Carcinoma Adenoide Quístico
Neoplasias de la Tráquea
Adenoma Pleomórfico
Carcinoma Mucoepidermoide
Glándulas Salivales Menores
Carcinoma
Neoplasias de la Glándula Submandibular
Neoplasias Palatinas
Genes myb
Inmunohistoquímica
Neoplasias Laríngeas
Proteínas Oncogénicas v-myb
Carcinoma de Células Escamosas
Proteínas Proto-Oncogénicas c-kit
Marcadores Biológicos de Tumor
Carcinoma Basoescamoso
Neoplasias del Seno Maxilar
Carcinoma Hepatocelular
Cálculos de las Glándulas Salivales
Glotis
Síndrome de Horner
Neoplasias de Cabeza y Cuello
Carcinoma de Células Acinares
Glándulas Salivales
Neoplasias Primarias Múltiples
Invasividad Neoplásica
Macroglosia
Neoplasias del Sistema Nervioso Periférico
Silla Turca
El carcinoma adenoideo quístico es un tipo raro y relativamente indolente (crece lentamente) de cáncer que se origina en las glándulas salivales. Se caracteriza por células con aspecto de glándula y áreas quísticas o huecas. Afecta predominantemente a personas mayores de 40 años, aunque también puede presentarse en poblaciones más jóvenes.
Este tipo de cáncer se desarrolla comúnmente en las glándulas salivales menores ubicadas en la región de la boca, nariz y garganta, especialmente en las glándulas parótidas, submandibulares y sublinguales. Los síntomas pueden variar dependiendo de la localización del tumor, pero generalmente incluyen:
* Un nódulo o masa indolora que crece lentamente en la región de la cabeza o cuello.
* Dificultad para masticar, tragar o hablar, dependiendo de la ubicación del tumor.
* Parálisis facial parcial o completa (en casos de afectación de la glándula parótida).
* Otros síntomas menos comunes pueden incluir dolor de oído, ronquera y sinusitis crónica.
El diagnóstico del carcinoma adenoideo quístico se realiza mediante una combinación de estudios de imagenología (como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas) e histopatología (examen microscópico de tejido extraído mediante biopsia). El tratamiento generalmente consiste en la extirpación quirúrgica del tumor, seguida a veces de radioterapia o quimioterapia adyuvante para reducir el riesgo de recurrencia. La tasa de supervivencia a largo plazo es relativamente alta en comparación con otros tipos de cánceres de glándulas salivales, aunque depende del estadio y la extensión del tumor en el momento del diagnóstico.
Las neoplasias de las glándulas salivales se refieren a un crecimiento anormal (tumor) en las glándulas salivales. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Las glándulas salivales principales se encuentran dentro y alrededor de la boca y la cara, incluyendo las glándulas parótidas, submandibulares y sublinguales. También hay pequeñas glándulas salivales en todo el revestimiento del tracto digestivo desde la boca hasta el intestino grueso.
Los tumores benignos suelen crecer lentamente y raramente se diseminan a otras partes del cuerpo. Sin embargo, pueden seguir creciendo y causar problemas locales, como dificultad para masticar o hablar, dolor o infección.
Por otro lado, los tumores malignos pueden invadir tejidos circundantes y diseminarse a otros órganos (metástasis). Los síntomas de un tumor maligno pueden incluir hinchazón, dolor, dificultad para tragar o movimiento facial anormal.
El tratamiento depende del tipo y el estadio del tumor. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos. El pronóstico también varía según el tipo y el estadio del tumor.
Las neoplasias de la tráquea se refieren a los crecimientos anormales y no controlados de células en la membrana mucosa que reviste la tráquea, lo que resulta en tumores benignos o malignos. La tráquea es el conducto que conecta la laringe con los bronquios principales de cada pulmón y su función principal es permitir que el aire fluya hacia y desde los pulmones.
Las neoplasias de la tráquea pueden ser tanto benignas como malignas. Las más comunes son las neoplasias benignas, como los pólipos, fibromas y hemangiomas. Estos tumores suelen crecer lentamente y rara vez se diseminan a otras partes del cuerpo. Por lo general, no representan una amenaza grave para la vida a menos que interfieran con el flujo de aire hacia y desde los pulmones.
Las neoplasias malignas de la tráquea son mucho menos comunes pero más graves. Los carcinomas de células escamosas y los adenoides císticos son los tipos más frecuentes de cáncer de tráquea. Estos tumores suelen crecer rápidamente y pueden invadir tejidos circundantes, incluidos los vasos sanguíneos y los nervios. También tienen una alta probabilidad de diseminarse o metastatizar a otras partes del cuerpo.
El tratamiento de las neoplasias de la tráquea depende del tipo, el tamaño y la ubicación del tumor, así como de si se ha diseminado o no. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos enfoques. La detección y el tratamiento precoces son clave para mejorar los resultados y aumentar las posibilidades de curación.
El adenoma pleomórfico es un tipo benigno de tumor que se presenta con mayor frecuencia en las glándulas salivales, particularmente en la parótida. Este tumor está compuesto por células epiteliales glandulares con una variedad de formas y tamaños, lo que le da su nombre "pleomórfico".
Las células del adenoma pleomórfico pueden contener inclusiones eosinófilas o vacuoladas, y a menudo se presentan en nidos o cúmulos rodeados por un estroma fibroso. Aunque este tumor es benigno, tiene el potencial de causar problemas debido a su crecimiento y expansión dentro del espacio limitado de la glándula salival.
En algunos casos, el adenoma pleomórfico puede transformarse en un carcinoma adenoide quístico, que es un tipo más agresivo de cáncer de glándula salival. Por lo tanto, aunque sea benigno, se recomienda la extirpación quirúrgica del tumor para prevenir complicaciones y el posible desarrollo de malignidad.
Las neoplasias de la glándula parótida se refieren a un crecimiento anormal o tumor en la glándula salival más grande del cuerpo, conocida como la glándula parótida. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).
Los tumores benignos son los más comunes y suelen crecer lentamente, siendo asintomáticos en muchos casos. Sin embargo, si crecen lo suficiente, pueden causar molestias o dificultad para masticar, hablar o incluso deglutir.
Por otro lado, los tumores malignos son menos frecuentes pero más preocupantes porque tienen el potencial de extenderse (metástasis) a otras partes del cuerpo. Los síntomas asociados con estos tumores pueden incluir dolor, hinchazón rápida, dificultad para mover los músculos faciales y parálisis facial.
El tratamiento depende del tipo y grado de la neoplasia. Para los tumores benignos, el tratamiento generalmente implica la extirpación quirúrgica. En cambio, para los tumores malignos, el tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos.
Es importante destacar que si bien cualquier persona puede desarrollar un tumor en la glándula parótida, fumar aumenta el riesgo de padecer este tipo de neoplasias. Además, ciertas afecciones genéticas también pueden incrementar la probabilidad de sufrir estos tumores.
El carcinoma mucoepidermoide es un tipo raro de cáncer que generalmente se presenta en las glándulas salivales, aunque también puede ocurrir en otras partes del cuerpo. Se caracteriza por la presencia de células que producen moco y células que parecen células escamosas (epidermoides).
