Prometazina
Antagonistas de los Receptores Histamínicos H1
Mareo por Movimiento Espacial
Tranquilizantes
Servicios de Urgencia Psiquiátrica
Agitación Psicomotora
Meperidina
Dimetindeno
Dibenzoxepinas
Clorpromazina
Enciclopedias como Asunto
MedlinePlus
Receptores Histamínicos H1
Receptores Histamínicos H3
La prometazina es un antihistamínico tipo 1 (primer generación) con propiedades sedantes y anticolinérgicas. Se utiliza en el tratamiento de alergias, como los estornudos, picor nasal y ocular, urticaria y prurito. También se emplea a veces como medicamento adjunto para la náusea y el vómito. Puede administrarse por vía oral, intramuscular o intravenosa.
Los efectos secundarios comunes incluyen somnolencia, mareos, boca seca y vértigo. Los efectos secundarios más graves pueden incluir arritmias cardíacas, reacciones alérgicas y depresión del sistema nervioso central. El uso durante el embarazo y la lactancia está desaconsejado o requiere precaución, según el caso. La prometazina debe usarse con extrema cautela en personas mayores debido a su mayor sensibilidad a los efectos anticolinérgicos y sedantes.
La prometazina se metaboliza principalmente en el hígado y se excreta por la orina. No debe usarse junto con alcohol o otros depresores del sistema nervioso central, ya que aumenta el riesgo de efectos secundarios adversos.
Los antagonistas de los receptores histamínicos H1 son un tipo de medicamento que bloquea los efectos de la histamina en el cuerpo. La histamina es una sustancia química natural que desempeña un papel importante en el sistema inmunológico y en el sistema nervioso central. Cuando el cuerpo libera histamina en respuesta a una amenaza percibida, como una infección o una alergia, se une a los receptores H1 en las células y provoca una variedad de síntomas, como picazón, enrojecimiento, inflamación y secreción.
Los antagonistas de los receptores histamínicos H1 funcionan bloqueando la unión de la histamina a estos receptores, lo que ayuda a aliviar los síntomas asociados con las alergias y otras afecciones en las que la histamina desempeña un papel importante. Estos medicamentos se utilizan comúnmente para tratar los síntomas de la fiebre del heno, la urticaria, el asma y otras reacciones alérgicas. Algunos ejemplos de antagonistas de los receptores histamínicos H1 incluyen la difenhidramina (Benadryl), la loratadina (Claritin) y la cetirizina (Zyrtec).
El mareo por movimiento espacial, también conocido como "mal de transporte", es un trastorno del equilibrio que ocurre cuando hay una discrepancia entre los movimientos percibidos y los movimientos esperados por el sistema vestibular. Este sistema es responsable de controlar el equilibrio y la orientación espacial.
Este tipo de mareo suele ocurrir en situaciones donde hay un movimiento real, como viajar en un coche, barco o avión, especialmente si se viaja en zigzag o en círculos, pero también puede experimentarse al ver movimientos en una pantalla, como en películas de acción o videojuegos. Los síntomas pueden incluir náuseas, vómitos, sudoración, pálida tez, vértigo y desorientación.
El mareo por movimiento espacial se cree que es el resultado de la sobreestimulación del sistema vestibular en el oído interno y la estimulación visual conflicting. El cerebro tiene dificultades para reconciliar las señales mixtas, lo que lleva a los síntomas desagradables. La mayoría de las personas han experimentado este tipo de mareo al menos una vez en su vida, especialmente durante la niñez. Sin embargo, algunas personas pueden experimentarlo de forma crónica y grave, lo que puede afectar significativamente su calidad de vida.
Los tranquilizantes, también conocidos como sedantes o ansiolíticos, son un tipo de fármacos que se utilizan en el tratamiento médico para producir efectos calmantes, relajantes musculares y reducir la ansiedad. Su acción principal es disminuir la actividad del sistema nervioso central.
