Dificultad de DEGLUCIÓN que puede estar ocasionada por una alteración neuromuscular o una obstrucción mecánica. La disfagia se clasifica en dos tipos distintos: disfagia orofaríngea debida a una mala función de la FARINGE y el ESFINTER ESOFÁGICO SUPERIOR; y la disfagia esofágica debida a una mala función del ESÓFAGO.
El acto de toma de sólidos y líquidos en el TRACTO GASTROINTESTINAL a través de la boca y la garganta.
Un hueso móvil en forma de "U" que se encuentra en la parte anterior del cuello a nivel de la tercera vértebra cervical. El hueso hioides se encuentra suspendido desde los procesos de los HUESOS TEMPORALES por los ligamentos, y está firmemente vinculado al CARTÍLAGO TIROIDES mediante los músculos.
La estructura de la unión faringoesofágea que consiste principalmente en el MÚSCULO CRICOFARÍNGEO. Ocluye normalmente el lumen del ESÓFAGO, excepto durante el acto de DEGLUCIÓN.
La parte media de la faringe que está atrás de la boca, inferior al PALADAR BLANDO, y superior a la base de la lengua y de la EPIGLOTIS. Esto tiene una función digestiva ya que el alimento pasa de la boca hasta la orofaringe antes de su entrada en el ESÓFAGO.
Enfermedad de la neurona motora que se caracteriza por debilidad progresiva de los músculos inervados por los nervios craneales del tronco cerebral inferior. Las manifestaciones clínicas incluyen disartria, disfagia, debilidad facial, debilidad lingual y fasciculaciones de los músculos de la lengua y faciales. La forma adulta de la enfermedad se caracteriza inicialmente por debilidad bulbar que progresa hasta afectar las neuronas motoras a través del neuroeje. Eventualmente este estado puede ser indistinguible de la ESCLEROSIS AMIOTRÓFICA LATERAL. El síndrome de Fazio-Londe es una forma hereditaria de esta enfermedad y se presenta en niños y adultos jóvenes (Traducción libre del original: Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, p1091; Brain 1992 Dec;115(Pt 6):1889-1900).
Acto y proceso de masticar y moler el alimento en la boca.
Parte inferior de la faringe situado debajo de la OROFARINGE y posterior a la LARINGE. La hipofaringe se comunica con la laringe a través de la entrada de la laringe, y también es llamada laringofaringe.
Fino cartílago en forma de hoja cubierto por la MUCOSA LARÍNGEA y situada atrás de la raíz de la lengua y del HUESO HIOIDES. Durante la acción de tragar la epiglotis se dobla sobre la entrada de la laringe y la cubre, impidiendo la entrada de alimentos en las vias aéreas.
Tubo fibromuscular en forma de embudo que transporta los alimentos hasta el ESÓFAGO y el aire hasta la LARINGE y el PULMÓN. Está situada en la parte posterior de la CAVIDAD NASAL, la CAVIDAD ORAL y la LARINGE y se extiende desde la BASE DEL CRÁNEO hasta el borde inferior del CARTÍLAGO CRICOIDEO por la parte anterior y hasta el borde inferior de la vértebra C6 por la parte posterior. Se divide en NASOFARINGE, OROFARINGE e HIPOFARINGE (laringofaringe).
Un órgano de estructura tubular de producción de la VOZ. Se encuentra localizado en la parte anterior del cuello, superior de la tráquea e inferior de la lengua y HUESO HIOIDES.
Hueso irregular e impar situado en la BASE DEL CRÁNEO y acuñado entre los huesos frontales, temporales y occipitales (HUESO FRONTAL.
Un órgano muscular en la boca que se cubre con tejido de color rosa llamada mucosa, pequeñas protuberancias llamadas papilas, y miles de papilas gustativas. La lengua está anclado a la boca y es vital para masticar, tragar, y para la voz.
El complemento de dientes en las mandíbulas luego de la irrupción de algunos de los dientes permanentes pero antes de que se pierdan todos los dientes deciduales.
Músculos voluntarios de la FARINGE que se encuentran dispuestos en dos capas. La capa externa circular consta de tres músculos constrictores (superior, medio e inferior). La capa interna longitudinal consiste en los músculos palatofaríngeo, salpingofaríngeo, y estilofaríngeo. Durante la deglución, la capa exterior estrecha la pared faríngea y la capa interna eleva la faringe y la LARINGE.
Producción de una imagen cuando los rayos x chocan con una pantalla fluorescente.
Estrechamiento del ESÓFAGO.La maypria son adquiridas pero pueden ser congénitas.
Un trastorno afectivo mayor caracterizado por grandes oscilaciones del ánimo (episodios de manía o depresión mayor) y por una tendencia a la remisión y a la recurrencia.
Cualquiera de los dos pequeños huesos rectangulares y alargados que unidos forman el puente de la nariz.
Medición de la presión o la tensión de liquidos o gases con un manómetro.
Medida de las dimensiones de la CABEZA.
Cavidad oral de forma ovalada localizada en el extremo del tracto digestivo y que está formada por dos partes: el vestíbulo y la cavidad oral propiamente dicha.
Enfermedades psiquiátricas manifestadas por rupturas en el proceso de adaptación, expresadas primariamente por anormalidades del pensamiento, sentimiento y conducta, produciendo distrés o incapacidad funcional.
Segmento muscular membranoso entre la FARINGE y el ESTÓMAGO en el TRACTO GASTROINTESTINAL SUPERIOR.
ANSIEDAD persistente e incapacitante.
Aquellos trastornos que tienen como principal característica alteraciones del ánimo.
Hueso mayor y más fuerte de la CARA que constituye el maxilar inferior. En el mismo se asientan los dientes inferiores.
Clasificación categórica de los trastornos mentales sobre la base de grupos de criterios con características definidas. Es producido por la Asociación Americana de Psiquiatría. (DSM-IV, page xxii)
Registro de los cambios del potencial eléctrico de los músculos por medio de electrodos de superficie o agujas electrodos.
Marcada depresión que aparece en el periodo de involución y que se caracteriza por alucinaciones, delirios, paranoia y agitación.
Un trastorno conductual con origen en la infancia y cuyas características esenciales consisten en inatención, impulsividad e hiperactividad inadecuados en relación con el nivel de desarrollo. Aunque la mayoría de los individuos tienen síntomas tanto de inatención como de hiperactividad-impulsividad, uno u otro patrón puede ser predominante. El trastorno es más frecuente en varones que en hembras. Aparece en la infancia. Los síntomas a menudo se atenúan al final de la adolescencia, aunque una minoría experimenta el cuadro completo de síntomas en medio de la edad adulta.(De DSM-V)
Un trastorno afectivo que se manifesta tanto por un estado anímico disfórico como por la pérdida de interés o placer en las actividades usuales. El trastorno del ánimo es prominente y relativamente persistente.
Un trastorno de ansiedad caracterizado por obsesiones o compulsiones recurrentes y persistentes. Obsesiones son las ideas, pensamientos e imágenes intrusivos, que son experimentados como sin sentido o repulsivos. Compulsiones son las conductas repetitivas y aparentemente con sentido, generalmente reconocidas por los individuos como carentes de sentido y de las cuales los individuos no obtiene placer aunque proporcionen un alivio a la tensión.
Tipo de trastornos de estrés traumático con síntomas que duran hasta más de un mes. Hay varias formas de trastornos por estrés postraumático, dependiendo del tiempo de comienzo y la duración de esos síntomas de estrés. En la forma aguda, los sintomas duran entre 1 y 3 meses. En la forma crónica, los síntomas duran mas de 3 meses. Cuando el comienzo se retrasa, los síntomas aparecen más de 6 meses después de producirse el traumatismo.
Un trastorno que tiene su inicio en la infancia. Caracterizado por la presencia de un desarrollo acentuadamente anormal o incapacitado en las interacciones sociales y la comunicación y de un repertorio marcadamente restringido de actividades e intereses. Las manifestaciones del trastorno varían mucho dependiendo de la edad cronológica y del nivel de desarrollo del individuo. (DSM-V)
Trastornos de ansiedad en los cuales el aspecto central es un miedo persistente e irracional a un objeto, actividad o situación específicos, que el individuo se siente compelido a evitar. El individuo reconoce que el miedo es excesivo e irracional.
Distorsiones severas en el desarrollo de varias funciones psicológicas básicas que no son normales para ninguna etapa del desarrollo. Estas distorsiones se manifiestan a través de afectaciones sociales duraderas, anormalidades del lenguaje y movimientos motores peculiares.
Trastornos en los que hay una pérdida de los límites del yo o severas afectaciones en el reconocimiento de la realidad, con delirios o alucinaciones prominentes.
Trastornos relacionados con el abuso de sustancia.
Patrón repetitivo y persistente de conducta en el que son violados los derechos básicos de otros o las principales reglas sociales válidas para la edad. Estas conductas incluyen la conducta agresiva, que causa o amenaza con causar daños físicos a otras personas o animales, conducta no agresiva que causa pérdidas o daños a las propiedades, engaños o robos, y graves violaciones de las reglas. Se inicia antes de los 18 años de edad (Adaptación del original:DSM-IV, 1994).
Trastornos que se caracterizan por TICS recurrentes que pueden interferir con el habla y con otras actividades. Los tics son súbitos, rápidos, movimientos motores estereotipados o vocalizaciones que pueden exacerbarse por el estrés, y que generalmente se atenúan durante la realización de actividades absorbentes. Los trastornos de tics se distinguen de las afecciones que poseen otros tipos de movimientos anormales porque ellos pueden acompañarse por otras situaciones médicas generales. (Traducción libre del original: DSM-IV, 1994)
Procedimientos estandarizados basados en escalas de categorías o módulos de entrevistas conducidos por profesionales de la salud para evaluar el grado de enfermedad mental.
Un trastorno de personalidad caracterizado por un patrón de inestabilidad de las relaciones interpersonales, la auto-imagen y los afectos, e impulsividad acentuada, que comienza en los inicios de la adultez y está presente en una variedad de contextos.
Inflamación de la garganta (FARINGE).
Obras que contienen artículos de información sobre temas de cualquier campo del conocimiento, generalmente presentadas en orden alfabético, o una obra similar limitada a un campo o tema en especial.
Especie de bacteria cocoide grampositiva aislada de las lesiones cutáneas, sangre, exudados inflamatorios y del tracto respiratorio superior de humanos. Es un Streptococcus hemolítico del grupo A que puede causar ESCARLATINA y FIEBRE REUMÁTICA.
Infecciones producidas por bacterias del género STREPTOCOCCUS.
Especie de HAEMOPHILUS que se encuentra en las membranas mucosas de los humanos y en una variedad de animales. La especie se subdivide en biotipos del I al VIII.
Género de PICORNAVIRIDAE que vive principalmente en el tracto respiratorio de hospederos mamíferos. Incluye a cepas humanas asociadas con los catarros comunes.