Este tipo de cáncer suele crecer lentamente y a menudo se diagnostica en etapas tempranas. Sin embargo, también puede ser agresivo y diseminarse a otros tejidos y órganos. El tratamiento generalmente implica la extirpación quirúrgica del tumor, seguida de radioterapia o quimioterapia en algunos casos.
El pronóstico para el carcinoma mucoepidermoide depende del tamaño y localización del tumor, así como del grado de diferenciación de las células cancerosas. Los tumores más pequeños y bien diferenciados suelen tener un mejor pronóstico que los tumores grandes y poco diferenciados.
Las glándulas salivales menores, también conocidas como glándulas salivales extrapalatinas o glándulas labiales accesorias, son pequeñas glándulas exocrinas que se encuentran distribuidas por toda la mucosa de la boca. A diferencia de las glándulas salivales mayores (parótida, submandibular y sublingual), las glándulas salivales menores son multitudinarias y mucho más pequeñas en tamaño. Su función principal es secretar una pequeña cantidad de líquido salival constante que mantiene la lubricación de los tejidos orales, facilita el proceso de masticación, deglución y protege la cavidad oral contra agentes patógenos.
Las glándulas salivales menores se clasifican en dos tipos: glándulas seromucosas y glándulas mucosas. Las glándulas seromucosas, como las glándulas de von Ebner ubicadas en la lengua, secretan una saliva serosa rica en electrolitos; mientras que las glándulas mucosas producen una saliva más espesa y rica en mucina, encargada de mantener la lubricación de los tejidos.
Aunque las glándulas salivales menores desempeñan un papel importante en el proceso de digestión y protección de la cavidad oral, su pequeño tamaño hace que generalmente pasen desapercibidas y no presenten problemas de salud importantes. Sin embargo, en algunos casos pueden verse afectadas por diversas patologías, como infecciones, inflamaciones o cáncer, lo que puede causar síntomas como sequedad bucal, dolor, hinchazón o dificultad para hablar y comer.
El carcinoma es un tipo específico de cáncer que se origina en los tejidos epiteliales, que son los tejidos que recubren las superficies internas y externas del cuerpo. Los carcinomas pueden ocurrir en varias partes del cuerpo, incluyendo la piel, los pulmones, el seno, el colon y el recto.
Este tipo de cáncer se produce cuando las células epiteliales experimentan mutaciones genéticas que causan un crecimiento y división celular descontrolado. Las células cancerosas pueden invadir los tejidos circundantes y propagarse (metástasis) a otras partes del cuerpo a través del sistema circulatorio o linfático.
Existen diferentes tipos de carcinomas, clasificados según el tipo de célula epitelial en la que se originan. Algunos ejemplos son:
* Carcinoma de células escamosas: se desarrolla a partir de células escamosas, que son células planas y aplanadas que recubren las superficies internas y externas del cuerpo. Este tipo de carcinoma es común en la piel y en los órganos internos como el pulmón, el cuello uterino y la vejiga.
* Carcinoma de células basales: se origina en las células basales, que son células redondeadas y pequeñas que se encuentran en la capa más profunda de la piel. Este tipo de carcinoma es el más común de los cánceres de piel.
* Carcinoma adenocarcinoma: se desarrolla a partir de células glandulares, que son células que producen y secretan sustancias como las glándulas sudoríparas o las glándulas mamarias. Este tipo de carcinoma es común en los senos, el colon, el recto y los pulmones.
El tratamiento del carcinoma depende del tipo y la etapa del cáncer, así como de la salud general del paciente. Los tratamientos pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas.
Las neoplasias (tumores) de la glándula submandibular se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en la glándula submandibular. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).
Los tumores benignos suelen ser más comunes y generalmente crecen lentamente, son redondos y bien delimitados. El tipo más común de tumor benigno es el adenoma pleomórfico. Aunque estos tumores no se consideran cancerosos, pueden seguir creciendo y eventualmente causar problemas debido a la compresión de los tejidos circundantes.
Por otro lado, los tumores malignos o cancerosos son menos comunes pero más graves. Pueden invadir los tejidos cercanos y diseminarse (metástasis) a otras partes del cuerpo. Los tipos comunes de cáncer en la glándula submandibular incluyen el carcinoma adenoide quístico, el carcinoma mucoepidermoide y el carcinoma de células acinares.
El tratamiento depende del tipo y grado del tumor. La extirpación quirúrgica es el tratamiento más común para ambos tipos de tumores. En algunos casos de tumores malignos, también puede ser necesaria la radioterapia o quimioterapia después de la cirugía.
Las enfermedades del aparato lagrimal se refieren a un grupo de condiciones que afectan la glándula lagrimal y los conductos lagrimales, que desempeñan un papel crucial en la producción y drenaje de las lágrimas en el ojo. Las lágrimas son esenciales para mantener la humectación y proteger la superficie del ojo.
Existen varias enfermedades y trastornos que pueden afectar al aparato lagrimal, entre los cuales se incluyen:
1. Dacriocistitis: Es una infección del saco lagrimal, el pequeño saco situado en la esquina interior del ojo donde las lágrimas se acumulan antes de drenarse a través de los conductos lagrimales. La dacriocistitis puede causar enrojecimiento, hinchazón, dolor e incluso pus alrededor del saco lagrimal.
2. Dacrioadenitis: Es la inflamación de la glándula lagrimal, que puede ser causada por infecciones, traumatismos o enfermedades autoinmunes. Los síntomas pueden incluir hinchazón, dolor, enrojecimiento e incluso fiebre.
3. Epífora: Se trata de un exceso de lágrimas que se derraman por el borde del párpado y no se drenan correctamente a través de los conductos lagrimales. La epífora puede ser causada por obstrucciones en los conductos lagrimales, infecciones o inflamaciones.
4. Obstrucción del conducto lagrimal: Puede ocurrir cuando el conducto que drena las lágrimas desde el saco lagrimal hasta la nariz se bloquea, lo que provoca un exceso de lágrimas y la posible aparición de infecciones. La obstrucción del conducto lagrimal puede ser congénita o adquirida.
5. Blefaritis: Es una inflamación del borde del párpado que puede causar enrojecimiento, picazón, ardor y costras en los párpados. La blefaritis puede contribuir al desarrollo de otras afecciones oculares, como la obstrucción del conducto lagrimal.
El tratamiento de estas afecciones dependerá de su causa subyacente y puede incluir antibióticos, antiinflamatorios, limpiezas oculares, colocación de tubos de drenaje o cirugía en casos graves. Es importante consultar con un oftalmólogo para determinar el tratamiento más adecuado en cada caso.
Las neoplasias palatinas se refieren a los crecimientos anormales de tejido en el paladar, que es el techo de la boca. Estos crecimientos pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).
Las neoplasias benignas del paladar incluyen quistes, granulomas, fibromas y mixomas. Por lo general, son crecimientos lentos y no se diseminan a otras partes del cuerpo. Aunque suelen ser inofensivos, pueden causar problemas si interfieren con la función normal de la boca, como la deglución o el habla.
Las neoplasias malignas del paladar son más graves y se conocen comúnmente como cánceres del paladar. Los tipos más comunes incluyen carcinoma de células escamosas y sarcoma. Estos crecimientos pueden invadir los tejidos circundantes y los ganglios linfáticos, y a veces se diseminan (metastasean) a otras partes del cuerpo. El tabaquismo y el consumo de alcohol son factores de riesgo conocidos para el cáncer del paladar.
