Se aplica a los movimientos del antebrazo al volver la palma hacia atrás o hacia abajo. Cuando se refiere al pie, es una combinación de movimientos de eversión y abducción en las articulaciones tarsales y metatarsales (al doblar el pié hacia la línea media del cuerpo).
Se aplica a los movimientos del antebrazo al volver la palma hacia delante o hacia arriba. Cuando se refiere al pié es una combinación de aducción e inversión del pié.
Una articulación en bisagra que conecta el ANTEBRAZO al BRAZO.
El hueso mas interno y grande del antebrazo.
Una fractura del radio se refiere a la ruptura o rotura en uno o ambos huesos de la antebrazo, el radio, que puede ocurrir en diferentes lugares como el cuello, cuerpo, muñeca y extremo distal.
Los cinco huesos largos del METATARSO, que se articulan proximalmente con los HUESOS TARSIANOS y distalmente con las FALANGES DE LOS DEDOS DEL PIE.
Distosión o desfiguración del pie, o de una parte del pie, adquirida por una enfermedad o lesión producida después del nacimiento.
Articulación formada por la unión del astrágalo (o talus) con el calcáneo.
El exterior y más corto de los dos huesos del ANTEBRAZO, situado paralelamente al CUBITO y parcialmente girando a su alrededor.
Fracturas del hueso más largo del antebrazo.
Región del cuerpo que rodea inmediatamente y que incluye la ARTICULACIÓN DEL CODO.
La distancia y dirección a que una articulación ósea puede extenderse. El rango de movimiento es función de la condición de las articulaciones, músculos y tejidos conectivos involucrados. La flexibilidad puede ser mejorada a través de EJERCICIOS DE ESTIRAMIENTO MUSCULAR.
Cinta adhesiva con la fuerza mecánica para resistir estiramientos. Se aplica a la piel para apoyar, estabilizar, y restringir el movimiento para ayudar a la curación y / o prevenir lesiones del SISTEMA MUSCULOESQUELÉTICO.
Ligamento grueso y fibrocartilaginoso que se encuentra en la articulación metacarpofalángica.
Unión de los fragmentos de un hueso fracturado en una posición defectuosa o anormal. Si dos huesos paralelos entre sí se unen por tejido óseo, el resultado es una unión cruzada.
Articulación formada por la extremidad distal del RADIO, por el disco articular de la articulación radioulnar y por el grupo proximal de los HUESOS DEL CARPO (HUESO ESCAFOIDES, HUESO SEMILUNAR y hueso triquetral).
Fuerza ejercida con los dedos índice y pulgar. Se utiliza como prueba para determinar la máxima fuerza de la contracción voluntaria.
Lesiones de la parte del miembro superior del cuerpo que está entre la muñeca y el codo.
Articulación entre el hueso metatarsiano (HUESOS METARSIANOS)y una falange.
Estado patológico caracterizado por la pérdida permanente de la relación anatómica entre las superficies articulares de una articulación a menudo con ruptura o desinserción capsuloligamentosa. Es una dislocación que suele tomar el nombre del hueso más distal de la nueva región que ocupa el hueso luxado (infraglenoidea, infracotilidea) o bien de la articulación luxada (del codo, de la cadera). (Diccionario Espasa de Medicina, ed electrónica 2000)
Corte quirúrgico de un hueso. (Dorland, 28a ed)
Parte del brazo en humanos y primates que se extiende desde el CODO hasta la MUÑECA
Extremo distal de la pierna en los vertebrados, que consiste en el tarso (TOBILLO); METATARSO, falanges, y lo tejidos blandos que rodean estos huesos.
Unión entre huesos adyacentes o partes de un solo hueso formadas por material óseo, como el cartílago osificado de conexión o el tejido fibroso. (Dorland, 28a ed)
Procedimiento quirúrgico mediante el cual se corta un tendón en su inserción y se coloca en un sitio anatómico distante de su inserción original. El tendón se mantiene unido al punto de origen y asume la función de un músculo desactivado por trauma o enfermedad.
Desplazamiento lateral del dedo mayor del pie (HALLUX), que produce deformidad de la primera ARTICULACIÓN METATARSOFALÁNGICA con formación de callo, bursa o juanete sobre la prominencia ósea.
Movimiento de una parte del cuerpo, iniciado y mantenido por un aditamento mecánico o eléctrico para restaurar el rango normal de movimiento de las articulaciones, músculos, o tendones después de la cirugía, implantación de prótesis, contracturas de flexión, o inmovilización prolongada.
Postura de un individuo con la cara hacia abajo.
Uso de dispositivos internos (placas metálicas, clavos, vástagos, etc.) para sostener la posición de una fractura en la alineación adecuada.
Lesión en la muñeca o en la articulación de la muñeca.
Parte de la extremidad superior entre el HOMBRO y el CODO.
Movimiento de un objeto en el que uno o más puntos de una línea son fijos. También es el movimiento de una partícula alrededor de un punto fijo. (McGraw-Hill Dictionary of Scientific and Technical Terms, 4th ed)
Una fractura en que el hueso o una parte de él quedan reducidos a fragmentos o esquirlas. (Dorland, 28a ed)
Compresión mecánica, de causa interna o externa, de los nervios o raíces nerviosas. Ésta puede ser resultado de un bloqueo de la conducción de los impulsos nerviosos (debido a disfunción de la VAINA DE MIELINA) o de pérdida axonal. La lesión del nervio y de la vaina nerviosa puede ser producida por ISQUEMIA; INFLAMACIÓN; o por un efecto mecánico directo.
Acto, proceso o resultado de pasar de un lugar o posición a otro. Difiere de la LOCOMOCIÓN en que la locomoción está restringida al paso del cuerpo entero de un lugar a otro, mientras que el movimiento abarca la locomoción y también un cambio de posición de todo el cuerpo o cualquiera de sus partes.El movimiento puede usarse con referencia a los humanos, animales vetebrados e invertebrados y los microorganismos. También se debe diferenciar de la ACTIVIDAD MOTORA, movimiento asociado con el comportamiento.
Propiedades, procesos y comportamiento de sistemas biológicos bajo la acción de fuerzas mecánicas.
Hueso en los seres humanos y los primates que se extienden desde la ARTICULACIÓN DEL HOMBRO para la ARTICULACIÓN DEL CODO.
Fuerza ejercida durante un apretón de mano o empuñadura.
Cuerpo muerto, usualmente un cuerpo humano.
Fuerza de rotación alrededor de un eje que es igual al producto de una fuerza por la distancia desde el eje donde se aplica la fuerza.

La pronación es un movimiento normal y necesario del pie y la muñeca que ocurre durante el curso natural de los movimientos corporales. En términos médicos, la pronación se refiere al movimiento de rotación hacia adentro en el que el borde externo del pie o la palma de la mano toca el suelo o el plano de apoyo durante el caminar, correr o otras actividades.

En el caso del pie, la pronación es una parte importante del proceso de amortiguación y adaptación al terreno irregular. Durante la fase de contacto inicial con el suelo en el ciclo de marcha o carrera, el borde externo del talón toca primero el suelo, seguido por un movimiento natural de pronación en el que el pie rota hacia adentro y la planta se vuelve más plana. Esto ayuda a distribuir las fuerzas de impacto y permite una transición suave al empuje del pie durante la fase de propulsión.

