La ciencia que estudia la correlación entre las características físicas de los estímulos, por ejemplo, la frecuencia o intensidad, con la respuesta al estímulo, con el objetivo de calcular los factores envueltos en esta relación.
Dispositivos que ayudan a las personas con respuestas sensoriales disminuidas.
La cantidad mínima necesaria de energia del estímulo para que se elicite una respuesta sensorial.
Respuestas diferenciadas para diferentes estímulos.
Técnica de investigación comúnmente utilizada durante una ELECTROENCEFALOGRAFÍA en la que una serie de destellos de luz brillante o patrones visuales son utilizados para provocar actividad cerebral.
Un intervalo de respuesta retardado que ocurre cuando dos estímulos son presentados en sucesión rápida.
La selección y organización de los estímulos visuales con base en la experiencia individual previa.
La menor diferencia que puede ser discriminada entre dos estímulos o uno que está ligeramente por encima del umbral.
La discriminación sensorial de un patrón de forma o contorno.
El movimiento real o aparente de los objetos a través del campo visual.
La capacidad de detectar bordes muy marcados (estímulos) y de detectar pequeñas variaciones de luminosidad en regiones sin contornos definidos. Medidas psicofísicas de esta función visual son utilizadas para evaluar agudeza visual y para detectar enfermedades de los ojos.
Proceso mental para percibir visualmente un número exacto de datos (el modelo), como caracteres, formas, representaciones o diseños.
Visión considerada inferior a la visión normal comparada con los estándares normales de agudeza, campo de visión, o motilidad. Una visión baja se refiere generalmente a trastornos visuales que se originan por enfermedades que no pueden corregirse por refracción (ejemplo, DEGENERACIÓN DE LA MÁCULA; RETINITIS PIGMENTOSA; RETINOPATÍA DIABÉTICA, etc.).
Representaciones teóricas que simulan procesos psicológicas y/o sociales. Incluyen el uso de ecuaciones matemáticas, computadoras y otros equipos electrónicos.
Percepción de la tridimensionalidad.
Técnica psicofísica que permite la estimación del margen de error del observador así como la detectabilidad de la señal (p.e., estímulos) en cualquier modalidad sensorial.
La acción o facultad de discernir letras, palabras u otros símbolos y comprender su significado, a menudo asociada con la función cognitiva del lenguaje. (NOTA: Esta definición se refiere específicamente a la capacidad de lectura en el contexto médico o neurocientífico, no a la acción general de "leer" algo como en un libro).
La interferencia de un estímulo perceptivo con otro, causando una disminuición o reducción de la eficiencia perceptiva.
Área del LÓBULO OCCIPITAL que se ocupa del procesamiento de la información visual transmitida a través de VÍAS VISUALES.
Procesamiento mental de señales cromáticos (PERCEPCIÓN DE COLOR) de los ojos por la CORTEZA VISUAL en el que se convierten en representaciones simbólicas. La percepción del color implica numerosas neuronas, y es influenciada no sólo por la distribución de las longitudes de onda de los objetos vistos, sino también por su color de fondo y contraste del brillo y su límite.
Una serie de pruebas utilizadas para evaluar diversas funciones de los ojos.
Representaciones teóricas que simulan el comportamiento o actividad del sistema neurológico, sus procesos o fenómenos; comprende el uso de ecuaciones matemáticas, computadoras y equipos electrónicos.
Posicionamiento y acomodación de los ojos que permite que la imagen sea traída a su lugar en la FOVEA CENTRAL de cada ojo.
Conciencia de sí mismo en cuanto a tiempo, lugar y persona.
El proceso a través del cual los estímulos auditivos son seleccionados, organizados e interpretados por el organismo.
Proceso por el cual es reconocida e interpretada la naturaleza y significado de un estímulo sensorial.
Grupo de cuerpos celulares y fibras nerviosas que conducen los impulsos que van desde los ojos hasta la corteza cerebral. Incluyen la RETINA, NERVIO ÓPTICO, tracto óptico, y tracto geniculocalcarino.
El proceso en el que las señales de luz se transforman por los FOTORRECEPTORES en señales eléctricas que luego pueden ser transmitidos al cerebro.
La diferencia entre dos imágenes en la retina al mirar a un estímulo visual. Esto ocurre porque las dos retinas no tienen la misma visión del estímulo debido a la localización de nuestros ojos. De este modo, el ojo izquierdo no tiene exactamente la misma visión que el ojo derecho.
La superficie total o espacio visible en la visión periférica de una persona con los ojos mirando en forma directa.
Señales para una acción; porción específica de un campo perceptivo o patrón de estímulos a los que un sujeto ha aprendido a responder.
Uso del sonido para extraer una respuesta en el sistema nervioso.
La mezcla de las imágenes separadas vistas por cada ojo en una sola imagen compuesta.
Registro de potenciales eléctricos en la retina luego de la estimulación por la luz.
Aprendizaje que se manifiesta en la capacidad de responder diferencialmente a diversos estímulos.
Concentración en ciertos aspectos de la experiencia actual y exclusión de otros. Es la acción de tener en cuenta, de hacer caso, de centrarse.
El tiempo desde la aparición del estímulo hasta que el organismo responde.
Método de medición y mapeo de la alcance de la visión, desde el centro a la periferia de cada ojo.
La claridad o nitidez de la VISIÓN OCULAR o la capacidad del ojo para ver detalles finos. La agudeza visual depende de las funciones de la RETINA, la transmisión neuronal, y la capacidad interpretativa del cerebro. La agudeza visual normal se expresa como 20/20 que indica que se puede ver a 20 pies lo que normalmente debería ser visto a esa distancia. La agudeza visual también puede ser influenciada por el brillo, el color y el contraste.
Método no invasivo para demostrar la anatomía interna basado en el principio de que los núcleos atómicos bajo un campo magnético fuerte absorben pulsos de energía de radiofrecuencia y la emiten como radioondas que pueden reconstruirse en imágenes computarizadas. El concepto incluye las técnicas tomografía del spin del protón.
Las técnicas de imagen para localizar los sitios de las funciones fisiológicas y actividades del cerebro.
La coordinación de un proceso (cognitivo) sensorial o ideacional y una actividad motora.
Elementos de intervalos de tiempo limitados, que contribuyen a resultados o situaciones particulares.
Unidades celulares básicas del tejido nervioso. Cada neurona está compuesta por un cuerpo, un axón y dendritas. Su función es recibir, conducir y transmitir los impulsos en el SISTEMA NERVIOSO.

