Hernia del tejido encefálico a través de un defecto congénito o adquirido en el cráneo. La mayoría de los encefaloceles congénitos ocurren en las regiones occipital o frontal. Las características clínicas incluyen una masa protuberante y que puede ser pulsátil. La cantidad y localización del tejido neural herniado determina el tipo y grado de defecto neurológico. Con frecuencia ocurren defectos visuales, retraso del desarrollo psicomotor, y deficiencias motoras persistentes.
Protrusión congénita o adquirida de las meninges, que no se acompaña de tejido neural, a través de un defecto óseo en el cráneo o la columna vertebral.
Hueso irregular e impar situado en la BASE DEL CRÁNEO y acuñado entre los huesos frontales, temporales y occipitales (HUESO FRONTAL.
Incremento anormal de la distancia interorbitaria debido a un desarrollo excesivo de las alas menores del esfenoides.
Derramamiento de líquido céfalorraquídeo a través de la nariz. Entre las etiologías comunes se incluyen traumas, neoplasias y cirugías previas, pero la afección puede presentarse espontáneamente. (Traducción libre del original: Otolaryngol Head Neck Surg 1997 Apr;116(4):442-9)
Uno de los espacios de aire vinculados que se localiza en el cuerpo del HUESO ESFENOIDES detrás del HUESO ETMOIDES en el medio del cráneo. El seno esfenoidal se comunica con la parte posterosuperior de la CAVIDAD NASAL en el mismo lado.
Hueso liviano y esponjoso (neumatizado) que se encuentra entre la órbita del HUESO FRONTAL y la parte anterior del HUESO ESFENOIDES. El hueso etmoides separa la ÓRBITA de los SENOS ETMOIDALES. Consiste en una placa horizontal, una placa perpendicular, y dos laberintos laterales.
Fracturas de los huesos de la órbita, que incluye partes de los huesos frontal, etmoidal, lagrimal, y esfenoides y del maxilar y cigoma.
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y de las estructuras adyacentes relacionadas con los defectos del cierre del tubo neural durante el primer trimestre del embarazo, éstas ocurren generalmente entre los días 18-29 de la gestación. Las malformaciones ectodérmicas y mesodérmicas (que afectan fundamentalmente al cráneo y las vértebras) pueden ocurrir como resultado de los defectos del cierre del tubo neural.
Malformación del sistema nervioso originada por un fallo de cierre del neuroporo anterior. Los recién nacidos nacen con médulas espinales, cerebelos y tronco cerebral intactos, pero no se ha realizado la formación de las estructuras neurales que están por encima de este nivel. El cráneo sólo está formado parcialmente, pero los ojos usualmente son normales. Esta enfermedad puede asociarse con una deficiencia de folatos. Los recién nacidos afectados sólo son capaces de tener reflejos primitivos (tronco cerebral) y usualmente no sobreviven más de dos semanas. (Traducción libre del original: Menkes, Textbook of Child Neurology, 5th ed, p247)
Procedimientos que usan NEUROENDOSCOPIOS para el diagnóstico de enfermedad y tratamiento. La neuroendoscopía, generalmente un sistema de integración del neuroendoscopio con NEURONAVEGACÍON asistida por computador, provee orientación en PROCEDIMIENTOS NEUROQUIRURGICOS.
Prominencia ósea situada en la superficie superior del hueso esfenoides. Alberga a la GLÁNDULA PITUITARIA.
Hernia congénita, o raramente adquirida, de las meninges y del tejido de la médula espinal a través de un defecto óseo en la columna vertebral. La mayoría de estos defectos ocurren en la región lumbosacra. Entre las características clínicas se incluye PARAPLEGIA, pérdida de la sensibilidad en la zona inferior del cuerpo, e incontinencia. Esta afección puede asociarse con la MALFORMACIÓN DE ARNOLD-CHIARI e HIDROCEFALIA. (Traducción libre del original: Joynt, Clinical Neurology, 1992, Ch55, pp35-6)
Ausencia congénita o defectos en las estructuras del ojo; también puede ser hereditaria.
Complejo de síntomas característicos.
"Anomalías múltiles se refiere a la presencia de tres o más anomalías estructurales congénitas que afectan diferentes sistemas corporales, ocurriendo en un individuo como resultado de una alteración en el desarrollo embrionario."
Afecciones causadas por un movimiento anormal de los CILIOS en el organismo, causando por lo general el SÍNDROME DE KARTAGENER, trastornos respiratorios crónicos, SINUSITIS crónica y OTITIS crónica. El batido ciliar anómalo se debe probablemente a defectos en cualquiera de las más de 200 proteínas ciliares, como la pérdida de los brazos de la enzima motora DINEINA.
Cirugía que se realiza en el sistema nervioso o sus partes.
Enfermedades hereditarias que se caracterizan por la expansión progresiva de un gran número de QUISTES fuertemente compactados dentro del RIÑÓN. Se incluyen enfermedades con herencias autosómica dominante y autosómica recesiva.