Sin embargo, un exceso de pronación (hiperpronación) puede provocar problemas como dolor en el talón, fascitis plantar, esguinces de tobillo y otras lesiones relacionadas con el pie y la pierna. Por esta razón, los profesionales médicos pueden recetar ortesis o soportes especializados para corregir el exceso de pronación y ayudar a mantener una alineación adecuada del pie y la pierna durante el movimiento.

En resumen, la pronación es un movimiento natural e importante del pie y la muñeca que desempeña un papel crucial en la absorción de impactos y la adaptación al terreno durante las actividades diarias y los ejercicios físicos. Sin embargo, un exceso de pronación puede causar problemas y requerir atención médica y corrección ortopédica.

La supinación es un movimiento del antebrazo y la mano donde éstos giran de forma que la palma queda hacia arriba, en sentido lateral o anterior. Más específicamente, la supinación se produce cuando el radio (hueso de la parte externa del antebrazo) cruza sobre el cúbito (hueso de la parte interna), lo que permite que los músculos de la parte posterior del antebrazo giren la mano y la palma hacia arriba. Este movimiento es importante en muchas actividades cotidianas, como voltear una hoja de papel, agarrar un objeto con la palma hacia arriba o realizar un swing de tenis. Los problemas de supinación pueden causar dolor o dificultad para realizar estos movimientos.

La articulación del codo es una articulación sinovial compleja que conecta el húmero (hueso del brazo superior) con los dos huesos del antebrazo: el radio y la ulna. Es una articulación importante para el movimiento de flexión, extensión, pronación y supinación del codo.

La articulación del codo está compuesta por tres articulaciones separadas pero interconectadas: la articulación humeroradial, la articulación humeroulnar y la articulación proximal del radio. La articulación humeroradial permite la rotación del antebrazo (pronación y supinación), mientras que las articulaciones humeroulnales permiten el movimiento de flexión y extensión del codo.

La superficie articular de la articulación está recubierta por cartílago hialino, y la cavidad articular está llena de líquido sinovial para reducir la fricción durante el movimiento. La cápsula articular rodea la articulación y está reforzada por ligamentos que ayudan a mantener la estabilidad de la articulación.

Las lesiones, enfermedades degenerativas o inflamatorias pueden afectar el funcionamiento normal de la articulación del codo, causando dolor, rigidez y limitación del movimiento. El tratamiento puede incluir medidas conservadoras como fisioterapia, medicamentos y terapia con calor o frío, o intervenciones quirúrgicas en casos graves o crónicos.

En terminología anatómica, el cúbito se refiere al hueso largo del antebrazo que se encuentra en la parte medial o interior del brazo. Es uno de los dos huesos del antebrazo, siendo el otro el radio. El cúbito es más grande y más fuerte que el radio y se extiende desde la parte superior del brazo cerca del hombro hasta la muñeca. Su extremo superior, conocido como olecranon, forma la protuberancia notable en la parte posterior del codo, mientras que su extremo inferior ayuda a formar la articulación de la muñeca. La función principal del cúbito es proporcionar un punto de unión para los músculos y ligamentos del antebrazo y soportar el peso y los movimientos del brazo y la mano. Cualquier lesión, inflamación o enfermedad que afecte al cúbito puede causar dolor, rigidez e incapacidad funcional en el antebrazo y la mano.

Las fracturas del radio se refieren a las roturas o fracturas que ocurren en el hueso radial, uno de los dos huesos largos del antebrazo. El radio es el hueso más lateral (exterior) y se extiende desde la articulación del codo hasta la muñeca.

Las fracturas del radio pueden ocurrir en cualquier parte a lo largo del hueso, pero algunos lugares comunes incluyen:

1. Fractura de la cabeza radial: Esta fractura ocurre cerca de la extremidad superior del radio y puede involucrar a la articulación del codo.
2. Fractura del cuello radial: Esta fractura se produce justo debajo de la cabeza radial, cerca de la articulación del codo.
3. Fractura de la diáfisis radial: La diáfisis es la parte media del hueso largo, y las fracturas en esta área pueden ocurrir como resultado de trauma de alta energía, como accidentes automovilísticos.
4. Fractura de la muñeca radial: Esta fractura se produce cerca de la extremidad inferior del radio, en la articulación de la muñeca. La fractura más común en esta área es la fractura de Colles, donde el extremo inferior del radio se desplaza hacia atrás (dorsalmente).
5. Fractura de radio distal: Esta fractura ocurre cerca de la articulación de la muñeca y puede involucrar a los ligamentos y los tejidos blandos circundantes.

El tratamiento de las fracturas del radio depende de la ubicación y la gravedad de la fractura, así como de la edad y la salud general del paciente. Puede incluir inmovilización con un yeso o férula, cirugía para alinear y estabilizar el hueso con placas y tornillos, o reemplazo articulario en fracturas complejas o graves. La fisioterapia y la rehabilitación también pueden ser necesarias para ayudar al paciente a recuperar la fuerza y la movilidad después del tratamiento.

Los huesos metatarsianos son una parte importante del esqueleto humano, más específicamente, forman parte del pie. Hay cinco huesos metatarsianos en cada pie, numerados desde el lateral (o externo) del pie hacia el mediado: el primer metatarsiano, segundo metatarsiano, tercer metatarsiano, cuarto metatarsiano y quinto metatarsiano.

Estos huesos se extienden desde la base del tarso (la parte posterior del pie) hasta los dedos, articulándose con los huesos tarsianos en su extremo proximal (más cercano a la pierna) y con las falanges (los huesos de los dedos) en su extremo distal (más alejado de la pierna).

Los huesos metatarsianos desempeñan un papel fundamental en la estructura y funcionalidad del pie, ya que ayudan a soportar el peso del cuerpo y permiten la flexión dorsal (hacia arriba) y plantar (hacia abajo) del pie, así como la flexión y extensión de los dedos. Las afecciones que involucran a estos huesos pueden causar dolor y dificultad para caminar o realizar otras actividades.

Las deformidades adquiridas del pie se refieren a alteraciones estructurales y funcionales en los pies que ocurren después del nacimiento, a diferencia de las deformidades congénitas. Estas anormalidades pueden ser el resultado de una variedad de factores, incluyendo lesiones, enfermedades, trastornos neurológicos o musculoesqueléticos, y el uso prolongado de calzado inapropiado.

Algunos ejemplos comunes de deformidades adquiridas del pie incluyen:

1. Juáncaras: También conocidos como dedos en martillo, son curvaturas anormales en los dedos que hacen que se doblen hacia arriba en un ángulo inusual.

2. Pie plano adulto: La disminución del arco longitudinal medial del pie, lo que resulta en una pisada plana o baja.

3. Pie caído: También conocido como pes planovalgus, es una afección en la cual el arco del pie se colapsa hacia dentro y la planta del pie se orienta hacia afuera.

