Sarampión
Virus del Sarampión
Vacuna Antisarampión
Vacuna contra el Sarampión-Parotiditis-Rubéola
Panencefalitis Esclerosante Subaguda
Morbillivirus
Antígenos CD46
Programas de Inmunización
Paperas
Brotes de Enfermedades
Vacunación
Rubéola (Sarampión Alemán)
Vacuna contra la Parotiditis
Esquemas de Inmunización
Vacuna contra la Rubéola
Virus de la Parotiditis
Virus de la Rubéola
Vigilancia de la Población
Células Vero
Notificación de Enfermedad
Guinea Bissau
Proteínas Virales de Fusión
Organización Panamericana de la Salud
Américas
Virus del Moquillo Canino
Cercopithecus aethiops
Erradicación de la Enfermedad
Inmunoglobulina M
Síndrome de Rubéola Congénita
Enciclopedias como Asunto
Varicela
El sarampión es una enfermedad infecciosa aguda y extremadamente contagiosa causada por el virus morbillivirus, que pertenece al género Morbillivirus de la familia Paramyxoviridae. Se caracteriza clínicamente por la aparición sucesiva de fiebre alta, tos, conjuntivitis, coriza y erupción cutánea maculopapular que comienza en la cara y el cuello y luego se extiende progresivamente a todo el cuerpo.
La infección se propaga principalmente a través de gotitas respiratorias que se dispersan en el aire cuando una persona infectada tose o estornuda. Después de la exposición, los síntomas generalmente comienzan a aparecer después de un período de incubación de aproximadamente 10-14 días.
El sarampión es una enfermedad vacunable y prevenible. La vacuna contra el sarampión, que generalmente se administra como parte de la vacuna triple vírica (MMR) junto con las vacunas contra la parotiditis y la rubéola, proporciona una protección efectiva contra la enfermedad.
En casos graves, el sarampión puede causar complicaciones como neumonía, encefalitis e incluso la muerte, especialmente en niños menores de 5 años y adultos mayores de 20 años. La prevención mediante la vacunación es crucial para controlar la propagación del sarampión y proteger a las personas vulnerables contra esta enfermedad potencialmente grave.
El virus del sarampión, también conocido como morbillivirus de la especie *Morbillivirus del género Paramyxoviridae*, es un agente infeccioso que causa la enfermedad del sarampión en humanos. Es altamente contagioso y se propaga principalmente a través de gotitas en el aire que resultan de la tos y estornudos de personas infectadas.
El virus tiene un diámetro de aproximadamente 120-250 nanómetros y está compuesto por una envoltura lipídica exterior que contiene proteínas virales, incluida la hemaglutinina y la neuraminidasa, que son esenciales para la entrada y propagación del virus en las células huésped. El material genético del virus se encuentra dentro de una nucleocapside helicoidal compuesta por proteínas y ARN monocatenario de sentido negativo.
La infección por el virus del sarampión comienza en las vías respiratorias superiores y puede causar síntomas como fiebre alta, tos, coriza (nariz que moquea), conjuntivitis y manchas blancas en la parte posterior de la garganta (signo de Koplik). Después de un período de incubación de aproximadamente 10-14 días, aparece una erupción cutánea que comienza en la cara y el cuello y se extiende al resto del cuerpo.
El sarampión es una enfermedad prevenible por vacunación. La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) se administra generalmente en dos dosis y ofrece una protección eficaz contra la infección por el virus del sarampión.
La vacuna antisarampión, también conocida como vacuna contra la sarampión o vacuna SRP (sarampión, paperas y rubéola), es un fármaco preventivo utilizado para inmunizar contra el sarampión, una enfermedad viral altamente contagiosa y grave. La versión más común de la vacuna antisarampión se combina con las vacunas contra la rubéola y las paperas, formando la vacuna SRP.
La vacuna antisarampión está hecha del virus vivir atenuado del sarampión. Al administrarlo al cuerpo humano, estimula una respuesta inmunitaria que produce anticuerpos protectores contra el virus sin causar la enfermedad real. La protección completa requiere dos dosis de la vacuna, generalmente administradas a los 12-15 meses y antes de entrar a la escuela (generalmente entre los 4 y 6 años).
La vacuna antisarampión es extremadamente efectiva en prevenir el sarampión. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la primera dosis de la vacuna SRP proporciona protección a más del 95% de los niños, y la segunda dosis aumenta la efectividad al 98%. La vacunación sistemática ha llevado a una disminución significativa en el número de casos de sarampión en todo el mundo.
La vacuna contra el Sarampión-Parotiditis-Rubéola, también conocida como vacuna MMR, es una inmunización que protege contra tres enfermedades virales: sarampión, paperas y rubéola.
La vacuna está compuesta por versiones debilitadas de los virus vivos que causan estas enfermedades. Al administrar la vacuna, el sistema inmunológico del cuerpo puede reconocir y desarrollar una respuesta inmune a los virus, lo que proporciona protección o inmunidad contra futuras infecciones con esos virus.
La vacuna MMR se administra generalmente en dos dosis. La primera dosis se recomienda entre los 12 y 15 meses de edad, y la segunda dosis entre los 4 y 6 años de edad. Sin embargo, los horarios de vacunación pueden variar según las recomendaciones locales y nacionales de salud pública.
Es importante señalar que la vacuna MMR no provoca las enfermedades contra las que protege, pero puede causar efectos secundarios leves, como fiebre o dolor e hinchazón en el lugar de la inyección. En casos raros, pueden ocurrir reacciones alérgicas graves a los componentes de la vacuna. Sin embargo, los beneficios de proteger contra las enfermedades graves y potencialmente mortales que previene la vacuna MMR generalmente superan los riesgos asociados con ella.