La encefalocele es una malformación congénita del sistema nervioso central donde parte del tejido cerebral y los líquidos circundantes sobresalen a través de un defecto en el cráneo. Esta protuberancia se encuentra cubierta por membranas (meninges) y, a veces, por piel. La ubicación más común para este defecto es en la base del cráneo, especialmente en la frente, entre los ojos o en la parte posterior de la cabeza.

La gravedad de la afección puede variar según el tamaño del defecto y la cantidad de tejido cerebral afectado. Los síntomas pueden incluir anomalías faciales, discapacidades intelectuales, problemas visuales y parálisis en los músculos faciales. El tratamiento generalmente implica una intervención quirúrgica para corregir el defecto y colocar el tejido cerebral de vuelta en su posición correcta dentro del cráneo.

La meningocele es una afección congénita del sistema nervioso central donde una porción de las membranas que recubren el cerebro o la médula espinal (meninges) sobresale a través de un defecto en el cráneo o la columna vertebral. Esto crea una bolsa llena de líquido cefalorraquídeo bajo la piel. A diferencia de la espina bífida, que también es un trastorno del cierre del tubo neural, la meningocele no involucra las estructuras nerviosas mismas, aunque aún puede causar problemas neurológicos si el saco afecta los nervios circundantes. El tratamiento generalmente implica una cirugía para corregir el defecto y prevenir complicaciones como infecciones o daño nervioso adicional.

El hueso esfenoides es un hueso central del cráneo que ayuda a formar el neurocráneo y parte del spláncrano. Tiene la forma de una mariposa y contribuye a formar los límites de las órbitas oculares, así como también forma parte del piso y laterales de la cavidad craneal. En su interior alberga los senos esfenoidales.

Está situado en la base del cráneo, entre el occipital, el temporal y los parietales. Tiene dos alas mayores, que se articulan con los parietales; dos alas menores, que forman parte de la órbita ocular; un cuerpo que forma parte del piso de la cavidad craneal y una apófisis basilar que desciende hacia la parte superior de la columna vertebral.

Lesiones o enfermedades en el hueso esfenoides pueden causar diversos síntomas, dependiendo de la ubicación y extensión de la lesión, incluyendo dolores de cabeza, problemas visuales, trastornos del olfato y del gusto, entre otros.

El hipertelorismo es una condición médica en la cual los ojos están más separados de lo normal. La distancia entre los centros de las pupilas (conocida como distancia interpupilar o DIP) es mayor a 2 desviaciones estándar del promedio, que generalmente se define como más de 30-32 milímetros en los adultos. Esta condición puede ser aislada o parte de un síndrome genético más amplio, como el síndrome de Down o el síndrome de Noonan. El hipertelorismo puede presentarse con otros problemas estructurales en la cara y el cráneo. En algunos casos, el hipertelorismo se asocia con trastornos del desarrollo neurológico o mental. Sin embargo, muchas personas con hipertelorismo tienen un desarrollo normal e inteligencia promedio. El tratamiento puede incluir cirugía estética para mejorar la apariencia si el hipertelorismo es significativo y causa problemas psicosociales.