4. Dedos en garra: Similar a los juáncaras, pero más pronunciada, con curvaturas en los dedos que hacen que se doblen hacia arriba en un ángulo agudo y se posicionen debajo de los dedos adyacentes.

5. Neuroma de Morton: Un engrosamiento benigno del tejido blando alrededor de los nervios en la planta del pie, típicamente entre el tercer y cuarto dedo, lo que provoca dolor, entumecimiento o sensación de ardor.

6. Fascitis plantar: La inflamación de la fascia plantar, una banda gruesa de tejido que se extiende desde el talón hasta los dedos, causando dolor en el talón y la planta del pie.

7. Espolones calcáneos: Depósitos de calcio en el talón que pueden provocar dolor e inflamación.

8. Tendinitis aquilea: La inflamación o irritación del tendón de Aquiles, el tejido grueso que conecta los músculos del muslo con el hueso del talón, causando dolor e hinchazón en la parte posterior del tobillo y la pantorrilla.

9. Síndrome del túnel tarsiano: La compresión del nervio tibial en la parte inferior de la pierna y el tobillo, provocando entumecimiento, hormigueo o dolor en los pies y las piernas.

10. Pie de atleta: Una infección fúngica que afecta la piel y las uñas de los pies, causando picazón, ardor, descamación y ampollas.

La articulación talocalcaneal es una importante unión en el pie que conecta el talo (hueso del tobillo) con el calcáneo (el talón). Es la principal articulación que permite la inversión y eversión del pie, movimientos cruciales para mantener el equilibrio y realizar actividades como caminar o correr.

Esta articulación está formada por dos partes: la anterior y la posterior. La parte anterior es una articulación sinovial que permite la mayoría de los movimientos, mientras que la parte posterior es una articulación fibrosa con movimiento limitado.

Las lesiones o enfermedades que afectan esta articulación pueden causar dolor y dificultad para caminar. Algunos ejemplos son la artritis reumatoide, la fascitis plantar y los esguinces de tobillo graves.

Las fracturas del cúbito se refieren a las roturas o fracturas que ocurren en el hueso del cúbito, uno de los dos huesos largos del antebrazo. Estas fracturas pueden ocurrir como resultado de trauma directo o indirecto, como una caída, un golpe o una lesión deportiva.

Las fracturas del cúbito se clasifican comúnmente en función de su localización y patrones de fractura. Algunos tipos comunes de fracturas del cúbito incluyen:

1. Fractura del olécranon: una fractura que ocurre en la extremidad superior del cúbito, cerca de la articulación del codo.
2. Fractura de la diáfisis: una fractura que ocurre en el cuerpo principal del hueso del cúbito.
3. Fractura de la cabeza radial: una fractura que ocurre en la extremidad inferior del cúbito, cerca de la articulación del muñón.
4. Fractura de Galeazzi: una fractura compleja que involucra una fractura de la diáfisis del cúbito y una luxación o subluxación de la muñeca.
5. Fractura de Monteggia: una fractura compleja que involucra una fractura de la extremidad superior del cúbito y una luxación o subluxación de la articulación del codo.

Los síntomas de las fracturas del cúbito pueden incluir dolor intenso, hinchazón y moretones en el antebrazo, incapacidad para mover el brazo o el codo, deformidad visible del brazo o del codo, y sensibilidad al tacto en la zona afectada. El tratamiento puede incluir inmovilización con un yeso o una férula, fisioterapia y, en algunos casos, cirugía para estabilizar la fractura y promover la curación adecuada.

El codo es una articulación importante en el brazo que conecta el húmero (hueso del brazo superior) con los dos bones del antebrazo, el radio y la cubital. La articulación del codo permite movimientos de flexión y extensión del brazo, así como la pronación y supinación del antebrazo.

La estructura del codo está formada por tres articulaciones distintas: la articulación humeroradial, la articulación humeroulnar y la articulación radioulnar proximal. Estas articulaciones trabajan juntas para permitir el movimiento del codo y el antebrazo.

La articulación humeroradial es una articulación sinovial que permite la rotación del radio alrededor de su eje longitudinal, lo que permite la pronación y supinación del antebrazo. La articulación humeroulnar es también una articulación sinovial que permite la flexión y extensión del codo. Finalmente, la articulación radioulnar proximal es una articulación pivotante que permite la rotación del radio alrededor del eje longitudinal de la ulna, lo que también contribuye a la pronación y supinación del antebrazo.

El codo está rodeado por varios músculos y ligamentos que proporcionan estabilidad y permiten el movimiento. Los músculos del antebrazo se unen al codo y se insertan en el hueso del brazo, lo que permite la flexión y extensión del codo. Los ligamentos colaterales medial y lateral del codo proporcionan estabilidad a la articulación y previenen la desviación lateral durante los movimientos de flexión y extensión.

El codo es una articulación compleja que desempeña un papel importante en las actividades diarias, como levantar objetos, comer, escribir y realizar tareas domésticas. Las lesiones o enfermedades que afectan al codo pueden causar dolor, rigidez y limitación del movimiento, lo que puede afectar a la calidad de vida de una persona.

El rango del movimiento articular, también conocido como amplitud de movimiento, se refiere a la máxima extensión y flexibilidad que permite una articulación o un segmento corporal en su conjunto para realizar movimientos en diferentes direcciones. Estos rangos varían según la articulación y el individuo, dependiendo de factores como la edad, el sexo, la actividad física y la presencia de patologías o lesiones.

La medición del rango de movimiento articular es una herramienta importante en la evaluación clínica, ya que puede ayudar a diagnosticar problemas musculoesqueléticos, medir el progreso terapéutico y determinar la eficacia de los tratamientos. Se mide en grados utilizando diferentes técnicas y equipos especializados, como los goniómetros, los podómetros o los sistemas de medición electrónicos.

Es importante mantener un rango adecuado de movimiento articular para preservar la funcionalidad, la independencia y la calidad de vida, especialmente en edades avanzadas o tras sufrir una lesión o cirugía. Realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento regularmente, mantener una postura correcta y adoptar hábitos saludables contribuyen al mantenimiento y mejora del rango de movimiento articular.

La cinta atlética, también conocida como cinta métrica o cinta de medir, es un instrumento de medición flexible que se utiliza en el campo del deporte y la medicina del ejercicio para medir diversas distancias y dimensiones relacionadas con el rendimiento físico y la salud.

La cinta atlética suele estar hecha de tela, plástico o metal, y cuenta con marcas impresas en centímetros y pulgadas para facilitar su uso. Se emplea comúnmente para medir la circunferencia de diferentes partes del cuerpo, como la cintura, la cadera, los brazos o las piernas, con el fin de evaluar la composición corporal y la salud en general.

Además, la cinta atlética también se utiliza para medir distancias en pistas de atletismo, campos de fútbol o canchas de baloncesto, entre otros, con el fin de garantizar que se cumplan las normas y reglamentos establecidos.

En definitiva, la cinta atlética es una herramienta sencilla pero muy útil en el ámbito del deporte y la salud, que permite realizar mediciones precisas y fiables de diferentes parámetros relacionados con el rendimiento físico y la salud.

