Trastornos Disociativos
Histeria
Salud Mental
Trastorno de Personalidad Múltiple
Transexualismo
Trastornos Sexuales y de Género
Enciclopedias como Asunto
Identidad de Género
Travestismo
Los Trastornos Disociativos son un grupo de condiciones mentales en las que el individuo experimenta una alteración o interrupción en la conciencia, la memoria, la identidad o la percepción del entorno. Estas experiencias disruptivas no pueden ser mejor explicadas por otros trastornos mentales u otras condiciones médicas generales.
La disociación es un mecanismo de defensa psicológico que ayuda a proteger al individuo de experiencias traumáticas o extremadamente estresantes. Sin embargo, en los trastornos disociativos, este mecanismo se sobreutiliza y puede resultar en síntomas debilitantes que interfieren con la vida cotidiana.
Existen varios tipos de trastornos disociativos, incluyendo:
1. Trastorno de Identidad Disociativo (TID): Anteriormente conocido como trastorno de personalidad múltiple, en este trastorno, el individuo experimenta dos o más identidades distintas que controlan su comportamiento en diferentes momentos. Cada una de estas identidades tiene su propio patrón de pensamientos, sentimientos y recuerdos.
2. Amnesia Disociativa: Es la incapacidad de recordar información importante sobre uno mismo o los acontecimientos de la vida, más allá de lo que se esperaría como resultado de una lesión cerebral u otra enfermedad médica. Puede haber amnesia localizada (relacionada con un evento específico o período de tiempo) o amnesia generalizada (pérdida de memoria autobiográfica y no autobiográfica).
3. Trastorno de Despersonalización/Desrealización: En este trastorno, el individuo experimenta sentimientos de desconexión o distanciamiento de su propio cuerpo o mente (despersonalización) o del entorno que les rodea (desrealización). Pueden sentirse como si estuvieran en un sueño o fuera de su cuerpo.
4. Trastorno de Identidad Disociativo no especificado: Este diagnóstico se utiliza cuando los síntomas no cumplen con los criterios de ninguno de los otros trastornos disociativos pero aún causan una angustia clínicamente significativa o deterioro en las áreas sociales, laborales u otras importantes del funcionamiento.
Los trastornos disociativos suelen desarrollarse como respuesta a un trauma grave, como abuso físico, sexual o emocional durante la infancia. El tratamiento suele implicar una combinación de terapia y medicamentos para ayudar a controlar los síntomas. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una forma comúnmente utilizada de terapia que ayuda al individuo a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos relacionados con el trauma. Los medicamentos, como los antidepresivos, pueden recetarse para tratar síntomas como la ansiedad o la depresión asociada con el trastorno disociativo. En algunos casos, la hospitalización puede ser necesaria si los síntomas son graves y ponen en peligro la vida del individuo.
En la medicina moderna, el término "histeria" ya no se utiliza como un diagnóstico formal. Anteriormente, se utilizaba para describir a un paciente que mostrara síntomas físicos sin una causa médica aparente, especialmente aquellos que involucraran un exceso de emoción o dramatismo.
El término ha sido objeto de controversia y estigmatización a lo largo de la historia, asociándose a menudo con mujeres y estereotipos de género. Hoy en día, los profesionales médicos y psicológicos prefieren describir los síntomas específicos en lugar de etiquetar al paciente con un término como "histeria". Si alguien presenta síntomas que antes podrían haber sido diagnosticados como histeria, a menudo se les diagnostica actualmente un trastorno de conversión o un trastorno somatomorfo.
La Salud Mental se refiere a un estado de bienestar en el que una persona es capaz de realizar sus capacidades cognitivas, behaviorales, y emocionales de forma adaptativa y equilibrada en función de su entorno. Es la habilidad de mantener un balance emocional apropiado, de experimentar sentimientos tanto positivos como negativos, funcionar adecuadamente desde un punto de vista social y unido a una thought process que permite realizar understaning, percepción, learning, y memoria.
La salud mental no implica necesariamente la ausencia de un problema o enfermedad mental, sino más bien, es el equilibrio entre las diferentes facetas de la vida de una persona. Un individuo con buena salud mental puede ser productivo y feliz, capaz de hacer frente a los problemas normales de la vida y trabajar de forma eficaz hacia metas realizables.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como "un estado de bienestar en el que el individuo realiza sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad".
Es importante destacar que la promoción y el mantenimiento de la salud mental son aspectos clave para disfrutar de una vida plena y satisfactoria. Esto se puede lograr mediante estrategias como tener relaciones sociales positivas, practicar hábitos saludables, reducir los niveles de estrés, y buscar atención médica si se presentan problemas mentales.
