Inflamación de la vasculatura de la retina de distintas etiologías, incluyendo enfermedad infecciosa, LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO, ESCLEROSIS MÚLTIPLE, SINDROME DE BEHÇET y CORIORRETINITIS.
Inflamación de cualquier vaso sanguíneo, incluidas las ARTERIAS, las VENAS y el resto del sisitema vascular del organismo.
Grupo heterogéneo de enfermedades caracterizadas por inflamación y necrosis de las paredes de los vasos sanguíneos.
Infección tuberculosa del ojo, principalmente del iris, cuerpo ciliar y la coroides.
Enfermedad inflamatoria crónica rara, que implica a los vasos sanguineos pequeños. Es de etiología desconocida y se caracteriza por ulceración mucocutánea en la boca y la región genital y uveitis con hipopion. La forma neurocular puede causar ceguera y la muerte. T También puede producirse SINOVITIS, TROMBOFLEBITIS, úlceras gastrointestinales, VASCULITIS RETINIANA y ATROFIA ÓPTICA.
Las enfermedades de la retina se refieren a un grupo diverso de trastornos oculares que afectan la estructura y función de la retina, potencialmente causando pérdida visual parcial o total.
Inflamación en la que tanto los segmentos anteriores como posteriores de la úvea están afectados y donde no es aparente un foco específico. A menudo es severa y extensa y es un serio peligro para la visión. Las causas incluyen enfermedades sistémicas como la tuberculosis, sarcoidosis, y sífilis, así como neoplasias malignas. El segmento intermedio del ojo no se afecta.
Inflamación de la pars plana, cuerpo ciliar, y de las estructuras adyacentes.
Vasos sanguíneos que irrigan y drenan la RETINA.
Sangramiento de los vasos de la retina.
Hemorragia intraocular de los vasos de diversos tejidos del ojo.
Inflamación de parte o la totalidad de la úvea, la túnica media (vascular) del ojo, que normalmente afecta a las otras túnicas (esclerótica, córnea y retina). (Dorland, 28a ed)
Inflamación de la retina. Raramente se limita a la retina, comúnmente se asocia a enfermedades de la coroides (CORIORETINITIS) y del nervio óptico (neuroretinitis). La enfermedad puede presentarse en un sólo ojo, pero como generalmente depende de un factor constitucional, casi siempre es bilateral. Puede tener un curso agudo, pero por regla general dura de semanas a varios meses.
Visualización de un sistema vascular luego de la inyección intravenosa de una solución de fluoresceína. Las imágenes pueden fotografiarse o televisarse. Se usa especialmente en el estudio de los vasos retineanos y uveales.
Grupo de vasculitis sistémicas, con una fuerte asociación con ANCA. Los trastornos se caracterizan por inflamación necrotizante de los vasos pequeños y medianos, con poco o ningún depósito de complejos inmunes en las paredes vasculares.
Inflamación de la úvea anterior que comprende al iris, estructuras del ángulo, y el cuerpo ciliar. Las manifestaciones de este trastorno incluyen inyección ciliar, exudados en la cámara anterior, cambios del iris, y adherencias entre el iris y el lente (sinequia posterior). La presión intraocular puede estar aumentada o disminuida.
Hemorragia en el CUERPO VÍTREO.
Región cóncava interior del ojo, que está formada por la retina, la coroides, la esclera, el disco óptico y los vasos sanguíneos, y que se observa a través de oftalmoscopio.
Inflamación de los vasos sanguíneos en el interior del sistema nervioso central. La vasculitis primaria suele estar causada por factores autoinmunes o idiopáticos, mientras que la vasculitis secundaria está causada por un proceso patológico existente. Las manifestaciones clínicas son muy variables pero incluyen CEFALEA, CONVULSIONES, alteraciones de la conducta, HEMORRAGIAS INTRACRANEALES, ATAQUE ISQUÉMICO TRANSITORIO e INFARTO ENCEFÁLICO. (Traducción libre del original: Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, pp856-61).
Forma de inflamación necrotizante no granulomatosa que afecta preferentemente a las ARTERIAS de mediano tamaño, a menudo con microaneurismas. Esta enfermedad se caracteriza por dolores musculares, articulares y abdominales debidos a infartos arteriales y cicatrices en los órganos afectados. La poliarteritis nodosa con afectación pulmonar se denomina SÍNDROME DE CHURG-STRAUSS.
Glucocorticoide con las propiedades generales de los corticoides. Es la droga adecuada para todas las afecciones en las cuales está indicada la terapia corticoide sistémica, excepto en los estados de deficiencia suprarrenal.
Complejo formado por la unión de moléculas de antígeno y anticuerpo. La deposición de grandes complejos antígeno-anticuerpo produce daño tisular y genera ENFERMEDADES DE INMUNOCOMPLEJOS.
La claridad o nitidez de la VISIÓN OCULAR o la capacidad del ojo para ver detalles finos. La agudeza visual depende de las funciones de la RETINA, la transmisión neuronal, y la capacidad interpretativa del cerebro. La agudeza visual normal se expresa como 20/20 que indica que se puede ver a 20 pies lo que normalmente debería ser visto a esa distancia. La agudeza visual también puede ser influenciada por el brillo, el color y el contraste.

La vasculitis retiniana es una afección médica ocular que implica la inflamación de los vasos sanguíneos en la retina, la parte sensible a la luz en la parte posterior del ojo. La retina contiene delicados vasos sanguíneos que pueden verse afectados por diversas condiciones sistémicas o enfermedades autoinmunes.

