Forma de paniculitis que se caracteriza por episodios recurrentes de fiebre acompañada por la erupción de uno o varios nódulos eritematosos subcutáneos en las extremidades inferiores. Los mismos normalmente resuelven, pero tienden a dejar depresiones en la piel. La afección se ve más a menudo en mujeres, sola o asociada a otros trastornos.
INFLAMACIÓN de la capa subyacente del TEJIDO ADIPOSO (panículo)del PERITONEO, generalmente del MESENTERIO o del OMENTO. Hay varias formas con distintos nombres y generalmente se caracterizan por infiltración de LINFOCITOS y NEUTRÓFILOS, NECROSIS grasa y fibrosis.
Término general que se utiliza para la aparición anormal de histiocitos en la sangre. Basado en las características patológicas de las células observadas más que en los hallazgos clínicos, esta enfermedad se subdivide en tres grupos: HISTIOCITOSIS DE CÉLULAS DE LANGERHANS; HISTIOCITOSIS, DE CÉLULAS NO LANGERHANS; y TRASTORNOS HISTIOCÍTICOS MALIGNOS.
Proceso inflamatorio que afecta al cerebro (ENCEFALITIS) y meninges (MENINGITIS), producido a menudo por organismos patógenos que invaden al sistema nervioso central, y ocasionalmente por toxinas, trastornos autoinmunes, y otras afecciones.
Erupción eritematosa que se asocia comúnmente con reacciones medicamentosas o infecciones y que se caracteriza por nódulos inflamatorios que usualmente son suaves, múltiples y bilaterales. Estos nódulos se localizan fundamentalmente en las canillas y con menor frecuencia en los muslos y antebrazos. Sufren cambios de coloración característicos que terminan en áreas temporales que semejan a contusiones. Esta afección usualmente desaparece en 3-6 semanas sin cicatrices o atrofia.
Tipo de paniculitis caracterizada histológicamente por la presencia de granulomas, vasculitis, y necrosis. Es considerada tradicionalmente como la contraparte tuberculosa de la vasculitis nodular, pero no se conoce que ocurra sin tuberculosis precedente. Se ve comúnmente en adolescentes y mujeres menopáusicas, es iniciada o exacerbada por el tiempo frío, y típicamente se presenta como uno o más nódulos eritrocianóticos recurrentes o placas sobre las pantorrillas. Los nódulos pueden progresar para formar induraciones, ulceraciones y escaras.
Infecciones con organismos unicelulares del subreino Protozoa. Las infecciones pueden ser experimentales o veterinarias.
Térmno general que indica inflamación del CEREBRO y de la MÉDULA ESPINAL, utilizado a menudo para indicar un proceso infeccioso, pero que es también aplicable a una variedad de afecciones autoinmunes y tóxico-metabólicas. Hay una importante confusión con relación al uso de este término y de la ENCEFALITIS en la literatura.
'Animales de zoológico' no es un término médico, pero en el contexto general, se refiere a animales que viven en zoológicos u otras instituciones similares, mantenidos principalmente para la educación, la investigación y la conservación.
INFLAMACIÓN aguda o crónica del PÁNCREAS, debida al excesivo CONSUMO DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS. La pancreatitis alcohólica generalmente se presenta como un episodio agudo pero es una enfermedad progresiva crónica en los alcohólicos.
Macrófagos que se encuentran en los TEJIDOS, diferentes a los encontrados en la sangre (MONOCITOS)o en las cavidades serosas (MEMBRANA SEROSA).
Tipo de lupus eritematoso que se caracteriza por nódulos dérmicos profundos o subcutáneos, que se encuentran con mayor frecuencia en la cabeza, cara o extremidades superiores. Generalmente es crónico y ocurre con mayor frecuencia en mujeres entre 20 y 45 años de edad.
Inflamación del ENCÉFALO producida por infección, procesos autoinmunes, toxinas y otras afecciones. Las infecciones virales (ver ENCEFALITIS VIRAL) son causa relativamente frecuente de esta afección.
La inmersión y la degradación de las células por otras células.
Enfermedades del gato doméstico (Felis catus o F. domesticus). Este término no incluye las enfermedades de los gatos llamados grandes tales como una especie de ONZAS, LEONES, tigres, pumas, panteras, leopardos, y otros Felidae para los que se utiliza el término CARNÍVOROS.
FIBROSIS del parénquima hepático debida a obstrucción del flujo de la BILIS (COLESTASIS)en los CONDUCTOS BILIARES INTRAHEPÁTICOS o los CONDUCTOS BILIARES EXTRAHEPÁTICOS. La cirrosis biliar primaria supone la destrucción de los conductos biliares intrahepáticos pequeños y la secreción de bilis. La cirrosis bibliar secundaria es producida por una obstrucción prolongada de los grandes conductos biliares intrahepáticos o extrahepáticos, por distintas causas.
Enfermedades del ganado doméstico del género Bos. Incluye enfermedades de vacas, yaks y cebus.
Enrojecimiento de la piel producido por congestión de los capilares. Esta afección puede producirse por una variedad de causas.
Enfermedades del perro doméstico (Canis familiaris). Este término no incluye a enfermedades de los perros salvajes, LOBOS, ZORROS y otros Canidae para los que CARNIVOROS es usado.
Infecciones por nematodos del género GNATHOSTOMA, superfamilia THELAZIOIDEA. La gnathostomiasis es una zoonosis de origen alimentario causada por el consumo de pescado crudo o carne mal cocida.
Término general para la inflamación del tejido adiposo, usualmente de la piel, que se caracteriza por la presencia de nódulos subcutáneos enrojecidos.
Parte del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL contenida dentro del CRÁNEO. Procedente del TUBO NEURAL, el encéfalo embrionario consta de tres partes principales: PROSENCÉFALO (cerebro anterior), MESENCÉFALO (cerebro medio) y ROMBENCÉFALO (cerebro posterior). El encéfalo desarrollado consta de CEREBRO, CEREBELO y otras estructuras del TRONCO ENCEFÁLICO.
Las enfermedades de la piel se refieren a un grupo diverso de condiciones que afectan la estructura y función normal de la piel, causando síntomas que varían desde erupciones cutáneas y picazón hasta cáncer y trastornos inmunológicos graves.
Grupo de linfomas que muestran expansión clonal de los linfocitos T malignos interrumpidos en diferentes etapas de la diferenciación así como maligna infiltración de la piel. MICOSIS FUNGOIDE, SÍNDROME DE SÉZARY, PAPULOSIS LINFOMATOIDE y LINFOMA CUTÁNEO PRIMARIO DE CÉLULAS GRANDES ANAPLÁSICAS son las más caracterízticas de estos trastornos.
Enfermedad inflamatoria muscular y cutánea, subaguda o crónica, caracterizada por debilidad proximal muscular y una erupción cutánea característica. La enfermedad ocurre con una frecuencia aproximadamente igual en niños y adultos. Las lesiones cutáneas usualmente toman la forma de una erupción purpúrea (o con menos frecuencia como una dermatitis exfoliativa) que afecta a la nariz, mejillas, frente, parte superior del tronco y brazos. La enfermedad se asocia con una microangiopatía intramuscular mediada por el complemento, que lleva a pérdida de capilares, isquemia muscular, necrosis de fibras musculares, y atrofia perifascicular. La forma infantil de esta enfermedad tiende a evolucionar hacia una vasculitis sistémica. Puede aparecer dermatomiositis en asociación con neoplasias malignas.
Forma grave de INFLAMACIÓN aguda del PÁNCREAS, caracterizada por una o mas áreas de NECROSIS en el páncreas, con diversos grados de afectación de los tejidos u órganos sistémicos circundantes. La necrosis pancreática masiva puede dar lugar a DIABETES MELLITUS y malabsorción.
Glucocorticoide con las propiedades generales de los corticoides. Es la droga adecuada para todas las afecciones en las cuales está indicada la terapia corticoide sistémica, excepto en los estados de deficiencia suprarrenal.
Disminución o la eliminación espontánea de una enfermedad en el tiempo, sin un tratamiento formal.
Localización histoquímica de sustancias inmunorreactivas mediante el uso de anticuerpos marcados como reactivos.
Muerte resultante de la presencia de una enfermedad en un individuo, tal y aparece en un reporte de un solo caso o un número limitado de pacientes. Debe diferenciarse de MUERTE, el cese fisiológico de la vida y de MORTALIDAD, un concepto epidemiológico o estadístico.
Toma de muestra y examen patológico de las mismas en forma de pequeños fragmentos de tejido del cuerpo vivo.
Cubierta externa del cuerpo y que lo proteje del ambiente. Se compone de DERMIS y EPIDERMIS.
Miembro de la glicoproteína del plasma de la superfamilia de serpinas que inhibe la TRIPSINA; la ELASTASA DE LOS NEUTRÓFILOS, y las otras ENZIMAS PROTEÓLICITCAS.