Existen diferentes clases de tranquilizantes, incluyendo:
1. Barbitúricos: antiguamente utilizados como sedantes e hipnóticos, pero actualmente su uso está limitado debido a su alta toxicidad y potencial adictivo.
2. Benzodiazepinas: son los tranquilizantes más comúnmente prescritos en la actualidad. Se utilizan para tratar la ansiedad, el insomnio, las convulsiones y los espasmos musculares. Las benzodiazepinas más conocidas incluyen al diazepam (Valium), lorazepam (Ativan) y alprazolam (Xanax).
3. Buspirona: un tipo de tranquilizante no benzodiazepínico que se utiliza principalmente para tratar el trastorno de ansiedad generalizada.
4. Fenotiazinas e indoles derivados de la butirofenona: aunque su uso principal es como antipsicóticos, también poseen propiedades sedantes y ansiolíticas.
Es importante recalcar que los tranquilizantes pueden ser adictivos y tienen efectos secundarios importantes, por lo que deben ser utilizados bajo la estrecha supervisión médica y con las dosis adecuadas. El uso prolongado o inadecuado puede llevar al desarrollo de tolerancia, dependencia y abstinencia.
Los antipruriginosos son medicamentos o sustancias utilizadas para aliviar el prurito, que es la comezón o picazón en la piel. Este síntoma puede ser causado por una variedad de condiciones de la piel, como dermatitis, eczema, psoriasis, urticaria y otras erupciones cutáneas. También puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos o enfermedades sistémicas.
Los antipruriginosos trabajan mediante la interrupción del proceso que causa la comezón en la piel. Algunos de ellos actúan directamente sobre los nervios de la piel para bloquear las señales de picazón, mientras que otros reducen la inflamación y la irritación de la piel.
Existen diferentes tipos de antipruriginosos, entre los que se incluyen:
1. Antihistamínicos: Estos medicamentos bloquean la acción de la histamina, una sustancia química que desencadena la picazón en la piel. Algunos antihistamínicos también tienen un efecto sedante y pueden ayudar a conciliar el sueño.
2. Corticosteroides: Son medicamentos antiinflamatorios que reducen la hinchazón, enrojecimiento e irritación de la piel. Se utilizan en forma de cremas, lociones o ungüentos para tratar las erupciones cutáneas y otras afecciones de la piel.
3. Anestésicos tópicos: Estos medicamentos adormecen la piel y reducen la picazón. Se utilizan en forma de cremas, sprays o parches.
4. Analgésicos tópicos: Alivian el dolor y la picazón al bloquear las señales de dolor en la piel. Se utilizan en forma de cremas, lociones o ungüentos.
5. AINEs tópicos: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) reducen la inflamación y la picazón al inhibir la producción de prostaglandinas, sustancias químicas que desencadenan la inflamación y el dolor. Se utilizan en forma de cremas o parches.
6. Antidepresivos tricíclicos: Algunos antidepresivos tienen un efecto sedante y pueden ayudar a aliviar la picazón intensa. Se utilizan en forma de pastillas o cápsulas.
7. Inmunomoduladores tópicos: Estos medicamentos modifican la respuesta inmune del cuerpo y reducen la inflamación y la picazón. Se utilizan en forma de cremas, lociones o ungüentos.
Es importante seguir las instrucciones del médico al usar estos medicamentos y no exceder la dosis recomendada. Si los síntomas persisten o empeoran, es necesario consultar al médico nuevamente para evaluar el tratamiento y hacer los ajustes necesarios.
Las fenotiazinas son un grupo de fármacos psicotrópicos que se utilizan principalmente en el tratamiento de trastornos mentales como la esquizofrenia. También pueden usarse para tratar náuseas, vómitos y alergias oculares. Las fenotiazinas funcionan alterando la actividad de la dopamina, un neurotransmisor en el cerebro.