El tratamiento depende del tipo y la etapa de la neoplasia. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos. El pronóstico también varía según el tipo y la etapa de la neoplasia.
Los genes MYB, también conocidos como genes v-myb myeloblastosis viral oncogen homologue, son una familia de genes que codifican proteínas con un dominio de hélice-vuelta-hélice rico en cisteína. Estas proteínas están involucradas en la regulación de la expresión génica y desempeñan un papel importante en la proliferación celular, la diferenciación y la apoptosis.
Los genes MYB se clasifican en tres subfamilias: MYB, MYBL y MYBB. Los miembros de cada subfamilia comparten una homología de secuencia en el dominio de unión al ADN, que consta de uno o más motivos de hélice-vuelta-hélice. El dominio de unión al ADN se une a las secuencias específicas de ADN en los promotores y enhancers de genes diana, lo que regula su expresión.
Las mutaciones en los genes MYB se han relacionado con varios tipos de cáncer, como la leucemia mieloide aguda y crónica, el linfoma de Hodgkin y el carcinoma de células escamosas de pulmón. Además, los estudios han demostrado que los genes MYB están involucrados en la regulación de la diferenciación y proliferación de células madre hematopoyéticas y del sistema nervioso periférico.
En resumen, los genes MYB son una familia de genes que codifican proteínas con un dominio de hélice-vuelta-hélice rico en cisteína involucradas en la regulación de la expresión génica y desempeñan un papel importante en la proliferación celular, diferenciación y apoptosis. Las mutaciones en estos genes se han relacionado con varios tipos de cáncer.
La inmunohistoquímica es una técnica de laboratorio utilizada en patología y ciencias biomédicas que combina los métodos de histología (el estudio de tejidos) e inmunología (el estudio de las respuestas inmunitarias del cuerpo). Consiste en utilizar anticuerpos marcados para identificar y localizar proteínas específicas en células y tejidos. Este método se utiliza a menudo en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades, incluyendo cánceres, para determinar el tipo y grado de una enfermedad, así como también para monitorizar la eficacia del tratamiento.
En este proceso, se utilizan anticuerpos específicos que reconocen y se unen a las proteínas diana en las células y tejidos. Estos anticuerpos están marcados con moléculas que permiten su detección, como por ejemplo enzimas o fluorocromos. Una vez que los anticuerpos se unen a sus proteínas diana, la presencia de la proteína se puede detectar y visualizar mediante el uso de reactivos apropiados que producen una señal visible, como un cambio de color o emisión de luz.
La inmunohistoquímica ofrece varias ventajas en comparación con otras técnicas de detección de proteínas. Algunas de estas ventajas incluyen:
1. Alta sensibilidad y especificidad: Los anticuerpos utilizados en esta técnica son altamente específicos para las proteínas diana, lo que permite una detección precisa y fiable de la presencia o ausencia de proteínas en tejidos.
2. Capacidad de localizar proteínas: La inmunohistoquímica no solo detecta la presencia de proteínas, sino que también permite determinar su localización dentro de las células y tejidos. Esto puede ser particularmente útil en el estudio de procesos celulares y patológicos.
3. Visualización directa: La inmunohistoquímica produce una señal visible directamente en el tejido, lo que facilita la interpretación de los resultados y reduce la necesidad de realizar análisis adicionales.
4. Compatibilidad con microscopía: Los métodos de detección utilizados en la inmunohistoquímica son compatibles con diferentes tipos de microscopía, como el microscopio óptico y el microscopio electrónico, lo que permite obtener imágenes detalladas de las estructuras celulares e intracelulares.
5. Aplicabilidad en investigación y diagnóstico: La inmunohistoquímica se utiliza tanto en la investigación básica como en el diagnóstico clínico, lo que la convierte en una técnica versátil y ampliamente aceptada en diversos campos de estudio.
Sin embargo, la inmunohistoquímica también presenta algunas limitaciones, como la necesidad de disponer de anticuerpos específicos y de alta calidad, la posibilidad de obtener resultados falsos positivos o negativos debido a reacciones no específicas, y la dificultad para cuantificar con precisión los niveles de expresión de las proteínas en el tejido. A pesar de estas limitaciones, la inmunohistoquímica sigue siendo una técnica poderosa y ampliamente utilizada en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades.
Las neoplasias laríngeas se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en la laringe, que es la parte de la garganta que contiene las cuerdas vocales. Este crecimiento celular anómalo puede ser benigno (no canceroso) o maligno (canceroso).
Las neoplasias laríngeas malignas se clasifican generalmente como carcinomas de células escamosas, que surgen de las células epiteliales que recubren la superficie interior de la laringe. Otras formas menos comunes de cáncer laríngeo incluyen sarcomas, melanomas y linfomas.
Los factores de riesgo para el desarrollo de neoplasias laríngeas incluyen el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la exposición a sustancias químicas cancerígenas y una infección previa por el virus del papiloma humano (VPH).
El tratamiento depende del tipo y estadio del cáncer, pero puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos. El pronóstico también varía según el tipo y estadio del cáncer, pero en general, un diagnóstico y tratamiento tempranos mejoran las posibilidades de una buena recuperación.
La laringectomía es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa total o parcialmente la laringe, que es la parte de la garganta que contiene las cuerdas vocales. Esta cirugía se realiza con mayor frecuencia para tratar el cáncer de laringe.
Existen diferentes tipos de laringectomías dependiendo del grado de extirpación de los tejidos:
1. Laringectomía total: Es la extirpación completa de la laringe. Después de esta cirugía, la persona ya no podrá hablar normalmente, pero puede ser entrenada para usar diferentes métodos de comunicación, como una prótesis o un dispositivo electrónico que ayude a producir sonidos o palabras.
2. Laringectomía parcial: En este procedimiento, solo se extirpa una parte de la laringe. La persona podrá seguir hablando, aunque su voz puede sonar diferente después de la cirugía.
3. Laringectomía con conservación de cuerdas vocales: Esta técnica avanzada intenta preservar las cuerdas vocales y su función, lo que permite al paciente mantener una voz normal o casi normal después de la cirugía. Sin embargo, no siempre es posible realizar este tipo de laringectomía, especialmente en casos avanzados de cáncer.
Tras una laringectomía total, el paciente tendrá que adaptarse a una nueva forma de respirar, ya que la conexión normal entre la garganta y los pulmones (traquea) se interrumpe durante la cirugía. En su lugar, se crea una nueva vía respiratoria, conocida como estoma traqueal, en el cuello para permitir la entrada y salida del aire de los pulmones.
Después de la laringectomía, es fundamental que los pacientes reciban atención médica y rehabilitación especializada para ayudarles a adaptarse a sus nuevas condiciones físicas y a enfrentar los desafíos emocionales y sociales que pueden surgir como consecuencia de la cirugía.
La proteína oncogénica v-Myb es una forma activada y alterada de la proteína Myb normal, que es producida por el virus aviano de la leucosis mieloide (AMLV). La proteína v-Myb contiene regiones adicionales codificadas por el gen viral y carece de los dominios reguladores presentes en la proteína Myb normal.