La paniculitis nodular no supurativa, también conocida como paniculitis de Weber-Christian, es una enfermedad inflamatoria poco común que afecta al tejido adiposo (grasa) subcutáneo. Se caracteriza por la aparición de nódulos dolorosos e indurados (duros) en diferentes partes del cuerpo, especialmente en las extremidades inferiores, el tronco y los glúteos.

Estos nódulos pueden variar en tamaño, desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros de diámetro, y suelen ser asintomáticos, aunque en ocasiones pueden causar dolor o molestias. A diferencia de otras formas de paniculitis, la forma no supurativa no presenta pus ni abscesos.

La causa exacta de esta enfermedad es desconocida, aunque se cree que puede estar relacionada con una respuesta anormal del sistema inmunológico. Algunos casos se han asociado con trastornos autoinmunitarios o infecciosos subyacentes.

El diagnóstico de la paniculitis nodular no supurativa suele ser clínico, aunque en algunos casos pueden ser necesarias pruebas adicionales, como biopsias cutáneas o análisis de sangre, para confirmar el diagnóstico y descartar otras posibles causas.

El tratamiento de esta enfermedad suele ser sintomático y puede incluir antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), corticosteroides o inmunosupresores, dependiendo de la gravedad de los síntomas y de la respuesta al tratamiento. En algunos casos, la terapia con fármacos biológicos puede ser una opción viable.

La paniculitis peritoneal es un tipo raro de inflamación del tejido adiposo (grasa) que se encuentra en la cavidad abdominal, específicamente en la membrana serosa que recubre los órganos abdominales y la pared abdominal, conocida como el peritoneo.

Esta afección se caracteriza por la presencia de nódulos o placas inflamatorias en el tejido adiposo peritoneal. Puede presentarse con diversos síntomas, como dolor abdominal, fiebre y aumento de los marcadores inflamatorios en análisis de sangre.

La causa exacta de la paniculitis peritoneal es a menudo desconocida, aunque se ha asociado con diversas condiciones médicas, como infecciones, trastornos autoinmunes, cáncer y reacciones a medicamentos. El diagnóstico generalmente se realiza mediante estudios de imagen, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, y puede confirmarse con una biopsia del tejido afectado.

El tratamiento de la paniculitis peritoneal depende de la causa subyacente y puede incluir antiinflamatorios no esteroideos, corticosteroides o inmunosupresores. En algunos casos, el tratamiento de la afección subyacente puede ser suficiente para resolver los síntomas de la paniculitis peritoneal.

La histiocitosis es un término general que se utiliza para describir un grupo de enfermedades poco comunes en las que hay un crecimiento excesivo y acumulación anormal de células llamadas histiocitos. Los histiocitos son glóbulos blancos que forman parte del sistema inmunitario y normalmente se encuentran en el tejido conectivo, los vasos sanguíneos y linfáticos, la piel y diversos órganos.

Existen varios tipos de histiocitosis, siendo los más comunes:

1. Histiocitosis de Células de Langerhans (HXL): También conocida como enfermedad de Histiocytosis X, es la forma más común de histiocitosis. Afecta principalmente a niños menores de 10 años, aunque también puede ocurrir en adultos. La HXL se caracteriza por el crecimiento y acumulación anormales de células dendríticas cutáneas (CD), que son un tipo de histiocitos. Estas células se multiplican descontroladamente y forman granulomas, que son agregados de glóbulos blancos que pueden dañar los tejidos circundantes. Los síntomas varían ampliamente dependiendo de la gravedad de la enfermedad y los órganos afectados. Pueden incluir fiebre, fatiga, sudoración nocturna, pérdida de peso, anemia, dolores óseos o articulares, erupciones cutáneas y problemas pulmonares o hepáticos.

2. Histiocitosis Sinusal con Infiltrados de Granulomas en Piel (HSIGP): Afecta principalmente al sistema respiratorio, particularmente a los senos paranasales y el pulmón. Es más común en adultos, especialmente fumadores. Los síntomas pueden incluir congestión nasal, sinusitis crónica, dolores de cabeza, pérdida del olfato y tos crónica.

