Huesos de la Mano
Huesos del Metacarpo
Mano
Densidad Ósea
Huesos
Absorciometría de Fotón
Artritis Reumatoide
Remodelación Ósea
Falanges de los Dedos del Pie
Enciclopedias como Asunto
Los huesos de la mano, también conocidos como los huesos carpianos, son un grupo de pequeños huesos en la parte inferior de la muñeca que conectan el antebrazo con los huesos largos de los dedos. Están dispuestos en dos filas o filas. La fila proximal consta de seis huesos: el escafoides, semilunar, piramidal, pisiforme, trapecio y trapezoide. La fila distal tiene cuatro huesos: el grande, el ganchoso, el hamate y el capitatium. Estos huesos trabajan juntos para proporcionar movimiento y soporte a la mano y permiten una variedad de movimientos complejos que son esenciales para las actividades diarias.
Los huesos del metacarpo, en términos médicos, se refieren a los cinco huesos largos y tubulares que forman la parte central o palmar de la mano, situados entre los huesos del carpo (muñeca) y los huesos falanges de los dedos. Cada uno de estos huesos se articula proximinalmente con los huesos del carpo y distalmente con las falanges proximales de los dedos, formando las articulaciones metacarpofalángicas.
Cada hueso del metacarpo tiene una cabeza, un cuello y un cuerpo. La cabeza es la porción más distal y se articula con la falange proximal; el cuello es la región estrecha que conecta la cabeza con el cuerpo; y el cuerpo es la porción más larga y robusta, que presenta una superficie dorsal convexa y una superficie palmar cóncava.
Estos huesos son importantes para la funcionalidad de la mano, ya que proporcionan soporte estructural y permiten la transmisión de fuerzas desde los músculos de la antebrazo a los dedos, lo que facilita la flexión, extensión, aducción y abducción de los mismos. Además, también desempeñan un papel protector de los vasos sanguíneos y nervios que atraviesan la mano.
La mano, en anatomía humana, es la parte terminal del miembro superior, que se extiende desde la muñeca (la articulación entre los huesos del antebrazo y los de la mano) hasta los dedos. Está formada por ocho pequeños huesos llamados carpos, cinco metacarpos y catorce falanges (dos para el pulgar y tres para cada uno de los otros cuatro dedos).
La movilidad y funcionalidad de la mano provienen de la compleja interacción entre los músculos, tendones, ligamentos, articulaciones y nervios. Los músculos intrínsecos se encuentran dentro de la mano y controlan los movimientos finos de los dedos y del pulgar. Los músculos extrínsecos están ubicados en el antebrazo y controlan los movimientos generales de apertura y cierre de la mano.
La sensibilidad y funcionamiento neurológico de la mano están garantizados por tres nervios principales: el nervio mediano, el nervio cubital y el nervio radial. Cada uno de ellos suministra diferentes áreas de la piel y los músculos con información sensorial y capacidad motora.
La mano desempeña un papel fundamental en la realización de actividades cotidianas, como comer, vestirse, cepillarse los dientes, escribir, manipular objetos y realizar tareas complejas que requieren destreza y precisión. Debido a su importancia funcional y a la gran cantidad de estructuras delicadas involucradas en su movimiento y sensibilidad, las lesiones o trastornos en la mano pueden causar discapacidades significativas y afectar negativamente la calidad de vida.
La densidad ósea se refiere a la cantidad de tejido mineralmente denso por unidad de volumen en los huesos. Es un parámetro objetivo que se utiliza comúnmente para ayudar a diagnosticar y monitorear la osteoporosis, una enfermedad caracterizada por huesos débiles y frágiles debido a la pérdida de tejido óseo. La densidad ósea se mide más comúnmente en la columna vertebral, cadera y muñeca utilizando técnicas especializadas como absorciometría dual de energía X-ray (DXA). Un resultado bajo en la densidad ósea indica un mayor riesgo de fracturas óseas.
Los huesos son estructuras rígidas, resistentes y porosas que forman el esqueleto del cuerpo humano. Están compuestos principalmente de tejido conectivo duro llamado tejido óseo. Los huesos tienen varias funciones importantes, incluyendo el apoyo estructural, la protección de órganos vitales, la facilitación del movimiento al servir como punto de unión para los músculos y tendones, y la producción de células sanguíneas en la médula ósea.
El tejido óseo está compuesto por una matriz mineral inorgánica rica en calcio y fosfato, que le da a los huesos su rigidez y resistencia, así como por fibras de colágeno orgánicas, que proporcionan flexibilidad y elástico. Los huesos también contienen células vivas llamadas osteoblastos, osteoclastos y osteocitos, que participan en la remodelación continua del tejido óseo a medida que el cuerpo crece y se repara después de lesiones.
