Agregación y adherencia leucocitaria intravascular anormal que se observa a menudo en pacientes leucémicos. El cerebro y los pulmones son los órganos más comúnmente afectados. Este síndrome agudo requiere modalidades citorreductivas agresivas entre las que se encuentran la quimioterapia y/o leucoforesis. Se diferencia de la INFILTRACIÓN LEUCÉMICA ya que es un proceso neoplásico en el que las células leucémicas invaden los órganos.
Barrera de transporte especializada, en los OJOS, formada por el EPITELIO del pigmento retiniano y el ENDOTELIO de los VASOS SANGUÍNEOS de la RETINA. UNIONES ESTRECHAS unen células adyacentes que mantienen la barrera entre las células de manera contínua.
Vasos sanguíneos que irrigan y drenan la RETINA.
Enfermedad de la RETINA que es una complicación de la DIABETES MELLITUS. Se caracteriza por complicaciones microvasculares progresivas, como ANEURISMA, EDEMA interretinal y NEOVASCULARIZACIÓN PATOLÓGICA intraocular.
Incremento transitorio en el número de leucocitos en un fluido corporal.
Colorante catiónico citoquímico para el núcleo celular, especialmente ADN. Es utilizado como tinción supravital y en citoquímica fluorescente. Puede causar mutaciones en microorganismos.
Nombre genérico de una película producida a partir de la pulpa de madera por el proceso viscoso. Es una lámina fina y transparente de celulosa regenerada, a prueba de la humedad y que en ocasiones tiene color, se usa principalmente para envolver alimentos o como bolsas para diálisis.
Una droga uricosúrica que es utilizada para reducir los niveles séricos de urato en el tratamiento de la gota. No posee propiedades antiinflamatorias, analgésicas y diuréticas.
Propiedad del ENDOTELIO de los capilares sanguíneos, que permite el intercambio selectivo de sustancias entre la sangre y los tejidos circundantes y a través de las barreras membranosas como: BARRERA SANGRE AIRE, BARRERA HEMATOACUOSA, BARRERA HEMATOENCEFÁLICA, BARRERA HEMATO-NERVIOSA, BARRERA HEMATORRETINAL y BARRERA HEMATOTESTICULAR. Las pequeñas moléculas solubles en lípidos como el dióxido de carbono y el oxigeno se mueven libremente por difusión. El agua y las moléculas solubles en agua no pueden pasar a través de las paredes endoteliales y dependen de poros microscópicos. Estos poros muestran estrechas áreas (UNIONES ESTRECHAS), que pueden limitar el movimiento de las moléculas grandes.
Ligando de la superficie celular implicado en la adhesión de los leucocitos y en la inflamación. Su producción es inducida por el gamma-interferón y es necesario para la migración de los neutrófilos al tejido inflamado.
Diabetes mellitus inducida experimentalmente por la administración de distintos agentes diabetogénicos o por PANCREATECTOMIA.
Células sanguíneas blancas. Estas incluyen a los leucocitos granulares (BASOFILOS, EOSINOFILOS y NEUTROFILOS) así como a los leucocitos no granulares (LINFOCITOS y MONOCITOS).

La leucostasis, también conocida como leucoencefalopatía hiperleucocitaria, es una afección médica rara pero grave que puede ocurrir en personas con leucemia, especialmente leucemia mieloide aguda. Se caracteriza por un nivel extremadamente alto de glóbulos blancas (leucocitos) en la sangre, particularmente en el torrente sanguíneo cerebral.

Esta alta concentración de glóbulos blancas puede hacer que los vasos sanguíneos cerebrales se obstruyan, lo que puede llevar a una serie de complicaciones, como accidentes cerebrovasculares, daño cerebral e incluso la muerte. Los síntomas pueden incluir dolores de cabeza intensos, confusión, convulsiones, dificultad para caminar o mantener el equilibrio, y en casos graves, coma.

La leucostasis es una emergencia médica que requiere un tratamiento inmediato, generalmente con quimioterapia para reducir rápidamente el número de glóbulos blancas. Otros tratamientos pueden incluir hidratación intravenosa, medicamentos para controlar los síntomas y, en algunos casos, intercambio de plasma o leucaféresis (un procedimiento que elimina los glóbulos blancos de la sangre).