La psicofísica es una rama de la psicología y las ciencias del comportamiento que trata sobre la relación entre los estímulos físicos y la experiencia o respuesta mental subjetiva. Se encarga del estudio cuantitativo de nuestra percepción, es decir, cómo nuestro sistema nervioso central procesa la información sensorial para generar una experiencia consciente.

Este campo científico investiga cómo varían los diferentes aspectos de la experiencia psicológica a medida que cambian los estímulos físicos. Por ejemplo, estudia cuánto tiene que cambiar el brillo de una luz o el volumen de un sonido para que una persona lo note como más brillante o más fuerte.

Los métodos utilizados en psicofísica suelen implicar medir respuestas a diferentes niveles de un estímulo particular, a menudo variando sistemáticamente el intensidad del estímulo. Estos datos se analizan luego utilizando modelos matemáticos para determinar las relaciones entre los cambios en el estímulo y los cambios en la respuesta perceptual.

La psicofísica tiene aplicaciones importantes en varias áreas, incluyendo la ergonomía, diseño de productos, ingeniería, análisis forense y evaluación clínica. También ha contribuido significativamente al desarrollo de teorías sobre cómo funciona nuestro sistema sensorial y cómo se relaciona con los procesos cognitivos más altos.

Los auxiliares sensoriales son dispositivos o herramientas que se utilizan para mejorar, mantener o restaurar las funciones sensoriales, como la audición y la visión. Estos ayudantes pueden incluir una variedad de dispositivos, como anteojos, lentes de contacto, audífonos, implantes cocleares y otros dispositivos de asistencia auditiva o visual.

Los auxiliares sensoriales se utilizan a menudo en la rehabilitación para ayudar a las personas con discapacidades sensoriales a desarrollar habilidades funcionales y mejorar su calidad de vida. Por ejemplo, los anteojos o lentes de contacto pueden ayudar a corregir problemas de visión, mientras que los audífonos o implantes cocleares pueden mejorar la capacidad auditiva de las personas con pérdida auditiva.

La elección del auxiliar sensorial adecuado dependerá de la naturaleza y gravedad de la discapacidad sensorial, así como de las preferencias personales y necesidades funcionales del individuo. Un profesional de la salud capacitado, como un oftalmólogo, optometrista o audiólogo, puede ayudar a determinar el tipo de auxiliar sensorial más apropiado para una persona en particular.

El umbral sensorial es un concepto en psicofisiología y neurología que se refiere al nivel mínimo de estímulo necesario para provocar una respuesta fisiológica o percepción consciente. Se divide en dos categorías: el umbral absoluto y el umbral diferencial.

El umbral absoluto es la intensidad mínima de un estímulo que puede ser detectado por un individuo en condiciones específicas. Por ejemplo, el umbral absoluto de audición es el volumen más bajo de un sonido que una persona puede escuchar.

Por otro lado, el umbral diferencial, también conocido como umbral de discriminación, es la capacidad de distinguir entre dos estímulos muy cercanos en intensidad o magnitud. Por ejemplo, el umbral diferencial de tacto sería la diferencia mínima de intensidad que una persona puede detectar entre dos puntos de presión sobre la piel.

Estos umbrales varían entre individuos y también pueden verse afectados por diversos factores como la edad, el estado de salud general, la atención y la fatiga.

La estimulación luminica, en términos médicos, se refiere al uso de la luz como forma de tratamiento o intervención terapéutica. Se utiliza comúnmente en el tratamiento de trastornos del estado de ánimo como la depresión mayor y los trastornos afectivos estacionales (SAD, por sus siglas en inglés).

La forma más común de estimulación luminica involucra la exposición a una fuente de luz brillante, a menudo una caja de luz especialmente diseñada. La persona se sienta frente a la caja, generalmente durante un período de 20 a 30 minutos cada día, normalmente por la mañana. La intensidad de la luz suele ser de 10,000 lux, que es mucho más brillante que la luz normal en el hogar o en la oficina, la cual generalmente está alrededor de los 500 lux.

La estimulación luminica se cree que funciona al afectar la producción de melatonina en el cuerpo. La melatonina es una hormona que regula el ciclo sueño-vigilia y se produce en respuesta a las señales de oscuridad. La exposición a la luz brillante puede suprimir la producción de melatonina, lo que ayuda a regular el reloj interno del cuerpo y a mejorar los síntomas depresivos.

Es importante notar que la estimulación luminica debe ser supervisada por un profesional médico capacitado, ya que un uso inadecuado o excesivo puede causar efectos secundarios como dolores de cabeza, irritabilidad o dificultad para dormir.

El "Período Refractario Psicológico" es un término utilizado en psicología y neurociencia para describir el fenómeno en el que la mente necesita un cierto tiempo de descanso o recuperación después de una experiencia intensa, emocionalmente cargada o mentalmente demandante. Durante este período, una persona puede experimentar dificultad para participar en tareas similares o mantener el mismo nivel de rendimiento y atención.

Este concepto se asemeja al período refractario que ocurre en la neurofisiología, donde después de una respuesta nerviosa intensa, como un potencial de acción, es necesario un tiempo para que el sistema neuronal vuelva a su estado normal y pueda responder a nuevos estímulos. Sin embargo, el "Período Refractario Psicológico" se refiere más específicamente a las respuestas mentales y emocionales en lugar de las respuestas fisiológicas directas.

Aunque este término no es ampliamente utilizado en la literatura médica o científica, se sigue empleando en algunos contextos para describir los procesos mentales y neurológicos que subyacen a la fatiga mental y la necesidad de descanso después de actividades intensas.