3. Enfermedad de Erdheim-Chester (EEC): Es una enfermedad rara que afecta al sistema reticuloendothelial, que incluye los histiocitos. Las células anormales se acumulan en los tejidos y órganos, formando granulomas. Los síntomas pueden variar ampliamente dependiendo de los órganos afectados e incluyen fatiga, fiebre, dolores óseos o articulares, problemas cardiovasculares, neurológicos o renales.

El tratamiento de la histiocitosis depende del tipo y gravedad de la enfermedad. Puede incluir observación, quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida o trasplante de células madre. La investigación en este campo está en curso para desarrollar mejores opciones de tratamiento y comprender mejor las causas subyacentes de estas enfermedades.

La meningoencefalitis es una afección médica grave que involucra la inflamación del tejido cerebral (encefalo) y las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal (meninges). Es generalmente causada por infecciones virales, aunque también puede ser el resultado de bacterias, hongos u otras causas menos comunes.

Los síntomas pueden variar pero a menudo incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, rigidez en el cuello, confusión o alteración del estado mental, sensibilidad a la luz, convulsiones y, en casos graves, coma. El diagnóstico generalmente se realiza mediante análisis de líquido cefalorraquídeo obtenido a través de una punción lumbar. El tratamiento depende de la causa subyacente; las infecciones virales generalmente requieren cuidados de apoye y manejo sintomático, mientras que las bacterianas pueden necesitar antibióticos específicos o incluso terapia antiviral en algunos casos. La meningoencefalitis puede ser una afección potencialmente mortal y requiere atención médica inmediiata.

El Eritema Nudoso es una enfermedad dermatológica poco frecuente, pero bien documentada, que se caracteriza por la aparición de nódulos y placas eritematosas (enrojecidas) dolorosas, a menudo con vesículas o pústulas en su superficie. Estas lesiones cutáneas suelen aparecer en las partes distales de los miembros inferiores, especialmente sobre los antebrazos, muslos y espinillas, aunque también pueden presentarse en otras áreas del cuerpo como la cara, el tórax y los glúteos.

El término "eritema nudoso" se deriva del latín, donde "eritema" significa enrojecimiento de la piel y "nudoso" se refiere a las nódulos o protuberancias presentes. Esta afección cutánea es más común en adultos jóvenes y tiene una asociación bien establecida con diversas condiciones subyacentes, como infecciones (especialmente por Yersinia enterocolítica), enfermedades autoinmunes (como la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico) y algunos fármacos.

El diagnóstico del eritema nudoso se basa principalmente en los hallazgos clínicos y, a menudo, puede confirmarse mediante análisis de laboratorio que detecten marcadores inflamatorios elevados o la presencia de anticuerpos específicos asociados con las condiciones subyacentes. El tratamiento del eritema nudoso generalmente implica el control de los síntomas y la identificación y tratamiento de la causa subyacente, si es posible. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno o el naproxeno, a menudo se recetan para aliviar el dolor y reducir la inflamación asociada con esta afección. En casos graves o refractarios al tratamiento, pueden considerarse corticosteroides u otros fármacos inmunomoduladores.

El Eritema Indurado (también conocido como Eritema Nodoso) es una enfermedad cutánea poco común, pero inflamatoria y generalmente autolimitada. Se caracteriza por la aparición de nódulos o placas dolorosas y firmes (induración), acompañadas de enrojecimiento (eritema) en la piel. Estas lesiones suelen medir entre 2 a 6 cm y pueden ser de color rojo, rojo-violáceo o rojo-marrón.

El Eritema Indurado se localiza más frecuentemente en las partes externas de los muslos, las pantorrillas, los brazos y, ocasionalmente, en la cara anterior del tórax. Los nódulos pueden ser solitarios o múltiples, y suelen aparecer en brotes, con una duración promedio de 2 a 6 semanas.

La causa exacta del Eritema Indurado sigue siendo desconocida, aunque se cree que está relacionada con infecciones bacterianas (especialmente Streptococcus), reacciones medicamentosas y diversas enfermedades sistémicas. También se ha asociado a estados de inmunodeficiencia y a trastornos del tejido conectivo.

El diagnóstico diferencial incluye otras enfermedades que cursan con nódulos inflamatorios, como la Enfermedad de células granulomatosas de Wegener, el Síndrome de Still y la Enfermedad de Horton. El tratamiento del Eritema Indurado puede incluir antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), corticosteroides orales o pentoxifilina, dependiendo de la gravedad y extensión de las lesiones.

Las infecciones protozoarias en animales se refieren a las enfermedades causadas por la invasión y multiplicación de protistas unicelulares, conocidos como protozoos, dentro o sobre el cuerpo de los animales. Estos microorganismos parasitarios pueden afectar a una variedad de tejidos y sistemas en diferentes especies animales, incluidos los animales de compañía, ganado y vida silvestre.

Existen varios tipos de protozoos que pueden causar infecciones en animales, entre los que se incluyen:

1. Amebas: Estos protozoos se mueven utilizando pseudópodos (proyecciones citoplasmáticas) y suelen habitar en ambientes acuáticos o húmedos. Un ejemplo común es Entamoeba histolytica, que causa la amebiasis intestinal en humanos y otros primates.

2. Flagelados: Estos protozoos poseen uno o más flagelos, órganos locomotores similares a látigos, que utilizan para desplazarse. Algunos flagelados que causan infecciones en animales incluyen Trypanosoma spp., los agentes etiológicos de la enfermedad del sueño y la enfermedad de Chagas en humanos y animales, y Giardia spp., que causa giardiasis intestinal en diversas especies animales.

3. Ciliados: Estos protozoos tienen cilios, pequeños flagelos ondulantes, que recubren su superficie y les permiten moverse. Un ejemplo de ciliado patógeno es Balantidium coli, que causa balantidiasis intestinal en humanos y cerdos.

4. Esporozoarios: Este grupo incluye a los apicomplejos, protozoos con complejos apicales especializados que utilizan para invadir células huésped. Algunos esporozoarios patógenos son Plasmodium spp., los agentes etiológicos de la malaria en humanos y animales, y Toxoplasma gondii, que causa toxoplasmosis en humanos y otros animales.

5. Microsporidios: Estos protozoos tienen esporas que contienen un tubo polar para infectar células huésped. Algunos microsporidios patógenos incluyen Encephalitozoon spp. y Enterocytozoon bieneusi, que causan enfermedades gastrointestinales y sistémicas en humanos y animales.

