Género de protozoos del suborden BLASTOCYSTINA. Previamente se clasificó como una levadura pero estudios posteriores han demostrado que es un protozoo.
Infecciones por organismos del género BLASTOCYSTIS. La especie B. hominis es responsable de la mayoría de las infecciones. Las encuestas parasitológicas generalmente han encontrado un pequeño número de esta especie en heces humanas, pero se han encontrado tasas de positividad y número de organismos en pacientes con SIDA y con otras enfermedades con inmunodeficiencia (HUESPED INMUNOCOMPROMETIDO). Los síntomas incluyen DOLOR ABDOMINAL, DIARREA, ESTREÑIMIENTO, VÓMITOS y FATIGA.
No puedo proporcionar una definición médica de 'Sikkim' porque Sikkim es un estado en la parte noreste de la India, no un término médico o un síndrome o condición médica. No hay ninguna conexión directa entre el nombre 'Sikkim' y el campo médico o la salud humana.
Infecciones de los INTESTINOS por PARÁSITOS, comúnmente con GUSANOS PARÁSITOS. Las infecciones por lombrices (INFECCIONES POR NEMATODOS) y tenias (INFECCIONES POR CESTODOS) también se conocen como HELMINTIASIS.
Fármacos que se utilizan para tratar o prevenir las infecciones parasitarias.
Obras que contienen artículos de información sobre temas de cualquier campo del conocimiento, generalmente presentadas en orden alfabético, o una obra similar limitada a un campo o tema en especial.
Especie de protozoo parásito que infecta a los humanos y a la mayoría de los animales domésticos. Sus ooquistes miden cinco micrones de diámetro. Estos organismos tienen ciclos alternados de reproducción sexual y asexual.
Especie de parásitos EUCARIOTAS que se une a la mucosa intestinal y se alimenta de las secreciones mucosas. El organismo tiene, aproximadamente, forma de pera y motilidad algo errática, con lentas oscilaciones alrededor del eje longitudinal.
INFLAMACIÓN del HÍGADO de los seres humanos producida por el VIRUS DE LA HEPATITIS C y que dura seis o más meses. La hepatitis C crónica puede causar CIRROSIS HEPÁTICA.
Agente nucleósido y antimetabolito antiviral que bloquea la síntesis de ácidos nucleicos y se utiliza tanto contra los virus ARN como contra los virus ADN.
Género de parásitos coccidian de la familia CRYPTOSPORIDIIDAE, se encuentran en el epitelio intestinal de muchos vertebrados incluidos los humanos.
Inflamación del hueso.
Acumulación anormal de líquido en los TEJIDOS o cavidades corporales. La mayoría de los edemas se encuentran debajo de la PIEL en el TEJIDO SUBCUTÁNEO.
TEJIDO CONJUNTIVO especializado que es el principal constituyente del ESQUELETO. El componente celular principal del hueso está formado por OSTEOBLASTOS, OSTEOCITOS y OSTEOCLASTOS, mientras que los COLÁGENOS FIBRILARES y los cristales de hidroxiapatita forman la MATRIZ ÓSEA.
Enfermedades de los HUESOS.
Procedimientos mínimamente invasivos guiados con la ayuda de imágenes de resonancia magnética para visualizar estructuras del tejido.
Inflamación de una membrana sinovial. Suele ser dolorosa, sobre todo con movimientos, y se caracteriza por tumefacción fluctuante debida a hemorragia dentro del saco sinovial. (Dorland, 28a ed)l.
Articulación formada por la extremidad distal del RADIO, por el disco articular de la articulación radioulnar y por el grupo proximal de los HUESOS DEL CARPO (HUESO ESCAFOIDES, HUESO SEMILUNAR y hueso triquetral).

La Blastocystis es un tipo de protozoo que se encuentra en el intestino humano y se ha aislado de las heces de personas con y sin diarrea. Sin embargo, su papel como agente patógeno (que causa enfermedad) o simbionte (que vive en un arreglo mutuamente beneficioso con el huésped) sigue siendo controvertido y es objeto de investigación continua.