Hay 206 huesos en el esqueleto humano adulto, divididos en dos categorías principales: huesos largos, cortos, planos y curvados. Los huesos largos, como los femures y los tibias, son más largos que anchos y tienen un eje central largo. Los huesos cortos, como los huesos del carpo y el tarso, son relativamente pequeños y de forma cúbica o esférica. Los huesos planos, como las costillas y el cráneo, son delgados y anchos, y proporcionan protección a órganos vitales como los pulmones y el cerebro. Finalmente, los huesos curvados, como la columna vertebral y el esternón, tienen una forma curva que les permite soportar cargas pesadas y proporcionar flexibilidad al cuerpo.
La absorciometría de fotón (PX, por sus siglas en inglés) es una técnica de diagnóstico por imagen que se utiliza comúnmente para medir la densidad mineral ósea y la microarquitectura del tejido óseo. La PX utiliza rayos X de baja energía para producir imágenes detalladas del interior de los huesos, lo que permite a los médicos evaluar la salud ósea y detectar enfermedades óseas como la osteoporosis en sus etapas iniciales.
Durante un examen de absorciometría de fotón, el paciente se acuesta sobre una mesa mientras una máquina especial, llamada escáner DEXA (absorciometría de rayos X dual de energía), pasa lentamente por encima del cuerpo. La máquina emite dos diferentes longitudes de onda de rayos X a través del cuerpo y mide la cantidad de radiación que es absorbida por los huesos y el tejido blando circundante.
La densidad mineral ósea se calcula mediante la comparación de la cantidad de radiación absorbida por los huesos con la cantidad esperada en un individuo joven y sano. Los resultados de la PX se expresan como T-scores y Z-scores, que indican cuánto se desvía la densidad mineral ósea del paciente de la media esperada para su edad y sexo, o para individuos de la misma edad y sexo, respectivamente.
La absorciometría de fotón es una técnica no invasiva, segura y precisa que se utiliza ampliamente en la evaluación de la salud ósea. Es especialmente útil en la detección y el seguimiento de la osteoporosis, ya que permite a los médicos identificar a los pacientes con mayor riesgo de fracturas óseas y tomar medidas preventivas tempranas para reducir ese riesgo.
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune sistémica, caracterizada por la inflamación crónica de las articulaciones sinoviales. Implica el ataque del sistema inmunológico a los tejidos corporales sanos, particularmente en las membranas sinoviales que recubren las articulaciones. Esta respuesta autoinmune provoca la inflamación, hinchazón y dolor articular.
La AR puede causar daño articular permanente si no se trata adecuadamente. Puede afectar a cualquier articulación del cuerpo, pero generalmente afecta simétricamente a las articulaciones pequeñas de las manos y los pies. Además de los síntomas articulares, la artritis reumatoide puede afectar otros órganos y sistemas corporales, como el corazón, los pulmones, los ojos y los vasos sanguíneos.
La causa exacta de la AR sigue siendo desconocida, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales. No existe cura para la AR, pero los tratamientos pueden ayudar a controlar sus síntomas, reducir el daño articular y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Estos tratamientos pueden incluir medicamentos, terapia física y cambios en el estilo de vida.
La remodelación ósea es un proceso fisiológico continuo en el que el tejido óseo vivo se renueva y mantiene a través del equilibrio entre la formación y reabsorción ósea. Está mediada por dos tipos de células: los osteoblastos, responsables de la formación de nuevo hueso, y los osteoclastos, que descomponen y reabsorben el tejido óseo existente.
Este proceso ayuda a mantener la integridad estructural del esqueleto, adaptándose a las demandas mecánicas y hormonales cambiantes en el cuerpo. La remodelación ósea también desempeña un papel importante en la homeostasis mineral al regular los niveles de calcio y fósforo en la sangre.
La desregulación de este proceso puede conducir a trastornos del metabolismo óseo, como la osteoporosis, donde prevalece un exceso de reabsorción ósea sobre la formación, resultando en huesos más frágiles y susceptibles a fracturas. Por otro lado, enfermedades como la hiperparatiroidismo pueden provocar un aumento excesivo en la formación ósea, lo que lleva a complicaciones como cálculos renales y huesos debilitados.