La rinorrea de líquido cefalorraquídeo (LCR) es un término médico que se refiere a la fuga o escape del líquido cefalorraquídeo a través de las vías nasales. El líquido cefalorraquídeo es un fluido claro y estéril que rodea el cerebro y la médula espinal, actuando como amortiguador y proporcionando protección mecánica y química a estos órganos vitales.

La rinorrea de LCR puede ocurrir como resultado de una lesión traumática en la cabeza o el cráneo, cirugía nasal o sinusal invasiva, tumores benignos o malignos que involucran los senos paranasales o el cráneo, infecciones crónicas de los senos paranasales, o trastornos degenerativos del tejido conectivo que afectan la integridad estructural de los huesos y las membranas que rodean al cerebro.

La presencia de rinorrea de LCR puede ser indicativa de una condición médica grave, como una fuga de líquido cefalorraquídeo, que requiere atención médica inmediata y especializada. Los síntomas asociados con la rinorrea de LCR pueden incluir secreción nasal clara y abundante, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, visión doble, mareos, desequilibrio, rigidez en el cuello y sensibilidad a la luz.

El diagnóstico de rinorrea de LCR generalmente se realiza mediante una evaluación clínica exhaustiva que incluye la historia médica del paciente, un examen físico completo y pruebas de laboratorio especializadas, como análisis de líquido cefalorraquídeo y estudios de imagenología avanzada, como tomografía computarizada y resonancia magnética nuclear. El tratamiento de la rinorrea de LCR depende de la causa subyacente y puede incluir medidas conservadoras, como reposo en cama, hidratación adecuada y administración de analgésicos, o intervenciones quirúrgicas más invasivas, como la colocación de un parche de dura mater o una derivación lumbar.

El seno esfenoidal, en términos médicos, se refiere a una cavidad hueca dentro del cuerpo del hueso esfenoides en el cráneo. Los senos esfenoidales están situados detrás de los ojos y son parte de los senos paranasales. Normalmente, cada persona tiene dos senos esfenoidales, uno a la derecha y otro a la izquierda.

Estos senos ayudan en el proceso de humidificación y calentamiento del aire que inhala antes de que llegue a los pulmones. Además, también contribuyen a reducir el peso total del cráneo y proporcionar espacio para los vasos sanguíneos y nervios importantes.

Los problemas con los senos esfenoidales pueden incluir infecciones (senos esfenoidales), inflamación o crecimientos anormales, como pólipos o tumores, que podrían causar dolor de cabeza, sinusitis y otros síntomas.

El hueso etmoides es un pequeño hueso irregular situado en la base del cráneo, entre los ojos y formando parte de la pared lateral y del techo de la cavidad nasal. Tiene forma de cuña y se divide en cuatro partes: lámina perpendicular, cornete inferior, cornete medio y laberinto etmoidal.

La lámina perpendicular es una placa vertical que ayuda a formar el tabique nasal y los senos esfenoidales. Los cornetes, por otro lado, son pequeñas estructuras con forma de cono ubicadas en la pared lateral de la cavidad nasal y ayudan a calentar, humedecer y filtrar el aire que inspiramos.

El laberinto etmoidal es una compleja red de celdillas llenas de aire (conocidas como células etmoidales) que se encuentran en la parte posterior del hueso etmoides y ayudan a reducir el peso total del cráneo. Además, el hueso etmoides también contribuye a la formación de los orbitas o órbitas oculares, que son las cavidades óseas en las que se encuentran los ojos.