Las fenotiazinas incluyen varios medicamentos, como clorpromazina, tioridazina, flufenazina, perfenazina, trifluoperazina y proclorperazina. Estos fármacos comparten una estructura química común que incluye un sistema de anillo fenotiazínico.
Los efectos secundarios de las fenotiazinas pueden incluir somnolencia, sequedad de boca, estreñimiento, visión borrosa, aumento de peso y temblores. Algunos efectos secundarios más graves incluyen movimientos musculares involuntarios (discinia), ritmos cardíacos irregulares y síndrome neuroléptico maligno, una afección potencialmente mortal que afecta el sistema nervioso central.
Debido a sus posibles efectos secundarios graves, las fenotiazinas generalmente se recetan solo cuando otros medicamentos no han funcionado o no son adecuados. Los médicos suelen comenzar con dosis bajas de estos fármacos y aumentarlas gradualmente hasta alcanzar la dosis efectiva más baja posible.
Los Servicios de Urgencia Psiquiátrica se definen como un conjunto de cuidados y intervenciones médicas inmediatas proporcionadas a personas que están experimentando una emergencia o crisis mental aguda. Estos servicios están diseñados para evaluar, estabilizar y gestionar adecuadamente situaciones en las que un individuo puede representar un peligro para sí mismo o para otros, o está experimentando un deterioro significativo de su salud mental que requiere atención inmediata.
Los servicios de urgencia psiquiátrica pueden incluir:
1. Evaluación y triaje: Consiste en una evaluación inicial para determinar la gravedad de la situación y establecer prioridades de atención.
2. Observación y monitorización: Se realiza un seguimiento continuo de los signos vitales y el comportamiento del paciente.
3. Tratamiento farmacológico: Se administran medicamentos para aliviar los síntomas agudos y ayudar a estabilizar al paciente.
4. Intervenciones no farmacológicas: Pueden incluir técnicas de relajación, terapia cognitivo-conductual breve o apoyo emocional.
5. Derivación a servicios especializados: Si es necesario, el paciente será referido a servicios de salud mental adicionales para un tratamiento más prolongado y especializado.
6. Colaboración interdisciplinaria: Los profesionales médicos, enfermeros, trabajadores sociales y otros miembros del equipo de salud mental trabajan juntos para brindar atención integral al paciente.
7. Apoyo a las familias y cuidadores: Se ofrece información y asesoramiento a los familiares y cuidadores sobre cómo manejar la situación y cómo apoyar al paciente durante y después de la crisis.
Los servicios de urgencia psiquiátrica pueden encontrarse en hospitales generales, centros de salud mental o clínicas especializadas en el tratamiento de emergencias psiquiátricas. El objetivo principal de estos servicios es brindar atención inmediata y efectiva a personas con trastornos mentales graves que representan un riesgo para su seguridad o la de otros, así como ayudarlas a acceder a los recursos y tratamientos necesarios para su recuperación y bienestar a largo plazo.
La agitación psicomotriz es un síntoma que implica una combinación de aspectos cognitivos, afectivos y motores. Se caracteriza por una sobreactividad o hiperactividad motora junto con signos de irritabilidad, confusión, desorientación, dificultad para mantener la atención y alteraciones del pensamiento. Puede ser causada por diversas condiciones médicas y psiquiátricas, como trastornos neurológicos, enfermedades mentales graves, intoxicación por sustancias o efectos secundarios de ciertos medicamentos. El manejo de la agitación psicomotriz requiere una evaluación médica completa para determinar la causa subyacente y desarrollar un plan de tratamiento adecuado, que puede incluir medidas no farmacológicas y/o medicamentos según sea necesario.
La meperidina, también conocida como pethidine o Demerol, es un fármaco opioide sintético que se utiliza principalmente como analgésico para tratar el dolor moderado a severo. Pertenece a la clase de medicamentos llamados agonistas opioides, lo que significa que actúan directamente en los receptores opioides en el cerebro y la médula espinal para aliviar el dolor.