La proteína oncogénica v-Myb tiene una actividad transformadora más fuerte que la proteína Myb normal, lo que significa que puede inducir la transformación maligna de las células y desempeñar un papel importante en el desarrollo de leucemias y otros cánceres. La proteína v-Myb actúa como un factor de transcripción, uniéndose al ADN y regulando la expresión génica. Se une a secuencias específicas de ADN en los promotores y enhancers de genes diana, lo que lleva a su activación o represión.
La proteína oncogénica v-Myb está involucrada en la regulación de la proliferación celular, diferenciación y apoptosis. La sobrexpresión o mutaciones en el gen Myb normal pueden llevar a una activación anormal de estos procesos y, por lo tanto, desempeñar un papel importante en la patogénesis del cáncer.
En resumen, las proteínas oncogénicas v-Myb son versiones alteradas y activadas de la proteína Myb normal que pueden inducir la transformación maligna de células y desempeñar un papel importante en el desarrollo de cánceres, especialmente leucemias.
El carcinoma de células escamosas es un tipo común de cáncer que se forma en las células escamosas, que son células planas y a menudo forman la superficie de la piel y los tejidos que recubren el interior de los órganos huecos. Este tipo de cáncer puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo donde haya células escamosas.
El carcinoma de células escamosas a menudo se desarrolla en áreas expuestas al sol, como la piel de la cara, los labios, el cuero cabelludo, los oídos, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También puede ocurrir en mucosas húmedas, como la boca, la garganta, el esófago, el ano, el cuello uterino y la vejiga.
Los factores de riesgo para desarrollar carcinoma de células escamosas incluyen exposición prolongada al sol sin protección, uso de tabaco, infección por virus del papiloma humano (VPH), exposición a sustancias químicas cancerígenas y una historia previa de enfermedad precancerosa.
El tratamiento del carcinoma de células escamosas depende del tamaño y la ubicación del cáncer, así como de si se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Los tratamientos pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas. El pronóstico también depende del estadio y la ubicación del cáncer en el momento del diagnóstico.
Los proto-oncogenes c-kit, también conocidos como CD117 o receptor del factor de crecimiento similar a la proteína SCF (receptor de tyrosina quinasa), son genes que codifican para una proteína de superficie celular involucrada en la transducción de señales y procesos de desarrollo, crecimiento y diferenciación celular normales. La proteína c-Kit es un receptor tirosina quinasa que se une al ligando factor de crecimiento similar a la proteína Steel (SCF) y activa una cascada de señalización intracelular que desencadena diversas respuestas celulares, como proliferación, supervivencia y migración.
Los proto-oncogenes c-kit pueden convertirse en oncogenes cuando experimentan mutaciones o su expresión está alterada, lo que lleva a una activación constitutiva e incontrolada de la vía de señalización. Esta situación se asocia con diversos tipos de cáncer, como el cáncer gastrointestinal estromal (GIST), leucemias y algunos tumores sólidos. Las mutaciones en c-kit pueden conducir a la formación de dímeros constitutivos o una mayor afinidad por su ligando, lo que resulta en una activación continua de la vía de señalización y promueve la transformación celular oncogénica.
Las neoplasias de la lengua se refieren a un crecimiento anormal de tejidos en la lengua que puede ser benigno o maligno. Los tumores benignos suelen ser menos agresivos y raramente se diseminan a otras partes del cuerpo, mientras que los tumores malignos, también conocidos como cáncer de lengua, pueden invadir los tejidos circundantes y extenderse a otros órganos.
El cáncer de lengua es el tipo más común de neoplasia en la cavidad oral y generalmente se presenta como una úlcera o un engrosamiento en la superficie de la lengua que no desaparece después de dos semanas. Otros síntomas pueden incluir dolor de garganta persistente, dificultad para masticar o tragar, movilidad limitada de la lengua y ganglios linfáticos inflamados en el cuello.
El tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol son los principales factores de riesgo asociados con el cáncer de lengua. Otras causas incluyen infección por el virus del papiloma humano (VPH), una dieta deficiente en frutas y verduras, y la presencia de células anormales en la mucosa de la boca (leucoplasia o eritroplasia).
El tratamiento de las neoplasias de la lengua depende del tipo, tamaño y localización del tumor, así como de la etapa de avance de la enfermedad. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapia dirigida con fármacos específicos que ataquen las células cancerosas. La rehabilitación y el seguimiento médico son esenciales para garantizar una buena calidad de vida después del tratamiento.
Los marcadores biológicos de tumores, también conocidos como marcadores tumorales, son sustancias que se encuentran en el cuerpo y pueden indicar la presencia de cáncer. La mayoría de los marcadores tumorales son proteínas producidas por células cancerosas o por otras células del cuerpo en respuesta al cáncer.
Los marcadores tumorales se utilizan más comúnmente como una herramienta auxiliar en el diagnóstico, pronóstico y monitoreo del tratamiento del cáncer. Sin embargo, no se utilizan como pruebas definitivas de cáncer, ya que otros procesos médicos o condiciones de salud también pueden causar niveles elevados de marcadores tumorales.
Algunos ejemplos comunes de marcadores tumorales incluyen el antígeno prostático específico (PSA) para el cáncer de próstata, la alfa-fetoproteína (AFP) para el cáncer de hígado y el CA-125 para el cáncer de ovario. Es importante destacar que los niveles de marcadores tumorales pueden aumentar y disminuir con el tiempo, por lo que es necesario realizar pruebas repetidas en intervalos regulares para evaluar su comportamiento.
Además, los marcadores tumorales también se utilizan en la investigación oncológica para desarrollar nuevas terapias y tratamientos contra el cáncer. La identificación de nuevos marcadores tumorales puede ayudar a detectar el cáncer en etapas más tempranas, monitorizar la eficacia del tratamiento y predecir la recurrencia del cáncer.
El carcinoma basocelular es un tipo común de cáncer de piel que se desarrolla lentamente y tiende a crecer localmente sin diseminarse ampliamente en el cuerpo. Sin embargo, si no se trata a tiempo, puede invadir tejidos profundos y causar daños importantes, especialmente en áreas como la nariz, los ojos y los oídos.
El término "basoescamoso" se refiere al origen de este tipo de cáncer en las células basales de la piel, que son células pequeñas y planas ubicadas en la capa más profunda de la epidermis (la capa externa de la piel).
Los factores de riesgo para desarrollar un carcinoma basocelular incluyen exposición prolongada al sol, quemaduras solares graves y repetidas, piel clara o susceptible a las quemaduras solares, edad avanzada, antecedentes familiares de cáncer de piel y exposición a radiación ionizante.
Los síntomas más comunes del carcinoma basocelular son una lesión cutánea que no sana, un bulto perlado o translúcido, una mancha rojiza o marrón con telangiectasias (pequeños vasos sanguíneos dilatados), y una úlcera que puede sangrar fácilmente.
El tratamiento del carcinoma basocelular depende de la ubicación, el tamaño y la profundidad del tumor, y puede incluir cirugía, radioterapia, terapia fotodinámica o terapia con cremas tópicas. La detección y tratamiento tempranos son clave para prevenir la propagación del cáncer y minimizar el daño a los tejidos circundantes.
