mediante la determinación de los niveles de la gonadotropina coriónica humana (hCG) en sangre y orina, así como a través de ecografías y resonancias magnéticas para evaluar el crecimiento del tumor y posibles metástasis. El tratamiento suele consistir en quimioterapia, con cirugía y radioterapia en casos más avanzados o cuando la quimioterapia no sea eficaz. La tasa de supervivencia del coriocarcinoma es alta si se diagnostica y trata a tiempo, aunque puede variar dependiendo del estadio y la extensión del tumor en el momento del diagnóstico.

El coriocarcinoma no gestacional es un tipo raro y agresivo de cáncer que se origina en los tejidos reproductivos femeninos, pero a diferencia del coriocarcinoma gestacional, no está relacionado con un embarazo previo o actual. Por lo general, se desarrolla en el revestimiento del útero (endometrio) o en los ovarios, aunque también puede aparecer en otras partes del cuerpo.

Este tipo de cáncer se caracteriza por la rápida proliferación de células anormales que producen la gonadotropina coriónica humana (hCG), una hormona normalmente producida durante el embarazo. La presencia elevada de hCG en la sangre o la orina puede ser uno de los primeros signos de esta enfermedad.

El tratamiento del coriocarcinoma no gestacional generalmente implica cirugía para extirpar el tumor, seguida de quimioterapia para destruir las células cancerosas restantes. La radioterapia también puede ser una opción en algunos casos. Aunque este tipo de cáncer es agresivo y difícil de tratar, los avances en el diagnóstico y el tratamiento han mejorado significativamente las perspectivas de supervivencia en los últimos años.

La definición médica de 'Neoplasias Uterinas' se refiere al crecimiento anormal y desregulado de células en el útero, lo que resulta en la formación de tumores. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Las neoplasias uterinas más comunes son miomas uterinos (tumores benignos del músculo liso uterino), adenomiosis (crecimiento anormal del tejido endometrial dentro del músculo uterino) y cáncer de útero o cérvix. Los factores de riesgo para el desarrollo de neoplasias uterinas incluyen menopausia tardía, obesidad, tabaquismo, uso de terapia hormonal sustitutiva y antecedentes familiares de cáncer. El diagnóstico puede incluir exámenes pélvicos, ultrasonidos, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, y biopsias del endometrio. El tratamiento depende del tipo y grado de la neoplasia uterina y puede incluir vigilancia activa, cirugía, radioterapia o quimioterapia.

La mola hidatiforme, también conocida como mola hidatidosa, es un trastorno gestacional poco común en el que se produce un crecimiento anormal del tejido placentario dentro del útero. Se caracteriza por la presencia de vesículas llenas de líquido (llamadas hidátides) y una sobreproducción de tejido vascular.

Este trastorno se clasifica en dos categorías: mola parcial y mola completa. En una mola parcial, hay un feto anormal con cantidades variables de crecimiento anormal del tejido placentario. En una mola completa, no hay desarrollo fetal y el crecimiento anormal del tejido placentario es extenso.

La causa más común de la mola hidatiforme es una fecundación defectuosa en la que un óvulo se combina con dos espermatozoides (dicigótica) o un espermatozoide fecunda a un óvulo que no ha sido liberado completamente del ovocito polar (monocigótica). Esto resulta en una duplicación anormal de los cromosomas paternos, lo que lleva al crecimiento excesivo del tejido placentario.

Los síntomas de la mola hidatiforme pueden incluir sangrado vaginal durante el embarazo, aumento rápido del tamaño uterino y presencia de moléculas anormales en el torrente sanguíneo. El diagnóstico se realiza mediante ultrasonido y pruebas de laboratorio.

El tratamiento suele consistir en la extracción quirúrgica del tejido afectado (evacuación uterina) seguida de un control cuidadoso para detectar posibles complicaciones, como el desarrollo de un tumor maligno llamado coriocarcinoma. Las mujeres que han tenido una mola hidatiforme tienen un mayor riesgo de experimentar este tipo de cáncer en comparación con la población general.

Las neoplasias trofoblásticas son un tipo de crecimientos anormales o tumores que se desarrollan a partir del tejido trofoblástico, el cual es el componente celular externo de la placenta que proporciona nutrientes al feto en desarrollo. Estas neoplasias pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Existen varios tipos de neoplasias trofoblásticas, incluyendo:

1. Coriocarcinoma: Es el tipo más agresivo y maligno de neoplasia trofoblástica. Se origina a partir de las células del sincitiotrofoblasto y puede crecer rápidamente, invadiendo los tejidos circundantes y diseminándose a distancia (metástasis).

