Leiomiomatosis
Fumarato Hidratasa
Neoplasias Vasculares
Leiomioma
Síndromes Neoplásicos Hereditarios
Prurigo
Vena Cava Inferior
Neoplasias Cardíacas
Leiomiosarcoma
Vólvulo Gástrico
Carcinoma de Células Renales
Nefritis Hereditaria
Enciclopedias como Asunto
AMP Cíclico
Intestino Delgado
Leiomiomatosis es un término médico que se refiere a un crecimiento benigno (no canceroso) de las células musculares lisas. Estas células se encuentran en los músculos involuntarios de nuestro cuerpo, como el tracto gastrointestinal, la pared uterina y los vasos sanguíneos.
Existen diferentes tipos de leiomiomatosis dependiendo de su localización en el cuerpo. Por ejemplo:
1. Leiomiomatosis gastrointestinal es una afección en la que ocurren múltiples crecimientos benignos en los músculos lisos del tracto gastrointestinal.
2. La leiomiomatosis cutánea y subcutánea se refiere al desarrollo de tumores benignos en la piel o directamente debajo de ella.
3. La leiomiomatosis genital femenina se presenta como múltiples nódulos en los genitales externos e internos de la mujer.
Estas lesiones generalmente no causan síntomas, pero dependiendo de su tamaño y localización, pueden provocar problemas como dolor, sangrado o dificultad para defecar o orinar. El tratamiento suele implicar la extirpación quirúrgica del tumor, aunque en algunos casos se puede monitorear su crecimiento si no causa molestias o problemas de salud.
De acuerdo con la definición médica, la fumarato hidratasa es una enzima que desempeña un papel crucial en el ciclo de Krebs, también conocido como el ciclo del ácido tricarboxílico (TCA) o ciclo del ácido cítrico. Este ciclo es fundamental para la producción de energía en las células a través de la respiración celular.
La fumarato hidratasa, identificada con el nombre sistemático de "fumarato hidratasa/succinato deshidrogenasa [ubiquinona]," cataliza la reacción que convierte el fumarato en L-malato, utilizando agua como reactivo. La reacción química es la siguiente:
Fumarato + H2O → L-Malato
Esta enzima se encuentra en la membrana mitocondrial interna y desempeña un doble papel, ya que también actúa como una succinato deshidrogenasa, catalizando la reacción inversa en el ciclo de Krebs. La succinato deshidrogenasa convierte el succinato en fumarato y reduce la ubiquinona a ubiquinol, lo que contribuye al transporte de electrones en la cadena de transporte de electrones.
La fumarato hidratasa es una proteína heterotetramérica compuesta por dos subunidades catalíticas y dos subunidades reguladoras. Las mutaciones en el gen que codifica esta enzima pueden dar lugar a diversas condiciones clínicas, como la anemia de déficit de fumarato hidratasa o la aciduria glutarica tipo V, una enfermedad metabólica rara.
La definición médica de 'Neoplasias Uterinas' se refiere al crecimiento anormal y desregulado de células en el útero, lo que resulta en la formación de tumores. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Las neoplasias uterinas más comunes son miomas uterinos (tumores benignos del músculo liso uterino), adenomiosis (crecimiento anormal del tejido endometrial dentro del músculo uterino) y cáncer de útero o cérvix. Los factores de riesgo para el desarrollo de neoplasias uterinas incluyen menopausia tardía, obesidad, tabaquismo, uso de terapia hormonal sustitutiva y antecedentes familiares de cáncer. El diagnóstico puede incluir exámenes pélvicos, ultrasonidos, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, y biopsias del endometrio. El tratamiento depende del tipo y grado de la neoplasia uterina y puede incluir vigilancia activa, cirugía, radioterapia o quimioterapia.
Las neoplasias vasculares son crecimientos anormales y desregulados de tejido vascular. Pueden ser benignos o malignos (cáncer). Los tumores vasculares benignos más comunes son los angiomas, que se componen principalmente de vasos sanguíneos. Los hemangiomas son tumores vasculares benignos compuestos de células endoteliales que crecen rápidamente durante el primer año de vida y luego suelen involutionar (revertir a un estado normal) en la mayoría de los casos.