La percepción visual es un proceso complejo en el que el cerebro interpreta las imágenes formadas por la estimulación de los ojos. Implica la recepción, organización y adaptación de los estímulos visuales para reconocer, interpretar y comprender lo que vemos. Esto incluye la capacidad de identificar formas, tamaños, colores, distancias y movimientos. La percepción visual también nos permite experimentar profundidad y perspectiva, y desempeña un papel crucial en nuestra interacción con el mundo que nos rodea, como en la coordinación de movimientos, el aprendizaje y la toma de decisiones. Los déficits en la percepción visual pueden conducir a problemas de aprendizaje o discapacidades visuales.

El umbral diferencial, en el contexto médico, se refiere a la diferencia mínima en un estímulo que es necesaria para producir una respuesta distinta o perceptible. Se utiliza a menudo en referencia a los sentidos, como la visión o el tacto, donde indica el nivel más bajo de cambio en un estímulo que una persona puede detectar. Por ejemplo, el umbral diferencial de temperatura es la diferencia mínima de temperatura que una persona puede distinguir entre dos objetos diferentes. También se conoce como "umbral de discriminación".

La percepción de forma, en el contexto médico y psicológico, se refiere a la capacidad del sistema nervioso central, particularmente del cerebro, para interpretar las formas y contornos de los objetos que percibimos a través de nuestros sentidos, especialmente la vista.

Este proceso comienza con la estimulación de los fotorreceptores en la retina por la luz reflejada por los objetos. Los impulsos eléctricos generados por esta estimulación viajan a través del nervio óptico hasta el cerebro, donde son procesados en varias etapas.

La corteza visual primaria es responsable de la detección de bordes y contornos básicos. Luego, otras áreas cerebrales más especializadas interpretan esta información para reconocer patrones y formas específicas. Esta capacidad nos permite identificar objetos y personas, así como también comprender su orientación y tamaño en el espacio.

Los trastornos en la percepción de forma pueden ser consecuencia de diversas afecciones neurológicas o psiquiátricas, como lesiones cerebrales, enfermedades degenerativas del sistema nervioso, trastornos psicóticos o depresivos graves.

La percepción de movimiento en términos médicos se refiere a la capacidad del sistema nervioso central, particularmente el cerebro y los ojos, de interpretar y comprender las señales recibidas sobre el cambio de posición o la trayectoria de los objetos en el entorno. Esto involucra procesos neurofisiológicos complejos que implican la interacción de diferentes sistemas sensoriales, como la vista (visión), el oído (audición) y el sistema propioceptivo (que proporciona información sobre la posición y el movimiento del cuerpo).

En el contexto de la visión, la percepción de movimiento se produce cuando los receptores en la retina detectan cambios en la luz que incide sobre ellos. Este estímulo visual es procesado por el cerebro, lo que lleva a la experiencia consciente del movimiento. La percepción correcta del movimiento es fundamental para muchas actividades cotidianas, como conducir un coche, atrapar una pelota o simplemente caminar sin tropezar.

Los trastornos en la percepción de movimiento pueden ser síntomas de diversas afecciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson, los accidentes cerebrovasculares o las lesiones cerebrales traumáticas. Estos trastornos pueden manifestarse como alucinaciones visuales (ver movimiento donde no lo hay), déficits en la capacidad para juzgar velocidades y distancias, o dificultades para mantener el equilibrio y coordinar movimientos.

La sensibilidad al contraste es una condición médica en la que el paciente tiene una respuesta exagerada a los cambios en el contraste de las imágenes, especialmente durante una prueba de diagnóstico por imagen como una resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC). Esta mayor sensibilidad puede manifestarse como molestias, dolor o incluso náuseas y vómitos cuando se administra el agente de contraste.

En términos médicos, la sensibilidad al contraste se refiere a una reacción adversa al agente de contraste que se utiliza para mejorar la visibilidad de los tejidos y órganos internos en las pruebas de imagen. Estos agentes contienen sustancias como gadolinio (para RM) o yodo (para TC). Aunque estos agentes suelen ser seguros, algunas personas pueden experimentar reacciones adversas, especialmente si tienen una historia de alergia a este tipo de sustancias.

Es importante diferenciar la sensibilidad al contraste de la alergia al contraste. Mientras que la sensibilidad se refiere a una respuesta exagerada del sistema nervioso a los cambios en el contraste, la alergia implica una reacción inmunitaria específica al agente de contraste. Los síntomas de la alergia pueden ser más graves y requerir un tratamiento inmediato.

Si un paciente tiene una historia de sensibilidad al contraste, el médico debe ser informado antes de realizar cualquier prueba de imagen que involucre agentes de contraste. Se pueden tomar medidas para minimizar el riesgo de reacciones adversas, como usar dosis más bajas del agente o monitorear cuidadosamente al paciente durante y después de la prueba.

El Reconocimiento Visual de Modelos (RVM) no es una definición médica establecida, ya que se trata más bien de un término relacionado con la informática, el aprendizaje automático y la visión por computadora. Sin embargo, en un contexto más amplio, el RVM podría utilizarse en aplicaciones médicas para referirse al proceso de entrenar y utilizar algoritmos de aprendizaje profundo para identificar y clasificar patrones y modelos en imágenes médicas, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas.

El objetivo del RVM en este contexto es ayudar a los profesionales médicos a realizar diagnósticos más precisos y eficientes al analizar grandes cantidades de datos de imágenes de forma automatizada. No obstante, es importante recalcar que el RVM no reemplaza la experiencia y el juicio clínico de los profesionales médicos, sino que se utiliza como una herramienta adicional para mejorar el proceso diagnóstico.

La baja visión es una condición médica en la cual una persona tiene una disminución significativa de la agudeza visual o del campo visual, a pesar de usar lentes correctivos, como anteojos o lentes de contacto. La persona con baja visión puede tener dificultad para realizar actividades cotidianas, como leer, ver la televisión, reconocer rostros o moverse con seguridad en entornos desconocidos.

La causa más común de baja visión es una enfermedad ocular degenerativa, como la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), el glaucoma, la retinopatía diabética o el desprendimiento de retina. También pueden contribuir a la baja visión otras condiciones médicas sistémicas, como la diabetes o los accidentes cerebrovasculares.