2. Hidatiforme no mole: Es un tipo de neoplasia trofoblástica benigna que se desarrolla a partir de células del citotrofoblasto. A menudo no presenta síntomas y es descubierta durante exámenes de rutina.

3. Hidatiforme mole completa: Es un tipo de neoplasia trofoblástica que se desarrolla a partir de células anormales del citotrofoblasto y sincitiotrofoblasto. A menudo causa sangrado vaginal y puede aumentar el riesgo de desarrollar coriocarcinoma.

4. Neoplasia trofoblástica persistente/reactiva: Es un tipo de neoplasia trofoblástica benigna que se desarrolla a partir de células del citotrofoblasto y sincitiotrofoblasto en respuesta a una gestación anormal o después de un aborto espontáneo.

Los síntomas de las neoplasias trofoblásticas pueden variar dependiendo del tipo y grado de malignidad. Pueden incluir sangrado vaginal anormal, dolor abdominal, aumento de la fatiga y dificultad para respirar. El tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia y terapia hormonal.

Los trofoblastos son células especializadas en la superficie del blastocisto, una etapa temprana en el desarrollo embrionario. En los mamíferos, incluyendo a los seres humanos, el blastocisto es una estructura hueca con un núcleo de células internas llamado la masa celular interna (MCI) y un grupo externo de células más grandes llamadas trofoblastos.

Después de la implantación del blastocisto en el útero, los trofoblastos se diferencian aún más en dos tipos distintos: citotrofoblastos y sincitiotrofoblastos. Los citotrofoblastos son células más pequeñas y menos invasivas que forman una capa de células compactas alrededor del MCI. Por otro lado, los sincitiotrofoblastos son células grandes y multinucleadas que secretan enzimas proteolíticas para ayudar a la invasión del blastocisto en el endometrio uterino.

Los trofoblastos también desempeñan un papel importante en la formación de la placenta, una estructura vital que proporciona nutrientes y oxígeno al feto en desarrollo y elimina los productos de desecho. Durante el proceso de invasión trofoblástica, los sincitiotrofoblastos se fusionan con vasos sanguíneos maternos para formar una red vascular que permite la transferencia de nutrientes y gases entre la madre y el feto.

En algunas ocasiones, los trofoblastos pueden experimentar un crecimiento descontrolado y desarrollar una enfermedad llamada tumor trofoblástico gestacional (TTG). Existen varios tipos de TTG, incluyendo el coriocarcinoma, que es el tipo más agresivo y con mayor probabilidad de diseminarse a otras partes del cuerpo. El tratamiento para los tumores trofoblásticos gestacionales puede incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia, dependiendo del tipo y grado de la enfermedad.

La mola hidatiforme invasiva, también conocida como gestación trofoblástica invasiva o invasión trofoblástica, es una complicación poco común pero grave de un tipo anormal de embarazo llamado mola hidatiforme. La mola hidatiforme es una afección en la que el óvulo fertilizado (óvulo huevo) se implanta en el útero, pero no se desarrolla normalmente. En lugar de eso, se forman masas llenas de vesículas (bolsas llenas de líquido), dando al útero un aspecto esponjoso.

En una mola hidatiforme invasiva, las células anormales del tejido de la mola comienzan a invadir los tejidos circundantes, como el miometrio (músculo uterino) o los vasos sanguíneos. Esto puede provocar sangrado vaginal abundante y, en casos graves, puede causar anemia, insuficiencia cardíaca congestiva, hipertensión pulmonar y convulsiones debido a la pérdida de sangre y la producción excesiva de hormonas. La mola hidatiforme invasiva también tiene el potencial de diseminarse (metástasis) a otras partes del cuerpo, como los pulmones o el cerebro.

El tratamiento de la mola hidatiforme invasiva generalmente implica la extirpación quirúrgica del útero (histerectomía) y la administración de quimioterapia para destruir las células anormales restantes. Es importante detectar y tratar esta afección lo antes posible, ya que tiene el potencial de ser mortal si no se trata adecuadamente.

La enfermedad trofoblástica gestacional (ETG) es un término general que se utiliza para describir el crecimiento anormal de células derivadas del tejido placentario después del embarazo. Existen varios tipos de ETG, incluyendo el molesto pero benigno hidatidiforme completo (HM), el no invasivo y generalmente benigno hidatidiforme parcial (HM parcial), y los crecimientos malignos conocidos como coriocarcinoma, carcinoma trofoblástico embrionario y tumores del sitio de implantación.