La placa volar, también conocida como placa de volarización o placa de Hoffa, es un término utilizado en anatomía y medicina que se refiere a una zona específica dentro del codo. Más concretamente, se trata de una almohadilla adiposa (tejido graso) localizada entre los ligamentos colaterales medial y lateral de la articulación del codo.

Esta placa está compuesta por tejido conectivo fibroso y grasa, y su función principal es proporcionar amortiguación y protección a las estructuras óseas y articulares adyacentes. Además, también desempeña un papel importante en la estabilidad articular y en la lubricación de la articulación.

La placa volar puede verse afectada por diversas patologías, como inflamaciones, traumatismos o lesiones degenerativas, lo que puede dar lugar a dolor, rigidez articular y limitación funcional del codo. Entre las afecciones más comunes que pueden afectar a la placa volar se encuentran la epicondilitis (también conocida como "codo de tenista"), la epitrocleitis ("codo de golfista") y los esguinces o luxaciones del codo.

Las fracturas mal unidas, también conocidas como pseudarthrosis o falla en la consolidación ósea, se refieren a una complicación ortopédica donde un hueso roto no logra curarse y unirse correctamente durante el proceso de curación. Esto puede resultar en un movimiento anormal entre los fragmentos de hueso, debilidad estructural, dolor continuo y, en algunos casos, deformidades.

Las causas más comunes de las fracturas mal unidas incluyen:

1. Fracturas desplazadas o abiertas: Cuando los extremos de los huesos se separan significativamente o sobresalen a través de la piel, aumenta el riesgo de una mala unión.
2. Infección en el sitio de la fractura: La presencia de una infección puede interferir con el proceso natural de curación y provocar una falta de consolidación ósea.
3. Mala alineación durante la reducción de la fractura: Si los fragmentos de hueso no se alinean correctamente antes de inmovilizarlos, existe un mayor riesgo de que las superficies óseas no crezcan juntas adecuadamente.
4. Movimiento excesivo en el sitio de la fractura: Un movimiento o desplazamiento continuo en el sitio de la fractura puede impedir que los extremos de los huesos se unan correctamente.
5. Factores sistémicos: La presencia de ciertas afecciones médicas, como diabetes, enfermedad renal crónica o deficiencias nutricionales, pueden afectar la capacidad del cuerpo para curar las fracturas y aumentar el riesgo de mala unión.
6. Tratamiento inadecuado: El uso incorrecto de férulas, yesos u otros dispositivos de inmovilización puede provocar una mala unión si no proporcionan suficiente soporte o permiten demasiado movimiento en el sitio de la fractura.

El tratamiento de una mala unión dependerá de la gravedad y la ubicación de la lesión. En algunos casos, puede ser posible realinear los fragmentos de hueso mediante una cirugía llamada osteotomía, seguida de una nueva fijación con placas, tornillos u otros dispositivos ortopédicos. Otras opciones de tratamiento pueden incluir injertos óseos para estimular el crecimiento óseo o la fusión de las superficies articulares afectadas en casos graves. La fisioterapia y la rehabilitación también desempeñan un papel importante en el proceso de curación y recuperación después del tratamiento de una mala unión.

La articulación de la muñeca, también conocida como articulación radiocarpal, es una articulación condiloides entre los extremos distales del radio y el olécranon en la parte superior del antebrazo y las ocho pequeñas huesecitos llamados carpos en la parte inferior de la mano. Esta articulación permite el movimiento de la muñeca, incluyendo la flexión, extensión, desviación radial y cubital, y circunducción. Está rodeada por una cápsula articular fuerte y resistente que contiene líquido sinovial para facilitar el movimiento suave. También hay varios ligamentos fuertes que brindan estabilidad a la articulación y previenen desplazamientos excesivos o lesiones.

La fuerza de pellizco, también conocida como pinch o grip strength, es una medida de la fuerza muscular grip que se aplica cuando se realiza un pellizco o apretón con los dedos e índice. Se mide generalmente en unidades de fuerza, como newtons (N) o libras (lbs).

Este parámetro es una medida común utilizada en la evaluación clínica y de salud pública para determinar la fortaleza muscular general, la función física y el riesgo de caídas en personas mayores. También se utiliza en el campo de la ergonomía y la medicina laboral para evaluar la exposición a esfuerzos repetitivos y la prevención de lesiones relacionadas con el trabajo.

La prueba de fuerza de pellizco se realiza utilizando un dinamómetro de pellizco, que mide la fuerza máxima generada por los dedos e índice al apretar una superficie especialmente diseñada en el dispositivo. La prueba se repite varias veces y se registra el valor más alto como la fuerza de pellizco máxima.

La fuerza de pellizco puede verse afectada por diversas condiciones médicas, como enfermedades neuromusculares, artritis reumatoide, osteoporosis y lesiones de la mano o el brazo. Por lo tanto, es una herramienta útil para evaluar el estado de salud general y el pronóstico de recuperación en pacientes con estas afecciones.

Los traumatismos del antebrazo se refieren a lesiones físicas que ocurren en esta parte del cuerpo, la cual está compuesta por dos huesos largos: el radio y el cúbito. Estas lesiones pueden variar en gravedad desde moretones y esguinces hasta fracturas y luxaciones.

Los traumatismos del antebrazo pueden ser causados por una variedad de mecanismos, incluyendo caídas, accidentes automovilísticos, lesiones deportivas, o incluso actos violentos. Los síntomas asociados con estos traumatismos dependen de la gravedad y el tipo de lesión, pero pueden incluir dolor, hinchazón, moretones, rigidez, limitación del movimiento, y en casos más graves, deformidad evidente.

El tratamiento también varía según la gravedad de la lesión. Puede incluir simplemente descanso, hielo, compresión y elevación (las conocidas como medidas RICE) para las lesiones menores, mientras que las fracturas y luxaciones pueden requerir inmovilización con un yeso o férula, cirugía, o rehabilitación posterior.

Es importante buscar atención médica si se sospecha un traumatismo del antebrazo, especialmente si hay dolor intenso, hinchazón severa, pérdida de movimiento, o deformidad visible. Estas lesiones pueden resultar en complicaciones a largo plazo, como el desarrollo de artritis o limitación persistente del movimiento, si no se tratan adecuadamente.

La articulación metatarsofalángica es una articulación en el pie que se encuentra entre las falanges (huesos de los dedos) y los metatarsianos (los huesos más largos de la parte delantera del pie). Es una articulación condiloide, lo que significa que la superficie articular de uno de los huesos es ovalada y encaja en una superficie articular similarmente ovalada en el otro hueso.

La función principal de esta articulación es permitir el movimiento de flexión y extensión de los dedos del pie, así como un cierto grado de movimiento lateral. Las articulaciones metatarsofalángicas son importantes para la marcha y el equilibrio, ya que ayudan a distribuir el peso del cuerpo sobre la planta del pie durante el paso.

Las lesiones o enfermedades que afectan a las articulaciones metatarsofalángicas pueden causar dolor, hinchazón y dificultad para caminar. Algunos ejemplos de condiciones que pueden afectar a estas articulaciones incluyen la artritis reumatoide, los espolones calcáneos y las fracturas de los metatarsianos o falanges.