La panencefalitis esclerosante subaguda (PES) es una encefalopatía degenerativa extremadamente rara y grave, generalmente asociada con una infección previa por el virus de la rubéola. Se caracteriza por la progresiva disfunción cognitiva, convulsiones, demencia y eventualmente coma y muerte. La PES se diagnostica típicamente varios años después de la infección inicial por rubéola. No existe cura conocida para esta afección y el tratamiento es sintomático y de apoyo. La prevención mediante la vacunación contra la rubéola es clave para evitar la aparición de la PES.
Los morbillivirus son un género de virus pertenecientes a la familia Paramyxoviridae. Son virus con envoltura vírica y forma filamentosa o esférica, con un diámetro de aproximadamente 150-350 nanómetros. El genoma está compuesto por ARN monocatenario de sentido negativo y tiene una longitud de alrededor de 15.000 a 19.000 nucleótidos.
Los morbillivirus incluyen varias especies que causan enfermedades importantes en humanos y animales. En humanos, el morbillivirus más conocido es el virus de la parotiditis o paperas (MeV). Otros ejemplos de morbillivirus que afectan a los animales son el virus del sarampión canino (CDV), el virus del sarampión bovino (BVD), el virus del sarampión equino (HND) y el virus del phocine distemper (PDV).
Estos virus se caracterizan por tener una glicoproteína de fusión (F) y una glicoproteína de superficie (H) que son esenciales para la entrada del virus en las células huésped. La proteína F media la fusión de la membrana viral con la membrana celular, mientras que la proteína H se une a los receptores de la célula huésped.
La transmisión de los morbillivirus suele producirse por contacto directo o por inhalación de gotitas respiratorias infectadas. La enfermedad que causan puede variar desde síntomas leves hasta enfermedades graves y potencialmente mortales, dependiendo del huésped y la especie de virus. El tratamiento es sintomático y no existe un tratamiento antiviral específico para estos virus. La prevención se basa en la vacunación y el aislamiento de los individuos infectados.
Los antígenos CD46, también conocidos como membrane cofactor protein (MCP) o regulador de complemento proteico, son una clase de proteínas que se encuentran en la superficie de la mayoría de las células nucleadas del cuerpo humano. Forman parte del sistema de complemento y desempeñan un papel importante en la regulación de la activación del complemento y la prevención de daños autoinmunes.
La proteína CD46 está compuesta por cuatro dominios similares a las lectinas (denominados dominios Sushi) y un dominio tipo inmunoglobulina. Se une al componente C3b del sistema de complemento y actúa como cofactor para la enzima factor I, lo que resulta en la degradación de C3b y la inhibición de la activación de la vía alternativa del sistema de complemento.
La proteína CD46 también puede interactuar con otras moléculas del sistema inmune, como el receptor FcγR y el receptor de células T, lo que sugiere un papel más amplio en la modulación de las respuestas inmunes.
En medicina, los antígenos CD46 pueden utilizarse como marcadores diagnósticos o pronósticos en diversas enfermedades, como el cáncer y las enfermedades autoinmunes. Además, la proteína CD46 es un objetivo terapéutico potencial para el tratamiento de enfermedades inflamatorias y autoinmunes, ya que su inhibición puede ayudar a reducir la activación excesiva del sistema de complemento y la inflamación.
Los Programas de Inmunización, también conocidos como programas de vacunación, son esfuerzos organizados y sistemáticos para administrar vacunas a grupos específicos de personas en un horario establecido. Estos programas se implementan con el objetivo de proteger a las poblaciones contra enfermedades infecciosas prevenibles por vacunas, reducir la carga de morbilidad y mortalidad asociada con estas enfermedades y promover la salud pública.
Los programas de inmunización suelen estar dirigidos por agencias gubernamentales, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en los Estados Unidos o la Organización Mundial de la Salud (OMS) a nivel internacional. Estos programas establecen recomendaciones sobre cuáles vacunas se deben administrar, a quiénes y en qué momento, basándose en el análisis de la evidencia científica disponible, las características epidemiológicas de cada enfermedad y los factores logísticos y operativos implicados en la implementación de los programas.
Las vacunas utilizadas en los programas de inmunización están diseñadas para estimular al sistema inmunitario a desarrollar una respuesta protectora contra patógenos específicos, como bacterias o virus. Tras la exposición a la vacuna, el organismo produce anticuerpos y células inmunes que permanecen en el cuerpo, proporcionando inmunidad adquirida frente a futuras exposiciones al agente infeccioso.
Los programas de inmunización suelen incluir vacunas contra una variedad de enfermedades, como sarampión, paperas, rubéola, poliomielitis, tétanos, difteria, tos ferina, Haemophilus influenzae tipo b (Hib), hepatitis B, influenza, neumococo y varicela, entre otras. La implementación de estos programas ha contribuido a la disminución significativa de la incidencia y mortalidad asociadas con muchas enfermedades infecciosas prevenibles mediante la vacunación.
Además de las vacunas incluidas en los programas nacionales de inmunización, también existen vacunas recomendadas para determinados grupos etarios o poblaciones específicas, como las vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) para prevenir el cáncer de cuello uterino y otras enfermedades relacionadas, o la vacuna contra la meningitis B para adolescentes y adultos jóvenes.
La efectividad y seguridad de las vacunas utilizadas en los programas de inmunización están ampliamente demostradas a través de estudios científicos rigurosos y monitoreo continuo. Los beneficios de la vacunación suelen superar los riesgos asociados con las reacciones adversas, que en la mayoría de los casos son leves y transitorias.