Los protozoarios pueden causar una amplia gama de enfermedades en humanos y animales, desde infecciones intestinales leves hasta enfermedades sistémicas graves o incluso fatales. El control de las enfermedades protozoarias requiere un enfoque multifacético que incluya la prevención de la exposición, el diagnóstico y el tratamiento tempranos, y en algunos casos, la vacunación.

La encefalomiélitis es un término médico que describe la inflamación simultánea del cerebro (encefalo) y la médula espinal (miélinas). Puede ser causada por diversos factores, como infecciones virales o bacterianas, reacciones autoinmunes, enfermedades degenerativas o incluso por exposición a ciertos tóxicos. Los síntomas pueden variar ampliamente, dependiendo de la gravedad y la ubicación exacta de la inflamación, e incluyen dolor de cabeza, rigidez en el cuello, debilidad muscular, parálisis, problemas de coordinación, convulsiones, cambios en la personalidad o comportamiento, confusión, pérdida de memoria y dificultad para hablar o tragar. El tratamiento generalmente se dirige a controlar la inflamación, manage los síntomas y tratar cualquier causa subyacente identificable.

Los animales de zoológico, también conocidos como animales en cautiverio, son aquellos que viven en instalaciones controladas por humanos, como zoológicos, acuarios, parques safari y reservas naturales. Estos animales están contenidos dentro de recintos especialmente diseñados para su alojamiento y cuidado, y su dieta, comportamiento y estado de salud son monitoreados regularmente por personal capacitado.

Los zoológicos pueden desempeñar un papel importante en la conservación de especies en peligro de extinción, ya que proporcionan un hábitat seguro y controlado para la reproducción y reintroducción de animales en su hábitat natural. Además, los zoológicos pueden servir como centros de educación y investigación, donde los visitantes pueden aprender sobre la biología y el comportamiento de diferentes especies y los científicos pueden estudiar aspectos de su fisiología y ecología.

Sin embargo, también se ha planteado la preocupación de que mantener animales en cautiverio pueda ser éticamente cuestionable, ya que restringe su libertad y puede afectar negativamente su bienestar. Por esta razón, es importante que los zoológicos sigan estrictas normas éticas y de cuidado de animales para garantizar que los animales en cautiverio reciban un trato adecuado y tengan una vida lo más cercana posible a la natural.

La pancreatitis alcohólica es una afección inflamatoria del páncreas, un órgano importante situado en el abdomen superior que desempeña un papel crucial en la digestión y el metabolismo de los azúcares. Esta forma de pancreatitis se desarrolla predominantemente en personas con consumo excesivo y prolongado de alcohol.

El mecanismo preciso por el cual el alcohol causa inflamación del páncreas no está completamente claro, pero se cree que está relacionado con la toxicidad directa del alcohol sobre las células del páncreas (los acinos pancreáticos) y la activación de enzimas digestivas dentro del propio órgano. Esto provoca daño tisular, edema, hemorragia y necrosis en casos graves, lo que puede resultar en complicaciones potencialmente mortales.

Los síntomas más comunes de la pancreatitis alcohólica incluyen dolor abdominal intenso y persistente (generalmente en la parte superior central del abdomen), náuseas, vómitos, fiebre, aumento de la frecuencia cardíaca y disminución de la presión arterial. La gravedad de los síntomas puede variar desde formas leves y autolimitadas hasta casos severos que requieren hospitalización y atención intensiva.

El tratamiento de la pancreatitis alcohólica generalmente implica medidas de soporte, como reposición de líquidos y electrolitos, control del dolor y nutrición adecuada. En casos graves, se pueden requerir intervenciones adicionales, como la administración de antibióticos para tratar o prevenir infecciones y posiblemente cirugía para aliviar complicaciones como pseudocistos o necrosis extensa.

La abstinencia completa del alcohol es fundamental en el manejo a largo plazo de la pancreatitis alcohólica, ya que el consumo continuado aumenta el riesgo de recurrencia y complicaciones graves. Además, se recomienda una dieta baja en grasas y rica en nutrientes para ayudar a promover la salud del páncreas y prevenir recaídas.

Los histiocitos son un tipo de células que forman parte del sistema inmunitario y desempeñan un papel importante en la respuesta inmunitaria. Se originan a partir de monocitos, que son glóbulos blancos producidos en la médula ósea. Los histiocitos maduros se encuentran en todo el cuerpo, especialmente en los tejidos conectivos y los órganos linfoides.

Existen diferentes tipos de histiocitos, incluyendo macrófagos, células dendríticas y células de Langerhans. Estas células desempeñan diversas funciones, como la fagocitosis (ingestión y destrucción) de bacterias y otros agentes extraños, la presentación de antígenos a las células T para activar la respuesta inmunitaria adaptativa, y la producción de citoquinas y otras moléculas inflamatorias.

Las enfermedades relacionadas con los histiocitos pueden ser benignas o malignas. Las neoplasias benignas de histiocitos incluyen el histiocitoma fibroso y el histiocitoma cutáneo. Por otro lado, las neoplasias malignas de histiocitos incluyen el sarcoma de histiocitos y la leucemia de histiocitos. Además, existen trastornos reactivos de histiocitos, como la enfermedad de Erdheim-Chester y la histiocitosis de células de Langerhans, que se caracterizan por un crecimiento excesivo e incontrolado de histiocitos en diversos órganos y tejidos.

La paniculitis de lupus eritematoso es un tipo de inflamación del tejido subcutáneo (la capa de grasa y tejido conectivo justo debajo de la piel) que ocurre en el contexto del lupus eritematoso sistémico (LES), un trastorno autoinmune crónico que puede afectar varios órganos y tejidos.

Este tipo de paniculitis se caracteriza por la presencia de nódulos o placas dolorosas, firmes e induradas en la piel, especialmente en las extremidades inferiores. Estas lesiones cutáneas pueden ser asintomáticas o acompañarse de síntomas sistémicos leves a moderados de LES, como fatiga, fiebre, artralgias y mialgias.

La patogénesis de la paniculitis de lupus eritematoso se relaciona con la deposición de inmunocomplejos en el tejido subcutáneo, lo que desencadena una respuesta inflamatoria local y la activación del sistema inmune. La histopatología de las lesiones cutáneas revela un infiltrado inflamatorio mixto con neutrófilos, linfocitos y células plasmáticas en la grasa subcutánea.

El tratamiento de la paniculitis de lupus eritematoso generalmente implica el control de los síntomas sistémicos del LES con fármacos inmunosupresores, como corticosteroides, antimaláricos y agentes inmunomoduladores. Los casos graves o refractarios pueden requerir terapia biológica específica, como rituximab, para controlar la enfermedad.