Los angiosarcomas son tumores vasculares malignos raros que se desarrollan a partir de las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos o linfáticos. Estos tumores pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en la piel, los senos, el hígado y los músculos esqueléticos. Su crecimiento es agresivo y tienden a metastatizar (diseminarse) rápidamente a otros órganos.
El tratamiento de las neoplasias vasculares depende del tipo, el tamaño, la localización y si son benignas o malignas. Pueden requerir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos tratamientos.
El leiomioma es un tipo de tumor benigno que se origina en el músculo liso, el cual es un tipo de músculo involuntario encontrado en paredes de órganos huecos como el útero, el intestino delgado y la vesícula biliar.
El leiomioma uterino, también conocido como mioma uterino, es el tipo más común y afecta a aproximadamente el 20-30% de las mujeres en algún momento de su vida. Estos crecen en las paredes del útero y pueden variar en tamaño desde pequeños hasta tan grandes como un melón. Aunque generalmente no presentan síntomas, los leiomiomas más grandes pueden causar menstruaciones abundantes, dolor pélvico, presión en la vejiga o el recto, y problemas durante las relaciones sexuales.
Los leiomiomas también pueden ocurrir en otras partes del cuerpo, como los vasos sanguíneos, el tracto gastrointestinal y la piel, aunque son mucho menos comunes en estas áreas. El tratamiento de los leiomiomas depende de su tamaño, ubicación y síntomas asociados, y puede incluir medicamentos, terapia hormonal o cirugía.
La miomectomía uterina es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpan los miomas (fibromas uterinos) del útero, manteniendo intacta la estructura del útero. Este procedimiento se realiza a menudo en mujeres que desean preservar su fertilidad o en aquellas para las que el embarazo es una opción futura. Los miomas son tumores benignos comunes que se desarrollan en el músculo liso del útero. Pueden variar en tamaño, desde tan pequeños como un guisante hasta tan grandes como un melón. Los síntomas de los miomas uterinos pueden incluir sangrado menstrual abundante, dolor pélvico, presión en la pelvis y problemas para orinar si los miomas están cerca de la vejiga. La miomectomía uterina se puede realizar a través de una incisión abdominal (miomectomía abierta), por laparoscopia o por histeroscopia, dependiendo del tamaño, el número y la ubicación de los miomas.
Los Síndromes Neoplásicos Hereditarios son un grupo de condiciones genéticas que predisponen a los individuos a desarrollar cánceres específicos o tipos de cáncer en etapas más tempranas y con mayor frecuencia en comparación con la población general. Estos síndromes se caracterizan por una transmisión autosómica dominante, lo que significa que un solo alelo mutado en un gen suficiente para expresar la enfermedad, y hay una probabilidad del 50% de que el rasgo se herede de los padres a los hijos.
Algunos ejemplos comunes de síndromes neoplásicos hereditarios incluyen el Síndrome de Cáncer de Mama y Ovario Hereditario (HBOC), que está asociado con mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2; el Síndrome de Poliposis Adénomatosa Familiar (FAP), causado por mutaciones en el gen APC; y el Síndrome de Cáncer Colorrectal Hereditario sin Poliposis (HNPCC) o Síndrome de Lynch, vinculado a mutaciones en los genes MLH1, MSH2, MSH6, PMS2 e EPCAM.
Estos síndromes pueden presentar diversos signos y síntomas clínicos además del riesgo elevado de cáncer. Por ejemplo, el FAP se caracteriza por la presencia de múltiples pólipos en el colon y recto, mientras que el HNPCC puede asociarse con tumores extracolónicos como cáncer de endometrio, estómago e intestino delgado.
El diagnóstico de los síndromes neoplásicos hereditarios se realiza mediante pruebas genéticas y análisis clínicos. El manejo y el tratamiento incluyen la vigilancia activa, cirugías preventivas y terapias dirigidas a las mutaciones identificadas. La consejería genética desempeña un papel fundamental en la atención de estos pacientes, ya que permite una mejor comprensión del riesgo hereditario y facilita decisiones informadas sobre el manejo clínico y los planes reproductivos.
Prurigo es un término médico que se utiliza para describir diversas afecciones cutáneas caracterizadas por la aparición de lesiones pruriginosas, es decir, lesiones cutáneas que provocan picazón intensa. Estas lesiones suelen presentarse como protuberancias o nódulos firmes y escamosos en la piel, con costras y descamación asociadas después de rascarse.