La participación activa de la comunidad médica, los responsables políticos y la sociedad en general es fundamental para garantizar el éxito de los programas de inmunización y mantener altas coberturas vacunales que protejan a la población frente a enfermedades prevenibles mediante la vacunación. La información basada en evidencia, la comunicación clara y transparente, y el fomento del diálogo entre los diferentes actores implicados son esenciales para abordar las dudas y desinformaciones que puedan surgir en torno a la vacunación.
La definición médica de "paperas" o "rubéola" es una enfermedad infecciosa aguda y contagiosa causada por el virus de la rubéola. Se caracteriza generalmente por la aparición de una erupción cutánea leve, fiebre baja y ganglios linfáticos inflamados. La erupción suele aparecer primero en la cara y luego se extiende al resto del cuerpo. El virus se propaga a través de gotitas en el aire cuando una persona infectada tose o estornuda.
La rubéola es particularmente peligrosa si una mujer embarazada la contrae, especialmente durante el primer trimestre, ya que puede causar graves defectos de nacimiento en el feto, como sordera, problemas cardíacos y deficiencias mentales. Por esta razón, se recomienda encarecidamente que las mujeres embarazadas se vacunen contra la rubéola antes de quedar embarazadas o inmediatamente después del parto.
La enfermedad suele ser leve y no requiere tratamiento específico, aunque los síntomas pueden aliviarse con medicamentos de venta libre para reducir la fiebre y el dolor. En algunos casos, se puede administrar inmunoglobulina específica contra el virus de la rubéola para prevenir o mitigar la enfermedad en personas no vacunadas que hayan estado expuestas al virus.
Los brotes de enfermedades se definen como la aparición de casos de una enfermedad o afección de salud inusuales en números más grandes que los esperados en una población determinada durante un periodo de tiempo específico. Estos brotes pueden ocurrir de forma natural y espontánea, o pueden ser el resultado de la exposición a factores ambientales, agentes infecciosos o toxinas.
Los brotes de enfermedades pueden ser causados por diferentes tipos de patógenos, como bacterias, virus, hongos o parásitos. También pueden ser el resultado de enfermedades no infecciosas, como las enfermedades crónicas o las intoxicaciones alimentarias.
Los brotes de enfermedades pueden tener graves consecuencias para la salud pública y requieren una respuesta rápida y adecuada por parte de los sistemas de salud pública y de atención médica. La detección temprana, el diagnóstico y la intervención son cruciales para controlar y prevenir la propagación adicional de la enfermedad.
La vigilancia de los brotes de enfermedades es una responsabilidad importante de los sistemas de salud pública, y se realiza mediante el monitoreo continuo de los patrones de enfermedad y la investigación de los casos sospechosos o confirmados. La información recopilada durante la vigilancia se utiliza para identificar las causas subyacentes del brote, determinar los factores de riesgo y proteger a la población en riesgo.
La vacunación, también conocida como inmunización activa, es un procedimiento médico en el que se introduce un agente antigénico (vacuna) en el cuerpo, generalmente mediante una inyección, para inducir una respuesta inmune específica y adquirir inmunidad contra una enfermedad infecciosa. Las vacunas contienen microorganismos debilitados o muertos, células virales inactivadas o fragmentos de ellas, que no causan la enfermedad pero sí desencadenan la producción de anticuerpos y la estimulación de las células inmunitarias, lo que permite al sistema inmunológico reconocer, combatir e incluso prevenir futuras infecciones por ese microorganismo específico. La vacunación es una estrategia fundamental en la salud pública y desempeña un papel crucial en la prevención y el control de enfermedades infecciosas a nivel individual y comunitario.
Los anticuerpos antivirales son inmunoglobulinas, es decir, proteínas producidas por el sistema inmunitario, que se unen específicamente a antígenos virales con el fin de neutralizarlos o marcarlos para su destrucción. Estos anticuerpos se producen en respuesta a una infección viral y pueden encontrarse en la sangre y otros fluidos corporales. Se unen a las proteínas de la cápside o envoltura del virus, impidiendo que infecte células sanas y facilitando su eliminación por parte de otras células inmunes, como los fagocitos. Los anticuerpos antivirales desempeñan un papel crucial en la inmunidad adaptativa y pueden utilizarse también en terapias pasivas para prevenir o tratar infecciones virales.
La vacuna contra la parotiditis, también conocida como vacuna contra el sarampión de múltiples antígenos o vacuna MMR (del inglés Measles, Mumps, Rubella), es una inyección que contiene los antígenos vivos atenuados de los virus del sarampión, paperas y rubéola. Su administración tiene por objetivo generar inmunidad adquirida frente a estas enfermedades infecciosas y prevenir su aparición o disminuir la gravedad de los síntomas en caso de contraerlas.
La vacuna contra las paperas se administra normalmente en forma combinada con las vacunas contra el sarampión y la rubéola, ya que estas tres enfermedades virales suelen presentarse juntas y tienen síntomas similares. La mayoría de los países recomiendan la administración de dos dosis de la vacuna MMR, una al año de edad y otra entre los 4 y los 6 años.
La vacuna contra las paperas es altamente efectiva para prevenir la enfermedad, con una eficacia superior al 95% después de una dosis y casi del 100% después de dos dosis. Los efectos secundarios más comunes de la vacuna MMR incluyen dolor e hinchazón en el lugar de la inyección, fiebre leve y erupciones cutáneas. En raras ocasiones, pueden producirse reacciones alérgicas graves a los componentes de la vacuna.
Las hemaglutininas virales son glicoproteínas presentes en la superficie de algunos virus, como el virus de la influenza (gripe). Las hemaglutininas desempeñan un papel crucial en la entrada del virus en las células huésped. Se unen al ácido siálico presente en los receptores de glucosa de la membrana celular, lo que resulta en la aglutinación de los eritrocitos y, posteriormente, en la fusión de la membrana viral con la membrana celular, permitiendo que el material genético del virus ingrese a la célula huésped.