La encefalitis es una afección médica que involucra la inflamación del tejido cerebral. Normalmente, esta inflamación se produce como resultado de una infección viral, aunque también puede ser causada por bacterias, hongos o parásitos en algunos casos. La encefalitis puede provocar una variedad de síntomas, que incluyen dolores de cabeza graves, fiebre, confusión, convulsiones y, en casos más graves, coma o incluso la muerte. El diagnóstico generalmente se realiza mediante pruebas de imagen cerebral y análisis de líquido cefalorraquídeo. El tratamiento puede incluir medicamentos antivirales, corticosteroides para reducir la inflamación y cuidados de soporte intensivo en casos graves.

La citofagocitosis es un proceso en el que células inmunes, especialmente los macrófagos, fagocitan (ingieren) otras células dañadas o moribundas. Este proceso ayuda al sistema inmune a deshacerse de células anormales y mantener la homeostasis tisular. Después de ingerir la célula, los macrófagos la descomponen y presentan fragmentos de ella en su superficie para que otras células inmunes puedan reconocerla como extraña o dañina. Este proceso es importante en el control de infecciones, la eliminación de células cancerosas y la regulación del crecimiento y desarrollo celular normal.

Las enfermedades de gatos se refieren a diversas condiciones médicas que pueden afectar a los gatos. Estas enfermedades pueden variar desde infecciones virales y bacterianas hasta problemas dentales, digestivos, dermatológicos, neurológicos y otros órganos. Algunas de las enfermedades comunes en gatos incluyen la leucemia felina, el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF), la panleucopenia felina, el moquillo felino, los parásitos intestinales, los problemas renales y las enfermedades dentales. Los síntomas pueden variar dependiendo de la enfermedad específica, pero pueden incluir letargo, pérdida de apetito, vómitos, diarrea, tos, dificultad para respirar, erupciones cutáneas y comportamiento anormal. El tratamiento varía según la enfermedad y puede incluir medicamentos, cambios en la dieta, cirugía o cuidados de soporte. La prevención es a menudo la mejor manera de mantener a los gatos saludables y puede incluir vacunaciones regulares, control de parásitos, una dieta equilibrada y un ambiente limpio y seguro.

La cirrosis hepática biliar, también conocida como cirrosis biliar primaria, es una enfermedad hepática crónica y progresiva que da lugar a la formación de tejido cicatricial (fibrosis) y la destrucción de las células hepáticas (hepatocitos). A diferencia de otras formas de cirrosis, esta condición se caracteriza por una destrucción selectiva de los conductos biliares pequeños en el hígado, lo que lleva a la acumulación de bilis y la inflamación crónica.

La causa exacta de la cirrosis hepática biliar es desconocida, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos y ambientales. Algunos estudios sugieren que ciertos genes pueden hacer a las personas más susceptibles a la enfermedad, mientras que otros factores, como infecciones virales o exposición a tóxicos, pueden desencadenar su aparición.

Los síntomas de la cirrosis hepática biliar pueden variar ampliamente y dependen del grado de daño hepático. Al principio, los pacientes pueden experimentar fatiga, picazón en la piel, dolor abdominal y coloración oscura de la orina. A medida que la enfermedad avanza, pueden desarrollarse complicaciones más graves, como ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), ascitis (acumulación de líquido en el abdomen), encefalopatía hepática (daño cerebral causado por la acumulación de toxinas) y aumento del riesgo de infecciones y cáncer de hígado.

El diagnóstico de cirrosis hepática biliar se basa en una combinación de historial clínico, examen físico, análisis de sangre y estudios de imagen, como ecografías o biopsias hepáticas. El tratamiento suele ser sintomático y dirigido a prevenir complicaciones y ralentizar la progresión de la enfermedad. Puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas, como antihistamínicos para la picazón o laxantes para la encefalopatía hepática, así como cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable y la abstención del alcohol. En algunos casos, se pueden considerar tratamientos más agresivos, como trasplante de hígado.

Las Enfermedades de los Bovinos se refieren a un amplio espectro de condiciones médicas que afectan a los miembros del género Bos, que incluye a los ganados domésticos como las vacas, toros, búfalos y bisontes. Estas enfermedades pueden ser infecciosas o no infecciosas y pueden ser causadas por una variedad de agentes patógenos, incluyendo bacterias, virus, hongos, parásitos y toxinas ambientales.

Algunas enfermedades comunes en los bovinos incluyen la neumonía, la diarrea, la fiebre Q, la tuberculosis, la brucelosis, la leptospirosis, el carbunco, el anthrax, la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o "enfermedad de las vacas locas", la enfermedad de Aujeszky, la paratuberculosis o "enfermedad de Johne", la mastitis, la listeriosis, la salmonelosis y la garrapata del ganado.

La prevención y el control de estas enfermedades se pueden lograr mediante la implementación de programas de manejo adecuados, como la vacunación, el control de los vectores, la mejora de las condiciones de vida del ganado, la detección y eliminación tempranas de los animales infectados, y la adopción de prácticas de bioseguridad estrictas.

La detección y el diagnóstico precoces de estas enfermedades son cruciales para garantizar un tratamiento oportuno y efectivo, reducir la morbilidad y mortalidad, y prevenir la propagación de la enfermedad a otros animales y humanos. Los médicos veterinarios desempeñan un papel importante en el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de estas enfermedades en los animales.

La palabra "eritema" es un término médico que se utiliza para describir la enrojecimiento de la piel, resultante de una dilatación de los vasos sanguíneos cutáneos. Puede ser causado por diversas condiciones, como infecciones, reacciones alérgicas, inflamaciones o exposición a ciertos factores ambientales (como el sol o el frío). El eritema puede ser acompañado de otros síntomas, como picazón, dolor o ampollas, dependiendo de la causa subyacente. Es importante buscar atención médica si experimenta un eritema persistente o que se acompaña de otros síntomas, ya que puede ser un signo de una afección más grave.

No existe una sola definición médica específica para "Enfermedades de los Perros" ya que las enfermedades caninas pueden ser muy diversas y abarcan un amplio espectro de padecimientos. Sin embargo, podríamos definirlo como el conjunto de condiciones médicas que afectan a los perros y que requieren atención veterinaria.

Algunas categorías comunes de enfermedades en perros incluyen:

1. Enfermedades infecciosas: Estas son causadas por virus, bacterias, hongos o parásitos. Algunos ejemplos son la parvovirosis canina, el moquillo canino, la leptospirosis y la enfermedad de Lyme.