Los trastornos de deglución, también conocidos como disfagia, se refieren a dificultades o desórdenes en el proceso de deglución (tragar). Este proceso comprende varias etapas secuenciales que involucran la coordinación de músculos y estructuras complejas.

La deglución se puede dividir en tres fases: oral, faríngea y gástrica. La fase oral implica la preparación del bolo alimenticio y su movimiento hacia la parte posterior de la boca. Durante la fase faríngea, el alimento pasa por la garganta (faringe), las cuerdas vocales se cierran para prevenir que el alimento o líquido entre a los pulmones, y el alimento desciende hacia el esófago. La fase gástrica involucra la relajación del esfínter esofágico inferior para permitir que el alimento ingrese al estómago.

Un trastorno de deglución puede ocurrir en cualquiera de estas fases y puede ser causado por diversos factores, como condiciones neurológicas (como un accidente cerebrovascular, esclerosis múltiple o enfermedad de Parkinson), anormalidades estructurales (como estenosis esofágica o cáncer), o problemas musculares (como distonía o espasticidad).

Los síntomas de los trastornos de deglución pueden incluir dificultad para iniciar la deglución, dolor al tragar, sensación de que el alimento se queda atascado en la garganta, tos o ahogo durante o después de comer, pérdida de peso y desarrollo de neumonía por aspiración. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir terapia del habla y de la deglución, modificaciones en la dieta, medicamentos o cirugía.

La deglución, también conocida como swallowing en inglés, es un proceso complejo y activamente controlado que involucra varios músculos y nervios. Se refiere al movimiento coordinado de transportar una sustancia (como líquidos o sólidos) desde la boca hacia el estómago para su digestión.

Este proceso se divide en tres fases: oral, faríngea y gástrica. En la fase oral, los alimentos son masticados y mezclados con saliva para formar un bolo alimenticio. Luego, esta masa es empujada hacia atrás de la boca hasta la parte posterior de la garganta (faringe) mediante la lengua.

En la fase faríngea, se activan una serie de reflejos que cierran la vía aérea (cierre de las cuerdas vocales y elevación de la úvula) para evitar que los alimentos entren en las vías respiratorias. Al mismo tiempo, los músculos faríngeos se contraen para empujar el bolo alimenticio hacia el esófago.

Finalmente, en la fase gástrica, el esófago se relaja y permite que el alimento pase al estómago, donde continúa el proceso de digestión. La deglución desempeña un papel crucial en la nutrición y la salud general, y cualquier trastorno o dificultad en este proceso puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona.

El hueso hioides es un pequeño hueso en forma de U ubicado en el cuello, entre la base del cráneo y el cartílago tiroides. No se conecta directamente con otras estructuras óseas, sino que está suspendido por una serie de músculos y ligamentos. Forma parte del esqueleto de la laringe o caja de voz y desempeña un papel vital en las funciones de respiración, deglución y fonación. La posición única del hueso hioides lo hace susceptible a lesiones por traumatismos en el cuello, como whiplash o estrangulamiento.

El esfínter esofágico superior (EEs) es un músculo en forma de anillo ubicado en la parte superior del esófago, que se inserta en el borde inferior de la región faringolaríngea y se continúa con el músculo circofaríngeo. El EEs actúa como una válvula o un mecanismo de barrera, regulando el paso de los alimentos y líquidos desde la faringe al esófago durante la deglución (proceso de ingestión de alimentos).

El tono del EEs generalmente está relajado para permitir que el aire fluya libremente hacia los pulmones durante la respiración. Sin embargo, durante la deglución, el músculo se contrae para cerrar el lumen (luz o cavidad) del esófago y evitar que los contenidos del estómago regresen al esófago o la faringe. Luego, el EEs se relaja nuevamente para permitir que los alimentos ingresen al esófago. La disfunción de este músculo puede causar problemas como reflujo gastroesofágico y dificultad para deglutir (disfagia).

La orofaringe es la parte superior del tracto digestivo y el tracto respiratorio que se encuentra justo detrás de la cavidad oral o boca. Se extiende desde la base del cráneo hasta el nivel del segundo y tercer anillo traqueal, donde limita con la hipofaringe o glotis. La orofaringe es parte de la región conocida como la faringe, que también incluye la nasofaringe y la hipofaringe.

La orofaringe desempeña un papel importante en tanto la deglución como la respiración. Durante la deglución, los alimentos son impulsados desde la boca a través de la orofaringe hacia el esófago para su digestión posterior. Durante la respiración, el aire pasa a través de la orofaringe en su camino hacia los pulmones.

La orofaringe está compuesta por tejido muscular y mucoso y contiene varias estructuras importantes, como las amígdalas palatinas o " vegetaciones", el paladar blando y la úvula o campanilla. Las infecciones o inflamaciones de la orofaringe pueden causar diversos síntomas, como dolor de garganta, dificultad para tragar y fiebre.

La Parálisis Bulbar Progresiva (PBP) es un trastorno neurológico degenerativo que afecta los músculos del bulbo raquídeo, la parte inferior del tronco encefálico responsable de controlar funciones vitales como la deglución (swallowing), el habla y las funciones respiratorias.

La enfermedad se caracteriza por una progresión lenta e inexorable de la debilidad muscular, con dificultad para hablar, masticar, tragar y, finalmente, problemas respiratorios graves que pueden ser fatales. La PBP es una forma rara de enfermedad del motoneurón y se asocia a menudo con la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), aunque también puede ocurrir como una afección independiente.

La causa exacta de la PBP sigue siendo desconocida, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos y ambientales. No existe cura conocida para esta enfermedad, y el tratamiento se centra en aliviar los síntomas y mantener la calidad de vida del paciente tanto como sea posible.

La masticación es un proceso fisiológico que involucra el movimiento coordinado de los músculos maxilares y la acción de los dientes para triturar, desgarrar o moler los alimentos sólidos en partículas más pequeñas y manejables. Este proceso mecánico facilita la deglución (swallowing) y la digestión posterior de los nutrientes. La masticación es una función importante de los sistemas musculoesquelético y gastrointestinal, y su correcto funcionamiento contribuye a una buena salud oral y general. Los trastornos en la masticación pueden derivar en problemas como la disfagia (dificultad para deglutir), la malnutrición o el dolor articular y muscular.

La hipofaringe, en anatomía y medicina, se refiere a la porción inferior o parte final de la faringe, ubicada justamente encima del esófago. Es una cavidad en forma de tubo que desempeña un papel crucial en el proceso de deglución o swallowing, ya que actúa como un conducto común para el pasaje de los alimentos y líquidos hacia el esófago, así como también del aire inspirado hacia la laringe y las vías respiratorias.

La hipofaringe está revestida por mucosa y presenta una serie de pliegues transversales llamados salpingofaringeos o plegues de Passavant, que ayudan a cerrar la entrada a la laringe durante el proceso de deglución, evitando así que los alimentos o líquidos entren en las vías respiratorias.

Es importante mencionar que alteraciones o patologías en la hipofaringe pueden ocasionar dificultades al momento de deglutir, lo cual puede derivar en complicaciones como neumonía por aspiración o desnutrición.

La epiglotis es una estructura en forma de lengüeta ubicada en la parte posterior de la cavidad oral, específicamente en la entrada a la tráquea. Se considera parte del sistema respiratorio pero también desempeña un papel importante en el proceso de deglución o swallowing.

La epiglotis está compuesta por tejido cartilaginoso elástico recubierto por mucosa. Su función principal es cerrarse durante el acto de deglución para evitar que los alimentos y líquidos entren en las vías respiratorias, desviándolos hacia el esófago. Fuera del proceso de deglución, la epiglotis permanece abierta, permitiendo así el paso libre del aire hacia los pulmones.

En términos médicos, las condiciones que afectan a la epiglotis pueden incluir infecciones (epiglotitis), traumatismos o cáncer. La epiglotitis es una emergencia médica potencialmente letal, especialmente en niños pequeños, ya que la inflamación de la epiglotis puede bloquear las vías respiratorias.

La faringe es un conducto muscular y membranoso en el cuerpo humano que actúa como una vía común para la deglución (proceso de swallowing), la respiración y, en algunos vertebrados, la fonación (producción de sonidos). Se extiende desde la base de cráneo hasta la cavidad torácica y se divide en tres regiones: nasofaringe (superior), orofaringe (media) y laringofaringe (inferior). La faringe desempeña un papel crucial en el proceso de protección del sistema respiratorio contra la invasión de microorganismos, partículas extrañas y también participa en los procesos inmunológicos.