Existen diferentes subtipos de hemaglutininas (H1-H18) que se clasifican según sus diferencias antigénicas. Las variaciones en las hemaglutininas son una de las razones por las que surgen nuevas cepas del virus de la influenza y por las que la vacuna contra la gripe debe actualizarse regularmente para mantenerse eficaz.
Los esquemas de inmunización, también conocidos como programas de vacunación, son planes sistemáticos y organizados para administrar vacunas a grupos específicos de personas en un momento o durante un período determinado, con el objetivo de protegerlos contra enfermedades infecciosas. Estos esquemas están diseñados por autoridades sanitarias y organizaciones de salud pública a nivel nacional e internacional, y tienen en cuenta factores como la edad, las condiciones de salud subyacentes, el riesgo de exposición y la efectividad y seguridad de las vacunas disponibles.
Los esquemas de inmunización suelen incluir recomendaciones sobre cuándo y cómo se deben administrar las vacunas, cuántas dosis son necesarias para lograr una protección adecuada, y cuáles son los intervalos óptimos entre las dosis. También pueden incluir recomendaciones sobre las vacunas adicionales o refuerzos que se deben administrar periódicamente para mantener la protección contra enfermedades específicas.
La implementación y el seguimiento de los esquemas de inmunización son cruciales para garantizar altas tasas de cobertura vacunal y prevenir la propagación de enfermedades infecciosas. La vigilancia de la efectividad y la seguridad de las vacunas, así como la detección y respuesta a brotes epidémicos, también forman parte integral de estos programas.
La vacuna contra la rubéola, también conocida como vacuna contra el sarampión alemán, es una inyección que contiene un virus vivo atenuado de la rubéola. Se administra generalmente en combinación con las vacunas contra el sarampión y las paperas, formando la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola).
La finalidad de la vacuna es proporcionar inmunidad activa contra la rubéola, una enfermedad infecciosa causada por el virus de la rubéola. La rubéola durante el embarazo puede provocar graves anomalías congénitas en el feto, conocidas como síndrome de rubéola congénita.
La vacuna contra la rubéola se recomienda generalmente para niños en edad escolar y también para adolescentes y adultos que no hayan sido vacunados previamente o que no tengan evidencia de inmunidad a la rubéola. La administración de esta vacuna está incluida en los programas de inmunización rutinarios de muchos países, con dos dosis recomendadas para una protección óptima.
Tras la vacunación, la mayoría de las personas desarrollan inmunidad contra el virus de la rubéola y experimentan efectos secundarios leves, como dolor e hinchazón en el lugar de la inyección, fiebre baja o erupción cutánea. Es importante señalar que las mujeres embarazadas no deben recibir la vacuna contra la rubéola, ya que existe un riesgo teórico de daño fetal si una mujer embarazada se infecta con el virus vivo atenuado contenido en la vacuna.
La expresión "Vacunación Masiva" o "Inmunización Masiva" no tiene una definición médica específica y su interpretación puede variar. Sin embargo, generalmente se refiere a la administración de vacunas a un gran número de personas en un corto período de tiempo, con el objetivo de lograr rápidamente altos niveles de inmunidad en una población para prevenir enfermedades infecciosas.
Este tipo de campañas suelen llevarse a cabo en respuesta a brotes o pandemias de enfermedades contagiosas, como el COVID-19, con el fin de proteger a la mayor cantidad de personas posible y reducir la propagación del patógeno. La vacunación masiva requiere una planificación cuidadosa, recursos adecuados y colaboración entre diferentes sectores de la sociedad, incluyendo gobiernos, organizaciones sanitarias y comunidades locales.
El Virus de la Parotiditis, también conocido como virus de la paperas, es un agente infeccioso perteneciente al género Rubulavirus y a la familia Paramyxoviridae. Es el causante de la enfermedad denominada parotiditis o paperas, una afección contagiosa que se caracteriza por la inflamación y hinchazón dolorosa de las glándulas salivales, especialmente las parótidas, ubicadas cerca de las orejas.
El virus se transmite principalmente a través del contacto con gotitas respiratorias infectadas, que se dispersan al hablar, toser o estornudar. Después de la exposición, los síntomas suelen aparecer en un plazo de 14 a 21 días y pueden incluir fiebre, dolores musculares, fatiga, malestar general y, posteriormente, inflamación y dolor en las glándulas salivales. En algunos casos, el virus puede diseminarse y causar complicaciones en otros órganos, como la meningitis, la pancreatitis o la orquitis.
La vacunación es una medida preventiva eficaz contra la infección por Virus de la Parotiditis. La vacuna se administra normalmente en combinación con otras vacunas contra enfermedades prevenibles por el mismo tipo de virus, como el sarampión y la rubeola, formando el llamado VNR (Virus de las Paperas, Sarampión y Rubeola) o MMR (Measles, Mumps and Rubella) en inglés. La vacunación sistemática ha contribuido a una disminución significativa de los casos de parotiditis en muchos países.
El virus de la rubéola, también conocido como virus de la parotiditis o virus de los tres días, es un agente infeccioso perteneciente a la familia Matonaviridae y al género Rubivirus. Es el causante de la rubéola, una enfermedad infecciosa que generalmente afecta a los niños y se caracteriza por la aparición de una erupción cutánea leve, fiebre baja e inflamación de los ganglios linfáticos.
