Potente análogo sintético, de larga actividad del octapéptido de SOMATOSTATINA, que inhibe la secreción de la HORMONA DEL CRECIMIENTO y es utilizada en el tratamiento de tumores secretores de hormonas, DIABETES MELLITUS, HIPOTENSIÓN ORTOSTÁTICA, HIPERINSULINISMO, hipergastrinemia y las fístulas del intestino delgado.
Proteínas de la superficie celular que se une a la somatostatina y que genera cambios intracelulares que influyen en el comportamiento celular. La somatostatina es una hormona hipotalámica, una hormona pancreática, y un neurotransmisor central y periférico. Los receptores de somatostatina activados sobre las células hipofisarias inhiben la liberación de hormona del crecimiento; aquellos sobre las células endocrinas y gastrointestinales regulan la absorción y utilización de nutrientes; y los que están en las neuronas median el papel de la somatostatina como neurotransmisor.
Fármacos que se utilizan por sus efectos sobre el sistema gastrointestinal, como el control de la acidez gástrica, la regulación de la motilidad gastrointestinal y el flujo de agua, y para mejora de la digestión.
Hormona polipeptídica producida en el hipotálamo y en otros tejidos y órganos. Inhibe la liberación de la hormona del crecimiento humano y también modula acciones fisiológicas importantes del riñón, páncreas y tracto gastrointestinal humano. Los receptores de la somatostatina están ampliamente extendidos en el cuerpo. La somatostatina también actúa como un neurotransmisor en los sistemas nervioso central y periférico.
Afección causada por la exposición prolongada a un exceso de HORMONA DE CRECIMIENTO HUMANA en adultos. Se caracteriza por alargamiento óseo de la CARA, mandibula (PROGNATISMO), manos, PIE, CABEZA y TÓRAX. La etiologia mas común es un ADENOMA HIPOFISARIO SECRETOR DE HORMONA DEL CRECIMIENTO (Traducción libre del original: Joynt, Clinical Neurology, 1992, Ch36, pp79-80).
Agente quelante del hierro con propiedades semejantes a los EDETATOS. El DTPA también ha sido usado como quelante de otros metales, como el plutonio.
Isótopos inestables de indio que se descomponen o desintegran emitiendo radiación. Los átomos de indio con pesos atómicos 106-112, 113m, 114 y 116-124, son isótopos radioactivos de indio.
Una neoplasia habitualmente pequeña, de crecimiento lento, compuesta por islas de células redondeadas, oxifílicas o fusiformes de tamaño intermedio, con núcleos vesiculares moderadamente pequeños, y cubierto por mucosa intacta con una superficie de corte amarillenta. Estas neoplasias aparecen en cualquier parte del tracto gastrointestinal (y en los pulmones y otros sitios), aproximadamente 90 por ciento en el apéndice. (Stedman, 25a ed)
Síntomas gastrointestinales resultantes de un píloro ausente o no funcionante.
Tumores cuyas células poseen gránulos secretores y que se originan del neuroectodermo, es decir, de las células del ectoblasto o del epiblasto que programan el sistema neuroendocrino. Las propiedades comunes para la mayoría de los tumores neuroendocrinos incluyen la producción ectópica de hormonas (a menudo a través de las CÉLULAS APUD), la presencia de antígenos asociados al tumor y la composición de isoenzimas.
Complejo sintomático que acompaña a los TUMORES CARCINOIDES y que se caracteriza por ataques de cianosis intensa de la piel, por evacuaciones diarreicas acuosas, ataques de broncoconstricción, disminuciones súbitas de la presión arterial, edema y ascitis. Los tumores carcinoides son producidos generalmente nel tracto gastrointestinal con metastásis hepáticas. Los síntomas son causados por secreción de serotonina, prostaglandinas y otras sustancias biológicamente activas por parte del tumor. (Dorland, 28a ed; Stedman, 25a ed)
Tumor hipofisario que segrega HORMONA DEL CRECIMIENTO. En el hombre, el exceso de HORMONA DEL CRECIMIENTO da lugar a la ACROMEGALIA.
Neoplasias que surgen de o que metastizan a la HIPÓFISIS. La mayoría de las neoplasias hipofisarias son adenomas, los que se dividien en formas secretoras y no secretoras. Las formas productoras de hormonas se clasifican por el tipo de hormona que segregan. Los adenomas hipofisarios pueden caracterizarse también por sus propiedades a la tinción (ver ADENOMA, BASÓFILO; ADENOMA, ACIDÓFILO; y ADENOMA, CROMÓFOBO). Los tumores hipofisarios pueden comprimir a las estructuras adyacentes, entre las que se incluyen el HIPOTÁLAMO, varios NERVIOS CRANEALES, y el QUIASMA ÓPTICO. La compresión del quiasma puede producir HEMIANOPSIA bilateral.
Sustancias químicas que poseen un efecto regulador específico sobre la actividad de determinado órgano u órganos. El término se aplicó originalmente a las sutancias segregadas por diversas GLÁNDULAS ENDOCRINAS y transportadas a través del torrente sanguíneo hacia los órganos diana. A veces se incluyen aquellas sustancias que no son producidas por las glándulas endocrinas pero que tienen efectos similares.
Formulación de una droga que actúa por un período de tiempo.
Hormona polipéptido 191 aminoácido segregada por la adenohipófisis humana (GLÁNDULA PITUITARIA ANTERIOR), también conocida como somatotropina. La hormona del crecimiento sintética, llamada somatropina, ha reemplazado a la forma natural en el tratamiento del enanismo en niños con deficiencia de hormona del crecimiento.
Proceso mediante el cual la bilis pasa de la vesícula biliar al doudeno. El vaciamiento se produce tanto por la contracción de la vesícula como por la relajación del mecanismo del esfínter en el colédoco.
Administración violenta bajo la piel de medicamento líquido, nutriente u otro líquido a través de una aguja hueca que penetra en la piel.
Presencia de derrame quiloso en la cavidad torácica. (Dorland, 28a ed)
Agentes misceláneos que tienen utilidad en el tratamiento de la diarrea. No tienen efecto sobre los agentes que producen las diarreas, sino que sólo alivian el síntoma.
Estado de CRECIMIENTO acelerado y excesivo del niño o el adolescente, que están expuestos a un exceso de HORMONA DE CRECIMIENTO HUMANA antes del cierre de la EPÍFISIS. Generalmente está causado por hiperplasia somatotrofa o ADENOMA HIPOFISARIO SECRETOR DE HORMONA DEL CRECIMIENTO. Estos pacientes son de estatura anormalmente elevada, mas de 3 desviaciones estándar por encima de la estatura media normal para la edad.
Vía anormal que comunica con el PÁNCREAS.
Compuestos que se utilizan en medicina como fuentes de radiación para radioterapia y para fines diagnósticos. Tienen numerosos usos en la investigación y la industria.
Presencia de limfa lechosa (QUILO) en la CAVIDAD PERITONEAL, con o sin infección.
Dilatación del sistema linfático intestinal producida generalmente por una obstrucción en la pared intestinal. Puede ser congénita o adquirida y se caracteriza por DIARREA, HIPOPROTEINEMIA, EDEMA periférico y/o abdominal y ENTEROPATÍAS PERDEDORAS DE PROTEÍNAS.
Expansión o dilatación (ectasia) degenerativa adquirida de los VASOS SANGUÍNEOS normales, generalemente asociada con la edad. Pueden ser aisladas, tortuosas, vasos con las paredes delgadas y fuentes de sangrado. Su aparición más frecuente se da en los capilares de la mucosa del TRACTO GASTROINTESTINAL, lo que conduce a HEMORRAGIA GASTROINTESTINAL y ANEMIA.
Tumor epitelial benigno con organización glandular.
Tumor maligno primario de las CÉLULAS DE LOS ISLOTES PANCREÁTICOS. Normalmente, involucra a los tipos de células no productoras de INSULINA, las CÉLULAS ALFA PANCREÁTICAS y las células delta pancreáticas (CÉLULAS SECRETORAS DE SOMATOSTATINA) en el GLUCAGONOMA y SOMATOSTATINOMA, respectivamente.
Tumores o cáncer del PÁNCREAS. Según los tipos de CÉLULAS DE LOS ISLOTES PANCREÁTICOS presentes en los tumores, pueden secretarse varias hormonas: GLUCAGÓN de las CÉLULAS SECRETORAS DE GLUCAGÓN, INSULINA de las CÉLULAS SECRETORAS DE INSULINA y SOMATOSTATINA de las CÉLULAS SECRETORAS DE SOMATOSTATINA. La mayoria son malignos, excepto los tumores productores de insulina (INSULINOMA).