Estas condiciones se caracterizan por un crecimiento excesivo de las células que forman la placenta (trofoblasto). El HM es una afección en la cual el óvulo fertilizado no contiene ningún material genético del padre ni de la madre y, por lo tanto, no se desarrolla un feto. En cambio, el saco gestacional se llena con tejido anormal que puede crecer y causar complicaciones. El HM parcial es similar al HM, pero en este caso hay algún material genético del padre y/o de la madre, y a veces se forma un feto que no sobrevive.

El coriocarcinoma es el tipo más agresivo y peligroso de ETG. Se trata de un cáncer rápidamente creciente que puede invadir los tejidos circundantes y diseminarse a otras partes del cuerpo. El carcinoma trofoblástico embrionario es similar al coriocarcinoma, pero tiende a ser menos agresivo y a crecer más lentamente. Los tumores del sitio de implantación son lesiones raras que se desarrollan en el útero donde se ha producido la implantación del saco gestacional.

Los síntomas de la ETG pueden incluir sangrado vaginal anormal después del embarazo, un aumento de tamaño del útero y dolor abdominal. El tratamiento depende del tipo y gravedad de la enfermedad y puede incluir cirugía, quimioterapia y radioterapia. La detección y el tratamiento precoces son importantes para prevenir complicaciones y aumentar las posibilidades de curación.

La Gonadotropina Coriónica Humana (hCG, por sus siglas en inglés) es una hormona glicoproteica producida durante el embarazo por la sinciciotrofoblasto, que es un tipo de tejido que forma parte del saco amniótico y la placenta. La hCG está compuesta por dos subunidades: alfa y beta. La subunidad beta (β-hCG) es específica de la hCG y se utiliza a menudo en las pruebas de embarazo para detectar niveles elevados de esta hormona en la orina o en la sangre.

La β-hCG es una glicoproteína de cadena simple con un peso molecular de aproximadamente 22 kDa. Se une a la receptora de la LH/hCG en el cuerpo luteo, lo que ayuda a mantener la producción de progesterona y estimula la angiogénesis en la decidua durante el embarazo temprano.

La medición de los niveles séricos de β-hCG se utiliza en la práctica clínica para confirmar el diagnóstico de embarazo, monitorizar el crecimiento fetal y detectar posibles complicaciones del embarazo, como la presencia de un embarazo ectópico o una mola hidatidiforme. Además, los niveles anormales de β-hCG también pueden ser indicativos de ciertos tipos de cánceres, como el cáncer testicular y el cáncer de ovario.

La gonadotropina coriónica (hCG) es una hormona glicoproteica producida por las células sincitiotrofoblásticas del saco corionico durante la early stages of pregnancy (primeras etapas del embarazo). La hCG es la hormona detectada en las pruebas de embarazo y su función principal es mantener la producción de progesterona por el cuerpo lúteo después de la implantación, lo que previene la menstruación y apoya el desarrollo temprano del embrión. Los niveles de hCG aumentan rápidamente durante las primeras semanas de embarazo y luego disminuyen gradualmente a medida que avanza el embarazo. La hCG también se utiliza en el tratamiento de ciertos tipos de infertilidad y como marcador tumoral en algunos tipos de cáncer, como el cáncer testicular.

La placenta es un órgano vital que se desarrolla durante el embarazo en mamíferos eutérios, incluidos los humanos. Se forma a partir de la fusión del blastocisto (el cigoto en etapa temprana de desarrollo) con la pared uterina y actúa como un intercambiador de nutrientes, gases y productos de desecho entre la madre y el feto.

La placenta contiene vasos sanguíneos de la madre y del feto, lo que permite que los nutrientes y el oxígeno pasen desde la sangre materna a la sangre fetal, mientras que los desechos y dióxido de carbono se mueven en la dirección opuesta. También produce varias hormonas importantes durante el embarazo, como la gonadotropina coriónica humana (hCG), la progesterona y la relaxina.

Después del nacimiento, la placenta se expulsa del útero, un proceso conocido como alumbramiento. En algunas culturas, la placenta puede tener significados simbólicos o rituales después del parto.

El embarazo es un estado fisiológico en el que un óvulo fecundado, conocido como cigoto, se implanta y se desarrolla en el útero de una mujer. Generalmente dura alrededor de 40 semanas, divididas en tres trimestres, contadas a partir del primer día de la última menstruación.