Existen diferentes tipos de prurigo, entre los que se incluyen:
1. Prurigo Agudo: Se caracteriza por el desarrollo repentino de lesiones pruriginosas en respuesta a una irritación o picadura de insectos. Estas lesiones suelen desaparecer por sí solas en unas pocas semanas o meses.
2. Prurigo Crónico: Se caracteriza por la aparición gradual y persistente de lesiones pruriginosas en diferentes partes del cuerpo, especialmente en las extremidades inferiores. Esta forma de prurigo puede durar meses o incluso años, y a menudo está asociada con trastornos mentales subyacentes, como la ansiedad o la depresión.
3. Prurigo Simplex: También conocido como dermatitis papular e hiperqueratósica, se caracteriza por el desarrollo de lesiones pruriginosas en forma de protuberancias rojas y duras en la piel. Esta forma de prurigo suele estar asociada con factores desencadenantes específicos, como el estrés emocional o la exposición a determinados productos químicos.
4. Prurigo Nodular: Se caracteriza por la aparición de nódulos pruriginosos firmes y persistentes en la piel, especialmente en las extremidades superiores e inferiores. Esta forma de prurigo puede estar asociada con diversas afecciones subyacentes, como trastornos renales o hepáticos, infecciones crónicas o cáncer.
El tratamiento del prurigo depende de la gravedad y la causa subyacente de la enfermedad. En general, el objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas y prevenir nuevas lesiones cutáneas. Los tratamientos comunes incluyen antihistamínicos, corticosteroides tópicos o sistémicos, inmunomoduladores y terapias conductuales para abordar los factores desencadenantes emocionales o psicológicos. En casos graves, puede ser necesaria la hospitalización y el tratamiento con medicamentos más potentes, como la ciclosporina o el metotrexato.
La Vena Cava Inferior es una vena grande en el sistema venoso del cuerpo humano. Más específicamente, es la vena más grande que drena la sangre desoxigenada del tronco inferior y los miembros inferiores hacia el corazón. La Vena Cava Inferior recibe sangre de las dos venas iliacas internas, las venas lumbares y la vena sacra, y se ubica en el mediastino posterior del tórax, donde desemboca en el atrio derecho del corazón. Tiene un diámetro promedio de 2 a 2,5 cm y una longitud de aproximadamente 20 cm. Es una estructura crítica en el sistema cardiovascular, ya que permite que la sangre regrese al corazón desde las extremidades inferiores para ser oxigenada nuevamente en los pulmones.
Las neoplasias cardíacas se refieren a un crecimiento anormal de tejido dentro del corazón que no es normal ni benigno. Pueden ser tanto benignas (no cancerosas) como malignas (cancerosas). Las neoplasias benignas tienden a crecer más lentamente y rara vez se diseminan a otras partes del cuerpo, mientras que las neoplasias malignas, o sarcomas cardíacos primarios, tienen un potencial de invasión y metástasis más alto.
Las neoplasias cardíacas primarias son raras, representando menos del 1% de todos los tumores sólidos. Los tipos más comunes de neoplasias benignas son los mixomas, que se originan en la capa interna del corazón, y los lipomas, que se desarrollan a partir de células grasas. Por otro lado, los sarcomas cardíacos primarios suelen ser muy agresivos y de crecimiento rápido, con el angiosarcoma siendo el tipo más frecuente.
Las neoplasias cardíacas secundarias o metastásicas son mucho más comunes que las primarias. Estos tumores se diseminan al corazón desde otros órganos afectados por cáncer, como el pulmón, mama, riñón y colorrectal.
Los síntomas de las neoplasias cardíacas pueden variar ampliamente dependiendo del tamaño, localización y tipo de tumor. Algunos síntomas comunes incluyen dificultad para respirar, dolor en el pecho, fatiga, ritmos cardíacos irregulares o arritmias, y signos de insuficiencia cardíaca congestiva. El diagnóstico se realiza mediante estudios de imagen como ecocardiogramas, resonancias magnéticas e incluso tomografías computarizadas. El tratamiento depende del tipo y estadio del tumor y puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia o una combinación de estos.
Las neoplasias renales, también conocidas como tumores o cánceres renales, se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en los riñones. Estos crecimientos pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Las neoplasias renales más comunes son el carcinoma de células claras, el carcinoma papilar y el carcinoma de células renales de células escamosas. Los síntomas pueden incluir sangre en la orina, dolor de espalda o costado, pérdida de peso y fiebre. El tratamiento depende del tipo y estadio de la neoplasia y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas.