La vasculitis retiniana puede presentarse de manera aguda o crónica y puede causar una variedad de síntomas, como visión borrosa, manchas negras flotantes (moscas volantes), pérdida de visión periférica o central, y en casos graves, ceguera.

Esta afección puede ser primaria, lo que significa que solo afecta la retina, o secundaria, lo que indica que es una complicación de otra enfermedad subyacente, como artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, sífilis o enfermedad de Behçet.

El diagnóstico de vasculitis retiniana generalmente se realiza mediante un examen oftalmológico completo, que puede incluir dilatación de la pupila y angiografía fluoresceínica, una prueba en la que se inyecta un tinte especial en el torrente sanguíneo para observar el flujo sanguíneo en la retina.

El tratamiento de la vasculitis retiniana depende de la gravedad de los síntomas y de si existe una enfermedad subyacente que cause la afección. Puede incluir corticosteroides, inmunosupresores o terapias dirigidas específicamente a la enfermedad sistémica subyacente. La atención temprana y el tratamiento agresivo pueden ayudar a prevenir daños graves y pérdida permanente de visión.

La vasculitis es un término médico que se refiere a la inflamación de los vasos sanguíneos. Puede afectar a vasos de diferentes tamaños, desde pequeñas capilares hasta grandes arterias. La inflamación puede causar estrechamiento, debilitamiento o bloqueo de los vasos sanguíneos, lo que puede impedir el flujo sanguíneo adecuado a los tejidos y órganos del cuerpo.

Los síntomas de la vasculitis pueden variar ampliamente dependiendo de la gravedad de la inflamación y la ubicación de los vasos sanguíneos afectados. Algunas personas con vasculitis pueden experimentar fiebre, fatiga, pérdida de apetito y dolores articulares. Otros síntomas más específicos pueden incluir erupciones cutáneas, debilidad muscular, entumecimiento o dolor en los brazos o las piernas, y problemas respiratorios o renales.

La causa de la vasculitis no siempre está clara, pero se cree que puede estar relacionada con respuestas anormales del sistema inmunológico a infecciones, medicamentos, toxinas u otras sustancias extrañas en el cuerpo. En algunos casos, la vasculitis puede ser una complicación de otras enfermedades autoinmunitarias como lupus eritematoso sistémico o artritis reumatoide.

El tratamiento de la vasculitis depende del tipo y gravedad de la enfermedad, pero generalmente implica el uso de medicamentos para reducir la inflamación y suprimir el sistema inmunológico. Los corticosteroides como la prednisona son comúnmente utilizados, al igual que los fármacos inmunosupresores como la ciclofosfamida o el metotrexato. En casos graves, puede ser necesario un tratamiento adicional con plasmaféresis o terapia de reemplazo renal.

La vasculitis sistémica es un término médico que se refiere a un grupo de trastornos inflamatorios poco comunes que afectan los vasos sanguíneos en todo el cuerpo. La característica definitoria de estas condiciones es una inflamación aguda o crónica de las paredes de los vasos sanguíneos, lo que puede causar una variedad de síntomas y complicaciones graves, dependiendo del tamaño y la ubicación de los vasos afectados.

La inflamación en la vasculitis sistémica se cree que es el resultado de una respuesta exagerada e inapropiada del sistema inmunológico, en la que las células inmunitarias atacan y dañan los tejidos sanos. Aunque la causa exacta de esta reacción autoinmune no se conoce completamente, se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos y ambientales, como infecciones o exposiciones químicas.

Los síntomas de la vasculitis sistémica pueden variar ampliamente, dependiendo del tipo y la gravedad de la enfermedad. Sin embargo, muchos pacientes experimentan fiebre, fatiga, pérdida de apetito y pérdida de peso. Otras manifestaciones comunes incluyen dolor articular, debilidad muscular, erupciones cutáneas y úlceras en la piel. En casos graves, la vasculitis sistémica puede causar daño a órganos vitales como el corazón, los pulmones, los riñones y el sistema nervioso central.

El diagnóstico de vasculitis sistémica generalmente requiere una evaluación clínica exhaustiva, que puede incluir análisis de sangre, estudios de imagenología y biopsias de tejidos afectados. El tratamiento suele implicar el uso de medicamentos inmunosupresores para controlar la inflamación y prevenir daños adicionales a los órganos. La terapia con corticosteroides, como la prednisona, es comúnmente utilizada, aunque otros fármacos, como la ciclofosfamida o el rituximab, también pueden ser recetados en casos más graves.

La prognosis de la vasculitis sistémica depende del tipo y la gravedad de la enfermedad, así como de la respuesta al tratamiento. Algunas formas de vasculitis sistémica pueden ser controladas eficazmente con terapia médica, mientras que otras pueden causar daño irreversible a los órganos y llevar a una discapacidad grave o incluso la muerte. Por lo tanto, es importante buscar atención médica especializada tan pronto como sea posible si se sospecha de vasculitis sistémica.

