Uno de un par de huesos cuadrilaterales de forma irregular situada entre el HUESO FRONTAL y el HUESO OCCIPITAL, que en conjunto forman los lados del CRÁNEO.
Hueso que forma el aspecto frontal del cráneo. Su parte plana forma la frente, articulado inferiormente con el HUESO NASAL y el HUESO DE LA MEJILLA en cada lado de la cara.
ESQUELETO de la CABEZA que incluye los HUESOS FACIALES y los huesos que encierran el CEREBRO.
Tipo de unión fibrosa entre los huesos del cráneo.
Neoplasias de la parte ósea del cráneo.
Renovación o reparación del tejido óseo perdido. Excluye el CALLO OSEO que se forma después de las FRACTURAS ÓSEAS, pero que aún no ha sido reemplazado por hueso duro.
TEJIDO CONJUNTIVO especializado que es el principal constituyente del ESQUELETO. El componente celular principal del hueso está formado por OSTEOBLASTOS, OSTEOCITOS y OSTEOCLASTOS, mientras que los COLÁGENOS FIBRILARES y los cristales de hidroxiapatita forman la MATRIZ ÓSEA.
Proceso de formación del hueso. Histogénesis del hueso incluyendo la osificación.
Cierre prematuro de una o más SUTURAS CRANIALES. A menuda resulta en plagiocefalia. Craneosinostosis involucran múltiples suturas a veces asociadas con síndromes congénitos como ACROCEFALOSINDACTILIA y DISOSTOSIS CRANEOFACIAL.
Células que se originan a partir de los fibroblastos las cuales según maduran, se incorporan a la producción ósea. (From Dorland, 27th ed)
Células redondeadas o piramidales de las GLÁNDULAS GÁSTRICAS. Secretan ÁCIDO CLORHÍDRICO y producen factor intrínseco gástrico, una glicoproteina que se une a la VITAMINA B 12.

El hueso parietal es un término médico que se refiere a dos huesos largos y planos ubicados en la parte superior y lateral de la cabeza. Forman la mayor parte del techo y las paredes laterales de la cavidad craneal y se articulan con otros huesos del cráneo, incluyendo los huesos frontal, temporal, occipital y esfenoides.

Cada hueso parietal tiene forma de cuña y está compuesto por tres partes: la parte squamosa (la más grande y posterior), la parte tympanica (inferior y lateral) y la parte mastoidea (posterior e inferior). La sutura sagital, una articulación fibrosa que permite cierto grado de movimiento, une los dos huesos parietales en el medio de la cabeza.

El hueso parietal desempeña un papel importante en la protección del cerebro y en la formación del cráneo. También contribuye a la forma y alineación general de la cabeza, y proporciona puntos de inserción para varios músculos y ligamentos del cuello y la cabeza.

El hueso frontal es un hueso paired que forma la parte anterior y superior de la cavidad craneal en el cráneo. En los seres humanos, el hueso frontal contiene la frente y los ojos, formando las paredes laterales y la bóveda de la órbita. También contiene la glándula lacrimal y los senos paranasales conocidos como los senos frontales. La sutura frontal es donde se unen los dos huesos frontales en el medio de la línea sagital.

El cráneo es la estructura ósea que forma el techo y los bordes de la cara del esqueleto de los vertebrados. En humanos, está compuesto por 22 huesos individuales: 8 huesos en la bóveda craneal (frontal, parietales, occipital, temporales y esfenoides), y 14 huesos en la cara (maxilares superiores, maxilares inferiores, nasales, lagrimales, palatinos, vómer, cornetes inferiores y mandíbula).

La bóveda craneal protege el encéfalo y los senos paranasales, mientras que la cara contiene los órganos de los sentidos (ojos, oídos, nariz y boca) y permite la masticación, la respiración y la fonación.

El cráneo también proporciona puntos de inserción para los músculos que controlan el movimiento de la cabeza y el cuello, y contiene varios agujeros y aberturas a través de los cuales pasan vasos sanguíneos y nervios importantes.

La forma y tamaño del cráneo pueden variar entre individuos y poblaciones, y se utilizan en antropología física y forense para determinar el sexo, la edad, la raza y la identidad individual de un esqueleto humano.

Las suturas craneales son articulaciones fibrosas inmóviles que se encuentran en el cráneo entre los huesos planos del neurocráneo. Están compuestas por tejido conectivo denso y resistente, rico en fibras de colágeno. Las suturas permiten la expansión del cráneo durante el crecimiento fetal y la infancia, proporcionando espacio para que los huesos se superpongan y se expandan sin deformarse.

Existen varias suturas craneales importantes:

1. La sutura sagital se extiende desde el borde posterior de la fontanela anterior (un área blanda en la parte superior del cráneo) hasta el borde posterior del cráneo, separando los parietales derecho e izquierdo.