El hueso etmoides es una estructura delicada y vulnerable a lesiones, especialmente en traumatismos faciales o accidentes de tráfico. Las fracturas de este hueso pueden causar problemas nasales, sinusales y oculares graves.

Las fracturas orbitales se refieren a las roturas o grietas en los huesos que forman la órbita, que es el socket óseo situado en la cara que alberga y protege al ojo. Estas fracturas pueden ser causadas por traumatismos directos o impactos fuertes a la región facial, como los producidos en accidentes automovilísticos, peleas o deportes de contacto.

Existen diferentes tipos de fracturas orbitales, dependiendo de la localización y el patrón de la rotura. Algunos de los más comunes incluyen:

1. Fracturas del suelo orbitario (fosa inferior): También conocidas como fracturas de "suelo de la órbita", se producen cuando el hueso maxilar o el hueso palatino se rompe, formando una abertura en el piso de la órbita. Este tipo de fractura puede comprometer los músculos que controlan los movimientos oculares y los nervios que suministran sensación al ojo.

2. Fracturas de la pared lateral (fosa temporal): Ocurren cuando se rompe el hueso cigomático (hueso malar o mejilla), que forma parte de la pared externa de la órbita. Estas fracturas pueden dar lugar a un aumento de la movilidad de la pared orbitaria y, en algunos casos, a una alteración en la apariencia facial.

3. Fracturas de la pared medial (fosa etmoidal): Se dan cuando se rompe el hueso etmoides, que forma parte de la pared interna de la órbita. Este tipo de fractura puede asociarse con daño en los senos paranasales y hemorragias nasales.

4. Fracturas del techo orbitario: Son menos frecuentes y se producen cuando se rompe el hueso frontal, que forma parte de la cubierta superior de la órbita. Estas fracturas pueden estar asociadas con lesiones en el cerebro o en los vasos sanguíneos craneales.

Los síntomas más comunes de las fracturas orbitarias incluyen:
- Dolor y sensibilidad alrededor del ojo afectado
- Hinchazón y moretones en el párpado y la región facial
- Limitación en los movimientos oculares
- Doble visión (diplopía)
- Hemorragia nasal
- Cambios en la apariencia facial
- Pérdida de sensibilidad en la piel alrededor del ojo

El diagnóstico de las fracturas orbitarias se realiza mediante una exploración clínica completa y pruebas de imagen, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética nuclear (RMN). El tratamiento dependerá del tipo y gravedad de la lesión. En algunos casos, se requerirá cirugía para reparar los huesos rotos y restaurar la función ocular. El pronóstico de las fracturas orbitarias es generalmente bueno si se diagnostican y tratan a tiempo. Sin embargo, en casos graves o complicados, pueden causar problemas visuales permanentes o incluso la pérdida de la visión.

Los defectos del tubo neural (DTN) son un grupo de anomalías congénitas graves que surgen de la falla en el cierre adecuado del tubo neural durante el desarrollo embrionario. El tubo neural es una estructura temprana en el embrión que eventualmente se convierte en el cerebro y la médula espinal.

Cuando el cierre del tubo neural no ocurre correctamente, puede resultar en diversas condiciones, dependiendo de dónde ocurra la falla. Algunos de los defectos del tubo neural más comunes incluyen:

1. Anencefalia: Es la falta de desarrollo total o parcial del cerebro, cráneo y piel que lo recubre. Los bebés nacidos con anencefalia generalmente no sobreviven más allá de unos pocos días después del nacimiento.

2. Espina bífida: Ocurre cuando la columna vertebral no se cierra completamente, y una o más vértebras quedan abiertas. Hay diferentes grados de espina bífida, siendo la espina bífida oculta la menos grave y la meningocele y la mielomeningocele las formas más graves. En estos casos, partes del tejido nervioso pueden sobresalir a través de la columna vertebral abierta, lo que puede causar diversos grados de discapacidad neurológica y parálisis.