La meperidina se receta con frecuencia en situaciones clínicas en las que se requiere un alivio rápido del dolor, como durante el parto o después de una cirugía. También puede utilizarse para tratar la tos y la diarrea.
Al igual que otros opioides, la meperidina puede producir efectos secundarios como somnolencia, náuseas, vómitos, estreñimiento, sudoración y mareos. El uso a largo plazo o en dosis altas puede dar lugar a una mayor probabilidad de desarrollar tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia al retirarla. Además, el uso inadecuado o la combinación con otros depresores del sistema nervioso central pueden aumentar el riesgo de depresión respiratoria y ser fatal.
Debido a sus potenciales riesgos y efectos secundarios, la meperidina debe administrarse y supervisarse cuidadosamente bajo la dirección de un profesional médico capacitado.
El dimetindeno es un antihistamínico H1, que significa que se une y bloquea los receptores de histamina H1 en el cuerpo. La histamina es una sustancia química natural que desencadena una respuesta alérgica en el cuerpo. Al bloquear los receptores de histamina, el dimetindeno ayuda a aliviar los síntomas de las alergias, como la picazón, estornudos, congestión nasal y ojos llorosos.
El dimetindeno también tiene propiedades anticolinérgicas, lo que significa que puede bloquear los efectos de la acetilcolina, un neurotransmisor que desempeña un papel importante en el sistema nervioso parasimpático. Esto puede ayudar a reducir la sudoración y la producción de saliva.
El dimetindeno se utiliza comúnmente para tratar los síntomas de las alergias estacionales e infecciones respiratorias superiores, como el resfriado común y la gripe. Se puede encontrar en forma de tabletas, cápsulas, líquidos y supositorios, y a menudo se combina con otros medicamentos, como analgésicos y descongestionantes.
Como con cualquier medicamento, el dimetindeno puede causar efectos secundarios, como somnolencia, mareos, boca seca y vértigo. Es importante seguir las instrucciones de dosificación cuidadosamente y informar a su médico si experimenta algún efecto secundario grave o persistente.
Los compuestos de dibenzoxepina son análogos sintéticos de alcaloides naturales que contienen un sistema de anillo bencénico fusionado con un anillo de oxepina. La dibenzoxepina es el sistema heterocíclico básico de este compuesto.
En términos médicos, los derivados de dibenzoxepina se han investigado y utilizado en diversas aplicaciones terapéuticas, particularmente en el tratamiento de trastornos gastrointestinales y neurológicos. Por ejemplo, la loperamida, un fármaco antidiarreico bien conocido, es un derivado de dibenzoxepina que actúa como agonista opioide en los receptores intestinales, disminuyendo así la motilidad intestinal y aumentando la absorción de agua y electrolitos.
Otro ejemplo es la cinitaprida, un fármaco procinético que se utiliza en el tratamiento de los trastornos gastrointestinales funcionales y los síntomas relacionados con la enfermedad por reflujo gastroesofágico. La cinitaprida actúa como agonista parcial de los receptores dopaminérgicos y serotoninérgicos, mejorando así la motilidad gástrica e incrementando la relajación del esfínter esofágico inferior.
Es importante tener en cuenta que, aunque estos fármacos derivados de dibenzoxepina han demostrado ser útiles en el tratamiento de diversas afecciones médicas, también pueden estar asociados con efectos secundarios adversos y riesgos potenciales. Por lo tanto, su uso debe estar supervisado por un profesional médico capacitado para garantizar una administración segura y eficaz.
La clorpromazina es un antipsicótico tipico, también conocido como fenotiazina, que se utiliza en el tratamiento de diversos trastornos psiquiátricos. Actúa bloqueando los receptores dopaminérgicos en el cerebro, lo que ayuda a reducir la agitación, los delirios y las alucinaciones asociadas con la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.