Los Servicios de Salud Mental se definen como proveedores especializados en el cuidado y tratamiento de una variedad de condiciones de salud mental, que incluyen pero no se limitan a: trastornos del estado de ánimo, como la depresión y el trastorno bipolar; trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico y la fobia social; esquizofrenia y otros trastornos psicóticos; trastornos de la personalidad; y trastornos relacionados con sustancias. Estos servicios pueden incluir terapia individual, familiar o de grupo; medicamentos; programas de rehabilitación; y educación del paciente y su familia sobre la afección mental. El objetivo de los Servicios de Salud Mental es mejorar la calidad de vida de las personas con trastornos mentales al ayudarlas a comprender, manejar y recuperarse de sus síntomas.
El Trastorno de Personalidad Múltiple (TPM), también conocido como Trastorno de Identidad Disociativo en la más reciente versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), es un trastorno mental poco común pero grave que se caracteriza por la presencia de dos o más identidades o estados de personalidad distintos dentro del individuo.
Estas identidades, con sus propios patrones de percepción, pensamiento, emoción y comportamiento, se denominan "estados de personalidad". Uno de estos estados es involuntariamente dominante en diferentes momentos, lo que resulta en una amnesia considerable para las acciones y recuerdos de otros estados.
Los síntomas pueden variar significativamente entre los afectados, pero generalmente incluyen:
1. La presencia de dos o más identidades o estados de personalidad que toman el control en diferentes momentos.
2. Amnesia recurrente para información importante sobre uno mismo o para eventos importantes en la vida.
3. Experiencias frecuentes de "viajes mentales" o "desconexión" de la realidad presente.
4. Frecuentes cambios en el estado de ánimo, memoria y comportamiento.
5. Sensación de ser un observador externo de su propia vida o mente.
6. Experiencias de possessionlike (sentir que una fuerza externa ha tomado control sobre ellos).
7. Dificultad para gestionar estrés, ansiedad o trauma sin experimentar cambios en la personalidad.
El diagnóstico y tratamiento de este trastorno son complejos y requieren de profesionales especializados en salud mental. El tratamiento suele implicar una combinación de terapia psicológica, medicamentos para controlar los síntomas asociados (como la ansiedad o la depresión) y, en algunos casos, hospitalización breve durante crisis agudas.
La American Psychiatric Association define el transexualismo en su Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) como un trastorno del desarrollo sexual que involucra una disconformidad persistente entre los géneros asignados al nacer y los propios. Esta disconformidad se manifiesta en diferentes aspectos de la vida de la persona, incluyendo los sentimientos de pertenencia a otro género, la identidad de género y el rol de género.
Los individuos con transexualismo pueden experimentar un fuerte deseo de vivir y ser aceptados como miembros del género opuesto, y pueden sentir que su cuerpo no coincide con su identidad de género real. Pueden también desear y buscar tratamientos médicos, como terapia hormonal y cirugía de reasignación de sexo, para alinear sus características físicas con su identidad de género.
Es importante destacar que el transexualismo no es considerado un trastorno mental en sí mismo, sino más bien una variación normal del desarrollo sexual y de género. El diagnóstico se utiliza principalmente para facilitar el acceso a los servicios de salud y apoyo necesarios para la transición de género.
Los Trastornos Sexuales y de la Identidad de Género se refieren a un grupo de condiciones en las que una persona experimenta una discordia o disfunción en su sexualidad o identidad de género, lo que causa malestar o dificultad en diferentes aspectos de su vida. Estos trastornos pueden manifestarse de diversas formas y grados de gravedad.
Los Trastornos Sexuales se refieren a problemas relacionados con el deseo sexual, la excitación, el orgasmo o el dolor durante las relaciones sexuales. Algunos ejemplos incluyen el trastorno del deseo sexual hipoactivo, los trastornos de la excitación sexual, los trastornos del orgasmo y el dolor durante el coito (dispareunia).
Por otro lado, los Trastornos de la Identidad de Género se refieren a la incongruencia entre el sexo biológico y la identidad de género sentida y experimentada por una persona. El trastorno de identidad de género más conocido es la disforia de género, que se caracteriza por la presencia de un marcado y persistente malestar con uno o varios aspectos de su propio sexo o género.
Es importante mencionar que en el año 2019, la American Psychiatric Association (APA) actualizó la nomenclatura de estos trastornos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), eliminando la categoría de "trastorno de identidad de género" y sustituyéndola por "disforia de género", con el objetivo de reducir el estigma asociado a estas condiciones y reconocer que la diversidad de género es una variación normal del desarrollo humano.