3. Encefalocele: Es una protuberancia en la parte posterior del cráneo donde el cerebro sobresale a través de una abertura defectuosa en el cráneo. Puede causar diversos grados de discapacidad neurológica y requiere intervención quirúrgica para su corrección.

Los factores de riesgo asociados con los defectos del tubo neural incluyen la falta de ácido fólico en la dieta de la madre antes y durante el embarazo, exposición a ciertos medicamentos o productos químicos, diabetes materna y antecedentes familiares de defectos del tubo neural. La prevención se puede lograr mediante la suplementación con ácido fólico antes y durante el embarazo y evitando los factores de riesgo conocidos.

La anencefalia es una malformación congénita grave en la que un feto se desarrolla sin partes importantes del cerebro y del cráneo. Los bebés nacidos con esta afección generalmente no sobreviven más allá de unos pocos días o incluso horas después del nacimiento.

La anencefalia ocurre cuando el tubo neural, que se convierte en el cerebro y la médula espinal, no se cierra correctamente durante las primeras semanas de desarrollo embrionario. Como resultado, el cerebro no se forma adecuadamente y el cráneo puede carecer de partes importantes o estar completamente ausente.

La anencefalia se detecta con mayor frecuencia durante los exámenes prenatales, como la ecografía o las pruebas de detección de defectos congénitos en la sangre materna. Desafortunadamente, no hay cura para esta afección y el pronóstico es sombrío.

Las causas exactas de la anencefalia siguen sin estar claras, pero se cree que están relacionadas con una combinación de factores genéticos y ambientales. Algunos estudios han sugerido que los niveles bajos de ácido fólico en las mujeres embarazadas pueden aumentar el riesgo de anencefalia y otras malformaciones del tubo neural. Por esta razón, se recomienda encarecidamente a las mujeres que están planificando un embarazo o que ya están embarazadas que tomen suplementos diarios de ácido fólico para reducir el riesgo de este y otros defectos congénitos.

La neuroendoscopia es una técnica mínimamente invasiva en neurocirugía que utiliza un endoscopio, un tubo delgado con una cámara y luz en su extremo, para acceder al sistema nervioso central a través de pequeñas incisiones o naturales vías huecas del cuerpo. Esta técnica permite realizar procedimientos diagnósticos y terapéuticos dentro del cráneo o la columna vertebral, como biopsias, resecciones de tumores, lavajes cerebrales, tratamiento de hidrocefalia y hemorragias intraventriculares. La neuroendoscopia ofrece ventajas sobre las técnicas quirúrgicas tradicionales, como menor trauma, reducción del dolor posoperatorio, estancias hospitalarias más cortas y una recuperación más rápida. Sin embargo, requiere un alto grado de habilidad y entrenamiento especializado para su correcta ejecución.

La "Silla Turca" no es un término médico estándar o ampliamente aceptado. Sin embargo, en un contexto médico, parece referirse a una posición específica en la que se coloca a un paciente durante ciertos procedimientos, particularmente durante la cirugía espinal. En esta posición, el paciente está boca abajo con las piernas dobladas en los muslos y las pantorrillas apoyadas sobre un cojín o almohadilla, lo que hace que la forma general se asemeje a una silla. Esto ayuda a flexionar la columna vertebral y abrir el espacio entre las vértebras, facilitando así ciertos procedimientos quirúrgicos.

Sin embargo, es importante destacar que este término podría no ser familiar para muchos profesionales médicos y su uso puede variar considerablemente en diferentes contextos clínicos.

La meningomielocele es un término médico que se refiere a una malformación congénita del sistema nervioso central. Más específicamente, se trata de una protuberancia de las membranas (meninges) y la médula espinal a través de una abertura en el canal espinal (coloquialmente conocida como "espina bífida").

Esta condición suele presentarse en la región lumbar o sacra de la columna vertebral. La meningomielocele contiene tejido nervioso, líquido cefalorraquídeo y meninges. Puede variar en tamaño e impacto, desde casos leves con síntomas mínimos hasta casos graves que involucran parálisis y discapacidad significativas.