Durante este proceso, el cigoto se divide y se forma un embrión, que gradualmente se desarrolla en un feto. El cuerpo de la mujer experimenta una serie de cambios para mantener y proteger al feto en crecimiento. Estos cambios incluyen aumento del tamaño de útero, crecimiento de glándulas mamarias, relajación de ligamentos pélvicos, y producción de varias hormonas importantes para el desarrollo fetal y la preparación para el parto.

El embarazo puede ser confirmado mediante diversos métodos, incluyendo pruebas de orina en casa que detectan la presencia de gonadotropina coriónica humana (hCG), un hormona producida después de la implantación del cigoto en el útero, o por un análisis de sangre en un laboratorio clínico. También se puede confirmar mediante ecografía, que permite visualizar el saco gestacional y el crecimiento fetal.

Las vellosidades coriónicas (VC) son protrusiones del tejido fetal que se extienden hacia la decidua (tejido materno) en el útero durante el desarrollo embrionario. Constituyen la primera estructura fetal que se forma y comienza a desarrollarse aproximadamente 12 días después de la concepción.

Las vellosidades coriónicas contienen vasos sanguíneos que permiten el intercambio de nutrientes y gases entre la madre y el feto a través de la placenta. Estas estructuras se ramifican y crecen dentro del saco gestacional, aumentando la superficie de intercambio para mantener un suministro adecuado de oxígeno y nutrientes al feto en desarrollo.

La evaluación de las vellosidades coriónicas es importante en el diagnóstico prenatal, especialmente durante la ecografía del primer trimestre. La presencia o ausencia de anormalidades en las vellosidades coriónicas puede indicar posibles problemas cromosómicos o estructurales en el feto. Además, el grosor de las vellosidades coriónicas se utiliza como un marcador para detectar síndrome de Down y otras anomalías cromosómicas durante el embarazo.

Las hormonas glicoproteicas de subunidad alfa son un tipo específico de hormonas que se encuentran en el cuerpo humano. Están compuestas por dos subunidades, una subunidad alfa y una subunidad beta, unidas por enlaces débiles no covalentes. La subunidad alfa es común a todas las hormonas glicoproteicas, mientras que la subunidad beta varía según el tipo particular de hormona.

Estas hormonas desempeñan diversas funciones importantes en el organismo. Por ejemplo, la hormona estimulante del tiroides (TSH), la hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH) son todas hormonas glicoproteicas de subunidad alfa. La TSH regula el metabolismo y el crecimiento de las células tiroideas, mientras que la FSH y la LH desempeñan papeles clave en la reproducción y el desarrollo sexual.

La subunidad alfa de estas hormonas se sintetiza en el retículo endoplásmico rugoso de las células secretoras y se glicosila durante su procesamiento. La glicosilación es un proceso importante que ayuda a estabilizar la estructura de la proteína y a facilitar su transporte a través de la membrana celular. Una vez fuera de la célula, la subunidad alfa se une a la subunidad beta correspondiente para formar el heterodímero funcional completo de la hormona glicoproteica.

Las "Células Tumorales Cultivadas" son células cancerosas que se han extraído de un tumor sólido o de la sangre (en el caso de leucemias) y se cultivan en un laboratorio para su estudio y análisis. Esto permite a los investigadores y médicos caracterizar las propiedades y comportamientos de las células cancerosas, como su respuesta a diferentes fármacos o tratamientos, su velocidad de crecimiento y la expresión de genes y proteínas específicas.

El cultivo de células tumorales puede ser útil en una variedad de contextos clínicos y de investigación, incluyendo el diagnóstico y pronóstico del cáncer, la personalización del tratamiento y el desarrollo de nuevos fármacos y terapias. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las células cultivadas en un laboratorio pueden no comportarse exactamente igual que las células cancerosas en el cuerpo humano, lo que puede limitar la validez y aplicabilidad de los resultados obtenidos en estudios in vitro.

Las neoplasias testiculares se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en los testículos, lo que resulta en la formación de tumores. Pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores testiculares son relativamente raros, representando alrededor del 1% de todos los cánceres en hombres. Sin embargo, es el cáncer más común en hombres entre las edades de 15 y 35 años.