La laringe es un órgano musculo-membranoso situado en la parte anterior del cuello, justo por encima de la tráquea. Tiene aproximadamente 4-5 cm de longitud y tiene forma de pirámide con su base hacia arriba. La laringe desempeña un papel crucial en las funciones vitales y comunicativas, ya que contiene las cuerdas vocales, que producen los sonidos del habla.

Además, la laringe actúa como una válvula protectora para las vías respiratorias inferiores. Durante la deglución, las piezas cartilaginosas de la laringe se elevan y cierran la glotis (la abertura entre las cuerdas vocales), evitando que los alimentos o líquidos entren en los pulmones. La laringe también contiene glándulas productoras de mucus, que ayudan a humedecer y lubricar el aire inhalado.

La patología de la laringe puede incluir diversas condiciones, como inflamación, infección, cáncer o disfunción de las cuerdas vocales, todas las cuales pueden afectar negativamente la voz y la capacidad de respirar normalmente.

El hueso esfenoides es un hueso central del cráneo que ayuda a formar el neurocráneo y parte del spláncrano. Tiene la forma de una mariposa y contribuye a formar los límites de las órbitas oculares, así como también forma parte del piso y laterales de la cavidad craneal. En su interior alberga los senos esfenoidales.

Está situado en la base del cráneo, entre el occipital, el temporal y los parietales. Tiene dos alas mayores, que se articulan con los parietales; dos alas menores, que forman parte de la órbita ocular; un cuerpo que forma parte del piso de la cavidad craneal y una apófisis basilar que desciende hacia la parte superior de la columna vertebral.

Lesiones o enfermedades en el hueso esfenoides pueden causar diversos síntomas, dependiendo de la ubicación y extensión de la lesión, incluyendo dolores de cabeza, problemas visuales, trastornos del olfato y del gusto, entre otros.

La lengua es un órgano muscular móvil situado en el suelo de la cavidad oral, que desempeña funciones importantes tanto en el sistema digestivo como en el sistema nervioso. Forma parte del aparato gustativo y es responsable de la percepción de los sabores dulce, salado, amargo y ácido.

La lengua está recubierta por una mucosa que contiene papilas gustativas, pequeños receptores sensoriales especializados en detectar moléculas químicas presentes en los alimentos y bebidas. También tiene glándulas salivales que producen saliva para ayudar a la digestión de los alimentos.

Además, la lengua desempeña un papel crucial en el habla, ya que es responsable de articular sonidos y formar palabras mediante el movimiento coordinado de sus músculos. La parte anterior de la lengua se utiliza para proyectar los sonidos hacia el paladar o los dientes, mientras que la parte posterior ayuda a formar consonantes al bloquear o redirigir el flujo de aire.

En términos anatómicos, la lengua se compone de dos tipos principales de tejido: el músculo y la mucosa. El músculo de la lengua se divide en cuatro grupos: intrínsecos (que modifican la forma de la lengua), extrínsecos (que conectan la lengua con otras estructuras craneales), genioglosos (que tiran hacia abajo y adelante) y hipoglosos (que mueven la lengua hacia los lados). La mucosa de la lengua contiene glándulas serosas y mucosas, vasos sanguíneos y nervios.

En resumen, la lengua es un órgano muscular complejo con diversas funciones importantes en el cuerpo humano, incluyendo la percepción del gusto, la fonación, la deglución y la manipulación de los alimentos.

La dentición mixta, también conocida como dentición permanente temprana o dentición de transición, es un período en el desarrollo dental humano cuando los dientes temporales (de leche) comienzan a caerse y son reemplazados por dientes permanentes. Por lo general, esto sucede alrededor de los 6 a 12 años de edad. Durante este tiempo, una persona tiene tanto dientes temporales como dientes permanentes en la boca. Los primeros molares permanentes suelen ser los primeros en aparecer, seguidos por los incisivos centrales superiores e inferiores. La dentición mixta continúa hasta que todos los dientes temporales se han perdido y reemplazado por sus correspondientes dientes permanentes, lo que generalmente ocurre alrededor de los 12 a 14 años de edad, marcando el inicio de la dentición permanente completa.

Los músculos faríngeos se refieren a los músculos que forman la pared de la faringe, la parte posterior y superior del tracto digestivo que actúa como un canal para la comida y el aire. Estos músculos desempeñan un papel crucial en funciones importantes como la deglución (proceso de swallowing), la fonación (producción de sonidos durante el habla) y la respiración.

Hay cuatro pares de músculos faríngeos:

1. Músculo superior constrictor faríngeo
2. Músculo medio constrictor faríngeo
3. Músculo inferior constrictor faríngeo
4. Músculo estilofaríngeo, salpingofaríngeo, y palatofaríngeo (estos tres a veces se consideran individualmente pero también pueden agruparse como músculo lateral faríngeo)

Estos músculos trabajan juntos en un proceso coordinado para permitir el pasaje seguro de los alimentos desde la boca hasta el esófago y para ayudar a modular las vibraciones de las cuerdas vocales durante el habla.

La fluoroscopía es una técnica de imagenología médica que utiliza rayos X para obtener imágenes en tiempo real del cuerpo humano. Funciona mediante la proyección de un haz de rayos X a través del cuerpo, el cual es captado por un detector situado al otro lado del paciente. Este proceso permite visualizar las estructuras internas en movimiento, lo que resulta especialmente útil durante procedimientos médicos invasivos como angiografías, colocación de stents o inyecciones articulares guiadas por imagen.

La fluoroscopía puede ser utilizada también con contraste, el cual es un líquido que se introduce en el cuerpo para facilitar la visualización de estructuras específicas, como vasos sanguíneos, órganos o tejidos. A diferencia de las radiografías estáticas, la fluoroscopía proporciona una vista continua y dinámica de los movimientos internos del cuerpo, lo que la convierte en una herramienta valiosa para el diagnóstico y tratamiento de diversas afecciones médicas.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, al igual que otras pruebas radiológicas, la fluoroscopía implica la exposición a radiación, por lo que se deben tomar precauciones apropiadas para minimizar la dosis recibida por el paciente y el personal médico.

La estenosis esofágica se define como un estrechamiento anormal o una constriction en el lumen (el espacio interior) del esófago, que es el tubo muscular que conecta la garganta con el estómago. Esta condición puede causar dificultad para tragar (disfagia), dolor al ingerir alimentos o líquidos y, en casos graves, incluso una interrupción completa de la capacidad para swallow. La estenosis esofágica puede ser congénita, aunque generalmente se desarrolla más tarde en la vida como resultado de diversas condiciones subyacentes, como el reflujo gastroesofágico crónico, infecciones, traumatismos o cánceres. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir dilataciones esofágicas, cirugía o medidas terapéuticas para controlar los síntomas.

El trastorno bipolar, también conocido como trastorno afectivo bipolar o simplemente "maniaco-depresivo", es un trastorno mental caracterizado por episodios recurrentes de cambios extremos en el estado de ánimo, el comportamiento, la energía y la actividad que interfieren significativamente con la capacidad del individuo para funcionar en su vida diaria.

Existen diferentes tipos de trastorno bipolar, pero los dos más comunes son:

1. Trastorno bipolar I: Se caracteriza por al menos un episodio maníaco que dura una semana o más, o episodios mixtos (que combinan síntomas maníacos y depresivos) que duran al menos una semana. Los episodios hipomaníacos (menos graves que los maníacos) o los episodios depresivos mayores también pueden estar presentes.

2. Trastorno bipolar II: Se caracteriza por la presencia de al menos un episodio hipomaníaco y al menos un episodio depresivo mayor, pero no hay historial de episodios maníacos.

Los síntomas de los episodios maníacos pueden incluir:
- Un estado de ánimo anormalmente elevado, expansivo o irritable durante la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos una semana (o menos si el episodio es grave).
- Aumento significativo en la energía, actividad o agitación.
- Necesidad mucho menos sueño que lo normal.
- Pensamientos acelerados y/o ideas de gran alcance.
- Mayor autoestima o sentimientos exagerados de grandeza o importancia.
- Más hablador de lo habitual o presta atención a la charla rápida.
- Distraibilidad fácil.
- Participación en actividades más arriesgadas de lo normal, como gastos excesivos o comportamiento sexual inapropiado.

Los síntomas del episodio depresivo pueden incluir:
- Estado de ánimo triste, vacío, desesperanzado o irritable durante la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas.
- Disminución marcada del interés o placer en todas o casi todas las actividades.
- Pérdida de peso o aumento de peso sin intentarlo (más de un 5 % del peso corporal en un mes).
- Insomnio o hipersomnia nearly every day.
- Agitación o retraso psicomotor nearly every day.
- Fatiga o pérdida de energía nearly every day.
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesivos o inapropiados nearly every day.
- Disminución marcada en la capacidad para pensar, concentrarse o tomar decisiones nearly every day.
- Pensamientos recurrentes de muerte (no solo temor a la muerte), recurrente ideación suicida sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para cometer suicidio.

El trastorno bipolar I se caracteriza por episodios maniacales y/o mixtos que pueden estar acompañados de episodios depresivos mayores. El trastorno bipolar II se caracteriza por episodios hipomaníacos y episodios depresivos mayores.

El diagnóstico diferencial incluye el trastorno esquizoafectivo, la intoxicación por cocaína o anfetaminas, el síndrome de abstinencia de cocaína o anfetaminas y el trastorno delirante.

El tratamiento puede incluir estabilizadores del estado de ánimo como litio, valproato, lamotrigina o carbamazepina; antipsicóticos atípicos como olanzapina, risperidona, quetiapina o aripiprazol; y/o terapia cognitivo-conductual.