La Blastocystis tiene una variedad de formas, incluyendo quistes y trofozoitos, que pueden sobrevivir en diferentes condiciones ambientales. Se cree que la ingestión de quistes es la forma más común de infección. Una vez dentro del intestino, los quistes se abren y liberan trofozoítos, que se reproducen por división binaria.

Los síntomas de una infección por Blastocystis pueden variar ampliamente, desde ningún síntoma en absoluto hasta diarrea crónica, dolor abdominal, náuseas, vómitos y flatulencia. Sin embargo, muchas personas con Blastocystis en sus heces no presentan síntomas y la infección puede pasar desapercibida.

El diagnóstico de una infección por Blastocystis generalmente se realiza mediante el examen microscópico de una muestra de heces, aunque las pruebas moleculares como la PCR también pueden utilizarse. El tratamiento suele reservarse para aquellos con síntomas persistentes o graves y puede incluir medicamentos antiprotozoarios como el metronidazol o el tinidazol. Sin embargo, dado que la Blastocystis puede estar presente en personas sin síntomas, no siempre es necesario tratarla.

Las infecciones por Blastocystis son una condición médica causada por el protozoo Blastocystis hominis, que se encuentra en el tracto gastrointestinal. La infección puede ocurrir al entrar en contacto con heces contaminadas de personas o animales infectados, a través del consumo de agua o alimentos contaminados.

Los síntomas de la infección por Blastocystis pueden variar ampliamente y van desde la ausencia de síntomas hasta diarrea crónica, dolor abdominal, náuseas, vómitos, flatulencia y pérdida de peso. Algunas personas también pueden experimentar irritabilidad intestinal, fatiga y dolores musculares. Sin embargo, es importante destacar que muchas personas infectadas con Blastocystis no presentan síntomas en absoluto.

El diagnóstico de la infección por Blastocystis se realiza mediante el examen de una muestra de heces bajo un microscopio, donde se puede observar el parásito. El tratamiento suele implicar el uso de medicamentos antiprotozoarios, como metronidazol o tinidazol, aunque la eficacia del tratamiento puede variar y algunas personas pueden requerir varios ciclos de tratamiento.

La prevención de las infecciones por Blastocystis implica el lavado cuidadoso de las manos después de usar el baño, antes de comer y después de cambiar pañales o manipular heces de animales. También es importante evitar beber agua no tratada o alimentos crudos que puedan estar contaminados con el parásito.

Lo siento, hay una pequeña confusión en tu pregunta. "Sikkim" es en realidad el nombre de un estado en la parte noreste de la India, en las laderas del Himalaya. No es un término médico. Si está buscando información sobre alguna afección médica o práctica relacionada con Sikkim, por favor proporcione más detalles para que pueda ayudarlo mejor.

La parasitosis intestinal se refiere a la infección o infestación del sistema gastrointestinal por parásitos, organismos que viven y se alimentan en el cuerpo humano a expensas de su huésped. Estos parásitos pueden ser protozoarios (como Giardia, Cryptosporidium, Entamoeba histolytica) o helmintos (como Ascaris lumbricoides, Trichuris trichiura, Ancylostoma duodenale, Necator americanus, Schistosoma mansoni).

La parasitosis intestinal puede causar una variedad de síntomas, que incluyen diarrea, dolor abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de apetito, pérdida de peso y fatiga. En algunos casos, los parásitos pueden invadir tejidos extraintestinales y causar complicaciones más graves.

La transmisión de estos parásitos puede ocurrir a través del consumo de agua o alimentos contaminados, contacto directo con personas infectadas o mediante vectores (como moscas, cucarachas y lombrices de tierra). El diagnóstico se realiza mediante el examen de heces para detectar huevos, quistes u otros rastros de parásitos. El tratamiento suele implicar la administración de medicamentos antiparasitarios específicos para eliminar los parásitos del cuerpo.