El virus se transmite principalmente a través del contacto con gotitas respiratorias infectadas que se dispersan en el aire cuando una persona infectada tose o estornuda. También puede transmitirse a través de la placenta de una mujer embarazada a su feto, lo que puede provocar graves anomalías congénitas si la infección ocurre durante las primeras semanas de gestación.
El virus de la rubéola se compone de una nucleocápside icosaédrica rodeada por una envoltura lipídica que contiene dos glicoproteínas virales, E1 y E2, que desempeñan un papel importante en la entrada del virus en las células huésped. El genoma del virus está compuesto por ARN monocatenario de sentido positivo y codifica tres proteínas estructurales y dos no estructurales.
El diagnóstico de la rubéola se realiza mediante la detección de anticuerpos específicos contra el virus en sangre o mediante la identificación directa del virus en muestras clínicas utilizando técnicas de biología molecular, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).
El tratamiento de la rubéola es principalmente sintomático y se dirige a aliviar los síntomas asociados con la infección. No existe un tratamiento específico para el virus de la rubéola. La prevención se basa en la vacunación, que ha demostrado ser eficaz en la reducción de la incidencia y la gravedad de la enfermedad. La vacuna contra la rubéla está disponible como parte de la vacuna triple vírica (MMR), que también contiene las vacunas contra el sarampión y las paperas.
La vigilancia de la población, en el contexto de la salud pública, se refiere al proceso continuo y sistemático de recopilación, análisis e interpretación de datos sobre la ocurrencia y distribución de problemas de salud en poblaciones definidas. También incluye la difusión oportuna y útil de los resultados a quienes toman decisiones y a otros usuarios, con el fin de planificar, implementar y evaluar programas y políticas de salud pública.
La vigilancia de la población es una herramienta fundamental para la detección temprana y el seguimiento de enfermedades, lesiones y factores de riesgo, lo que permite a los responsables de la formulación de políticas y los profesionales de la salud tomar medidas oportunas y efectivas para prevenir y controlar problemas de salud. Puede basarse en diferentes fuentes de datos, como registros de morbilidad y mortalidad, encuestas de salud, sistemas de notificación de enfermedades y programas de vigilancia específicos para diferentes enfermedades o poblaciones.
Las células Vero son una línea celular continua derivada originalmente de células renales de un chimpancé adulto normal y sano. Fueron establecidas por primera vez en 1962 por Yasumura y Kawakita en el Instituto de Microbiología de la Universidad de Kioto, Japón. Las células Vero se han utilizado ampliamente en investigación científica, particularmente en estudios de virología, ya que son capaces de soportar la replicación de una amplia gama de virus y producir una citopatía visible, lo que facilita su uso en técnicas de detección y cuantificación virales.
Las células Vero se caracterizan por su capacidad de crecer en monocapa y formar colonias compactas con un aspecto fibroblástico. Son relativamente grandes, midiendo aproximadamente 15-20 micras de diámetro, y tienen un núcleo grande y redondo con uno o más nucléolos visibles. Las células Vero también son estables genéticamente y tienen un crecimiento relativamente rápido, lo que las hace adecuadas para su uso en cultivos celulares a gran escala.
En la actualidad, las células Vero siguen siendo una de las líneas celulares más utilizadas en investigación biomédica y se han utilizado en el desarrollo y producción de vacunas contra varias enfermedades infecciosas, como la viruela, la rabia y el COVID-19. Sin embargo, también hay preocupaciones sobre su uso en algunos contextos, ya que carecen de ciertos mecanismos de defensa naturales contra los virus y, por lo tanto, pueden ser más susceptibles a la infección y la transformación cancerosa que las células del cuerpo humano.
La notificación de enfermedad es un proceso establecido en la salud pública donde se informa oficialmente sobre la ocurrencia de casos o brotes de enfermedades específicas a las autoridades sanitarias competentes. Esto permite su rápida investigación, intervención y control para prevenir la propagación y proteger la salud de la población. La notificación puede ser obligatoria o voluntaria, dependiendo de la legislación y políticas locales o nacionales. Las enfermedades que requieren notificación suelen ser aquellas que representan un riesgo para la salud pública, como enfermedades infecciosas transmisibles, intoxicaciones alimentarias o enfermedades crónicas de importancia en salud pública.
Lo siento por la confusión, pero "Guinea-Bissau" es un país de África Occidental y no hay una definición médica asociada con este término. Si está buscando información sobre el país relacionada con la salud o la medicina, podría estar interesado en conocer datos como:
- Según los últimos datos disponibles de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esperanza de vida al nacer en Guinea-Bissau es de aproximadamente 57 años para los hombres y 61 años para las mujeres.
- Las enfermedades infecciosas siguen siendo un desafío importante en Guinea-Bissau, con el paludismo, la diarrea y las infecciones respiratorias agudas entre las principales causas de morbilidad y mortalidad.
- La tasa de prevalencia del VIH en adultos en Guinea-Bissau es relativamente baja en comparación con otros países africanos, pero sigue siendo un problema de salud importante, especialmente entre los grupos de mayor riesgo como los trabajadores sexuales y los consumidores de drogas inyectables.
- La malnutrición es común en Guinea-Bissau, especialmente entre los niños pequeños, lo que aumenta su vulnerabilidad a las enfermedades infecciosas.
- Los sistemas de salud en Guinea-Bissau siguen siendo débiles y enfrentan desafíos importantes, como la escasez de personal capacitado, la falta de equipamiento e instalaciones adecuadas, y los desafíos financieros.
Espero que esta información sea útil para usted. Si tiene preguntas más específicas sobre un tema relacionado con Guinea-Bissau y la salud o la medicina, no dude en preguntar de nuevo.
