Acumulación de sangre en el ESPACIO SUBDURAL entre la DURAMADRE y la capa aracnoidea de las MENINGES. Esta afección se produce principalmente sobre la superficie de un HEMISFERIOR CEREBRAL, pero puede desarrollarse en el conducto raquídeo (HEMATOMA SUBDURAL RAQUÍDEO). Puede clasificarse el hematoma subdural de forma aguda y de forma crónica, con un comienzo de síntomas inmediato o tardío, respectivamente. Los síntomas pueden incluir pérdida de conciencia, CEFALEA intensa y deterioro del estado mental.
Cavidad potencial que separa la ARACNOIDES de la DURAMADRE.
Acumulación de sangre en el ESPACIO SUBDURAL con comienzo tardío de los síntomas neurológicos. Los síntomas pueden incluir pérdida de conciencia, CEFALEA intensa y deterioro del estado mental.
Colección de sange fuera de los VASOS SANGUÍNEOS. El hematoma puede estar localizado en un órgano, un espacio o un tejido.
Acumulación de sangre en el ESPACIO SUBDURAL con comienzo agudo de síntomas neurológicos. Los síntomas pueden incluir pérdida de conciencia, CEFALEA intensa y deterioro del estado mental.
Proceso supurativo intracraneal o raramente intraespinal que invade al espacio que se encuentra entre la superficie interna de la DURAMADRE y la superficie externa de la ARACNOIDES.
Salida y acumulación de LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO en el espacio subdural que puede asociarse con un proceso infeccioso; TRAUMAS CRANEOCEBRALES; HIPOTENSIÓN INTRACRANEAL; y otras afecciones.
Acumulación de sangre en el ESPACIO EPIDURAL entre el CRÁNEO y la DURAMADRE, con frecuencia como consecuencia de hemorragia de las ARTERIAS MENÍNGEAS asociadas con fractura del hueso temporal o del hueso parietal. El hematoma epidural tiende a expandirse rápidamente, comprimiendo la duramadre y localizándose por debajo del encéfalo. Las características clínicas pueden incluir CEFALEA, VÓMITOS, HEMIPARESIA y alteración de la función mental.
HEMATOMA SUBDURAL del CONDUCTO ESPINAL.
Un hematoma epidural raro en el espacio epidural espinal, generalmente debido a una malformación vascular (MALFORMACIONES VASCULARES del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL) o TRAUMA. El hematoma epidural espinal espontánea es una emergencia neurológica debida a un rápido desarrollo de MIELOPATIA COMPRESIVA.
Acumulación de sangre en el ESPACIO SUBDURAL sobre el HEMISFERIO CEREBRAL.
Cualquier operación sobre el cráneo; incisión de cráneo. (Dorland, 28a ed)
La más externa de las tres MENINGES, una membrana fibrosa de tejido conjuntivo que rodea al encéfalo y a la médula espinal.
Tomografía que utiliza transmisión de rayos x y un algoritmo de computador para reconstruir la imagen.
Lesiones traumáticas que afectan las estructuras craneales e intracraneales (es decir, CEREBRO, NERVIOS CRANEALES; MENINGES; y otras estructuras). Las lesiones pueden clasificarse de acuerdo a si exite penetración del cráneo o no (es decir, penetrante vs. no penetrante) o si hay asociada una hemorragia.
Hemorragia en uno o ambos HEMISFERIOS CEREBRALES con inclusión de los GANGLIOS BASALES y de la CORTEZA CEREBRAL. Se asocia con frecuencia con HIPERTENSIÓN y TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO.
Cavidades intracraneales o espinales que contienen un líquido semejante al cefalorraquídeo, cuyas paredes están constituidas por células aracnoideas. Están frecuentemente relacionadas con el desarrollo o con un trauma. Los quistes aracnoideos intracraneales ocurren usualmente adyacentes a la cisterna aracnoidea y pueden presentarse con HIDROCEFALIA; CEFALEA; CONVULSIONES; y signos neurológicos focales. (Traducción libre del original: Joynt, Clinical Neurology, 1994, Ch44, pp105-115)
Lesiones traumáticas del cráneo donde no se compromete su integridad y en la que no hay fragmentos óseos u otros objetos que penetren en el cráneo y en la dura madre. Estas se producen frecuentemente por lesiones mecánicas que se transmiten a las estructuras intracraneales que pueden producir lesiones cerebrales traumáticas, hemorragias, o lesiones de los nervios craneales.
Eliminación de un disco circular del cráneo.
Cirugía que se realiza en el sistema nervioso o sus partes.
Delicada membrana que rodea al encéfalo y médula espinal. Está situada entre la PIAMADRE y la DURAMADRE. Está separada de la piamadre por el espacio subaracnoideo, ocupado por el LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO.
Una condición clínica que resulta de las lesiones físicas y psicológicas reiteradas infligidas en un niño por los padres o cuidadores.
Reducción de la presión del LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO, que se caracteriza clínicamente por CEFALEA que es máxima en posición de pie y ocasionalmente por parálisis del nervio abducente (ver ENFERMEDADES DEL NERVIO ABDUCENTE), rigidez de nuca, SORDERA, NÁUSEAS y otros síntomas. Este estado puede ser espontáneo o secundario a PUNCIÓN ESPINAL, PROCEDIMIENTOS NEUROQUIRÚRGICOS, DESHIDRATACIÓN, UREMIA, trauma (ver también TRAUMATISMOS CRANEOCEREBRALES) y otros procesos. La hipotensión crónica puede asociarse a HEMATOMA SUBDURAL o higromas (Traducción libre del original: Semin Neurol 1996 Mar;16(1):5-10; Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, pp637-8).
Fracturas del cráneo que pueden producirse por lesiones de la cabeza, penetrantes o no penetrantes, o raramente por ENFERMEDADES ÓSEAS (ver también FRACTURAS, ESPONTÁNEAS). Las fracturas de cráneo pueden clasificarse por su localización (ejemplo, FRACTURAS DE CRÁNEO, BASILAR), apariencia radiológica (ejemplo, lineal), o basada en la integridad del cráneo (ejemplo, FRACTURA DE CRÁNEO, DEPRIMIDA).
Lesiones cerebrales producto de la agitación vigorosa de un niño o bebé tomado por el tórax, hombros, o extremidades que causan una extrema aceleración craneal. Se caracteriza por las hemorragias intracraneales e intraoculares sin evidente trauma externo. Los casos graves pueden terminar en muerte.
Extracción de líquidos o descargas desde el cuerpo, como desde una herida, úlcera o cavidad.
Escala que evalúa la respuesta a estímulos en pacientes con lesiones cráneocerebrales. Los parámetros son la apertura de los ojos, la respuesta motora y la respuesta verbal.
Método no invasivo para demostrar la anatomía interna basado en el principio de que los núcleos atómicos bajo un campo magnético fuerte absorben pulsos de energía de radiofrecuencia y la emiten como radioondas que pueden reconstruirse en imágenes computarizadas. El concepto incluye las técnicas tomografía del spin del protón.
Compartimiento infratentorial que contiene al CEREBELO y el TRONCO ENCEFÁLICO. Está formado por el tercio posterior de la superficie superior del cuerpo del hueso esfenoides (HUESO ESFENOIDES), el occipital, las porciones petrosa y mastoide del HUESO TEMPORAL y el ángulo posteroinferior del HUESO PARIETAL.
Hemorragia en el interior de uno o ambos HEMISFERIOS CEREBRALES debida a traumatismo. La hemorragia puede afectar a cualquier parte de la CORTEZA CEREBRAL y a los GANGLIOS BASALES. Dependiendo de la intensidad de la hemorragia, las características clínicas pueden incluir CONVULSIONES, AFASIA, TRASTORNOS VISUALES, TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO, PARÁLISIS y COMA.
Sangrado en el interior del CRÁNEO, que incluye hemorragias en el encéfalo y en las tres membranas de las MENINGES. El escape de sangre lleva con frecuencia a la formación de un HEMATOMA en los espacios epidural, subdural y subaracnoideo del cráneo.
Disminución o la eliminación espontánea de una enfermedad en el tiempo, sin un tratamiento formal.
Sintoma de DOLOR en la región craneal. Puede ser un síntoma aislado y benigno o una manifestación de una gran variedad de TRASTORNOS DE CEFALALGIA.
Presencia de aire o gas dentro de la cavidad intracraneal (ejemplo, espacio epidural, espacio subdural, intracerebral, etc.) lo que puede producir lesiones traumáticas, formación de un tracto de fístula, erosiones del cráneo por NEOPLASIAS o infecciones, PROCEDIMIENTOS NEUROQUIRÚRGICOS, y otras situaciones.
Colección circunscrita de exudado purulento en el cerebro, producida por bacterias u otras infecciones. La mayoría son causadas por diseminación de material infectado desde un foco de supuración en cualquier parte del cuerpo, principalmente los SENOS PARANASALES, OÍDO MEDIO), CORAZÓN (ver también ENDOCARDITIS BACTERIANA) y PULMÓN. Este estado también puede estar asociado con TRAUMA CRANEOCEREBRAL penetrante y PROCEDIMIENTOS NEUROQUIRÚRGICOS. Las manifestaciones clínicas incluyen CEFALEA, CONVULSIONES, déficits neurológicos focales y alteraciones de la conciencia (Traducción libre del original: Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, pp712-6).
Conductores eléctricos colocados quirúrgicamente cuya ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA que entregan se registra desde un punto específico dentro del cuerpo.
El espacio entre la membrana aracnoides y PIAMADRE, llenos de LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO. Contiene grandes vasos sanguíneos que irrigan el CEREBRO y la MÉDULA ESPINAL.
Muerte resultante de la presencia de una enfermedad en un individuo, tal y aparece en un reporte de un solo caso o un número limitado de pacientes. Debe diferenciarse de MUERTE, el cese fisiológico de la vida y de MORTALIDAD, un concepto epidemiológico o estadístico.
Intervención quirúrgica para reducir la presión de un compartimiento corporal. (Dorland, 28a ed)
Escala que evalua el resultado de lesiones craneocerebrales graves, basada en el nivel de la función social recuperada.
Radiografía del sistema vascular del cerebro luego de la inyección de un medio de contraste.
Procesos patológicos que afectan a los pacientes después de un procedimiento quirúrgico. Pueden o no estar relacionados a la enfermedad por la cual se realiza la cirugía y pueden o no ser el resultado directo de la cirugía.
Procedimiento quirúrgico destinado a extirpar toda una lámina vertegral seleccionada (laminectomía) o parte de ella (laminotomía) para reducir la presión de la MÉDULA ESPINAL, de las RAÍCES NERVIOSAS ESPINALES o de ambas. La lámina vertebral es la fina pared posterior aplanada del arco vertebral que forma el agujero vertebral a través del cual pasan la médula espinal y las raíces nerviosas.
Cefalea secundaria atribuida a la disminución de la presión del LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO causada por la PUNCIÓN ESPINAL, generalmente tras punción de la dura o lumbar.
Evaluación que se hace para medir los resultados o consecuencias del manejo y procedimientos utilizados en la lucha contra la enfermedad con el fin de determinar la eficacia, efectividad, seguridad y viabilidad de estas intervenciones en casos individuales o en series.
Sangrado que se localiza en el interior del ESPACIO SUBARACNOIDEO, consecuencia fundamentalmente de la rotura de un ANEURISMA INTRACRANEAL. Puede producirse después de lesiones traumáticas (HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA TRAUMÁTICA). Las características clínicas incluyen CEFALEA, NAÚSEA, VÓMITOS, rigidez de nuca, déficits neurológicos variables y reducción del estado mental.
Dispositivos que detectan las imágenes de rayos x que hacen que una imagen enfocada de las estrucutras del cuerpo descanse en un plano predeterminado desde donde su computarizan imágenes más complejas.
Salida de material diagnóstico o terapéutico desde los vasos que se introduce en el tejido o la cavidad corporal que lo rodea.
Lesiones agudas y crónicas (ver también LESIÓN ENCEFÁLICA CRÓNICA) del encéfalo, incluidos los hemisferios cerebrales, CEREBELO, y TRONCO ENCEFÁLICO. Las manifestaciones clínicas dependen de la naturaleza de la lesión. Un trauma difuso al encéfalo se asocia con frecuencia a la LESIÓN AXONAL DIFUSA o al COMA POSTRAUMÁTICO. Las lesiones localizadas pueden asociarse con MANIFESTACIONES NEUROCONDUCTUALES; HEMIPARESIAS, u otras alteraciones neurológicas focales.
Una de una serie de bandas de tejido elástico amarillo (del latín flavum) que se extiende entre las porciones ventrales de las láminas de dos vértebras adyacentes a las cuales está fijada, desde la unión del axis y la tercera vértebra cervical hasta la unión de la quinta vértebra lumbar y el sacro. Contribuyen a mantener o recobrar la posición erecta y sirven para cerrar los espacios entre los arcos. (Dorland, 27th ed)
Sangramiento de los vasos de la retina.
Inyección de sangre autóloga en el espacio epidural, bien sea como tratamiento profiláctico inmediatamente después de una punción epidural o para el tratamiento de la cefalea que se produce como consecuencia de la punción epidural.
Remoción de secreciones, gas o líquido de órganos huecos o tubulares, o cavidades, mediante un tubo o dispositivo que actúa a base de presión negativa.
Hemorragia en el interior de las regiones subcorticales de los hemisferios cerebrales (GANGLIOS BASALES). Se asocia con frecuencia con HIPERTENSIÓN o MALFORMACIONES ARTERIOVENOSAS. Las manifestaciones clínicas pueden incluir CEFALEA, DISCINESIAS y HEMIPARESIA.
Canal estrecho del MESENCÉFALO que conecta al tercero y cuarto VENTRÍCULOS CEREBRALES.
Las tres membranas que rodean al ENCÉFALO y la MÉDULA ESPINAL. Son la duramadre, la piamadre y la aracnoides.
Fractura de cráneo que se caracteriza porque existe depresión de un fragmento o sección del hueso del cráneo, que a menudo comprime al cerebro y a la dura madre que están debajo. Las fracturas craneales con depresión, que se caracterizan por poseer heridas en la piel que se comunican con fragmentos de cráneo, se conocen como fracturas craneales compuestas deprimidas.
Desgarro o ruptura de un órgano, vaso u otra parte blanda del cuerpo, que ocurre en ausencia de una fuerza externa.
Acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo dentro del cráneo el cual puede asociarse a dilatación de los ventrículos cerebrales, HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL; CEFALEA; letargia; INCONTINENCIA URINARIA; y ATAXIA.
Neoplasias de la parte ósea del cráneo.
Trauma mecánico o anóxico que sufre un recién nacido durante el parto o el nacimiento.
Estudios en los cuales los datos pertenecen a hechos del pasado.
Especialidad quirúrgica que se ocupa del tratamiento de las enfermedades y desórdenes del cerebro, médula espinal y sistema nervioso simpático.
Un gran músculo aplanado que se extiende a todo lo largo del abdómen y hacia ambos lados. Posibilita la flexión de la columna vertebral, en particular la porción lumbar; también tensa la pared abdominal anterior y participa en la compresión del contenido abdominal. Es sitio frecuente de hematomas.Con frecuencia se utiliza en la cirugía reconstructiva para crear, colgajos miocutaneos.(Gray's Anatomy, 30th American ed, p491)
Ejecución por vía quirúrgica de una apertura en el ventrículo cerebral.
Compartimento que contiene los extremos anteriores y la mitad de la superficie inferior de los lóbulos temporales(LÓBULO TEMPORAL)de los hemisferios cerebrales. Situado en la parte posterior e inferior de la FOSA CRANEAL ANTERIOR, está formada por parte del HUESO TEMPORAL y el HUESO ESFENOIDES. Esta separada de la FOSA CRANEAL POSTERIOR por crestas formadas por los bordes superiores de las partes petrosas de los huesos temporales.
Afecciones que se caracterizan por descargas neuronales paroxísticas y recurrentes que surgen en una región focal del cerebro. Las convulsiones parciales se dividen en simples y complejas, dependiendo de si se altera (convulsión parcial compleja) o no, la conciencia (convulsión parcial simple). Ambos tipos pueden presentar una amplia variedad de síntomas motores, sensoriales, y autonómicos. Las convulsiones parciales pueden clasificarse por las características clínicas asociadas o por la localización anatómica del foco convulsivo. Una convulsión secundaria generalizada se refiere a una convulsión parcial que se extiende para afectar difusamente al cerebro .
Tubos que se insertan para crear una comunicación entre el ventrículo cerebral y la vena yugular interna. Su emplazamiento permite el drenaje del líquido cerebroespinal par aliviar la hidrocefalia u otras condiciones que provoquen acumulación de líquido en los ventrículos.
Desgarro o estallido de la pared debilitada de un saco aneurismático, que suele acompañarse de súbito e intensísimo dolor. El mayor riesgo de la rotura de un aneurisma es la gran cantidad de sangre que se vierte en los tejidos y cavidades vecinas, lo que causa SHOCK HEMORRÁGICO.
Agentes que previenen la coagulación.
Enfermedades que tienen una o más de las siguientes características: son permanentes, dejan incapacidad residual, son causadas por alteración patológica no reversible, requieren entrenamiento especial del paciente para rehabilitación, se puede esperar requerer un largo periodo de supervisión, observación o atención.
Parte posterior y base del CRÁNEO que encierra el FORAMEN MAGNO.
Bolsa externo anormal en la pared de los vasos sanguíneos intracraneales. Los aneurismas saculares son la variante más común y tienden a formarse en los puntos de ramificación arterial en el POLÍGONO DE WILLIS en la base del encéfalo. La rotura vascular da lugar a HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA o HEMORRAGIA INTRACRANEAL. Los aneurismas gigantes (mayores que 2,5 cm de diámetro) pueden comprimir las estructuras adyacentes, como el NERVIO OCULOMOTOR. (Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, p841).
Enfermedad relativamente grave de corta duración.
Incremento de los fluídos intra o extracelulares en el tejido encefálico. El edema encefálico citotóxico (hinchazón debido al incremento del líquido intracelular) indica un trastorno del metabolismo celular, y se asocia comúnmente con lesiones hipóxicas o isquémicas (ver HIPOXIA ENCEFÁLICA). El incremento del líquido extracelular puede ser producido por un incremento de la permeabilidad capilar encefálica (edema vasogénico), gradiente osmótico, bloqueo local en las vías de los líquidos intersticiales, o por obstrucción del flujo del LCR (es decir, HIDROCEFALIA obstructiva).
Accidentes en las calles, caminos, carreteras que involucren a conductores, pasajeros, peatones o vehículos. Los accidentes de tránsito se refieren a los AUTOMÓVILES (carros de pasajeros, autobuses y camiones), BICICLETAS y MOTOCICLETAS, pero no a los VEHÍCULOS MOTORIZADOS RECREACIONALES, TRENES o vehículos para la nieve.
Presión dentro de la cavidad craneana. Esta influenciada por la masa cerebral, el sistema circulatorio, la dinámica del LCR y la rigidez del cráneo.
Radiografía del sistema ventricular del cerebro luego de la inyección de aire o de otro medio de contraste directamente en los ventrículos cerebrales. Se utiliza también para tomografía computarizada por rayos x de los ventrículos cerebrales.
Venas que drenan el cerebro.
Presión elevada dentro de la cavidad craneana. Esta puede producirse por varias afecciones, entre las que se incluyen HIDROCEFALIA; EDEMA CEREBRAL; tumores intracraneales; HIPERTENSIÓN sistémica severa; PSEUDOTUMOR CEREBRAL; y otros trastornos.
Afecciones agudas y crónicas que se caracterizan por compresión mecánica externa de la MÉDULA ESPINAL producidas por neoplasias extramedulares; ABCESOS EPIDURALES; FRACTURAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL; deformaciones óseas de los cuerpos cerebrales; y otras afecciones. Las manifestaciones clínicas varían con el sitio anatómico de la lesión y pueden incluir dolor localizado, debilidad, pérdida sensorial, incontinencia e impotencia.
Trastorno que se caracteriza por episodios recurrentes de paroxismos de disfunción cerebral debido a una descarga neuronal súbita, desordenada y excesiva. Los sistemas de clasificación de la epilepsia se basan generalmente en: (1) las características clínicas de los episodios convulsivos (ejemplo, convulsión motora), (2) etiología (ejemplo, post-traumática), (3) sitio anatómico donde se origina la convulsión (ejemplo, convulsión del lóbulo frontal), (4) tendencia a diseminarse a otras estructuras encefálicas, y (5) patrones temporales (ejemplo, epilepsia nocturna).
Arterias que abastecen a la duramadre.
ESQUELETO de la CABEZA que incluye los HUESOS FACIALES y los huesos que encierran el CEREBRO.
Trastorno mental orgánico en el que hay una deficiencia en la capacidad de mantener el estado de conciencia de si mismo y del medio ambiente y de responder a los estímulos ambientales. La disfunción de los hemisferios cerebrales o de la FORMACIÓN RETICULAR del tronco cerebral puede generar esta afección.
Procesos neoplásicos benignos y malignos que surgen en las meninges o que secundariamente involucran a las cubiertas meníngeas del cerebro y de la médula espinal.
Neoplasia del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL, relativamente común, que procede de las células aracnoideas. La mayoría son tumores vasculares bien diferenciados que crecen lentamente y que tienen un bajo potencial invasivo, aunque existen subtipos malignos. Los meningiomas tienen predilección a originarse en la región parasagital, la convexidad cerebral, el puente esfenoidal, el bulbo olfatorio y el CONDUCTO VERTEBRAL (Adaptación del original: DeVita et al., Cancer: Principles and Practice of Oncology, 5th ed, pp2056-7).
Hendidura estrecha inferior del CUERPO CALLOSO, dentro del DIENCÉFALO, entre los tálamos pareados. Su suelo está formado por el HIPOTÁLAMO, su pared anterior por la lámina terminalis, y su techo por el EPÉNDIMO. Se comunica con el CUARTO VENTRÍCULO por el ACUEDUCTO DEL MESENCÉFALO, y con los VENTRÍCULOS LATERALES por el agujero interventricular.
Afecciones que afectan la estructura o función de la pupila del ojo, se incluyen trastornos de la inervación de los músculos que dilatan o contraen la pupila, y trastornos de los reflejos pupilares.
Parte del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL contenida dentro del CRÁNEO. Procedente del TUBO NEURAL, el encéfalo embrionario consta de tres partes principales: PROSENCÉFALO (cerebro anterior), MESENCÉFALO (cerebro medio) y ROMBENCÉFALO (cerebro posterior). El encéfalo desarrollado consta de CEREBRO, CEREBELO y otras estructuras del TRONCO ENCEFÁLICO.
Agentes que causan coagulación.
Punción del espacio subaracnoideo en la región lumbar, entre la tercera y cuarta vértebra lumbar.
Abuso de niños en la familia o en otras instituciones.
Caídas causadas por resbalar o tropezar y que pueden producir lesión.
La escisión de una parte del cráneo. Este procedimiento se utiliza para tratar la presión intracraneal que no responde al tratamiento convencional.
Afecciones que acometen al ENCÉFALO, que está compuesto por los componentes intracraneales del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL. Este incluye (pero no está limitado a) la CORTEZA CEREBRAL; sustancia blanca intracraneal; GANGLIOS BASALES; TÁLAMO; HIPOTÁLAMO; TRONCO ENCEFÁLICO; y CEREBELO.
Registro de las corrientes eléctricas desarrolladas en el cerebro por medio de electrodos aplicados sobre el cráneo, a la superficie del cerebro, o colocados dentro de la sustancia cerebral.
Un deporte de nieve que emplea esquíes para deslizarse sobre la nieve. No incluye los esquíes acuáticos.
Sangrado en el interior del CRÁNEO causada por HIPERTENSIÓN sistémica, por lo general en asociación con ARTERIOSCLEROSIS INTRACRANEAL. Las hemorragias hipertensivas son más frecuentes en los GANGLIOS BASALES, CEREBELO, PROTUBERANCIA y TÁLAMO, pero pueden afectar también a la CORTEZA CEREBRAL, sustancia blanca subcortical y otras estructuras encefálicas.
Area que ocupa el lado más posterior de la CAVIDAD ABDOMINAL. Está limitado lateralmente por los bordes de los músculos cuadrados lumbares y se extiende desde el DIAFRAGMA hasta el borde de la verdadera PELVIS,donde se continúa como espacio pélvico extraperitoneal.
Hernia del tejido encefálico a través de un defecto congénito o adquirido en el cráneo. La mayoría de los encefaloceles congénitos ocurren en las regiones occipital o frontal. Las características clínicas incluyen una masa protuberante y que puede ser pulsátil. La cantidad y localización del tejido neural herniado determina el tipo y grado de defecto neurológico. Con frecuencia ocurren defectos visuales, retraso del desarrollo psicomotor, y deficiencias motoras persistentes.
Procesos patológicos en el ESÓFAGO.
La metahemoglobina es una forma de hemoglobina donde el hierro en el grupo hemo ha sido oxidado de su estado ferroso (Fe2+) a férrico (Fe3+), incapaz de transportar oxígeno eficazmente.
Protrusión congénita o adquirida de las meninges, que no se acompaña de tejido neural, a través de un defecto óseo en el cráneo o la columna vertebral.
El lavado de una cavidad o superficie del cuerpo por corrientes de agua o solución para el tratamiento o diagnóstico.
Visualización por rayos x de la médula espinal luego de la inyección de medio de contraste en el espacio aracnóideo espinal.
Trastorno caracterizado por sustancias procoagulantes que se introducen en la circulación general causando un cuadro trombótico sistémico. La activación del mecanismo de coagulación puede surgir a partir de cualquiera de una serie de trastornos. La mayoría de los pacientes manifestan lesiones en la piel, que a veces conducen a PÚRPURA FULMINANS.