La baja visión no se puede corregir completamente con lentes convencionales, cirugía o medicamentos, pero se pueden utilizar diversas ayudas visuales y técnicas de rehabilitación para mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida de las personas afectadas. Estas ayudas incluyen lupas, telescopios, sistemas de aumento electrónico, iluminación especial y entrenamiento en el uso de residuo visual.

Los Modelos Psicológicos son representaciones teóricas y conceptuales que intentan explicar cómo funcionan los procesos mentales, emocionales y comportamentales. Estos modelos se basan en estudios científicos, observaciones clínicas y teorías psicológicas establecidas. Ayudan a los profesionales de la salud mental a comprender las interacciones complejas entre las cogniciones, los afectos y los comportamientos de un individuo.

Existen diferentes tipos de modelos psicológicos que abordan diversas perspectivas teóricas, como el modelo biológico, que se enfoca en los aspectos genéticos y neurológicos de la mente; el modelo cognitivo, que examina los procesos de pensamiento y percepción; el modelo conductual, que se centra en las acciones observables y su modificación; y el modelo humanista, que considera el crecimiento personal y la autorrealización.

Estos modelos no solo son útiles para los profesionales de la salud mental sino también para otros campos relacionados con el comportamiento humano, como la educación, la sociología y las ciencias sociales. Ayudan a predecir resultados, orientar intervenciones y promover un mejor entendimiento del comportamiento y la mente humanos.

La percepción de profundidad es la capacidad de interpretar y juzgar las distancias relativas entre objetos en el entorno visual. Implica la utilización de varios estímulos visuales, como el tamaño relativo, la perspectiva, la sombreado, la ocultación parcial (oclusión) y los movimientos ocurridos tanto en el observador como en los objetos observados. También puede involucrar señales monoculares (provenientes de un solo ojo) y binoculares (provenientes de ambos ojos). La percepción de profundidad es fundamental para la navegación espacial, el reconocimiento de objetos y la interacción con el entorno. Los déficits en esta habilidad pueden conducir a problemas en la coordinación motora y en la capacidad de realizar tareas que requieran juicios precisos sobre distancias y espacios.

La detección de señales psicológicas en un contexto médico se refiere al proceso de identificar y interpretar las señales no verbales, verbales y paralingüísticas que proporciona un paciente durante una entrevista o evaluación clínica. Estas señales pueden incluir expresiones faciales, lenguaje corporal, tono de voz, elección de palabras y otros patrones de comunicación que ofrecen pistas sobre el estado emocional, mental y físico del paciente.

La detección de señales psicológicas es una habilidad clave en la práctica médica, particularmente en especialidades como la psiquiatría y la psicología clínica. Ayuda a los profesionales médicos a establecer relaciones terapéuticas con los pacientes, evaluar su estado de salud mental y físico, detectar posibles problemas de salud subyacentes y desarrollar planes de tratamiento efectivos y personalizados.

La detección precisa de señales psicológicas requiere una combinación de conocimientos teóricos en comunicación no verbal y verbal, habilidades de observación agudas y una comprensión profunda de los procesos cognitivos y emocionales humanos. Además, es importante tener en cuenta que la interpretación de las señales psicológicas puede estar influenciada por factores culturales, sociales y individuales, lo que requiere un enfoque sensible y adaptable a las necesidades y preferencias del paciente.

En el contexto médico, la palabra "lectura" generalmente no se utiliza como un término médico específico. Sin embargo, en algunos usos relacionados con la tecnología médica o la investigación médica, podría referirse al proceso de interpretar y entender los resultados o datos obtenidos de diversos exámenes diagnósticos o estudios clínicos. Por ejemplo, leer una radiografía significa interpretarla e identificar posibles lesiones o condiciones médicas basándose en los patrones de sombra y densidad exhibidos en la imagen.

En este sentido, la lectura requiere capacitación especializada y conocimientos específicos del campo médico pertinente. La precisión y la fiabilidad de la lectura pueden verse afectadas por varios factores, como la calidad de la imagen, la experiencia del lector y las características individuales del paciente.

Por lo tanto, es importante tener en cuenta que el término "lectura" no tiene una definición médica universal y su significado puede variar dependiendo del contexto en el que se use.

El término 'enmascaramiento perceptual' se utiliza en el campo de la audiología y la psicofisiología del oído. Se refiere al fenómeno en el que la percepción de un estímulo auditivo específico (como un tono puro) se ve afectada por la presencia simultánea de otro sonido, llamado máscara. La máscara puede hacer que el estímulo sea menos detectable, menos claro o incluso imperceptible.

Existen diferentes tipos de enmascaramiento perceptual, como el enmascaramiento simultáneo y el enmascaramiento secuencial. El enmascaramiento simultáneo ocurre cuando la máscara se presenta al mismo tiempo que el estímulo, mientras que en el enmascaramiento secuencial, la máscara se presenta antes o después del estímulo.

Este fenómeno es importante en la evaluación de las capacidades auditivas, especialmente en la determinación de los umbrales auditivos, ya que el nivel de enmascaramiento puede proporcionar información sobre la función coclear y neural del sistema auditivo. Además, el enmascaramiento perceptual también juega un papel en la comprensión del habla en entornos ruidosos.

La corteza visual, también conocida como corteza occipital o área de asociación visual, es una región del cerebro ubicada en la parte posterior del lóbulo occipital. Es responsable del procesamiento y la interpretación de los estímulos visuales.

La corteza visual se divide en varias áreas especializadas que procesan diferentes aspectos de la visión, como la forma, el color, el movimiento y la profundidad. La información visual se transmite desde el ojo hasta el tálamo, y luego a la corteza visual a través del haz nervioso óptico.

La estimulación de diferentes áreas de la corteza visual puede producir diversos tipos de percepciones visuales, como puntos luminosos, formas geométricas simples o movimientos. Los daños en la corteza visual pueden causar diversos déficits visuales, dependiendo de la localización y la extensión del daño.

En resumen, la corteza visual es una región crucial del cerebro involucrada en el procesamiento y la interpretación de los estímulos visuales, y su función adecuada es esencial para una visión normal.

La percepción del color es un proceso neuropsicológico que involucra la recepción y interpretación de las longitudes de onda de la luz por parte del sistema visual humano, lo que resulta en la experiencia subjetiva de colores. Esto implica una serie compleja de eventos fisiológicos y cognitivos.