2. Enfermedades degenerativas: Estas se refieren a condiciones que involucran un deterioro progresivo de las estructuras corporales. La artrosis y la enfermedad degenerativa del disco son ejemplos comunes.

3. Enfermedades neoplásicas: También conocidas como cáncer, se refieren al crecimiento anormal y descontrolado de células. Algunos tipos comunes en perros incluyen el linfoma y el osteosarcoma.

4. Enfermedades hereditarias: Estas son condiciones que se transmiten genéticamente de padres a hijos. Ejemplos incluyen la displasia de cadera, la atrofia retinal degenerativa y la enfermedad de von Willebrand.

5. Enfermedades traumáticas: Estas son lesiones causadas por accidentes o eventos traumáticos, como fracturas óseas, luxaciones y contusiones.

6. Enfermedades autoinmunes: Se refieren a condiciones en las que el sistema inmunitario ataca los propios tejidos del cuerpo. El lupus eritematoso sistémico canino y la anemia hemolítica autoinmune son ejemplos.

7. Enfermedades infecciosas: Son enfermedades causadas por bacterias, virus, hongos o parásitos. El parvovirus canino y la leptospirosis son ejemplos comunes.

La gnathostomiasis es una enfermedad parasitaria zoonótica causada por la infección de los nematodos del género Gnathostoma. Los humanos se infectan generalmente al consumir carne cruda o mal cocida de animales intermediarios como peces, ranas, anfibios o reptiles que contienen las larvas infectivas. La enfermedad es endémica en partes de Asia, América Central y del Sur, y algunos países africanos.

Los síntomas clínicos pueden variar dependiendo del estadio y la localización de las larvas en el cuerpo humano. La forma aguda temprana puede causar síntomas gastrointestinales leves, como dolor abdominal, náuseas, vómitos o diarrea. Sin embargo, la fase más grave y crónica de la enfermedad se produce cuando las larvas migran a través de los tejidos blandos, lo que puede provocar lesiones cutáneas pruriginosas, urticaria, eosinofilia, y posiblemente complicaciones más graves como meningitis eosinofílica o neuritis.

El diagnóstico se basa en los síntomas clínicos, la historia de exposición a posibles fuentes de infección y el hallazgo de larvas en tejidos o líquidos corporales. El tratamiento recomendado es la administración de anthelminthics como albendazol o mebendazol, aunque la cirugía puede ser necesaria en casos graves con complicaciones neurológicas. La prevención se centra en evitar el consumo de carne cruda o mal cocida y tomar medidas de higiene adecuadas al manipular y cocinar los alimentos.

La paniculitis es un término médico que se refiere a la inflamación de la grasa o tejido adiposo situado justo debajo de la piel, conocida como hipodermis o tejido celular subcutáneo. Esta afección puede causar enrojecimiento, hinchazón, dolor y sensibilidad en las áreas afectadas.

Existen varios tipos de paniculitis, cada uno con diferentes causas y manifestaciones clínicas. Algunos de los más comunes incluyen:

1. Paniculitis dérmica nodular: Es una forma crónica de paniculitis que causa nódulos dolorosos y firmes en la piel, especialmente en las piernas y los glúteos. Suele estar asociada con enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico o la artritis reumatoide.

2. Paniculitis panniculitis alcohólica: Es una forma aguda de paniculitis que se desarrolla después del consumo excesivo de alcohol y afecta principalmente al abdomen y los muslos. Los síntomas incluyen fiebre, dolor abdominal y nódulos subcutáneos.

3. Paniculitis infecciosa: Ocurre como resultado de una infección bacteriana, viral o fúngica. Algunas de las causas más comunes son las infecciones por estafilococos, estreptococos y tuberculosis.

4. Paniculitis por traumatismos: Se produce como resultado de un trauma físico o lesión en el tejido adiposo, como contusiones o hematomas.

5. Paniculitis idiopática: Es una forma de paniculitis de causa desconocida y sin evidencia de enfermedad sistémica asociada.

El tratamiento de la paniculitis depende del tipo y la gravedad de la afección. Puede incluir antibióticos, antiinflamatorios no esteroideos (AINE), corticosteroides o inmunomoduladores. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para extirpar los nódulos afectados.

El encéfalo, en términos médicos, se refiere a la estructura más grande y complexa del sistema nervioso central. Consiste en el cerebro, el cerebelo y el tronco del encéfalo. El encéfalo es responsable de procesar las señales nerviosas, controlar las funciones vitales como la respiración y el latido del corazón, y gestionar las respuestas emocionales, el pensamiento, la memoria y el aprendizaje. Está protegido por el cráneo y recubierto por tres membranas llamadas meninges. El encéfalo está compuesto por billones de neuronas interconectadas y células gliales, que together forman los tejidos grises y blancos del encéfalo. La sangre suministra oxígeno y nutrientes a través de una red de vasos sanguíneos intrincados. Cualquier daño o trastorno en el encéfalo puede afectar significativamente la salud y el bienestar general de un individuo.

Las enfermedades de la piel, también conocidas como dermatosis, abarcan un amplio espectro de afecciones que afectan la piel, el cabello y las uñas. Estas condiciones pueden ser causadas por diversos factores, incluyendo infecciones, alergias, genética, trastornos autoinmunitarios y factores ambientales.

Algunos ejemplos comunes de enfermedades de la piel son:

1. Dermatitis: Es una inflamación de la piel que puede causar picazón, enrojecimiento, ampollas o descamación. Puede ser causada por alergias, irritantes químicos o factores genéticos. La dermatitis atópica y la dermatitis de contacto son tipos comunes.

2. Psoriasis: Una afección autoinmune que acelera el ciclo de crecimiento de las células de la piel, lo que lleva a placas escamosas rojas e inflamadas en la superficie de la piel.

3. Acné: Una condición que ocurre cuando los folículos pilosos se obstruyen con exceso de grasa y células muertas de la piel, resultando en espinillas, puntos negros u otros tipos de lesiones cutáneas.

4. Infecciones de la piel: Pueden ser causadas por bacterias, virus u hongos. Algunos ejemplos incluyen impétigo, herpes simple, verrugas y pie de atleta.

5. Cáncer de piel: Los cánceres cutáneos más comunes son el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma. Estos tipos de cáncer se asocian con una exposición prolongada a los rayos UV del sol.

6. Vitíligo: Una enfermedad autoinmune en la que las células productoras de pigmento (melanocitos) son destruidas, causando manchas blancas en la piel.