La barrera hemato-retinal es una expresión utilizada en el campo oftalmológico para referirse al sistema de protección que separa la sangre que fluye a través de los vasos sanguíneos de la retina, del espacio vitreo que contiene el humor vítreo. Está compuesta por dos partes: la barrera endotelial y la barrera pigmentaria.

La barrera endotelial está formada por células endoteliales unidas herméticamente en los vasos sanguíneos de la retina, lo que limita el paso de sustancias entre la sangre y el tejido retinal. Por otro lado, la barrera pigmentaria está compuesta por células epiteliales pigmentadas unidas herméticamente en la capa externa de la retina, lo que también limita el paso de sustancias entre el espacio subretinal y el humor vítreo.

La integridad de esta barrera es fundamental para mantener la salud ocular y prevenir enfermedades oculares, como la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) o la retinopatía diabética. Cuando la barrera hemato-retinal se daña o se altera, las sustancias tóxicas presentes en la sangre pueden penetrar en el tejido retinal y causar inflamación, edema y muerte celular, lo que puede llevar a una pérdida de visión irreversible.

Los vasos retinianos se refieren a los delicados vasos sanguíneos que suministran sangre y nutrientes a la retina, la capa sensible a la luz en la parte posterior del ojo. La retina es responsable de procesar las imágenes y enviarlas al cerebro a través del nervio óptico.

Existen dos tipos principales de vasos retinianos: arterias y venas. Las arterias retinianas llevan sangre rica en oxígeno desde el corazón hasta la retina, mientras que las venas retinianas transportan la sangre desoxigenada de regreso al corazón. Estos vasos se originan en la parte posterior del ojo y se extienden hacia adelante, formando una intrincada red capilar en la retina.

La evaluación de los vasos retinianos es crucial en el examen oftalmológico, ya que cualquier cambio o anormalidad en estos vasos puede indicar diversas condiciones o enfermedades oculares, como la retinopatía diabética, la oclusión vascular retiniana, la degeneración macular relacionada con la edad y el glaucoma. La detección temprana y el tratamiento de estas afecciones pueden ayudar a prevenir complicaciones graves y preservar la visión.

La retinopatía diabética es una complicación ocular de la diabetes que daña los pequeños vasos sanguíneos en la retina, la capa más interna del tejido sensible a la luz en el fondo del ojo. La retina necesita una suficiente cantidad de sangre oxigenada para funcionar normalmente. Cuando los niveles de glucosa en la sangre están desregulados, como ocurre en la diabetes, pueden dañarse los vasos sanguíneos que suministran sangre a la retina.

Esta enfermedad oftalmológica se manifiesta en diferentes grados de gravedad, desde formas leves y asintomáticas hasta etapas avanzadas que pueden provocar una disminución severa o incluso pérdida total de la visión. La retinopatía diabética se clasifica en dos tipos principales:

1. No proliferativa (NPD): Es la forma temprana y más común de retinopatía diabética, donde los vasos sanguíneos de la retina se dañan y desarrollan microaneurismas (pequeños sacos llenos de sangre), hemorragias puntuales y exudados (depósitos de grasa). La NPD generalmente no presenta síntomas visuales notables, pero con el tiempo puede empeorar y provocar daño en la visión.

2. Proliferativa (PD): Es la forma avanzada y más grave de retinopatía diabética, donde los vasos sanguíneos dañados cierran, privando a la retina del suministro de sangre necesario. La retina responde produciendo nuevos vasos sanguíneos (neovascularización), pero estos son débiles y propensos a romperse, lo que provoca hemorragias en el vitreo (la gelatina transparente que llena el ojo). La PD también puede causar la formación de tejido cicatricial fibroso, lo que lleva al desprendimiento de retina y glaucoma neovascular.

El tratamiento para la retinopatía diabética depende del tipo y gravedad de la enfermedad. La PD generalmente requiere intervención quirúrgica, como vitrectomía o fotocoagulación con láser, mientras que la NPD puede controlarse mediante un seguimiento regular y el manejo adecuado de los niveles de glucosa en sangre. El diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno son clave para prevenir complicaciones graves y preservar la visión en personas con diabetes.