La luz entra en el ojo a través de la pupila e impacta en los fotorreceptores de la retina, llamados conos, que son sensibles a diferentes longitudes de onda correspondientes a diferentes colores del espectro visible (rojo, verde y azul principalmente). La estimulación de estos conos envía señales al nervio óptico, que luego viajan al cerebro.

En el cerebro, específicamente en el lóbulo temporal occipital, el área de V4, ocurre la interpretación y percepción consciente del estímulo visual, donde se identifica y distingue un color de otro. Esta capacidad para percibir colores nos ayuda a interactuar con nuestro entorno, identificar objetos, analizar emociones (en humanos) y disfrutar de la riqueza cromática del mundo que nos rodea.

Es importante notar que la percepción del color puede verse afectada por diversos factores, como enfermedades oculares (como daltonismo), trastornos neurológicos, efectos farmacológicos o incluso cambios en la iluminación ambiental.

Las pruebas de visión, también conocidas como exámenes o evaluaciones oftalmológicas, son procedimientos médicos realizados por un optometrista u oftalmólogo para determinar la capacidad visual y la salud general de los ojos. Estas pruebas pueden incluir:

1. Agudeza Visual: Medición de la capacidad más lejana del ojo para ver detalles finos y claros. Se realiza utilizando una tabla de Snellen o una cartilla similar con letras o símbolos decrecientes en tamaño.

2. Examen de Refracción: Determinación del tipo y grado de error refractivo (miopía, hipermetropía, astigmatismo) que pueda existir, utilizando diferentes lentes para corregir la visión borrosa y encontrar la mejor combinación para cada individuo.

3. Examen del Campo Visual: Evaluación de la amplitud total de la visión periférica o lateral de cada ojo, midiendo cuánto se puede ver alrededor del punto de fijación directa.

4. Pruebas de Acomodación y Convergencia: Evaluación de la capacidad del ojo para enfocar en objetos cercanos y distantes, así como su habilidad para moverse juntos al ver objetos cerca (convergencia).

5. Examen del Segmento Anterior: Observación directa del ojo utilizando una lámpara de hendidura para evaluar la córnea, iris, cristalino y humor vítreo.

6. Examen del Fondo del Ojo: Dilatación de las pupilas followed by examination of the retina, optic nerve and blood vessels at the back of the eye using an ophthalmoscope.

7. Tests de Salud Ocular Adicionales: Evaluación de la presión intraocular (tonometría), integridad estructural del ojo y movimientos oculares, detección de cataratas, glaucoma u otras afecciones oculares.

These comprehensive eye examinations help detect vision problems, eye diseases and general health issues early on, allowing for timely treatment and management to preserve and maintain optimal vision and overall well-being.

Los Modelos Neurológicos son representaciones conceptuales o teóricas que intentan explicar cómo funciona el sistema nervioso y el cerebro en particular. Estos modelos pueden ser muy simples, como circuitos básicos de neuronas que explican procesos específicos, o muy complejos, involucrando redes neuronales amplias y sistemas integrados.

Los modelos neurológicos se utilizan en la investigación científica para hacer predicciones sobre cómo el cerebro procesa la información, cómo se almacena la memoria, cómo se controlan los movimientos y otras funciones cerebrales. También se utilizan en el desarrollo de terapias y tratamientos médicos, especialmente en áreas como la neurociencia cognitiva, la neurología clínica y la psiquiatría.

Existen diferentes tipos de modelos neurológicos, desde los más abstractos hasta los más realistas. Algunos se basan en simulaciones computacionales de redes neuronales, mientras que otros se basan en estudios experimentales de animales o humanos. Los modelos también pueden variar en su énfasis, desde la descripción detallada de las propiedades fisiológicas individuales de las células nerviosas hasta la comprensión de los procesos mentales superiores, como el pensamiento y la conciencia.

En resumen, los Modelos Neurológicos son herramientas fundamentales en el estudio del cerebro y el sistema nervioso, ya que permiten a los científicos hacer predicciones sobre cómo funciona el cerebro y desarrollar nuevas terapias y tratamientos para una variedad de trastornos neurológicos y psiquiátricos.

La fijación ocular, en términos médicos, se refiere a la capacidad del sistema oculomotor de mantener la mirada fija en un objeto específico y mantenerlo centrado en la retina durante un período de tiempo. Esto involucra una compleja interacción de músculos oculares, sistemas nerviosos y mecanismos cognitivos para proporcionar estabilidad visual y percepción adecuada. La fijación ocular es fundamental para realizar tareas como la lectura, conducir un vehículo o simplemente ver y reconocer objetos en nuestro entorno. Los déficits en la fijación ocular pueden indicar problemas neurológicos o musculoesqueléticos.

En términos médicos o psicológicos, la orientación se refiere a la capacidad de una persona para comprender y percibir correctamente su entorno, identidad y experiencia. Esto incluye tres aspectos principales:

1. Orientación temporal: La conciencia de la fecha, el día de la semana, la estación del año y el curso del tiempo.
2. Orientación espacial: La comprensión de dónde se encuentra una persona en relación con otros lugares o puntos de referencia. Esto puede incluir la capacidad de navegar y recordar rutas.
3. Orientación personal: La conciencia de quién es uno mismo, incluyendo el nombre, edad, género, roles y relaciones.

Los déficits en la orientación pueden ser indicativos de diversas condiciones médicas o neurológicas, como demencias, trastornos del estado de conciencia o lesiones cerebrales. La evaluación de la orientación es a menudo parte de los exámenes neuropsicológicos y geriátricos para medir el funcionamiento cognitivo y la pérdida de memoria asociada con envejecimiento o enfermedad.

La percepción auditiva es el proceso cognitivo mediante el cual el sistema nervioso interpreta los estímulos sonoros captados por el oído. Implica la recepción, el análisis y la comprensión de los sonidos, lo que permite al individuo identificar las fuentes de sonido, discriminar entre diferentes frecuencias y patrones auditivos, y comprender el significado del lenguaje hablado. La percepción auditiva es un proceso complejo que involucra varias áreas del cerebro y puede verse afectada por diversos factores, como la edad, la exposición al ruido, las enfermedades y lesiones neurológicas.