La tuberculosis ocular es una afección rara en la que la tuberculosis (TB), una infección bacteriana causada generalmente por Mycobacterium tuberculosis, afecta el ojo y sus estructuras circundantes. La forma más común es la tuberculosis conjunctival, donde la membrana que recubre el interior de los párpados (conjuntiva) se inflama. Otras formas incluyen tuberculosis corneal, tuberculosis episcleral, tuberculosis uveítica y tuberculosis neuroretinitis. Estas afecciones pueden causar síntomas como enrojecimiento ocular, dolor, sensibilidad a la luz, visión borrosa y pérdida de visión. La tuberculosis ocular a menudo se diagnostica mediante pruebas especializadas que incluyen exámenes oftalmológicos, análisis de líquido del ojo y pruebas cutáneas o sanguíneas para detectar la presencia de anticuerpos contra el M. tuberculosis. El tratamiento generalmente implica antibióticos específicos para combatir la infección, como la isoniacida, la rifampicina y la etambutol, durante un período prolongado de tiempo. En algunos casos, también pueden ser necesarios corticosteroides o cirugía.

El síndrome de Behçet es una enfermedad inflamatoria crónica y multisistémica, caracterizada por la presencia de lesiones recurrentes en la piel y las mucosas. Afecta principalmente a los vasos sanguíneos pequeños y medianos, lo que provoca una variedad de síntomas inflamatorios en diferentes órganos y tejidos del cuerpo.

Los signos clínicos más comunes del síndrome de Behçet incluyen:

1. Aftas orales recurrentes: úlceras dolorosas en la boca, similar a las llagas que se ven con el herpes simple, pero sin brotes virales asociados.
2. Lesiones genitales: úlceras dolorosas en los genitales, tanto en hombres como en mujeres.
3. Eritema nodoso: nódulos inflamatorios dolorosos en la piel, especialmente en las piernas.
4. Uveítis: inflamación del ojo que puede causar visión borrosa, dolor ocular y sensibilidad a la luz.
5. Afectación vascular: trombosis venosa y arterial, aneurismas y flebitis superficiales.
6. Afectación articular: artralgias y artritis aguda o crónica, especialmente en las articulaciones de los miembros inferiores.
7. Afectación neurológica: meningitis, encefalitis, vasculitis cerebral y trastornos del movimiento.
8. Afectación gastrointestinal: dolor abdominal, diarrea, sangrado intestinal y úlceras intestinales.

La causa exacta del síndrome de Behçet sigue siendo desconocida, aunque se cree que está relacionada con una respuesta autoinmune exagerada en personas genéticamente predispuestas. El diagnóstico se basa en los criterios clínicos y puede confirmarse mediante pruebas de laboratorio e imágenes. No existe cura para el síndrome de Behçet, pero el tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas y prevenir complicaciones graves. El tratamiento suele incluir antiinflamatorios no esteroideos (AINE), corticosteroides, inmunomoduladores y fármacos biológicos.

Las enfermedades de la retina se refieren a un grupo de trastornos o condiciones que afectan la estructura y función anatómica de la retina, una membrana nerviosa sensible a la luz en la parte posterior del ojo. La retina es responsable de convertir las señales luminosas en impulsos eléctricos que viajan al cerebro a través del nervio óptico, donde se interpretan como vision.

Existen diversas enfermedades de la retina, entre ellas:

1. Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE): Es una enfermedad ocular progresiva que afecta el centro de la retina, llamada mácula. Puede causar pérdida de visión central y distorsiones en las líneas rectas. Existen dos tipos: seca (atrofia) y húmeda (exudativa).

2. Retinosis Pigmentaria: Es una enfermedad hereditaria que afecta los bastones y conos de la retina, causando pérdida gradual de visión periférica y visión nocturna.

3. Desprendimiento de Retina: Ocurre cuando el líquido del humor vítreo se acumula detrás de la retina, haciendo que se desprenda de su capa pigmentaria subyacente y cause pérdida de visión.

4. Degeneración Coroidal: Es una enfermedad degenerativa que afecta la coroides, una capa vascular entre la retina y el blanco del ojo. Puede causar pérdida de visión central y periférica.

5. Oclusiones Vasculares Retinianas: Son bloqueos en las arterias o venas que suministran sangre a la retina, lo que puede provocar daño isquémico y hemorragia en la retina.

6. Edema Macular Diabético: Ocurre cuando el exceso de glucosa en la sangre daña los vasos sanguíneos de la retina, causando hinchazón y pérdida de visión central.

7. Queratopatía Serosa: Es una enfermedad degenerativa que afecta la córnea, causando opacidad y pérdida de visión.

8. Distrofia Macular: Son enfermedades hereditarias que afectan el centro de la retina (la mácula), causando pérdida gradual de visión central.

9. Uveítis: Es una inflamación del iris, cuerpo ciliar y coroides, lo que puede causar daño en la retina y pérdida de visión.

10. Coloboma Retinal: Es un defecto congénito en el desarrollo de la retina, causando una abertura o agujero en la retina y pérdida de visión periférica.

La panuveítis es una afección ocular que involucra la inflamación en toda la úvea, que es la capa media del ojo. La úvea se compone del iris (la parte coloreada del ojo), el cuerpo ciliar (que produce el líquido dentro del ojo) y la coroides (una capa de vasos sanguíneos que nutren los tejidos del ojo).

La panuveítis puede causar síntomas como enrojecimiento ocular, dolor, sensibilidad a la luz, visión borrosa y disminución de la agudeza visual. Puede ser el resultado de una infección, una enfermedad autoinmune u otras afecciones subyacentes. El tratamiento generalmente implica medicamentos para reducir la inflamación y, si es necesario, tratar cualquier causa subyacente. Es importante buscar atención médica inmediata si se sospecha panuveítis, ya que la inflamación no tratada puede dañar permanentemente el ojo y afectar la visión.