Los antiparasitarios son un tipo de medicamento utilizado para tratar y prevenir infecciones causadas por parásitos, como protozoos, helmintos (gusanos) y ectoparásitos (garrapatas, piojos, ácaros). Existen diferentes tipos de antiparasitarios, cada uno con mecanismos de acción específicos para atacar a los parásitos. Algunos ejemplos incluyen:

1. Antihelmínticos: se utilizan para tratar infecciones causadas por gusanos redondos (nematodos) y planos (platelmintos). Pueden actuar disgregando el parásito, inhibiendo su crecimiento o impidiendo su capacidad reproductiva.
2. Antiprotozoarios: se utilizan para tratar infecciones causadas por protozoos, como Giardia, Cryptosporidium, Toxoplasma y Plasmodium (que causa la malaria). Estos medicamentos pueden actuar alterando la membrana celular del parásito, inhibiendo su capacidad de reproducción o interfiriendo con su metabolismo.
3. Antiectoparásitos: se utilizan para tratar infestaciones causadas por piojos, ácaros y garrapatas. Estos medicamentos pueden actuar matando al parásito (pediculicidas y escabicidas) o impidiendo su capacidad de picar (repelentes).

Es importante seguir las instrucciones del médico o farmacéutico al usar estos medicamentos, ya que cada uno tiene diferentes dosis, vías de administración e intervalos de tiempo recomendados. Además, algunos antiparasitarios pueden tener efectos secundarios y no deben utilizarse durante el embarazo o la lactancia sin consultar previamente con un profesional médico.

No existe una definición médica específica para "Enciclopedias como Asunto" ya que esta frase parece ser una expresión coloquial o un título en lugar de un término médico. Sin embargo, si nos referimos al término "enciclopedia" desde un punto de vista educativo o del conocimiento, podríamos decir que se trata de una obra de consulta que contiene información sistemática sobre diversas áreas del conocimiento, organizadas alfabética o temáticamente.

Si "Enciclopedias como Asunto" se refiere a un asunto médico en particular, podría interpretarse como el estudio o la investigación de diferentes aspectos relacionados con las enciclopedias médicas, como su historia, desarrollo, contenido, estructura, impacto en la práctica clínica y la educación médica, entre otros.

Sin un contexto más específico, es difícil proporcionar una definición médica precisa de "Enciclopedias como Asunto".

"Cryptosporidium parvum" es un protozoario parasitario que causa la enfermedad conocida como cryptosporidiosis. Este microorganismo es responsable de una infección intestinal que se transmite principalmente a través del consumo de agua o alimentos contaminados con heces humanas o animales que contienen los oocistos, la forma infectante del parásito.

Las personas más susceptibles a sufrir complicaciones graves por esta infección son aquellas con sistemas inmunológicos debilitados, como pacientes con SIDA/VIH, trasplantados o en tratamiento de quimioterapia. Los síntomas más comunes incluyen diarrea profusa, calambres abdominales, náuseas, vómitos y fiebre. La infección puede persistir durante varias semanas e incluso meses en individuos inmunodeprimidos.

Es importante mencionar que el parásito es resistente a los desinfectantes comunes, como el cloro, lo que dificulta su eliminación del agua y aumenta el riesgo de transmisión. Actualmente, no existe una cura específica para la cryptosporidiosis, aunque se pueden utilizar medicamentos antiparasitarios para aliviar los síntomas y acelerar la recuperación en personas inmunocompetentes.

"Giardia lamblia", ahora más comúnmente conocida como "Giardia duodenalis" o simplemente "Giardia", es un protozoo flagelado que se encuentra en el medio ambiente y puede causar infecciones intestinales en humanos y animales. Se trata de un importante patógeno entérico que causa giardiasis, una enfermedad intestinal generalmente benigna pero altamente infecciosa.

El ciclo de vida de Giardia incluye dos formas: la trofozoita y la quiste. La trofozoita es la forma activa y replicativa que se adhiere a la superficie del epitelio intestinal, mientras que el quiste es la forma resistente al medio ambiente que se transmite de un huésped a otro, generalmente a través de la vía fecal-oral.