El octreótido es un análogo sintético de la hormona somatostatina, que se utiliza en el tratamiento de diversas afecciones médicas. Es un octapéptido que inhibe la liberación de varias hormonas, incluyendo la gastrina, la insulina, el glucagón y la somatotropina o hormona del crecimiento.

En la práctica clínica, el octreótido se emplea en el manejo de diversos trastornos endocrinos y gastrointestinales. Algunas de sus indicaciones más comunes incluyen:

1. Tumores secretorios de hormonas: El octreótido es eficaz en el tratamiento de tumores neuroendocrinos que secretan excesivamente hormonas, como los tumores carcinoides y los glucagonomas. Al inhibir la liberación de estas hormonas, ayuda a controlar los síntomas asociados con estos trastornos, como diarrea, flushing o enrojecimiento cutáneo y dolor abdominal.

2. Enfermedad de Zollinger-Ellison: Esta es una afección poco frecuente en la que el estómago produce excesivamente ácido, lo que provoca úlceras gástricas y duodenales. El octreótido reduce la producción de ácido gástrico, contribuyendo al alivio de los síntomas y a la curación de las úlceras.

3. Prevención de hemorragias en varices esofágicas: En pacientes con cirrosis hepática, el octreótido puede utilizarse para prevenir o tratar las hemorragias debidas a la ruptura de varices esofágicas. El fármaco disminuye el flujo sanguíneo en los vasos dilatados y reduce el riesgo de sangrado.

4. Diarrea incontrolada: En algunas situaciones, el octreótido puede emplearse para tratar la diarrea rebelde a otros tratamientos. El fármaco disminuye la secreción intestinal y ralentiza el tránsito intestinal, contribuyendo al control de los síntomas.

5. Acromegalia: Esta es una enfermedad poco común causada por un tumor hipofisario que produce excesivamente hormona del crecimiento. El octreótido puede utilizarse para controlar los niveles de hormona del crecimiento y aliviar los síntomas asociados con la acromegalia, como sudoración excesiva, dolores articulares y cefaleas.

El octreótido se administra generalmente por vía intravenosa o subcutánea. Las dosis y la duración del tratamiento varían en función de la afección que se trate y de la respuesta individual al fármaco. Los efectos secundarios más comunes del octreótido incluyen náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, flatulencia, dolor abdominal y cambios en los niveles de glucosa en sangre. En raras ocasiones, el fármaco puede causar problemas hepáticos, cardiovasculares o renales. Es importante informar al médico de cualquier efecto secundario que se produzca durante el tratamiento con octreótido.

Los receptores de somatostatina son un tipo de proteínas que se encuentran en la superficie celular y desempeñan un papel crucial en la respuesta biológica a la hormona somatostatina. La somatostatina es una hormona inhibidora que regula diversos procesos fisiológicos, como el crecimiento celular, la secreción de hormonas y la neurotransmisión.

Existen cinco subtipos diferentes de receptores de somatostatina, designados como sst1, sst2, sst3, sst4 y sst5. Estos receptores se unen específicamente a la somatostatina y a sus análogos sintéticos, desencadenando una cascada de eventos intracelulares que conducen a la inhibición de diversas vías de señalización celular.

La activación de los receptores de somatostatina puede dar lugar a una variedad de respuestas fisiológicas, como la inhibición de la secreción de hormonas como la insulina, el glucagón y la gastrina, así como la modulación de la actividad neuronal en el sistema nervioso central.