La uveítis intermedia, también conocida como uveítis pars planitis, es un tipo específico de inflamación ocular que afecta la parte intermedia del ojo llamada pars plana. La uveítis se refiere a la inflamación de la úvea, la capa media del ojo que consiste en el iris, el cuerpo ciliar y la coroides.

La uveítis intermedia generalmente afecta a personas entre las edades de 20 y 50 años, y es más común en hombres que en mujeres. Los síntomas pueden incluir visión borrosa, manchas flotantes en el campo de visión, sensibilidad a la luz, dolor ocular y enrojecimiento.

La causa exacta de la uveítis intermedia es desconocida, aunque se cree que está relacionada con una respuesta autoinmune del sistema inmunológico del cuerpo. En algunos casos, puede estar asociada con enfermedades sistémicas subyacentes, como la esclerosis múltiple o enfermedades infecciosas.

El tratamiento de la uveítis intermedia generalmente implica el uso de medicamentos antiinflamatorios, como corticosteroides, para reducir la inflamación y prevenir daños adicionales en el ojo. En casos graves o persistentes, se pueden considerar otros tratamientos, como inmunomoduladores o terapia biológica. Es importante buscar atención médica temprana si se sospecha uveítis intermedia, ya que un tratamiento oportuno puede ayudar a prevenir complicaciones graves y posibles daños permanentes en la visión.

Los vasos retinianos se refieren a los delicados vasos sanguíneos que suministran sangre y nutrientes a la retina, la capa sensible a la luz en la parte posterior del ojo. La retina es responsable de procesar las imágenes y enviarlas al cerebro a través del nervio óptico.

Existen dos tipos principales de vasos retinianos: arterias y venas. Las arterias retinianas llevan sangre rica en oxígeno desde el corazón hasta la retina, mientras que las venas retinianas transportan la sangre desoxigenada de regreso al corazón. Estos vasos se originan en la parte posterior del ojo y se extienden hacia adelante, formando una intrincada red capilar en la retina.

La evaluación de los vasos retinianos es crucial en el examen oftalmológico, ya que cualquier cambio o anormalidad en estos vasos puede indicar diversas condiciones o enfermedades oculares, como la retinopatía diabética, la oclusión vascular retiniana, la degeneración macular relacionada con la edad y el glaucoma. La detección temprana y el tratamiento de estas afecciones pueden ayudar a prevenir complicaciones graves y preservar la visión.

La hemorragia retiniana es un término médico que se refiere a la presencia de sangre en la parte interna del ojo, específicamente en el tejido sensible a la luz llamado retina. La retina contiene células fotorreceptoras que captan la luz y envían señales al cerebro, permitiéndonos ver imágenes.

La hemorragia retiniana puede ocurrir por varias razones, como la diabetes no controlada, el glaucoma, la degeneración macular relacionada con la edad, lesiones oculares, desprendimiento de retina o incluso por actividades físicas vigorosas, entre otras causas.

Cuando se produce una hemorragia retiniana, los vasos sanguíneos que suministran oxígeno y nutrientes a la retina se dañan o rompen, lo que hace que la sangre se acumule en el espacio entre las capas de la retina. Esto puede interferir con la visión normal y, en casos graves, incluso provocar la pérdida permanente de la visión.

Los síntomas de la hemorragia retiniana pueden incluir manchas flotantes, visión borrosa o distorsionada, destellos de luz, sombras en el campo visual o incluso una disminución repentina de la visión. Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica inmediata para determinar la causa subyacente y recibir un tratamiento adecuado.

La hemorragia ocular, también conocida como hipema o sangrado intraocular, se refiere a la presencia de sangre en el humor acuoso dentro del ojo. Este espacio generalmente es transparente y permite que la luz viaje a través del ojo para llegar a la retina. Sin embargo, cuando hay una hemorragia, la luz se bloquea parcial o completamente, resultando en una visión borrosa o totalmente ausente.

La causa más común de una hemorragia ocular es trauma directo al ojo. Otras posibles causas pueden incluir complicaciones quirúrgicas, desprendimiento de retina, tumores oculares, inflamación intraocular severa (uveítis), diabetes avanzada con daño vascular en la retina (retinopatía diabética), y trastornos de coagulación sanguínea.

El tratamiento depende de la causa subyacente. En casos leves, el sangrado puede reabsorberse por sí solo sin necesidad de intervención médica. Sin embargo, en casos graves o si hay complicaciones asociadas, como desprendimiento de retina, puede ser necesaria una cirugía para eliminar la sangre y corregir el problema subyacente.

Es importante buscar atención médica inmediata si se experimenta cualquier síntoma de hemorragia ocular, como visión borrosa repentina, manchas flotantes, halos alrededor de las luces o pérdida de visión parcial o total. La detección y el tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir daños permanentes en la vista.

La uveítis es un término médico que se refiere a la inflamación de la úvea, una capa media del ojo que consiste en el iris (la parte coloreada del ojo), el cuerpo ciliar (que produce líquido dentro del ojo) y la coroides (una capa rica en vasos sanguíneos que provee nutrientes al ojo). La uveítis puede causar enrojecimiento, dolor, sensibilidad a la luz, visión borrosa y puntos flotantes. Puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo infecciones, lesiones, sistemas autoinmunitarios y trastornos del tejido conectivo. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos para reducir la inflamación y prevenir daños en el ojo.