La infección por Giardia ocurre cuando una persona ingiere agua o alimentos contaminados con quistes de Giardia. Después del consumo, los quistes se liberan en el intestino delgado y se convierten en trofozoítos, que se multiplican y causan inflamación y daño a la mucosa intestinal. Esto puede conducir a una variedad de síntomas, como diarrea acuosa, dolor abdominal, náuseas, vómitos, flatulencia y pérdida de apetito. En algunos casos, la infección puede ser asintomática.

El diagnóstico de giardiasis generalmente se realiza mediante el examen microscópico de heces para detectar quistes o trofozoítos de Giardia. También existen pruebas de detección de antígenos y pruebas moleculares más sensibles y específicas, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). El tratamiento generalmente implica el uso de medicamentos antiparasitarios, como metronidazol o tinidazol.

La Hepatitis C Crónica se define como una infección persistente del hígado por el virus de la hepatitis C (VCV) que dura más de 6 meses. Después de la infección aguda, alrededor del 55-85% de las personas no logran eliminar el virus y desarrollan una infección crónica. La hepatitis C crónica a menudo no presenta síntomas durante muchos años, pero gradualmente puede causar daño al hígado, lo que lleva a la cirrosis en aproximadamente el 10-30% de las personas infectadas. La cirrosis aumenta el riesgo de complicaciones graves, como insuficiencia hepática, cáncer de hígado y muerte. El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno pueden ayudar a prevenir estas complicaciones.

La ribavirina es un fármaco antiviral utilizado en el tratamiento de varias infecciones virales, incluyendo la hepatitis C y algunos tipos de virus respiratorios. Es un nucleósido sintético que se convierte en trifosfato una vez dentro de la célula, lo que interfiere con la replicación del ARN viral.

En la hepatitis C, la ribavirina generalmente se utiliza en combinación con otros fármacos antivirales, como el interferón pegilado, para aumentar su eficacia. La duración del tratamiento y la dosis dependen del genotipo del virus de la hepatitis C y de si el paciente ha sido tratado previamente.

Los efectos secundarios comunes de la ribavirina incluyen anemia, fatiga, náuseas, dolor de cabeza, tos y dificultad para respirar. La anemia es un efecto secundario importante que puede requerir reducir la dosis o interrumpir el tratamiento. La ribavirina también puede causar defectos de nacimiento si se toma durante el embarazo, por lo que las mujeres en edad fértil deben usar métodos anticonceptivos efectivos durante el tratamiento y durante un período de tiempo después del tratamiento.

La ribavirina ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la hepatitis C, pero su uso está asociado con importantes efectos secundarios y requiere un estrecho seguimiento médico. Además, el virus de la hepatitis C puede desarrollar resistencia a la ribavirina, lo que limita su eficacia a largo plazo.

Cryptosporidium es un género de protozoos parásitos que causan la enfermedad conocida como cryptosporidiosis. Estos microorganismos infecciosos se encuentran principalmente en el sistema digestivo de animales homeotermos (de sangre caliente) y pueden ser transmitidos a los humanos a través del consumo de agua o alimentos contaminados, contacto con heces de animales infectados o relaciones sexuales anales.

Las especies más comunes asociadas con enfermedades en humanos son Cryptosporidium parvum e Cryptosporidium hominis. Los síntomas de la cryptosporidiosis incluyen diarrea profusa, dolor abdominal, náuseas, vómitos y pérdida de apetito, los cuales suelen presentarse entre 2 a 10 días después de la exposición al parásito. La enfermedad puede ser particularmente grave en personas con sistemas inmunológicos debilitados, como aquellos que viven con el VIH/SIDA.

El diagnóstico se realiza mediante el examen de muestras de heces bajo un microscopio o a través de pruebas moleculares más específicas, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). El tratamiento principalmente consiste en mantener una buena hidratación y, en algunos casos, se pueden utilizar fármacos antiparasitarios; sin embargo, no existe una cura definitiva para la cryptosporidiosis. Las medidas preventivas incluyen el lavado cuidadoso de las manos después del contacto con animales o después de usar el baño, evitar beber agua no tratada durante viajes a áreas donde la enfermedad es común y practicar sexo seguro.