La leucocitosis es un término médico que se refiere a un recuento elevado de glóbulos blancos (leucocitos) en la sangre. Los glóbulos blancos son una parte importante del sistema inmunológico y ayudan a combatir infecciones y enfermedades. Sin embargo, un nivel excesivamente alto de glóbulos blancos puede indicar la presencia de diversas condiciones médicas, como infecciones, inflamación, respuesta al estrés, trastornos malignos (como leucemia) o enfermedades autoinmunes. Es importante notar que un recuento levemente elevado de glóbulos blancos no siempre es motivo de preocupación y puede deberse a factores transitorios, como el ejercicio o el uso de ciertos medicamentos. Sin embargo, niveles persistentemente altos requieren una evaluación médica adicional para determinar la causa subyacente y establecer un tratamiento apropiado.

La acridina naranja, también conocida como dye solution 1% FD&C Yellow No. 6, es un tinte fluorescente que se utiliza en la citología y la histopatología para teñir ácidos nucleicos. Se une específicamente a las secuencias de ADN ricas en pirimidina y produce una fluorescencia amarilla-naranja bajo la luz ultravioleta. Esta propiedad se aprovecha en técnicas como la hibridación fluorescente in situ (FISH) y el análisis de citometría de flujo.

Es importante señalar que, aunque la acridina naranja se utiliza comúnmente en el campo médico, no existe una definición específica de 'naranja de acridina' dentro del ámbito de la medicina clínica. Más bien, se clasifica como un compuesto químico y un tinte utilizado en procedimientos de laboratorio.

La palabra "Celophan" no es un término médico. Celophane o celofán es un material transparente, flexible y resistente al agua que se utiliza en una variedad de aplicaciones, incluyendo la envoltura de alimentos y los embalajes protectores. No hay una definición médica específica asociada con este término.

La sulfinpirazona es un fármaco antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que se utiliza en el tratamiento del dolor articular y muscular, la gota y otras formas de artritis. Funciona inhibiendo la producción de prostaglandinas, sustancias químicas que desempeñan un papel importante en el proceso inflamatorio y causan dolor y fiebre.

La sulfinpirazona también tiene propiedades uricosúricas, lo que significa que ayuda a reducir los niveles de ácido úrico en la sangre. Esto puede ser particularmente útil en el tratamiento de la gota, una forma de artritis que se produce cuando hay un exceso de ácido úrico en el cuerpo y se forman cristales en las articulaciones.

Al igual que otros AINE, la sulfinpirazona puede causar efectos secundarios gastrointestinales, como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea. También puede aumentar el riesgo de sangrado estomacal y úlceras. Además, la sulfinpirazona puede interactuar con otros medicamentos y puede no ser adecuada para personas con ciertas condiciones médicas, como enfermedad renal o hepática grave.

Es importante utilizar la sulfinpirazona únicamente bajo la supervisión de un profesional médico y seguir cuidadosamente las instrucciones de dosificación. Si experimenta efectos secundarios graves o persistentes, informe a su médico de inmediato.

La permeabilidad capilar se refiere a la capacidad de los vasos sanguíneos más pequeños, conocidos como capilares, para permitir que líquidos y solutos pasen a través de sus paredes. Los capilares forman una red extensa en todo el cuerpo y desempeñan un papel crucial en el intercambio de gases, nutrientes y residuos entre la sangre y los tejidos circundantes.

La permeabilidad capilar está determinada por las propiedades estructurales de los capilares, especialmente por sus uniones ajustadas (tight junctions) y el grosor de su membrana basal. En condiciones normales, la pared capilar es semipermeable, lo que significa que permite el paso selectivo de ciertas moléculas mientras bloquea otras.

Las moléculas pequeñas y polares, como el agua, glucosa e iones, pueden cruzar fácilmente la membrana capilar gracias a los poros presentes en las uniones ajustadas y a los canales de transporte especializados. Por otro lado, las moléculas grandes y no polares, como las proteínas plasmáticas, tienen dificultades para atravesar la pared capilar debido a su tamaño y polaridad.

Sin embargo, en ciertas situaciones patológicas, como la inflamación o la insuficiencia cardíaca congestiva, la permeabilidad capilar puede aumentar, lo que resulta en un mayor flujo de líquidos y proteínas hacia los tejidos intersticiales. Este fenómeno se denomina edema y puede causar hinchazón y daño tisular si no se trata adecuadamente.

En resumen, la permeabilidad capilar es la capacidad de los vasos sanguíneos más pequeños para permitir el paso selectivo de líquidos y moléculas entre la sangre y los tejidos circundantes, desempeñando un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio hídrico y la homeostasis tisular.