En terminología médica, una luxación se refiere a la separación completa de los extremos articulares de los huesos que forman una articulación. Esto ocurre cuando el cartílago articular (tejido suave y resbaladizo en las articulaciones) se desalinea y sale de su posición normal, causando la inestabilidad de la articulación y evitando que los huesos vuelvan a unirse sin tratamiento.

Las luxaciones pueden ocurrir como resultado de traumatismos graves, lesiones deportivas, accidentes automovilísticos u otras situaciones en las que se ejerce una fuerza extrema sobre una articulación. Algunas articulaciones, como el hombro, son más propensas a las luxaciones que otras, ya que tienen un rango de movimiento más amplio y pueden ser forzadas fuera de su posición con mayor facilidad.

Los síntomas de una luxación pueden incluir dolor intenso en la articulación afectada, hinchazón, moretones, incapacidad para mover la articulación y, en algunos casos, entumecimiento o adormecimiento en los tejidos circundantes si se ha dañado el nervio. El tratamiento de una luxación generalmente implica la reducción (reposicionamiento) de los huesos a su posición normal por parte de un profesional médico, seguida de inmovilización y fisioterapia para ayudar a restaurar el rango de movimiento y la fuerza en la articulación afectada. En algunos casos, se pueden requerir cirugías correctivas si las luxaciones recurrentes son un problema continuo.

La osteotomía es un procedimiento quirúrgico ortopédico en el que se corta o se secciona un hueso en un punto específico. Esto se realiza con el objetivo de corregir deformidades óseas o alteraciones del alineamiento, como las producidas por artrosis, displasia de cadera o rodilla vara. Después de la osteotomía, el hueso se fija en la nueva posición deseada utilizando diferentes técnicas, como placas, clavos o tornillos, hasta que cicatriza y se solidifica (un proceso conocido como consolidadción). La osteotomía puede realizarse en diversas partes del esqueleto, dependiendo de la afección que se esté tratando.

El antebrazo es la parte del miembro superior que se encuentra entre el codo y la muñeca. Se compone de dos huesos largos: el radio y el cúbito, los cuales presentan articulaciones en ambos extremos. El antebrazo es responsable de la flexión y extensión del antebrazo sobre el brazo, así como de la pronación y supinación de la mano. En él se insertan músculos que realizan movimientos de los dedos y de la muñeca.

En terminología médica, el término "pie" se refiere a la parte inferior y posterior del miembro inferior que proporciona apoyo para la postura y el movimiento. Está compuesto por varios huesos, músculos, ligamentos y tendones que trabajan juntos para permitir la movilidad y soportar el peso del cuerpo.

El pie se divide en tres partes principales: el retropié, el mediopié y el antepié. El retropié está formado por el talón y los huesos circundantes; el mediopié contiene los huesos del arco del pie; y el antepié incluye los metatarsianos y las falanges (los huesos de los dedos).

El pie también tiene una serie de estructuras importantes, como la bóveda plantar (el arco natural del pie), la fascia plantar (una banda gruesa de tejido conectivo que se extiende desde el talón hasta los dedos) y las almohadillas grasas en el talón y la planta del pie.

El pie desempeña un papel crucial en la locomoción, ya que ayuda a distribuir el peso corporal de manera uniforme durante el caminar o el correr, amortigua los impactos y proporciona estabilidad y equilibrio al cuerpo. Además, el pie también está involucrado en la sensación táctil y la propiocepción (la capacidad de percibir la posición y el movimiento del cuerpo en el espacio).

La sinostosis es un término médico que se refiere a la fusión prematura o anormal de los huesos craneales (los huesos del cráneo) en un individuo en desarrollo. Normalmente, los huesos craneales crecen como placas individuales con espacios entre ellas llamados suturas. Estas suturas permiten que el cráneo crezca y se moldee a medida que el cerebro del niño se desarrolla.

En la sinostosis, una o más de estas suturas se fusionan antes de tiempo, lo que puede limitar el crecimiento normal del cráneo y dar lugar a diversas anomalías y deformidades craneales. La gravedad de los síntomas depende de qué sutura o suturas estén involucradas y del grado de fusión.

Existen varios tipos de sinostosis, siendo la más común la braquicefalia, que se caracteriza por la fusión prematura de las suturas coronales y sagital superior, lo que provoca un cráneo ancho y alto. Otras formas de sinostosis incluyen la escafocefalia (fusión de la sutura sagital), la plagiocefalia anterior (fusión de la sutura coronal) y la oxicefalia (fusión múltiple de suturas).

El tratamiento de la sinostosis generalmente implica una intervención quirúrgica para corregir las deformidades craneales y permitir un crecimiento adecuado del cerebro. La cirugía, llamada craneosinostosis, consiste en abordar el cráneo, liberar las suturas fusionadas y moldear el cráneo para que vuelva a su forma y tamaño normales. La intervención temprana es crucial para prevenir complicaciones a largo plazo, como problemas de visión y desarrollo neurológico.

La transferencia tendinosa es un procedimiento quirúrgico ortopédico en el que un tendón sanoso se desplaza y se conecta a un músculo o hueso en otra ubicación para reemplazar la función de un tendón o músculo lesionado, paralizado o inactivo. Esto se hace comúnmente en casos de lesiones graves en los que el tejido dañado no puede ser reparado o restaurado a su funcionalidad original.

El propósito de esta cirugía es restablecer la fuerza y el rango de movimiento, mejorar la capacidad para realizar actividades diarias y disminuir el dolor. Los ejemplos comunes de transferencias tendinosas incluyen el traslado del tendón del tibial posterior en casos de pie caído (drop foot), o el traslado del tendón del bíceps braquial en pacientes con parálisis del nervio musculocutáneo.

La intervención quirúrgica requiere una cuidadosa planificación y ejecución, ya que implica la redirección de los patrones de movimiento naturales del cuerpo. Tras la cirugía, se necesita una rehabilitación extensiva para ayudar al paciente a adaptarse a las nuevas rutas de los tendones y desarrollar fuerza en los músculos afectados.

El Hallux Valgus es una deformidad del pie donde se produce una desviación lateral (hacia afuera) del dedo gordo (hallux), acompañada a menudo por un ángulo aumentado entre el hallux y el primer metatarsiano (el hueso más cercano al dedo gordo). Esta condición también se conoce comúnmente como "juanete". Puede causar dolor, dificultad para caminar, inflamación e incomodidad significativos si no se trata. Es más común en mujeres y generalmente es hereditario o resulta de usar calzado restrictivo durante un período prolongado de tiempo.

La Terapia Pasiva Continua de Movimiento, también conocida como Continuous Passive Motion (CPM), es un tipo de terapia postoperatoria utilizada comúnmente después de la cirugía de reemplazo de articulaciones. Consiste en el uso de dispositivos mecánicos que mueven suave y constantemente la articulación afectada, con el objetivo de ayudar a mantener el rango de movimiento y prevenir complicaciones como la rigidez articular o la formación de tejido cicatricial.

