Región a cada lado de la cara, alrededor de la GLÁNDULA PARÓTIDA.
Tumores o cánceres de la GLÁNDULA PAROTIDA.
Las enfermedades de las glándulas parótidas se refieren a un grupo diverso de trastornos que afectan la estructura o función de las glándulas salivales parótidas, incluyendo inflamación, infección, tumores benignos y malignos, y enfermedades autoinmunes.
La mas grande de los tres pares de GLÁNDULAS SALIVALES. Éstas están situadas en los lados de la CARA, inmediatamente debajo y enfrente del OIDO.

La región parotídea es una ubicación anatómica en la cabeza y cuello. Más específicamente, se refiere a la zona que alberga la glándula parótida, que es la glándula salival más grande del cuerpo humano. Esta glándula produce la mayor parte de la saliva que secretamos en respuesta a la estimulación del nervio facial y durante el proceso de masticar los alimentos.

La región parotídea está localizada justo debajo y hacia adelante del aurícula (pabellón auricular o lóbulo de la oreja) y se extiende desde la línea mandibular (la parte inferior de la mandíbula) hasta la rama superior del esternocleidomastoideo, un músculo grande en el cuello.

La región parotídea contiene no solo la glándula parótida sino también los vasos linfáticos, nervios y tejido conectivo asociados con ella. Es importante en el examen físico y en la práctica quirúrgica, ya que muchos trastornos pueden afectar a la glándula parótida y su funcionamiento, como las infecciones, los tumores benignos o malignos, y las enfermedades autoinmunes.

Las neoplasias de la glándula parótida se refieren a un crecimiento anormal o tumor en la glándula salival más grande del cuerpo, conocida como la glándula parótida. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).

Los tumores benignos son los más comunes y suelen crecer lentamente, siendo asintomáticos en muchos casos. Sin embargo, si crecen lo suficiente, pueden causar molestias o dificultad para masticar, hablar o incluso deglutir.

Por otro lado, los tumores malignos son menos frecuentes pero más preocupantes porque tienen el potencial de extenderse (metástasis) a otras partes del cuerpo. Los síntomas asociados con estos tumores pueden incluir dolor, hinchazón rápida, dificultad para mover los músculos faciales y parálisis facial.

El tratamiento depende del tipo y grado de la neoplasia. Para los tumores benignos, el tratamiento generalmente implica la extirpación quirúrgica. En cambio, para los tumores malignos, el tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos.

Es importante destacar que si bien cualquier persona puede desarrollar un tumor en la glándula parótida, fumar aumenta el riesgo de padecer este tipo de neoplasias. Además, ciertas afecciones genéticas también pueden incrementar la probabilidad de sufrir estos tumores.

Las enfermedades de la glándula parótida se refieren a un grupo diverso de condiciones que afectan a la glándula parótida, que es la glándula salival más grande del cuerpo, localizada justamente debajo y hacia adelante del oído. Estas enfermedades pueden ser infecciosas, inflamatorias, tumorales, o autoinmunes.

1. Infecciones: Las infecciones de la glándula parótida son comúnmente causadas por bacterias como Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes, o virus como el mumps. La inflamación resultante puede provocar dolor, hinchazón y dificultad para masticar o deglutir.

2. Inflamación no infecciosa: La inflamación no infecciosa puede ser causada por diversos factores, incluyendo litiasis salival (cálculos en la glándula), reacciones a ciertos medicamentos, o trastornos autoinmunes como el síndrome de Sjögren.

3. Tumores: Los tumores de la glándula parótida pueden ser benignos o malignos. Los tumores benignos son más comunes y suelen crecer lentamente, sin diseminarse a otras partes del cuerpo. Por otro lado, los tumores malignos pueden crecer rápidamente, invadir tejidos adyacentes y metastatizar (diseminarse) a otros órganos.

4. Trastornos autoinmunes: El síndrome de Sjögren es un trastorno autoinmune que puede afectar la glándula parótida, causando sequedad en los ojos y la boca. Otras enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico o la artritis reumatoide también pueden afectar la glándula parótida.

El tratamiento de estas enfermedades depende del tipo y gravedad del trastorno. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapias dirigidas o medicamentos para aliviar los síntomas. Es importante buscar atención médica especializada en caso de presentar problemas en la glándula parótida.

La glándula parótida es la glándula salival más grande del cuerpo humano, localizada justamente debajo y hacia adelante del oído. Se extiende desde la región temporomandibular hasta el cuello y está compuesta por dos partes: una parte superficial y otra profunda. La glándula parótida secreta la mayor parte de la saliva que contiene amilasa, una enzima importante para iniciar la digestión de los almidones en la boca. Las obstrucciones o inflamaciones en esta glándula pueden causar problemas como el tumor parotídeo o la parotiditis (inflamación de la glándula parótida).

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