7. Dermatitis: Inflamación de la piel que puede causar picazón, enrojecimiento y dolor. Hay varios tipos, incluyendo dermatitis atópica, dermatitis de contacto e irritante.

8. Psoriasis: Una afección inflamatoria crónica que produce escamas plateadas y parches rojos en la piel.

9. Lupus: Un trastorno autoinmune que ocurre cuando el sistema inmunológico ataca los tejidos sanos del cuerpo, incluyendo la piel.

10. Rosácea: Una afección crónica que causa enrojecimiento en el rostro y, a veces, protuberancias similares al acné.

Estas son solo algunas de las muchas condiciones que pueden afectar la piel. Si tiene algún problema o preocupación relacionado con su piel, es importante que consulte a un dermatólogo u otro profesional médico capacitado para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

El Linfoma Cutáneo de Células T (LCC T) es un tipo raro de cáncer que se origina en los linfocitos T, un tipo de glóbulos blancos que desempeñan un papel crucial en el sistema inmunológico. Cuando estas células se vuelven malignas, comienzan a multiplicarse y acumularse de forma descontrolada en la piel, formando tumores.

Existen varios subtipos de LCC T, siendo los más comunes el Mixto Linfoma Cutáneo de Células T y Natural Killer (MLCTNK), el Linfoma de Células T Periféricas Primario (LTCPP) y el Linfoma de Células T Cutáneo Paget (LCTCP).

Los síntomas del LCC T pueden variar, pero generalmente incluyen la aparición de lesiones cutáneas persistentes, como placas rojas, escamosas o con costras, que pueden ser pruriginosas o dolorosas. Estas lesiones suelen aparecer en áreas expuestas al sol, como la cara, el cuello, las manos y los brazos.

El diagnóstico del LCC T se realiza mediante una biopsia de la piel afectada y un análisis histopatológico de la muestra. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas específicas contra las células cancerosas. La elección del tratamiento depende del subtipo de LCC T, su extensión y la salud general del paciente.

La dermatomiopatía es una enfermedad neuromuscular rara y autoinmune que afecta tanto a la piel como a los músculos. Se caracteriza por una inflamación muscular (miositis) y una erupción cutánea distinta. La afección afecta generalmente a los músculos debajo de la cintura, aunque cualquier músculo puede verse afectado.

La erupción cutánea típica asociada con la dermatomiopatía incluye una erupción roja o morada sobre la cara, los párpados y las articulaciones, seguida de una erupción escamosa en el pecho, la espalda y los codos. Otras características comunes pueden incluir debilidad muscular progresiva, dolor y rigidez, dificultad para subir escaleras o levantar los brazos, y fatiga.

La causa exacta de la dermatomiopatía sigue siendo desconocida, pero se cree que está relacionada con una respuesta autoinmune anormal del cuerpo. El tratamiento generalmente implica medicamentos inmunosupresores y fisioterapia para ayudar a gestionar los síntomas y prevenir complicaciones adicionales.

La pancreatitis aguda necrotizante es una complicación grave y potencialmente mortal de la pancreatitis aguda, una inflamación repentina del páncreas. En la pancreatitis aguda necrotizante, el tejido pancreático y a veces los tejidos circundantes se destruyen y mueren (necrosis). Esto puede conducir a infecciones graves y daño permanente a los órganos.

La causa más común de pancreatitis aguda es el abuso del alcohol o los cálculos biliares. Otras causas pueden incluir traumatismos, intervenciones quirúrgicas, infecciones y algunos medicamentos.

Los síntomas de la pancreatitis aguda incluyen dolor abdominal intenso y súbito, náuseas, vómitos y fiebre. Los síntomas de la pancreatitis aguda necrotizante pueden incluir signos de infección, como fiebre alta, aumento de los latidos del corazón y dificultad para respirar.

El tratamiento de la pancreatitis aguda necrotizante generalmente requiere hospitalización y puede incluir antibióticos, líquidos intravenosos, soporte nutricional y, en algunos casos, cirugía para eliminar el tejido necrótico. La tasa de mortalidad asociada con la pancreatitis aguda necrotizante es alta, especialmente si se produce una infección.

La prednisolona es un glucocorticoide sintético, un tipo de corticosteroide, que se utiliza comúnmente en el tratamiento de diversas afecciones médicas. Tiene propiedades antiinflamatorias y también puede suprimir la respuesta inmune del cuerpo.

Se utiliza para tratar una variedad de condiciones, como asma, enfermedades inflamatorias intestinales, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, psoriasis y otras afecciones dermatológicas, enfermedades del tejido conectivo, trastornos endocrinos, ciertos tipos de cáncer y trasplantados de órganos para prevenir el rechazo.

La prednisolona actúa imitando las hormonas naturales producidas por las glándulas suprarrenales (como el cortisol), reduciendo la inflamación y suprimiento del sistema inmunológico. Sin embargo, su uso a largo plazo o en dosis altas puede dar lugar a efectos secundarios graves, como aumento de peso, presión arterial alta, diabetes, osteoporosis, glaucoma y cataratas, entre otros. Por lo tanto, su uso debe ser supervisado cuidadosamente por un profesional médico.

La remisión espontánea, en términos médicos, se refiere a la resolución o desaparición de los síntomas de una enfermedad o condición sin tratamiento médico específico. Sucede por sí sola y puede ser temporal o permanente. Es más comúnmente observada en ciertas afecciones inflamatorias, infecciosas y algunos tipos de cáncer. Sin embargo, es importante señalar que aunque los síntomas hayan desaparecido, la enfermedad subyacente puede seguir existiendo, por lo que se recomienda continuar con los controles médicos regulares.

La inmunohistoquímica es una técnica de laboratorio utilizada en patología y ciencias biomédicas que combina los métodos de histología (el estudio de tejidos) e inmunología (el estudio de las respuestas inmunitarias del cuerpo). Consiste en utilizar anticuerpos marcados para identificar y localizar proteínas específicas en células y tejidos. Este método se utiliza a menudo en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades, incluyendo cánceres, para determinar el tipo y grado de una enfermedad, así como también para monitorizar la eficacia del tratamiento.

En este proceso, se utilizan anticuerpos específicos que reconocen y se unen a las proteínas diana en las células y tejidos. Estos anticuerpos están marcados con moléculas que permiten su detección, como por ejemplo enzimas o fluorocromos. Una vez que los anticuerpos se unen a sus proteínas diana, la presencia de la proteína se puede detectar y visualizar mediante el uso de reactivos apropiados que producen una señal visible, como un cambio de color o emisión de luz.