La molécula de adhesión intercelular-1 (ICAM-1, por sus siglas en inglés) es una proteína de superficie celular que pertenece a la familia de las Ig (inmunoglobulinas). ICAM-1 se expresa en diversos tipos de células, incluyendo células endoteliales, leucocitos y células presentadoras de antígeno.

La función principal de ICAM-1 es mediar la adhesión celular y el tránsito de leucocitos, especialmente durante procesos inflamatorios y respuestas inmunes. ICAM-1 se une a receptores integrinas presentes en los leucocitos, como la LFA-1 (Lymphocyte Function-associated Antigen 1) y la Mac-1 (Macrophage-1 Antigen), promoviendo su adhesión a las células endoteliales y su migración hacia los tejidos inflamados.

La expresión de ICAM-1 se regula por diversos factores, como citoquinas proinflamatorias (como el TNF-α, interleucina-1 y interferón-γ) y mediadores químicos liberados durante la respuesta inmune. La activación de ICAM-1 desempeña un papel crucial en la patogénesis de diversas enfermedades, como la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal, el asma y las enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, ICAM-1 es un objetivo terapéutico potencial para una variedad de trastornos inflamatorios y autoinmunes.

La diabetes mellitus experimental se refiere a un modelo de investigación en diabetología donde se induce diabetes en animales de laboratorio, generalmente ratas o ratones, para estudiar los mecanismos y efectos fisiopatológicos de la enfermedad, así como para probar nuevos tratamientos y terapias. Existen diversos métodos para inducir diabetes experimentalmente, entre los que se encuentran:

1. Diabetes inducida por aloxán o estreptozotocina: Estas sustancias químicas destruyen las células beta del páncreas, encargadas de producir insulina, lo que lleva a un estado de hiperglucemia (altos niveles de glucosa en sangre) y eventualmente a diabetes tipo 1.

2. Diabetes inducida por dieta: Alimentar a los animales con una dieta alta en grasas y azúcares durante un período prolongado puede conducir al desarrollo de diabetes tipo 2, caracterizada por resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa.

3. Diabetes genéticamente modificada: Se utilizan ratones o ratas transgénicas con mutaciones específicas en genes relacionados con el metabolismo de la glucosa, como el gen de la insulina o el gen del receptor de insulina, para crear modelos de diabetes tipo 1 y tipo 2.

Estos modelos de diabetes mellitus experimental son esenciales en la investigación médica y biológica, ya que permiten a los científicos entender mejor la enfermedad, identificar nuevas dianas terapéuticas y probar posibles tratamientos antes de llevarlos a ensayos clínicos en humanos.

Los leucocitos, también conocidos como glóbulos blancos, son un tipo importante de células sanguíneas que desempeñan un papel crucial en el sistema inmunológico del cuerpo. Su función principal es proteger al organismo contra las infecciones y los agentes extraños dañinos.

Existen varios tipos de leucocitos, incluyendo neutrófilos, linfocitos, monocitos, eosinófilos y basófilos. Cada uno de estos tipos tiene diferentes formas y funciones específicas, pero todos participan en la respuesta inmunitaria del cuerpo.

Los leucocitos se producen en la médula ósea y luego circulan por el torrente sanguíneo hasta los tejidos corporales. Cuando el cuerpo detecta una infección o un agente extraño, los leucocitos se mueven hacia el sitio de la infección o lesión, donde ayudan a combatir y destruir los patógenos invasores.

Un recuento de leucocitos anormalmente alto o bajo puede ser un indicador de diversas condiciones médicas, como infecciones, enfermedades inflamatorias, trastornos inmunológicos o cánceres de la sangre. Por lo tanto, el conteo de leucocitos es una prueba de laboratorio comúnmente solicitada para ayudar a diagnosticar y monitorear diversas enfermedades.

  • Neumotórax El neumotórax es la presencia de aire en el espacio pleural que causa colapso pulmonar parcial o completo. (msdmanuals.com)
  • Los signos y síntomas, de aparición generalmente brusca, pueden englobarse en el seno de los siguientes síndromes: síndrome de insuficiencia medular con pancitopenias sintomáticas, síndrome tumoral con organomegalias citoacumulativas, síndrome de histolisis leucémica con alteraciones metabólicas y fenómenos hemorrágicos por coagulopatía de consumo y síndrome de leucostasis hiperleucocitósico con trastornos de la microcirculación cerebral y pulmonar. (pacientesenbuenasmanos.com)

No hay imágenes disponibles para "leucostasis"