El pronóstico depende de la gravedad de los síntomas, el cumplimiento del tratamiento y la presencia de comorbilidades. La tasa de recaída es alta, especialmente si no se sigue un tratamiento adecuado.

El hueso nasal, también conocido como hueso nasal lateral o hueso propio del nariz, es un pequeño hueso irregular impar localizado en la parte anterior y superior de la cara. Cada persona tiene dos huesos nasales, uno a cada lado de la nariz.

Cada hueso nasal es aproximadamente triangular en forma, con una base que se articula con el frontal y el maxilar superior, mientras que los extremos libres se unen entre sí en la parte media para formar el tabique nasal. La superficie externa del hueso nasal es lisa y convexa, mientras que la superficie interna presenta crestas y rugosidades que contribuyen a la estructura de los conductos nasales.

El hueso nasal desempeña un papel importante en el soporte y la forma de la nariz, así como en la protección de los senos paranasales adyacentes. Las fracturas o lesiones en el hueso nasal pueden causar problemas estéticos y funcionales, como dificultad para respirar por la nariz.

La manometría es un procedimiento diagnóstico utilizado en medicina que mide la presión dentro de los conductos huecos del cuerpo, como el esófago, el estómago, el intestino delgado y grueso, así como los canales biliares y urinarios. Se utiliza a menudo para evaluar problemas funcionales gastrointestinales, como el reflujo gastroesofágico, la disfunción esfinteriana, los trastornos motores intestinales y el síndrome del intestino irritable.

En una manometría, se introduce un catéter delgado a través de la nariz o la boca hasta el área que necesita ser evaluada. El catéter tiene sensores que miden la presión a diferentes longitudes a lo largo de su superficie. Durante el procedimiento, el paciente puede ser preguntado para realizar ciertas acciones, como tragar o cambiar de posición, mientras se registra la presión. Esta información ayuda a los médicos a evaluar cómo funciona el músculo liso en el área y a diagnosticar cualquier problema.

La manometría es una prueba segura y generalmente bien tolerada por los pacientes. Sin embargo, puede causar algunas molestias leves, como la sensación de náuseas o dolor de garganta después del procedimiento. Los riesgos asociados con la manometría son mínimos, pero pueden incluir sangrado, perforación o infección en raras ocasiones.

La cefalometría es una técnica de diagnóstico radiológico utilizada en la odontología y la ORL (Otorrinolaringología) para evaluar el crecimiento y desarrollo facial, así como para planificar tratamientos ortodóncicos y maxilofaciales. Consiste en obtener una radiografía lateral de la cabeza del paciente, con una proyección específica que permite medir y analizar diferentes puntos, líneas y ángulos de la cara y cráneo.

Esta técnica ofrece información valiosa sobre la posición, tamaño y relación entre los huesos faciales, las estructuras dentomaxilares y el cráneo en general. Además, ayuda a evaluar la simetría facial y a detectar posibles desviaciones o asimetrías que puedan ser indicativas de problemas de crecimiento o desarrollo.

La cefalometría se utiliza principalmente en el campo de la ortodoncia para planificar tratamientos correctivos de maloclusiones y otros trastornos dentofaciales, como la mordida cruzada, la sobremordida o la mordida abierta. También se emplea en cirugía maxilofacial para la planificación de cirugías correctivas de deformidades craneofaciales y para evaluar los resultados postoperatorios.

La interpretación de las radiografías cefalométricas requiere conocimientos especializados y experiencia en análisis de las medidas y relaciones obtenidas, por lo que generalmente es realizada por profesionales capacitados, como ortodoncistas o cirujanos maxilofaciales.

La boca, también conocida como cavidad oral o cavum oris, es la abertura corporal que permite el paso del aire inspirado y espirado, así como la introducción de alimentos y líquidos. Desde un punto de vista anatómico, se define como la región comprendida entre la cara y el cuello, limitada por encima por las fosas nasales, por los lados por las mejillas y por debajo por el mentón.

La boca está formada por varias estructuras, incluyendo los labios, la lengua, los dientes, las encías, el paladar duro y blando, y las glándulas salivales. La mucosa que recubre su interior contiene numerosas papilas gustativas, responsables del sentido del gusto.

La boca desempeña un papel fundamental en la función de la deglución, el habla y la respiración, además de ser esencial para la nutrición y la comunicación social. La salud bucal se considera un indicador importante del estado general de salud de una persona, ya que diversas afecciones sistémicas pueden manifestarse en la boca, como por ejemplo la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.

Los Trastornos Mentales se definen en el ámbito médico como síndromes clínicamente significativos que involucran disfunciones cognitivas, conaciónes (procesos mentales que conllevan a la acción), emocionales, o comportamentales. Estos síndromes se asocian generalmente con distress subjectivo o deterioro en uno o más aspectos importantes de la vida diaria de la persona.

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría, los trastornos mentales abarcan una amplia gama de problemas, incluyendo pero no limitados a: ansiedad disorders, trastornos depresivos, esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, trastornos de la personalidad, trastornos del humor, trastornos del aprendizaje, trastornos de la conducta y trastornos relacionados con sustancias.

Cada trastorno mental tiene criterios diagnósticos específicos que ayudan a los profesionales médicos a determinar si un individuo cumple con los requisitos para esa clasificación en particular. Es importante notar que el diagnóstico de un trastorno mental se basa en una combinación de síntomas, duración, historia clínica y evaluaciones funcionales, así como también la exclusión de otras posibles causas médicas o sustancias que puedan explicar los síntomas.

El esófago, en términos médicos, es la tubo muscular flexible que se extiende desde la parte posterior de la garganta hasta el estómago. Tiene aproximadamente 25 cm de largo en los adultos y desciende por detrás de la tráquea en el tórax y pasa a través del diafragma para conectar con el estómago en el abdomen. Su función principal es transportar el bolo alimenticio desde la boca hasta el estómago durante el proceso de deglución o swallowing. Es parte del sistema digestivo y está compuesto por varias capas de tejido, incluyendo músculo liso y mucosa. También contiene glándulas que producen moco para lubricar el paso de los alimentos.

Los Trastornos de Ansiedad son un grupo de condiciones mentales que se caracterizan por sentimientos excesivos y persistentes de ansiedad, preocupación o miedo. De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría, los trastornos de ansiedad incluyen:

1. Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG): Caracterizado por una ansiedad excesiva y preocupación persistente sobre varios eventos o actividades durante un período de al menos seis meses.

2. Trastorno de Pánico: Se define por la experiencia recurrente e inesperada de ataques de pánico, junto con al menos un mes de preocupación persistente por el significado o las consecuencias de los ataques.

3. Agorafobia: Un miedo intenso y duradero a estar en lugares o situaciones de los que sería difícil escapar o en los que no se podría obtener ayuda inmediata en caso de presentarse un ataque de pánico o síntomas semejantes.

4. Fobia Específica o Trastorno de Ansiedad de Separación: Un miedo intenso y duradero a objetos o situaciones específicas que conllevan a un comportamiento evitativo marcado. El trastorno de ansiedad de separación se refiere al miedo excesivo a la separación de una persona u objeto particularmente significativo.

5. Trastorno de Ansiedad Social: Caracterizado por una fuerte ansiedad o temor intensos en situaciones sociales o performativas, donde la persona está expuesta al posible escrutinio de sus pares.

6. Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): Ocurre después de experimentar o presenciar un evento traumático grave y puede incluir síntomas como flashbacks, pesadillas, ansiedad intensa, evitación y cambios en la personalidad.

7. Trastorno de Ansiedad Inducida por Sustancias: Se desarrolla después del uso o abstinencia de medicamentos, toxinas u otras sustancias.

8. Trastorno de Ansiedad No Especificada: Este diagnóstico se utiliza cuando los síntomas de ansiedad no cumplen con los criterios de ninguno de los trastornos específicos mencionados anteriormente.

Los Trastornos del Humor, según la American Psychiatric Association (APA) en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), se refieren a un grupo de condiciones donde el paciente experimenta cambios anormales y persistentes en el estado de ánimo, que incluyen episodios depresivos, maníacos o hipomaníacos. Estos trastornos afectan la capacidad del individuo para funcionar normalmente en su vida diaria, relaciones sociales y actividades laborales.

1. Trastorno Depresivo Mayor: Es una enfermedad mental que se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza y falta de interés o placer en actividades durante un período de al menos dos semanas. Además, puede incluir cambios en el apetito y los patrones de sueño, fatiga, dificultad para concentrarse, sentimientos de inutilidad o guiltia, pensamientos recurrentes de muerte y, posiblemente, intentos de suicidio.

2. Trastorno Bipolar I Disorder: Este trastorno se caracteriza por la presencia de al menos un episodio maníaco, que dura aproximadamente una semana (o menos si es grave enough to require hospitalization). Los episodios maníacos incluyen un estado de ánimo anormalmente y persistentemente elevado, expansivo o irritable acompañado por al menos tres síntomas adicionales como inflación del sentido de sí mismo, disminución necesidad de dormir, pensamientos acelerados, distractibilidad, aumento en la actividad dirigida hacia un objetivo (psicomotor), y participación en actividades peligrosas con alto potencial para causar daños.

3. Trastorno Bipolar II Disorder: Se distingue del Trastorno Bipolar I por la ausencia de episodios maníacos. En su lugar, las personas experimentan al menos un episodio hipomaníaco (menos intenso que el maníaco) y al menos un episodio depresivo mayor.

4. Ciclotimia: Es un trastorno del estado de ánimo crónico pero menos grave que los anteriores, donde hay numerosos períodos con síntomas hipomaníacos y depresivos durante al menos dos años (un año en niños y adolescentes) sin que la persona cumpla criterios completos para el trastorno bipolar o depresión mayor.