Un hematoma subdural es una acumulación de sangre entre la duramadre, que es la membrana externa más interna del cráneo, y la superficie del cerebro. Este espacio se denomina espacio subdural. Los hematomas subdurales suelen ser el resultado de lesiones en la cabeza que causan roturas en los vasos sanguíneos. La sangre se acumula lentamente y puede comprimir el cerebro, lo que provoca diversos síntomas neurológicos, como dolor de cabeza, confusión, convulsiones o incluso coma e incluso la muerte en casos graves. El tratamiento puede incluir cirugía para aliviar la presión sobre el cerebro y detener la hemorragia.

El espacio subdural es un espacio potencialmente existente entre la duramadre, la membrana exterior más dura que rodea el cerebro y la médula espinal, y la aracnoides, la membrana intermedia. Normalmente, este espacio es muy pequeño y contiene solo una pequeña cantidad de líquido. Sin embargo, cuando se produce un trauma craneal o ciertas condiciones médicas, como hemorragias o infecciones, el espacio subdural puede llenarse con sangre (hematoma subdural), pus (absceso subdural) o líquido cerebroespinal (hidrocefalia subdural), lo que puede comprimir el cerebro y causar diversos síntomas neurológicos, como dolores de cabeza, convulsiones, déficits cognitivos o incluso coma e incluso la muerte en casos graves. La cirugía puede ser necesaria para aliviar la presión y tratar la afección subyacente.

Un hematoma subdural crónico es una acumulación de sangre (hematoma) en el espacio entre la duramadre, que es la membrana externa que recubre el cerebro, y el cerebro mismo. Este espacio se denomina espacio subdural. La palabra "crónico" se refiere a un proceso que ha estado ocurriendo durante un período de tiempo prolongado, en este caso, generalmente se define como más de 21 días.

Los hematomas subdurales crónicos suelen ser el resultado de lesiones cerebrales traumáticas menores, especialmente en personas mayores o individuos con problemas de coagulación sanguínea. Después de la lesión, se produce una pequeña cantidad de sangrado entre la duramadre y el cerebro. A medida que la sangre se descompone, puede formarse tejido cicatricial (membrana) alrededor del hematoma. Con el tiempo, esta membrana puede comenzar a producir líquido cerebroespinal, lo que hace que el hematoma aumente de tamaño lentamente y provoque una presión adicional sobre el cerebro.

Los síntomas de un hematoma subdural crónico pueden variar ampliamente, dependiendo del tamaño y la ubicación del hematoma. Pueden incluir dolores de cabeza persistentes, mareos, confusión, debilidad en un lado del cuerpo, convulsiones, problemas de equilibrio, cambios en el comportamiento o personalidad, y, en casos graves, coma o incluso la muerte. El tratamiento puede incluir cirugía para drenar el hematoma y aliviar la presión sobre el cerebro, seguida de rehabilitación para ayudar a restaurar las funciones neurológicas perdidas.

Un hematoma es un colección localizada de sangre fuera de los vasos sanguíneos, que ocurre como resultado de una lesión o trauma en los tejidos blandos. Esto puede causar inflamación, sensibilidad y moretones en la zona afectada. Los hematomas pueden variar en tamaño y gravedad, dependiendo de la cantidad de sangre que se haya filtrado y del área del cuerpo donde haya ocurrido la hemorragia. En casos más graves, los hematomas pueden comprimir estructuras adyacentes, como nervios y vasos sanguíneos, lo que podría causar dolor, pérdida de función o incluso necrosis tisular. El tratamiento de un hematoma dependerá de su localización, tamaño y severidad, e incluye medidas de control del dolor, compresión, elevación y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas.

Un hematoma subdural agudo es una acumulación de sangre entre la duramadre (la membrana externa que recubre el cerebro) y el cerebro, dentro del espacio subdural. Se produce como resultado de un trauma craneal grave que causa la rotura de vasos sanguíneos. La sangre se acumula rápidamente en este espacio, lo que puede comprimir el cerebro y provocar diversos síntomas neurológicos, como dolor de cabeza, confusión, convulsiones, déficits neurológicos focales o coma. Este tipo de hematoma es una emergencia médica y requiere un tratamiento inmediato, que puede incluir cirugía para aliviar la presión en el cerebro.

El empiema subdural es una afección médica que involucra la acumulación de pus en el espacio subdural, que es el área entre la duramadre (la membrana externa que recubre el cerebro) y la dura mater (la membrana interna). Esta condición generalmente ocurre como complicación de una infección craneal, como meningitis o absceso cerebral, o después de un traumatismo craneal severo que cause una rotura en el espacio subdural.

Los síntomas del empiema subdural pueden incluir dolor de cabeza, rigidez de cuello, confusión, debilidad muscular, convulsiones y, en casos graves, coma. El diagnóstico se realiza mediante estudios de imagenología, como tomografía computarizada o resonancia magnética, que pueden mostrar la presencia de líquido infeccioso en el espacio subdural.

El tratamiento del empiema subdural generalmente implica cirugía para drenar el pus acumulado y administración de antibióticos para tratar la infección subyacente. En algunos casos, se puede requerir un procedimiento de lavado quirúrgico repetido para asegurarse de que todo el pus se haya drenado completamente. La recuperación depende de la gravedad de la infección y del estado general de salud del paciente.

La efusión subdural es un término médico que se refiere a la acumulación anormal de líquido en el espacio subdural, que es el pequeño espacio entre la duramadre (la membrana externa que recubre el cerebro) y la dura mater interna (una capa delgada y flexible entre la duramadre y el cerebro). Este líquido puede ser sangre (hematoma subdural), pus (absceso subdural) o líquido cefalorraquídeo (hidrocefalia o hipertensión intracraneal).

La efusión subdural puede ocurrir como resultado de una lesión traumática en la cabeza, infección, tumores cerebrales, complicaciones durante la cirugía craneal o trastornos hemorrágicos. Los síntomas pueden variar dependiendo de la causa y la cantidad de líquido acumulado, pero generalmente incluyen dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, convulsiones, debilidad o entumecimiento en los brazos o las piernas, cambios en el estado mental o nivel de conciencia, y trastornos del habla o visión. El diagnóstico se realiza mediante estudios de imagenología, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética nuclear (RMN). El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir cirugía, medicamentos o reposo en cama.

Un hematoma epidural craneal es un tipo específico de lesión cerebral traumática. Se trata de una acumulación de sangre entre el hueso del cráneo y la duramadre, que es la membrana más externa que recubre el cerebro. Esta condición suele ser causada por un trauma contundante en la cabeza, especialmente aquellos que resultan en una fractura de cráneo.

El sangrado en un hematoma epidural craneal proviene generalmente de las arterias meninges, las cuales son las arterias que irrigan las membranas que recubren el cerebro. La acumulación de sangre puede comprimir el cerebro y provocar diversos síntomas, como dolor de cabeza intenso, vómitos, convulsiones, alteraciones visuales, hemiparesia (debilidad en un lado del cuerpo), trastornos del habla, confusión y pérdida de la conciencia.

El tratamiento suele requerir cirugía para aliviar la presión sobre el cerebro y detener el sangrado. Sin un tratamiento oportuno y adecuado, un hematoma epidural craneal puede ser potencialmente letal.

Un hematoma subdural espinal es un tipo específico de sangrado en el espacio entre la duramadre (la membrana externa que rodea el sistema nervioso central) y la aracnoides (una membrana interna más delicada) en la médula espinal. Este espacio se conoce como el espacio subdural.

Este tipo de hematoma puede ocurrir después de una lesión traumática, como un accidente o una caída severa, que cause daño a los vasos sanguíneos en este área. La sangre se acumula en el espacio subdural y forma un coágulo, lo que puede comprimir la médula espinal y causar diversos síntomas neurológicos, dependiendo de la ubicación y el tamaño del hematoma.

Los síntomas pueden incluir dolor de espalda, debilidad o entumecimiento en las extremidades, problemas con la función intestinal o vesical, e incluso parálisis en casos graves. El diagnóstico generalmente se realiza mediante imágenes médicas, como una resonancia magnética o una tomografía computarizada de la columna vertebral. El tratamiento puede incluir cirugía para aliviar la presión sobre la médula espinal y detener el sangrado.

Un hematoma espinal epidural, también conocido como extradural o hematoma epidural espinal, es una acumulación de sangre en el espacio epidural de la columna vertebral. El espacio epidural se encuentra justo fuera de la duramadre, que es la membrana más externa que rodea y protege la médula espinal y el líquido cefalorraquídeo. Este espacio contiene grasa, vasos sanguíneos y nervios raquídeos.

Los hematomas espinales epidurales suelen ser el resultado de una lesión traumática en la columna vertebral, como fracturas o esguinces, que dañan los vasos sanguíneos en el espacio epidural y causan hemorragia. Otras posibles causas pueden incluir procedimientos quirúrgicos espinales, trastornos de coagulación sanguínea o tumores espinales.

Los síntomas del hematoma espinal epidural pueden variar dependiendo de la gravedad y la ubicación del hematoma, pero generalmente incluyen dolor de espalda intenso, debilidad muscular, entumecimiento o parálisis en las extremidades, pérdida de control de esfínteres (vejiga e intestinos), y disminución o ausencia de los reflejos tendinosos profundos.

El tratamiento temprano y adecuado del hematoma espinal epidural es crucial para prevenir daños permanentes en la médula espinal. La cirugía es el tratamiento más común, que implica la evacuación del hematoma y la estabilización de la columna vertebral si es necesario. El pronóstico depende de la gravedad de la lesión y la rapidez con que se reciba el tratamiento.

Un hematoma intracraneal subdural es una acumulación de sangre entre la duramadre (la membrana externa que recubre el cerebro) y el lado interno de la calavera. Este tipo de hemorragia se produce generalmente como resultado de un trauma craneal, cuando los vasos sanguíneos se dañan y causan que la sangre se acumule en este espacio. Los síntomas pueden variar desde dolores de cabeza y confusión hasta convulsiones o coma, dependiendo del tamaño del hematoma y de la rapidez con la que se produzca. El tratamiento puede incluir cirugía para aliviar la presión sobre el cerebro o simplemente observación y manejo médico conservador, dependiendo también del caso específico.

Craneotomía es un procedimiento quirúrgico en el cual se realiza un abertura o hueco en el cráneo para acceder al cerebro. Este procedimiento se lleva a cabo por diversas razones, como por ejemplo: aliviar la presión intracraneal, extraer tumores cerebrales, reparar vasos sanguíneos rotos o lesionados en el cerebro, o colocar dispositivos para monitorear o estimular el cerebro.

La cirugía comienza con una incisión en el cuero cabelludo y la separación de los tejidos blandos del cráneo. Después, se realiza un agujero en el hueso craneal utilizando herramientas especiales, como taladros o sierras. El hueso se retira y se coloca a un lado, formando una "tapa" que puede volver a colocarse después de la cirugía.

La craneotomía requiere una planificación cuidadosa y precisión quirúrgica para minimizar el riesgo de complicaciones, como infección, sangrado o daño al cerebro. Después de la cirugía, es posible que se necesiten medicamentos para controlar el dolor y prevenir la infección. La recuperación puede variar dependiendo del tipo y la extensión de la cirugía, pero generalmente requiere un tiempo de reposo en cama y limitar las actividades durante varias semanas o meses.

La duramadre, también conocida como dura mater en terminología latina, es la capa más externa y resistente de las meninges, las membranas que recubren el sistema nervioso central. Está compuesta principalmente por tejido conectivo denso y rico en colágeno, proporcionando una protección mecánica importante al cerebro y la médula espinal.

La duramadre se adhiere firmemente a las estructuras esqueléticas que rodean el cerebro y la médula espinal, como el cráneo y la columna vertebral. A diferencia de las otras meninges (la aracnoides y la piamadre), la duramadre no tiene un revestimiento celular interno, lo que la hace menos propensa a sufrir lesiones o inflamaciones.

Entre la duramadre y la aracnoides existe un espacio potencial llamado espacio epidural, donde se pueden acumular líquidos o sangre en caso de traumatismos o patologías específicas, como hemorragias o infecciones. La correcta integridad estructural y funcional de la duramadre es crucial para mantener la homeostasis del sistema nervioso central y preservar su integridad fisiológica.

La tomografía computarizada por rayos X, también conocida como TC o CAT (por sus siglas en inglés: Computerized Axial Tomography), es una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza radiación para obtener detalladas vistas tridimensionales de las estructuras internas del cuerpo. Durante el procedimiento, el paciente se coloca sobre una mesa que se desliza dentro de un anillo hueco (túnel) donde se encuentran los emisores y receptores de rayos X. El equipo gira alrededor del paciente, tomando varias radiografías en diferentes ángulos.

Las imágenes obtenidas son procesadas por un ordenador, el cual las combina para crear "rebanadas" transversales del cuerpo, mostrando secciones del tejido blando, huesos y vasos sanguíneos en diferentes grados de claridad. Estas imágenes pueden ser visualizadas como rebanadas individuales o combinadas para formar una representación tridimensional completa del área escaneada.

La TC es particularmente útil para detectar tumores, sangrado interno, fracturas y otras lesiones; así como también para guiar procedimientos quirúrgicos o biopsias. Sin embargo, su uso está limitado en pacientes embarazadas debido al potencial riesgo de daño fetal asociado con la exposición a la radiación.

Los traumatismos craneoencefálicos (TCE) se definen como lesiones traumáticas del cerebro que pueden resultar de diversos mecanismos, incluyendo golpes contundentes, aceleraciones y desaceleraciones bruscas o penetración de objetos en el cráneo. Estas lesiones pueden causar una amplia gama de secuelas, desde leves hasta graves, dependiendo de la localización, extensión y gravedad de la lesión.

Los TCE se clasifican en función de su severidad como leves, moderados o graves. Los traumatismos craneoencefálicos leves suelen cursar con pérdida de conciencia breve (menos de 30 minutos), amnesia postraumática y otros síntomas leves como cefalea, náuseas o vómitos. Los TCE moderados se caracterizan por una pérdida de conciencia más prolongada (entre 30 minutos y 24 horas), así como por la presencia de signos neurológicos focales o alteraciones en las pruebas de imagen cerebral. Por último, los TCE graves se asocian a una pérdida de conciencia prolongada (más de 24 horas) y a la presencia de graves déficits neurológicos o lesiones estructurales en el cerebro.

El tratamiento de los traumatismos craneoencefálicos depende de su gravedad y puede incluir medidas de soporte vital, cirugía para eliminar hematomas o fragmentos óseos, rehabilitación y cuidados paliativos en los casos más graves. La prevención es fundamental para reducir la incidencia de estas lesiones, especialmente mediante el uso de dispositivos de seguridad como cinturones de seguridad, cascos y sistemas de retención infantil adecuados.

La hemorragia cerebral, también conocida como hemorragia intracraneal, es un tipo de accidente cerebrovascular que ocurre cuando se rompe un vaso sanguíneo en el cerebro y causa sangrado en los tejidos circundantes. Esto puede comprimir el tejido cerebral cercano, interrumpiendo su funcionamiento normal y dañándolo.

Hay diferentes tipos de hemorragia cerebral, dependiendo de dónde ocurre el sangrado:

1. Hemorragia intraparenquimatosa: Se produce cuando el sangrado se origina dentro del tejido cerebral mismo.
2. Hemorragia subaracnoidea: Ocurre cuando el sangrado se produce entre las membranas que rodean el cerebro, llamadas meninges, en un espacio conocido como el espacio subaracnoideo.
3. Hemorragia epidural: Se refiere al sangrado que ocurre entre el cráneo y la duramadre, la membrana exterior más dura que rodea el cerebro.
4. Hemorragia subdural: Sucede cuando el sangrado se produce entre la duramadre y la siguiente membrana más interna, llamada aracnoides.