La retinitis es un término médico que se refiere a la inflamación de la retina, que es la capa más interna y sensible a la luz en el fondo del ojo. La retina contiene células fotorreceptoras llamadas bastones y conos que convierten la luz en impulsos nerviosos, los cuales son enviados al cerebro y procesados como vision.

La retinitis puede afectar a personas de todas las edades y puede ser causada por diversas condiciones médicas, como infecciones virales o bacterianas, enfermedades autoinmunes, tumores oculares, traumatismos oculares y exposición a sustancias tóxicas.

Los síntomas de la retinitis pueden variar dependiendo de la gravedad y la ubicación de la inflamación en la retina. Algunos de los síntomas más comunes incluyen visión borrosa o disminuida, destellos de luz, manchas flotantes, pérdida de visión periférica o central, y cambios en la sensibilidad al contraste y a la luz.

El tratamiento de la retinitis depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos antimicrobianos, corticosteroides, inmunomoduladores o terapia fotodinámica. En algunos casos, la retinitis puede causar daño permanente en la retina y conducir a una pérdida de visión irreversible. Por lo tanto, es importante buscar atención médica inmediata si se experimentan síntomas de retinitis.

La angiografía con fluoresceína es un procedimiento diagnóstico que utiliza una sustancia llamada fluoresceína y una cámara especial para capturar imágenes del sistema de vasos sanguíneos en el ojo. Durante el procedimiento, se inyecta una pequeña cantidad de fluoresceína en una vena del brazo del paciente. La sustancia viaja a través del torrente sanguíneo y se ilumina cuando se expone a una luz especial durante el examen.

La cámara especial, llamada cámara de fundus o angiografía, captura imágenes en tiempo real mientras la fluoresceína circula por los vasos sanguíneos del ojo. Estas imágenes permiten al médico evaluar la salud de los vasos sanguíneos y detectar cualquier anormalidad, como pérdida de fluidez, fugas, crecimientos anormales o bloqueos.

Este procedimiento se utiliza a menudo para diagnosticar y monitorear enfermedades oculares, como la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), la retinopatía diabética y la retinosquisis periférica. La angiografía con fluoresceína es un procedimiento seguro y mínimamente invasivo, aunque pueden ocurrir reacciones alérgicas a la fluoresceína en raras ocasiones.

La Vasculitis Asociada a Anticuerpos Citoplasmáticos Antineutrófilos (VACAN), también conocida como Vasculitis Granulomatosa Eosinofílica o Granulomatosis de Wegener, es una enfermedad inflamatoria que afecta los vasos sanguíneos, especialmente los pequeños y medianos. Es causada por una respuesta autoinmune anormal donde el sistema inmunológico produce anticuerpos contra componentes de los propios glóbulos blancos (neutrófilos), lo que resulta en inflamación y destrucción de las paredes de los vasos sanguíneos. Esta afección puede afectar a diversos órganos y tejidos, incluyendo los pulmones, los riñones, la nariz, los senos paranasales, los oídos, la piel y los ojos. Los síntomas pueden variar ampliamente dependiendo de los órganos afectados e incluyen fiebre, fatiga, dolores articulares, tos con sangre, dolor de pecho, dolor de oído, sinusitis, pérdida de audición y disfunción renal. El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre, pruebas de imagen y biopsias. El tratamiento suele incluir corticosteroides y fármacos inmunosupresores para controlar la inflamación y prevenir daños en los órganos.

La uveítis anterior, también conocida como iritis o iridociclitis, es un tipo específico de uveítis que afecta la parte frontal del ojo, incluyendo la íris y el cuerpo ciliar. La uveítis se refiere a la inflamación de la úvea, que es la capa media del ojo que contiene vasos sanguíneos.

La iritis es usualmente causada por una respuesta inmunológica anormal, aunque también puede ser el resultado de una lesión o infección. Los síntomas más comunes incluyen dolor o sensibilidad a la luz (fotofobia), enrojecimiento del ojo, visión borrosa y dolor al mover el ojo. El tratamiento generalmente implica el uso de esteroides y dilatadores para reducir la inflamación y relajar los músculos del ojo. Es importante tratar la uveítis anterior a tiempo para prevenir complicaciones potencialmente graves, como el glaucoma, el desprendimiento de retina o la pérdida permanente de la visión.

La hemorragia vítrea, también conocida como sangrado vítreo, se refiere a la presencia de sangre en el humor vítreo del ojo. El humor vítreo es un gel transparente que llena el espacio entre el cristalino y la retina en el interior del ojo.

Este tipo de hemorragia suele ser el resultado de una ruptura de los vasos sanguíneos en la retina, que puede ocurrir debido a diversas causas, como la diabetes, la hipertensión arterial, la degeneración macular relacionada con la edad, un traumatismo ocular o una complicación durante una cirugía ocular.

Los síntomas de la hemorragia vítrea pueden variar dependiendo de la cantidad de sangre presente en el humor vítreo y de la rapidez con que se disipe. Algunos pacientes pueden experimentar visión borrosa, manchas flotantes, destellos de luz o pérdida de visión parcial o total.

El tratamiento de la hemorragia vítrea dependerá de la causa subyacente y puede incluir observación, medicamentos para reducir la presión intraocular o cirugía para eliminar el sangrado y reparar los vasos sanguíneos dañados.