Las neoplasias de los bronquios se refieren a crecimientos anormales y descontrolados de células en los bronquios, que son las vías respiratorias que conducen al pulmón. Estos crecimientos celulares pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).
Los tumores benignos suelen ser menos agresivos y raramente se diseminan a otras partes del cuerpo. Por otro lado, los tumores malignos, también conocidos como cáncer de bronquios, son más agresivos y tienen un mayor potencial de diseminarse (metástasis) a otros órganos y tejidos.
El cáncer de bronquios se clasifica en dos tipos principales: carcinoma de células escamosas y adenocarcinoma. El carcinoma de células escamosas se desarrolla a partir de las células escamosas que recubren el interior de los bronquios, mientras que el adenocarcinoma se origina en las glándulas mucosas de los bronquios.
Los factores de riesgo para el cáncer de bronquios incluyen el tabaquismo, la exposición a productos químicos nocivos en el lugar de trabajo, la contaminación del aire y la historia familiar de cáncer de pulmón. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos.
Las neoplasias de los senos paranasales se refieren a un crecimiento anormal de tejido en las cavidades huecas situadas detrás de los ojos y el naso, conocidas como senos paranasales. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los más comunes son los carcinomas de células escamosas y los adenocarcinomas.
Los síntomas varían dependiendo del tipo y el tamaño del tumor, pero pueden incluir congestión nasal persistente, dolor facial, pérdida de la visión o movilidad ocular, sangrado nasal, dificultad para respirar por la nariz, y rigidez en los músculos faciales.
El tratamiento depende del tipo y grado de la neoplasia, así como de su localización y extensión. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos métodos. La detección temprana es crucial para mejorar el pronóstico del paciente.
Es importante destacar que este tipo de afecciones son relativamente raras y su incidencia es baja en comparación con otros tipos de cáncer. El tabaquismo y la exposición a sustancias químicas industriales pueden aumentar el riesgo de desarrollar neoplasias malignas en los senos paranasales.
Las neoplasias del seno maxilar, también conocidas como tumores del seno maxilar, se refieren a un crecimiento anormal de tejidos en la cavidad del seno maxilar. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).
Los tumores benignos suelen crecer más lentamente y raramente se diseminan a otras partes del cuerpo. Por otro lado, los tumores malignos tienen el potencial de invadir los tejidos circundantes y propagarse a distancia a través del sistema linfático o sanguíneo.
Los síntomas más comunes de las neoplasias del seno maxilar incluyen: congestión nasal, sangrado nasal, dolor facial, pérdida de sensibilidad en los dientes o encías, protuberancias en la cara o en el interior de la boca, y problemas para masticar o tragar.
El tratamiento depende del tipo y grado de la neoplasia. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos. La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden mejorar significativamente el pronóstico del paciente.
El carcinoma hepatocelular (HCC) es el tipo más común de cáncer primario del hígado en adultos. Se desarrolla a partir de las células hepáticas, también conocidas como hepatocitos. La mayoría de los casos de HCC están asociados con la cirrosis, una enfermedad crónica del hígado que da lugar a la formación de tejido cicatricial y puede ser causada por diversos factores, como el consumo excesivo de alcohol, la infección por virus de la hepatitis B o C, y la esteatohepatitis no alcohólica.
El HCC suele presentarse sin síntomas en las etapas iniciales, pero a medida que el tumor crece, pueden aparecer síntomas como dolor abdominal superior derecho, pérdida de apetito, pérdida de peso, náuseas y vómitos. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen, como la ecografía, la tomografía computarizada o la resonancia magnética, y se confirma con una biopsia del tejido hepático.
El tratamiento del HCC depende del tamaño y la localización del tumor, así como de la función hepática del paciente. Las opciones de tratamiento incluyen la cirugía para extirpar el tumor o el trasplante de hígado, la ablación con radiofrecuencia o la quimioembolización transarterial, que consiste en inyectar fármacos antineoplásicos directamente en el tumor a través de los vasos sanguíneos. En algunos casos, también se puede utilizar la terapia sistémica con fármacos dirigidos o inmunoterapia.
El pronóstico del HCC depende del estadio y la extensión del tumor en el momento del diagnóstico, así como de la función hepática del paciente. Los pacientes con tumores pequeños y una buena función hepática tienen un mejor pronóstico que aquellos con tumores más grandes o una función hepática deteriorada.
Los cálculos de las glándulas salivales, también conocidos como piedras o calcosidades salivares, se refieren a pequeños depósitos duros que se forman en una o más de las glándulas salivales del cuerpo humano. Estas glándulas producen y secretan saliva para ayudar en la digestión de los alimentos. Los cálculos suelen desarrollarse en el conducto que transporta la saliva desde la glándula hasta la boca.
La formación de estos cálculos puede ocurrir debido a una variedad de factores, incluyendo desequilibrios minerales en la saliva, infecciones recurrentes, lesiones o traumatismos en las glándulas salivales, y anomalías congénitas. Los cálculos pueden variar en tamaño, desde pequeños granos de arena hasta guisantes o incluso más grandes.
Los síntomas más comunes asociados con los cálculos de las glándulas salivales incluyen dolor y hinchazón en la región de la glándula afectada, especialmente durante las comidas o cuando se está bebiendo líquidos. También puede haber dificultad para abrir la boca completamente, sequedad en la boca y mal sabor en la boca. En algunos casos, los cálculos pueden causar infecciones recurrentes de las glándulas salivales.
El tratamiento para los cálculos de las glándulas salivales depende del tamaño y la ubicación del cálculo, así como de la gravedad de los síntomas. En algunos casos, el médico puede recomendar procedimientos no quirúrgicos, como masajes en la glándula o el uso de medicamentos para estimular la producción de saliva y ayudar a expulsar el cálculo. Si estos métodos no son efectivos, se puede recurrir a la cirugía para extirpar el cálculo y, en algunos casos, también la glándula afectada.
La glotis es una abertura triangular formada por las cuerdas vocales y el tejido circundante en la laringe, que es la parte de la garganta involucrada en la producción de sonidos durante el habla. La glotis se abre y cierra para controlar el flujo de aire entre los pulmones y la tráquea, y también desempeña un papel vital en procesos como la deglución (tragar) y la tos. En situaciones donde las cuerdas vocales se cierran completamente, como durante la deglución o una maniobra de Valsalva, la glotis se convierte en un punto de obstrucción completa del flujo de aire.
La glotis está rodeada por el músculo tirohioideo anteriormente y los músculos aritenoideos posteriormente. Estos músculos ayudan a controlar el tamaño y la forma de la glotis, lo que influye en la producción de diferentes sonidos vocales. La glotis también puede dilatarse o contraerse mediante la acción de los músculos intrínsecos de la laringe, como el músculo cricotiroideo y el músculo tiroaritenoideo.
La observación y medición de los movimientos y cambios en la glotis pueden ser importantes en varias áreas de la medicina, incluyendo la evaluación del habla y la voz, el diagnóstico y el tratamiento de trastornos de la deglución y la monitorización de la función respiratoria durante la anestesia o en cuidados intensivos.