La inmunohistoquímica ofrece varias ventajas en comparación con otras técnicas de detección de proteínas. Algunas de estas ventajas incluyen:

1. Alta sensibilidad y especificidad: Los anticuerpos utilizados en esta técnica son altamente específicos para las proteínas diana, lo que permite una detección precisa y fiable de la presencia o ausencia de proteínas en tejidos.
2. Capacidad de localizar proteínas: La inmunohistoquímica no solo detecta la presencia de proteínas, sino que también permite determinar su localización dentro de las células y tejidos. Esto puede ser particularmente útil en el estudio de procesos celulares y patológicos.
3. Visualización directa: La inmunohistoquímica produce una señal visible directamente en el tejido, lo que facilita la interpretación de los resultados y reduce la necesidad de realizar análisis adicionales.
4. Compatibilidad con microscopía: Los métodos de detección utilizados en la inmunohistoquímica son compatibles con diferentes tipos de microscopía, como el microscopio óptico y el microscopio electrónico, lo que permite obtener imágenes detalladas de las estructuras celulares e intracelulares.
5. Aplicabilidad en investigación y diagnóstico: La inmunohistoquímica se utiliza tanto en la investigación básica como en el diagnóstico clínico, lo que la convierte en una técnica versátil y ampliamente aceptada en diversos campos de estudio.

Sin embargo, la inmunohistoquímica también presenta algunas limitaciones, como la necesidad de disponer de anticuerpos específicos y de alta calidad, la posibilidad de obtener resultados falsos positivos o negativos debido a reacciones no específicas, y la dificultad para cuantificar con precisión los niveles de expresión de las proteínas en el tejido. A pesar de estas limitaciones, la inmunohistoquímica sigue siendo una técnica poderosa y ampliamente utilizada en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades.

En términos médicos, un "resultado fatal" se refiere a un desenlace desfavorable de un diagnóstico, condición de salud, procedimiento o tratamiento que resulta en la muerte del paciente. Es un término formal y objetivo utilizado para describir una situación en la cual los esfuerzos terapéuticos no han podido revertir el curso de una enfermedad grave o lesión, y desafortunadamente conduce al fallecimiento del individuo.

Es importante mencionar que este término se utiliza con precaución y respeto, dada la naturaleza delicada y sensible de la situación. La comunicación de un resultado fatal a los familiares o cuidadores del paciente suele ser una parte difícil del trabajo médico, y se realiza siempre con empatía y compasión.

Una biopsia es un procedimiento médico en el que se extrae una pequeña muestra de tejido corporal para ser examinada en un laboratorio. Este procedimiento se realiza con el fin de evaluar si el tejido extraído presenta signos de enfermedad, como cáncer o inflamación.

Existen diferentes tipos de biopsias, dependiendo de la ubicación y el método utilizado para obtener la muestra de tejido. Algunas de las más comunes incluyen:

1. Biopsia por aspiración con aguja fina (FNA): se utiliza una aguja delgada y hueca para extraer células o líquido del bulto o área sospechosa.
2. Biopsia por punción con aguja gruesa (CNB): se emplea una aguja más grande para obtener una muestra de tejido sólido.
3. Biopsia incisional: se realiza una pequeña incisión en la piel y se extrae una parte del tejido sospechoso.
4. Biopsia excisional: se extirpa todo el bulto o área anormal, junto con una porción de tejido normal circundante.

Los resultados de la biopsia suelen ser evaluados por un patólogo, quien determinará si el tejido muestra signos de enfermedad y, en caso afirmativo, qué tipo de enfermedad es. La información obtenida de una biopsia puede ayudar a guiar el tratamiento médico y proporcionar información importante sobre la gravedad y extensión de la enfermedad.

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano en términos de superficie y peso. Desde un punto de vista médico, la piel se define como un órgano complejo con múltiples capas y funciones vitales. Está compuesta por dos principales componentes: el tejido epitelial (epidermis) y el tejido conectivo (dermis). La epidermis proporciona una barrera protectora contra los patógenos, mientras que la dermis contiene glándulas sudoríparas, folículos pilosos, vasos sanguíinos y nervios.

La piel desempeña varias funciones importantes para la homeostasis y supervivencia del cuerpo humano:

1. Protección: La piel actúa como una barrera física contra los agentes externos dañinos, como bacterias, virus, hongos, toxinas y radiación ultravioleta (UV). También previene la pérdida excesiva de agua y electrolitos del cuerpo.

2. Termorregulación: La piel ayuda a regular la temperatura corporal mediante la sudoración y la vasodilatación o vasoconstricción de los vasos sanguíneos en la dermis.

3. Sensación: Los nervios en la piel permiten detectar estímulos táctiles, térmicos, dolorosos y propioceptivos, lo que nos ayuda a interactuar con nuestro entorno.

4. Immunidad: La piel desempeña un papel crucial en el sistema inmune al proporcionar una barrera contra los patógenos y al contener células inmunes que pueden detectar y destruir microorganismos invasores.

5. Síntesis de vitamina D: La piel contiene una forma de colesterol llamada 7-dehidrocolesterol, que se convierte en vitamina D3 cuando se expone a la luz solar UVB. La vitamina D es importante para la absorción de calcio y el mantenimiento de huesos y dientes saludables.

6. Excreción: Además de la sudoración, la piel también excreta pequeñas cantidades de desechos metabólicos a través de las glándulas sebáceas y sudoríparas apocrinas.

La alfa 1-antitripsina (AAT, también conocida como alpha-1 proteasa inhibidor o A1PI) es una proteína importante producida principalmente por los hepatocitos en el hígado. Es secretada a la sangre y desempeña un papel crucial en la protección de los pulmones contra la destrucción de tejidos causada por enzimas proteolíticas, particularmente la neutrófila elastasa, durante el proceso inflamatorio.

La alfa 1-antitripsina también tiene otras funciones, como la regulación del sistema inmunológico y la neutralización de algunos tipos de bacterias. La deficiencia congénita de AAT es una enfermedad hereditaria que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares y hepáticas, especialmente la enfisema a edades tempranas y la cirrosis hepática. Existen diferentes variantes alélicas de esta proteína, siendo la más común la M y las deficitarias S y Z. La acumulación de la variante Z en el hígado puede conducir a la formación de agregados anormales y dañinos, lo que provoca disfunción hepática e incrementa el riesgo de cáncer de hígado.

En resumen, la alfa 1-antitripsina es una proteína vital producida por el hígado para proteger los pulmones y regular el sistema inmunológico. Las deficiencias congénitas en esta proteína pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades pulmonares y hepáticas.

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