Las Proteínas Virales de Fusión son un tipo específico de proteínas virales que desempeñan un papel crucial en el proceso de entrada del virus a la célula huésped. Estas proteínas se encuentran en la envoltura viral y median la fusión de la membrana viral con la membrana celular, permitiendo así que el material genético viral ingrese a la célula huésped.
El proceso de fusión es activado por un cambio conformacional inducido por el pH o por la interacción con receptores específicos en la membrana celular. La estructura tridimensional de las proteínas de fusión típicamente incluye dominios que se unen a la membrana viral y celular, y un "dominio de péptido de fusión" que cambia su conformación para acercar y fusionar las dos membranas.
Las proteínas de fusión son importantes dianas terapéuticas y de vacunas, ya que su inhibición puede prevenir la infección viral. Ejemplos bien conocidos de proteínas de fusión incluyen la gp120/gp41 del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la hemaglutinina del virus de la gripe y la proteína E del virus del SARS-CoV-2.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) es el organismo especializado en salud de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y funciona como la oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su misión es trabajar para mejorar y proteger la salud de todos los pueblos de las Américas.
La OPS promueve y defiende los derechos humanos en relación con la salud, proporciona asesoramiento científico y técnico a sus países miembros, apoya el desarrollo de políticas y programas nacionales de salud, monitorea y reporta eventos de interés en salud pública, y coordina esfuerzos regionales e internacionales para abordar problemas de salud transfronterizos.
La OPS también trabaja en colaboración con otros socios, incluidos gobiernos nacionales, organizaciones no gubernamentales, academia y sector privado, para fortalecer los sistemas de salud y mejorar el acceso a servicios de salud de calidad, especialmente para las poblaciones más vulnerables.
La OPS fue fundada en 1902 como la Oficina Sanitaria Internacional de las Américas (OSI) y se convirtió en la Organización Panamericana de la Salud en 1958. Tiene su sede en Washington, D.C., Estados Unidos, y cuenta con oficinas regionales y nacionales en varios países de las Américas.
No existe una definición médica específica del término 'Américas' en sí, ya que se refiere a un continente o dos (dependiendo de la clasificación geográfica) y no a un concepto médico o una afección de salud. Sin embargo, las Américas están compuestas por varios países con sistemas de salud, enfermedades y poblaciones diversas.
Las Américas se dividen en dos regiones principales: North America (América del Norte) y South America (América del Sur), además de los países insulares del Caribe y Central America (América Central). Cada región tiene sus propios desafíos y énfasis en salud pública, como la prevención y el control de enfermedades infecciosas, la obesidad y las enfermedades crónicas.
En América del Norte, los Estados Unidos, Canadá y México tienen sistemas de atención médica muy diferentes, con desigualdades en el acceso y la calidad de atención. En Canadá, por ejemplo, existe un sistema de salud pública universal, mientras que en los Estados Unidos, el acceso a la atención puede estar limitado por factores como el seguro médico y los costos.
En América del Sur, los sistemas de salud también varían ampliamente entre países, con algunos enfrentando desafíos importantes en términos de recursos y acceso a la atención. Algunos de los principales problemas de salud pública en América del Sur incluyen las enfermedades tropicales desatendidas, el VIH/SIDA y otras enfermedades infecciosas, así como las enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
En el Caribe y América Central, los países a menudo se enfrentan a desafíos únicos en términos de salud pública, como la prevalencia de enfermedades tropicales desatendidas y las altas tasas de mortalidad materna e infantil.
En general, los sistemas de salud en América Latina y el Caribe se caracterizan por una gran disparidad en el acceso y la calidad de atención, con poblaciones marginadas y desfavorecidas experimentando peores resultados de salud. Los esfuerzos para abordar estas desigualdades y mejorar los sistemas de salud en la región siguen siendo una prioridad importante.
Lo siento, pero no puedo encontrar un término médico llamado 'Niger'. Es posible que haya habido un error en la ortografía o puede ser que no sea un término médico reconocido. Por favor, verifique la ortografía y si el término está relacionado con el campo médico. Si aún necesita ayuda, no dude en proporcionar más detalles o contexto.
En la medicina, el término "viaje" generalmente se utiliza en referencia al movimiento o trayectoria de un objeto, como una tableta o cápsula, a través del tubo digestivo después de ser ingerido. Este término es comúnmente empleado en el contexto de la farmacología y la gastroenterología para describir y evaluar cómo los medicamentos o suplementos se desplazan dentro del cuerpo.
El "viaje" de un fármaco puede influir en su absorción, biodisponibilidad y tiempo de acción. Por ejemplo, algunos fármacos están diseñados para disolverse rápidamente en el estómago, mientras que otros se disuelven lentamente en el intestino delgado. La comprensión de cómo los diferentes factores, como la motilidad gastrointestinal y la secreción gástrica, afectan al viaje de un fármaco puede ayudar a optimizar su eficacia terapéutica y minimizar los efectos adversos.
Además, el término "viaje" también se utiliza en relación con los dispositivos médicos, como los stents o las prótesis, que se mueven a través del cuerpo durante su implantación quirúrgica o retirada.
El virus del moquillo canino, también conocido como parvovirus canino, es un patógeno que causa una enfermedad infecciosa grave en perros y otros cánidos. Es un virus resistente que se transmite a través del contacto directo o indirecto con heces infectadas.
El virus del moquillo canino afecta principalmente al sistema gastrointestinal, causando diarrea severa, vómitos y deshidratación. También puede afectar al sistema nervioso central, provocando síntomas neurológicos como temblores musculares, convulsiones e incluso parálisis en casos graves.
El virus es muy resistente en el medio ambiente y puede sobrevivir durante varios meses en superficies contaminadas. La enfermedad se previene mediante la vacunación regular de los perros, que se considera una de las vacunas más importantes para mantener la salud de los animales domésticos.