No existe una definición médica específica para "Enciclopedias como Asunto" ya que esta frase parece ser una expresión coloquial o un título en lugar de un término médico. Sin embargo, si nos referimos al término "enciclopedia" desde un punto de vista educativo o del conocimiento, podríamos decir que se trata de una obra de consulta que contiene información sistemática sobre diversas áreas del conocimiento, organizadas alfabética o temáticamente.
Si "Enciclopedias como Asunto" se refiere a un asunto médico en particular, podría interpretarse como el estudio o la investigación de diferentes aspectos relacionados con las enciclopedias médicas, como su historia, desarrollo, contenido, estructura, impacto en la práctica clínica y la educación médica, entre otros.
Sin un contexto más específico, es difícil proporcionar una definición médica precisa de "Enciclopedias como Asunto".
La identidad de género, en términos médicos y psicológicos, se refiere a la experiencia interna e individual del género como perteneciente a categories masculinas, femeninas u otras. Es la profunda convicción personal de ser hombre, mujer, o alguno de los diversos géneros existentes más allá del binario hombre/mujer. La identidad de género no está necesariamente relacionada con el sexo biológico asignado al nacer, sino que es un sentimiento personal y subjetivo que puede o no coincidir con el sexo anatómico.
La American Psychiatric Association define la identidad de género como "un concepto fundamental referido a una persona's deeply-felt, internal and individual sense of gender, which may be male, female or something else, which may not necessarily correspond to an individual's body or designated sex at birth." (concepto fundamental referido al sentido interno y personal de género profundamente experimentado por una persona, el cual puede ser masculino, femenino o algo más, que no necesariamente corresponde al cuerpo o al sexo asignado al nacer de esa persona).
Es importante notar que la identidad de género es diferente a la orientación sexual, que se refiere a las atracciones emocionales, románticas y/o sexuales hacia otras personas.
El término 'travestismo' es utilizado en el campo de la psicología y la sexualidad humana. Se refiere a un individuo que habitualmente, y como forma principal de expresión de su identidad de género, viste, behaves y presenta una apariencia física del sexo opuesto. Es importante destacar que no se considera una patología mental a menos que cause distress o angustia al individuo, en cuyo caso se diagnosticaría como un trastorno de identidad de género no especificado, según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales). El término preferido por la comunidad médica y psicológica hoy en día es "disforia de género".
Tenga en cuenta que el travestismo se distingue del transgénero, ya que el travestismo no necesariamente implica una identidad de género discrepante con el sexo asignado al nacer. Algunas personas travestis pueden identificarse como hombres o mujeres y solo utilizan la ropa y el comportamiento del sexo opuesto como una forma de expresión personal o sexual.
Es crucial abordar este tema con sensibilidad y respeto, ya que involucra cuestiones personales y profundamente arraigadas sobre la identidad y la expresión de género.
Los Trastornos de la Personalidad, según la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), se definen como un patrón duradero y generalizado de comportamiento, cognición, emoción y relaciones interpersonales que se aparta marcadamente de las expectativas culturales y que causa malestar o deterioro en el funcionamiento social, laboral o de otras áreas importantes.
Estos patrones se manifiestan temprano en la edad adulta y están presentes en una variedad de contextos, como lo indican dos (o más) de los siguientes:
1. Dificultad interpersonal significativa, marcada por uno o más de las siguientes áreas: recurrentes dificultades en establecer o mantener relaciones interpersonales debido a comportamientos rígidos o excesivamente auto-referenciales;
2. Un patrón de comportamiento, pensamientos, emociones o relaciones interpersonales que son notablemente inflexibles y restrictivos de la gama del afecto, del sentido del yo o del control;
3. Una manifestación excesiva o limitada de aspectos de la personalidad que causa un marcado malestar clínicamente significativo o deterioro en el funcionamiento social, laboral o de otras áreas importantes;
4. No se debe a los efectos directos de una sustancia (por ejemplo, drogas, medicamentos) o de una enfermedad médica general (por ejemplo, lesión cerebral traumática).
Existen diez tipos específicos de trastornos de la personalidad clasificados en tres grupos:
Grupo A: Características extrañas o excéntricas
- Trastorno paranoide de la personalidad
- Trastorno esquizoide de la personalidad
- Trastorno esquizotípico de la personalidad
Grupo B: Características dramáticas, emocionales o erráticas
- Trastorno antisocial de la personalidad
- Trastorno límite de la personalidad
- Trastorno histriónico de la personalidad
- Trastorno narcisista de la personalidad
Grupo C: Características ansiosas o temerosas
- Trastorno evitativo de la personalidad
- Trastorno dependiente de la personalidad
- Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad
Cada uno tiene síntomas y rasgos de personalidad distintivos.