Los síntomas de una hemorragia cerebral pueden variar dependiendo del tipo y la gravedad del sangrado, pero generalmente incluyen dolor de cabeza intenso, convulsiones, debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o comprender el lenguaje, problemas de visión, pérdida del equilibrio o coordinación, y cambios en el nivel de conciencia o alerta.

El tratamiento de una hemorragia cerebral dependerá de la causa subyacente y puede incluir cirugía para aliviar la presión sobre el tejido cerebral, medicamentos para controlar los síntomas y prevenir complicaciones, rehabilitación para ayudar a recuperar las funciones perdidas, o una combinación de estas opciones.

Los quistes aracnoides son sacos llenos de líquido que se forman entre las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal, conocidas como meninges. Más específicamente, los quistes aracnoides se desarrollan en la capa interna de las meninges, llamada aracnoides.

Estos quistes están llenos del líquido cefalorraquídeo (LCR), que normalmente rodea y protege el cerebro y la médula espinal. Los quistes aracnoides pueden variar en tamaño, desde pequeños a muy grandes, y suelen ser asintomáticos, especialmente si son pequeños.

Sin embargo, cuando los quistes crecen y ejercen presión sobre el cerebro o la médula espinal, pueden causar diversos síntomas, como dolores de cabeza, problemas visuales, alteraciones del equilibrio, debilidad en las extremidades, rigidez en el cuello, zumbidos en los oídos y, en casos más graves, convulsiones e incluso daño neurológico.

Los quistes aracnoides pueden ser congénitos (presentes desde el nacimiento) o adquiridos (desarrollados más tarde en la vida). El tratamiento puede incluir observación y control periódicos, o intervención quirúrgica para drenar o eliminar el quiste, dependiendo de su tamaño, localización y los síntomas asociados.

Los traumatismos cerrados de la cabeza se definen como lesiones en las que el cráneo y los tejidos blandos circundantes (como el cuero cabelludo) son lastimados, pero el encéfalo en sí no está directamente expuesto. Estos tipos de traumatismos pueden ocurrir como resultado de una variedad de eventos, incluyendo accidentes automovilísticos, caídas, lesiones deportivas y actos violentos.

Los síntomas de un traumatismo cerrado de la cabeza pueden variar ampliamente, dependiendo de la gravedad de la lesión. Algunos síntomas comunes incluyen dolor de cabeza, mareo, náusea, vómitos, visión borrosa, zumbido en los oídos y sensibilidad a la luz o el sonido. En casos más graves, una persona con un traumatismo cerrado de la cabeza puede experimentar pérdida de memoria, confusión, dificultad para hablar o caminar, convulsiones o pérdida del conocimiento.

Es importante buscar atención médica inmediata después de sufrir un traumatismo cerrado de la cabeza, incluso si los síntomas parecen leves. Las lesiones cerebrales graves a veces pueden no presentar síntomas obvios en las primeras horas después de la lesión, y el retraso en el tratamiento puede empeorar significativamente el resultado. El tratamiento temprano y apropiado puede ayudar a prevenir complicaciones graves y mejorar las posibilidades de una recuperación completa.

La trepanación es un procedimiento quirúrgico que implica la perforación intencional de los huesos craneales o, más raramente, del tórax, para aliviar la presión intracraneal o como parte de rituales médicos y espirituales en diversas culturas a lo largo de la historia. En la medicina moderna, se realiza bajo estrictas condiciones sanitarias y con fines terapéuticos específicos, como el tratamiento de abscesos cerebrales o ciertos tipos de tumores cerebrales. Sin embargo, su uso generalizado en el pasado ha sido objeto de debate académico y se asocia a prácticas médicas antiguas y tradicionales en varias sociedades.

Los procedimientos neuroquirúrgicos se refieren a los métodos quirúrgicos utilizados para tratar condiciones y enfermedades del sistema nervioso, que incluye el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos. Estos procedimientos son realizados por neurocirujanos, médicos especializados en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las afecciones del sistema nervioso.

Algunos ejemplos de procedimientos neuroquirúrgicos incluyen:

1. Cirugía de la columna vertebral: utilizada para tratar problemas en la columna, como hernias discales, estenosis espinal y tumores.

2. Descompresión craneal: se realiza para aliviar la presión sobre el cerebro debido a un hematoma, tumor u otra causa.

3. Cirugía de Parkinson: utilizada para tratar los síntomas del Parkinson avanzado, como temblores y rigidez.

4. Cirugía de la epilepsia: se realiza para controlar las convulsiones incontrolables que no responden a otros tratamientos.

5. Cirugía vascular cerebral: utilizada para tratar aneurismas cerebrales y malformaciones arteriovenosas (MAV).

6. Tratamiento quirúrgico de tumores cerebrales: se realiza para extirpar o reducir la presión de los tumores cerebrales benignos o malignos.

7. Cirugía de la neuralgia del trigémino: utilizada para aliviar el dolor facial intenso asociado con esta afección.

8. Estimulación cerebral profunda: se utiliza para tratar una variedad de condiciones, como enfermedad de Parkinson, distonía y trastornos del movimiento.

9. Cirugía de la esclerosis múltiple: utilizada para aliviar los síntomas de esta afección crónica del sistema nervioso central.

10. Cirugía de columna vertebral: se realiza para tratar diversas afecciones de la columna vertebral, como hernias discales y estenosis espinal.

La arachnoide es una membrana del sistema nervioso central que forma parte de los meninges, las membranas protectoras que recubren el cerebro y la médula espinal. Más específicamente, la arachnoide es la membrana intermedia entre la duramadre (la membrana más externa) y la piamadre (la membrana más interna que está en contacto directo con el tejido cerebral).

La aracnoides tiene una consistencia similar a la de un filtro de papel, es muy delgada y frágil. Está llena de espacio y contiene líquido cefalorraquídeo (LCR), que proporciona protección y amortiguación a los tejidos cerebrales y medulares. La aracnoides está adherida a la duramadre, pero se separa de la piamadre por el espacio subaracnoideo, donde circula el LCR.

La aracnoiditis es una enfermedad que involucra la inflamación y la irritación de la membrana aracnoidea, lo que puede causar dolor, rigidez, debilidad muscular e incluso problemas neurológicos graves. La aracnoiditis puede ser causada por diversos factores, como infecciones, traumatismos, cirugías o la exposición a sustancias químicas tóxicas.

El Síndrome del Niño Maltratado, también conocido como Síndrome de la Batería Infantil, es un término utilizado para describir un conjunto de signos y síntomas físicos y/o conductuales que pueden sugerir a un médico o profesional de la salud que un niño ha sido abusado o maltratado. No se trata de una enfermedad o condición médica real, sino más bien una serie de indicadores que pueden desencadenar una investigación más profunda sobre el bienestar del niño.

Los signos físicos pueden incluir moretones, quemaduras, fracturas u otras lesiones inexplicables, especialmente si son repetidas o graves. Los signos conductuales pueden incluir comportamientos regresivos como enuresis (orinarse encima) o encopresis (defecarse encima) en niños mayores, cambios bruscos en el apetito o el sueño, ansiedad extrema, miedo inexplicable, depresión o intentos de suicidio.

Sin embargo, es importante destacar que la presencia de estos síntomas no prueba automáticamente que un niño ha sido maltratado; pueden tener otras causas perfectamente válidas. Por lo tanto, siempre se debe llevar a cabo una evaluación cuidadosa e integral antes de llegar a conclusiones definitivas. Además, el diagnóstico y la intervención temprana son cruciales para garantizar la seguridad y el bienestar del niño.

La hipotensión intracraneal (HI) se define como una presión de líquido cefalorraquídeo (LCR) inferior a 70 mm de H2O en adultos y 18 cm de agua en niños, medida generalmente en posición decúbito supino. La presión intracraneal normalmente varía entre 10-15 mm de Hg en reposo.

La HI es una afección clínica que puede presentar síntomas como dolor de cabeza, náuseas, vómitos, convulsiones, alteraciones visuales y neurológicas. Puede ser causada por diversos factores, incluyendo deshidratación, pérdida de sangre, meningitis, enfermedades que afectan la producción o reabsorción del LCR, o el uso de medicamentos que disminuyen la presión intracraneal.

Es importante distinguir la HI de otras condiciones que pueden presentar síntomas similares, como la hipertensión endocraneal, por lo que se requiere un examen clínico cuidadoso y, en ocasiones, estudios diagnósticos adicionales, como resonancia magnética nuclear o punción lumbar. El tratamiento de la HI depende de su causa subyacente y puede incluir hidratación, administración de medicamentos o cirugía.

Las fracturas craneales se refieren a roturas o fracturas en los huesos que forman el cráneo. Estas lesiones pueden variar en gravedad, desde fracturas simples sin daño adicional, hasta fracturas compuestas que involucran laceraciones de la piel y exposición del cerebro.

Las causas más comunes de las fracturas craneales son traumatismos contundentes o penetrantes a la cabeza, como los que podrían ocurrir durante accidentes automovilísticos, caídas, actos violentos o deportes de contacto.

Los síntomas asociados con las fracturas craneales pueden incluir dolor de cabeza, moretones alrededor de la zona afectada, hematomas (moretones) debajo de la piel, hemorragia nasal o auditiva, pérdida de conciencia, confusión, visión doble, convulsiones y dificultad para hablar o tragar.

El tratamiento depende del tipo y gravedad de la fractura. Algunas fracturas simples pueden sanar por sí solas con reposo y cuidados conservadores, mientras que otras pueden requerir intervención quirúrgica para estabilizar los huesos rotos y prevenir complicaciones.

Es importante buscar atención médica inmediata si se sospecha una fractura craneal, ya que estas lesiones pueden ser potencialmente graves e incluso mortales si no se tratan adecuadamente. Además, los daños en el cerebro asociados con las fracturas craneales pueden provocar diversas secuelas neurológicas y cognitivas a largo plazo.

El Síndrome del Bebé Sacudido (SBS), también conocido como Trauma Craneoencefálico Infantil Inducido por Agitación (TCIA) o Daño Cerebral No Accidental (DNCA), es una forma grave de lesión cerebral traumática causada por agitar violentamente a un bebé o niño pequeño. Durante este acto, la cabeza del niño se mueve rápidamente de un lado a otro, lo que hace que el cerebro se mueva dentro del cráneo y se dañe como consecuencia de los impactos contra la pared interna del cráneo.

Los síntomas pueden variar desde leves hasta graves e incluso letales. Pueden incluir vómitos, somnolencia, falta de apetito, irritabilidad, convulsiones, rigidez corporal y dificultad para respirar. En casos más severos, puede haber daño en el tejido cerebral, hemorragias internas, inflamación cerebral e incluso la muerte. El SBS es considerado una forma de abuso infantil y se asocia a menudo con padres o cuidadores que están bajo estrés o intoxicados por alcohol o drogas.

En el contexto médico, el término "drenaje" se refiere al proceso de eliminar líquidos o materiales extraños acumulados en un cuerpo humano, como ser pus, sangre, fluido seroso o linfa, de una cavidad, órgano o tejido dañado o infectado. Esto se realiza generalmente mediante la colocación de un catéter o tubo de drenaje para facilitar la salida del líquido no deseado y promover la curación.

El objetivo principal del drenaje es prevenir la acumulación de líquidos, que de otro modo podrían causar inflamación, infección o daño adicional a los tejidos circundantes. Además, el análisis del líquido drenado puede proporcionar información valiosa sobre la naturaleza y el grado de la lesión o enfermedad subyacente, guiando así el plan de tratamiento apropiado.

Existen diferentes tipos de procedimientos de drenaje, como el drenaje quirúrgico, que implica la incisión quirúrgica para eliminar los líquidos acumulados; drenaje percutáneo, que involucra la inserción de agujas finas o catéteres para drenar líquidos de cavidades corporales; y drenaje de fistula, donde se crea una conexión artificial entre un órgano o tejido hueco y la superficie de la piel para permitir que el líquido drene espontáneamente.

La Escala de Coma de Glasgow (GCS, por sus siglas en inglés) es un sistema ampliamente utilizado en la medicina de emergencia y cuidados intensivos para evaluar el nivel de consciencia y la gravedad de una lesión cerebral. Fue desarrollada en 1974 por los neurocirujanos británicos Graham Teasdale y Bryan J. Jennett.

La escala consta de tres parámetros principales:

1. Respuesta a los estímulos verbales (V): evaluando la capacidad del paciente para obedecer comandos, orientación, confusión y palabras incoherentes o ausencia total de respuesta verbal. Se puntúa de 1 a 5, donde 1 indica ninguna respuesta y 5 indica una conversación coherente.

2. Respuesta a los estímulos motrices (M): evaluando la capacidad del paciente para seguir órdenes o retirar miembros en respuesta a un estímulo doloroso. Se puntúa de 1 a 6, donde 1 indica ninguna respuesta y 6 indica que el movimiento es normal.

3. Estado de los ojos (E): evaluando la apertura espontánea o en respuesta a un estímulo verbal o doloroso. Se puntúa de 1 a 4, donde 1 indica ausencia total de apertura y 4 indica apertura espontánea.

La puntuación total se obtiene sumando los valores de V, M y E, con un rango entre 3 y 15. Cuanto menor es la puntuación, más grave es el estado de coma del paciente. Una puntuación inferior a 8 generalmente indica un estado de coma profundo o inconsciencia.

La GCS se ha convertido en una herramienta importante para los profesionales médicos al evaluar y monitorizar la gravedad de las lesiones cerebrales, así como para tomar decisiones sobre el tratamiento y el pronóstico del paciente.

La Imagen por Resonancia Magnética (IRM) es una técnica de diagnóstico médico no invasiva que utiliza un campo magnético potente, radiaciones ionizantes no dañinas y ondas de radio para crear imágenes detalladas de las estructuras internas del cuerpo. Este procedimiento médico permite obtener vistas en diferentes planos y con excelente contraste entre los tejidos blandos, lo que facilita la identificación de tumores y otras lesiones.

Durante un examen de IRM, el paciente se introduce en un túnel o tubo grande y estrecho donde se encuentra con un potente campo magnético. Las ondas de radio se envían a través del cuerpo, provocando que los átomos de hidrógeno presentes en las células humanas emitan señales de radiofrecuencia. Estas señales son captadas por antenas especializadas y procesadas por un ordenador para generar imágenes detalladas de los tejidos internos.

La IRM se utiliza ampliamente en la práctica clínica para evaluar diversas condiciones médicas, como enfermedades del cerebro y la columna vertebral, trastornos musculoesqueléticos, enfermedades cardiovasculares, tumores y cánceres, entre otras afecciones. Es una herramienta valiosa para el diagnóstico, planificación del tratamiento y seguimiento de la evolución de las enfermedades.

La fosa craneal posterior, también conocida como la fosa cerebral posterior o fosa cranial occipital, es una depresión profunda y curva en la base del cráneo. Es la fosa craneal más baja de las tres fosas (las otras son la fosa craneal anterior y la fosa craneal media) y se encuentra en la parte posterior del cerebro.

La fosa craneal posterior alberga principalmente el cerebelo, el tronco del encéfalo y la mayor parte del bulbo raquídeo. También contiene importantes estructuras vasculares como la vena jugular interna, la arteria vertebral y la arteria basilar. La fosa craneal posterior se define anatómicamente por los huesos que la forman, que incluyen el occipital, el temporal y el parietal.

La hemorragia cerebral traumática, también conocida como hemorragia intracraneal, es un tipo de lesión cerebral traumática (LCT) que ocurre cuando hay una ruptura de vasos sanguíneos en el cerebro, lo que provoca la acumulación de sangre en los tejidos cerebrales o en el espacio entre las membranas que rodean el cerebro.

Esta condición puede ser causada por diversos mecanismos traumáticos, como accidentes automovilísticos, caídas, lesiones deportivas o cualquier otro tipo de trauma craneal. La gravedad de la hemorragia cerebral traumática varía desde lesiones leves hasta graves, que pueden ser fatales.

Los síntomas más comunes incluyen dolor de cabeza intenso, vómitos, mareos, visión borrosa, debilidad o entumecimiento en extremidades, dificultad para hablar, confusión, somnolencia extrema y pérdida del conocimiento. El tratamiento temprano es crucial para prevenir complicaciones y reducir el riesgo de daño cerebral permanente. La evaluación y el manejo adecuados de la hemorragia cerebral traumática requieren la intervención de profesionales médicos especializados en neurología y neurocirugía.

Las hemorragias intracraneales se refieren a los sangrados que ocurren dentro del cráneo. Estos sangrados pueden producirse en el espacio entre el cerebro y el cráneo (hemorragia subdural), en el espacio entre las membranas que rodean al cerebro (hemorragia epidural), o directamente dentro del tejido cerebral (hemorragia intraparenquimatosa).

La causa más común de estas hemorragias es la rotura de vasos sanguíneos debido a un traumatismo craneal. Sin embargo, también pueden ser causadas por diversas condiciones médicas, como hipertensión arterial no controlada, aneurismas cerebrales, malformaciones vasculares, tumores cerebrales o trastornos de coagulación sanguínea.

Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo y la ubicación de la hemorragia, pero generalmente incluyen dolor de cabeza intenso, vómitos, convulsiones, debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo, problemas de visión, dificultad para hablar o tragar, y cambios en el nivel de conciencia o comportamiento.

El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir cirugía, medicamentos para controlar la presión intracraneal y prevenir convulsiones, y rehabilitación para ayudar a recuperar las funciones perdidas.

La remisión espontánea, en términos médicos, se refiere a la resolución o desaparición de los síntomas de una enfermedad o condición sin tratamiento médico específico. Sucede por sí sola y puede ser temporal o permanente. Es más comúnmente observada en ciertas afecciones inflamatorias, infecciosas y algunos tipos de cáncer. Sin embargo, es importante señalar que aunque los síntomas hayan desaparecido, la enfermedad subyacente puede seguir existiendo, por lo que se recomienda continuar con los controles médicos regulares.

La cefalea es el término médico para designar a un dolor de cabeza. Puede manifestarse como una sensación pulsátil o sorda en una parte o ambos lados de la cabeza, acompañada a menudo de náuseas y molestias a la luz o al ruido. Existen diferentes tipos de cefaleas, entre las que se incluyen la migraña, la cefalea tensional y la cefalea en brotes. El tratamiento varía dependiendo del tipo y la gravedad de la cefalea. En algunos casos, los medicamentos pueden ayudar a aliviar el dolor, mientras que en otros casos, se requieren cambios en el estilo de vida o terapias preventivas.

Neumocefalo es un término médico que se refiere a la presencia de aire o gas en los espacios subaracnoideos alrededor del cerebro. Este fenómeno suele ser patológico y puede resultar de diversas condiciones, como una lesión traumática craneal, una infección (como la meningitis), un procedimiento quirúrgico o una enfermedad vascular cerebral. El neumocefalo puede ser asintomático, pero también puede causar diversos síntomas, como dolor de cabeza, rigidez de nuca, convulsiones u otros signos de aumento de la presión intracraneal. El diagnóstico se realiza mediante técnicas de imagenología médica, como la tomografía computarizada o la resonancia magnética nuclear. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir antibióticos, cirugía o descompresión.

Un absceso encefálico es una acumulación localizada de pus dentro del tejido cerebral, causada generalmente por la infección y multiplicación de bacterias u hongos en el cerebro. Esto puede ocurrir como resultado de una infección que se disemina desde otra parte del cuerpo o como consecuencia de una infección directa en el cerebro, por ejemplo, después de una lesión traumática o quirúrgica.

Los síntomas más comunes incluyen dolor de cabeza, fiebre, confusión, convulsiones, debilidad en un lado del cuerpo y trastornos visuales. El tratamiento generalmente implica antibióticos o antifúngicos para eliminar la infección, junto con procedimientos quirúrgicos para drenar el pus acumulado. Si no se trata a tiempo, un absceso encefálico puede causar daño cerebral severo e incluso la muerte.

Los electrodos implantados son dispositivos médicos que se insertan quirúrgicamente en el cuerpo humano. Se conectan generalmente a un generador de impulsos situado bajo la piel, que envía estimulaciones eléctricas a través de los electrodos. Estos impulsos eléctricos pueden modular la actividad nerviosa, alterando así diversas funciones fisiológicas.

Este tipo de terapia es utilizada principalmente en el tratamiento de enfermedades neurológicas como la enfermedad de Parkinson, la distonía o la epilepsia. También se emplea en el control del dolor crónico, especialmente cuando es difícil de aliviar con medicamentos.

Los electrodos pueden ser unipolares (un solo electrodo rodeado por tejido no conductor) o multipolares (varios electrodos en una misma sonda). Su forma y tamaño varían dependiendo del objetivo terapéutico y del lugar donde van a ser implantados.