Los receptores de somatostatina son objetivos terapéuticos importantes en el tratamiento de diversas afecciones médicas, como el diagnóstico y el tratamiento del cáncer neuroendocrino y la enfermedad de Cushing. Los análogos sintéticos de la somatostatina, como la octreotida y la lanreotida, se unen a los receptores de somatostatina con alta afinidad y se utilizan clínicamente para tratar estas enfermedades.

Los fármacos gastrointestinales se refieren a un grupo diversificado de medicamentos que interactúan con el sistema gastrointestinal (GI) y modulan su funcionamiento. Estos fármacos están diseñados para tratar una variedad de condiciones, como úlceras, reflujo ácido, náuseas, diarrea, estreñimiento, enfermedades inflamatorias intestinales y ciertos trastornos metabólicos.

Algunos ejemplos comunes de fármacos gastrointestinales incluyen:

1. Antiácidos: Neutralizan el ácido del estómago para aliviar los síntomas de acidez y ardor de estómago.

2. Inhibidores de la bomba de protones (IBP): Reducen la producción de ácido gástrico, ayudando a prevenir y tratar úlceras gástricas y duodenales, así como el reflujo gastroesofágico.

3. Antagonistas de los receptores H2: Disminuyen la producción de ácido gástrico al bloquear los receptores H2 en las células parietales del estómago.

4. Procinéticos: Aceleran el vaciado gástrico y reducen las regurgitaciones ácidas, lo que puede ser útil en el tratamiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).

5. Antiespasmódicos: Relajan los músculos lisos del tracto gastrointestinal para aliviar los espasmos y calambres abdominales.

6. Laxantes: Estimulan el movimiento intestinal y aumentan la absorción de agua, lo que puede ayudar a tratar el estreñimiento.

7. Antidiarreicos: Reducen la frecuencia de las deposiciones al disminuir la motilidad intestinal y aumentar la reabsorción de líquidos en el intestino.

8. Agentes absorbentes: Absorben los excesos de líquido y gases en el intestino, ayudando a controlar la diarrea.

9. Enzimas digestivas: Ayudan a descomponer los nutrientes en el intestino delgado, mejorando la absorción y previniendo los síntomas de deficiencia enzimática o insuficiencia pancreática exocrina.

10. Antiflatulentos: Reducen la producción de gases en el intestino, aliviando los síntomas de flatulencia y distensión abdominal.

La somatostatina es una hormona inhibitoria que se sintetiza y secreta principalmente por células neuroendocrinas especializadas en el sistema gastrointestinal (principalmente en el intestino delgado) y en el páncreas (por células delta en los islotes de Langerhans). También se produce en menor medida en otras partes del cuerpo, como el sistema nervioso central.

Tiene una función importante en la regulación de diversos procesos fisiológicos, especialmente en la inhibición de la secreción de varias hormonas, incluyendo la insulina, el glucagón, la gastrina, la secretina y la motilina. Además, también puede influir en la regulación de la presión arterial, el crecimiento celular y la respuesta inmunológica.

Existen dos formas principales de somatostatina, conocidas como SS-14 y SS-28, que difieren en su longitud y algunos de sus efectos biológicos. La forma más común, SS-14, tiene una vida media muy corta (aproximadamente 3 minutos) después de su liberación, lo que limita su alcance y duración de acción.

La somatostatina se utiliza en el tratamiento de diversas afecciones clínicas, como la diabetes mellitus, los tumores neuroendocrinos y las enfermedades gastrointestinales, entre otras. Sus efectos inhibitorios sobre la secreción hormonal y otros procesos fisiológicos pueden ayudar a controlar los síntomas y complicaciones de estas enfermedades.

La acromegalia es un trastorno hormonal poco común que ocurre cuando el cuerpo produce demasiada hormona del crecimiento después de la edad adulta. La glándula pituitaria, ubicada en la base del cerebro, produce esta hormona.

La causa más común de acromegalia es un tumor benigno (no canceroso) en la glándula pituitaria llamado adenoma pituitario. Este tumor produce una cantidad excesiva de hormona del crecimiento, lo que provoca el crecimiento anormal de los huesos y tejidos en todo el cuerpo.

Los síntomas más comunes de la acromegalia incluyen:

* Cambios graduales en el tamaño y forma de las manos, pies y cara
* Dolor articular y muscular
* Agotamiento y fatiga
* Sudoración excesiva
* Problemas respiratorios durante el sueño (apnea del sueño)
* Cambios en la visión
* Irregularidades menstruales en las mujeres
* Disfunción eréctil en los hombres

El diagnóstico de acromegalia puede ser difícil, ya que los síntomas pueden desarrollarse gradualmente durante muchos años. El tratamiento temprano es importante para prevenir complicaciones graves, como diabetes, enfermedad cardiovascular y cáncer.

El tratamiento de la acromegalia generalmente implica cirugía para extirpar el tumor pituitario, seguida de radioterapia o medicamentos para reducir los niveles de hormona del crecimiento en el cuerpo. La terapia de reemplazo hormonal también puede ser necesaria después del tratamiento para mantener los niveles hormonales normales.

El ácido pentético, también conocido como ácido edético, es un agente quelante que se une y elimina los iones metálicos en el cuerpo. Se utiliza en medicina para tratar las intoxicaciones por sobreingesta de metales pesados, como plomo, mercurio y talio. También se puede usar para prevenir la formación de cálculos renales de oxalato de calcio en personas con tendencia a desarrollarlos. El ácido pentético funciona uniendo sí mismo a los iones metálicos y previniendo que éstos se combinen con otros iones y formen cristales o sales insolubles, que pueden depositarse en los tejidos y causar daño. Es importante mencionar que el uso de ácido pentético debe ser bajo supervisión médica, ya que su uso excesivo puede causar deficiencias de minerales esenciales.