El síndrome de Horner, también conocido como ojo de Horner o síndrome oculosimpático, es un trastorno del sistema nervioso simpático que afecta el ojo y la cara en el mismo lado del cuerpo. Se caracteriza por una serie de signos y síntomas, incluyendo:
1. Ptosis (caída del párpado): debido a la parálisis del músculo elevador del párpado.
2. Miosis (pupila pequeña): debido a la falta de estimulación simpática al músculo dilatador de la pupila.
3. Enophtalmos (ojos hundidos): debido a la atrofia del músculo del tejido graso detrás del ojo.
4. Anhidrosis (disminución de la sudoración) en la cara: debido a la interrupción del sistema nervioso simpático que controla la sudoración facial.
5. Enrojecimiento conjuntival: debido al vaso sanguíneo dilatado en la parte blanca del ojo.
El síndrome de Horner puede ser causado por una variedad de condiciones, incluyendo lesiones en el cuello o la cabeza, tumores, aneurismas, enfermedades vasculares y neurológicas, y procedimientos quirúrgicos. El diagnóstico se realiza mediante pruebas específicas que evalúan la respuesta de la pupila a la luz y la estimulación simpática. El tratamiento depende de la causa subyacente del síndrome de Horner.
Las neoplasias de cabeza y cuello se refieren a un grupo de cánceres que se originan en el área de la cabeza y el cuello, incluyendo la boca, nariz, garganta, laringe, faringe, glándulas salivales y los oídos. La mayoría de estos cánceres son squamous cell carcinomas (carcinomas de células escamosas), lo que significa que se desarrollan a partir de las células escamosas que recubren las superficies húmedas de la cabeza y el cuello.
Estos cánceres pueden ser benignos o malignos. Los malignos pueden invadir los tejidos circundantes y propagarse (metástasis) a otras partes del cuerpo. Los factores de riesgo para desarrollar estas neoplasias incluyen el tabaquismo, el consumo de alcohol, las infecciones por virus como el VPH (virus del papiloma humano), la exposición a radiación y certaines industrial chemicals.
El tratamiento depende del tipo y estadio del cáncer, y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos. La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden mejorar significativamente los resultados y la tasa de supervivencia.
El carcinoma de células acinares es un tipo raro de cáncer que comienza en las glándulas secretoras de líquidos o mucosidades (glándulas exocrinas). Este tipo de cáncer se produce más a menudo en la glándula submandibular, aunque también puede desarrollarse en otras glándulas como las glándulas salivales, sudoríparas, mamarias y prostáticas.
Las células acinares son pequeñas estructuras redondeadas que se encuentran en el interior de las glándulas exocrinas. Estas células producen y secretan enzimas o líquidos hacia el exterior del cuerpo a través de conductos especializados.
El carcinoma de células acinares se caracteriza por la proliferación anormal y descontrolada de estas células, lo que lleva a la formación de tumores malignos. Los síntomas varían dependiendo de la localización del cáncer, pero pueden incluir dolor, hinchazón, dificultad para tragar o hablar, y bultos visibles en el cuello o bajo la piel.
El tratamiento del carcinoma de células acinares depende del estadio y la localización del cáncer. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos enfoques. La tasa de supervivencia varía según el estadio y la agresividad del cáncer, pero generalmente es más favorable cuando se detecta y trata en sus primeras etapas.
El mioepitelioma es un tipo raro de tumor que se origina en las glándulas sudoríparas. Se caracteriza por tener células con propiedades tanto epiteliales como musculares, conocidas como células miopitheliales.
Estos tumores pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo donde haya glándulas sudoríparas, pero se encuentran más comúnmente en la cabeza y el cuello. A menudo se manifiestan como un bulto o nódulo debajo de la piel que puede ser de crecimiento lento.
Los mioepiteliomas pueden ser benignos o cancerosos (malignos). Los benignos suelen ser tratados quirúrgicamente con éxito, mientras que los malignos pueden requerir un tratamiento más agresivo, incluyendo cirugía, radioterapia y quimioterapia.
Es importante destacar que aunque el mioepitelioma es raro, si se sospecha de su presencia, se debe acudir a un profesional médico para su diagnóstico y tratamiento adecuados.
Las glándulas salivales, en términos médicos, se refieren a un conjunto de glándulas exocrinas que producen y secretan la saliva. La saliva es una solución acuosa que contiene varias enzimas y electrolitos, y desempeña un papel importante en la digestión de los alimentos, particularmente de los carbohidratos.
Existen tres pares principales de glándulas salivales:
1. Glándulas parótidas: Son las glándulas salivales más grandes y se localizan justo debajo y hacia adelante de las orejas. Producen la mayor parte de la saliva al estimular la comida.
2. Glándulas submandibulares: Se encuentran en el suelo de la boca, debajo de la lengua. Estas glándulas producen una saliva más espesa y rica en mucina, lo que ayuda a lubricar los alimentos.
3. Glándulas sublinguales: Son las glándulas salivales más pequeñas y se sitúan en el piso de la boca, debajo de la lengua. También producen una saliva espesa y rica en mucina.
Además de estos tres pares principales, existen numerosas glándulas salivales menores distribuidas por toda la mucosa oral, como las glándulas labiales, linguales y palatinas. Todas ellas contribuyen a la producción total de saliva en la boca.
La secreción de saliva está controlada por el sistema nervioso autónomo, específicamente por el reflejo de la salivación, que se activa cuando se percibe o se piensa en los alimentos. La estimulación de los receptores del gusto, el olfato y la visión también pueden desencadenar la producción de saliva.
Las neoplasias nasales se refieren a un crecimiento anormal de tejido en la nariz y el área nasal. Pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas). Las neoplasias benignas tienden a crecer más lentamente y no se diseminan a otras partes del cuerpo, mientras que las neoplasias malignas pueden crecer rápidamente, invadir tejidos circundantes y propagarse a otros órganos.
Existen varios tipos de neoplasias nasales, incluyendo adenocarcinomas, carcinomas de células escamosas, melanomas, sarcomas y tumores neuroendocrinos. Los síntomas más comunes incluyen obstrucción nasal, sangrado nasal, dolor facial, dificultad para respirar, ronquidos, pérdida del olfato y dolor de oído.
El tratamiento depende del tipo y grado de la neoplasia, su localización y extensión, así como de la salud general del paciente. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos enfoques. La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden mejorar significativamente el pronóstico y la calidad de vida del paciente.
Neoplasias Primarias Múltiples (NPM) es un término médico que se refiere a la presencia simultánea o sucesiva de más de un cáncer primario en el organismo, es decir, dos o más tumores malignos independientes en diferentes localizaciones anatómicas, que no guardan relación entre sí y no son metástasis del mismo.
Las NPM pueden ser sincrónicas, cuando los tumores se diagnostican al mismo tiempo, o metacrónicas, cuando hay un intervalo de tiempo entre el diagnóstico de cada uno de ellos. Las NPM pueden deberse a diferentes factores de riesgo, como la predisposición genética, la exposición a radiaciones o determinados agentes químicos y ambientales, o hábitos tóxicos como el consumo de tabaco y alcohol.
El diagnóstico y tratamiento de las NPM requieren una evaluación multidisciplinar y un enfoque personalizado, ya que cada tumor puede presentar diferentes características biológicas y clínicas, y precisar de un tratamiento específico. Además, es importante establecer un seguimiento a largo plazo para detectar precozmente la aparición de nuevos tumores y mejorar el pronóstico y la supervivencia de los pacientes.