La intervención para colocar los electrodos requiere precisión quirúrgica y se guía por imágenes médicas como la resonancia magnética o la tomografía computada. Después de la cirugía, se realiza una prueba de estimulación para ajustar los parámetros del generador de impulsos y optimizar la respuesta terapéutica.

El espacio subaracnoides es un espacio anatómico dentro del sistema nervioso central. Se encuentra entre las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, llamadas meninges. Más específicamente, se localiza entre la piamadre (la meninge más interna que está en contacto directo con la superficie del cerebro y la médula espinal) y la aracnoides (una membrana delgada y aterciopelada).

Este espacio contiene líquido cefalorraquídeo (LCR), un fluido claro y transparente que actúa como amortiguador protegiendo al cerebro y la médula espinal de posibles traumatismos. Además, el LCR también desempeña funciones importantes en el intercambio metabólico entre el sistema nervioso central y el torrente sanguíneo, así como en la eliminación de desechos metabólicos.

Es importante mencionar que ciertas condiciones clínicas pueden afectar al espacio subaracnoides, como las hemorragias subaracnoideas (sangrado en este espacio) o la meningitis (infección de las meninges), las cuales requieren atención médica inmediata.

En términos médicos, un "resultado fatal" se refiere a un desenlace desfavorable de un diagnóstico, condición de salud, procedimiento o tratamiento que resulta en la muerte del paciente. Es un término formal y objetivo utilizado para describir una situación en la cual los esfuerzos terapéuticos no han podido revertir el curso de una enfermedad grave o lesión, y desafortunadamente conduce al fallecimiento del individuo.

Es importante mencionar que este término se utiliza con precaución y respeto, dada la naturaleza delicada y sensible de la situación. La comunicación de un resultado fatal a los familiares o cuidadores del paciente suele ser una parte difícil del trabajo médico, y se realiza siempre con empatía y compasión.

La descompresión quirúrgica es un procedimiento médico que se utiliza para aliviar la presión sobre los tejidos, nervios o vasos sanguíneos comprimidos en el cuerpo. Esta situación de presión excesiva puede ser causada por diversas afecciones, como hernias discales, tumores, inflamaciones o infecciones.

En el caso de una hernia discal, por ejemplo, el disco intervertebral sobresale y comprime la raíz nerviosa adyacente, lo que provoca dolor, entumecimiento o debilidad en un área específica del cuerpo. La descompresión quirúrgica en esta situación implica la extracción parcial o total del disco herniado para liberar la presión sobre el nervio afectado.

Otros ejemplos de descompresión quirúrgica incluyen la craneotomía decompressiva utilizada en el tratamiento de tumores cerebrales o hemorragias subaracnoideas, donde se abre el cráneo para aliviar la presión intracraneal y facilitar la cirugía del tumor o la reparación de vasos sanguíneos dañados.

En resumen, la descompresión quirúrgica es una intervención médica que tiene como objetivo reducir la presión sobre tejidos u órganos afectados por diversas patologías, con el fin de mejorar los síntomas y preservar o restaurar la función normal.

La Escala de Consecuencias de Glasgow (GCS, por sus siglas en inglés) es un método ampliamente utilizado en la evaluación de la gravedad de una lesión cerebral traumática. Fue desarrollada en 1974 por los neurocirujanos Graham Teasdale y Bryan J. Jennett en la Universidad de Glasgow. La escala mide el nivel de respuesta de un paciente en tres aspectos: abrir los ojos, respuesta verbal y respuesta motora.

Aquí está la definición médica de cada categoría de la Escala de Consecuencias de Glasgow:

1. **Abriendo los ojos (O):**
- 1 punto: No abre los ojos.
- 2 puntos: Abre los ojos en respuesta a la estimulación dolorosa.
- 3 puntos: Abiertos espontáneamente.

2. **Respuesta verbal (V):**
- 1 punto: No hace ningún sonido.
- 2 puntos: Sonidos incomprensibles.
- 3 puntos: Palabras desorientadas y/o irrelevantes.
- 4 puntos: Respuesta coherente, orientada.

3. **Respuesta motora (M):**
- 1 punto: Sin respuesta a los estímulos dolorosos.
- 2 puntos: Extensión a la estimulación dolorosa (decerebración).
- 3 puntos: Flexión a la estimulación dolorosa (decorticación).
- 4 puntos: Retira respuesta localizada a la estimulación dolorosa.
- 5 puntos: Obedece comandos.

La puntuación total de GCS se obtiene sumando los valores de cada categoría (O + V + M), y puede variar entre 3 y 15. Cuanto mayor sea la puntuación, menor es el grado de disfunción neurológica. Las puntuaciones de GCS se utilizan comúnmente en el manejo de pacientes con traumatismos craneoencefálicos para evaluar y monitorizar su estado neurológico.

La angiografía cerebral es un procedimiento diagnóstico que utiliza rayos X y una sustancia de contraste para producir imágenes detalladas de los vasos sanguíneos en el cerebro. Durante el procedimiento, un agente de contraste se inyecta en la arteria principal del cuello, lo que permite que los vasos sanguíneos del cerebro se visualicen claramente en las radiografías.

Este procedimiento se utiliza a menudo para identificar anomalías en los vasos sanguíneos del cerebro, como aneurismas, estenosis (estrechamiento), oclusión (obstrucción) y malformaciones vasculares. También se puede usar para planificar tratamientos endovasculares, como la colocación de stents o la embolización de aneurismas.

La angiografía cerebral generalmente se realiza en un hospital o centro médico especializado y requiere la administración de anestesia local. Después del procedimiento, es posible que sea necesario permanecer en observación durante unas horas para asegurarse de que no haya complicaciones. Las complicaciones graves son poco frecuentes pero pueden incluir reacciones al agente de contraste, sangrado excesivo, infección o daño a los vasos sanguíneos.

Las complicaciones posoperatorias se refieren a problemas o eventos adversos que surgen después de una cirugía y pueden estar relacionados con el procedimiento quirúrgico, la anestesia o los cuidados posoperatorios. Estas complicaciones pueden variar en gravedad y pueden incluir infecciones, reacciones a la anestesia, hemorragias, coágulos sanguíneos, neumonía, insuficiencia orgánica o incluso la muerte.

Las complicaciones posoperatorias pueden ser el resultado de una serie de factores, incluyendo la salud general del paciente antes de la cirugía, el tipo y la complejidad del procedimiento quirúrgico, la habilidad y experiencia del equipo quirúrgico, y los cuidados posoperatorios adecuados.

Algunas complicaciones posoperatorias pueden ser prevenidas o minimizadas mediante una evaluación preoperatoria exhaustiva, una técnica quirúrgica meticulosa, el uso apropiado de antibióticos y otros medicamentos, y la atención cuidadosa durante el período posoperatorio. Los pacientes también pueden tomar medidas para reducir su riesgo de complicaciones posoperatorias, como dejar de fumar, mantener una dieta saludable y hacer ejercicio regular antes de la cirugía.

La laminectomía es un procedimiento quirúrgico de la columna vertebral donde se elimina o se extrae parcial o totalmente la lámina, que es la parte posterior y protectora del arco óseo de una vértebra. Esto se realiza generalmente para aliviar la presión sobre la médula espinal o las raíces nerviosas, una condición conocida como estenosis espinal, o para acceder a la duramadre y el midollo espinal en operaciones más complejas. También se puede realizar para tratar hernias discales graves, tumores de columna vertebral o infecciones. La laminectomía puede realizarse en cualquier parte de la columna vertebral, desde el cuello hasta la zona lumbar.

La cefalea pospunción de duramadre, también conocida como dolor de cabeza post-dural punción o síndrome de post-punción dural, es un tipo de dolor de cabeza que puede ocurrir después de una punción lumbar (una prueba diagnóstica en la cual se inserta una aguja en el espacio subaracnoideo para recolectar líquido cefalorraquídeo).

Este tipo de cefalea suele presentarse como un dolor intenso y punzante en la parte posterior de la cabeza y el cuello, que puede empeorar al sentarse o pararse. También puede estar acompañado de náuseas, vómitos, mareos, sensibilidad a la luz y al sonido, y rigidez en el cuello.

La cefalea pospunción de duramadre se produce cuando se produce una fuga de líquido cefalorraquídeo después de la punción lumbar, lo que hace que la presión del líquido disminuya y provoque dolor de cabeza. La mayoría de las veces, este tipo de cefalea desaparece por sí sola en unos días o semanas, pero en algunos casos puede persistir durante más tiempo y requerir tratamiento médico adicional.

El tratamiento para la cefalea pospunción de duramadre puede incluir reposo en cama, hidratación adecuada, medicamentos contra el dolor y la náusea, y en casos graves o persistentes, puede requerir una cirugía para reparar la fuga de líquido cefalorraquídeo.

El término 'Resultado del Tratamiento' se refiere al desenlace o consecuencia que experimenta un paciente luego de recibir algún tipo de intervención médica, cirugía o terapia. Puede ser medido en términos de mejoras clínicas, reducción de síntomas, ausencia de efectos adversos, necesidad de nuevas intervenciones o fallecimiento. Es un concepto fundamental en la evaluación de la eficacia y calidad de los cuidados de salud provistos a los pacientes. La medición de los resultados del tratamiento puede involucrar diversos parámetros como la supervivencia, la calidad de vida relacionada con la salud, la función física o mental, y la satisfacción del paciente. Estos resultados pueden ser evaluados a corto, mediano o largo plazo.

La hemorragia subaracnoidea (HSA) es un tipo específico de hemorragia intracraneal donde se produce un sangrado en el espacio subaracnoideo, que es el espacio entre las membranas que rodean al cerebro. Este espacio está lleno de líquido cefalorraquídeo (LCR) y normalmente proporciona protección al cerebro.

La causa más común de una HSA es la rotura de un aneurisma cerebral, una dilatación localizada y debilitada en una arteria cerebral. Otras causas menos frecuentes pueden incluir traumatismos craneales graves, malformaciones vasculares, tumores cerebrales o infecciones.

Los síntomas más comunes de una HSA incluyen dolor de cabeza intenso y repentino (conocido como "el peor dolor de cabeza de mi vida"), rigidez en el cuello, vómitos, alteraciones visuales, sensibilidad a la luz, convulsiones, confusión, somnolencia o coma. La HSA es una condición médica grave y potencialmente letal que requiere atención inmediiata y tratamiento en un centro médico especializado. El tratamiento puede incluir cirugía para reparar el aneurisma roto, control de la presión intracraneal, manejo de las convulsiones y prevención de complicaciones como la hidrocefalia o el vasoespasmo cerebral.

Los tomógrafos computarizados por rayos X, también conocidos como TC o CAT (por sus siglas en inglés), son dispositivos médicos que utilizan radiación ionizante para obtener imágenes detalladas y cruzadas de las estructuras internas del cuerpo humano.

El proceso de adquisición de imágenes se realiza mediante la rotación de una fuente de rayos X alrededor del paciente, mientras que a la vez se registra la atenuación de los rayos X que atraviesan el cuerpo en diferentes ángulos. Luego, un ordenador procesa esta información y construye imágenes transversales del cuerpo, las cuales pueden ser visualizadas en diferentes planos (axial, sagital, coronal) o reconstruidas en tres dimensiones.

Los TC son ampliamente utilizados en el diagnóstico y seguimiento de una variedad de condiciones médicas, incluyendo traumatismos, tumores, infecciones, enfermedades vasculares y otras afecciones que requieren un alto nivel de detalle anatómico. Sin embargo, su uso está limitado por el riesgo potencial de exposición a la radiación ionizante y por lo tanto se recomienda utilizarlos solo cuando sea clínicamente indicado y después de evaluar cuidadosamente los beneficios y riesgos potenciales.

La extravasación de materiales terapéuticos y diagnósticos se refiere al accidental escape o fuga de un agente terapéutico (como un medicamento) o un agente de diagnóstico (como un medio de contraste) fuera del vaso sanguíneo previsto durante un procedimiento médico invasivo, como una infusión intravenosa. Esto puede ocurrir si la aguja o el catéter no están correctamente posicionados dentro de la vena y penetran en los tejidos circundantes.

La extravasación puede causar diversos efectos adversos, dependiendo del tipo y cantidad del material involucrado, así como de la sensibilidad del paciente a este. Los efectos pueden variar desde leves (como enrojecimiento e hinchazón en el sitio de inyección) hasta graves (como necrosis tisular, daño nervioso y disfunción orgánica).

El manejo de la extravasación dependerá del agente involucrado y del grado de la lesión. Puede incluir el uso de antídotos, terapia tópica o sistémica, o incluso cirugía en casos severos. La prevención es clave para minimizar los riesgos asociados con la extravasación, lo que implica un cuidado adecuado durante el procedimiento y una vigilancia estrecha del paciente durante y después de la administración del agente.

Los traumatismos encefálicos, también conocidos como lesiones cerebrales traumáticas, se refieren a daños o lesiones en el tejido cerebral que resultan de un trauma físico. Estos traumas pueden ser causados por una variedad de eventos, como accidentes automovilísticos, caídas, lesiones deportivas, actos violentos o incluso explosiones militares.

Existen dos tipos principales de traumatismos encefálicos: los traumatismos cerrados y los abiertos. Los traumatismos cerrados ocurren cuando el cerebro se mueve violentamente dentro del cráneo después de un impacto, pero el cráneo permanece intacto. Por otro lado, los traumatismos encefálicos abiertos, también llamados penetrantes, suceden cuando un objeto penetra directamente en el cráneo y el tejido cerebral.

Los síntomas de un traumatismo encefálico pueden variar ampliamente dependiendo de la gravedad y la ubicación de la lesión. Algunos síntomas comunes incluyen dolores de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, confusión, somnolencia, dificultad para hablar, pérdida de memoria, visión doble o borrosa, zumbido en los oídos y sensibilidad a la luz o el sonido. En casos graves, las personas pueden experimentar convulsiones, coma o incluso la muerte.

El tratamiento de un traumatismo encefálico depende de su severidad. Puede incluir medicamentos para aliviar el dolor y reducir la inflamación, reposo y observación en un entorno hospitalario, terapia física o de rehabilitación, cirugía para eliminar coágulos sanguíneos o reparar fracturas craneales, o incluso cuidados paliativos en casos graves. La prevención es clave para reducir el riesgo de sufrir un traumatismo encefálico, lo que implica usar cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil, usar cascos al montar bicicletas o motocicletas, y tomar precauciones al practicar deportes de contacto.

Después de mi investigación, puedo informarte que no existe una estructura anatómica o un concepto médico específico conocido como "ligamento amarillo". Es posible que pueda haber alguna confusión con el término "ligamento amarillento", que se utiliza en patología para describir la coloración amarillenta de los ligamentos en algunas afecciones, como la artrosis séptica o la inflamación crónica. Sin embargo, no hay un ligamento específico que se conozca como el "ligamento amarillo". Si puedes proporcionar más contexto o información sobre dónde has encontrado este término, estaré encantado de seguir investigando para ofrecerte una respuesta más precisa.

La hemorragia retiniana es un término médico que se refiere a la presencia de sangre en la parte interna del ojo, específicamente en el tejido sensible a la luz llamado retina. La retina contiene células fotorreceptoras que captan la luz y envían señales al cerebro, permitiéndonos ver imágenes.

La hemorragia retiniana puede ocurrir por varias razones, como la diabetes no controlada, el glaucoma, la degeneración macular relacionada con la edad, lesiones oculares, desprendimiento de retina o incluso por actividades físicas vigorosas, entre otras causas.

Cuando se produce una hemorragia retiniana, los vasos sanguíneos que suministran oxígeno y nutrientes a la retina se dañan o rompen, lo que hace que la sangre se acumule en el espacio entre las capas de la retina. Esto puede interferir con la visión normal y, en casos graves, incluso provocar la pérdida permanente de la visión.

Los síntomas de la hemorragia retiniana pueden incluir manchas flotantes, visión borrosa o distorsionada, destellos de luz, sombras en el campo visual o incluso una disminución repentina de la visión. Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica inmediata para determinar la causa subyacente y recibir un tratamiento adecuado.

Un parche de sangre epidural, también conocido como hematoma epidural espinal, es una acumulación de sangre que se forma entre el hueso de la columna vertebral (vértebra) y la duramadre, que es la membrana más externa que rodea y protege la médula espinal. Este tipo de hemorragia suele ser el resultado de una lesión traumática en la columna vertebral, como un accidente automovilístico o una caída grave, que causa la rotura de vasos sanguíneos en esta zona.

La sangre acumulada forma un coágulo (el parche) que comprime la médula espinal y los nervios raquídeos, lo que puede provocar diversos síntomas neurológicos, como dolor intenso en la espalda, debilidad muscular, entumecimiento o pérdida de sensibilidad en las extremidades, dificultad para caminar y, en casos graves, parálisis. El tratamiento suele requerir cirugía inmediata para aliviar la presión sobre la médula espinal y prevenir daños irreversibles.

Es importante tener en cuenta que un parche de sangre epidural es una afección médica grave que requiere atención urgente; si se sospecha de su existencia después de haber sufrido una lesión en la columna vertebral, es fundamental buscar asistencia médica inmediata.

La succión en términos médicos se refiere al proceso de extraer fluidos, líquidos o gases de un cuerpo u órgano mediante la creación de un vacío parcial. Esto se logra a menudo mediante el uso de dispositivos especializados como tubos o bombas de succión. La succión se utiliza en diversos contextos médicos, como la eliminación del exceso de líquido de los pulmones, la limpieza de heridas o la extracción de materiales extraños de una cavidad corporal. También es un proceso natural e importante en el desarrollo temprano, como cuando los bebés succionan leche materna o de botella durante la alimentación.

La hemorragia de los ganglios basales es un tipo específico de hemorragia intracraneal que se produce en las estructuras profundas del cerebro conocidas como ganglios basales. Los ganglios basales desempeñan un papel crucial en el control de los movimientos musculares y también contribuyen a varias funciones cognitivas.

La hemorragia en esta región puede ocurrir como resultado de una variedad de factores, que incluyen:

1. Hipertensión arterial no controlada (presión arterial alta)
2. Traumatismos craneoencefálicos
3. Malformaciones vasculares, como aneurismas o angiomas
4. Enfermedades cerebrovasculares, como la enfermedad de las arterias cerebrales pequeñas
5. Uso de drogas que afectan la coagulación sanguínea, como la warfarina o el coumadin

Los síntomas de una hemorragia de los ganglios basales pueden variar ampliamente y dependen de la gravedad y la ubicación exacta de la hemorragia. Algunos síntomas comunes incluyen:

1. Dolor de cabeza intenso y repentino
2. Náuseas y vómitos
3. Debilidad o parálisis en un lado del cuerpo
4. Confusión o alteración del nivel de conciencia
5. Visión doble o pérdida de visión
6. Problemas para hablar o tragar
7. Pérdida del equilibrio o coordinación
8. Cambios en el comportamiento o la personalidad

El diagnóstico de una hemorragia de los ganglios basales generalmente se realiza mediante estudios de imagenología, como tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM). El tratamiento puede incluir medicamentos para controlar la presión arterial y reducir el riesgo de más sangrado, cirugía para drenar el hematoma y reparar vasos sanguíneos dañados, o terapia de rehabilitación para ayudar a recuperar las funciones perdidas. La tasa de supervivencia y la recuperación dependen de la gravedad de la hemorragia y la rapidez con que se reciba el tratamiento.

El acueducto del mesencéfalo, también conocido como acueducto de Silvio, es una estructura anatómica en el cerebro. Se trata de un conducto hueco dentro del mesencéfalo, que es parte del tronco encefálico y conecta la tercera ventrículo con el cuarto ventrículo. El líquido cefalorraquídeo fluye a través de este conducto. Una estrechez o bloqueo del acueducto del mesencéfalo puede resultar en un aumento de la presión intracraneal y una enfermedad llamada hidrocefalia.

Las meninges son membranas protectoras del sistema nervioso central en los humanos y otros animales. Ellas recubren el cerebro y la médula espinal desde el interior del cráneo y la columna vertebral. Hay tres capas de meninges: la duramadre (la más externa y resistente), la aracnoides (la intermedia) y la piamadre (la más interna, que está en contacto directo con el tejido cerebral). Estas membranas ayudan a proteger el sistema nervioso central de lesiones y infecciones, proporcionan un suministro de sangre a través de vasos sanguíneos y contienen líquido cefalorraquídeo, que actúa como amortiguador y facilita la circulación de nutrientes y desechos.

Una fractura craneal deprimida es un tipo específico de lesión en el cráneo donde una porción del hueso del cráneo se ha hundido o fragmentado hacia dentro. Esto suele ocurrir como resultado de un traumatismo severo, como un golpe contundente o una caída grave. La fuerza del impacto es tan grande que hace que el hueso se astille y se hunda hacia el interior del cráneo.