También se utiliza en el tratamiento de la agitación y la agresión en personas con demencia, así como para controlar los vómitos y las náuseas graves. La clorpromazina puede administrarse por vía oral, intramuscular o intravenosa, y su dosis dependerá del trastorno que se esté tratando y de la respuesta individual del paciente.
Los efectos secundarios comunes de la clorpromazina incluyen somnolencia, sequedad de boca, estreñimiento, visión borrosa y temblor en las manos. Los efectos secundarios más graves pueden incluir movimientos involuntarios, aumento de peso, ritmo cardíaco irregular y niveles altos de prolactina en la sangre. La clorpromazina también puede aumentar el riesgo de sufrir una convulsión, especialmente en personas con antecedentes de trastornos convulsivos.
Como con cualquier medicamento, la clorpromazina debe utilizarse bajo la supervisión cuidadosa de un médico y solo después de que se haya evaluado cuidadosamente el beneficio terapéutico esperado frente a los posibles riesgos.
No existe una definición médica específica para "Enciclopedias como Asunto" ya que esta frase parece ser una expresión coloquial o un título en lugar de un término médico. Sin embargo, si nos referimos al término "enciclopedia" desde un punto de vista educativo o del conocimiento, podríamos decir que se trata de una obra de consulta que contiene información sistemática sobre diversas áreas del conocimiento, organizadas alfabética o temáticamente.
Si "Enciclopedias como Asunto" se refiere a un asunto médico en particular, podría interpretarse como el estudio o la investigación de diferentes aspectos relacionados con las enciclopedias médicas, como su historia, desarrollo, contenido, estructura, impacto en la práctica clínica y la educación médica, entre otros.
Sin un contexto más específico, es difícil proporcionar una definición médica precisa de "Enciclopedias como Asunto".
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Los receptores histamínicos H1 son un tipo de receptor celular para la histamina, un mediador químico involucrado en varias respuestas fisiológicas y patológicas en el cuerpo humano. La histamina es liberada por células del sistema inmunológico como parte de una respuesta alérgica o inflamatoria, y se une a los receptores H1 en varios tejidos, incluyendo la piel, los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central.
La unión de la histamina a los receptores H1 desencadena una serie de respuestas fisiológicas, incluyendo la contracción de los músculos lisos, la dilatación de los vasos sanguíneos y la estimulación del sistema nervioso simpático. Estas respuestas pueden causar síntomas comunes de alergias, como picazón en la piel, estornudos, congestión nasal y ojos llorosos.
Los antihistamínicos son fármacos que bloquean los receptores H1 y previenen la unión de la histamina a estos receptores, aliviando así los síntomas de las alergias. Los antihistamínicos de primera generación, como la difenhidramina y la clorfeniramina, pueden causar somnolencia y otros efectos secundarios debido a su acción sobre el sistema nervioso central. Los antihistamínicos de segunda generación, como la loratadina y la cetirizina, tienen una acción más selectiva sobre los receptores H1 periféricos y suelen causar menos efectos secundarios.
Los receptores histamínicos H3 son un tipo de receptor acoplado a proteína G que se une a la histamina, un neurotransmisor y mediador químico involucrado en varias funciones fisiológicas y patológicas. Los receptores H3 se encuentran principalmente en el sistema nervioso central y desempeñan un papel importante en la modulación de la neurotransmisión, particularmente en la inhibición de la liberación de histamina y otros neurotransmisores como la acetilcolina, noradrenalina y dopamina.
La estimulación de los receptores H3 conduce a una disminución de la actividad neuronal y juega un papel en la regulación del sueño, el apetito y la cognición. Los agonistas de los receptores H3, como la betahistina, se utilizan en el tratamiento de trastornos del equilibrio y vértigo, mientras que los antagonistas de los receptores H3 tienen potencial terapéutico en el tratamiento de diversas afecciones, como la obesidad, la narcolepsia y los trastornos cognitivos asociados con enfermedades neurodegenerativas.