El leiomiosarcoma es un tipo raro de cáncer que se origina en los músculos lisos, que son los músculos involuntarios que ayudan en la movilidad de los órganos y tejidos del cuerpo. Este tipo de cáncer puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo donde haya músculo liso, pero se encuentran con mayor frecuencia en el tracto gastrointestinal, las extremidades y la retroperitoneo (el área detrás del revestimiento del abdomen).
Los leiomiosarcomas suelen crecer como tumores grandes, de crecimiento lento, pero pueden volverse más agresivos y crecer rápidamente con el tiempo. Los síntomas varían dependiendo de la ubicación del tumor, pero pueden incluir dolor, hinchazón o debilidad en la zona afectada. El tratamiento puede incluir cirugía para extirpar el tumor, radioterapia y quimioterapia. La probabilidad de recuperación (pronóstico) depende del tamaño y la ubicación del tumor, así como de si se ha diseminado (metástasis) a otras partes del cuerpo.
El vólvulo gástrico es una afección en la cual el estómago se tuerce y se retuerce sobre sí mismo, formando un lazo que puede cortar el suministro de sangre al estómago. Esta condición es más común en personas mayores de 60 años y en aquellas con factores de riesgo como anomalías congénitas, cirugías previas o trastornos neuromusculares que afectan el movimiento gástrico.
Los síntomas del vólvulo gástrico pueden incluir dolor abdominal agudo y repentino, náuseas, vómitos (especialmente si los vómitos contienen material alimenticio digerido marrón o verdoso), distensión abdominal, dificultad para defecar o evacuar gases, y en casos graves, shock e incluso falla orgánica.
El diagnóstico del vólvulo gástrico puede realizarse mediante estudios de imagenología como radiografías abdominales o tomografías computarizadas (TAC). El tratamiento suele requerir una intervención quirúrgica inmediata para desatar el lazo y reparar cualquier daño en el tejido gástrico. Si no se trata, el vólvulo gástrico puede ser una afección potencialmente letal que puede llevar a la muerte del tejido estomacal y a complicaciones graves como la perforación gástrica o la septicemia.
El carcinoma de células renales, también conocido como cáncer de riñón, es un tipo de cáncer que se origina en los túbulos del riñón, que son pequeños tubos que ayudan a filtrar los desechos sanguíneos. Este tipo de cáncer generalmente se presenta como un tumor sólido en el riñón y puede ser asintomático en sus etapas iniciales.
Sin embargo, algunos síntomas comunes del carcinoma de células renales pueden incluir:
* Sangre en la orina (hematuria)
* Dolor de espalda o dolor lateral abdominal
* Pérdida de apetito y pérdida de peso involuntaria
* Fatiga y debilidad general
* Fiebre persistente sin causa conocida
* Anemia
El carcinoma de células renales se diagnostica mediante una serie de pruebas, como análisis de sangre y orina, ecografías, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM). El tratamiento depende del estadio y la extensión del cáncer en el momento del diagnóstico.
Los tratamientos comunes para el carcinoma de células renales incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia e inmunoterapia. La cirugía es el tratamiento más común y se realiza para extirpar el tumor y parte o todo el riñón afectado. La radioterapia y la quimioterapia pueden utilizarse en combinación con la cirugía o como tratamientos paliativos para aliviar los síntomas del cáncer avanzado. La inmunoterapia también puede ser una opción de tratamiento para algunos pacientes con carcinoma de células renales avanzado.
Es importante buscar atención médica si se presentan síntomas como sangre en la orina, dolor abdominal o pérdida de peso inexplicable, ya que el cáncer de riñón puede ser asintomático durante mucho tiempo y diagnosticarse en etapas avanzadas. El pronóstico del carcinoma de células renales depende del estadio y la extensión del cáncer en el momento del diagnóstico, así como de la respuesta al tratamiento.
La nefritis hereditaria se refiere a un grupo de trastornos renales genéticos que dañan los glomérulos, las estructuras en forma de red dentro de los riñones donde se filtra la sangre. Existen varios tipos de nefritis hereditaria, cada uno con diferentes causas genéticas y patrones de herencia.