5. Otras especificaciones y trastornos relacionados con el estado de ánimo: Aquí se incluyen los trastornos debido a enfermedades médicas, intoxicación o retirada; trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias; trastorno del estado de ánimo no especificado y trastorno del estado de ánimo no especificado con características melancólicas, atípicas, postparto o mixtas.

La mandíbula, también conocida como el maxilar inferior, es el hueso principal de la boca en los seres humanos y otros animales. Se trata de un hueso impar y simétrico que forma la parte inferior de la cara y se articula con el cráneo. La mandíbula contiene los dientes inferiores y participa en funciones como la masticación, el habla y el sueño. Es el único hueso del cráneo que es verdaderamente móvil y está unido al cráneo por la articulación temporomandibular.

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM, por sus siglas en inglés: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) es un manual publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) que contiene una clasificación y descripción de los trastornos mentales. Es utilizado ampliamente por profesionales de la salud mental en Estados Unidos y en todo el mundo como guía para el diagnóstico clínico y la comunicación entre proveedores de atención médica.

La última versión del DSM es la quinta edición (DSM-5), publicada en 2013. El DSM-5 incluye criterios diagnósticos para más de 300 trastornos mentales, organizados en varias categorías, como trastornos del estado de ánimo, trastornos de la ansiedad, trastornos esquizoafectivos, trastornos neurocognitivos, trastornos de la personalidad, y otros.

Cada trastorno mental se describe en términos de criterios diagnósticos específicos que incluyen síntomas, duración, frecuencia e impacto en el funcionamiento diario. Además, el manual proporciona información sobre los criterios de exclusión, los cursos y pronósticos posibles, y las consideraciones culturales y de género que pueden ser relevantes para el diagnóstico y tratamiento adecuados.

El DSM es un recurso importante en la práctica clínica y también ha desempeñado un papel fundamental en la investigación sobre los trastornos mentales, ya que permite a los investigadores comparar de manera estandarizada los resultados de diferentes estudios. Sin embargo, el DSM no es una herramienta infalible y está sujeto a revisiones y actualizaciones periódicas para reflejar los avances en el conocimiento y la comprensión de los trastornos mentales.

La electromiografía (EMG) es un estudio diagnóstico que mide la actividad eléctrica de los músculos en respuesta a estimulaciones nerviosas. Consiste en dos partes: la evaluación de la actividad muscular en reposo y durante la contracción voluntaria.

En la primera parte, se inserta una aguja fina en el músculo para medir la actividad eléctrica espontánea en reposo. Esto puede ayudar a identificar cualquier tipo de daño o enfermedad muscular o nerviosa.

En la segunda parte, se pide al paciente que contraiga el músculo mientras la aguja registra los patrones de actividad eléctrica. Este proceso ayuda a evaluar la función neuromuscular y puede identificar problemas con la transmisión de señales entre el nervio y el músculo.

Los resultados de un electromiograma pueden ayudar a diagnosticar una variedad de condiciones, como lesiones nerviosas o musculares, trastornos neuromusculares, enfermedades degenerativas del sistema nervioso y afecciones que causan debilidad o parálisis muscular.

El Trastorno Depresivo Mayor, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría, es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por la presencia de episodios depresivos majores, que son períodos continuos de al menos dos semanas en los que el individuo experimenta un humor deprimido, pérdida de interés o placer en casi todas las actividades, disminución del apetito o peso involuntario, insomnio o hipersomnia, agitación o retardo psicomotor, fatiga o pérdida de energía, sentimientos de desvaloración o de excesiva culpa, dificultad para pensar o concentrarse y recurrentes pensamientos de muerte, incluyendo ideaciones suicidas e intentos de suicidio. Para un diagnóstico de Trastorno Depresivo Mayor, estos síntomas deben causar una alteración clínica significativa en el funcionamiento social y laboral del individuo y no pueden ser atribuibles a los efectos fisiológicos directos de una sustancia o una enfermedad médica.

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico y mental caracterizado por síntomas persistentes de inatención, hiperactividad e impulsividad que interfieren con el funcionamiento normal en varios ámbitos de la vida. Estos síntomas suelen manifestarse antes de los 12 años y son más frecuentes y graves de lo habitual en comparación con los niños de la misma edad y desarrollo.

Para recibir un diagnóstico de TDAH, un individuo debe presentar una combinación de al menos seis síntomas de inatención y/o hiperactividad-impulsividad:

Inatención:
1. A menudo fracasa en prestar atención suficiente a los detalles o comete errores en las tareas escolares, el trabajo u otras actividades.
2. Tiene dificultad para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.
3. A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
4. A menudo no sigue instrucciones y no finaliza las tareas escolares, los trabajos u otras responsabilidades.
5. Tiene dificultad para organizar tareas y actividades.
6. Evita, desprecia o se resiste a participar en tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
7. A menudo pierde cosas necesarias para las tareas o actividades (juguetes, asignaciones, lápices, libros).
8. Se distrae fácilmente y se olvida de las cosas.

Hiperactividad e impulsividad:
1. A menudo se retuerce en el asiento o se mueve excesivamente en situaciones que requieren un comportamiento sedentario.
2. Corre, salta u otras formas de actividad excesiva cuando se espera que permanezca sentado.
3. Tiene dificultad para jugar o participar en juegos tranquilamente.
4. Está siempre "en marcha" o actúa como si tuviera un motor.
5. Habla excesivamente.
6. A menudo responde antes de que se haya terminado de hacer una pregunta.
7. Tiene dificultad para esperar su turno.
8. Interrumpe o irrumpe en las conversaciones u otras actividades.

Para cumplir con el criterio diagnóstico, los síntomas deben estar presentes durante al menos seis meses y ser inapropiados para el desarrollo del niño. Además, los síntomas deben interferir significativamente con la calidad del funcionamiento social, académico o laboral.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico que afecta el comportamiento y el rendimiento académico de los niños. Se caracteriza por la presencia de síntomas de falta de atención, hiperactividad e impulsividad que interfieren con el funcionamiento normal del niño en diferentes ámbitos de su vida.

El TDAH se diagnostica mediante una evaluación exhaustiva que incluye la historia clínica, la observación directa y la aplicación de pruebas estandarizadas. El diagnóstico debe ser realizado por un profesional capacitado en el campo de la salud mental, como un psiquiatra o un psicólogo clínico.

El tratamiento del TDAH implica una combinación de intervenciones farmacológicas y no farmacológicas. Los medicamentos estimulantes son los fármacos más utilizados para tratar el TDAH, ya que han demostrado ser eficaces en la reducción de los síntomas de falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Sin embargo, el uso de medicamentos debe ser individualizado y supervisado por un médico capacitado en el tratamiento del TDAH.

Además de la medicación, las intervenciones no farmacológicas también son importantes en el tratamiento del TDAH. Estas incluyen la terapia conductual, la modificación del comportamiento y la educación de los padres e hijos sobre el trastorno. La terapia conductual puede ayudar a los niños con TDAH a desarrollar habilidades sociales y de aprendizaje, mientras que la modificación del comportamiento puede ayudar a reducir los síntomas del trastorno.

La educación de los padres e hijos sobre el TDAH también es importante para garantizar una comprensión adecuada del trastorno y sus consecuencias. Los padres pueden aprender a identificar los desencadenantes de los síntomas del TDAH y a desarrollar estrategias para ayudar a su hijo a manejarlos. Los niños, por su parte, pueden aprender sobre el trastorno y cómo gestionar sus síntomas.

En conclusión, el tratamiento del TDAH requiere un enfoque multidisciplinario que incluya la medicación, la terapia conductual, la modificación del comportamiento y la educación de los padres e hijos sobre el trastorno. El uso de medicamentos debe ser individualizado y supervisado por un médico capacitado en el tratamiento del TDAH, mientras que las intervenciones no farmacológicas pueden ayudar a reducir los síntomas del trastorno y mejorar la calidad de vida de los niños con TDAH.

El Trastorno Depresivo, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría, es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por la presencia de episodios depresivos.

Un episodio depresivo se define como un período continuo de al menos dos semanas en el que una persona experimenta un humor deprimido la mayor parte del día, casi cada día, junto con una pérdida de interés o placer en todas o casi todas las actividades. Durante este tiempo, la persona también puede experimentar varios síntomas adicionales, como disminución o aumento de apetito o peso, insomnio o hipersomnia, agitación o retardo psicomotor, fatiga o pérdida de energía, sentimientos excesivos de culpa o inutilidad, dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones, y pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida.

Para ser diagnosticado con trastorno depresivo, estos síntomas no deben ser causados por sustancias (como drogas o medicamentos) ni por otra afección médica. Además, el episodio depresivo debe representar un cambio significativo con respecto al anterior funcionamiento del individuo y causar una disfunción clínicamente significativa en las áreas social, laboral u otras importantes para la vida diaria.

Existen diferentes tipos de trastorno depresivo, incluyendo el episodio depresivo mayor, el episodio depresivo persistente (también conocido como distimia), y otros trastornos depresivos especificados y no especificados.

El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad caracterizado por pensamientos intrusivos recurrentes, persistentes y no deseados (obsesiones) que causan angustia o ansiedad, junto con comportamientos repetitivos (compulsiones) que el individuo utiliza para aliviar la angustia. A menudo, las personas con TOC comprenden que sus pensamientos y comportamientos son irracionales, pero se sienten incapaces de controlarlos.

Para ser diagnosticado con TOC, los síntomas deben ser suficientemente graves como para causar angustia o interferir con el funcionamiento normal de la vida diaria. El diagnóstico se realiza mediante una evaluación clínica exhaustiva, ya que otros trastornos pueden presentar síntomas similares.