Los radioisótopos de indio se refieren a ciertas formas radiactivas del elemento químico indio. El indio tiene varios isótopos, algunos de los cuales son estables y no radiactivos, mientras que otros son inestables y se descomponen espontáneamente emitiendo radiación. Los radioisótopos de indio se crean artificialmente en reactores nucleares o aceleradores de partículas y tienen aplicaciones en medicina, industria y ciencia.

El isótopo de indio más común utilizado en medicina es el indio-111 (111In), que se utiliza como un agente radioactivo en varias pruebas diagnósticas, especialmente en la imagenología médica. Se une a ciertas proteínas y moléculas para formar compuestos radiofarmacéuticos que se inyectan en el cuerpo del paciente. Estos compuestos luego viajan a través del torrente sanguíneo y se acumulan en los tejidos objetivo, donde emiten radiación gamma que puede ser detectada por equipos de imagenología médica, como las gammacámaras.

El indio-111 tiene una vida media de aproximadamente 2,8 días, lo que significa que se descompone gradualmente durante este tiempo. La radiación emitida por el isótopo es relativamente baja en energía y puede ser controlada y monitorizada de manera segura en un entorno médico.

Otro radioisótopo de indio utilizado en la investigación científica es el indio-113m (113mIn), que tiene una vida media más corta de aproximadamente 1,7 horas. Se utiliza como un agente de contraste en estudios de imágenes médicas y también se ha investigado su uso en terapias radiactivas para el tratamiento del cáncer.

En resumen, los radioisótopos de indio son importantes herramientas en la medicina y la investigación científica, ya que permiten la visualización y el seguimiento de procesos biológicos y fisiológicos dentro del cuerpo humano. Sin embargo, su uso requiere un cuidadoso manejo y monitoreo para garantizar la seguridad y la eficacia del tratamiento o la investigación.

Un tumor carcinoide es un tipo de cáncer raro y lento que se origina en las células neuroendocrinas, que son células especializadas que producen hormonas. Estos tumores suelen ocurrir en el sistema digestivo (tráquea, bronquios, estómago, intestino delgado, apéndice, colon y recto) o en los pulmones. Los tumores carcinoides a menudo producen hormonas que pueden causar una variedad de síntomas, dependiendo de dónde se encuentre el tumor y si se han diseminado (metástasis).

Los síntomas más comunes incluyen diarrea, dolor abdominal, rubor facial (enrojecimiento repentino e inexplicable del rostro), sibilancias o dificultad para respirar. Algunas personas con tumores carcinoides no presentan síntomas durante muchos años. El tratamiento puede incluir cirugía para extirpar el tumor, quimioterapia, radioterapia o terapia dirigida a los receptores de serotonina. La supervivencia a largo plazo es posible, especialmente si el cáncer se detecta y trata en sus primeras etapas.

El Síndrome de Vaciamiento Rápido, también conocido como Dumping Syndrome en la literatura médica, es un trastorno gastrointestinal que ocurre después de haber pasado por una cirugía gástrica (como la gastrectomía o el bypass gástrico). Este síndrome se caracteriza por una acelerada evacuación del contenido gástrico hacia el intestino delgado, lo que provoca una serie de síntomas desagradables.

Existen dos tipos de Síndrome de Vaciamiento Rápido: temprano y tardío.

1. El tipo temprano ocurre dentro de los primeros 10 a 30 minutos después de comer, e incluye síntomas como náuseas, vómitos, sudoración excesiva, mareos, debilidad, taquicardia (latidos cardíacos rápidos), hipotensión (presión arterial baja) y en ocasiones, desmayos. Estos síntomas son causados por la liberación repentina de grandes cantidades de glucosa en el torrente sanguíneo, lo que lleva a una rápida respuesta insulínica y, posteriormente, a una hipoglucemia (bajos niveles de azúcar en la sangre).

2. El tipo tardío ocurre entre 1 a 3 horas después de comer y se asocia con hinchazón abdominal, diarrea, distensión abdominal y dolor abdominal. Estos síntomas son el resultado del exceso de agua y electrolitos que se mueven hacia el intestino delgado desde los tejidos circundantes, con la finalidad de diluir los contenidos hiperosmolares del lumen intestinal.

El tratamiento del Síndrome de Vaciamiento Rápido puede incluir cambios en la dieta (comer comidas más pequeñas y frecuentes, evitar líquidos durante las comidas, limitar los alimentos con alto contenido de carbohidratos simples), medicamentos que retrasan el vaciamiento gástrico o reducen la producción de ácido estomacal, y, en casos graves, cirugía para corregir los problemas anatómicos subyacentes.

Los tumores neuroendocrinos (TNE) son crecimientos anormales que surgen en el sistema neuroendocrino, un sistema complejo formado por células nerviosas (neuronas) y células endocrinas. Estas células tienen la capacidad de producir y secretar hormonas, mensajeros químicos que regulan diversas funciones corporales.

Los TNE pueden ocurrir en varias partes del cuerpo, incluyendo los pulmones, el tubo digestivo (desde el esófago hasta el recto), el páncreas, el hígado y los órganos reproductivos. La mayoría de estos tumores son cancerosos (malignos) y se denominan carcinoides, aunque algunos pueden ser benignos (no cancerosos).

Los TNE pueden presentar una variedad de síntomas debido a la sobreproducción de hormonas. Algunos de estos síntomas incluyen diarrea, dolor abdominal, rubor facial, presión arterial baja y latidos cardíacos rápidos o irregulares. En algunos casos, los tumores no causan síntomas hasta que se han extendido (metástasis) a otras partes del cuerpo.

El diagnóstico de TNE generalmente implica una combinación de pruebas de imagenología, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, y análisis de laboratorio para detectar niveles elevados de hormonas en la sangre. La confirmación del diagnóstico suele requerir una biopsia, en la que se extrae una pequeña muestra de tejido del tumor para su examen bajo el microscopio.

El tratamiento de los TNE depende del tipo y localización del tumor, así como de si se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía para extirpar el tumor, quimioterapia o radioterapia para destruir las células cancerosas, y terapias dirigidas que aprovechan las diferencias moleculares entre las células cancerosas y las células sanas.