El tratamiento generalmente implica cirugía para cerrar la abertura y prevenir complicaciones como infecciones o lesiones adicionales en el tejido nervioso expuesto. La rehabilitación y el manejo de síntomas adicionales pueden ser necesarios, dependiendo de la gravedad del caso.

Las anomalías o trastornos oculares son condiciones médicas que afectan la estructura, la función o el desarrollo normal del ojo y pueden causar problemas visuales o ceguera. Estas anomalías pueden presentarse en cualquier parte del ojo, desde el párpado hasta el nervio óptico.

Algunos ejemplos comunes de anomalías oculares incluyen:

1. Estrabismo: también conocido como ojos vagos, es una condición en la que los ojos no alinean correctamente y apuntan en diferentes direcciones.
2. Hipermetropía: también conocida como hiperopía o vista corta, es un defecto de refracción en el que el paciente tiene dificultad para ver objetos cercanos.
3. Miopía: es un defecto de refracción en el que el paciente tiene dificultad para ver objetos lejanos.
4. Astigmatismo: es un defecto de refracción en el que la curvatura corneal no es uniforme, lo que hace que la visión se distorsione.
5. Cataratas: opacidad del cristalino que dificulta la visión y puede causar ceguera si no se trata.
6. Glaucoma: aumento de la presión intraocular que daña el nervio óptico y puede causar pérdida de visión o ceguera.
7. Degeneración macular: enfermedad degenerativa que afecta la mácula, la parte central de la retina, y puede causar pérdida de visión central o ceguera.
8. Retinopatía diabética: daño en los vasos sanguíneos de la retina causado por la diabetes, que puede conducir a la pérdida de visión o ceguera.
9. Ptosis: caída del párpado superior que puede obstruir parcial o completamente la visión.
10. Aniridia: ausencia congénita del iris que puede causar problemas de visión y aumentar el riesgo de desarrollar glaucoma.

El tratamiento de estas afecciones varía según la gravedad y la causa subyacente, y puede incluir medicamentos, cirugía o terapia de rehabilitación visual. Es importante buscar atención médica temprana si se sospecha alguna de estas condiciones para prevenir complicaciones y preservar la visión.

En términos médicos, un síndrome se refiere a un conjunto de signos y síntomas que ocurren juntos y pueden indicar una condición particular o enfermedad. Los síndromes no son enfermedades específicas por sí mismos, sino más bien una descripción de un grupo de características clínicas.

Un síndrome puede involucrar a varios órganos y sistemas corporales, y generalmente es el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales o adquiridos. Algunos ejemplos comunes de síndromes incluyen el síndrome de Down, que se caracteriza por retraso mental, rasgos faciales distintivos y problemas de salud congénitos; y el síndrome metabólico, que implica una serie de factores de riesgo cardiovascular como obesidad, diabetes, presión arterial alta e hiperlipidemia.

La identificación de un síndrome a menudo ayuda a los médicos a hacer un diagnóstico más preciso y a desarrollar un plan de tratamiento apropiado para el paciente.

Las anomalías múltles son una condición médica en la que un individuo presenta más de una anomalía congénita o malformación. Estas anomalías pueden afectar diferentes partes del cuerpo y pueden variar en gravedad desde leves hasta graves.

Las causas de las anomalías múltiples pueden ser genéticas, ambientales o una combinación de ambas. Algunos ejemplos de síndromes que involucran anomalías múltiples incluyen el síndrome de Down, el síndrome de Turner y el síndrome de Noonan.

El tratamiento para las anomalías múltiples depende del tipo y la gravedad de las malformaciones. Puede incluir cirugía, terapia física o ocupacional, y management médico a largo plazo. En algunos casos, el pronóstico puede ser favorable con un tratamiento y manejo adecuados, mientras que en otros casos las anomalías múltiples pueden ser letales.