2. La sutura coronal corre desde la fontanela anterior hasta el borde lateral del cráneo, separando los frontales de los parietales.

3. La sutura lambdoides se encuentra en la parte posterior del cráneo, separando los parietales izquierdo y derecho de los occipitales.

4. Las suturas sagitales menores son pequeñas suturas que conectan el hueso frontal con los huesos parietales a cada lado.

5. La sutura metópica es una sutura rara que se encuentra en la línea media del cráneo, separando los dos huesos frontales.

Las suturas craneales desempeñan un papel crucial durante el parto, ya que permiten que el cráneo fetal se deforme y pase a través del canal de parto. Después del nacimiento, las suturas continúan permitiendo el crecimiento del cerebro al mantener la flexibilidad entre los huesos del cráneo. Con el tiempo, las suturas se fusionan gradualmente en adultos sanos, aunque este proceso puede variar ampliamente entre individuos.

Las neoplasias craneales se refieren a tumores cerebrales o del cráneo. Pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores benignos generalmente crecen más lentamente y son menos propensos a extenderse al tejido circundante, mientras que los tumores malignos crecen más rápidamente y tienen un mayor potencial de diseminarse.

Las neoplasias craneales pueden originarse en el cerebro o el cráneo (tumores primarios) o spread to the brain from another part of the body (metastatic brain tumors). Primary brain tumors can develop from different types of cells within the brain, such as gliomas, meningiomas, pituitary adenomas, and schwannomas.

Symptoms of cranial neoplasms depend on their size, location, and growth rate. They may include headaches, seizures, nausea or vomiting, changes in vision or hearing, balance or coordination problems, confusion, memory loss, changes in behavior or personality, and weakness or paralysis on one side of the body.

Treatment options for cranial neoplasms depend on several factors, including the type, size, location, and stage of the tumor, as well as the patient's age and overall health. Treatment may include surgery, radiation therapy, chemotherapy, or a combination of these modalities. Regular follow-up care is essential to monitor for recurrence or development of new neoplasms.

La regeneración ósea es un proceso natural y complejo del cuerpo humano que involucra la reparación y renovación de los tejidos dañados o perdidos en el sistema esquelético. Implica la formación de nuevo hueso y tejido conectivo para reemplazar el tejido dañado, lo que permite la restauración de la estructura y función originales del hueso.

Este proceso se activa en respuesta a una lesión o enfermedad que cause daño al hueso, como una fractura o una enfermedad periodontal. Durante la regeneración ósea, varios tipos de células, incluyendo células madre mesenquimales, osteoblastos y osteoclastos, trabajan juntas para orquestar la formación de nuevo hueso y tejido conectivo.

La capacidad del cuerpo para regenerar el hueso disminuye con la edad y en presencia de ciertas condiciones médicas o factores ambientales, como la mala nutrición o el tabaquismo. En algunos casos, la regeneración ósea puede ser insuficiente, lo que lleva a la formación de tejido cicatricial en lugar de hueso sano.

La regeneración ósea es un área activa de investigación en medicina y odontología, ya que una mejor comprensión de los mecanismos subyacentes puede conducir al desarrollo de nuevas terapias y tratamientos para una variedad de afecciones relacionadas con el hueso.

Los huesos son estructuras rígidas, resistentes y porosas que forman el esqueleto del cuerpo humano. Están compuestos principalmente de tejido conectivo duro llamado tejido óseo. Los huesos tienen varias funciones importantes, incluyendo el apoyo estructural, la protección de órganos vitales, la facilitación del movimiento al servir como punto de unión para los músculos y tendones, y la producción de células sanguíneas en la médula ósea.

El tejido óseo está compuesto por una matriz mineral inorgánica rica en calcio y fosfato, que le da a los huesos su rigidez y resistencia, así como por fibras de colágeno orgánicas, que proporcionan flexibilidad y elástico. Los huesos también contienen células vivas llamadas osteoblastos, osteoclastos y osteocitos, que participan en la remodelación continua del tejido óseo a medida que el cuerpo crece y se repara después de lesiones.

Hay 206 huesos en el esqueleto humano adulto, divididos en dos categorías principales: huesos largos, cortos, planos y curvados. Los huesos largos, como los femures y los tibias, son más largos que anchos y tienen un eje central largo. Los huesos cortos, como los huesos del carpo y el tarso, son relativamente pequeños y de forma cúbica o esférica. Los huesos planos, como las costillas y el cráneo, son delgados y anchos, y proporcionan protección a órganos vitales como los pulmones y el cerebro. Finalmente, los huesos curvados, como la columna vertebral y el esternón, tienen una forma curva que les permite soportar cargas pesadas y proporcionar flexibilidad al cuerpo.