El tratamiento del TOC generalmente implica una combinación de terapia cognitivo-conductual (TCC) y medicamentos, especialmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). La TCC ayuda a los pacientes a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento dañinos, mientras que los ISRS ayudan a aliviar los síntomas de ansiedad. En casos graves o resistentes al tratamiento, también pueden considerarse otras opciones terapéuticas, como la terapia de electrochoques.

El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) es un trastorno mental grave que puede desarrollarse después de experimentar o presenciar un acontecimiento traumático extremadamente estresante, como una violación, un accidente grave, un desastre natural, una guerra, un terrorismo u otra situación amenazante para la vida o la salud.

Los síntomas del TEPT pueden incluir recuerdos intrusivos y vívidos del evento traumático, pesadillas, pensamientos negativos recurrentes sobre el suceso, evitación de lugares, personas o cosas que desencadenan recuerdos del trauma, ansiedad intensa, irritabilidad, dificultad para concentrarse, insomnio y episodios displácicos o disociativos.

El TEPT puede afectar a personas de todas las edades, incluidos los niños, y suele tratarse con terapia cognitivo-conductual, medicamentos o una combinación de ambos. En algunos casos, el apoyo social y la educación sobre el trastorno también pueden ser beneficiosos para el manejo de los síntomas.

El Trastorno Autista, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición (DSM-5), es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por deficiencias persistentes en la comunicación y la interacción social, y patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades. Estos síntomas deben estar presentes en el primer grado de vida del individuo y manifestarse en diferentes contextos.

Las deficiencias en la comunicación social pueden incluir:

1. Déficits en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de relaciones recíprocas apropiadas para la edad.
2. Déficits en las habilidades de conversación, como iniciar o responder a interacciones verbales.
3. Falta de variación en el comportamiento para adaptarse a diferentes interlocutores, lugares o temas.

Los patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento pueden incluir:

1. Movimientos estereotipados, uso excesivo de objetos o habla, o fascinación por partes específicas de objetos.
2. Insistencia en la continuidad inmoderada de rutinas o rituales verbales o no verbales.
3. Intereses muy restringidos y fijos que son anormales en su intensidad o ámbito de interés.
4. Hiper- o hiporeactivad a los estímulos sensoriales o presentan intereses inusuales en aspectos sensoriales del entorno.

El trastorno autista se clasifica como de nivel 1 (necesita apoyo), nivel 2 (necesita un considerable apoyo) o nivel 3 (necesita un alto nivel de apoyo) en función de la gravedad de los déficits en las áreas sociales y comportamentales.

Es importante tener en cuenta que el trastorno autista a menudo va acompañado de otros problemas como trastornos del lenguaje, trastornos del aprendizaje, trastornos de la ansiedad o depresión, y trastornos del sueño.

Los trastornos fóbicos, también conocidos como trastornos de ansiedad específicos, son un tipo de afección mental que se caracteriza por una intensa y duradera miedo o avoidancia a situaciones, objetos o actividades específicas. Estas situaciones, objetos o actividades no suponen normalmente un peligro real, pero la persona con trastorno fóbico experimenta una ansiedad marcada y persistentes en su presencia o incluso a la idea de encontrarse con ellos.

Existen varios tipos de trastornos fóbicos, entre los que se incluyen:

1. Fobia específica: miedo intenso y persistente a objetos o situaciones específicas, como animales, alturas, agujas, ascensores, etc.
2. Agorafobia: miedo intenso a no poder escapar o recibir ayuda en caso de una ataque de pánico o síntomas intensos de ansiedad en lugares públicos o abarrotados, o en situaciones en las que se sienta atrapado.
3. Trastorno de ansiedad social: miedo intenso y persistente a ser humillado, avergonzado, juzgado negativamente o desempeñarse mal en situaciones sociales o actuaciones públicas.
4. Fobia situacional: miedo intenso y persistente a viajar en ciertos medios de transporte, como aviones, trenes, automóviles o barcos.

El diagnóstico de un trastorno fóbico se realiza mediante una evaluación clínica exhaustiva que incluya una entrevista detallada y la utilización de criterios establecidos en manuales diagnósticos como el DSM-5 o la CIE-10. El tratamiento suele incluir terapia cognitivo-conductual, medicamentos ansiolíticos y, en algunos casos, terapia de exposición gradual a la situación temida.

Los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) son un grupo de trastornos que originan en la primera infancia y afectan significativamente el desarrollo y la adquisición de habilidades en varias áreas, como la comunicación, la interacción social y el comportamiento. Estos trastornos incluyen lo que antes se conocía como autismo, síndrome de Asperger, trastorno desintegrativo de la infancia y trastorno generalizado del desarrollo no especificado.

La característica definitoria de los TGD es la presencia de déficits persistentes en la comunicación e interacción social que afectan múltiples contextos y aparecen durante el primer período de vida del niño. Estos déficits pueden manifestarse de diferentes maneras, como dificultad para entablar relaciones sociales, falta de habilidades no verbales en la comunicación, apego excesivo a rutinas o rituales y reacciones inusuales al cambio.

Además, los niños con TGD pueden presentar patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses y actividades, así como reacciones sensoriales inusuales a estímulos auditivos, visuales, táctiles o olfativos.

Es importante señalar que cada niño con TGD es único y presenta un perfil de síntomas específico, lo que requiere una evaluación y un tratamiento individualizados. El diagnóstico y la intervención temprana pueden ayudar a mejorar los resultados y la calidad de vida de estos niños.

Los Trastornos Psicóticos, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), se refieren a un grupo de trastornos mentales en los que la persona experimenta alteraciones graves en su pensamiento, percepción, emoción, comportamiento y relación con la realidad. Estas alteraciones se manifiestan generalmente a través de dos síntomas clave: alucinaciones y delirios.

1. Alucinaciones: Son percepciones sensoriales falsas que ocurren en ausencia de estímulos externos correspondientes. Pueden presentarse en cualquier modalidad sensorial, pero las más comunes son las auditivas, visuales y táctiles. Por ejemplo, escuchar voces cuando no hay nadie alrededor, ver cosas que no existen o sentir cosas sobre el cuerpo sin causa aparente.

2. Delirios: Son creencias falsas y fijas que una persona mantiene a pesar de la evidencia que contradice esas creencias y del conocimiento generalmente aceptado por otras personas de la misma cultura y edad. Los delirios pueden ser persecutorios (creer que alguien está intentando dañarlos o perseguirlos), grandiosos (creer tener poderes especiales o ser una persona importante), somáticos (creer que tienen una enfermedad grave o un problema físico) o religiosos/místicos/escatológicos (creer tener un vínculo especial con Dios o tener un propósito divino).

Además de estos síntomas clave, los trastornos psicóticos también pueden presentar otros síntomas como: discurso desorganizado o incoherente, comportamiento desorganizado o catatónico, afecto inapropiado, negativa a reconocer la enfermedad mental (anulosis) y dificultades en las funciones sociales e interpersonales.

Existen diferentes tipos de trastornos psicóticos, entre los que se encuentran:

- Esquizofrenia: Se caracteriza por la presencia de al menos dos síntomas principales durante un período continuo de al menos 6 meses (uno de ellos debe ser delirios, alucinaciones, discurso desorganizado o catatonia).
- Trastorno esquizoafectivo: Se caracteriza por la presencia simultánea de síntomas psicóticos y afectivos durante un período prolongado.
- Trastorno delirante: Se caracteriza por la presencia persistente de uno o más delirios durante al menos un mes, sin alucinaciones ni disfunciones cognitivas graves.
- Trastorno psicótico breve: Se caracteriza por la aparición súbita de síntomas psicóticos que duran entre 1 día y 1 mes.
- Otros trastornos psicóticos: Incluyen trastornos como el trastorno esquizotípico de la personalidad, el trastorno delirante inducido por sustancias o el trastorno psicótico debido a una enfermedad médica.

El tratamiento de los trastornos psicóticos suele incluir una combinación de medicamentos antipsicóticos y terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual. El pronóstico varía dependiendo del tipo de trastorno y de la gravedad de los síntomas, pero en general, el tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

Los Trastornos Relacionados con Sustancias, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), se definen como patrones de uso de sustancias que implican malestar o deterioro clínicamente significativo en áreas sociales, laborales u otras áreas importantes de función. Estos trastornos pueden involucrar diferentes tipos de sustancias, como: alcohol, cáñamo, cafeína, fencyclidina (PCP), hallucinógenos, inhalantes, opioides, sedantes, hipnóticos, ansiolíticos, estupefacientes, tabaco, estimulantes (anfetaminas, metanfetamina, cocaína, etc.), y otras sustancias o medicamentos.

Los trastornos relacionados con sustancias se clasifican en dos grupos: trastornos por intoxicación y trastornos por uso de sustancias. Los trastornos por intoxicación se refieren al desarrollo de síntomas clínicamente significativos debido directamente a la absorción de una sustancia durante o poco después del uso. Los trastornos por uso de sustancias incluyen trastornos por uso, trastornos por uso en el contexto de otros trastornos mentales, y trastornos relacionados con polisustancias.

Estos trastornos se caracterizan por diversos patrones de comportamiento, como uso continuado a pesar del daño físico o psicológico, aumento de la tolerancia, abstinencia, uso recurrente a pesar de los problemas sociales y/o laborales, y esfuerzos infructuosos por controlar o reducir el consumo. El diagnóstico se basa en una combinación de criterios conductuales, fenomenológicos y laboratorio.