El síndrome carcinoide maligno es una afección rara y grave que se desarrolla como complicación del cáncer de células de los tejidos endocrinos (cáncer neuroendocrino), específicamente en el tipo conocido como tumor carcinoide. Este síndrome ocurre cuando los tumores carcinoides secretan cantidades excesivas de hormonas y otras sustancias, lo que provoca una variedad de signos y síntomas.

Los síntomas comunes del síndrome carcinoide maligno incluyen:

1. Enrojecimiento e hinchazón de la cara y el cuello (síndrome de flush), que puede ser desencadenado por estrés emocional, alimentos picantes o bebidas alcohólicas, ejercicio o incluso simplemente toser o estornudar.
2. Diarrea crónica y acuosa (más de tres veces al día), que puede ser severa y acompañarse de calambres abdominales.
3. Dispnea (dificultad para respirar) y sibilancias (silbidos al respirar) como resultado del estrechamiento de las vías respiratorias.
4. Insuficiencia cardíaca, especialmente en la válvula tricúspide, lo que puede provocar hinchazón de los tobillos y dificultad para realizar actividades físicas.
5. Dolor abdominal y pérdida de apetito.
6. Náuseas y vómitos.
7. Piel seca y picazón.
8. Cambios en el estado mental, como confusión o letargo.
9. Latidos cardíacos irregulares o rápidos (arritmias).

El síndrome carcinoide maligno puede ser diagnosticado mediante una serie de pruebas, que incluyen análisis de sangre y orina para medir los niveles de hormonas y marcadores tumorales, escáneres de imagen como TC o RMN, y biopsia de tejido. El tratamiento puede incluir cirugía para extirpar el tumor, quimioterapia, radioterapia y medicamentos para controlar los síntomas.

Un adenoma hipofisario secretor de hormona del crecimiento, también conocido como adenoma somatotropo, es un tipo específico de tumor benigno que se desarrolla en la glándula pituitaria, una pequeña glándula situada en la base del cerebro. Este tumor produce y secreta excesivamente la hormona del crecimiento (GH), lo que puede dar lugar a una serie de síntomas y complicaciones de salud.

La hormona del crecimiento desempeña un papel importante en el crecimiento y desarrollo normal de los tejidos y órganos del cuerpo, especialmente durante la infancia y la adolescencia. Sin embargo, cuando se produce en exceso, como ocurre con este tipo de adenoma hipofisario, puede provocar diversas anomalías y trastornos.

Algunos de los síntomas más comunes asociados con un adenoma hipofisario secretor de hormona del crecimiento incluyen:

* Acromegalia: Un trastorno que se caracteriza por el crecimiento excesivo de los huesos de la cara, las manos y los pies, así como por otros signos y síntomas, como sudoración excesiva, fatiga, dolores articulares y rigidez. La acromegalia suele desarrollarse en adultos y puede causar diversas complicaciones de salud graves, como diabetes, hipertensión arterial y problemas cardíacos, si no se trata adecuadamente.
* Gigantismo: Un trastorno que se produce cuando un niño produce excesivamente la hormona del crecimiento antes de alcanzar la pubertad. Esto puede dar lugar a un crecimiento excesivo y rápido de los huesos, lo que puede provocar una estatura anormalmente alta y diversas complicaciones de salud asociadas.
* Otros síntomas: Los adenomas hipofisarios secretores de hormona del crecimiento también pueden causar diversos síntomas neurológicos, como dolores de cabeza, visión doble o borrosa y problemas de equilibrio. Además, estos tumores pueden comprimir otras estructuras cercanas a la glándula pituitaria, lo que puede causar diversas complicaciones de salud graves.

El tratamiento de un adenoma hipofisario secretor de hormona del crecimiento depende de varios factores, como el tamaño y la localización del tumor, así como de los síntomas y las complicaciones asociadas. Los posibles tratamientos incluyen:

* Cirugía: La extirpación quirúrgica del tumor es el tratamiento preferido para la mayoría de los adenomas hipofisarios secretores de hormona del crecimiento. La cirugía puede realizarse mediante diversas técnicas, como la transesfenoidal o la transcraneal, en función del tamaño y la localización del tumor.
* Radioterapia: La radioterapia se utiliza a menudo para tratar los adenomas hipofisarios secretores de hormona del crecimiento que no se pueden extirpar completamente mediante cirugía o que han recurrido después del tratamiento quirúrgico. La radioterapia puede administrarse mediante diversas técnicas, como la terapia de protones o la radiocirugía estereotáctica.
* Medicamentos: Los medicamentos pueden utilizarse para controlar los síntomas y las complicaciones asociadas con un adenoma hipofisario secretor de hormona del crecimiento. Los posibles medicamentos incluyen los agonistas de la dopamina, como el bromocriptina o el cabergolina, que pueden reducir la producción de hormona del crecimiento y aliviar los síntomas asociados con el hipersecreción de esta hormona. Además, se pueden utilizar diversos medicamentos para tratar los síntomas neurológicos asociados con estos tumores, como los analgésicos o los anticonvulsivantes.

En resumen, el tratamiento de un adenoma hipofisario secretor de hormona del crecimiento depende de diversos factores, como el tamaño y la localización del tumor, la edad y el estado de salud general del paciente y la presencia o ausencia de síntomas y complicaciones asociadas. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia y medicamentos, y se personaliza en función de las necesidades y preferencias de cada paciente.

Las neoplasias hipofisarias son tumores que se originan en la glándula pituitaria, una pequeña estructura situada en la base del cerebro. La glándula pituitaria es responsable de producir y regular varias hormonas importantes para el funcionamiento adecuado del cuerpo.

Existen dos tipos principales de neoplasias hipofisarias: los adenomas hipofisarios y los carcinomas hipofisarios. Los adenomas hipofisarios son tumores benignos que representan alrededor del 10-15% de todas las neoplasias intracraneales. Por otro lado, los carcinomas hipofisarios son extremadamente raros y se consideran malignos debido a su capacidad de diseminarse a otras partes del cuerpo (metástasis).