La osteítis es una inflamación de los tejidos óseos. Puede ser causada por diversas condiciones, como infecciones bacterianas o fúngicas, traumatismos, cirugía ortopédica o ciertas enfermedades sistémicas. Los síntomas pueden incluir dolor óseo, hinchazón, enrojecimiento y calor en el área afectada. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir antibióticos, antiinflamatorios o cirugía en casos graves. Es importante buscar atención médica si se sospecha osteítis para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

El edema, también conocido como hinchazón, es un término médico que se refiere a la acumulación excesiva de líquido en los tejidos corporales. Este líquido se filtra desde los vasos sanguíneos y se acumula en los espacios intersticiales entre las células, causando hinchazón e inflamación en la zona afectada. El edema puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero es más comúnmente observado en las extremidades inferiores, como los pies y los tobillos.

El edema puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo lesiones, infecciones, venosas o linfáticas insuficiencia, desequilibrios hormonales, enfermedades renales o hepáticas, y ciertos medicamentos. También puede ser un signo de enfermedades más graves, como insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), o cáncer.

El tratamiento del edema depende de la causa subyacente. Puede incluir el uso de diuréticos para ayudar al cuerpo a eliminar el exceso de líquido, compresión de las extremidades afectadas, elevación de las extremidades por encima del nivel del corazón, y evitar permanecer en una posición sentada o de pie durante períodos prolongados. En algunos casos, el tratamiento de la causa subyacente puede ayudar a resolver el edema.

Los huesos son estructuras rígidas, resistentes y porosas que forman el esqueleto del cuerpo humano. Están compuestos principalmente de tejido conectivo duro llamado tejido óseo. Los huesos tienen varias funciones importantes, incluyendo el apoyo estructural, la protección de órganos vitales, la facilitación del movimiento al servir como punto de unión para los músculos y tendones, y la producción de células sanguíneas en la médula ósea.

El tejido óseo está compuesto por una matriz mineral inorgánica rica en calcio y fosfato, que le da a los huesos su rigidez y resistencia, así como por fibras de colágeno orgánicas, que proporcionan flexibilidad y elástico. Los huesos también contienen células vivas llamadas osteoblastos, osteoclastos y osteocitos, que participan en la remodelación continua del tejido óseo a medida que el cuerpo crece y se repara después de lesiones.

Hay 206 huesos en el esqueleto humano adulto, divididos en dos categorías principales: huesos largos, cortos, planos y curvados. Los huesos largos, como los femures y los tibias, son más largos que anchos y tienen un eje central largo. Los huesos cortos, como los huesos del carpo y el tarso, son relativamente pequeños y de forma cúbica o esférica. Los huesos planos, como las costillas y el cráneo, son delgados y anchos, y proporcionan protección a órganos vitales como los pulmones y el cerebro. Finalmente, los huesos curvados, como la columna vertebral y el esternón, tienen una forma curva que les permite soportar cargas pesadas y proporcionar flexibilidad al cuerpo.

Las Enfermedades Óseas se refieren a una variedad de condiciones que afectan la salud y el funcionamiento de los huesos. Estas enfermedades pueden causar debilitamiento, deformidad, fragilidad, dolor e incluso disfunción en los huesos. Algunas enfermedades óseas comunes incluyen:

1. Osteoporosis: Esta es una enfermedad que debilita los huesos y hace que sean más propensos a fracturarse. Afecta principalmente a las personas mayores, especialmente a las mujeres después de la menopausia.

2. Osteogenesis Imperfecta: También conocida como "huesos de cristal", es una condición genética que causa huesos frágiles y propensos a fracturarse.

3. Artritis Reumatoide: Esta es una enfermedad autoinmune que afecta las articulaciones, pero también puede dañar los huesos.