El fondo de ojo, también conocido como examen del fondo de ojo, es un procedimiento médico en oftalmología y optometría que implica el uso de un instrumento especial, llamado oftalmoscopio, para observar la estructura interna del ojo. Específicamente, este examen permite al profesional de la visión mirar directamente a la parte posterior del ojo, incluyendo la retina, el disco óptico (donde se une la nervio óptico a la retina), los vasos sanguíneos y la mácula (zona central de la retina responsable de la visión aguda).

El fondo de ojo puede ayudar a diagnosticar diversas condiciones oftalmológicas y sistémicas, como:

1. Degeneración macular relacionada con la edad
2. Desprendimiento de retina
3. Glaucoma
4. Hipertensión arterial
5. Diabetes mellitus
6. Enfermedades vasculares y otras afecciones sistémicas

Este procedimiento es indoloro y no invasivo, aunque el paciente puede experimentar una leve molestia o sensación de presión durante su realización. Es recomendable realizar exámenes periódicos del fondo de ojo para mantener un seguimiento adecuado de la salud ocular y detectar posibles problemas a tiempo.

La vasculitis del sistema nervioso central (VSNC), también conocida como vasculitis cerebral o encefálica, es un grupo heterogéneo de trastornos inflamatorios que afectan los vasos sanguíneos dentro del sistema nervioso central (SNC). Esto incluye el cerebro y la médula espinal. La característica definitoria de estas condiciones es una inflamación aguda o crónica de las paredes de los vasos sanguíneos, lo que puede resultar en isquemia (falta de suministro de sangre), hemorragia y, en última instancia, daño neurológico.

La VSNC se puede clasificar en dos categorías principales: primaria y secundaria. La vasculitis primaria del SNC es una afección idiopática que solo afecta los vasos sanguíneos dentro del sistema nervioso central, mientras que la vasculitis secundaria del SNC se asocia con enfermedades sistémicas o exposiciones ambientales.

La presentación clínica de la VSNC es variable y depende de la gravedad, la ubicación y la extensión de la inflamación vascular. Los síntomas pueden incluir dolores de cabeza, convulsiones, déficits neurológicos focales, cambios en el estado mental o cognitivo e incluso coma. El diagnóstico se realiza mediante una combinación de historial clínico, estudios de imagen y análisis de laboratorio, y a menudo requiere una biopsia del tejido vascular afectado para confirmar el diagnóstico.

El tratamiento de la VSNC implica generalmente el uso de corticosteroides y fármacos inmunosupresores para controlar la inflamación vascular y prevenir daños adicionales al sistema nervioso central. El pronóstico varía según la etiología subyacente, la gravedad de la enfermedad y la respuesta al tratamiento.

La Poliarteritis Nodosa (PAN) es una enfermedad poco frecuente pero grave que involucra la inflamación de los vasos sanguíneos pequeños y medianos, conocidos como arterias. Esta inflamación puede reducir o bloquear el flujo sanguíneo, lo que puede dañar los órganos y tejidos del cuerpo.

La PAN puede afectar a varios órganos y sistemas corporales, incluyendo los riñones, el sistema nervioso, la piel, el corazón, los intestinos y los músculos. Los síntomas pueden variar ampliamente dependiendo de los órganos afectados e incluyen fiebre, fatiga, dolor abdominal, debilidad muscular, entumecimiento o debilidad en las extremidades, pérdida de peso y moretones o úlceras en la piel.

La causa exacta de la PAN es desconocida, pero se cree que está relacionada con una respuesta anormal del sistema inmunológico. En algunos casos, puede estar asociada con una infección previa por virus. El diagnóstico de la PAN generalmente se realiza mediante una combinación de historial clínico, examen físico, análisis de sangre y estudios de imagen, como angiografía o biopsia.

El tratamiento de la PAN depende de la gravedad de la enfermedad y de los órganos afectados. Por lo general, implica el uso de medicamentos para suprimir el sistema inmunológico, como corticosteroides y ciclofosfamida, junto con terapia de reemplazo renal o diálisis en casos graves que afectan los riñones. La detección y el tratamiento tempranos son clave para prevenir daños graves a los órganos y mejorar el pronóstico general de la enfermedad.

La prednisolona es un glucocorticoide sintético, un tipo de corticosteroide, que se utiliza comúnmente en el tratamiento de diversas afecciones médicas. Tiene propiedades antiinflamatorias y también puede suprimir la respuesta inmune del cuerpo.

Se utiliza para tratar una variedad de condiciones, como asma, enfermedades inflamatorias intestinales, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, psoriasis y otras afecciones dermatológicas, enfermedades del tejido conectivo, trastornos endocrinos, ciertos tipos de cáncer y trasplantados de órganos para prevenir el rechazo.

La prednisolona actúa imitando las hormonas naturales producidas por las glándulas suprarrenales (como el cortisol), reduciendo la inflamación y suprimiento del sistema inmunológico. Sin embargo, su uso a largo plazo o en dosis altas puede dar lugar a efectos secundarios graves, como aumento de peso, presión arterial alta, diabetes, osteoporosis, glaucoma y cataratas, entre otros. Por lo tanto, su uso debe ser supervisado cuidadosamente por un profesional médico.

El complejo antígeno-anticuerpo es una estructura molecular formada por la unión específica entre un antígeno y un anticuerpo. Los antígenos son sustancias extrañas al organismo que desencadenan una respuesta inmunitaria, mientras que los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunitario para reconocer y neutralizar a los antígenos.