Los síntomas de la enfermedad suelen aparecer entre 3 y 10 días después del contagio y pueden incluir fiebre, letargia, pérdida de apetito, dolor abdominal, diarrea severa y vómitos. En casos graves, la deshidratación y el shock pueden ser fatales.
El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre o heces, que detectan la presencia del virus o sus anticuerpos. El tratamiento es principalmente de apoyo y consiste en rehidratar al animal, controlar los vómitos y la diarrea, y prevenir las infecciones secundarias. En casos graves, puede ser necesaria la hospitalización.
'Cercopithecus aethiops', comúnmente conocido como el mono verde, es una especie de primate que se encuentra en gran parte del África subsahariana. Estos monos son omnívoros y generalmente viven en grupos sociales grandes y complejos. Son conocidos por su pelaje verde oliva y sus colas largas y no prensiles. El término 'Cercopithecus aethiops' es utilizado en la medicina y la biología para referirse específicamente a esta especie de primate.
Las vacunas combinadas, también conocidas como vacunas multivalentes, son dos o más vacunas diferentes que se combinan en una sola formulación. Esto permite administrar varias protecciones inmunológicas con una sola inyección, reduciendo así el número total de inyecciones necesarias y simplificando el proceso de vacunación.
Cada componente de la vacuna combinada está diseñado para proteger contra diferentes enfermedades. Por ejemplo, la vacuna DTPA (diftérica, tétanos, tos ferina y poliomielitis) o la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola) son tipos comunes de vacunas combinadas.
Es importante señalar que cada componente de la vacuna combinada se ha evaluado cuidadosamente para garantizar que no interfieran entre sí y que sigan proporcionando una protección inmunológica adecuada. Además, las vacunas combinadas han demostrado ser seguras y eficaces en la prevención de enfermedades.
La erradicación de una enfermedad, en términos médicos, se refiere al proceso de eliminar completamente una enfermedad infecciosa a nivel global. Esto significa que la enfermedad ya no existe en ninguna parte del mundo, y por lo tanto, no puede causar daño a los seres humanos.
Esto se logra mediante una combinación de intervenciones, incluyendo vacunación generalizada, detección y tratamiento tempranos, mejores condiciones sanitarias y de saneamiento, así como esfuerzos educativos y de salud pública. Un ejemplo de éxito en la erradicación de una enfermedad es la viruela, que fue declarada oficialmente erradicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1980. Sin embargo, este es un proceso difícil y costoso, y solo se ha logrado con unas pocas enfermedades hasta ahora.
Las nucleoproteínas son complejos formados por la unión de proteínas con ácidos nucleicos (ADN o ARN). En otras palabras, son moléculas resultantes de la interacción entre proteínas y ácidos nucleicos, donde cada uno de estos componentes mantiene su estructura y funciones originales.
La unión de las proteínas con los ácidos nucleicos es fundamental para diversos procesos celulares, como la replicación, transcripción y traducción del material genético, así como también en la estabilización y compactación de los cromosomas durante la división celular.
Existen diferentes tipos de nucleoproteínas, dependiendo del tipo de ácido nucleico involucrado (ADN o ARN) y de las características específicas de cada proteína asociada. Algunos ejemplos incluyen los histonas, que son proteínas básicas que se unen al ADN para formar la cromatina, y diversas enzimas que participan en la síntesis y reparación del ADN, como la polimerasa o la ligasa.
La Salud Mundial es una perspectiva integral y un concepto amplio que se refiere al estado de bienestar físico, mental y social de las poblaciones y los individuos en todo el mundo. Es promovida y protegida no solo a través de la ausencia de enfermedad o discapacidad, sino también mediante el logro de un nivel óptimo de bienestar. La Salud Mundial está profundamente arraigada en los determinantes sociales, económicos y ambientales de la salud y, por lo tanto, requiere una acción coordinada y sostenida a nivel mundial para abordar las desigualdades en salud y promover la equidad en salud.
La definición más ampliamente citada de Salud Mundial es la proporcionada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su constitución adoptada en 1948: "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades".
La Salud Mundial se enfoca en el bienestar colectivo y la justicia social, reconociendo que las acciones y políticas nacionales e internacionales tienen un impacto directo en la salud y el bienestar de las personas en todo el mundo. Por lo tanto, la Salud Mundial implica una cooperación y solidaridad global para garantizar que todas las personas, independientemente de su raza, género, edad, clase o nacionalidad, tengan acceso a los servicios de salud, la educación, la vivienda, el agua potable y los alimentos nutritivos que necesitan para vivir una vida saludable y próspera.
La Inmunoglobulina M (IgM) es un tipo de anticuerpo que desempeña un papel crucial en el sistema inmunitario humano. Es la primera línea de defensa del cuerpo contra las infecciones y actúa rápidamente después de que una sustancia extraña, como un virus o bacteria, ingresa al organismo.
Las IgM son grandes moléculas producidas por los linfocitos B (un tipo de glóbulo blanco) en respuesta a la presencia de antígenos, que son sustancias extrañas que desencadenan una respuesta inmunitaria. Las IgM se unen específicamente a los antígenos y ayudan a neutralizarlos o marcarlos para su destrucción por otras células del sistema inmunitario.
Las IgM están compuestas de cinco unidades idénticas de moléculas de inmunoglobulina, lo que les confiere una alta avidez (afinidad) por el antígeno y una gran capacidad para activar el sistema del complemento, una serie de proteínas plasmáticas que trabajan juntas para destruir las células infectadas.