La percepción, en el contexto médico y psicológico, se refiere al proceso cognitivo complejo e involucrado activamente por el que el sistema nervioso central interpreta los estímulos sensoriales para formar una representación consciente de la realidad. Implica la integración de información recopilada a través de diferentes sentidos (visión, audición, tacto, gusto y olfato) junto con nuestras experiencias previas, creencias e inferencias subjetivas.

Este procesamiento multimodal permite al cerebro dar sentido al mundo exterior, reconocer objetos, eventos y fenómenos, percibir relaciones espaciales y temporales, juzgar dimensiones como tamaño, forma, color o movimiento, e incluso experimentar emociones en respuesta a estímulos. La percepción es fundamental para la cognición superior, el aprendizaje y la conducta adaptativa.

Algunas condiciones médicas o neurológicas pueden afectar la percepción normalmente, como las lesiones cerebrales, los trastornos mentales, los efectos de sustancias tóxicas o determinados fármacos, y algunas enfermedades degenerativas.

En terminología médica, las vías visuales se refieren al sistema de órganos y procesos nerviosos que permiten la visión. Comienzan en la córnea, la parte externa y transparente del ojo, a través de la pupila y el cristalino, donde la luz se enfoca en la retina, una capa de tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo.

La retina contiene células fotorreceptoras llamadas conos y bastones que convierten la luz en señales eléctricas. Estas señales se transmiten a través del nervio óptico hasta el cerebro, donde se interpretan como imágenes visuales.

El proceso de ver involucra una compleja interacción entre los ojos y el cerebro. Las vías visuales no solo nos permiten ver y reconocer objetos, sino también desempeñan un papel crucial en la percepción del movimiento, la profundidad y el color, así como en la coordinación ojo-mano y en la regulación de los ciclos circadianos.

La visión ocular, también conocida como agudeza visual, se define en medicina como la capacidad de distinguir detalles finos y pequeños a diferentes distancias. Se mide generalmente con una tabla de Snellen, donde el paciente lee letras o símbolos cada vez más pequeños mientras se encuentra a una distancia específica (usualmente 20 pies). La visión normal se define como 20/20, lo que significa que el paciente puede ver a 20 pies lo que una persona promedio debería ser capaz de ver a la misma distancia. Una visión de 20/40 significa que el paciente necesita estar a 20 pies para ver lo que una persona promedio puede ver a 40 pies. La visión ocular se puede mejorar con el uso de lentes correctivos o cirugía refractiva.

La disparidad visual es un término médico que se refiere a la diferencia en la percepción visual entre los dos ojos. Esta condición ocurre cuando los ojos no trabajan juntos de manera simultánea y coordinada, lo que puede resultar en una visión doble o visión borrosa. La disparidad visual puede causar dificultad para enfocar correctamente, especialmente durante el cambio de la visión de cerca a lejos o viceversa.

Este problema visual puede ser causado por varios factores, incluyendo problemas estructurales en los ojos, como un estrabismo (ojos desalineados), ambliopía (ojo perezoso) o diferencias en la graduación de las lentes entre los dos ojos. La disparidad visual puede ser corregida mediante el uso de gafas o lentes de contacto, terapia visual o, en algunos casos, cirugía ocular.

Es importante tratar la disparidad visual a tiempo, ya que si no se corrige, puede llevar a problemas más graves, como una disminución permanente de la visión o incluso ceguera en el ojo afectado. Además, la disparidad visual también puede afectar el rendimiento académico y las habilidades deportivas de un individuo, ya que dificulta la capacidad de enfocar y procesar información visual correctamente.

Los campos visuales son la representación completa de todo lo que una persona puede ver en cada momento, incluyendo los estímulos percibidos tanto directamente como indirectamente. Se refiere al área visible para un ojo cuando se mira directamente hacia adelante. Es útil en el diagnóstico y seguimiento de diversas afecciones oculares y neurológicas, ya que su alteración puede ser indicativa de patologías como glaucoma, neuritis óptica, lesiones cerebrales o incluso tumores cerebrales.

El examen de campo visual se realiza mediante la presentación de estímulos luminosos en diferentes puntos del espacio visual mientras el paciente fija su mirada en un punto central. El objetivo es determinar la sensibilidad lumínica en cada punto y así mapear los límites del campo visual.

La pérdida de parte del campo visual se denomina escotoma, y puede ser absoluta (sin percepción de luz) o relativa (disminución de la sensibilidad lumínica). La localización y extensión de estas alteraciones pueden proporcionar información valiosa sobre el posible origen del problema.

La estimulación acústica es una técnica médica que involucra la exposición a sonidos o vibraciones específicas con el objetivo de mejorar diversas condiciones de salud. En un contexto clínico, esta estimulación puede administrarse a través de dispositivos especializados capaces de producir y controlar las ondas sonoras.

Un ejemplo común de estimulación acústica es el uso de terapia de ruido blanco, donde se expone al paciente a una mezcla aleatoria de frecuencias y tonos uniformes, similar al ruido de fondo de un ventilador o del mar. Esta técnica se ha utilizado para tratar diversas afecciones, como el insomnio, el estrés, la ansiedad y los trastornos de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

Otro uso de la estimulación acústica es en la rehabilitación auditiva, donde se utiliza para entrenar el cerebro a procesar señales auditivas más eficientemente. Por ejemplo, los dispositivos de estimulación acústica vestibular (VAS) producen vibraciones específicas y controladas que pueden ayudar a aliviar los síntomas del vértigo y otros trastornos del equilibrio.

En resumen, la estimulación acústica es una intervención médica no invasiva que aprovecha los efectos fisiológicos de las ondas sonoras en el cuerpo humano para mejorar diversas condiciones de salud.

La visión binocular es un término médico que se refiere a la capacidad del sistema visual de los ojos para converger en un punto específico y enfocar simultáneamente, permitiendo percibir una imagen tridimensional (3D) y profundidad. Esto es posible gracias a la alineación y coordinación de ambos ojos, los cuales trabajan en conjunto para procesar la información visual. La visión binocular ayuda a evaluar las distancias y los tamaños relativos de los objetos, mejorando así la precisión y eficacia de nuestras acciones y movimientos.