Cuando un antígeno entra en contacto con un anticuerpo compatible, se produce una reacción química que hace que ambas moléculas se unan formando el complejo antígeno-anticuerpo. Esta unión se lleva a cabo mediante la interacción de las regiones variables de la cadena pesada y ligera del anticuerpo con determinadas zonas del antígeno, conocidas como epitopes o determinantes antigénicos.

Una vez formado el complejo antígeno-anticuerpo, puede ser reconocido por otras células del sistema inmunitario, como los fagocitos, que lo internalizan y lo destruyen, eliminando así la amenaza para el organismo. El proceso de formación de complejos antígeno-anticuerpo es fundamental en la respuesta inmunitaria adaptativa y desempeña un papel clave en la protección del cuerpo frente a infecciones y enfermedades.

La agudeza visual es una medida de la capacidad del sistema visual para distinguir los detalles finos y la fineza de la visión. Se define generalmente como la medida más pequeña de un objeto o símbolo que las personas pueden identificar correctamente a una distancia específica, bajo condiciones estándar de luz y con su mejor corrección óptica. La agudeza visual normal es típicamente 20/20 en los Estados Unidos, lo que significa que una persona puede ver a 20 pies lo que la mayoría de las personas promedio pueden ver a la misma distancia. Una agudeza visual peor que 20/20 indica que la visión es peor que la normal, mientras que una agudeza visual mejor que 20/20 significa que la visión es mejor que la normal.