Este tipo de terapia es considerada pasiva porque no requiere que el paciente use su propio esfuerzo muscular para mover la articulación. En cambio, el movimiento es generado por el dispositivo mecánico, mientras que el paciente simplemente permite que la articulación se mueva. La terapia CPM se utiliza generalmente durante las primeras etapas de la recuperación, y luego se complementa con ejercicios activos y fisioterapia a medida que el paciente va ganando fuerza y movilidad en la articulación.

La terapia CPM ha demostrado ser efectiva en la promoción de una mejor recuperación después de la cirugía de reemplazo articular, especialmente en lo que respecta al rango de movimiento y a la reducción del dolor. Sin embargo, su uso y beneficios específicos pueden variar dependiendo del tipo de cirugía, de las condiciones médicas previas del paciente y de otros factores relacionados con la salud y el bienestar del individuo.

La posición prona se refiere a la posición del cuerpo en la que una persona yace boca abajo, con el frente hacia el suelo y la espalda levantada. En términos médicos, esta posición se utiliza a menudo durante procedimientos quirúrgicos y de reanimación cardiopulmonar (RCP). Durante una RCP, colocar a un paciente en posición prona puede ayudar a mejorar la oxigenación en ciertos casos graves de insuficiencia respiratoria, como la neumonía por COVID-19. Sin embargo, es importante tener precaución al mover a un paciente a esta posición, ya que puede aumentar el riesgo de lesiones en la columna vertebral y otros tejidos si no se realiza correctamente.

La fijación interna de fracturas es un procedimiento quirúrgico ortopédico en el que se utilizan varios dispositivos médicos, como placas, tornillos, clavos o barras, para mantener los fragmentos óseos rotos en su lugar mientras la fractura sana. Estos dispositivos se insertan directamente dentro del hueso a través de pequeñas incisiones o cortes.

El objetivo principal de la fijación interna es restaurar la integridad estructural y la función normal del hueso lo más pronto posible después de una fractura compleja. Ayuda a mantener la alineación correcta de los extremos rotos durante el proceso de curación, reduce el dolor y la probabilidad de complicaciones asociadas con las fracturas, como la mala unión o desalineación de los huesos.

Después de la cirugía, generalmente se requiere un período de inmovilización y rehabilitación para permitir que el hueso sane correctamente. La duración del proceso de curación depende de varios factores, como la gravedad de la fractura, la ubicación del hueso afectado y la salud general del paciente.

Es importante tener en cuenta que, aunque estos dispositivos de fijación interna desempeñan un papel crucial en el proceso de curación, no siempre son permanentes. En algunos casos, pueden ser necesarios procedimientos adicionales para quitarlos una vez que el hueso ha sanado por completo.

Los traumatismos de la muñeca se refieren a lesiones en esta articulación, que conecta los huesos del antebrazo (radio y cúbito) con los huesos del carpo o muñeca. Estas lesiones pueden variar desde moretones y esguinces leves hasta fracturas graves o luxaciones (desalineación completa de los huesos).

Los traumatismos más comunes en la muñeca incluyen:

1. Esguince de muñeca: Una distensión o desgarro parcial de los ligamentos que mantienen unidos los huesos de la muñeca. Por lo general, se produce como resultado de una torcedura brusca o repentina de la muñeca.

2. Fracturas de muñeca: Las fracturas más comunes en la muñeca son las del escafoides, uno de los pequeños huesos en el lado del pulgar de la muñeca. Otras partes de la muñeca también pueden fracturarse debido a traumatismos severos, como caídas o accidentes automovilísticos.

3. Luxación de muñeca: Una luxación ocurre cuando los huesos se desalinean completamente en una articulación. En la muñeca, esto puede suceder si el traumatismo es lo suficientemente severo como para forzar los huesos fuera de su posición normal.

4. Contusiones y moretones: Un golpe directo en la muñeca puede causar contusiones y moretones, aunque por lo general no son graves y desaparecen después de unas semanas con reposo y tratamiento adecuado.

El diagnóstico de traumatismos de la muñeca generalmente implica una evaluación clínica y, en algunos casos, estudios de imagen como radiografías o resonancias magnéticas para confirmar la presencia de fracturas u otras lesiones más graves. El tratamiento dependerá del tipo y gravedad del traumatismo, pero puede incluir inmovilización, fisioterapia, medicamentos para el dolor y, en casos severos, cirugía.

El brazo es la parte superior y más larga del miembro superior que se extiende desde la axila hasta el codo, donde se articula con el antebrazo. Está compuesto por tres huesos: húmero, radial y cubital. El húmero es el hueso largo del brazo y se articula con el hombro en su extremo superior y con el codo en su extremo inferior. Los huesos radial y cubital forman el codo junto con el extremo inferior del húmero.

El brazo contiene los músculos que permiten la flexión y extensión del codo, así como la rotación interna y externa del antebrazo. También alberga importantes estructuras vasculares y nerviosas, como la arteria braquial y el nervio mediano, que suministran sangre y innervan los músculos y tejidos del brazo y la mano.

La anatomía y fisiología del brazo permiten una amplia gama de movimientos y funciones esenciales en la vida diaria, como alcanzar, levantar objetos, manipular herramientas y mantener el equilibrio.

En el contexto médico, la rotación se refiere al movimiento en el que un objeto gira o se mueve alrededor de un eje fijo. Este término se utiliza a menudo en anatomía y fisiología para describir el movimiento de ciertas partes del cuerpo. Por ejemplo, la rotación del antebrazo ocurre cuando el hueso inferior del brazo (el radio) gira alrededor de su eje, cambiando la orientación del antebrazo y la mano en el espacio.

También se utiliza en farmacología para describir el cambio en la posición de un paciente durante el tratamiento con terapias específicas, como la terapia intratecal o la quimioterapia, con el fin de maximizar su eficacia y minimizar los efectos secundarios.

En otro contexto, la rotación se refiere al proceso de asignar a los estudiantes de medicina y a los residentes a diferentes unidades clínicas o especialidades durante sus estudios y formación, con el objetivo de adquirir una amplia gama de habilidades y experiencia clínica.

Las fracturas conminutas son un tipo de fractura ósea en la que el hueso se rompe en tres o más fragmentos o partes. Esta fractura es comúnmente causada por traumas graves, como accidentes automovilísticos o caídas desde gran altura. En estos casos, el hueso se descompone en varios pedazos pequeños y a menudo desplazados, lo que puede dificultar el proceso de curación y requerir intervención quirúrgica para lograr la correcta alineación y fijación de los fragmentos. Las fracturas conminutas pueden ocurrir en cualquier hueso del cuerpo, pero son especialmente comunes en las extremidades superiores e inferiores, así como en la pelvis y la columna vertebral. La complicación más frecuente de este tipo de fractura es la pseudartrosis, o la falta de consolidación del hueso roto, que puede llevar a una discapacidad permanente si no se trata adecuadamente.

Los síndromes de compresión nerviosa, también conocidos como neuropatías por compresión o enfermedades de los túneles nerviosos, se refieren a un grupo de condiciones en las que un nervio o grupos de nervios se dañan como resultado de la compresión o presión prolongada. Esta presión puede ser causada por huesos, ligamentos, tejidos grasos o tumores que ejercen una fuerza sobre el nervio.