Es importante que los individuos con anomalías múltiples reciban atención médica especializada y seguimiento regular para garantizar la mejor calidad de vida posible.

Los trastornos de la motilidad ciliar se refieren a condiciones en las que el movimiento de los cilios, pequeños pelos microscópicos que recubren la superficie interior de algunas estructuras en el cuerpo humano, está alterado. Los cilios desempeñan un papel importante en el sistema respiratorio y reproductivo, ya que ayudan a mover el moco y los espermatozoides.

En el sistema respiratorio, los cilios mueven el moco hacia arriba desde los pulmones hacia la garganta para ser expulsado del cuerpo. Cuando los cilios no funcionan correctamente, el moco puede acumularse en los pulmones y causar infecciones recurrentes o crónicas.

En el sistema reproductivo, los cilios ayudan a transportar los espermatozoides desde los ovarios hacia el útero en las mujeres. Si los cilios no funcionan correctamente, puede haber dificultades para quedarse embarazada.

Existen diferentes tipos de trastornos de la motilidad ciliar, como la disquinesia ciliar primaria (PCD), en la que los cilios no se mueven adecuadamente o están ausentes, y la síndrome de Kartagener, una forma específica de PCD que también incluye situs inversus, una condición en la que las principales estructuras internas del cuerpo están colocadas de manera opuesta a su posición normal.

Los trastornos de la motilidad ciliar pueden causar diversos síntomas, como tos crónica, producción excesiva de moco, infecciones respiratorias recurrentes, dificultad para quedarse embarazada y problemas pulmonares graves en algunos casos. El diagnóstico y el tratamiento de estos trastornos suelen requerir la evaluación y el seguimiento de un especialista en enfermedades respiratorias o reproductivas.

Los procedimientos neuroquirúrgicos se refieren a los métodos quirúrgicos utilizados para tratar condiciones y enfermedades del sistema nervioso, que incluye el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos. Estos procedimientos son realizados por neurocirujanos, médicos especializados en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las afecciones del sistema nervioso.

Algunos ejemplos de procedimientos neuroquirúrgicos incluyen:

1. Cirugía de la columna vertebral: utilizada para tratar problemas en la columna, como hernias discales, estenosis espinal y tumores.

2. Descompresión craneal: se realiza para aliviar la presión sobre el cerebro debido a un hematoma, tumor u otra causa.

3. Cirugía de Parkinson: utilizada para tratar los síntomas del Parkinson avanzado, como temblores y rigidez.

4. Cirugía de la epilepsia: se realiza para controlar las convulsiones incontrolables que no responden a otros tratamientos.

5. Cirugía vascular cerebral: utilizada para tratar aneurismas cerebrales y malformaciones arteriovenosas (MAV).

6. Tratamiento quirúrgico de tumores cerebrales: se realiza para extirpar o reducir la presión de los tumores cerebrales benignos o malignos.

7. Cirugía de la neuralgia del trigémino: utilizada para aliviar el dolor facial intenso asociado con esta afección.

8. Estimulación cerebral profunda: se utiliza para tratar una variedad de condiciones, como enfermedad de Parkinson, distonía y trastornos del movimiento.

9. Cirugía de la esclerosis múltiple: utilizada para aliviar los síntomas de esta afección crónica del sistema nervioso central.

10. Cirugía de columna vertebral: se realiza para tratar diversas afecciones de la columna vertebral, como hernias discales y estenosis espinal.

Las Enfermedades Renales Poliquísticas (ERP) son trastornos genéticos que causan la formación de múltiples quistes llenos de líquido en los riñones. Existen dos tipos principales: ERP tipo 1 y ERP tipo 2.