La electrorretinografía (ERG) es un procedimiento diagnóstico que mide la respuesta eléctrica de las células fotorreceptoras en la retina (los conos y bastones) cuando son expuestas a una variedad de estímulos luminosos. Esto proporciona información sobre el funcionamiento fisiológico de la retina y puede ayudar a diagnosticar y monitorear diversas condiciones o enfermedades oculares, como la retinopatía diabética, degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), distrofias de los conos y bastones, y otras neuropatías ópticas.

Durante el procedimiento, se coloca un electrodo en el ojo del paciente (generalmente después de instilar gotas anestésicas) para registrar la actividad eléctrica generada por las células fotorreceptoras y otras células retinianas. Luego, se presentan diferentes patrones de luz a los ojos del paciente mientras se registra la respuesta eléctrica. Los resultados del ERG se analizan para evaluar la función visual y detectar posibles anomalías.

En definitiva, la electrorretinografía es una herramienta importante en el campo de la oftalmología para evaluar y comprender el funcionamiento de la retina y diagnosticar diversas afecciones oculares.

El aprendizaje discriminativo es un concepto en psicología y ciencias del comportamiento que se refiere al proceso de adquirir la capacidad de distinguir entre diferentes estímulos o situaciones y responder de manera apropiada a cada uno. En otras palabras, se trata de la habilidad de aprender a hacer diferencias entre dos o más estímulos que pueden ser similares pero no idénticos, y producir una respuesta diferente para cada uno de ellos.

En un contexto médico o clínico, el aprendizaje discriminativo puede ser relevante en el tratamiento de trastornos del comportamiento y del aprendizaje, como los trastornos por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), los trastornos del espectro autista (TEA) o los retrasos en el desarrollo.

Por ejemplo, un terapeuta puede utilizar técnicas de aprendizaje discriminativo para ayudar a un niño con TDAH a prestar atención a las instrucciones de la tarea en lugar de distraerse con estímulos irrelevantes. Del mismo modo, un terapeuta puede utilizar el aprendizaje discriminativo para ayudar a un niño con autismo a distinguir entre diferentes expresiones faciales o tonos de voz y responder apropiadamente.

En general, el aprendizaje discriminativo es una habilidad importante que nos permite interactuar eficazmente con nuestro entorno y tomar decisiones informadas basadas en la diferenciación de estímulos y situaciones.

La atención, en el contexto médico y psicológico, se refiere a la capacidad cognitiva de procesar información selectivamente mientras se ignora la irrelevante. Es un estado de conciencia en el que un individuo se enfoca en ciertos estímulos, pensamientos o tareas, bloqueando efectivamente otros.

La atención es un proceso complejo que involucra varias regiones del cerebro y diferentes sistemas neuroquímicos. Se considera una función ejecutiva, lo que significa que desempeña un papel crucial en la planificación, organización, control inhibitorio y regulación de los pensamientos y comportamientos.

Existen varios tipos de atención, incluyendo:

1. Atención sostenida: Esta es la capacidad de mantener el enfoque en un estímulo o tarea durante un período prolongado sin distraerse fácilmente.

2. Atención selectiva: Se trata de la habilidad para concentrarse en un estímulo específico mientras se ignora la información de fondo irrelevante.

3. Atención dividida: Es la capacidad de prestar atención simultáneamente a dos o más estímulos o tareas.

4. Vigilancia: Se refiere a mantener un estado de alerta y preparación para responder rápidamente a los estímulos relevantes.

Los déficits en la atención pueden ser el resultado de diversas condiciones, como trastornos neurológicos (por ejemplo, lesiones cerebrales traumáticas, esclerosis múltiple), trastornos mentales (por ejemplo, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, depresión, ansiedad) o efectos secundarios de ciertos medicamentos. El tratamiento para los déficits de atención depende de la causa subyacente y puede incluir terapias conductuales, medicamentos o una combinación de ambos.

El tiempo de reacción, en el contexto médico, se refiere al intervalo de tiempo entre la presentación de un estímulo y la respuesta subsiguiente del organismo o sistema corporal. Este término es a menudo utilizado en el campo de la neurología para evaluar la función cognitiva y del sistema nervioso.

En concreto, el tiempo de reacción puede ser medido mediante diversas pruebas que involucran la presentación de un estímulo visual, auditivo o táctil, y el paciente es instruido para responder lo más rápidamente posible. La medición del tiempo de reacción puede ayudar a diagnosticar condiciones que afectan al sistema nervioso central, como enfermedades neurodegenerativas, trastornos metabólicos o lesiones cerebrales.

Asimismo, el tiempo de reacción también es un parámetro importante en la evaluación del estado de vigilancia y sedación en pacientes críticos, ya que un tiempo de reacción prolongado puede ser indicativo de una sedación excesiva o de la presencia de factores que interfieren con la conciencia y la capacidad de respuesta.

Las pruebas del campo visual, también conocidas como perimetria, son un examen oftalmológico que mide el rango de visión de un ojo en su totalidad, incluyendo los puntos ciegos y la agudeza de visión en diferentes partes del campo visual. Durante este examen, el paciente suele mirar fijamente a una luz central mientras pequeñas luces parpadeantes son presentadas en diferentes lugares del campo visual. El paciente entonces indica cuándo y dónde ve cada punto de luz. Este test ayuda a detectar y medir cualquier pérdida de visión periférica, lo que puede ser un signo temprano de enfermedades oculares como el glaucoma o la retinopatía diabética.

La agudeza visual es una medida de la capacidad del sistema visual para distinguir los detalles finos y la fineza de la visión. Se define generalmente como la medida más pequeña de un objeto o símbolo que las personas pueden identificar correctamente a una distancia específica, bajo condiciones estándar de luz y con su mejor corrección óptica. La agudeza visual normal es típicamente 20/20 en los Estados Unidos, lo que significa que una persona puede ver a 20 pies lo que la mayoría de las personas promedio pueden ver a la misma distancia. Una agudeza visual peor que 20/20 indica que la visión es peor que la normal, mientras que una agudeza visual mejor que 20/20 significa que la visión es mejor que la normal.