El Trastorno de la Conducta, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), es un trastorno del desarrollo que se manifiesta en patrones repetitivos e intransigentes de desafiantes comportamientos negativistas, agresivos o destructivos hacia la persona, los animales o las normas y reglamentos sociales. Estos comportamientos causan un deterioro clínicamente significativo en las relaciones sociales, la escuela o el trabajo y suelen comenzar antes de los 10 años.

El trastorno se divide en dos categorías: conducta disruptiva e irresponsable. La conducta disruptiva incluye comportamientos como agresión hacia personas o animales, dañar la propiedad, mentiras o robos repetidos y desafiar de manera marcada las autoridades escolares o domésticas. La conducta irresponsable se refiere a la falta de cumplimiento de las normas sociales y escolares, como no asistir a la escuela regularmente sin una razón justificada o comportarse peligrosamente sin mostrar preocupación por los posibles resultados negativos.

Para ser diagnosticado con trastorno de conducta, el individuo debe presentar los comportamientos disruptivos y/o irresponsables durante al menos 6 meses y el nivel de gravedad debe ser lo suficientemente severo como para causar un deterioro clínicamente significativo en las relaciones sociales, la escuela o el trabajo. Además, estos comportamientos no pueden explicarse mejor por otro trastorno mental y no se limitan a los síntomas de intoxicación o abstinencia de sustancias.

Los Trastornos de Tics son una categoría de trastornos del movimiento y del control motor que se caracterizan por la presencia de rápidos, repetitivos y estereotipados movimientos (tics motores) o sonidos (tics vocales). Estos tics pueden ser simples, involucrando una sola parte del cuerpo o un solo sonido, o complejos, involucrando varias partes del cuerpo y secuencias de movimientos o sonidos.

Los tics pueden variar en gravedad desde leves y barely noticeable hasta severos y desfigurantes. Pueden empeorar durante períodos de estrés o excitación, y a menudo disminuyen durante períodos de relajación o concentración. Muchas personas con trastornos de tics también experimentan otros síntomas, como comportamientos repetitivos, compulsiones o obsesiones.

Hay dos tipos principales de trastornos de tics: el Trastorno de Tic Transitorio (TTT) y el Trastorno de Tics Crónicos (TTC). El TTT es el más común y se caracteriza por la aparición de múltiples tics (al menos uno motor y otro vocal) durante un período de al menos 4 semanas, pero no más de 12 meses. Los síntomas del TTC suelen comenzar en la infancia o la adolescencia y a menudo desaparecen por sí solos.

El TTC se caracteriza por la presencia de tics motores y/o vocales durante un período de más de 12 meses. A diferencia del TTT, los síntomas del TTC no desaparecen necesariamente por sí solos y pueden persistir durante años o incluso toda la vida. Además, las personas con TTC a menudo experimentan fluctuaciones en la gravedad de sus síntomas, con períodos de empeoramiento seguidos de períodos de mejora.

El Trastorno de Tics de la Tourette (TT) es un subtipo del TTC que se caracteriza por la presencia de múltiples tics motores y al menos uno vocal durante un período de más de un año. Los síntomas del TT suelen comenzar en la infancia o la adolescencia y a menudo empeoran durante la pubertad. A diferencia del TTC, las personas con TT a menudo experimentan coprolalia (la repetición involuntaria de palabras obscenas o insultantes) y ecolalia (la repetición involuntaria de las últimas palabras o frases pronunciadas por otras personas).

El tratamiento de los trastornos de tics depende de la gravedad de los síntomas y puede incluir terapia conductual, medicamentos o una combinación de ambos. La terapia conductual, como el entrenamiento en habilidades de relajación y la terapia cognitivo-conductual, pueden ayudar a las personas a controlar sus síntomas y reducir su frecuencia e intensidad. Los medicamentos, como los neurolépticos y los antidepresivos, también se pueden utilizar para tratar los trastornos de tics, aunque pueden tener efectos secundarios graves.

En resumen, los trastornos de tics son una clase de trastornos del movimiento que se caracterizan por la repetición involuntaria de movimientos o sonidos. Los tres tipos principales de trastornos de tics son el TTC, el TT y el TS. El tratamiento de los trastornos de tics depende de la gravedad de los síntomas y puede incluir terapia conductual, medicamentos o una combinación de ambos.

Las Escalas de Valoración Psiquiátricas son herramientas estandarizadas utilizadas por profesionales de la salud mental para evaluar y medir diversos aspectos de los síntomas, comportamientos, funcionamiento cognitivo, y capacidades adaptativas de un individuo con posibles trastornos psiquiátricos. Estas escalas pueden ayudar en el diagnóstico, planificación del tratamiento, monitoreo del progreso y evaluación del resultado terapéutico. Algunos ejemplos comunes de escalas de valoración psiquiátricas incluyen:

1. Escala de Valoración Global de la Esquizofrenia (Global Assessment of Functioning Scale, GAF): mide el grado general de adaptativo y funcionamiento psicológico en un rango de 0 a 100.

2. Escala de Depresión de Hamilton (Hamilton Depression Rating Scale, HDRS): evalúa la severidad de los síntomas depresivos en adultos con trastornos del estado de ánimo.

3. Escala de Ansiedad de Hamilton (Hamilton Anxiety Rating Scale, HARS): mide la gravedad de los síntomas de ansiedad en adultos con trastornos de ansiedad.

4. Inventario de Síntomas Psicóticos (Psychotic Symptom Rating Scales, PSRS): evalúa la presencia, frecuencia e intensidad de los síntomas psicóticos como alucinaciones y delirios.

5. Escala de Valoración Positiva y Negativa para la Esquizofrenia (Positive and Negative Syndrome Scale for Schizophrenia, PANSS): mide la gravedad de los síntomas positivos y negativos en personas con esquizofrenia.

6. Escala de Funcionamiento en la Comunidad (Community Assessment of Psychiatric Disorder and Injury, CAPDI): evalúa el funcionamiento social y laboral en individuos con trastornos mentales graves.

7. Escala de Valoración Global (Clinical Global Impression Scale, CGI): proporciona una evaluación general del paciente y su respuesta al tratamiento.

8. Escala de Evaluación de la Conducta Adaptativa (Adaptive Behavior Assessment System, ABAS): evalúa las habilidades funcionales y adaptativas en niños y adultos con discapacidad intelectual o developmental disorder.

9. Escala de Valoración del Funcionamiento Social (Social Functioning Scale, SFS): mide el funcionamiento social y laboral en personas con trastornos mentales graves.

10. Escala de Valoración Global de la Esquizofrenia (Global Assessment of Functioning in Schizophrenia, GAF-S): evalúa el nivel global de funcionamiento en personas con esquizofrenia.

El Trastorno de Personalidad Límite, también conocido como Trastorno de Personalidad Borderline en el sistema de clasificación DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), es un trastorno mental grave y crónico que afecta la forma en que una persona se percibe a sí misma y cómo interactúa con otros. Se caracteriza por una patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad, así como una marcada impulsividad.

Los criterios diagnósticos específicos incluyen:

1. Un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad, y una marked impulsividad que comienza al principio de la edad adulta y está presente en diversos contextos.
2. Tiene cinco (o más) de los siguientes ítems:

a. Esfuerzos intensos para evitar abandonos reales o imaginados, ya sea por medio de desesperadas gestiones para impedirlos (por ejemplo, comportamientos autolesivos, amenazas de suicidio) o por una excesiva ansiedad relacionada con la posibilidad de ser abandonado, dando lugar a comportamientos disruptivos.

b. Un patrón de relaciones intensas y caóticas con otras personas que alternan entre los extremos de idealización y devaluación.

c. Identidad perturbada: instabilidad marcada e persistente en la autoimagen o la sensación de quién es uno mismo, de sus deseos, valores y objetivos.

d. Emoción intensa e inapropiada o reactividad interpersonal crónica (por ejemplo, una ira excesiva o inapropiada, o sentimientos de vacío intenso).

e. Conductas autolesivas recurrentes, sin intentos suicidas claros (por ejemplo, cortarse, quemarse, golpearse).

f. Ideación paranoide transitoria, síntomas disociativos o una sensación de irrealidad intensa y persistente.

g. Sensibilidad marcada a las influencias ambientales (por ejemplo, se siente solo cuando está con otras personas, sentimientos de vacío cuando no es así).

3. Los síntomas están presentes desde la infancia o adolescencia y en diferentes contextos, ya que, aunque pueden haber remisiones temporales, la perturbación nunca ha cesado completamente.

4. Las alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) o a otra enfermedad médica (p. ej., trastorno por déficit de atención con hiperactividad [TDAH], esquizofrenia).

5. No se puede hacer el diagnóstico de trastorno límite de la personalidad si los síntomas son mejor explicados por los efectos fisiológicos directos de otra enfermedad médica (p. ej., traumatismo craneoencefálico, epilepsia).

6. No se puede hacer el diagnóstico de trastorno límite de la personalidad si los síntomas aparecen exclusivamente durante el curso de una esquizofrenia, un trastorno bipolar o un episodio depresivo mayor con características psicóticas.

7. Si hay otro trastorno mental y los criterios para el trastorno límite de la personalidad también se cumplen, ambos trastornos deben ser diagnosticados.

8. El diagnóstico del trastorno límite de la personalidad no se puede hacer si hay una esquizofrenia o un trastorno bipolar con características psicóticas.

9. Si los criterios para el trastorno antisocial de la personalidad también se cumplen, ambos trastornos deben ser diagnosticados.