Este tipo de fractura puede ser particularmente peligrosa porque los fragmentos óseos pueden dañar el tejido cerebral subyacente, lo que podría provocar hemorragias internas, inflamación y lesiones en el cerebro. Además, dado que el cráneo está deprimido, existe un mayor riesgo de infección ya que puede haber una conexión directa entre el exterior y el interior del cráneo a través del sitio de la fractura.

El tratamiento generalmente implica cirugía para aliviar la presión sobre el cerebro y reposicionar los fragmentos óseos. A veces, también se necesita una reconstrucción craneal para restaurar la estructura original del cráneo. Después del tratamiento quirúrgico, suele ser necesario un período de recuperación y rehabilitación para permitir que el cerebro y los tejidos circundantes sanen correctamente.

La rotura espontánea, también conocida como ruptura espontánea de tendón o ligamento, se refiere a la condición médica en la cual un tendón o ligamento se rompe sin una lesión traumática previa. Esto puede ocurrir cuando el tejido se ha debilitado significativamente, ya sea por enfermedad, edad avanzada, uso excesivo o deficiencia nutricional. Los tendones más comúnmente afectados son los de la pantorrilla (tendón de Aquiles) y el manguito rotador del hombro. La rotura espontánea es una condición grave que puede causar dolor intenso, inflamación, moretones y dificultad para mover la articulación afectada. El tratamiento generalmente requiere de reposo, inmovilización, fisioterapia y en algunos casos, cirugía.

La hidrocefalia es una afección médica en la cual se acumula un exceso de líquido cefalorraquídeo (LCR) en los espacios (ventrículos) dentro del cerebro. Este aumento de presión puede comprimir el tejido cerebral y dañar el cerebro.

El LCR es un líquido claro que circula alrededor del cerebro y la médula espinal, proporcionando protección y manteniendo en equilibrio la presión dentro de estas áreas. Cualquier condición que cause un bloqueo en el flujo normal del LCR o un aumento en la producción de este líquido puede resultar en hidrocefalia.

Los síntomas varían dependiendo de la edad del paciente y la causa subyacente, pero pueden incluir agrandamiento de la cabeza (en bebés), vómitos, irritabilidad, falta de apetito, ojos mirando hacia abajo (signo de "solenoide"), alteraciones en el crecimiento y desarrollo, dolores de cabeza, dificultad para caminar, convulsiones y cambios en el comportamiento o personalidad.

El tratamiento generalmente involucra la derivación quirúrgica del exceso de líquido cerebral Spencer a otro lugar del cuerpo donde pueda ser absorbido, como por ejemplo, los ventrículos peritoneales (derivación ventriculoperitoneal). En algunos casos, se pueden utilizar dispositivos endoscópicos para crear nuevos caminos para el flujo del LCR. El pronóstico depende de la causa subyacente y la gravedad de los daños cerebrales.

Las neoplasias craneales se refieren a tumores cerebrales o del cráneo. Pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores benignos generalmente crecen más lentamente y son menos propensos a extenderse al tejido circundante, mientras que los tumores malignos crecen más rápidamente y tienen un mayor potencial de diseminarse.

Las neoplasias craneales pueden originarse en el cerebro o el cráneo (tumores primarios) o spread to the brain from another part of the body (metastatic brain tumors). Primary brain tumors can develop from different types of cells within the brain, such as gliomas, meningiomas, pituitary adenomas, and schwannomas.

Symptoms of cranial neoplasms depend on their size, location, and growth rate. They may include headaches, seizures, nausea or vomiting, changes in vision or hearing, balance or coordination problems, confusion, memory loss, changes in behavior or personality, and weakness or paralysis on one side of the body.

Treatment options for cranial neoplasms depend on several factors, including the type, size, location, and stage of the tumor, as well as the patient's age and overall health. Treatment may include surgery, radiation therapy, chemotherapy, or a combination of these modalities. Regular follow-up care is essential to monitor for recurrence or development of new neoplasms.

Los traumatismos del nacimiento se refieren a lesiones físicas que un bebé puede sufrir durante el proceso de parto. Estas lesiones pueden ser causadas por diversos factores, como la presentación anormal del feto, el uso de instrumentos médicos durante el parto o por un parto particularmente difícil o prolongado.

Los tipos más comunes de traumatismos del nacimiento incluyen:

1. Hematomas subdurales y subgaleales: Son colecciones de sangre en el espacio entre el cráneo y el cerebro. Los moretones subdurales son menos comunes y más graves, ya que implican daño a los vasos sanguíneos del cerebro.

2. Fracturas de clavícula y húmero: Las fracturas de clavícula son las más comunes en los recién nacidos, especialmente en aquellos que han tenido partos difíciles o presentaciones anómalas. Las fracturas de húmero pueden ocurrir cuando se utiliza fuerza excesiva al extraer al bebé.

3. Lesiones nerviosas: El plexo braquial, un grupo de nervios que controlan los movimientos del brazo y la mano, puede resultar dañado durante el parto, especialmente en nacimientos difíciles o cuando se utilizan fórceps o ventosa. Esto puede causar parálisis temporal o permanente del brazo afectado.

4. Luxaciones de cadera: Ocurren cuando la cabeza del fémur se desliza fuera de su cavidad en la pelvis. Pueden ser congénitas o adquiridas durante el parto.

5. Contusiones y laceraciones: Las contusiones son moretones que pueden ocurrir cuando el bebé es comprimido durante el parto. Las laceraciones son cortes o rasguños en la piel del bebé, generalmente causadas por instrumentos médicos utilizados durante el parto.

La mayoría de estas lesiones suelen ser leves y desaparecen por sí solas después de un tiempo. Sin embargo, algunas pueden requerir tratamiento médico y, en casos raros, pueden causar daños permanentes o discapacidades. Los padres deben estar atentos a cualquier signo de lesión durante las primeras semanas después del nacimiento y consultar a un médico si tienen alguna preocupación.

Los estudios retrospectivos, también conocidos como estudios de cohortes retrospectivas o estudios de casos y controles, son un tipo de investigación médica o epidemiológica en la que se examina y analiza información previamente recopilada para investigar una hipótesis específica. En estos estudios, los investigadores revisan registros médicos, historiales clínicos, datos de laboratorio o cualquier otra fuente de información disponible para identificar y comparar grupos de pacientes que han experimentado un resultado de salud particular (cohorte de casos) con aquellos que no lo han hecho (cohorte de controles).

La diferencia entre los dos grupos se analiza en relación con diversas variables de exposición o factores de riesgo previamente identificados, con el objetivo de determinar si existe una asociación estadísticamente significativa entre esos factores y el resultado de salud en estudio. Los estudios retrospectivos pueden ser útiles para investigar eventos raros o poco frecuentes, evaluar la efectividad de intervenciones terapéuticas o preventivas y analizar tendencias temporales en la prevalencia y distribución de enfermedades.

Sin embargo, los estudios retrospectivos también presentan limitaciones inherentes, como la posibilidad de sesgos de selección, información y recuerdo, así como la dificultad para establecer causalidad debido a la naturaleza observacional de este tipo de investigación. Por lo tanto, los resultados de estudios retrospectivos suelen requerir validación adicional mediante estudios prospectivos adicionales antes de que se puedan extraer conclusiones firmes y definitivas sobre las relaciones causales entre los factores de riesgo y los resultados de salud en estudio.

La neurocirugía, también conocida como cirugía neurológica o cirugía del sistema nervioso, es una rama de la medicina que se especializa en el diagnóstico, evaluación, tratamiento quirúrgico y rehabilitación de las afecciones y enfermedades del sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) y periférico (nervios y músculos). Esto incluye una variedad de condiciones como tumores cerebrales, aneurismas, epilepsia, esclerosis múltiple, enfermedades degenerativas del sistema nervioso, lesiones traumáticas en la cabeza y columna vertebral, y trastornos vasculares cerebrales. Los neurocirujanos utilizan una variedad de técnicas quirúrgicas avanzadas, como cirugía microscópica, neuronavegación, estimulación cerebral profunda y cirugía endovascular, para brindar atención médica especializada a sus pacientes.

El término "recto del abdomen" se refiere a una estructura anatómica específica dentro del cuerpo humano. Médicamente, el recto es definido como la porción final del intestino grueso que desciende desde el colon sigmoide y termina en el ano. Tiene aproximadamente 12 a 15 cm de longitud en los adultos y su función principal es almacenar y eliminar los desechos sólidos del cuerpo (heces fecales).

El recto se extiende desde la unión con el colon sigmoide a nivel de la tercera sacra vertebral hasta el borde inferior del hueso sacro, donde se continúa con el canal anal y el ano. Durante el proceso de defecación, los músculos del suelo pélvico y el recto trabajan juntos para permitir la expulsión de las heces a través del ano.

Es importante tener en cuenta que cualquier condición médica o patología que afecte al recto puede causar diversos síntomas, como dolor abdominal, estreñimiento, diarrea, sangrado rectal o incluso cambios en los hábitos intestinales. Por lo tanto, si una persona experimenta algún síntoma anormal relacionado con el recto, debe buscar atención médica especializada para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

La ventriculostomía es un procedimiento médico invasivo en el que se crea un orificio quirúrgico en uno o más ventrículos cerebrales, que son cavidades llenas de líquido dentro del cerebro. Este procedimiento generalmente se realiza para aliviar la presión intracranial elevada y drenar el exceso de líquido cefalorraquídeo (LCR) acumulado en los ventrículos cerebrales. La fuga de LCR y la infección son algunas de las complicaciones potenciales de este procedimiento.

En la mayoría de los casos, se coloca un catéter flexible llamado derivación ventricular a través del orificio creado durante la ventriculostomía. La punta del catéter se sitúa en el ventrículo lateral del cerebro, y el otro extremo se dirige hacia el exterior de la cabeza, donde el exceso de LCR puede ser drenado continuamente o periódicamente según sea necesario.

La ventriculostomía se utiliza a menudo en el tratamiento de diversas condiciones neurológicas, como hidrocefalia, hemorragia subaracnoidea grave, tumores cerebrales y traumatismos craneoencefálicos graves. Aunque este procedimiento puede ser una intervención vital para reducir la presión intracraneal y prevenir daños adicionales al tejido cerebral, también conlleva riesgos significativos y, por lo tanto, generalmente se considera solo después de que otros tratamientos menos invasivos hayan resultado ineficaces.

La fosa craneal media es una depresión poco profunda en el cráneo situada entre la fosa craneal anterior y la fosa craneal posterior. Se encuentra en la parte central y posterior del cráneo y alberga varias estructuras importantes, como los lóbulos temporales del cerebro, el lóbulo occipital, el tallo cerebral, el hipotálamo, el tálamo y la glándula pituitaria. La fosa craneal media está limitada por varios huesos, incluyendo los huesos temporal, esfenoides y parietales. Es de vital importancia en el campo de la neurología y la neurocirugía debido a las estructuras críticas que contiene y su proximidad a ellas.

La epilepsia parcial o focal se refiere a un tipo de epilepsia en la que los episodios convulsivos comienzan en una parte específica o lóbulo del cerebro. Durante una convulsión parcial, los síntomas pueden variar ampliamente dependiendo de la ubicación y el tamaño de la parte afectada del cerebro.

Los síntomas pueden incluir:

1. Movimientos musculares involuntarios en un lado del cuerpo, como sacudidas o rigidez.
2. Sensaciones anormales, como hormigueo, entumecimiento u hormigueo en una parte del cuerpo.
3. Alucinaciones visuales, auditivas o olfativas.
4. Cambios de humor o comportamiento repentinos e inexplicables.
5. Confusión o desorientación.
6. Pérdida parcial o total de la conciencia.

Las epilepsias parciales se clasifican además en simples y complejas, dependiendo de si la persona mantiene la conciencia durante el episodio. Las convulsiones parciales simples no afectan la conciencia, mientras que las convulsiones parciales complejas sí lo hacen.

El tratamiento suele incluir medicamentos antiepilépticos, y en algunos casos, cirugía para extirpar el tejido cerebral dañado o la estimulación del nervio vago. El pronóstico varía dependiendo de la causa subyacente y la respuesta al tratamiento.

Las derivaciones del líquido cefalorraquídeo (LCR) se refieren a procedimientos quirúrgicos en los que se crea una nueva ruta o camino para el drenaje del LCR desde el espacio subaracnoideo hacia otro lugar del cuerpo. Estos procedimientos se realizan con el objetivo de aliviar la presión intracraneal y protectora alrededor del cerebro y la médula espinal, reduciendo así el riesgo de daño a los tejidos nerviosos.

Existen diferentes tipos de derivaciones del LCR, entre las que se incluyen:

1. Shunt ventricular peritoneal (VPS): Es el tipo más común de derivación del LCR. Consiste en la inserción quirúrgica de un catéter flexible (tubo) desde uno o más ventrículos cerebrales hacia la cavidad abdominal (peritoneo). El exceso de líquido cefalorraquídeo fluye a través del catéter y se absorbe por el tejido peritoneal.

2. Shunt ventrículo-atrial (VAS): Este tipo de derivación implica la inserción quirúrgica de un catéter desde uno o más ventrículos cerebrales hasta el atrio derecho del corazón, a través de una vena (generalmente la yugular interna). El LCR fluye hacia el corazón y se elimina posteriormente por los riñones.

3. Shunt lumboperitoneal (LPS): En este procedimiento, se inserta un catéter en el espacio subaracnoideo a nivel lumbar y se extiende hacia la cavidad abdominal. El LCR fluye desde el espacio subaracnoideo hacia el peritoneo, donde se absorbe.

4. Derivaciones cisterno-peritoneales: Estas derivaciones implican la inserción quirúrgica de un catéter desde una cisterna (por ejemplo, la cisterna magna) hasta la cavidad abdominal. El LCR fluye a través del catéter y se absorbe por el tejido peritoneal.

Las derivaciones pueden ser necesarias en diversas condiciones que causan un aumento de la presión intracraneal o una acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo, como hidrocefalia congénita o adquirida, tumores cerebrales, hemorragias subaracnoideas y meningitis. El objetivo principal de estos procedimientos es aliviar la presión intracraneal y prevenir daños en el tejido cerebral.

Un aneurisma roto, también conocido como ruptura de aneurisma, es una situación médica de emergencia en la cual un aneurisma (una dilatación localizada y focal de una arteria) se ha roto o agrietado, lo que causa una hemorragia interna. La mayoría de los aneurismas rotos ocurren en el cerebro (aneurisma de la circulación cerebral), pero también pueden ocurrir en otras partes del cuerpo.

La ruptura de un aneurisma puede provocar una hemorragia masiva y una rápida disminución de la presión arterial, lo que puede llevar a un shock hipovolémico y potencialmente a la muerte si no se trata de inmediato. Los síntomas más comunes de un aneurisma roto incluyen dolor de cabeza intenso y repentino (conocido como "dolor de cabeza del peor momento de tu vida"), rigidez de cuello, vómitos, sensibilidad a la luz, convulsiones y pérdida de conocimiento.

El tratamiento de un aneurisma roto puede incluir cirugía para reparar o bloquear el vaso sanguíneo dañado, endovascular (un procedimiento mínimamente invasivo que utiliza catéteres y stents para bloquear el aneurisma), medicamentos para controlar la presión arterial y prevenir la formación de coágulos sanguíneos, y cuidados intensivos en un hospital. La tasa de mortalidad asociada con los aneurismas rotos es alta, especialmente si no se detectan y tratan a tiempo.

Los anticoagulantes son medicamentos que se utilizan para prevenir la formación de coágulos sanguíneos o para evitar que los coágulos existentes aumenten de tamaño. Los coágulos sanguíneos pueden obstruir los vasos sanguíneos y bloquear el flujo de sangre, lo que puede causar daños graves en los tejidos y órganos del cuerpo.

Existen diferentes tipos de anticoagulantes, entre ellos:

1. Heparina y derivados: La heparina es un anticoagulante natural que se administra por vía intravenosa o subcutánea. Se utiliza en el tratamiento a corto plazo de la trombosis venosa profunda, la embolia pulmonar y otras condiciones en las que existe un riesgo elevado de formación de coágulos sanguíneos.
2. Warfarina: Es un anticoagulante oral que se utiliza para prevenir la formación de coágulos sanguíneos en personas con fibrilación auricular, válvulas cardíacas protésicas o antecedentes de trombosis venosa profunda o embolia pulmonar. La warfarina inhibe la acción de la vitamina K, necesaria para la coagulación sanguínea.
3. Dabigatrán, rivaroxabán y apixabán: Son anticoagulantes orales directos que inhiben la trombina o el factor Xa, dos enzimas clave en la cascada de coagulación sanguínea. Se utilizan para prevenir la formación de coágulos sanguíneos en personas con fibrilación auricular, trombosis venosa profunda o embolia pulmonar.

Es importante recordar que los anticoagulantes pueden aumentar el riesgo de hemorragias y su uso requiere un estricto control médico. Antes de iniciar un tratamiento con anticoagulantes, es necesario evaluar los beneficios y riesgos del tratamiento en cada caso particular.

La medicina define una enfermedad crónica como una afección de larga duración y generalmente progresiva. No se refiere a una enfermedad específica, sino más bien a un patrón con el que varias enfermedades pueden presentarse. Las enfermedades crónicas suelen ser tratables pero incurables, lo que significa que una vez desarrollada la afección, el paciente la tendrá de por vida.

Las enfermedades crónicas a menudo están asociadas con síntomas recurrentes o persistentes que pueden interferir con las actividades diarias normales y disminuir la calidad de vida. A menudo requieren un manejo continuo y posiblemente una terapia de rehabilitación a largo plazo. Algunos ejemplos comunes de enfermedades crónicas son la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y la esclerosis múltiple.

Es importante destacar que el término 'crónico' no debe confundirse con 'grave'. Aunque algunas enfermedades crónicas pueden ser graves, otras pueden ser controladas relativamente bien con el tratamiento y la gestión adecuados. Además, muchas personas con enfermedades crónicas llevan vidas productivas y activas.

El hueso occipital es un hueso pairs (existe en ambos lados del cuerpo) localizado en la parte posterior o posteroinferior del cráneo en humanos y otros vertebrados. Se encarga de cerrar la cavidad craneal en su extremo inferior y forma la base del neurocráneo.

En términos anatómicos, el hueso occipital se divide en cuatro regiones principales:

1. La **base**, que es la porción más grande e inferior del hueso, participa en la formación de la fosa craneal posterior y contiene varios agujeros importantes, como el foramen magnum (por donde pasa la médula espinal) y los agujeros jugulares (por donde salen las venas jugulares internas).

2. Las **láminas laterales**, que son dos placas aplanadas de hueso que se extienden desde la base hasta los lados del cráneo, forman parte de la pared lateral del neurocráneo y contienen el agujero auditivo interno.

3. El **condilo**, que es una prominencia ovalada en la parte posterior de la base del hueso occipital, se articula con las vértebras cervicales para formar la articulación atlantooccipital (la unión entre el cráneo y la columna vertebral).

4. El **squama**, que es la porción más superior del hueso occipital, forma la parte posterior y superior de la bóveda craneal. En su centro se encuentra el agujero supraoccipital, que permite el paso de vasos sanguíneos y nervios entre el cráneo y la médula espinal.

El hueso occipital es vital para la protección del tronco encefálico y el bulbo raquídeo, componentes inferiores del encéfalo, así como también para la estabilidad de la cabeza y el cuello.

Un aneurisma intracraneal es una dilatación localizada y focal de un vaso sanguíneo en el cerebro, que se produce como consecuencia de una debilidad en la pared del vaso. Esta dilatación puede ir aumentando de tamaño con el paso del tiempo, lo que incrementa el riesgo de rotura y hemorragia cerebral. Los aneurismas intracraneales suelen presentarse en las arterias cerebrales situadas en la base del cerebro.

La ruptura de un aneurisma intracraneal puede dar lugar a una hemorragia subaracnoidea, que es una acumulación de sangre en el espacio entre las membranas que rodean el cerebro. Esta situación representa una emergencia médica y requiere tratamiento inmediato, ya que puede provocar graves daños cerebrales o incluso la muerte.

Los factores de riesgo asociados con el desarrollo de aneurismas intracraneales incluyen la hipertensión arterial, el tabaquismo, las enfermedades cardiovasculares, las lesiones craneanas y los antecedentes familiares de aneurismas. Algunos aneurismas pueden no presentar síntomas hasta que se rompen, mientras que otros pueden causar dolores de cabeza, visión doble o alteraciones en la consciencia. El diagnóstico se realiza mediante técnicas de imagen como la angiografía por resonancia magnética (ARM) o la angiografía por catéter.