Los síntomas pueden variar dependiendo del nervio afectado y la gravedad de la compresión, pero generalmente incluyen dolor, entumecimiento, hormigueo, debilidad muscular o pérdida de reflejos. Algunos de los síndromes de compresión nerviosa más comunes incluyen el túnel carpiano (compresión del nervio mediano en la muñeca), la ciática (compresión del nervio ciático en la parte inferior de la espalda) y el síndrome del túnel cubital (compresión del nervio cubital en el codo).

El tratamiento puede incluir medicamentos para aliviar el dolor, fisioterapia, cambios en las actividades diarias para reducir la presión sobre el nervio y, en algunos casos, cirugía para liberar la compresión. La prevención es importante y puede incluir mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente y tomar descansos frecuentes durante las actividades que involucren repetitivas acciones o posturas que puedan poner en riesgo la compresión nerviosa.

En términos médicos, el movimiento se refiere al proceso de cambio de la posición de un cuerpo o parte del mismo en relación con un punto fijo o el entorno circundante. Está mediado por la contracción y relajación controlada de los músculos esqueléticos, que se adhieren a los huesos a través de tendones y causan su rotación alrededor de las articulaciones.

El movimiento puede ser voluntario, como cuando una persona decide caminar o agarrar un objeto, o involuntario, como el batido de corazón o la digestión. También es clasificado en diferentes tipos según su amplitud y velocidad, incluyendo flexión, extensión, rotación, abducción, aducción, elevación, depresión, pronación, supinación, etc.

La capacidad de moverse es fundamental para realizar actividades básicas de la vida diaria, y la pérdida o disminución de la movilidad puede tener un gran impacto en la calidad de vida de una persona. La medicina utiliza diversas técnicas y terapias para mejorar la movilidad y reducir el dolor asociado con los movimientos, como la fisioterapia, la quiropráctica, la acupuntura y los ejercicios de rehabilitación.

Los fenómenos biomecánicos se refieren al estudio y la aplicación de los principios mecánicos y físicos a los sistemas biológicos, como los tejidos humanos y el cuerpo en su conjunto. Este campo interdisciplinario combina las ciencias de la vida y la ingeniería para entender cómo funcionan los organismos vivos y cómo responden a diversas fuerzas y movimientos.

En concreto, los fenómenos biomecánicos pueden incluir el análisis de las propiedades mecánicas de los tejidos, como la rigidez, la elasticidad y la viscoelasticidad; el estudio de la biomecánica de articulaciones y sistemas musculoesqueléticos; la investigación de la dinámica de fluidos en el cuerpo humano, como en el flujo sanguíneo y la respiración; y el diseño y evaluación de dispositivos médicos y ortopédicos.

La comprensión de los fenómenos biomecánicos es fundamental para una variedad de aplicaciones clínicas, como la prevención y el tratamiento de lesiones y enfermedades, el desarrollo de prótesis y dispositivos médicos, y la mejora del rendimiento atlético y la calidad de vida.

El húmero es un hueso largo que forma parte del cinturón superior o axial del esqueleto y del miembro superior o apendicular. Concretamente, el húmero es el hueso más grande y proximal de la extremidad superior, articulándose por un extremo con la escápula (omóplato) en la articulación glenohumeral (hombro) y por el otro extremo con los huesos del antebrazo, el radio y la ulna, en la articulación del codo.

La diáfisis o parte central del húmero es prismática triangular en sección transversal, mientras que sus extremos son más anchos y aplanados. El extremo proximal presenta una cabeza humeral, que es la porción articular y redondeada del hueso, la cual se articula con la cavidad glenoidea de la escápula. La cabeza está unida al resto del húmero mediante el cuello anatómico, una zona estrecha y vulnerable a las fracturas.

El extremo distal del húmero tiene dos prominencias óseas: el cóndilo humeral, que se divide en dos partes (el cóndilo lateral y el cóndilo medial) y se articula con los huesos del antebrazo; y la epicóndila, una cresta ósea situada en la cara posterior del extremo distal, que sirve como punto de inserción para músculos y ligamentos.

El húmero es un hueso fundamental para el movimiento y la funcionalidad del miembro superior, ya que interviene en los movimientos de flexión, extensión, rotación y abducción del brazo.

La fuerza de la mano, en términos médicos, se refiere a la capacidad de la mano para ejercer presión o fuerza mecánica contra un objeto. Se mide generalmente en unidades de newtons (N) o libras-fuerza (lbf). La medición de la fuerza de la mano es importante en varios campos, como la medicina física y la rehabilitación, ya que puede ayudar a evaluar el estado funcional de los músculos y nervios de la mano y los brazos, y a medir el progreso durante el tratamiento o la rehabilitación. También se utiliza en investigaciones sobre la relación entre la fuerza de la mano y diversas condiciones de salud, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la artritis reumatoide y el deterioro cognitivo. La prueba de fuerza de la mano generalmente implica que el paciente apriete una herramienta especializada, como un dinamómetro manual, con la mayor fuerza posible.

Un cadáver es el cuerpo de un ser humano o animal que ha muerto y ha comenzado el proceso de descomposición. En términos médicos, se utiliza a menudo en el contexto de la autopsia, que es una examen minucioso del cadáver para determinar la causa de la muerte y obtener información sobre las condiciones médicas subyacentes.

Después de la muerte, los procesos naturales de descomposición comienzan a descomponer el cuerpo. Durante este proceso, los tejidos se descomponen y los fluidos corporales se drenan, lo que puede hacer que el cadáver se vuelva rígido (rigor mortis) y cambie de apariencia. La autopsia es una herramienta importante en la investigación de muertes súbitas, violentas o inexplicables, ya que puede ayudar a determinar la causa de la muerte y proporcionar pistas importantes sobre cualquier enfermedad subyacente o lesión que pueda haber contribuido a la muerte.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento y manejo de cadáveres está regulado por leyes y reglamentos específicos en cada país y región, con el fin de garantizar el respeto y la dignidad del fallecido y prevenir la propagación de enfermedades infecciosas.

En la medicina y la fisiología, el término "torque" se utiliza a veces para describir una fuerza que causa rotación o torsión. Se refiere a la magnitud de la fuerza que puede causar un giro alrededor de un eje fijo. El torque se mide en unidades de newton-metros (Nm) en el Sistema Internacional de Unidades (SI).

En el contexto clínico, el torque puede utilizarse para describir la fuerza que actúa sobre los tejidos o estructuras del cuerpo, como los músculos, tendones, ligamentos y huesos. Por ejemplo, en la evaluación de lesiones de hombro, se puede medir el torque generado por los músculos rotadores para determinar la fuerza y la función del músculo.

También se utiliza en dispositivos médicos como tornillos de fijación ósea, donde se aplica un cierto grado de torque para garantizar una fijación adecuada y evitar la rotación o desplazamiento no deseado. En general, el torque juega un papel importante en muchas áreas de la medicina y la cirugía donde se requiere la comprensión y la medición de las fuerzas que causan la rotación o torsión.