La ERP tipo 1 es el tipo más común y se caracteriza por la aparición de quistes en ambos riñones, a menudo también afecta al hígado. Esta forma de la enfermedad generalmente progresa gradualmente a insuficiencia renal, especialmente si no se trata adecuadamente. Los síntomas pueden incluir hipertensión, dolor abdominal o de espalda, hematuria (sangre en la orina), infecciones urinarias recurrentes y eventualmente fallo renal.

Por otro lado, la ERP tipo 2 es menos agresiva que el tipo 1. Los quistes suelen desarrollarse más tarde en la vida y afectan principalmente a los riñones, aunque también pueden haber afectación hepática. A diferencia del tipo 1, la ERP tipo 2 raramente conduce a insuficiencia renal.

Ambos tipos se heredan de forma autosómica dominante, lo que significa que solo necesita un gen anormal de uno de sus padres para heredar la enfermedad. Sin embargo, existen formas más raras de ERP con herencia recesiva o ligada al cromosoma X.

El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen como ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. El tratamiento incluye medidas para controlar los síntomas y ralentizar la progresión de la enfermedad, como el control de la presión arterial, evitar ciertos medicamentos dañinos para los riñones y, en algunos casos, diálisis o trasplante renal.

... procede del griego egkephalos: cerebro y Kelé: hernia. Es una enfermedad congénita rara, en la cual, un ...
... encefalocele, y -en casos extremos- anencefalia. La primera evidencia que apoya una posible asociación entre las malformaciones ...
Es importante distinguir entre un dacrocistocele del más grave encefalocele, que es un defecto del tubo neural. Si este ...
... particularmente encefalocele, y polidactilia. Pueden existir otras anomalías, entre ellas microftalmia, paladar hendido y ... que lo definió como síndrome polimalformativo en el que se asocia encefalocele, displasia quística del riñón y polidactilia.[3 ...
... cristalinos dislocados con defectos de cráneo como encefalocele occipital y aplasia occipital.[7]​ El encefalocele es un ... El encefalocele debe tratarse con métodos quirúrgicos, con el objetivo de restablecer la anatomía normal con la reparación de ... El diagnóstico se basa en la búsqueda de anomalías oculares y encefalocele occipital (detectado mediante tomografía ...
... encefalocele occipital y la malformación de Dandy Walker. Algunas anomalías asociadas que afectan a otros sistemas son pene ... y encefalocele a las 18.[12]​ No hay tratamiento específico disponible. Las convulsiones deben tratarse con anticonvulsivos, se ... pueden realizar procedimientos quirúrgicos para tratar la hidrocefalia y el encefalocele y terapia física para prevenir el ...
... el encefalocele y la anencefalia") en el Journal of Anatomy and Physiology.[2]​ Ocho años más tarde, el neurólogo austríaco ... formando una bolsa llamada encefalocele occipital, que puede contener incluso tejido cerebral. Este tipo de Chiari produce ...
... encefalocele (un trastorno en el cual parte del contenido craneal sobresale del cráneo), hidrocefalia, ciclopía, ausencia de la ...
... el encefalocele o la espina bífida.[5]​ El plegamiento de la placa neural comprende la formación de las regiones de bisagra en ...
Encefalocele, Meningocele, mielomeningocele) Anomalías de la unión cráneo-cervical Médula anclada Después de años de ...
Encefalocele (Q01.0) Encefalocele frontal (Q01.1) Encefalocele nasofrontal (Q01.2) Encefalocele occipital (Q01.8) Encefalocele ... de otros sitios (Q01.9) Encefalocele, no especificado (Q02) Microcefalia (Q03) Hidrocéfalo congénito (Q03.0) Malformaciones del ...
... encefalocele posterior o meningocele occipital, mielomeningocele, teratoma quístico benigno, quiste subcorionico placentario, ... órganos Los diagnósticos diferenciales incluyen encefalocele posterior, mielomeningocele, teratoma quístico benigno y quiste ...

No hay FAQ disponibles para "encefalocele"

No hay imágenes disponibles para "encefalocele"