Uno de los tipos más comunes es la nefropatía hereditaria de glomérulos de células aplanadas (HFN), también conocida como enfermedad de Alport. Esta condición se caracteriza por mutaciones en genes que codifican proteínas importantes para la integridad estructural de los glomérulos. La HFN generalmente se hereda de manera dominante, lo que significa que una copia del gen defectuoso es suficiente para causar la enfermedad. Sin embargo, también puede heredarse de forma recesiva, cuando ambas copias de los genes están mutadas.
Otro tipo de nefritis hereditaria es la nefropatía membranoproliferativa (NMP), que se caracteriza por una inflamación y proliferación anormales de las células en los glomérulos. Hay varios subtipos de NMP, y algunos de ellos pueden tener un componente hereditario. Las mutaciones en genes que codifican factores complementarios o proteínas del complemento se han relacionado con ciertos tipos de NMP hereditaria.
La nefritis intersticial hereditaria es otro trastorno renal genético que afecta los tejidos entre los glomérulos y los tubos renales. Se ha asociado con mutaciones en genes que codifican canales de potasio o proteínas relacionadas con el transporte de iones, lo que lleva a una acumulación anormal de líquidos y electrolitos en los riñones.
En general, la nefritis hereditaria puede causar diversos síntomas, como proteinuria (proteínas en la orina), hematuria (sangre en la orina), hipertensión arterial y disfunción renal progresiva. El diagnóstico y el tratamiento de estos trastornos requieren una evaluación cuidadosa por parte de nefrólogos especializados y, a menudo, involucran la administración de medicamentos inmunosupresores o terapias de reemplazo renal, como diálisis o trasplante renal.
Las neoplasias peritoneales se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en la cavidad peritoneal, que es el espacio que rodea los órganos abdominales. Este crecimiento celular anómalo puede originarse en los propios tejidos del revestimiento peritoneal (mesotelioma peritoneal) o puede ser el resultado de la diseminación de un cáncer primario desde otro lugar del cuerpo (carcinomatosis peritoneal).
La carcinomatosis peritoneal es más común y puede ser causada por diversos tipos de cáncer, incluyendo cáncer de ovario, cáncer colorrectal, cáncer gástrico y cáncer de páncreas. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, distensión abdominal, pérdida de apetito, náuseas, vómitos y cambios en los hábitos intestinales.
El tratamiento puede incluir cirugía para eliminar tanto del tejido canceroso como sea posible, quimioterapia intraperitoneal (administración de quimioterapia directamente en la cavidad abdominal), y terapias dirigidas específicas contra el cáncer. La prognosis varía dependiendo del tipo y estadio de la neoplasia peritoneal.
No existe una definición médica específica para "Enciclopedias como Asunto" ya que esta frase parece ser una expresión coloquial o un título en lugar de un término médico. Sin embargo, si nos referimos al término "enciclopedia" desde un punto de vista educativo o del conocimiento, podríamos decir que se trata de una obra de consulta que contiene información sistemática sobre diversas áreas del conocimiento, organizadas alfabética o temáticamente.
Si "Enciclopedias como Asunto" se refiere a un asunto médico en particular, podría interpretarse como el estudio o la investigación de diferentes aspectos relacionados con las enciclopedias médicas, como su historia, desarrollo, contenido, estructura, impacto en la práctica clínica y la educación médica, entre otros.
Sin un contexto más específico, es difícil proporcionar una definición médica precisa de "Enciclopedias como Asunto".
Un mioma es un tumor benigno que se desarrolla en la musculatura lisa del útero. También se les conoce como leiomiomas o fibromas uterinos. Estos crecimientos pueden variar en tamaño, desde pequeños puntos casi microscópicos hasta tumores del tamaño de un melón. A menudo, los miomas no causan síntomas y no necesitan tratamiento. Sin embargo, algunas mujeres pueden experimentar sangrado menstrual abundante, dolor pélvico o dificultad para quedar embarazada. El crecimiento de los miomas a veces se detiene y puede incluso encogerse espontáneamente después de la menopausia. Los factores de riesgo incluyen edad (los miomas son más comunes en mujeres entre las edades de 30 y 50), antecedentes familiares y raza (las mujeres negras tienen un mayor riesgo). El diagnóstico generalmente se realiza mediante una exploración pélvica o una ecografía. El tratamiento puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas, procedimientos que destruyen el tejido del mioma o, en casos graves, la extirpación quirúrgica del útero (histerectomía).