La mayoría de los adenomas hipofisarios son pequeños y no causan síntomas clínicos. Sin embargo, cuando crecen lo suficiente, pueden comprimir la glándula pituitaria y alterar la producción hormonal, lo que lleva a diversas manifestaciones clínicas dependiendo del tipo de hormona afectada. Los adenomas hipofisarios también pueden provocar dolores de cabeza, déficits visuales o, en casos más graves, hidrocefalia (acumulación excesiva de líquido cerebroespinal en el cráneo).

El tratamiento de las neoplasias hipofisarias depende del tipo, tamaño y localización del tumor, así como de la presencia o ausencia de síntomas clínicos. Las opciones terapéuticas incluyen la cirugía, la radioterapia y la terapia médica con fármacos que regulan la producción hormonal o inhiben el crecimiento del tumor.

Las hormonas son compuestos químicos que actúan como mensajeros en el cuerpo y ayudan a regular diversas funciones y procesos, como el crecimiento y desarrollo, el metabolismo, el equilibrio salino, la respuesta al estrés, la reproducción y la función inmunológica. La mayoría de las hormonas se producen en glándulas endocrinas específicas, como la glándula pituitaria, el tiroides, las glándulas suprarrenales, los ovarios y los testículos, y luego se liberan directamente en el torrente sanguíneo para su difusión a células y tejidos diana en todo el cuerpo. Las hormonas pueden tener efectos estimulantes o inhibitorios sobre sus células diana, dependiendo de la naturaleza del mensajero químico y el tipo de receptor con el que interactúa. Un desequilibrio hormonal puede dar lugar a diversas afecciones y trastornos de salud.

Las Preparaciones de Acción Retardada (PAR) son formulaciones farmacéuticas diseñadas para liberar el fármaco de manera gradual y sostenida en el cuerpo durante un período prolongado. Esto se logra encapsulando o incorporando el medicamento en matrices poliméricas que se disuelven, desintegran o degradan lentamente, lo que permite la liberación controlada del fármaco.

Las PAR pueden ser útiles en diversas situaciones clínicas, como en el tratamiento de enfermedades crónicas donde se requiere una concentración sostenida del fármaco en plasma durante un largo periodo. También se utilizan para mejorar la adherencia al tratamiento, disminuir las dosis totales diarias y reducir los efectos adversos asociados con picos de concentraciones plasmáticas elevadas.

Existen diferentes tipos de PAR, entre ellos:

1. Sistemas de liberación retardada: Consisten en formulaciones que retrasan la disolución del fármaco, como los comprimidos recubiertos con película retardante o los gránulos revestidos con polímeros.

2. Sistemas de liberación prolongada: Estas formulaciones permiten la liberación sostenida del fármaco a lo largo del tiempo, como las matrices monolíticas y los sistemas multiparticulares (gránulos, microcápsulas o micropellets).

3. Sistemas de administración de dosificación única: Estos dispositivos médicos liberan el medicamento de forma retardada después de su inserción en el cuerpo, como los implantes y las pomadas de acción retardada.

La elección del tipo de PAR dependerá del fármaco a administrar, la vía de administración, la duración deseada del efecto terapéutico y las características farmacocinéticas del medicamento. Es importante tener en cuenta que los sistemas de liberación retardada o prolongada pueden alterar la biodisponibilidad del fármaco, por lo que se requieren estudios adicionales para evaluar su eficacia y seguridad antes de su comercialización.

La Hormona de Crecimiento Humano (HGH), también conocida como Somatotropina, es una hormona peptídica que se produce en el cuerpo humano. Es producida por la glándula pituitaria anterior y desempeña un papel crucial en el crecimiento y desarrollo del cuerpo.

La HGH ayuda a regular diversas funciones corporales, incluyendo:

1. El crecimiento y desarrollo de los tejidos y órganos corporales.
2. La regulación del metabolismo de las grasas, azúcares y proteínas.
3. El fortalecimiento del sistema inmunológico.
4. El mantenimiento de la masa muscular y ósea.
5. El influir en el proceso de envejecimiento.

La producción de HGH alcanza su punto máximo durante la adolescencia y comienza a disminuir a medida que una persona envejece. Un déficit de esta hormona puede causar diversos problemas de salud, como el enanismo en los niños y la osteoporosis y la sarcopenia en los adultos. Por otro lado, un exceso de HGH puede dar lugar a diversas afecciones, como el gigantismo en los niños y el acromegalia en los adultos.

El vaciamiento vesicular, en términos médicos, se refiere al proceso por el cual la vesícula biliar evacua la bilis al interior del intestino delgado. Esto ocurre generalmente en respuesta a la estimulación hormonal después de consumir alimentos, especialmente aquellos ricos en grasas. La contracción de la vesícula biliar fuerza la bilis, una sustancia amarillenta y fluida producida en el hígado, a ser liberada a través del conducto colédoco y hacia el duodeno, donde ayuda en la digestión de las grasas. La ausencia o alteración de este proceso puede llevar a problemas digestivos y acondiciones relacionadas con la vesícula biliar, como colelitiasis o colecistitis.

Una inyección subcutánea es un método de administración de medicamentos o vacunas donde la dosis se introduce debajo de la piel, pero no tan profundo como el músculo. Se realiza con una jeringa y una aguja pequeña, generalmente más corta que la utilizada para inyecciones intramusculares.

El proceso implica levantar una capa de piel entre el pulgar y el índice (en un pliegue cutáneo), luego insertar la aguja en un ángulo de 45 grados y presionar lentamente el émbolo para liberar el medicamento. La inyección subcutánea se utiliza comúnmente para administrar insulina, algunas hormonas, vacunas y líquidos que no causan irritación en los tejidos subcutáneos.

Después de la inyección, se recomienda rotar el sitio de inyección para evitar lipodistrofia, una condición donde se produce un engrosamiento o adelgazamiento anormal de los tejidos grasos en el lugar de las repetidas inyecciones.