4. Cáncer de Hueso: El cáncer que se origina en los huesos es raro, pero el cáncer que se ha diseminado desde otras partes del cuerpo a los huesos es más común.

5. Enfermedad de Paget del Hueso: Esta es una enfermedad que causa huesos débiles y deformes. Afecta generalmente a personas mayores de 55 años.

6. Fibrosis Dentinaria Heritaria: Es una condición genética que afecta el desarrollo del tejido dental y óseo.

7. Enfermedad de Osgood-Schlatter: Esta es una afección en la cual los huesos, los músculos y los tendones que conectan los músculos a los huesos en la rodilla se inflaman.

Estas son solo algunas de las muchas enfermedades que pueden afectar los huesos. Los síntomas varían dependiendo de la enfermedad, pero pueden incluir dolor, rigidez, debilidad y deformidades óseas. El tratamiento también varía dependiendo de la enfermedad, pero puede incluir medicamentos, terapia física, cirugía o una combinación de estos.

La Imagen por Resonancia Magnética Intervencional (IRMI) es un procedimiento médico combinado que involucra el uso de la tecnología de resonancia magnética (RM) para guiar intervenciones mínimamente invasivas. La IRMI permite a los médicos realizar diagnósticos más precisos y, al mismo tiempo, realizar procedimientos terapéuticos o quirúrgicos con mayor seguridad y eficacia.

Durante un procedimiento de IRMI, el paciente es introducido en el interior del fuerte campo magnético de la máquina de RM. Las ondas de radio y los campos magnéticos se utilizan para producir imágenes detalladas de las estructuras internas del cuerpo. Estas imágenes en tiempo real ayudan al médico a guiar instrumentos especiales, como agujas, catéteres o sondas, hacia el área objetivo dentro del cuerpo.

La IRMI se utiliza con frecuencia para biopsias guiadas por imágenes, ablaciones tumorales, inyecciones de fármacos en articulaciones u otros tejidos y una variedad de otras aplicaciones terapéuticas e intervencionistas. La ventaja principal de la IRMI sobre los métodos tradicionales de cirugía abierta o incluso de cirugía asistida por video es su naturaleza menos invasiva, lo que puede resultar en una recuperación más rápida, menos complicaciones y un menor riesgo de infección.

En resumen, la Imagen por Resonancia Magnética Intervencional (IRMI) es una técnica médica combinada que utiliza imágenes de resonancia magnética para guiar procedimientos mínimamente invasivos, mejorando así la precisión diagnóstica y terapéutica.

La sinovitis es un trastorno inflamatorio que afecta a la membrana sinovial, que recubre los espacios articulares y tendinosos. La membrana sinovial normal produce líquido sinovial, el cual lubrica las articulaciones y reduce la fricción durante el movimiento. Sin embargo, en condiciones de sinovitis, esta membrana se inflama e hipertrofia, resultando en una excesiva producción de líquido sinovial y la consecuente hinchazón, dolor e impotencia funcional de la articulación afectada.

La sinovitis puede ser causada por diversas patologías, como infecciones bacterianas, virales o fúngicas; enfermedades autoinmunes, como artritis reumatoide o lupus eritematoso sistémico; traumatismos articulares; o incluso procesos neoplásicos. El tratamiento de la sinovitis dependerá de su etiología subyacente y puede incluir antiinflamatorios no esteroideos, corticosteroides, fisioterapia o, en casos graves, cirugía artroscópica o sinovectomía abierta.

La articulación de la muñeca, también conocida como articulación radiocarpal, es una articulación condiloides entre los extremos distales del radio y el olécranon en la parte superior del antebrazo y las ocho pequeñas huesecitos llamados carpos en la parte inferior de la mano. Esta articulación permite el movimiento de la muñeca, incluyendo la flexión, extensión, desviación radial y cubital, y circunducción. Está rodeada por una cápsula articular fuerte y resistente que contiene líquido sinovial para facilitar el movimiento suave. También hay varios ligamentos fuertes que brindan estabilidad a la articulación y previenen desplazamientos excesivos o lesiones.

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