Hay dos tipos principales de tumores testiculares: germinales y no germinales. Los tumores germinales se originan a partir de células que producen espermatozoides y representan la gran mayoría de los casos de cáncer testicular. Dentro de esta categoría, existen dos subtipos principales: seminomas y no seminomas. Los tumores no germinales se originan en otras células de los testículos y son mucho menos comunes que los tumores germinales.

Los síntomas de las neoplasias testiculares pueden incluir un bulto o aumento de tamaño en uno o ambos testículos, dolor o molestia en el escroto, dolor abdominal, dolor de espalda y agrandamiento de los ganglios linfáticos en la ingle. El diagnóstico generalmente se realiza mediante una combinación de examen físico, ultrasonido testicular, análisis de sangre y, en algunos casos, biopsia.

El tratamiento depende del tipo y estadio del tumor testicular. La cirugía para extirpar el testículo afectado (orquiectomía) es el tratamiento principal para la mayoría de los tipos de cáncer testicular. Otras opciones de tratamiento pueden incluir quimioterapia y radioterapia, dependiendo del tipo y estadio del tumor. La tasa de supervivencia a largo plazo para la mayoría de los tipos de cáncer testicular es alta, especialmente si se detecta y trata tempranamente.

Disgerminoma es un tipo específico de tumor que se origina en los ovarios y se clasifica como un tipo raro de tumor germinal. Los tumores germinales son aquellos que se desarrollan a partir de las células germinales, que son las células que dan lugar a los óvulos en las mujeres y a los espermatozoides en los hombres.

Los disgerminomas suelen ocurrir en adolescentes y mujeres jóvenes, aunque pueden presentarse a cualquier edad. Estos tumores tienden a crecer rápidamente y pueden causar síntomas como dolor abdominal, hinchazón o sensación de plenitud en el abdomen, y alteraciones menstruales.

La característica distintiva del disgerminoma es que está compuesto por células grandes y uniformes, con un núcleo grande y prominentes nucleolos. A menudo, estas células producen alfa-fetoproteína (AFP) y lactico deshidrogenasa (LDH), lo que puede ayudar en el diagnóstico y seguimiento del tumor.

El tratamiento de elección para los disgerminomas es la cirugía, seguida a menudo de quimioterapia adyuvante para reducir las posibilidades de recurrencia. Con un tratamiento adecuado, el pronóstico para las personas con disgerminoma es generalmente bueno, con tasas de supervivencia a largo plazo superiores al 90%.

Sin embargo, como con cualquier tipo de cáncer, el pronóstico y la elección del tratamiento pueden variar dependiendo del estadio y la extensión del tumor en el momento del diagnóstico, así como de otros factores individuales.

El gonadoblastoma es un tipo raro de tumor que se origina en las células germinales, que son las células que dan lugar a los óvulos en las mujeres y al esperma en los hombres. Se encuentra principalmente en personas con trastornos cromosómicos o genéticos, como el síndrome de Turner, en el que una persona nace con solo un cromosoma X en lugar de los pares usuales de cromosomas X e Y.

Los gonadoblastomas suelen presentarse en la infancia o durante la adolescencia y se desarrollan con mayor frecuencia en los ovarios, aunque también pueden aparecer en los testículos. Aunque generalmente son benignos (no cancerosos), tienen el potencial de convertirse en tumores malignos (cancerosos) llamados dysgerminomas o seminomas.

Los síntomas del gonadoblastoma pueden ser leves o inexistentes, pero algunas personas pueden experimentar dolor abdominal, hinchazón o un bulto en el área pélvica. El diagnóstico se realiza mediante una biopsia o cirugía para extirpar todo o parte del tumor y examinarlo bajo un microscopio.

El tratamiento suele consistir en la extirpación quirúrgica del tumor y, si es necesario, la extirpación de los ovarios o testículos afectados. La radioterapia y la quimioterapia también pueden utilizarse en algunos casos, especialmente si el tumor se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

'Molluscicides' son un tipo de biocida, que se utiliza específicamente para matar moluscos, incluidos caracoles y babosas. Estos agentes químicos se emplean a menudo en el control de plagas en la agricultura para proteger los cultivos de daños causados por moluscos que se alimentan de las plantas. También pueden utilizarse en el control de vectores de enfermedades, como los caracoles y las babosas que transmiten el parásito de la esquistosomiasis. Es importante tener en cuenta que los molluscicidas pueden ser tóxicos para otros organismos, incluidos los humanos y las mascotas, por lo que deben manejarse y aplicarse con precaución.