La invasividad neoplásica es un término médico que se refiere a la capacidad de un tumor o crecimiento anormal (neoplasia) para invadir tejidos circundantes y destruirlos. Esto sucede cuando las células cancerosas se diseminan más allá del sitio original del tumor, atravesando las membranas que normalmente mantienen a las células en su lugar. La invasividad neoplásica es una característica común de muchos tipos de cáncer y puede conducir al desarrollo de metástasis, lo que significa que el cáncer se propaga a otras partes del cuerpo. Cuanto más invasivo sea un tumor, mayor será el riesgo de que se disemine y cause daño adicional a los tejidos y órganos circundantes.
La macroglosia es un término médico que se refiere al aumento del tamaño de la lengua. Puede variar en gravedad, desde una lengua ligeramente más grande de lo normal hasta una lengua excesivamente grande que interfiere con la función normal de habla, masticación, deglución y respiración. La macroglosia puede ser un rasgo distintivo de ciertas condiciones genéticas o adquiridas, como el síndrome de Down, el síndrome de Beckwith-Wiedemann, la amiloidosis y los tumores de la lengua. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir terapia del habla, cirugía o radioterapia.
Las neoplasias del sistema nervioso periférico (SNP) se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de tejidos en el sistema nervioso periférico, que es el componente del sistema nervioso que se encuentra fuera del cerebro y la médula espinal. Estos tumores pueden ser benignos o malignos (cancerosos).
Los tipos más comunes de neoplasias en el SNP incluyen:
1. Schwannomas: estos son tumores que se desarrollan a partir de las células de Schwann, que recubren los nervios periféricos. Los schwannomas suelen ser benignos, pero raramente pueden volverse cancerosos. El más conocido es el neurinoma del acústico o schwannoma vestibular, que afecta al nervio auditivo.
2. Neurofibromas: estos tumores se originan en las células de los tejidos conectivos que rodean los nervios periféricos. La mayoría son benignos, pero aproximadamente el 5-10% pueden transformarse en malignos, especialmente en personas con neurofibromatosis tipo 1 (NF1), una enfermedad genética hereditaria.
3. Mielomas multiples: estas son neoplasias malignas de las células plasmáticas, que se encuentran en la médula ósea y producen anticuerpos. Los mielomas multiples pueden causar lesiones en los huesos y afectar el funcionamiento del SNP.
4. Ganglioneuromas: estos son tumores benignos que surgen de las células nerviosas del sistema nervioso simpático, localizadas principalmente en la cavidad torácica y abdominal.
5. Sarcomas: estos son tumores malignos que se desarrollan a partir de tejidos conectivos como músculos, tendones, ligamentos, vasos sanguíneos o grasa. Algunos ejemplos incluyen el sarcoma de Ewing, el sarcoma sinovial y el rabdomiosarcoma.
6. Linfomas: estas neoplasias malignas surgen de los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco que forma parte del sistema inmunológico. Los linfomas pueden afectar los ganglios linfáticos y otros órganos, incluyendo el SNP.
El tratamiento de las neoplasias del SNP depende del tipo de tumor, su localización, el estadio de la enfermedad y la salud general del paciente. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida o inmunoterapia. En algunos casos, se puede considerar un trasplante de células madre para tratar tumores malignos agresivos. El pronóstico y la supervivencia varían ampliamente dependiendo del tipo de neoplasia y el estadio en el momento del diagnóstico.
La "Silla Turca" no es un término médico estándar o ampliamente aceptado. Sin embargo, en un contexto médico, parece referirse a una posición específica en la que se coloca a un paciente durante ciertos procedimientos, particularmente durante la cirugía espinal. En esta posición, el paciente está boca abajo con las piernas dobladas en los muslos y las pantorrillas apoyadas sobre un cojín o almohadilla, lo que hace que la forma general se asemeje a una silla. Esto ayuda a flexionar la columna vertebral y abrir el espacio entre las vértebras, facilitando así ciertos procedimientos quirúrgicos.
Sin embargo, es importante destacar que este término podría no ser familiar para muchos profesionales médicos y su uso puede variar considerablemente en diferentes contextos clínicos.
El término 'pronóstico' se utiliza en el ámbito médico para describir la previsión o expectativa sobre el curso probable de una enfermedad, su respuesta al tratamiento y la posibilidad de recuperación o supervivencia del paciente. Es una evaluación clínica que tiene en cuenta diversos factores como el tipo y gravedad de la enfermedad, la respuesta previa a los tratamientos, los factores genéticos y ambientales, la salud general del paciente y su edad, entre otros. El pronóstico puede ayudar a los médicos a tomar decisiones informadas sobre el plan de tratamiento más adecuado y a los pacientes a comprender mejor su estado de salud y a prepararse para lo que pueda venir. Es importante señalar que un pronóstico no es una garantía, sino una estimación basada en la probabilidad y las estadísticas médicas disponibles.
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Adenoid Cystic Ca3
- número-autores= (ayuda) Datos: Q356005 Multimedia: Adenoid cystic carcinoma / Q356005 (Wikipedia:Páginas con referencias con et al. (wikipedia.org)
- Con mayor frecuencia se diagnostica carcinoma adenoide quístico (adenoid cystic carcinoma, AdCC) (casi el 50% de los tumores cancerosos de las glándulas lagrimales). (umiamihealth.org)
- The most common histologic type is squamous cell carcinoma followed by adenoid cystic carcinoma, which together make up more than half of primary tracheal cancers. (revistamedica.com)
Adenocarcinoma3
- Es el tumor maligno de la glándula salival más común (después del carcinoma mucoepidermoide y el adenocarcinoma polimorfo de bajo grado). (wikipedia.org)
- El tipo histológico varia epidemiológica siendo el carcinoma de células escamosas el más prevalente a nivel mundial, pero predominando en Estados Unidos y Europa el adenocarcinoma. (revistamedica.com)
- The histological type varies epidemiologically, with squamous cell carcinoma being the most prevalent worldwide, but adenocarcinoma predominating in the United States and Europe. (revistamedica.com)
Mucoepidermoide es el tumor1
- El carcinoma mucoepidermoide es el tumor maligno más común de glándulas salivales mayores y menores, este comprende alrededor del 10 % de todas las neoplasias de glándulas salivales y casi el 35 % de las neoplasias malignas de glándulas salivales. (oncolink.org)
Tumores11
- El paladar es el sitio más común de presentación de los tumores de glándulas salivales menores. (oncolink.org)
- El adenoma pleomórfico es el tumor benigno más común de las glándulas salivales mayores y menores, este comprende casi el 50 % de todos los tumores de glándulas salivales y el 65 % de los tumores de glándula parótida. (oncolink.org)
- Sin embargo, la presentación clínica de la mayoría de los tumores de glándula parótida, benignos y malignos, es de una masa asintomática en la glándula. (oncolink.org)