a b c d e Lynn K. Gordon, M.D., pH.d. (enero de 2003). Vasculitis Retiniana. Sociedad Americana de uveítis. 10 de ... Vasculitis retiniana es muy rara como el único síntoma que presentaba. A menudo hay suficiente evidencia sistémica para ayudar ... Vasculitis retiniana es una inflamación de las ramas vasculares de la arteria retiniana, causado por procesos de enfermedad ... Vasculitis retiniana presenta como indolora, disminución de la agudeza visual (visión borrosa), visual moscas volantes,  ...
... el síndrome seco y cambios vasculares retinianos por vasculitis retiniana -con observación de exudados como granos de algodón o ... También se han descrito vasculitis en los ovarios y mayor frecuencia de anomalías en los espermatozoides en los pacientes con ... Ocasionalmente puede ocurrir perforación del tabique nasal, como resultado de vasculitis.[53]​ Los pacientes con LES suelen ... La vasculitis intestinal, con dolor abdominal agudo, vómitos y diarrea, puede ser un cuadro grave; siendo sus complicaciones la ...
Vasculitis retiniana (con blanqueamiento u obliteración de los vasos sanguíneos). *. Edema de papila ... La causa más frecuente es una rotura retiniana (un desgarro, un orificio, desprendimiento... obtenga más información ... crioterapia por vía transesclerótica en la periferia retiniana o extirpación quirúrgica del vítreo (vitrectomía) (1-3 ... que puede asociarse con neovascularización de la periferia retiniana. ...
3), vasculitis, panuveítis, necrosis retinianas periféricas semejantes al Síndrome de Necrosis Retiniana Aguda (SNRA) y como ... Necrosis retiniana aguda y necrosis retiniana externa progresiva. La necrosis retiniana aguda (NRA) se caracteriza por la ... síndrome de necrosis retiniana aguda y la necrosis retiniana externa progresiva.. La principal complicación de la retinitis CMV ... Puede haber vasculitis alrededor de las lesiones y discreta reacción inflamatoria en vítreo y acuoso, tanto menor cuanto mayor ...
Eficacia y seguridad a corto y largo plazo del tratamiento con Infliximab en la vasculitis retiniana de la enfermedad de Behçet ... Vasculitis cutánea secundaria a una infección bacteriana grave comparada con otras vasculitis cutáneas no infecciosas: estudio ... La vasculitis mediada por IgA y la nefropatía IgA muestran un patrón genérico de IL-33-IL1RL1, BAFF, APRIL y BAFFR similar - ... La vasculitis mediada por IgA y la nefropatía IgA muestran un patrón genético IL17A similar - Comunicación a Congreso ...
VASCULITIS RETINIANA COMO PRIMERA MANIFESTACIÓN DE LES CO-35. VALORACION HEMATOLOGICA EN EL TRATAMIENTO DE MUJERES CON CANCER ... Augusto Vaglio que nos hablará tanto de vasculitis como de la enfermedad de Chester y el Dr. Ronald van Vollenhoven que nos ...
Eficacia y seguridad a corto y largo plazo del tratamiento con Infliximab en la vasculitis retiniana de la enfermedad de Behçet ... Vasculitis cutánea secundaria a una infección bacteriana grave comparada con otras vasculitis cutáneas no infecciosas: estudio ... La vasculitis mediada por IgA y la nefropatía IgA muestran un patrón genérico de IL-33-IL1RL1, BAFF, APRIL y BAFFR similar - ... La vasculitis mediada por IgA y la nefropatía IgA muestran un patrón genético IL17A similar - Comunicación a Congreso ...
Vasculitis. Retinitis o cualquier alteración retiniana con repercusión funcional en los cometidos a desempeñar.. 14. Nervio ...
... vasculitis retiniana y papilitis (inflamación de la papila retiniana). ... Y pocas veces vasculitis.. 3.- Lesiones articulares: En más de la mitad de los pacientes existe una artritis leve a moderada, ... Otras manifestaciones incluyen las meningitis asépticas o las encefalitis y las vasculitis arteriales. Los cambios de ... En pocas ocasiones se afectan los pulmones, con vasculitis y aneurismas de las arterias pulmonares. ...
... la vasculitis cerebral, epilepsia y neuritis óptica. Aunque raros, también se ha descrito manifestaciones que comprenden al ... El parásito está localizado dentro del globo ocular y ocasiona con frecuencia uveítis y retinitis por granulomatosis retiniana ...
La vasculitis retiniana autoinmunitaria y la inflamación de la. pars plana (uveítis intermedia) son trastornos idiopáticos que ... La vasculitis retiniana autoinmunitaria y la inflamación de la. pars plana (uveítis intermedia) son trastornos idiopáticos que ... caracteriza por oclusión de las ramas de la vena retiniana. Las. infecciones por herpes simple y herpes zóster generan uveítis ... caracteriza por oclusión de las ramas de la vena retiniana. Las. infecciones por herpes simple y herpes zóster generan uveítis ...
... vasculitis retiniana, escleritis grave, neuritis óptica, precio hgh. Clorhidrato de Clenbuterol Magnus Pharma - legales- ... vasculitis, hemorragia pulmonar, miocarditis, neumonitis lúpica, miositis graves, enteritis lúpica, pancreatitis lúpica, ...
Los ojos se ven afectados en un 25 a 75% de los pacientes, con manifestaciones como coroiditis, vasculitis retiniana, oclusión ... La enfermedad de Behçet es una vasculitis multisistémica inflamatoria crónica que se caracteriza por lesiones mucocutáneas, así ...
Vasculitis de vasos pequeños relacionada con el virus de la varicela zóster después de la vacunación contra el COVID-19 de ... Hemorragia retiniana después de la vacunación contra el SARS-CoV-2: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34884407/ . ... Vasculitis asociada a ANCA recurrente después de la vacunación Oxford AstraZeneca ChAdOx1-S COVID-19: una serie de casos de dos ... Primera descripción de vasculitis por complejos inmunes después de la vacunación COVID-19 con BNT162b2: informe de caso: https ...
Vasculitis de vasos pequeños relacionada con el virus de la varicela zóster después de la vacunación contra el COVID-19 de ... Hemorragia retiniana después de la vacunación contra el SARS-CoV-2: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34884407/ . ... Vasculitis asociada a ANCA recurrente después de la vacunación Oxford AstraZeneca ChAdOx1-S COVID-19: una serie de casos de dos ... Primera descripción de vasculitis por complejos inmunes después de la vacunación COVID-19 con BNT162b2: informe de caso: https ...
Hemorragia grave, hemorragia de herida quirúrgica, vasculitis, hipotensión Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos ...
Vasculitis por IgA [C14.907.940.777] Vasculitis por IgA * Vasculitis Retiniana [C14.907.940.815] ...
Son breves episodios de disfunción neurológica focal o retiniana, que duran menos de 24 horas y se producen como consecuencia ... Puede deberse a varias causas: trombosis, embolismo, aterosclerosis, vasculitis o hipertensión arterial. ...
En la edad pediátrica son excepcionales, hay que buscar coagulopatías, vasculitis, y en oclusiones arteriales, cardiopatías. ... neovascularización retiniana. ...
Vasculitis de Churg-Strauss use Síndrome de Churg-Strauss Vasculitis de la Retina use Vasculitis Retiniana ... Vasculitis del Sistema Nervioso Central Vasculitis del Sistema Nervioso Central por Lupus use Vasculitis por Lupus del Sistema ... Vasculitis Asociadas a ANCA use Vasculitis Asociada a Anticuerpos Citoplasmáticos Antineutrófilos Vasculitis Cerebral use ... Vasculitis Pauci-Inmune use Vasculitis Asociada a Anticuerpos Citoplasmáticos Antineutrófilos Vasculitis por Hipersensibilidad ...
Vasculitis de Churg-Strauss use Síndrome de Churg-Strauss Vasculitis de la Retina use Vasculitis Retiniana ... Vasculitis del Sistema Nervioso Central Vasculitis del Sistema Nervioso Central por Lupus use Vasculitis por Lupus del Sistema ... Vasculitis Asociadas a ANCA use Vasculitis Asociada a Anticuerpos Citoplasmáticos Antineutrófilos Vasculitis Cerebral use ... Vasculitis Pauci-Inmune use Vasculitis Asociada a Anticuerpos Citoplasmáticos Antineutrófilos Vasculitis por Hipersensibilidad ...
Una complicación que merece especial mención es la vasculitis de las arterias próximas al dermatoma afectado: carótida tras ... ataxia y alteración visual por afectación cortical o retiniana. La supervivencia media es de 1 a 4 años, con casos de ...
UVEÍTIS NO INFECCIOSA: Vasculitis retinianas. * Generalidades, vasculitis primarias aisladas y asociadas entidades sistémicas ... Necrosis retiniana aguda: clínica, diagnóstico y tratamiento. (4:09) * Necrosis retiniana externa progresiva (PORN): clínica y ...
... hemioclusión u oclusión de la vena o arteria central de la retina o de rama retiniana venosa o arterial). 8. Describir las ... vasculitis necrotizante sistémica; evaluación de la piel y de los sistemas cardíaco, respiratorio, renal, pulmonar y ...
La ubicación retiniana preferida puede ayudar a la.... *Las intervenciones psicoterapicas sin antidepresiv... ... Vasculitis: MedlinePlus en español. *Distrofia muscular: MedlinePlus en español. *Síndrome de Marfan: MedlinePlus en español ...

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