El tratamiento de los aneurismas intracraneales puede incluir cirugía abierta para clipar el aneurisma y evitar que se rompa, o endovascular, mediante la colocación de un stent o espiral metálico dentro del vaso sanguíneo para reforzar su pared. La elección del tratamiento dependerá del tamaño, la localización y la forma del aneurisma, así como de las condiciones médicas generales del paciente.

La enfermedad aguda se refiere a un proceso de enfermedad que comienza repentinamente, evoluciona rápidamente y generalmente dura relativamente poco tiempo. Puede causar síntomas graves o molestias, pero tiende a desaparecer una vez que el cuerpo ha combatido la infección o se ha recuperado del daño tisular. La enfermedad aguda puede ser causada por una variedad de factores, como infecciones virales o bacterianas, lesiones traumáticas o reacciones alérgicas. A diferencia de las enfermedades crónicas, que pueden durar meses o años y requerir un tratamiento a largo plazo, la mayoría de las enfermedades agudas se resuelven con el tiempo y solo necesitan atención médica a corto plazo.

El edema encefálico, también conocido como hinchazón cerebral, es una afección médica grave en la que se acumula líquido en los tejidos del cerebro. Esto hace que el volumen del cerebro aumente y provoque un aumento de la presión intracraneal. El edema encefálico puede ocurrir como resultado de una lesión cerebral traumática, infección, tumor cerebral, convulsiones, intoxicación por monóxido de carbono, falta de oxígeno, aumento rápido de la presión arterial y algunos otros trastornos.

Los síntomas del edema encefálico pueden variar dependiendo de su gravedad y la causa subyacente. Pueden incluir dolores de cabeza, vómitos, confusión, somnolencia, convulsiones, pérdida de la visión o del habla, problemas para caminar, debilidad en un lado del cuerpo y coma. El edema encefálico es una afección médica grave que requiere atención inmediata. El tratamiento generalmente implica el control de la presión intracraneal y el tratamiento de la causa subyacente.

Los accidentes de tránsito, también conocidos como accidentes de tráfico o choques de vehículos, se definen como eventos involuntarios que ocurren cuando un vehículo en movimiento entra en contacto con otro objeto, persona, animal o incluso con el mismo vehículo, provocando lesiones corporales, discapacidad o incluso la muerte.

Estos accidentes pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo el comportamiento humano (como el exceso de velocidad, conducir bajo los efectos del alcohol o drogas, distracciones mientras se conduce), fallas mecánicas en el vehículo, malas condiciones climáticas o deficiencias en la infraestructura vial.

Los accidentes de tránsito son un problema de salud pública importante en todo el mundo y representan una causa significativa de morbilidad y mortalidad. Las consecuencias de estos accidentes no solo afectan a los involucrados directamente, sino también a sus familias, amigos y la sociedad en general. Por lo tanto, es fundamental tomar medidas preventivas para reducir la frecuencia e impacto de estos eventos.

La presión intracraneal (PIC) es la presión que existe dentro del cráneo en el espacio que contiene el cerebro, el líquido cefalorraquídeo (LCR) y los vasos sanguíneos. Bajo condiciones normales, esta presión se mantiene relativamente constante gracias a un sofisticado sistema de mecanismos reguladores. La PIC fisiológica normal varía con la edad, pero generalmente se considera que está entre 5-15 mmHg en reposo.

La PIC puede verse afectada por diversas condiciones médicas. Un aumento patológico de la PIC (llamado hipertensión intracraneal) puede ser causado por edema cerebral, hemorragia intracraneal, tumores cerebrales, infecciones como meningitis o abscesos cerebrales, hidrocefalia y otros trastornos. Los síntomas de una PIC alta pueden incluir dolores de cabeza, vómitos, alteraciones visuales, confusión, letargia e incluso coma en casos graves.

Por otro lado, una presión intracraneal baja (hipotensión intracraneal) también puede ser problemática y puede deberse a deshidratación, hemorragia subaracnoidea severa o por una disminución del volumen de líquido cefalorraquídeo. Los síntomas de una PIC baja pueden incluir letargia, rigidez de nuca, falta de coordinación, pupilas dilatadas e irreactivas y, en casos graves, parálisis o muerte.

El monitoreo de la PIC se realiza mediante diferentes métodos, como catéteres intraventriculares o sensores de fibra óptica, y es especialmente útil en el manejo de pacientes con traumatismos craneales graves, hemorragias subaracnoideas, meningitis, encefalitis, tumores cerebrales y otras afecciones neurológicas.

La ventriculografía cerebral es un procedimiento de diagnóstico por imágenes que involucra la introducción de un medio de contraste en los ventrículos cerebrales, los espacios llenos de líquido dentro del cerebro. Esto permite obtener imágenes detalladas de estas estructuras y detectar cualquier anomalía o enfermedad asociada, como tumores, hidrocefalia o hemorragias.

El procedimiento generalmente se realiza mediante una punción lumbar, en la cual se inserta una aguja especial en el espacio entre las vértebras lumbares para acceder a los ventrículos cerebrales. Una vez que se introduce el medio de contraste, se toman radiografías o imágenes de resonancia magnética para observar su trayecto y la anatomía de los ventrículos.

Es importante señalar que este procedimiento se utiliza con menor frecuencia en la actualidad, ya que existen técnicas de imagenología menos invasivas y más seguras, como la tomografía computarizada y la resonancia magnética, que pueden proporcionar imágenes similares sin la necesidad de introducir un medio de contraste.

Las venas cerebrales son vasos sanguíneos que se encargan de drenar la sangre desoxigenada desde los tejidos del cerebro hacia el corazón. Existen diferentes sistemas de venas cerebrales, incluyendo las venas cerebrales internas, externas y las grandes venas cerebrales.

Las venas cerebrales internas drenan la sangre desde los lóbulos occipital, parietal, temporal y parte del lóbulo frontal del cerebro. Se unen con la vena basal de Rosenthal para formar el seno sagital superior, que corre a lo largo de la línea media del cráneo.

Las venas cerebrales externas drenan la sangre desde los tejidos supratentoriales exteriores y desembocan en el seno sagital superior o en el seno transverso.

Las grandes venas cerebrales incluyen el seno sagital superior, el seno transverso, el seno sigmoideo y la vena yugular interna. Estos vasos sanguíneos se unen para formar el sistema de drenaje venoso extracraneal.

Las venas cerebrales son importantes en el diagnóstico y tratamiento de diversas afecciones neurológicas, como la trombosis venosa cerebral, los accidentes cerebrovasculares y los tumores cerebrales.

La hipertensión intracraneal (HIC) se refiere a un aumento persistente o continuamente alto en la presión dentro del cráneo. La presión normal generalmente está por debajo de 15-20 mmHg. La HIC se diagnostica cuando la presión intracraneal (PIC) es superior a 20 mmHg y se mantiene alta durante al menos 5 minutos.

La HIC puede ser clasificada como:

1. Hipertensión Intracraneal Idiopática o Primaria: Esta es la forma más común de hipertensión intracraneal y se diagnostica después de excluir otras causas conocidas. Por lo general, afecta a personas jóvenes, especialmente mujeres en edad fértil.

2. Hipertensión Intracraneal Secundaria: Esta forma es menos común y ocurre como resultado directo de una lesión cerebral, infección, tumor, inflamación u otras afecciones médicas subyacentes.

Los síntomas más comunes de la hipertensión intracraneal incluyen dolores de cabeza severos y recurrentes, especialmente en la mañana; visión borrosa o doble; zumbido en los oídos (tinnitus); mareos; náuseas y vómitos; dificultad para concentrarse; pérdida de memoria a corto plazo; cambios de personalidad e irritabilidad.

El tratamiento depende de la causa subyacente. En casos de hipertensión intracraneal idiopática, el objetivo es reducir la presión cerebral y proteger la visión. Se pueden recetar medicamentos para disminuir la producción de líquido cefalorraquídeo o para ayudar a drenarlo. En algunos casos, se puede considerar una derivación lumbar permanente o un stent cerebral. La cirugía también puede ser necesaria si hay un tumor o una lesión que cause el aumento de la presión intracraneal.

La compresión de la médula espinal se refiere a una condición médica en la cual hay presión ejercida sobre la médula espinal, generalmente debido al estrechamiento del canal espinal o por un tumor, un disco herniado u otras estructuras que comprimen la médula. Esta presión puede causar diversos síntomas, como dolor de espalda, entumecimiento, debilidad, problemas de coordinación y en casos graves, parálisis. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, fisioterapia, cirugía u otros procedimientos.

La epilepsia es una afección médica del sistema nervioso que involucra recurrentes y espontáneas descargas excesivas e intensificadas de neuronas en el cerebro, lo que resulta en convulsiones o episodios de comportamiento anormal, trastornos sensoriales (como ver luces parpadeantes, percibir un sabor extraño o experimentar una sensación extraña), pérdida de conciencia y/o rigidez muscular. Estas descargas neuronales pueden durar desde unos segundos hasta varios minutos.

La epilepsia se caracteriza por la aparición recurrente de estos episodios, conocidos como crisis o ataques epilépticos, que pueden variar mucho en tipo, gravedad y frecuencia. Algunas personas con epilepsia pueden experimentar una sola convulsión durante toda su vida y no desarrollarán más síntomas, mientras que otras pueden tener múltiples convulsiones al día.

Existen diferentes tipos de epilepsia clasificados según la parte del cerebro afectada y el tipo de descarga neuronal involucrada. Algunas formas comunes incluyen:

1. Epilepsia generalizada: Afecta a ambos lados del cerebro y puede causar convulsiones corporales completas o ausencias (pérdida repentina e inesperada de conciencia durante un breve período).

2. Epilepsia focal o parcial: Solo involucra una parte específica del cerebro y puede causar convulsiones que afectan solo una parte del cuerpo, trastornos sensoriales, cambios de humor o pensamientos anormales.

3. Epilepsia con brotes: Se caracteriza por episodios repetitivos de convulsiones seguidos de períodos sin actividad epiléptica.

4. Epilepsia no clasificada: No encaja en ninguna de las categorías anteriores y requiere una evaluación adicional para determinar el tipo y la causa.

La epilepsia puede ser causada por diversos factores, como lesiones cerebrales, infecciones, tumores cerebrales, trastornos genéticos o desconocidos. En algunos casos, la causa no se puede identificar. El tratamiento de la epilepsia generalmente implica medicamentos antiepilépticos para controlar las convulsiones y, en algunos casos, cirugía o terapias complementarias como la dieta cetogénica.

Las arterias meníngeas son vasos sanguíneos que suministran sangre a las membranas que envuelven y protegen el cerebro, conocidas como meninges. Hay varias arterias meníngeas que se originan en diferentes puntos de la circunferencia de la base del cráneo y se clasifican según su tamaño y ubicación.

Las principales arterias meníngeas son:

1. Arteria meningea media: Es la más grande de las arterias meníngeas y se origina en el tronco basilar. Se divide en dos ramas, la rama anterior y la rama posterior, que suministran sangre a las membranas externa e interna del cerebro, respectivamente.
2. Arteria meningea accesoria: Es una rama de la arteria auricular magna o directamente de la arteria carótida externa. Se distribuye en la duramadre y las membranas que rodean el agujero occipital y el conducto auditivo interno.
3. Arterias meníngeas anterior y posterior: Son pequeñas ramas de la arteria carótida interna que suministran sangre a las membranas internas del cerebro en la base del cráneo.

Las arterias meníngeas pueden verse afectadas por diversas patologías, como la aterosclerosis, la hipertensión arterial y las enfermedades autoinmunes, lo que puede provocar la formación de trombos o estenosis (estrechamiento) de los vasos sanguíneos. Estas condiciones pueden dar lugar a síntomas como dolores de cabeza, mareos, vértigos y, en casos graves, accidentes cerebrovasculares.

El cráneo es la estructura ósea que forma el techo y los bordes de la cara del esqueleto de los vertebrados. En humanos, está compuesto por 22 huesos individuales: 8 huesos en la bóveda craneal (frontal, parietales, occipital, temporales y esfenoides), y 14 huesos en la cara (maxilares superiores, maxilares inferiores, nasales, lagrimales, palatinos, vómer, cornetes inferiores y mandíbula).

La bóveda craneal protege el encéfalo y los senos paranasales, mientras que la cara contiene los órganos de los sentidos (ojos, oídos, nariz y boca) y permite la masticación, la respiración y la fonación.

El cráneo también proporciona puntos de inserción para los músculos que controlan el movimiento de la cabeza y el cuello, y contiene varios agujeros y aberturas a través de los cuales pasan vasos sanguíneos y nervios importantes.

La forma y tamaño del cráneo pueden variar entre individuos y poblaciones, y se utilizan en antropología física y forense para determinar el sexo, la edad, la raza y la identidad individual de un esqueleto humano.

Los Trastornos de la Conciencia se refieren a un grupo de condiciones neurológicas graves que afectan la capacidad de una persona para mantener un estado de conciencia normal y alerta. La conciencia es definida como la percepción y la comprensión de su entorno y uno mismo.

Existen diferentes niveles de conciencia, desde estar completamente despierto y alerta, hasta estar en un coma profundo donde no hay respuesta a los estímulos externos. Los trastornos de la conciencia pueden hacer que una persona experimente alteraciones en estos niveles, lo que puede resultar en una variedad de síntomas.

Los dos tipos principales de trastornos de la conciencia son el coma y el estado vegetativo. Un coma es un estado de inconsciencia profunda en el que una persona no responde a los estímulos, ni siquiera al dolor. Por otro lado, el estado vegetativo se caracteriza por períodos de alerta ocular y algunas respuestas automáticas, pero sin ninguna conciencia o comprensión del entorno o sí mismo.

Estos trastornos pueden ser causados por una lesión cerebral traumática, un accidente cerebrovascular, una infección grave, intoxicación, falta de oxígeno al cerebro o enfermedades degenerativas del sistema nervioso central. El tratamiento y el pronóstico dependen de la causa subyacente y del grado de daño cerebral. Algunos pacientes pueden recuperarse completamente, mientras que otros pueden quedar con secuelas permanentes o incluso fallecer.

Las neoplasias meníngeas se refieren a tumores que se originan en las meninges, las membranas protectoras que recubren el cerebro y la médula espinal. Estos tumores pueden ser benignos o malignos (cancerosos) y su crecimiento puede comprimir estructuras vitales del sistema nervioso central, lo que provoca una variedad de síntomas neurológicos.

Existen varios tipos de neoplasias meníngeas, incluyendo meningiomas, hemangioblastomas, neurinomas, sarcomas y linfomas, entre otros. El tratamiento dependerá del tipo y grado del tumor, así como de su localización y extensión. Puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.

Un meningioma es un tipo específico de tumor cerebral que se origina en las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, conocidas como meninges. Más concretamente, este tipo de tumores suelen desarrollarse en las capas más externas de las meninges, llamadas aracnoides.

La mayoría de los meningiomas son benignos, lo que significa que no son cancerosos y crecen lentamente. Sin embargo, incluso los meningiomas benignos pueden causar problemas importantes si aumentan de tamaño y presionan estructuras vitales dentro del cráneo o la columna vertebral, como el cerebro, los nervios craneales o la médula espinal.

En algunos casos, los meningiomas pueden ser malignos (cancerosos) o presentar un comportamiento atípico, lo que significa que crecen y se diseminan más rápidamente en comparación con los meningiomas benignos. Estos tipos de meningiomas tienen un mayor riesgo de recurrencia después del tratamiento y pueden ser más difíciles de tratar.

Los síntomas asociados con los meningiomas varían ampliamente, dependiendo de su tamaño, ubicación y crecimiento. Algunos síntomas comunes incluyen dolores de cabeza, convulsiones, problemas de visión, pérdida de audición, déficits neurológicos (como debilidad o entumecimiento en los brazos o las piernas), cambios cognitivos y trastornos del equilibrio. El tratamiento puede incluir la observación cuidadosa, la cirugía para extirpar el tumor, la radioterapia o una combinación de estas opciones.

El tercer ventrículo es una estructura cavitaria en el cerebro que forma parte del sistema ventricular cerebral. Se trata de una pequeña cavidad llena de líquido cefalorraquídeo (LCR) localizada en el diencéfalo, entre los thalami y debajo del quiasma óptico. Comunica con el ventrículo lateral a través del foramen de Monro y con el cuarto ventrículo mediante el acueducto cerebral (de Silvio).

El tercer ventrículo contiene varias estructuras importantes como la glándula pineal, el hipotálamo y la eminencia mediana. Estas áreas desempeñan funciones vitales en el control de las hormonas, el equilibrio hídrico y electrolítico, los ritmos circadianos y diversas respuestas homeostáticas.

La alteración en la anatomía o función del tercer ventrículo puede dar lugar a diferentes patologías, como hidrocefalia, hipertensión endocraneal o trastornos hormonales, entre otros.

Los trastornos de la pupila se refieren a una variedad de condiciones que afectan la forma, tamaño, reactividad o posición de las pupilas, los círculos negros en el centro del ojo a través de los cuales entra la luz. Las pupilas normalmente reaccionan al cambiar de tamaño en respuesta a diferentes niveles de iluminación y también se contraen o dilatan reflexivamente en respuesta a estímulos visuales y otros estímulos, como el sonido o la tos.

Algunos ejemplos de trastornos de la pupila incluyen:

1. Anisocoria: Este es un término médico que describe una diferencia notable en el tamaño de las pupilas entre los dos ojos. La anisocoria puede ser normal en algunas personas, especialmente si la diferencia de tamaño es pequeña y no cambia con el tiempo. Sin embargo, también puede ser un signo de varias condiciones médicas, como glaucoma, lesiones cerebrales o tumores cerebrales.

2. Pupila de Marcus Gunn: También conocida como pupila paradójica, es una afección en la que la pupila se dilata en lugar de contraerse cuando se estimula el ojo con luz brillante. Por lo general, afecta a un solo ojo y puede ser un signo de daño en el nervio óptico o en otras partes del sistema visual.

3. Pupila fija: Una pupila fija no se contrae ni dilata en respuesta a los cambios de iluminación o a los estímulos visuales y otros estímulos. Esto puede ser un signo de daño en el nervio ocular o en el cerebro, como resultado de una lesión traumática, un accidente cerebrovascular o una infección.

4. Pupilas divergentes: Las pupilas divergentes se abren hacia afuera y no se alinean correctamente con la mirada. Esto puede ser un signo de un problema en el sistema nervioso que controla los músculos del ojo, como una parálisis o una lesión cerebral.

5. Pupilas dilatadas: Las pupilas dilatadas son más grandes de lo normal y no se contraen en respuesta a la luz brillante. Esto puede ser un signo de varias condiciones médicas, como intoxicación por drogas, lesiones cerebrales o tumores cerebrales.

En general, las pupilas desempeñan un papel importante en el sistema visual y su comportamiento normal puede ayudar a diagnosticar y tratar diversas afecciones médicas. Si nota algún cambio inusual en sus pupilas o en las de alguien más, es importante buscar atención médica de inmediato.

El encéfalo, en términos médicos, se refiere a la estructura más grande y complexa del sistema nervioso central. Consiste en el cerebro, el cerebelo y el tronco del encéfalo. El encéfalo es responsable de procesar las señales nerviosas, controlar las funciones vitales como la respiración y el latido del corazón, y gestionar las respuestas emocionales, el pensamiento, la memoria y el aprendizaje. Está protegido por el cráneo y recubierto por tres membranas llamadas meninges. El encéfalo está compuesto por billones de neuronas interconectadas y células gliales, que together forman los tejidos grises y blancos del encéfalo. La sangre suministra oxígeno y nutrientes a través de una red de vasos sanguíneos intrincados. Cualquier daño o trastorno en el encéfalo puede afectar significativamente la salud y el bienestar general de un individuo.

Los coagulantes son sustancias que promueven la formación de un coágulo sólido en una líquida, como la sangre. En el contexto médico, los coágulanos se refieren a las proteínas especializadas en la sangre que interactúan entre sí para formar un coágulo durante el proceso de coagulación sanguínea. Estos coágulantes ayudan a detener el sangrado y promover la curación después de una lesión vascular.

El sistema de coagulación implica una serie compleja de reacciones químicas que involucran varios factores de coagulación, activadores y inhibidores. La cascada de coagulación se inicia cuando la superficie de un vaso sanguíneo dañado expone el tejido subyacente y los factores de coagulación contenidos en él.