- Su comportamiento biológico característico y similar a tumores de células escamosas es su infiltración perineural. (revistaneurocirugia.com)
- El tratamiento de los tumores dermoides es la resección. (msdmanuals.com)
- Es el segundo tumor más frecuente (aproximadamente un 5-10% de los tumores de parótida). (calderonpolanco.com)
- El tratamiento de los tumores benignos de Glándulas Salivales es siempre quirúrgico . (calderonpolanco.com)
- La forma de presentación más frecuente de los tumores malignos de glándulas salivales mayores es, como en los benignos, la aparición de un bulto indoloro que va creciendo, en estos casos a una velocidad que puede ser variable. (calderonpolanco.com)
- TUMORES DE GLÁNDULAS SALIVALES Tumor benigno más frecuente es el adenoma pleomorfo o tumor mixto. (slidetodoc.com)
- Eo ocasiones puede ser difícil distinguirlos de tumores tricoblásticos o de otros tumores anexiales como el adenoide quístico. (ipalicante.com)
- Rituximab es la inmunoterapia que más se utiliza para tratar los tumores de las glándulas lagrimales. (umiamihealth.org)
Frecuencia1
- El carcinoma quístico adenoide (ACC) es una forma relativamente rara de cáncer que se desarrolla con mayor frecuencia en las glándulas salivales u otras regiones de la cabeza y el cuello. (rarediseases.org)
Cribiforme1
- El patrón de crecimiento cribiforme es el más común y aparece como "queso suizo" en las tinciones de estudio de los tejidos (tinciones histológicas). (rarediseases.org)
Primario1
- Describir el comportamiento agresivo intracerebral de una neoplasia muy infrecuente como es el carcinoma adenoide quístico (CAQ), cuyo origen primario es en glándulas exocrinas. (revistaneurocirugia.com)
Perineural2
- El CAQ es de crecimiento lento y una de sus características definitorias es la diseminación perineural, conducto directo para invadir la base de cráneo. (revistaneurocirugia.com)
- Es una variante de riesgo alto de recidiva y puede presentar invasión perineural. (ipalicante.com)
Bronquioloalveolar1
- Carcinoma bronquioloalveolar. (encolombia.com)
20181
- El álbum de estudio más reciente de The Monkees es Christmas Party de 2018, una mezcla de clásicos navideños y nuevas canciones de temporada. (azrockradio.com)
Linfoma1
- Mayo Clinic es líder internacional en la investigación del linfoma. (mayoclinic.org)
Crecimiento4
- Los pacientes pueden sobrevivir durante años con metástasis debido a que este tumor es generalmente bien diferenciado y de crecimiento lento. (wikipedia.org)
- Es un tumor redondeado y de crecimiento lento. (calderonpolanco.com)
- Es de crecimiento lento y asintomático, y hasta un 12% pueden ser multifocales de forma sincrónica (al mismo tiempo) o metacrónica (al cabo de meses o años). (calderonpolanco.com)
- Carcinoma basocelular con crecimiento infiltrativo. (ipalicante.com)
Grado2
- Predominio de células epiteliales el grado de pleomorfismo nuclear no es sugestivo de malignidad. (garciaureta.com)
- La clave para el reconocimiento de un caso de cáncer de pulmón de origen laboral es un alto grado de sospecha clínica. (encolombia.com)
Cuello4
- Esta fotografía muestra un higroma quístico, o malformación linfática, en el cuello. (msdmanuals.com)
- Neuroblastoma El neuroblastoma es un cáncer que se origina en la glándula suprarrenal o, menos a menudo, en la cadena simpática extrasuprarrenal del retroperitoneo, el tórax y el cuello. (msdmanuals.com)
- 60% se diagnostican antes de los 20 años Son evidentes después de un episodio de infección respiratoria superior Es adecuado tratarlos con antibióticos En adultos se puede encontrar tejido tiroideo normal TAC de cuello es el estudio más importante Tratamiento es resección completa. (slidetodoc.com)
- LINFANGIOMA La mayoría ocurren en cabeza y cuello en el triángulo posterior Masa blanda, compresible que crece con el paciente Estructuras de aspecto quístico en el TAC Diagnóstico definitivo es con patología Tratamiento es resección quirúrgica completa aunque a veces es difícil. (slidetodoc.com)
Neoplasia2
- Cuando se presentan signos neurológicos como debilidad o adormecimiento debidos a afectación nerviosa, esto por lo general es indicio de neoplasia maligna. (oncolink.org)
- El dolor facial persistente es un síntoma indicativo de una neoplasia maligna. (oncolink.org)
Maligno2
- sin embargo, si el tumor aparece en una glándula salival menor la posibilidad de que sea maligno es del 80% de los casos. (calderonpolanco.com)
- A diferencia de los benignos, cuando el tumor es maligno puede hacerse doloroso, endurecerse progresivamente, adherirse a la piel, e incluso producir parálisis de alguna de las ramas del nervio facial. (calderonpolanco.com)
Paciente1
- La masa extracraneal llega a rodear el agujero yugular hasta C2 La paciente es intervenida mediante craneotomía fronto-orbito-cigomática derecha con resección tumoral parcial, centrada en región con mayor volumen informándose intraoperatoriamente como meningioma atípico. (revistaneurocirugia.com)
Ayuda1
- NORD agradece a Cecelia Barry y Meredith McClain, pasantes editoriales de NORD de la Universidad de Notre Dame, y a Nicole Spardy Burr, PhD, directora de investigación, Fundación de Investigación del Carcinoma Quístico Adenoide, por su ayuda en la preparación de este informe en inglés. (rarediseases.org)
Desarrollo1
- Es difícil saber el papel que los diferentes carcinógenos presentes en el medio laboral juegan en el desarrollo del carcinoma bronquial debido a la interacción de los mismos, la existencia simultánea de otros factores de riesgo conocidos como el tabaco, el periodo transcurrido entre la exposición y el desarrollo de la enfermedad y la falta de información sobre las sustancias a las que los trabajadores están expuestos. (encolombia.com)
Riesgo3
- Es una variante de riesgo alto. (ipalicante.com)
- Es una variante que presenta alto riesgo de recaída. (ipalicante.com)
- Es muy eficaz junto con la Trofología para disminuye el riesgo de cáncer de próstata. (binipatia.com)
Casos2
- El diagnóstico citológico en la mayoría de los casos es fácil. (garciaureta.com)
- El cáncer de esófago es el octavo tipo más común a nivel mundial y constituye la sexta causa de muerte por cáncer con aproximadamente 500.000 casos al año. (revistamedica.com)
Cilindroma1
- Cilindroma: estos tumores exhiben una arquitectura típica de "rompecabezas" en lugar de la arquitectura cribiforme y tubular irregular del carcinoma adenoide quístico. (dermatly.com)
Tumor2
- Los pacientes pueden sobrevivir durante años con metástasis debido a que este tumor es generalmente bien diferenciado y de crecimiento lento. (wikipedia.org)
- Es una señal de guerra, y no precisamente una marca hecha al correr, sino más bien una señal de su supervivencia, ya que corresponde a una cirugía para extirpar un tumor maligno adherido a su hígado el pasado año. (elpais.com)
Tipo2
- El carcinoma adenoide quístico es un tipo de cáncer poco común que puede presentarse en distintos lugares del cuerpo. (wikipedia.org)
- Para adenoide quístico me parece que le falta el material eosinofílico tipo membrana basal. (slap-patologia.org)