Quilotórax es un término médico que se refiere a la acumulación anormal de líquido linfático en el espacio pleural, que es el área que rodea los pulmones. La linfa es un fluido incoloro y ligeramente amarillento que circula a través del sistema linfático y ayuda a combatir infecciones.

En condiciones normales, la linfa fluye desde los tejidos corporales hacia el torrente sanguíneo a través de los vasos linfáticos. Sin embargo, en caso de quilotórax, los vasos linfáticos que drenan la linfa desde el abdomen hacia el tórax se dañan o bloquean, lo que hace que la linfa se acumule en el espacio pleural.

Esta acumulación de líquido puede comprimir los pulmones y causar dificultad para respirar, tos y dolor en el pecho. El quilotórax puede ser causado por traumatismos, cirugías, tumores malignos o enfermedades que afectan el sistema linfático. El tratamiento puede incluir drenaje del líquido acumulado, medicamentos para reducir la producción de linfa y, en casos graves, cirugía para corregir el problema subyacente.

Los antidiarreicos son medicamentos o sustancias que se utilizan para tratar y aliviar la diarrea, una afección caracterizada por heces sueltas y frecuentes. Estos medicamentos trabajan de diferentes maneras para reducir la frecuencia de las deposiciones y mejorar la consistencia de las heces. Algunos antidiarreicos actúan reduciendo la motilidad intestinal, lo que ralentiza el tránsito intestinal y permite una mayor reabsorción de agua y electrolitos en el intestino delgado. Otros antidiarreicos actúan directamente sobre la mucosa intestinal, reduciendo la secreción de líquidos y electrolitos o aumentando su absorción.

Entre los antidipetéticos más comunes se encuentran los opioides y sus derivados, como la loperamida (Imodium®), que reducen la motilidad intestinal y aumentan la absorción de agua y electrolitos en el intestino delgado. También existen antidiarreicos de acción local, como el kaolin y la pectina, que forman un gel al contacto con los líquidos del intestino, lo que ayuda a aumentar la viscosidad de las heces y reducir su frecuencia.

Es importante tener en cuenta que no todos los casos de diarrea requieren tratamiento con antidiarreicos, ya que en algunas ocasiones puede ser una respuesta normal del organismo a una infección o intoxicación alimentaria. Además, el uso prolongado o inadecuado de estos medicamentos puede causar efectos secundarios graves, como estreñimiento, distensión abdominal y aumento del riesgo de desarrollar una colitis isquémica. Por esta razón, siempre se recomienda consultar a un médico antes de utilizar cualquier medicamento para tratar la diarrea.

El gigantismo es un trastorno hormonal poco frecuente que ocurre cuando la glándula pituitaria produce demasiada cantidad de hormona del crecimiento (GH) durante el período de crecimiento. Esto resulta en un crecimiento excesivo y rápido de los huesos y tejidos, lo que provoca una altura considerablemente mayor a la media.

La producción elevada de GH generalmente se debe a un tumor benigno (no canceroso) en la glándula pituitaria. A medida que el cuerpo crece demasiado rápido, los huesos pueden fortalecerse inadecuadamente, aumentando el riesgo de fracturas y dolores articulares. Además, el gigantismo puede causar otros síntomas como fatiga, sudoración excesiva, sensibilidad a la insulina, crecimiento anormal de las características faciales y del cuerpo, voz profunda y menstruaciones irregulares en mujeres.

El tratamiento suele implicar cirugía para extirpar el tumor o medicamentos para reducir la producción de GH. El pronóstico depende de la causa subyacente, pero en muchos casos, el tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas y prevenir complicaciones adicionales.

Una fístula pancreática es un conducto anormalmente formado entre el tejido pancreático y otro órgano o la superficie corporal, a través del cual los jugos digestivos pueden drenar. Esta condición suele ser una complicación de una lesión, cirugía o inflamación pancreática, como la pancreatitis aguda o crónica. Las fístulas pancreáticas pueden causar síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea. El tratamiento puede incluir medidas conservadoras, como la alimentación por sonda y el drenaje de líquidos, o intervenciones más invasivas, como la cirugía o la terapia con estimulantes del crecimiento de los tejidos.

Los radiofármacos son sustancias químicas que contienen radionúclidos, es decir, átomos que emiten radiación. Estas sustancias se utilizan en medicina nuclear con fines diagnósticos y terapéuticos. Cuando un radiofármaco es administrado a un paciente, los radionúclidos se distribuyen en el cuerpo y emiten radiación, la cual puede ser detectada y medida para obtener información sobre el funcionamiento de órganos y tejidos, o para destruir células anormales en el tratamiento de enfermedades como el cáncer.

Los radiofármacos diagnósticos suelen ser administrados por vía oral o inyectados en una vena, y se concentran en los órganos o tejidos que se desea examinar. La radiación emitida por los radionúclidos es detectada por equipos especiales como gammacámaras o TAC, lo que permite obtener imágenes del interior del cuerpo y evaluar su funcionamiento.

Por otro lado, los radiofármacos terapéuticos se utilizan para tratar enfermedades como el cáncer, ya que los radionúclidos pueden destruir células anormales al emitir radiación. Estos radiofármacos suelen ser administrados por vía intravenosa y se distribuyen en el cuerpo, concentrándose en las células cancerosas y destruyéndolas con la radiación emitida.

En resumen, los radiofármacos son sustancias químicas que contienen radionúclidos y se utilizan en medicina nuclear para diagnóstico y tratamiento de enfermedades, aprovechando las propiedades de la radiación emitida por los radionúclidos.

La ascitis quilosa es una afección médica en la cual hay un exceso de líquido con alto contenido de proteínas (conocida como linfa) en el abdomen. La linfa se acumula en la cavidad peritoneal, que es el espacio que rodea los órganos abdominales. Esta afección suele ser causada por una obstrucción en el sistema linfático, como consecuencia de cáncer, cirugía o inflamación.