Los factores de coagulación importantes incluyen:

1. Factor VII (siete)
2. Factor IX (nueve)
3. Factor X (diez)
4. Factor II (dos), también conocido como protrombina
5. Calcio (ionizado)
6. Fibrinógeno

El proceso de coagulación se puede dividir en tres fases principales:

1. Iniciación: La exposición del tejido subendotelial activa el factor VII, que a su vez activa el factor IX y el factor X. Estos factores interactúan con la superficie del vaso sanguíneo dañado y otros factores de coagulación para iniciar la cascada de coagulación.
2. Amplificación: La activación del factor X lleva a la formación del complejo protrombinasa, que convierte el factor II (protrombina) en trombina. La trombina es una enzima importante que desempeña un papel clave en la fase de propagación y maduración del coágulo.
3. Propagación y maduración: La trombina convierte el fibrinógeno en monómeros de fibrina, que se polimerizan para formar una red tridimensional estable. Esta red estabiliza el coágulo y previene la pérdida adicional de sangre.

La regulación adecuada del proceso de coagulación es crucial para mantener el equilibrio entre la hemostasia y la trombosis. Las enfermedades que involucran alteraciones en la coagulación, como la hemofilia y la trombofilia, pueden resultar en hemorragias excesivas o trombosis. El tratamiento de estas condiciones a menudo implica el uso de factores de coagulación recombinantes o derivados del plasma para restaurar el equilibrio hemostático.

La punción espinal, también conocida como punción lumbar o punción sacra, es un procedimiento médico en el que se inserta una aguja especialmente diseñada entre dos vértebras en la columna vertebral para recolectar líquido cefalorraquídeo (LCR) u otros fines diagnósticos o terapéuticos. El LCR rodea el cerebro y la médula espinal y actúa como un amortiguador protector.

El procedimiento generalmente se realiza en una posición fetal lateral, con el paciente acostado de lado y doblado hacia adelante. Después de esterilizar el área y administrar anestesia local, el médico inserta la aguja en el espacio subaracnoideo (el espacio entre la duramadre y la piamadre) en el extremo inferior de la columna vertebral. Una vez que la aguja está en posición, se puede recolectar una muestra del líquido cefalorraquídeo para análisis o se pueden administrar fármacos directamente al espacio subaracnoideo.

La punción espinal se utiliza a menudo para ayudar a diagnosticar enfermedades que afectan el sistema nervioso central, como la meningitis, la esclerosis múltiple o los hemorragias subaracnoides. También puede utilizarse para aliviar la presión intracraneal en ciertas condiciones y para administrar anestésicos epidurales durante el parto.

Aunque la punción espinal es generalmente segura cuando se realiza por un profesional médico capacitado, pueden ocurrir complicaciones, como dolores de cabeza post-punción, infecciones, sangrados y daños a los nervios raquídeos.

El maltrato a los niños, también conocido como abuso infantil, se refiere a cualquier forma de daño físico, sexual o emocional, descuido negligente o trato cruel y no justificado que sufren los niños por parte de sus padres, tutores u otras personas con las que están en contacto. Puede incluir cosas como lesiones intencionales, abuso sexual, exposición a la violencia doméstica, amenazas, humillaciones, explotación económica o privación de los cuidados y atención necesarios para su desarrollo físico, emocional y psicológico. Es importante destacar que el maltrato infantil es un problema grave y prevalente en la sociedad, que puede causar consecuencias graves y duraderas en el desarrollo y bienestar de los niños.

Los accidentes por caídas se refieren a un evento en el que una persona tropieza, resbala o resbalona y luego cae, resultando en lesiones. Estos tipos de accidentes pueden ocurrir en cualquier lugar, ya sea en el hogar, en el trabajo, en las calles o en establecimientos públicos.

Las causas más comunes de los accidentes por caídas incluyen: superficies deslizantes o irregulares, falta de iluminación adecuada, obstáculos en el camino, escaleras mal mantenidas y cables sueltos. Las personas mayores y aquellas con discapacidades físicas corren un riesgo particularmente alto de sufrir lesiones graves como resultado de una caída.

Las lesiones por caídas pueden variar desde moretones y cortes leves hasta fracturas óseas, traumatismos craneales y lesiones en la médula espinal. En casos graves, incluso pueden ser fatales. Por lo tanto, es importante tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de accidentes por caídas, como mantener las superficies limpias y secas, instalar pasamanos en escaleras y usar iluminación adecuada en áreas mal iluminadas.

La craniectomía descompresiva es un procedimiento neuroquirúrgico en el que se extirpa temporalmente una parte del cráneo (generalmente una porción de hueso del tamaño de una mano) para aliviar la presión intracraneal causada por edema cerebral, hemorragia subaracnoidea o hematoma epidural/subdural. Esto permite que el tejido cerebral hinchado se expanda y evitar further daño secundario al aumento de la presión intracraneal. Una vez que la hinchazón cerebral ha disminuido, el hueso se puede reinsertar quirúrgicamente en su lugar.

Este procedimiento se utiliza a menudo en el tratamiento de lesiones traumáticas graves en la cabeza, aneurismas rotos y otras afecciones que pueden provocar un aumento repentino e importante de la presión dentro del cráneo. La craniectomía descompresiva puede ser una intervención salvavidas para prevenir daños adicionales al cerebro y salvar la vida del paciente. Sin embargo, también conlleva riesgos significativos, como infecciones, coágulos sanguíneos, hidrocefalia y deterioro neurológico. Por lo tanto, se debe considerar cuidadosamente en cada caso individual y solo se realiza cuando los beneficios potenciales superan los riesgos.

Las encefalopatías se definen como condiciones o trastornos que involucran cambios generalizados y globales en la estructura y función cerebrales. Estos cambios a menudo son reversibles si se tratan las causas subyacentes, pero en algunos casos pueden ser permanentes o incluso letales.

Las encefalopatías pueden resultar de diversas causas, que incluyen infecciones, falta de oxígeno (anoxia), trastornos metabólicos, exposición a toxinas y determinadas condiciones médicas subyacentes. Algunos ejemplos comunes de encefalopatías incluyen la encefalopatía hipóxica-isquémica (que puede ocurrir después de un paro cardíaco o ahogamiento), la encefalopatía hepática (asociada con enfermedad hepática grave), la encefalopatía hipertensiva (que puede ocurrir cuando la presión arterial se eleva drásticamente) y la encefalopatía Wernicke-Korsakoff (que está relacionada con el alcoholismo crónico).

Los síntomas de las encefalopatías varían ampliamente, dependiendo de la causa subyacente y la gravedad del daño cerebral. Pueden incluir confusión, desorientación, pérdida de memoria, cambios de personalidad, dificultad para hablar o tragar, movimientos musculares anormales e incluso coma. El tratamiento implica abordar la causa subyacente de la encefalopatía y proporcionar apoyo de soporte para mantener las funciones corporales mientras el cerebro se recupera.

La electroencefalografía (EEG) es un procedimiento médico no invasivo que registra la actividad eléctrica del cerebro mediante electrodos colocados en el cuero cabelludo. Es utilizada principalmente para ayudar en el diagnóstico de diversas condiciones neurológicas y patologías, como convulsiones, síndrome de muerte súbita del lactante, esclerosis múltiple, tumores cerebrales, enfermedad de Alzheimer, epilepsia, coma, estado de vigilia-sueño, sonambulismo y posibles lesiones cerebrales. También se utiliza durante la cirugía para monitorear el funcionamiento del cerebro y prevenir daños. La prueba es indolora y no implica ningún riesgo importante más allá de una leve irritación en la piel donde se colocan los electrodos.

En términos médicos, el esquí no tiene una definición específica como especialidad o práctica clínica. Sin embargo, el esquí se refiere a un deporte de invierno que involucra deslizarse por una pendiente nevada usando esquís, equipamiento especial y botas con fijaciones.

Existen diferentes estilos y disciplinas de esquí, como el esquí alpino (o downhill), esquí de fondo, esquí cross-country, snowboard, freestyle, free ride, entre otros. Cada uno de ellos tiene sus propias técnicas y riesgos asociados.

El esquí puede estar relacionado con la medicina desde el punto de vista de las lesiones y traumatismos que pueden ocurrir durante su práctica, por lo que los profesionales médicos deben conocer las lesiones más comunes en este deporte para poder brindar atención adecuada y prevención. Algunas de las lesiones más frecuentes en el esquí son:

1. Lesiones de rodilla: La mayoría de las lesiones de rodilla en el esquí se deben a la torsión o hiperextensión, como esguinces de ligamentos y roturas de meniscos o ligamentos cruzados anteriores (LCA).
2. Lesiones de hombro: Las caídas pueden provocar luxaciones o fracturas en el hombro, especialmente en los principiantes.
3. Lesiones de codo: El codo también es una articulación vulnerable durante las caídas y puede sufrir esguinces, distensiones o incluso fracturas.
4. Lesiones de la columna vertebral: Las lesiones en la espalda pueden variar desde contusiones hasta fracturas vertebrales graves, especialmente en caídas con aterrizaje inadecuado o choques contra objetos sólidos.
5. Lesiones de cabeza y cuello: Los traumatismos craneoencefálicos y las lesiones cervicales pueden producirse por impactos en la cabeza, como colisiones con otros esquiadores o árboles.
6. Fracturas de muñeca: Las caídas sobre manos extendidas pueden provocar fracturas en los huesos de la muñeca.
7. Lesiones por aplastamiento de esquís: En algunos casos, las botas y los esquís no se desenganchan correctamente durante una caída, lo que puede causar lesiones graves en piernas o pies.

La prevención de lesiones en el esquí incluye el uso adecuado del equipo de protección, como cascos y protectores de espalda, además de tomar clases con instructores certificados para aprender las técnicas correctas y minimizar los riesgos. También es importante mantenerse en forma y realizar ejercicios específicos para el esquí antes de la temporada.

La hemorragia intracraneal hipertensiva, también conocida como hemorragia intraparenquimatosa hipertensiva, es un tipo específico de hemorragia cerebral que ocurre en individuos con antecedentes de hipertensión arterial no controlada. Se caracteriza por la ruptura de pequeños vasos sanguíneos (arteriolas y capilares) dentro del tejido cerebral, lo que resulta en la acumulación de sangre en el espacio intraparenquimatoso o dentro del propio tejido cerebral.

Este tipo de hemorragia suele presentarse en forma de pequeñas hemorragias múltiples, llamadas microhemorragias, o como una única lesión más grande. Las áreas afectadas con mayor frecuencia son los ganglios basales, el tronco cerebral y la región subcortical profunda del cerebro.

La hemorragia intracraneal hipertensiva puede causar diversos síntomas clínicos, como dolor de cabeza intenso, vómitos, alteraciones visuales, déficits neurológicos focales (como debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo) y cambios en el nivel de conciencia o confusión. En casos graves, puede llevar a edema cerebral, herniación cerebral e incluso la muerte.

El diagnóstico se realiza mediante estudios de neuroimagen, como tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM), que muestran las lesiones hemorrágicas dentro del tejido cerebral. El tratamiento inicial consiste en controlar la presión intracraneal y la hipertensión arterial, seguido de medidas para prevenir complicaciones y reducir el riesgo de recurrencia, como el control estricto de la presión arterial y la administración de antiagregantes o anticoagulantes en función de los factores de riesgo individuales.

El espacio retroperitoneal, en términos médicos, se refiere al área situada entre el peritoneo posterior (la membrana serosa que recubre la cara posterior del abdomen) y la pared abdominal posterior. Este espacio contiene varios órganos importantes como los riñones, glándulas suprarrenales, páncreas, duodeno parte superior y vasos sanguíneos grandes como la aorta y vena cava inferior.

Este espacio anatómico está subdividido en varios compartimentos más pequeños por septos fibrosos y músculos. La división principal es entre el espacio pararrenal, situado lateralmente y conteniendo los riñones y glándulas suprarrenales, y el espacio periaórtico-pericaval, ubicado medialmente y conteniendo la aorta y vena cava inferior junto con los vasos y nervios que se originan o se insertan en ellos.

Las patologías que afectan al espacio retroperitoneal pueden incluir infecciones, tumores benignos o malignos, hemorragias e inflamaciones. Debido a su proximidad a órganos vitales, cualquier problema de salud en esta zona puede ser grave y requerir atención médica inmediata.

La encefalocele es una malformación congénita del sistema nervioso central donde parte del tejido cerebral y los líquidos circundantes sobresalen a través de un defecto en el cráneo. Esta protuberancia se encuentra cubierta por membranas (meninges) y, a veces, por piel. La ubicación más común para este defecto es en la base del cráneo, especialmente en la frente, entre los ojos o en la parte posterior de la cabeza.

La gravedad de la afección puede variar según el tamaño del defecto y la cantidad de tejido cerebral afectado. Los síntomas pueden incluir anomalías faciales, discapacidades intelectuales, problemas visuales y parálisis en los músculos faciales. El tratamiento generalmente implica una intervención quirúrgica para corregir el defecto y colocar el tejido cerebral de vuelta en su posición correcta dentro del cráneo.

Las enfermedades del esófago se refieren a un grupo diverso de condiciones que afectan el esófago, el tubo muscular que se extiende desde la garganta hasta el estómago. Algunos de los trastornos más comunes incluyen:

1. Reflujo gastroesofágico (ERGE): Es el flujo retrógrado del contenido ácido del estómago hacia el esófago, causando acidez estomacal y a veces daño al revestimiento del esófago.

2. Enfermedad por reflujo gastroesofágico de Barrett (Barrett's Esophagus): Es una complicación a largo plazo de la ERGE en la que el revestimiento del esófago se daña y cambia a un tejido similar al estómago. Este trastorno puede aumentar el riesgo de cáncer de esófago.

3. Esofagitis eosinofílica: Una inflamación del esófago causada por una respuesta excesiva del sistema inmunológico a los alérgenos alimentarios.

4. Achalasia: Un trastorno en el que los músculos del esófago no se relajan correctamente, impidiendo que los alimentos y líquidos pasen al estómago.

5. Estenosis esofágica: Un estrechamiento anormal del esófago que puede dificultar el paso de los alimentos y líquidos. Puede ser causada por cicatrices, inflamación o crecimientos anormales (tumores).

6. Divertículos esofágicos: Sacos anormales que se forman en la pared del esófago, a menudo como resultado de presión prolongada.

7. Cáncer de esófago: Un crecimiento maligno (canceroso) en el revestimiento del esófago. Los factores de riesgo incluyen el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y los reflujo ácido prolongados.

8. Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE): El reflujo del contenido del estómago hacia el esófago, lo que puede causar acidez estomacal y dañar el revestimiento del esófago.

9. Síndrome de Mallory-Weiss: Desgarros en la membrana mucosa (revestimiento) del esófago o del estómago, generalmente causados por vómitos violentos o tos crónica.

10. Hernia de hiato: Una condición en la que una parte del estómago sobresale a través de un área debilitada en el diafragma, permitiendo que el ácido del estómago fluya hacia el esófago y cause acidez estomacal.

La metahemoglobina es una forma oxidada de la hemoglobina en la que el hierro ferroso (Fe2+) normalmente presente en el grupo hemo se ha oxidado a hierro férrico (Fe3+). Esta conversión impide que la hemoglobina transporte eficazmente oxígeno a los tejidos del cuerpo. Bajo condiciones normales, menos del 1% del total de hemoglobina en la sangre se encuentra como metahemoglobina. Sin embargo, ciertas sustancias químicas y medicamentos pueden aumentar los niveles de metahemoglobina en la sangre, lo que puede provocar hipoxia y cianosis, especialmente en bebés y personas con deficiencias enzimáticas. El tratamiento generalmente implica la administración de un agente reductor, como la metileno azul, que ayuda a restaurar el hierro a su estado ferroso y restaura la capacidad de transporte de oxígeno de la hemoglobina.

La meningocele es una afección congénita del sistema nervioso central donde una porción de las membranas que recubren el cerebro o la médula espinal (meninges) sobresale a través de un defecto en el cráneo o la columna vertebral. Esto crea una bolsa llena de líquido cefalorraquídeo bajo la piel. A diferencia de la espina bífida, que también es un trastorno del cierre del tubo neural, la meningocele no involucra las estructuras nerviosas mismas, aunque aún puede causar problemas neurológicos si el saco afecta los nervios circundantes. El tratamiento generalmente implica una cirugía para corregir el defecto y prevenir complicaciones como infecciones o daño nervioso adicional.

La irrigación terapéutica es un procedimiento médico que consiste en la introducción de soluciones estériles o medicamentos en una cavidad corporal, tejido o órgano a través de un catéter o sonda con el fin de promover la curación, aliviar síntomas o prevenir complicaciones. Este método se utiliza comúnmente en el tratamiento de diversas condiciones, como infecciones del tracto urinario, úlceras cutáneas, inflamaciones o después de intervenciones quirúrgicas para garantizar la limpieza y desinfección de la zona afectada. La solución utilizada puede variar dependiendo del propósito terapéutico, pudiendo ser simplemente salina estéril para el lavado o incorporando antibióticos, antisépticos o analgésicos en su composición.

La mielografía es un procedimiento de diagnóstico por imagen que involucra la inyección de un contraste de colorante en el espacio subaracnoideo que rodea la médula espinal. Luego, se toman radiografías o imágenes de resonancia magnética para observar la columna vertebral y el canal raquídeo. Esta prueba se utiliza a menudo para evaluar problemas en los discos intervertebrales, como hernias discales, o estrechamientos del canal espinal (estenosis espinal) que puedan estar causando dolor, debilidad o entumecimiento. Es importante mencionar que, como cualquier procedimiento médico, la mielografía conlleva ciertos riesgos y complicaciones potenciales, por lo que debe ser realizada por un profesional médico calificado y bajo estrictas precauciones.

La Coagulación Intravascular Diseminada (CID) es una complicación grave y potencialmente letal que puede ocurrir en diversas condiciones clínicas, como infecciones severas, traumatismos graves, cáncer, parto complicado o trastornos del tejido conectivo.

La CID se caracteriza por una activación generalizada y desregulada del sistema de coagulación, lo que lleva a la formación de coágulos sanguíneos en los pequeños vasos sanguíneos de todo el cuerpo. Estos coágulos consumen los factores de coagulación y las plaquetas, lo que aumenta el riesgo de sangrado.

La activación del sistema de coagulación también desencadena la activación del sistema fibrinolítico, que intenta disolver los coágulos formados, pero en el proceso puede causar una excesiva degradación de las proteínas de la coagulación y fibrinólisis sistémica.

Los síntomas de la CID incluyen: coagulopatía (disminución de los factores de coagulación), trombocitopenia (disminución del número de plaquetas), hemólisis (destrucción de glóbulos rojos), hipofibrinogenemia (disminución de fibrinógeno) e hiperfibrinolisis (excesiva actividad fibrinolítica).

El tratamiento de la CID incluye el control de la enfermedad subyacente, la reposición de los factores de coagulación y las plaquetas, y el uso de medicamentos antifibrinolíticos para controlar la hiperfibrinolisis. La detección y el tratamiento tempranos son cruciales para prevenir complicaciones graves y mejorar el pronóstico del paciente.