La definición médica de 'Neoplasias Ováricas' se refiere al crecimiento anormal y desregulado de células en uno o ambos ovarios, lo que resulta en la formación de tumores. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Las neoplasias ováricas pueden originarse directamente en los tejidos ováricos (tumores primarios) o spread a los ovarios desde otros órganos (tumores secundarios o metastásicos).

Existen varios tipos de neoplasias ováricas, incluyendo tumores epiteliales, tumores germinales y tumores del estroma. Los tumores epiteliales son el tipo más común y pueden ser benignos o malignos. Los tumores germinales se originan en las células que producen los óvulos y suelen presentarse en mujeres más jóvenes. Por último, los tumores del estroma surgen de las células que producen hormonas en el ovario.

El tratamiento de las neoplasias ováricas depende del tipo y grado de malignidad, así como del estadio de la enfermedad. La cirugía es a menudo el pilar del tratamiento, seguida de quimioterapia y/o radioterapia en los casos de neoplasias malignas. La detección temprana de estas neoplasias es crucial para mejorar el pronóstico y aumentar las posibilidades de éxito del tratamiento.

La disgenesia gonadal 46 XY es un trastorno del desarrollo sexual que ocurre en personas con un cromosoma Y, pero con características sexuales incompletas o ambiguas. Se debe a una alteración en la diferenciación y desarrollo de los testículos durante el embarazo.

Las causas más comunes son mutaciones en genes que desempeñan un papel importante en el desarrollo de los testículos, como SRY, NR5A1 o DHH. Estas mutaciones pueden impedir que los testículos produzcan suficientes andrógenos (hormonas sexuales masculinas), lo que resulta en la falta de desarrollo de los órganos genitales externos masculinos y, a veces, también de los internos.

Los síntomas pueden variar ampliamente, desde genitales externos femeninos o ambiguos hasta genitales externos casi normales pero con testículos no descendidos (criptorquidia). Otras características asociadas a este trastorno incluyen gonadas anormales (disgenésicas), retraso en el crecimiento, baja producción de andrógenos y niveles elevados de gonadotropinas.

El tratamiento suele incluir cirugía para corregir los genitales externos y la administración de hormonas para promover el desarrollo secundario sexual y mantener las funciones corporales normales. La terapia de reemplazo hormonal también puede ser necesaria durante la vida adulta. El asesoramiento genético y psicológico también son importantes para el manejo adecuado de este trastorno.

La Ginecología es una rama especializada de la medicina que se ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y afecciones del sistema reproductivo femenino. Esto incluye los órganos genitales internos (útero, trompas de Falopio, ovarios) y externos (vulva, vagina), así como los senos. Los ginecólogos también pueden brindar atención preventiva, como citologías (pruebas de Papanicolaou) para la detección temprana del cáncer cervical y exámenes de mamas. Además, la ginecología aborda aspectos relacionados con la fertilidad, el control de natalidad, los problemas menstruales, la menopausia y la salud sexual y reproductiva en general. A menudo, los ginecólogos también son obstetras, lo que significa que están capacitados para brindar atención durante el embarazo, el parto y el posparto.

Los marcadores biológicos de tumores, también conocidos como marcadores tumorales, son sustancias que se encuentran en el cuerpo y pueden indicar la presencia de cáncer. La mayoría de los marcadores tumorales son proteínas producidas por células cancerosas o por otras células del cuerpo en respuesta al cáncer.

Los marcadores tumorales se utilizan más comúnmente como una herramienta auxiliar en el diagnóstico, pronóstico y monitoreo del tratamiento del cáncer. Sin embargo, no se utilizan como pruebas definitivas de cáncer, ya que otros procesos médicos o condiciones de salud también pueden causar niveles elevados de marcadores tumorales.

Algunos ejemplos comunes de marcadores tumorales incluyen el antígeno prostático específico (PSA) para el cáncer de próstata, la alfa-fetoproteína (AFP) para el cáncer de hígado y el CA-125 para el cáncer de ovario. Es importante destacar que los niveles de marcadores tumorales pueden aumentar y disminuir con el tiempo, por lo que es necesario realizar pruebas repetidas en intervalos regulares para evaluar su comportamiento.

Además, los marcadores tumorales también se utilizan en la investigación oncológica para desarrollar nuevas terapias y tratamientos contra el cáncer. La identificación de nuevos marcadores tumorales puede ayudar a detectar el cáncer en etapas más tempranas, monitorizar la eficacia del tratamiento y predecir la recurrencia del cáncer.

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