Las IgM se encuentran principalmente en el plasma sanguíneo y los líquidos corporales, como la linfa y el líquido sinovial. Su producción aumenta rápidamente durante una infección aguda y luego disminuye a medida que otras clases de anticuerpos, como las IgG, toman el relevo en la defensa contra la infección.
En resumen, la Inmunoglobulina M es un tipo importante de anticuerpo que desempeña un papel fundamental en la detección y eliminación de sustancias extrañas y patógenos del cuerpo humano.
El Síndrome de Rubéola Congénita (SRC) es un grupo de anomalías y defectos de desarrollo que ocurren en un bebé cuando la madre contrae rubéola durante el embarazo, especialmente durante el primer trimestre. La rubéola, también conocida como sarampión alemán, es una infección viral contagiosa que generalmente causa síntomas leves o incluso no presentar síntomas en los adultos sanos. Sin embargo, si una mujer embarazada se infecta con el virus de la rubéola, puede causar graves problemas de salud en el feto en desarrollo.
Los signos y síntomas del SRC pueden variar ampliamente, dependiendo de la edad gestacional en que ocurrió la infección y su gravedad. Algunos bebés con SRC pueden tener solo uno o dos síntomas leves, mientras que otros pueden presentar una variedad de problemas de salud graves y potencialmente discapacitantes. Los signos y síntomas más comunes del SRC incluyen:
* Defectos cardíacos congénitos
* Pérdida auditiva
* Microcefalia (cabeza pequeña)
* Retraso mental
* Cataratas o glaucoma
* Anomalías en el desarrollo de los dientes
* Pequeño tamaño al nacer
Otros síntomas menos comunes pueden incluir hepatoesplenomegalia (agrandamiento del hígado y bazo), ictericia, púrpura (manchas rojas o moradas en la piel), y problemas respiratorios.
El SRC puede ser prevenido mediante la vacunación contra la rubéola. La recomendación general es que todas las mujeres en edad fértil deben estar vacunadas contra la rubéola antes de quedar embarazadas. Si una mujer se infecta con el virus de la rubéola durante el embarazo, especialmente durante el primer trimestre, existe un mayor riesgo de que su bebé desarrolle defectos de nacimiento asociados con el SRC.
No existe una definición médica específica para "Enciclopedias como Asunto" ya que esta frase parece ser una expresión coloquial o un título en lugar de un término médico. Sin embargo, si nos referimos al término "enciclopedia" desde un punto de vista educativo o del conocimiento, podríamos decir que se trata de una obra de consulta que contiene información sistemática sobre diversas áreas del conocimiento, organizadas alfabética o temáticamente.
Si "Enciclopedias como Asunto" se refiere a un asunto médico en particular, podría interpretarse como el estudio o la investigación de diferentes aspectos relacionados con las enciclopedias médicas, como su historia, desarrollo, contenido, estructura, impacto en la práctica clínica y la educación médica, entre otros.
Sin un contexto más específico, es difícil proporcionar una definición médica precisa de "Enciclopedias como Asunto".
La varicela es una enfermedad infecciosa aguda causada por el virus varicela-zóster, que pertenece a la familia Herpesviridae. Se caracteriza clínicamente por la aparición de una erupción cutánea pruriginosa con lesiones en diferentes estadios de evolución (vesículas, pústulas, costras), fiebre leve y malestar general.
La varicela es altamente contagiosa y se propaga principalmente a través del contacto directo con las lesiones cutáneas o por vía aérea al través de gotitas de Flügge que contienen el virus, emitidas por una persona infectada durante procesos como toser o estornudar.
La enfermedad es generalmente autolimitada y dura aproximadamente entre 5 y 10 días. Sin embargo, las complicaciones pueden ocurrir, especialmente en personas inmunodeprimidas, adultos, mujeres embarazadas y recién nacidos. Las complicaciones más comunes incluyen sobreinfección bacteriana de la piel, neumonía, hepatitis y encefalitis.
Después de recuperarse de la varicela, el virus permanece latente en los ganglios nerviosos y puede reactivarse décadas más tarde, causando herpes zóster (culebrilla). La vacunación es una estrategia eficaz para prevenir la infección por el virus varicela-zóster y sus complicaciones.
Los morbillivirus son un género de virus pertenecientes a la familia Paramyxoviridae. Son virus con envoltura viral y poseen un genoma de ARN monocatenario de sentido negativo. Dentro de este género se encuentran varios virus que pueden causar infecciones en humanos y animales.
Las infecciones por morbillivirus más conocidas en humanos son el sarampión y la parotiditis epidémica o paperas. El sarampión es una enfermedad viral aguda y altamente contagiosa que se caracteriza por fiebre, tos, conjuntivitis, coriza y erupción cutánea generalizada. Por otro lado, la parotiditis epidémica es una infección viral que afecta principalmente a las glándulas salivales y parótidas, aunque también puede causar complicaciones en otros órganos.
En animales, los morbillivirus pueden causar enfermedades graves en diferentes especies. Por ejemplo, el virus del sarampión canino (CDV) es un morbillivirus que afecta a perros y otros animales carnívoros, causando síntomas como fiebre, letargia, anorexia, vómitos y diarrea. El virus de la enfermedad de Distemper encefalomiocarditis (PDV) es otro morbillivirus que afecta principalmente a bóvidos y causa síntomas neurológicos y cardíacos.
El diagnóstico de infecciones por morbillivirus se realiza mediante la detección del virus o su ARN en muestras clínicas, como sangre, líquido cefalorraquídeo o secreciones respiratorias. El tratamiento es sintomático y de soporte, ya que no existe un tratamiento específico para estas infecciones. La prevención se basa en la vacunación y en la implementación de medidas de control de las enfermedades zoonóticas.