La Imagen por Resonancia Magnética (IRM) es una técnica de diagnóstico médico no invasiva que utiliza un campo magnético potente, radiaciones ionizantes no dañinas y ondas de radio para crear imágenes detalladas de las estructuras internas del cuerpo. Este procedimiento médico permite obtener vistas en diferentes planos y con excelente contraste entre los tejidos blandos, lo que facilita la identificación de tumores y otras lesiones.

Durante un examen de IRM, el paciente se introduce en un túnel o tubo grande y estrecho donde se encuentra con un potente campo magnético. Las ondas de radio se envían a través del cuerpo, provocando que los átomos de hidrógeno presentes en las células humanas emitan señales de radiofrecuencia. Estas señales son captadas por antenas especializadas y procesadas por un ordenador para generar imágenes detalladas de los tejidos internos.

La IRM se utiliza ampliamente en la práctica clínica para evaluar diversas condiciones médicas, como enfermedades del cerebro y la columna vertebral, trastornos musculoesqueléticos, enfermedades cardiovasculares, tumores y cánceres, entre otras afecciones. Es una herramienta valiosa para el diagnóstico, planificación del tratamiento y seguimiento de la evolución de las enfermedades.

El término 'mapeo encefálico' no está específicamente definido en la literatura médica o neurológica. Sin embargo, generalmente se refiere al proceso de crear un mapa detallado de la actividad cerebral, a menudo asociado con diversas técnicas de neuroimagen funcional como FMRI (resonancia magnética funcional), EEG (electroencefalografía) o PET (tomografía por emisión de positrones). Estos mapas pueden ayudar a los médicos y científicos a comprender mejor cómo diferentes partes del cerebro se relacionan con diferentes funciones, así como también pueden ser utilizados en el diagnóstico y planificación de tratamientos para condiciones que afectan el cerebro, como epilepsia, tumores cerebrales o lesiones cerebrales traumáticas.

Es importante mencionar que existen diferentes tipos de mapeos cerebrales, cada uno con sus propias técnicas e implicaciones clínicas o de investigación. Por ejemplo, el mapeo cortical se refiere específicamente a la representación topográfica de las áreas funcionales en la superficie del cerebro.

El desempeño psicomotor se refiere a la capacidad de una persona para realizar y controlar movimientos físicos que requieren algún grado de habilidad mental o cognitiva. Implica la integración de procesos cognitivos, afectivos y fisiológicos para producir respuestas adaptativas a diversos estímulos.

Esto incluye una variedad de habilidades, como coordinación mano-ojo, equilibrio, flexibilidad, rapidez de reacción, fuerza y destreza manual. También implica la capacidad de procesar información sensorial, tomar decisiones y ejecutar movimientos precisos y oportunos.

El desempeño psicomotor se evalúa a menudo en contextos clínicos y educativos para evaluar el desarrollo neurológico, diagnosticar trastornos del movimiento o medir los efectos de lesiones cerebrales o enfermedades neurodegenerativas. También es importante en la evaluación de las habilidades motoras finas y gruesas necesarias para realizar tareas cotidianas, como escribir, abrocharse los botones o conducir un coche.

En realidad, "factores de tiempo" no es un término médico específico. Sin embargo, en un contexto más general o relacionado con la salud y el bienestar, los "factores de tiempo" podrían referirse a diversos aspectos temporales que pueden influir en la salud, las intervenciones terapéuticas o los resultados de los pacientes. Algunos ejemplos de estos factores de tiempo incluyen:

1. Duración del tratamiento: La duración óptima de un tratamiento específico puede influir en su eficacia y seguridad. Un tratamiento demasiado corto o excesivamente largo podría no producir los mejores resultados o incluso causar efectos adversos.

2. Momento de la intervención: El momento adecuado para iniciar un tratamiento o procedimiento puede ser crucial para garantizar una mejoría en el estado del paciente. Por ejemplo, tratar una enfermedad aguda lo antes posible puede ayudar a prevenir complicaciones y reducir la probabilidad de secuelas permanentes.

3. Intervalos entre dosis: La frecuencia y el momento en que se administran los medicamentos o tratamientos pueden influir en su eficacia y seguridad. Algunos medicamentos necesitan ser administrados a intervalos regulares para mantener niveles terapéuticos en el cuerpo, mientras que otros requieren un tiempo específico entre dosis para minimizar los efectos adversos.

4. Cronobiología: Se trata del estudio de los ritmos biológicos y su influencia en diversos procesos fisiológicos y patológicos. La cronobiología puede ayudar a determinar el momento óptimo para administrar tratamientos o realizar procedimientos médicos, teniendo en cuenta los patrones circadianos y ultradianos del cuerpo humano.

5. Historia natural de la enfermedad: La evolución temporal de una enfermedad sin intervención terapéutica puede proporcionar información valiosa sobre su pronóstico, así como sobre los mejores momentos para iniciar o modificar un tratamiento.

En definitiva, la dimensión temporal es fundamental en el campo de la medicina y la salud, ya que influye en diversos aspectos, desde la fisiología normal hasta la patogénesis y el tratamiento de las enfermedades.

Las neuronas, en términos médicos, son células especializadas del sistema nervioso que procesan y transmiten información por medio de señales eléctricas y químicas. Se considera que son las unidades funcionales básicas del sistema nervioso. Las neuronas están compuestas por tres partes principales: el soma o cuerpo celular, los dendritos y el axón. El cuerpo celular contiene el núcleo de la célula y los orgánulos donde ocurre la síntesis de proteínas y ARN. Los dendritos son extensiones del cuerpo celular que reciben las señales entrantes desde otras neuronas, mientras que el axón es una prolongación única que puede alcanzar longitudes considerables y se encarga de transmitir las señales eléctricas (potenciales de acción) hacia otras células, como otras neuronas, músculos o glándulas. Las sinapsis son las conexiones especializadas en las terminales axónicas donde las neuronas se comunican entre sí, liberando neurotransmisores que difunden a través del espacio sináptico y se unen a receptores en la membrana postsináptica de la neurona adyacente. La comunicación sináptica es fundamental para la integración de señales y el procesamiento de información en el sistema nervioso.

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