... también se denomina pronación al giro natural del pie hacia adentro al andar.[1]​ De hecho, los términos pronación y supinación ... Pronación del antebrazo». www.fisioterapia-online.com. Consultado el 8 de mayo de 2021. «Pronación dolorosa: cómo reconocerla, ... La pronación dolorosa, en este segundo uso, tiene más bien un sentido clínicamente negativo, pues significa un exceso de empuje ... El término pronación del Latín (Pronus), su significado es inclinado hacia delante, y del sufijo "-ción". Existen solo dos ...
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... pronación y supinación. Lista de reproducción (8 vídeos) de una lección de anatomía a partir de la disección de un miembro ...
Cuando caminas o corres, la pronación ayuda a suavizar el impacto del contacto inicial. Sin la pronación, todo el impacto de ... si no fuera por ese movimiento de pronación los pies se lesionarían frecuentemente. Cuando esa pronación está aumentada por ... La pronación es un efecto fisiológico y necesario con el que el pie disipa parte de la carga que recibe en cada paso para ... Pronación: opuesto al anterior, por lo que la planta del pie "mira" hacia afuera. Movimiento frontal y con predominio de la ...
... pronación-).[14]​ En el ámbito del yoga, se denomina āsana (en sánscrito आसन, pronunciado originalmente /ásana/ pero ... pronación), vulgarmente "boca abajo". Decúbito lateral, vulgarmente "de lado". Ortostatismo u ortostasis, vulgarmente "de pie ...
Pronación dolorosa, llamada a veces codo de niñera o subluxación de la cabeza del radio. La cabeza del radio se mueve de su ... Pronación: Músculo pronador redondo y músculo pronador cuadrado. La extensión del codo se debe a la acción de un solo músculo, ... Movimientos: Pronación y supinación del antebrazo Está reforzada por el ligamento anular y el ligamento cuadrado de Denucé.[3 ... asociadas a un movimiento de pronación, por ejemplo, al llevar al niño cogido de una mano y tirar de él para ayudarle a subir ...
Ayuda a la pronación y la flexión del brazo. El nervio mediano circula pegado al hueso y pasa por debajo de la inserción ...
Véase aquí un gráfico animado de pronación y supinación. Pronación Postura corporal Datos: Q1568655 (Wikipedia:Artículos con ...
La pronación es el giro hacia adentro de los pies, que ocurre durante la zancada. La magnitud de la pronación varía de ... La pronación excesiva se puede corregir usando una plantilla. Los zapatos de carrera que tienen un bulto debajo del arco se ... De igual manera, la pronación del pie durante la zancada también puede causar dolor en los músculos que se oponen a la misma, ... llaman "motion control" porque limitan el movimiento de pronación. Los zapatos amortiguados pueden ayudar a prevenir problemas ...
Afectación neurológica leve: marcha ligeramente atáxica, confusión derecha-izquierda o pronación-supinación. También en la ...
Cuando está en pronación, el braquiorradial es más activo durante la flexión por razón de que el bíceps braquial está en ... En una posición supinada, tiende a pronación con la flexión del mismo. El músculo es un mayor flexor del codo cuando el ... De modo que, es flexor y semipronador del codo; supinador del mismo cuando este se encuentra en pronación forzada. A pesar de ... Actúa flexionando el codo y es capaz también de pronación y supinación, dependiendo de su posición en el antebrazo. Está ...
La pronación ha evolucionado en múltiples ocasiones, entre mamíferos, camaleones y varánidos.[14]​ Sin embargo, la condición ... La supinación requiere un deslizamiento dorsal del radio distal y la pronación un deslizamiento palmar en relación con el ... La capacidad de pronación de la mano y el antebrazo en los mamíferos terianos se consigue gracias a la cabeza redondeada del ...
El radio y la ulna estaban unidos no permitiendo la pronación o supinación.[36]​ El movimiento del codo también fue limitado ...
Por el contrario, un antebrazo en pronación tendría la palma hacia atrás y el pulgar estaría más cerca del cuerpo, apuntando ... estos movimientos se denominan normalmente pronación y supinación. En la posición anatómica estándar, los antebrazos están en ...
Estos ligamentos previenen la pronación del carpo con respecto al extremo distal del cúbito. Es una estructura ... El fibrocartílago palmar evita el desplazamiento dorsal del cúbito y está tenso en pronación. El fibrocartílago dorsal evita el ...
Está tenso en abducción, extensión y pronación, y se ha señalado que tiene una importante función de retención y que está ... Como resultado de la evolución, la articulación CMC del pulgar humano se ha situado en 80° de pronación, 40° de abducción y 50 ... Está tenso en abducción, extensión y pronación, y a menudo se encuentra alargado en relación con la artritis de la articulación ... La pronación-supinación del primer metacarpiano es especialmente importante para la acción de oposición.[1]​ Los movimientos de ...
Su acción es de flexor principal de la muñeca, con tendencia a su abducción y pronación. También es flexor del codo. Inervado ...
Una pronación excesiva (sobre-pronación) cambia el patrón de carrera[4]​ generando un estrés en ligamentos y tendones para ... en especial el control de pronación. Normalmente los sistemas de control de pronación consisten en la inserción de materiales ... Según la densidad del material empleado y longitud confieren un control de pronación leve, medio o máximo. A la hora de ... Por ello se habla de movimiento de pronación a la combinación de: flexión, abducción y eversión, por el contrario el movimiento ...
Pronación: Consiste en girar el antebrazo de tal forma que la palma de la mano mire hacia abajo. Supinación: Es el movimiento ... contrario a la pronación, consiste en girar el antebrazo para que la palma de la mano mire hacia arriba. La posición anatómica ...
Así mismo, también participa en la flexión dorsal en la articulación del tobillo, abducción y pronación del pie. Combinando ...
Su tono supera al del bíceps y por eso es que en reposo los codos se disponen en pronación. Está inervado por el nervio ... Está bastante alejado del punto de apoyo, lo que hace que con una leve contracción produzca la pronación. Se origina en la cara ...
Su función principal es la pronación del antebrazo pero también realiza una ligera flexión de la articulación del codo. Schünke ...
El paciente esta sentado con el antebrazo en pronación, el codo flexionado en 90° y el puño cerrado. El terapeuta toma el codo ...
Esta articulación es la que permite los movimientos de pronación y supinación, donde el radio gira alrededor de la ulna. La ...
Además, Robert explicaba cómo debía de colocarse la mano -en pronación forzada- para la realización de una radiografía de la ...
Con la pronación, la tuberosidad del radio gira posterior, causando la compresión de la bolsa entre el tendón del bíceps y la ... Asegura el movimiento sin fricción entre el tendón del bíceps y el radio proximal durante la pronación y supinación del ...
Es usada en casos de desarticulaciones de muñeca unilaterales o bilaterales que conserven los movimientos de pronación y ...
El movimiento de los huesos del antebrazo permite la supinación y la pronación y con ello el giro de la mano.[15]​ Muñeca ( ...
Suele estar provocada por la repetición de determinados movimientos, como la flexión del codo y muñeca o la pronación del ...
... que el pulgar toque rápidamente la punta de cada uno de los dedos y efectué movimientos de supinación y pronación del antebrazo ...

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