El metacarpo es la porción larga y recta de los huesos de la mano situados entre las articulaciones de la muñeca y los falanges de los dedos. Está compuesto por cinco huesos metacarpianos, numerados del lado del pulgar al pequeño: I, II, III, IV y V. Cada uno de estos huesos tiene una forma prismática con una base (parte proximal) que se articula con los huesos del carpo en la muñeca, un cuerpo y una cabeza (parte distal) que se articula con la primera falange de cada dedo. El metacarpo es responsable de soportar el peso al agarrar objetos y desempeña un papel importante en la movilidad y funcionalidad de la mano.
El hueso semilunar, también conocido como el menisco lateral o medial en la articulación de la rodilla, no es un hueso real sino un cartílago fibroso en forma de C. Se encuentra entre los huesos femoral y tibial en la articulación de la rodilla y ayuda a distribuir el peso corporal y amortiguar el impacto durante las actividades como caminar, correr o saltar. Aunque no es un hueso, se clasifica a veces como parte del sistema esquelético por su función y estructura. Los problemas en los huesos semilunares pueden causar dolor e inestabilidad en la rodilla.
Las falanges de los dedos del pie son los huesecillos que forman la estructura de los dedos de los pies, a excepción del dedo gordo que no tiene falanges articuladas. Cada dedo del pie, excluyendo el hallux (dedo gordo), está compuesto por tres falanges: la falange proximal o primera, la falange media o segunda y la falange distal o tercera.
La falange proximal es la más cercana al metatarso (la parte media del pie) y se articula con él mediante el articulación metatarsofalángica. La falange media se articula con la falange proximal por arriba y con la falange distal por abajo. Por último, la falange distal es la más alejada del metatarso y forma la articulación interfalángica distal con la falange media.
Estas falanges son huesos cortos, curvados en su eje mayor y presentan una cabeza y un cuerpo diferenciados. Su superficie articular se encuentra recubierta por cartílago hialino, el cual permite el movimiento articular entre ellas y con otras estructuras óseas adyacentes.
Las lesiones en las falanges de los dedos del pie pueden ocurrir como resultado de traumatismos directos o repetidos, procesos degenerativos o infecciosos, entre otros. Esto puede provocar dolor, inflamación, limitación funcional y deformidades estructurales en el pie.
El hueso trapezoide, también conocido como hueso trapecio, es un pequeño hueso irregularmente cuadrangular ubicado en la muñeca (cara dorsal) de la mano. Forma parte de los ocho huesos carpianos y se articula con el escafoides y el hueso grande del carpo, así como con el II y III metacarpiano. Su nombre deriva de su forma similar a una pequeña mesa o trapezo (en griego 'trapezion' significa pequeña mesa). Tiene una superficie articular superior ligeramente cóncava y una superficie inferior convexa, lo que le permite articularse con los huesos adyacentes.
No existe una definición médica específica para "Enciclopedias como Asunto" ya que esta frase parece ser una expresión coloquial o un título en lugar de un término médico. Sin embargo, si nos referimos al término "enciclopedia" desde un punto de vista educativo o del conocimiento, podríamos decir que se trata de una obra de consulta que contiene información sistemática sobre diversas áreas del conocimiento, organizadas alfabética o temáticamente.
Si "Enciclopedias como Asunto" se refiere a un asunto médico en particular, podría interpretarse como el estudio o la investigación de diferentes aspectos relacionados con las enciclopedias médicas, como su historia, desarrollo, contenido, estructura, impacto en la práctica clínica y la educación médica, entre otros.
Sin un contexto más específico, es difícil proporcionar una definición médica precisa de "Enciclopedias como Asunto".
La geotrichosis es una infección fungina rara causada por el hongo Geotrichum capitatum. Este hongo se encuentra normalmente en el medio ambiente, particularmente en el suelo, el agua y los vegetales en descomposición. La infección generalmente ocurre en personas con sistemas inmunes debilitados, como aquellos con sida/sida, cáncer o trasplantados de órganos.
La geotrichosis puede afectar varios órganos y tejidos, pero generalmente se presenta como una infección pulmonar o una infección de la piel y las membranas mucosas. Los síntomas pueden variar desde tos y dificultad para respirar en casos de afecciones pulmonares hasta úlceras, lesiones cutáneas y mucosas en casos de infección cutánea o mucosa.
El diagnóstico de geotrichosis generalmente se realiza mediante el examen microscópico de muestras de tejido o esputo, seguido de cultivos para confirmar la presencia del hongo. El tratamiento suele implicar medicamentos antifúngicos, como itraconazol o fluconazol, durante un período prolongado. La duración y el éxito del tratamiento pueden verse afectados por la gravedad de la infección y la salud general del paciente.