AMP cíclico, o "cAMP" (de su nombre en inglés, cyclic adenosine monophosphate), es un importante segundo mensajero intracelular en las células vivas. Es una molécula de nucleótido que se forma a partir del ATP por la acción de la enzima adenilato ciclasa, y desempeña un papel crucial en la transducción de señales dentro de las células.
La formación de cAMP está regulada por diversas vías de señalización, incluyendo los receptores acoplados a proteínas G y las proteínas G heterotriméricas. Una vez formado, el cAMP activa una serie de proteínas kinasa, como la protein kinase A (PKA), lo que lleva a una cascada de eventos que desencadenan diversas respuestas celulares, como la secreción de hormonas, la regulación del metabolismo y la diferenciación celular.
La concentración de cAMP dentro de las células está controlada por un equilibrio entre su formación y su degradación, catalizada por la enzima fosfodiesterasa. El cAMP desempeña un papel fundamental en muchos procesos fisiológicos y patológicos, como el metabolismo de glucosa, la respuesta inflamatoria, el crecimiento celular y la apoptosis.
El intestino delgado es la porción del sistema digestivo que se encuentra entre el estómago y el intestino grueso. Tiene alrededor de 6 metros de largo en los humanos y su función principal es la absorción de nutrientes, agua y electrolitos de los alimentos parcialmente digeridos que provienen del estómago. Está compuesto por tres partes: duodeno, jejuno e ileón. El duodeno es la primera parte y se conecta al estómago; el jejuno y el ilión son las partes media y final respectivamente, y se unen con el intestino grueso. La superficie interna del intestino delgado está recubierta de vilosidades, pequeñas proyecciones que aumentan la superficie de absorción. Las enzimas digestivas secretadas por el páncreas y el hígado actúan en el intestino delgado para descomponer los alimentos en moléculas más pequeñas que puedan ser absorbidas.
Los antígenos de neoplasias son sustancias extrañas (generalmente proteínas) que se encuentran en las células cancerosas y que no están presentes o están presentes en cantidades mucho más pequeñas en células normales. Estos antígenos pueden ser producidos por el mismo tumor o por la reacción del cuerpo a la presencia del tumor.
Algunos antígenos de neoplasias son específicos de un tipo particular de cáncer, mientras que otros se encuentran en varios tipos diferentes de cáncer. Estos antígenos pueden ser detectados por el sistema inmunológico y desencadenar una respuesta inmune, lo que puede ayudar al cuerpo a combatir el crecimiento y la propagación del cáncer.
La detección de estos antígenos en sangre o tejidos puede ser útil en el diagnóstico, pronóstico y seguimiento del tratamiento del cáncer. Sin embargo, no todos los cánceres producen antígenos detectables y su presencia no siempre indica la existencia de un cáncer activo o agresivo. Por lo tanto, la detección de antígenos de neoplasias debe ser interpretada junto con otros factores clínicos y diagnósticos.
Leiomioma
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Síndrome de Alport | FEMEXER
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Leiomiomatosis hereditaria y cáncer de células renales
Factores de riesgo para el cáncer de riñón
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Otras preguntas frecuentes sobre los fibromas uterinos | NICHD Español
Uterina1
- El ultrasonido pélvico mostró un útero con múltiples nódulos, y en la tomografía computada se corroboró el diagnóstico de leiomiomatosis uterina. (slap-patologia.org)
Renales3
- La leiomiomatosis hereditaria y cáncer de células renales ( hereditary leiomyomatosis and renal cell cancer , HLRCC) es una condición caracterizada por tumores benignos de tejido del músculo liso en la piel (leiomiomas cutáneos) y en el útero en las mujeres (leiomiomas uterinos, o fibromas) y por riesgo mayor de tener cáncer de riñón. (nih.gov)
- Más o menos 10% al 16% de las personas con la enfermedad tienen también un tipo de cáncer de riñón que se llama cáncer de células renales , que es un cáncer agresivo donde se forman células malignas en los túbulos del riñón. (nih.gov)
- En un número muy pequeño de pacientes con una condición llamada leiomiomatosis hereditaria y cáncer de células renales (HLRCC), los fibromas están relacionados con el cáncer de riñón. (nih.gov)