Un hematoma subdural es una acumulación de sangre entre la duramadre que es la membrana que cubre el cerebro y la aracnoides, ... Un hematoma así constituido se debe a la rotura traumática de vasos venosos que atraviesan el espacio subdural, por lo tanto se ... Un hematoma subdural agudo tiene una mortalidad elevada, por lo que se considera una urgencia médica,[1]​ es de alrededor de 60 ... "Subdural hematoma." Emedicine.com. Consultado 18 de agosto de 2007. Penetrating Head Trauma en eMedicine Wikimedia Commons ...
Hematoma subdural jaramax nuevo Registrado: 01/10/23 Mensajes: 2 Hola, mi padre sufrio un hematoma subdural hace a os del cual ... Identificarme] Portada de PortalesMedicos.com » Foros » Foros M dicos » Foro Neurolog a » Hematoma subdural ...
Hematoma subdural o epidural espinal - Etiología, fisiopatología, síntomas, signos, diagnóstico y pronóstico de los Manuales ... Síntomas y signos del hematoma espinal subdural o epidural Los síntomas de un hematoma subdural o epidural espinal comienzan ... Un hematoma subdural o epidural espinal es una acumulación de sangre en el espacio subdural o epidural que puede comprimir ... Se sospecha un hematoma subdural o epidural en los pacientes con dolor localizado o dorsal radicular e hipersensibilidad a la ...
... para ser operado aproximadamente a las 20 por un hematoma subdural. Foto: Ramiro Gómez/mcl/Telam ... de un hematoma subdural, indicaron fuentes vinculadas al astro futbolístico. ...
"Me dicen que en las imágenes hay un hematoma subdural, antiguo. Yo estoy fenómeno, espero volver mañana a trabajar. No tengo ... La tomografía dio un hematoma subdural viejo. (…) Yo estoy fenómeno, con ganas de volver a trabajar, espero que mañana esté ... A Ginés le detectaron un hematoma subdural "antiguo" y mañana quiere volver a trabajar. Published ... "un hematoma subdural antiguo", que "descartaron la alternativa quirúrgica inmediata» y que espera salir "mañana" y volver al ...
Medical guideline for treatment of chronic subdural hematoma ... Protocolo de actuación médica para el tratamiento del hematoma ... Introducción: El hematoma subdural crónico tiene una elevada incidencia dado el envejecimiento poblacional y su tratamiento ... Objetivo: Describir el protocolo de actuación médica neuroquirúrgica en el hematoma subdural crónico.. Métodos: Se elaboró un ... Protocolo de actuación médica para el tratamiento del hematoma subdural crónico / Medical guideline for treatment of chronic ...
Sangrado en el conducto raquídeo o alrededor del cerebro (hematoma subdural).. *Molestia durante el examen. ...
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7. Drenaje de hematoma subdural *8. Drenaje de hematoma epidural *9. Evacuación de hematoma intraparenquimatoso ...
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Casos clínicos sobre tratamiento conservador del hematoma subdural crónico. Figueredo Acosta, Héctor. · resumen en Español , ...
Sólo uno de los 4 pacientes con hematoma subdural tenía trombopenia. Un 7% de los pacientes discontinuaron el tratamiento ... 2 hematomas subdurales, 2 hematurias, 1 sangrado gastrointestinal bajo), sin casos con grados 4-5 de sangrado. Hubo 4 hematomas ... aparición de hematomas, rash, nauseas, fiebre, neutropenia y estreñimiento. Los efectos adversos grado 3-4 más frecuentes (≥5 ...
Hematoma subdural. Hematoma epidural. Resultado: 72. SE ALE CU L DE LAS SIGUIENTES AFIRMACIONES ACERCA DE LA HEMORRAGIA ...
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Los hematomas subdurales ocurren cuando se junta sangre en espacio subdural, entre la duramadre y la piamadre, dos de las capas ... La colección subdural es traumática.» Tajer aclara que «no existe causa cardíaca para tener una colección subdural, es producto ... La fase crónica de un hematoma subdural comienza varias semanas después del primer sangrado». ... Qué es la colección subdural crónica?. Sitios Argentina 6 octubre, 2013 Politica Comentarios desactivados en ¿Qué es la ...
Qué es y qué causa el hematoma subdural, el edema por el que Diego Maradona será operado ...
Pese a las recomendaciones de los médicos, lo trasladan a la Clínica Olivos donde lo operan por un hematoma subdural. ...
Qué consecuencias deja una operación por un hematoma subdural "Cada paciente es un mundo aparte", dijo el médico neurocirujano ...
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HEMATOMA SUBDURAL CRÓNICO. ¿En qué consiste?. El hematoma subdural crónico es una colección hemorrágica localizada por debajo ... HEMATOMA SUBDURAL AGUDO. ¿En qué consiste?. El hematoma subdural agudo es una colección hemorrágica localizada por debajo de la ... HEMATOMA EPIDURAL. ¿En qué consiste?. El hematoma epidural agudo es colección hemorrágica que se forma por debajo del hueso ... Este tipo de hematoma puede presentar mejoría en algunas ocasiones con tratamiento corticoideo, siendo aconsejable la ...
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Spontaneous spinal subdural hematoma]. / Hematoma subdural espinal espontaneo. Varela-Rois, P; Regueira-Portas, M; de Prado-San ... Hematoma subdural espinal espontáneo / Spontaneous spinal subdural hematoma Varela-Rois, P; Regueira-Portas, M; Prado-San José ...
Hay una amplia gama de estilos de lesiones cerebrales, como contusiones cerebrales, hematoma subdural, lesión cerebral ...
... un hematoma subdural y un trauma craneoencefálico cerrado, todos como resultado de severos golpes. ...
  • 10]​ Los siguientes factores incrementan el riesgo de sufrir un hematoma subdural: Traumatismo craneal Ser muy joven o de avanzada edad Medicamentos anticoagulantes Consumo de alcohol durante mucho tiempo Hemorragia intracraneal Hemorragia subaracnoidea Hematoma epidural Conmoción cerebral Daño axonal difuso Traumatismo craneoencefálico MedlinePlus (julio de 2006). (wikipedia.org)
  • Un hematoma subdural o epidural espinal es una acumulación de sangre en el espacio subdural o epidural que puede comprimir mecánicamente la médula espinal. (msdmanuals.com)
  • El hematoma subdural o epidural espinal (habitualmente torácico o lumbar) es raro, pero puede ser el resultado de un traumatismo dorsal, terapia anticoagulante o trombolítica o, en los pacientes con diátesis hemorrágica, una punción lumbar. (msdmanuals.com)
  • El diagnóstico de un hematoma subdural o epidural espinal se realiza con una RM o, cuando no se encuentra fácilmente disponible, con una mielografía por TC. (msdmanuals.com)
  • El tratamiento de un hematoma subdural o epidural espinal es el drenaje quirúrgico inmediato. (msdmanuals.com)
  • Se sospecha un hematoma subdural o epidural en los pacientes con dolor localizado o dorsal radicular e hipersensibilidad a la percusión o con paresia súbita de la extremidad inferior de causa desconocido, en particular cuando se identifica una causa posible (p. ej. (msdmanuals.com)
  • Hematoma epidural y subdural por un traumatismo. (informacionopticas.com)
  • El hematoma epidural agudo es colección hemorrágica que se forma por debajo del hueso craneal y por encima de las meninges, es decir, fuera del parénquima cerebral. (doctormosqueira.com)
  • Así, el hematoma epidural suele localizarse inmediatamente debajo fracturas craneales. (doctormosqueira.com)
  • El escape de sangre lleva con frecuencia a la formación de un HEMATOMA en los espacios epidural, subdural y subaracnoideo del cráneo. (bvsalud.org)
  • Los hematomas subdurales pueden causar un aumento de la presión intracraneal, compresión y daño del tejido cerebral. (wikipedia.org)
  • 9]​ La causa más frecuente de la aparición de un hematoma subdural es una lesión cerebral cambiando de velocidad del movimiento de la cabeza, lo cual estira y rompe los vasos subdurales. (wikipedia.org)
  • La isquemia cerebral, causada por la hipertensi n intracraneal, por una reducci n de la presi n de perfusi n cerebral o secundaria a agresi n sist mica, en la fase prehospitalaria (hipoxia, hipotensi n o anemia), es la lesi n secundaria de mayor prevalencia en los trauma-tismos craneoencef licos graves. (edu.pe)
  • Por ejemplo, si la presión alta del líquido cefalorraquídeo es causada por un tumor cerebral, se pueden administrar corticosteroides, pero puede ser necesario extirpar el tumor mediante cirugía o reducir su tamaño por irradiación. (informacionopticas.com)
  • Es necesario evacuación quirúrgica del mismo mediante craneotomía cuando produzca efecto masa con compresión del parénquima cerebral subyacente, ocasionando algún déficit neurológico. (doctormosqueira.com)
  • El hematoma subdural agudo es una colección hemorrágica localizada por debajo de la capa meníngea denominada duramadre y por fuera del parénquima cerebral. (doctormosqueira.com)
  • Hay una amplia gama de estilos de lesiones cerebrales, como contusiones cerebrales, hematoma subdural, lesión cerebral traumática y traumática cerebral, lesión cerebral traumática leve, craneotomía y mucho más. (tortdeform.com)
  • El cuerpo de la víctima fue trasladado a la morgue judicial, donde se confirmó que murió por un edema cerebral, un hematoma subdural y un trauma craneoencefálico cerrado, todos como resultado de severos golpes. (com.bo)
  • La isquemia cerebral tardía secundaria a vasoespasmo es una complicación de la hemorragia subaracnoidea (HSA) aneurismática que puede aparecer en el 30% de los pacientes y asocia una elevada morbimortalidad 1 . (medintensiva.org)
  • Algunos enfermedad cerebral orgánico (tal como hidrocefalia de presión normal, hematoma crónica subdural), trastornos metabólicos (incluyendo hipotiroidismo, la deficiencia de vitamina B 12 ) y la intoxicación (por ejemplo, plomo) puede conducir a disminuir la pérdida de funciones cognitivas, que, sin embargo, se mejoran bajo la influencia terapia. (iliveok.com)
  • El regreso a su país natal en 2019 como entrenador de Gimnasia evidenció que, pese a los años, el amor que siente la gran mayoría de los argentinos por el ídolo futbolístico estaba intacto.Este lunes, fue internado en La Plata por estar anémico, deshidratado y con "un bajón anímico", pero el martes debió ser operado por un hematoma subdural. (heraldo.es)
  • Allí le fue diagnosticado un hematoma subdural que provocaba un edema en el lóbulo frontal. (prevencionintegral.com)
  • El edema papilar es una enfermedad en la cual el aumento de la presión dentro o alrededor del cerebro hace que una parte del nervio óptico en el ojo se inflame. (informacionopticas.com)
  • Un hematoma así constituido se debe a la rotura traumática de vasos venosos que atraviesan el espacio subdural, por lo tanto se produce una separación entre las capas de la aracnoides y la duramadre. (wikipedia.org)
  • En la misma línea se expresó el médico cirujano Fernando Iglesia: «Los hematomas subdurales ocurren cuando se junta sangre en espacio subdural, entre la duramadre y la piamadre, dos de las capas que recubren el cerebro, y los síntomas aparecen entre la semana y el mes desde que se produjo el traumatismo. (sitiosargentina.com.ar)
  • Un hematoma subdural es una acumulación de sangre entre la duramadre que es la membrana que cubre el cerebro y la aracnoides, una de las capas de las meninges. (wikipedia.org)
  • 4]​ crónico: la sangre se acumula lentamente y es encapsulada por tejido de granulación fibrovascular. (wikipedia.org)
  • Es la acumulación de sangre entre el cerebro y su cubierta externa. (theinsight.mx)
  • Es común que las personas sufran lesiones cerebrales, daños cerebrales y traumatismos cerebrales de muchos tipos. (tortdeform.com)
  • clr="#1e73be"]La Cirugía Neurológica es la especialidad medica que se basa en el diagnóstico y tratamiento de pacientes con lesiones a, o enfermedades del cerebro, la espina o nervios periféricos. (nsadoctors.com)
  • El traumatismo craneoencef lico (TCE) es un problema de salud en el Per y en otras latitudes del mundo. (edu.pe)
  • El traumatismo cráneo-encefálico es la segunda causa de mortalidad por causas neurológicas, tras las enfermedades cerebrovasculares. (esheformacion.com)
  • Debemos sospechar la presencia de hemofilia en pacientes con propensión a la aparición de hematomas, hemorragias espontaneas y hemorragias excesivas tras un traumatismo o una cirugía. (anestesiar.org)
  • Cayó y sufrió un traumatismo craneoencefálico con un hematoma subdural que requirió un drenaje quirúrgico. (elnacional.cat)
  • Los hematomas subdurales son más frecuentes que los hematomas epidurales, los cuales tienden a ser causadas por fracturas y fuerzas lineales traumáticas. (wikipedia.org)
  • 7]​[9]​ Algunos hematomas subdurales pueden aparecer espontáneamente, sin causa aparente. (wikipedia.org)
  • Experiencias recientes han resaltado la importancia de las fuerzas de aceleraci n angulares y el efecto de arrastre resultante en la etiolog a de muchos tipos de lesi n cef licas, incluyendo hematomas subdurales (HSD) e intraparenquimales (HIP), contusiones, laceraciones, axonal difusa. (edu.pe)
  • Telam, Buenos Aires, 03 de noviembre de 2020: Diego Armando Maradona llegó a las 19.08 a la clínica Olivos a bordo de una ambulancia de la empresa Swiss Medical que lo trasladó desde La Plata, para ser operado aproximadamente a las 20 por un hematoma subdural. (elmilenio.info)
  • había sido ingresado en una clínica de La Plata el 2 de noviembre de 2020 por un cuadro de anemia y deshidratación y un día después fue trasladado a un sanatorio de la localidad bonaerense de Olivos, donde fue operado de un hematoma subdural por un equipo comandado por Luque. (acn.com.ve)
  • Se desarrolla durante días a semanas, a menudo después de un trauma menor en la cabeza, aunque tal causa no es identificable en el 50 % de los pacientes. (wikipedia.org)
  • La carga de inercia se produce cuando la cabeza es puesta en movimiento o detenida en forma s bita, sin contacto directo. (edu.pe)
  • Había sido trasladado a esa vivienda dos semanas antes, después de haber sido operado hematoma subdural en la cabeza. (lanacion.com.ar)
  • En medio de ese trabajo que llevan adelante tres fiscales, se filtró el acta de externación de la Clínica Olivos, donde el Diez había sido internado el 3 de noviembre para ser operado de un hematoma subdural en la cabeza y donde permaneció hasta el 11. (clarin.com)
  • Allí se realizaba el posoperatorio del también ex director técnico, que a principios de noviembre había sido sometido con éxito a una cirugía para retirar un hematoma subdural en la cabeza. (ladiaria.com.uy)
  • 6]​ El sangrado de una hemorragia crónica es lento, probablemente de hemorragias leves reiteradas, y por lo general se detiene por sí mismo. (wikipedia.org)
  • Diego Maradona ingresó a las 21.25 al quirófano del área de cirugía de la Clínica Olivos donde será operado por su médico personal, el neurólogo Leopoldo Luque, de un hematoma subdural, indicaron fuentes vinculadas al astro futbolístico. (elmilenio.info)
  • Se sospecha un hematoma en los pacientes con síntomas y signos de compresión aguda, no traumática de la médula espinal o una paresia súbita y no explicada de las extremidades inferiores, sobre todo cuando se presenta una causa posible (p. ej. (msdmanuals.com)
  • La aplicación de un protocolo de actuación médica dirigido a la adecuada selección de los pacientes que se beneficiarán con la evacuación quirúrgica del hematoma o con el tratamiento conservador, podría reducir tanto la mortalidad posoperatoria por esta entidad, como por las intervenciones que no modificarán el curso natural de la enfermedad y ahorrar los recursos invertidos en la atención de estos pacientes. (sld.cu)
  • Es muy frecuente com- que va disminuyendo la fluidez verbal (se nos probarlo en pacientes geriátricos. (bvsalud.org)
  • Es nuestra misión facilitar servicios especializados a los pacientes con quirúrgicos o medico-quirúrgicos, con la máxima calidad y eficiencia. (hospitaltorrecardenas.es)
  • 2]​ Hematoma subdural subagudo: depende de la velocidad de aparición. (wikipedia.org)
  • La recolección de líquido cefalorraquídeo (LCR) es un examen para analizar el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal. (medlineplus.gov)
  • Se realiza una punción lumbar (pruebas en el cerebro, la médula espinal y las enfermedades nerviosas: punción lumbar) para medir la presión del líquido cefalorraquídeo a menos que se detecte algo por RM o OCT, lo cual indica que una punción lumbar no es segura. (informacionopticas.com)
  • Maradona, la mayor figura de la historia del fútbol mundial, murió a los 60 años el 25 de noviembre pasado al mediodía, en una casa que su familia había alquilado en el barrio privado San Andrés de Tigre, a dos semanas de su externación de la Clínica Olivos, donde había sido sometido a una neurocirugía por un hematoma subdural en el cerebro. (elciudadanoweb.com)
  • La memoria es la facultad de recordar algo vivido o tro cerebro, confiriéndonos una identidad propia y aprendido1. (bvsalud.org)
  • Es importante que permanezca quieto pues un movimiento puede llevar a una lesión de la médula espinal. (medlineplus.gov)
  • Hematoma subdural espinal espontaneo. (bvsalud.org)
  • Partimos de la idea de que el papiledema es la tumefacción de la papila secundaria a hipertensión craneal. (informacionopticas.com)
  • El contacto directo o la carga de impacto s lo es necesaria para que produzca fracturas y hematomas epidurales (HED). (edu.pe)
  • El hematoma subdural crónico tiene una elevada incidencia dado el envejecimiento poblacional y su tratamiento depende de múltiples factores. (sld.cu)
  • Consultado si le realizarían un hisopado, ante un eventual contagio de coronavirus, dijo que "no es necesario. (regioncultural.com.ar)
  • Consultado por Tiempo Argentino, el doctor Carlos Tajer, jefe de Cardiología del Hospital El Cruce de Florencio Varela, explicó: «La colección subdural es traumática. (sitiosargentina.com.ar)
  • El ministro de Salud, Ginés González García, dijo que en los estudios que le están realizando en la clínica donde está internado desde este mañana le detectaron "un hematoma subdural antiguo", que "descartaron la alternativa quirúrgica inmediata» y que espera salir "mañana" y volver al trabajo. (regioncultural.com.ar)
  • Por eso es común, cuando uno pierde el conocimiento por un golpe, que quede internado en observación durante 24 horas. (sitiosargentina.com.ar)
  • Semanas atrás había sido operado de un hematoma subdural y luego permaneció internado debido a un "bajón anímico, anemia y deshidratación" y un cuadro abstinencia de una adicción al alcohol. (yancuic.com)
  • El LCM es una enfermedad de personas de edad avanzada, con una mediana de 68-70 años a su presentación, aumentando su incidencia con la edad. (vademecum.es)
  • La enfermedad de Alzheimer (EA), que se expresa como una pérdida progresiva de las funciones cognitivas comenzando por la memoria, es la más importante de las afecciones degenerativas del SNC y una de las principales causas de invalidez en los adultos. (bvsalud.org)
  • Ante una pregunta de sus defensores acerca de "si el hecho de que, según la autopsia, Maradona no haya tenido ni drogas ni alcohol en su cuerpo es revelador de un tratamiento que venía siendo exitoso o no", el imputado respondió: "Un día limpio para un paciente que venía en carrera de consumo es una eternidad. (lanacion.com.ar)
  • Se bien el acta llevaba las firmas de Luque y las hijas de Maradona, así como del director médico de la Clínica Olivos, el doctor Pablo Dimitroff, en el documento no estaba citada la dirección a la que Maradona iba a ser trasladado, es decir, la casa del country San Andrés de Tigre donde finalmente murió Diego. (clarin.com)
  • La misma fuente explicó que "es tan importante saber qué sustancias tenía en su cuerpo, como las que no tenía", ya que de acuerdo a estudios de laboratorio Maradona tenía en su organismo una serie de psicofármacos, incluso algunos que según fuentes médicas, podrían generarle una arritmia, pero ninguna droga para la cardiopatía crónica que presentaba. (elciudadanoweb.com)
  • La idea de Capra, Iribarren y Ferrari, es que durante enero la junta médica analice a fondo el caso y pueda sentenciar si el deceso de Maradona era evitable, si hubo mala praxis y si alguno de los profesionales que lo trataban, el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, tuvo alguna responsabilidad. (elciudadanoweb.com)
  • Hablamos de este artículo publicado en Current Biology por Tristan Begg y sus colaboradores, que nos permite echar un vistazo al genoma del que según algunos, es el mayor compositor del mundo. (medscape.com)
  • Pese a las recomendaciones de los médicos, lo trasladan a la Clínica Olivos donde lo operan por un hematoma subdural. (tn.com.ar)
  • Considerando que DM ha tenido una evolución postquirúrgica favorable y se encuentra en condiciones de externación sanatorial, es necesario establecer la continuidad del tratamiento una vez externado de la Clínica Olivos ya que, si bien puede ser externado, no se encuentra de alta médica ", aclara el primer párrafo del acta, a la que tuvo acceso el programa Intratables (América). (clarin.com)
  • La causa más frecuente es por accidentes de tráfico, además de por caídas accidentales, accidentes laborales o deportivos e incluso agresiones. (doctormosqueira.com)
  • El último fármaco de novedosa referencia es el conocido como Lorcaserin, medicamento que se presenta en comprimidos y se administra en forma oral. (medicalarevista.com)
  • se administra por vía oral si el tratamiento no es urgente. (msdmanuals.com)
  • En este caso, el tratamiento de primera elección es el tratamiento médico, mediante combinación de potentes fármacos antiinflamatorios. (doctormosqueira.com)
  • La Neurología es la especialidad médica que estudia la estructura, función y desarrollo del sistema nervioso (central, periférico y autónomo) y muscular en estado normal y patológico, utilizando todas las técnicas clínicas e instrumentales de estudio, diagnóstico y tratamiento actualmente en uso o que puedan desarrollarse en el futuro. (gva.es)
  • El tratamiento de la demencia es de apoyo. (iliveok.com)
  • Penetrating Head Trauma en eMedicine Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Hematoma subdural. (wikipedia.org)
  • Sitios Argentina 6 octubre, 2013 Politica Comentarios desactivados en ¿Qué es la colección subdural crónica? (sitiosargentina.com.ar)
  • Traumatic Brain Injury (TBI) - Definition, Epidemiology, Pathophysiology en eMedicine Subdural Hematoma Surgery en eMedicine UCLA Neurosurgery [1] Archivado el 26 de septiembre de 2015 en Wayback Machine. (wikipedia.org)