## Criterios diagnósticos del DSM-5

Los criterios diagnósticos del DSM-5 son los siguientes:

A. Un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y el afecto, así como una marcada impulsividad, que comienza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:

1. Esfuerzos intensos para evitar el abandono real o imaginario, ya sea por medio de comportamientos extremadamente seductores, desesperados o agresivos después de que se ha establecido una relación cercana, y por lo general en respuesta a la interrupción anticipada de dicha relación.
2. Un patrón de relaciones intensas e inestables con otras personas que alternan entre los extremos idolatría e idealización intensa y desvalorización marcada e irrazonable (depreciación).
3. Identidad personal y autoimagen marcadamente inestables.
4. Impulsividad en al menos dos áreas potencialmente dañinas para sí mismo (por ejemplo, gastos, sexo, sustancias, conducción peligrosa, comer en exceso).
5. Suicidio recurrente o intentos de suicidio, o amenazas autolíticas o comportamientos autolesivos graves, como cortes, quemaduras u otras lesiones autoinfligidas.
6. Inestabilidad afectiva debido a una reactividad marcada del estado de ánimo (por ejemplo, episodios de irritabilidad, ansiedad o tristeza intensa, o periodos de euforia duraderos, aunque estos no son parte de un episodio mixto) y a una ausencia de reacción nuclear al evento que los desencadena.
7. Sentimientos crónicos de vacío (sentimiento de falta de llenado personal).
8. Ideas paranoides recurrentes sin base psicótica, síntomas disociativos severos o una marcada dificultad para distinguir entre lo real y lo irreal, sobre todo durante los periodos de estrés.
9. A menudo se presenta en un contexto de relaciones interpersonales intensas e inestables, fracasadas o abortadas, y una excesiva necesidad de ser atendido que conduce a comportamientos extremadamente seductores o provocativos, o a conductas autolesivas.
10. Crónicamente mal adaptado, con un historial de relaciones interpersonales turbulentas y transitorias, trabajos inestables y una historia de «abandono» (por ejemplo, abandonar el hogar prematuramente o ser expulsado del hogar, abandonar los estudios sin terminar).
11. Los síntomas están presentes desde la adolescencia temprana y se manifiestan en diversos contextos (por ejemplo, escuela, trabajo, relaciones interpersonales, actividades de ocio).
12. No hay evidencia de una esquizofrenia u otro trastorno psicótico y los síntomas no se explican mejor por la presencia de un trastorno del estado de ánimo o un trastorno de ansiedad.

Nota: Los criterios diagnósticos y las descripciones de los trastornos mentales que figuran en esta página están tomados de la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA).

## ¿Cuáles son las causas del trastorno límite de personalidad?

No se conocen con exactitud las causas que provocan el trastorno límite de personalidad. Sin embargo, los estudios realizados hasta la fecha sugieren que este trastorno podría estar relacionado con una combinación de factores genéticos y ambientales.

### Factores genéticos

Los estudios han demostrado que el trastorno límite de personalidad tiene un componente hereditario, ya que existe una

La faringitis es una inflamación de la mucosa que recubre la faringe (la parte posterior de la garganta, que se extiende desde los arcos palatinos hasta el comienzo del esófago). Puede ser causada por diversos agentes infecciosos, como virus, bacterias o incluso hongos. Los síntomas más comunes son dolor de garganta, dificultad para tragar, fiebre, malestar general y ganglios linfáticos inflamados en el cuello.

Existen dos tipos principales de faringitis: faringitis viral y faringitis bacteriana. La faringitis viral es más común y suele resolverse por sí sola en una o dos semanas. Por otro lado, la faringitis bacteriana, particularmente la causada por estreptococo del grupo A, puede requerir tratamiento con antibióticos para prevenir complicaciones, como fiebre reumática o glomerulonefritis postestreptocócica.

Es importante diferenciar entre ambos tipos de faringitis, ya que el tratamiento y pronóstico varían dependiendo de la causa subyacente. El examen clínico y, en algunos casos, pruebas diagnósticas como un cultivo faríngeo, pueden ayudar a establecer el diagnóstico correcto.

No existe una definición médica específica para "Enciclopedias como Asunto" ya que esta frase parece ser una expresión coloquial o un título en lugar de un término médico. Sin embargo, si nos referimos al término "enciclopedia" desde un punto de vista educativo o del conocimiento, podríamos decir que se trata de una obra de consulta que contiene información sistemática sobre diversas áreas del conocimiento, organizadas alfabética o temáticamente.

Si "Enciclopedias como Asunto" se refiere a un asunto médico en particular, podría interpretarse como el estudio o la investigación de diferentes aspectos relacionados con las enciclopedias médicas, como su historia, desarrollo, contenido, estructura, impacto en la práctica clínica y la educación médica, entre otros.

Sin un contexto más específico, es difícil proporcionar una definición médica precisa de "Enciclopedias como Asunto".

'Streptococcus pyogenes' es un tipo específico de bacteria gram positiva que pertenece al género Streptococcus. Es también conocido como el grupo A Streptococcus (GAS) porque forma parte del Grupo de Streptococos determinado por su reacción en pruebas de aglutinación.

Esta bacteria es la causa más común de infecciones streptocóccicas en humanos. Puede causar una amplia gama de enfermedades que van desde infecciones autolimitadas superficiales, como faringitis estreptocóccica y impétigo, hasta enfermedades invasivas graves, como neumonía, meningitis, fasciitis necrotizante y síndrome de shock tóxico. También es responsable de diversas complicaciones postinfecciosas, incluyendo fiebre reumática y glomerulonefritis aguda.

'Streptococcus pyogenes' es altamente contagioso y se propaga generalmente a través de gotitas respiratorias durante el habla, la tos o los estornudos; o por contacto directo con piel lesionada o mucosas. El diagnóstico suele confirmarse mediante cultivo bacteriano y pruebas de detección de antígenos o ADN. El tratamiento aconsejado es con antibióticos, como penicilina, que siguen siendo eficaces contra la mayoría de las cepas de 'Streptococcus pyogenes'.

Las infecciones estreptocócicas son un tipo de infección bacteriana causada por especies del género Streptococcus. Estos organismos producen una variedad de enfermedades que van desde infecciones superficiales autolimitadas hasta enfermedades sistémicas graves y potencialmente letales.

Las infecciones estreptocócicas más comunes incluyen faringitis estreptocócica (angina streptocócica), impétigo y erisipela, que son infecciones de la piel. Otras infecciones graves incluyen neumonía estreptocócica, meningitis, sepsis y fasciitis necrotizante.

El Streptococcus pyogenes, también conocido como estreptococo beta-hemolítico del grupo A (GABHS), es el principal patógeno humano responsable de la mayoría de las infecciones estreptocócicas. Estas bacterias producen varias toxinas y enzimas que contribuyen a su virulencia y daño tisular.

El diagnóstico de las infecciones estreptocócicas generalmente se realiza mediante cultivo bacteriano o pruebas rápidas de detección de antígenos. El tratamiento suele incluir antibióticos, como la penicilina, para eliminar la infección y prevenir complicaciones. La vacunación también puede desempeñar un papel en la prevención de algunas formas de infecciones estreptocócicas.

'Haemophilus influenzae' es una especie de bacterias gram-negativas que comúnmente se encuentran en el tracto respiratorio superior y nasofaringe de humanos. Aunque el nombre puede sugerir lo contrario, no causa la influenza, que es causada por virus.

Existen varios tipos de H. influenzae clasificados según sus antígenos capsulares, siendo los seis tipos más comunes (a through f) responsables de la mayoría de las enfermedades graves. El tipo b (Hib) es el que más a menudo causa enfermedad invasiva, como meningitis, epiglotitis y bacteriemia, especialmente en niños pequeños.

Las infecciones por H. influenzae se tratan con antibióticos, y la vacuna contra el tipo b (Hib) ha sido muy eficaz en prevenir enfermedades graves causadas por esta bacteria en los países donde está disponible.

El rinovirus es un agente infeccioso responsable de aproximadamente el 10-40% de las infecciones respiratorias agudas en adultos y hasta un 80% en niños. Es el principal causante del resfriado común, una enfermedad leve pero molesta que se caracteriza por la inflamación de los tejidos que recubren las vías respiratorias superiores.

Los rinovirus pertenecen al género Enterovirus dentro de la familia Picornaviridae. Se trata de virus pequeños, sin envoltura lipídica, con un genoma de ARN monocatenario de sentido positivo y una cápside icosaédrica. Existen más de 160 serotipos conocidos de rinovirus, divididos en tres grupos principales (A, B y C) según sus características antigénicas.

La transmisión del rinovirus suele producirse a través de gotitas respiratorias generadas por la tos o los estornudos, o bien al entrar en contacto con superficies contaminadas y luego tocarse la nariz, los ojos o la boca. Los síntomas del resfriado común inician generalmente entre 12 y 72 horas después del contagio y pueden incluir congestión nasal, secreción nasal clara o ligeramente amarillenta, estornudos, dolor de garganta leve, tos suave y fatiga. A diferencia de otros virus respiratorios como el influenza, los rinovirus raramente causan fiebre alta o complicaciones graves en personas sanas.

No existe actualmente una vacuna disponible para prevenir las infecciones por rinovirus. El tratamiento suele ser sintomático y puede incluir medidas de alivio, como el uso de descongestionantes nasales, antihistamínicos o analgésicos suaves. Es importante resaltar que los antibióticos no son eficaces contra los virus y por lo tanto no están indicados en el tratamiento del resfriado común causado por rinovirus.

La mejor manera de prevenir la propagación del rinovirus es manteniendo una buena higiene personal, como lavarse las manos regularmente con agua y jabón, especialmente después de sonarse la nariz, toser o estornudar; evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos sucias; cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar; y limpiar y desinfectar regularmente superficies y objetos que se tocan con frecuencia. Además, es recomendable evitar el contacto cercano con personas enfermas y quedarse en casa si se presentan síntomas de resfriado común.

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