La osteogénesis es un proceso biológico en el que se forma hueso nuevo. Es un término médico que literalmente significa "generación ósea". Se refiere a la formación y desarrollo del tejido óseo, un proceso complejo que involucra la proliferación y diferenciación de células madre mesenquimales en osteoblastos, las células responsables de la síntesis y mineralización de la matriz ósea.

Existen dos tipos principales de osteogénesis: intramembranosa y endocondral. La osteogénesis intramembranosa es un proceso en el que las células mesenquimales se diferencian directamente en osteoblastos, y la matriz ósea se forma dentro de una membrana fibrosa. Este tipo de osteogénesis es responsable de la formación de los huesos planos del cráneo y las clavículas.

Por otro lado, la osteogénesis endocondral es un proceso en el que se forma primero un cartílago templado, que luego se reemplaza por tejido óseo. Este tipo de osteogénesis es responsable de la formación de los huesos largos y planos del cuerpo humano.

La osteogénesis también puede referirse a un grupo de trastornos genéticos que afectan el desarrollo óseo, como la osteogénesis imperfecta, una enfermedad hereditaria que se caracteriza por huesos frágiles y propensos a fracturas.

La craneosinostosis es una afección congénita en la cual las suturas del cráneo se fusionan prematuramente durante el desarrollo fetal o temprano después de nacer. Las suturas son las líneas flexibles que separan los huesos del cráneo. Normalmente, éstas permanecen abiertas y permiten que el cerebro crezca y el cráneo se expanda durante los primeros años de vida.

Cuando una o más suturas se cierran prematuramente, el crecimiento del cerebro puede ser restringido en ciertas áreas, lo que lleva a un patrón anormal de crecimiento del cráneo y la cara. Esto puede resultar en una cabeza de forma anormal o de tamaño desigual, conocida como craneosinostosis.

Existen varios tipos de craneosinostosis, dependiendo de qué suturas estén afectadas:

1. Sagital: Fusión de la sutura sagital (entre los huesos parietales en la parte superior del cráneo)
2. Coronal: Fusión de las suturas coronal (entre el hueso frontal y los huesos parietales, a cada lado del cráneo)
3. Lambdoides: Fusión de la sutura lambdoidea (en la parte posterior del cráneo)
4. Metópica: Fusión de la sutura metópica (entre los dos huesos frontales)

La craneosinostosis puede ocurrir aisladamente o como parte de un síndrome genético más complejo, como el síndrome de Crouzon, Apert o Pfeiffer. El tratamiento suele implicar cirugía para corregir la forma anormal del cráneo y permitir que el cerebro crezca normalmente. La detección y el tratamiento tempranos son cruciales para prevenir complicaciones a largo plazo, como retrasos en el desarrollo y problemas de visión o audición.

Los osteoblastos son células presentes en el tejido óseo que tienen un papel fundamental en la formación y mineralización del hueso. Son responsables de la síntesis y secreción de la matriz orgánica del hueso, compuesta principalmente por colágeno tipo I, y también participan en el proceso de mineralización al regular los niveles de calcio y fosfato en su entorno.

Los osteoblastos derivan de células madre mesenquimales y se diferencian en varios estados funcionales a medida que maduran. Los osteoblastos activos son aquellos que secretan la matriz ósea y presentan una alta actividad metabólica, mientras que los osteoblastos inactivos, también conocidos como osteocitos, están incrustados en la matriz mineralizada y desempeñan un papel importante en la detección de tensiones mecánicas y la regulación del remodelado óseo.

Las alteraciones en la función de los osteoblastos pueden contribuir al desarrollo de diversas enfermedades óseas, como la osteoporosis y la osteogénesis imperfecta. Por lo tanto, comprender el funcionamiento y regulación de los osteoblastos es crucial para el desarrollo de estrategias terapéuticas dirigidas al tratamiento y prevención de enfermedades óseas.

Las células parietales gástricas, también conocidas como células oxiintestinales, son un tipo de célula presente en el revestimiento del estómago. Desempeñan un papel fundamental en la digestión al secretar ácido clorhídrico (HCl) y factor intrínseco, una glicoproteína necesaria para la absorción de vitamina B12 en el intestino delgado.

El ácido clorhídrico crea un ambiente ácido en el estómago que ayuda a descomponer los alimentos y matar bacterias nocivas. El factor intrínseco se une a la vitamina B12 en los alimentos, protegiéndola del ácido gástrico y permitiendo su absorción más adelante en el intestino delgado.

Las células parietales son activadas por varios neurotransmisores y hormonas, incluyendo la gastrina, acetilcolina y histamina. Su disfunción puede llevar a trastornos gástricos, como la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE) o el síndrome de Zollinger-Ellison, que se caracterizan por un aumento excesivo de la producción de ácido.

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