La ascitis quilosa se diferencia de la ascitis simple en que esta última tiene un contenido bajo de proteínas en el líquido acumulado. La ascitis quilosa puede causar hinchazón abdominal, dolor, dificultad para respirar y pérdida de apetito, entre otros síntomas. El tratamiento puede incluir terapia de drenaje, diuréticos, nutrición especial y, en algunos casos, cirugía.

La linfangiectasia intestinal es una afección médica en la que los vasos linfáticos en el intestino delgado se dilatan y dañan, lo que lleva a una fuga de proteínas y linfa (un líquido incoloro que contiene proteínas, glóbulos blancos y otros sustancias) en el intestino. Esto puede provocar diarrea crónica, hinchazón, pérdida de peso y deficiencias nutricionales. La afección se asocia a menudo con otras condiciones subyacentes, como enfermedad hepática, enfermedad cardíaca congénita o cirugía abdominal previa. El tratamiento generalmente implica una dieta baja en grasa y rica en proteínas, así como la administración de suplementos nutricionales y, en algunos casos, medicamentos para controlar los síntomas.

La angiodisplasia es una enfermedad vascular benigna y adquirida que se caracteriza por la formación de dilataciones anormales y saculadas en los vasos sanguíneos pequeños, especialmente en el tracto gastrointestinal. Estas lesiones son fragiles y propensas a sangrar, lo que puede causar anemia ferropénica crónica o episodios de sangrado agudo.

La angiodisplasia es una causa común de sangrado digestivo inferior en personas mayores de 60 años. Se cree que la enfermedad está relacionada con el aumento de la edad, los factores genéticos y las condiciones médicas subyacentes, como la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE), la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y la hipertensión arterial.

El diagnóstico de angiodisplasia se realiza mediante pruebas de imagen, como la angiografía, la enteroclisis con contraste o la cápsula endoscópica. El tratamiento puede incluir medicamentos para controlar el sangrado y la anemia, como los inhibidores de la bomba de protones (IBP) y los agentes antifibrinolíticos. En casos graves o recurrentes, se pueden considerar opciones más invasivas, como la embolización o la cirugía.

Es importante tener en cuenta que la angiodisplasia puede ser asintomática y descubrirse durante un examen de rutina. Si se sospecha sangrado digestivo, es recomendable consultar a un médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Un adenoma es un tipo de tumor benigno (no canceroso) que se forma en las glándulas. Puede ocurrir en cualquier glándula del cuerpo, pero son más comunes en las glándulas situadas en el revestimiento del intestino delgado y en la próstata de los hombres.

Los adenomas suelen crecer muy lentamente y a menudo no causan ningún síntoma. Sin embargo, algunos tipos de adenomas pueden convertirse en cancerosos con el tiempo, especialmente si son grandes o si han existido durante mucho tiempo.

El tratamiento de un adenoma depende del tamaño y la ubicación del tumor. En algunos casos, se puede observar el crecimiento del tumor con exámenes regulares. En otros casos, se pueden necesitar cirugía o otras terapias para extirpar el tumor.

Es importante acudir al médico si se presentan síntomas como sangrado rectal, cambios en los hábitos intestinales o dolor abdominal inexplicable, ya que pueden ser señales de un adenoma o de otra afección médica grave.

El carcinoma de células de los islotes pancreáticos (CCIP) es un tipo raro y agresivo de cáncer que se origina en las células de los islotes pancreáticos, también conocidas como células de los grupos endocrinos del páncreas. Estas células son responsables de producir hormonas importantes, como la insulina y el glucagón.

El CCIP representa menos del 5% de todos los cánceres pancreáticos y afecta predominantemente a personas mayores de 60 años. Los síntomas iniciales pueden ser vagos e incluyen dolor abdominal, pérdida de apetito, pérdida de peso y fatiga. Debido a su localización profunda en el páncreas y a la falta de marcadores tumorales específicos, el CCIP puede ser difícil de diagnosticar en sus etapas iniciales.

El tratamiento del CCIP generalmente implica una combinación de cirugía, quimioterapia y radioterapia. La extirpación quirúrgica del tumor es el pilar del tratamiento, siempre que sea posible. Sin embargo, debido a la ubicación y al tamaño del tumor en muchos casos, la cirugía puede no ser una opción viable.

La quimioterapia y la radioterapia se utilizan a menudo como tratamientos adyuvantes o neoadyuvantes para ayudar a reducir el tamaño del tumor y mejorar las posibilidades de extirpación quirúrgica. Además, los investigadores están explorando nuevas opciones de tratamiento, como la inmunoterapia y la terapia dirigida, con el objetivo de mejorar los resultados para los pacientes con CCIP.

A pesar del avance en el conocimiento y el tratamiento del CCIP, la tasa de supervivencia sigue siendo baja, especialmente en comparación con otros tipos de cáncer. Por lo tanto, es fundamental continuar investigando y desarrollando nuevas estrategias terapéuticas para mejorar los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes con CCIP.

Las neoplasias pancreáticas se refieren a crecimientos anormales y no controlados de células en el páncreas, que pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores benignos no suelen ser mortales, pero si siguen creciendo, pueden causar problemas debido a la presión física que ejercen sobre los órganos cercanos.

Por otro lado, las neoplasias malignas, también conocidas como cáncer de páncreas, son muy graves y potencialmente letales. El cáncer de páncreas se divide en dos tipos principales: adenocarcinoma exocrino y tumores neuroendocrinos pancreáticos (TNE). El adenocarcinoma exocrino es el tipo más común y representa alrededor del 90% de todos los cánceres de páncreas. Se origina en las glándulas que producen los jugos digestivos. Los TNE, por otro lado, se desarrollan en las células productoras de hormonas del páncreas y suelen crecer más lentamente que el adenocarcinoma exocrino.

El cáncer de páncreas es una enfermedad muy agresiva y difícil de detectar en sus etapas iniciales, lo que hace que el pronóstico sea generalmente malo. Los factores de riesgo incluyen tabaquismo, obesidad, diabetes, edad avanzada y antecedentes familiares de cáncer de páncreas.

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