Exceso de linfocitos normales en la sangre o en cualquier líquido biológico.
Enfermedad neoplásica linfoide en bovinos producida por el virus de la leucemia bovina. La leucosis enzoótica bovina puede tomar la forma de linfosarcoma, linfoma maligno, o leucemia pero la presencia de células malignas en la sangre no es un hallazgo consistente.
Especie típica de VIRUS HTLV-BLV que produce una forma de linfosarcoma bovino (LEUCOSIS ENZOÓTICA BOVINA) o linfocitosis persistente.
Leucemia crónica caracterizada por proliferación de linfocitos B anormales y con frecuencia linfadenopatías generalizadas. Cuando se presenta con afectación predominante en la sangre y médula ósea se denomina leucemia linfocítica crónica (LLC); cuando predominan las adenopatías se denomina linfoma de linfocitos pequeños. Estos términos representan el espectro de la misma enfermedad.
Incremento transitorio en el número de leucocitos en un fluido corporal.
Proceso de clasificación de células del sistema inmune basado en las diferencias estructurales y funcionales. El proceso se emplea comunmente para analizar y clasificar linfocitos T en subgrupos basados en antígenos CD mediante la técnica de citometría de flujo.
Conteo del número de LINFOCITOS por unidad de volúmen de SANGRE.
Trastornos que se caracterizan por proliferación, general o inespecífica, del tejido linfoide.
Células linfoides relacionadas con la inmunidad humoral. Son células de vida corta semejantes a los linfocitos derivados de la bursa de las aves en su producción de inmunoglobulinas al ser estimuladas adecuadamente.
Conteo del número de CÉLULAS BLANCAS DE LA SANGRE por unidad de volumen en la SANGRE venosa. El conteo diferencial de leucocitos mide el número relativo de los diferentes tipos de células blancas.
Infección aguda, común, causada usualmente por el virus del Epstein-Barr (HERPESVIRUS 4, HUMANO). Hay un aumento de los leucocitos mononucleares y de otros linfocitos atípicos, linfadenopatía generalizada, esplenomegalia, y ocasionalmente hepatomegalia con hepatitis.
Infección del ganado bovino producida por varias especies de tripanosomas.
Crecimiento del bazo.
Situaciones en las que las anomalías de la sangre periférica o de la médula ósea representan las primeras manifestaciones de la leucemia aguda, pero en la que los cambios no son de suficiente magnitud o especificidad para permitir un diagnóstico de leucemia aguda por los criterios clínicos usuales.
Células sanguíneas blancas formadas en el tejido linfoide del cuerpo. El núcleo es redondo u ovoide con masas irregulares y gruesas de cromatina, mientras que el citoplasma es típicamente azul pálido con gránulos azurófilos (si existen). La mayoría de los linfocitos se pueden clasificar como T o B (con subpoblaciones en cada uno); o CÉLULAS ASESINAS NATURALES.
Una clasificación de los linfocitos que se basa en diferencias estructurales o funcionales de las poblaciones de células.
Crecimiento del hígado.
Disminución del número de GRANULOCITOS (BASÓFILOS, EOSINÓFILOS y NEUTRÓFILOS).
Las enfermedades de las glándulas parótidas se refieren a un grupo diverso de trastornos que afectan la estructura o función de las glándulas salivales parótidas, incluyendo inflamación, infección, tumores benignos y malignos, y enfermedades autoinmunes.
Enfermedades del ganado doméstico del género Bos. Incluye enfermedades de vacas, yaks y cebus.
Glicoproteínas que se expresan sobre todas las células T maduras, timocitos, y en un subgrupo de células B maduras. Los anticuerpos específicos contra CD5 pueden estimular la activación de las células T mediadas por el receptor de dichas células. La molécula CD72 específica de las células B es un ligando natural para CD5.
Especie de bacteria aerobia gram negativa que es el agente causal de la TOS FERINA. Sus células son pequeños cocobacilos que están rodeados por una vaina de mucus.
Linfocitos responsables de la inmunidad celular. Se han identificado dos tipos: citotóxico (LINFOCITOS T CITITÓXICOS)y linfocitos T auxiliares (LINFOCITOS T COLABORADORES-INDUCTORES). Se forman cuando los linfocitos circulan por el TIMO y se diferencian en timocitos. Cuando son expuestos a un antigeno, se dividen rápidamente y producen un gran número de nuevas células T sensibilizadas a este antigeno.
Conjunto de trastornos caracterizados por expansiones clonales de las poblaciones periféricas de los LINFOCITOS de la sangre conocidas como linfocitos granulares grandes y que contienen abundantes gránulos citoplásmicos y azurofílicos. Los subtipos se desarrollan de las CÉLULAS KILLER NATURALES CD3-negativas o CÉLULAS T CD3-positivas. El curso clínico de ambos subtipos puede variar desde la regresión espontánea a una progresiva enfermedad maligna.
Grupo de células genéticamente idénticas que descienden de una única célula ancestral común, producida por mitosis en eucariotas o por fisión binaria en procariotas. Las células clonales incluyen también poblaciones de moléculas de ADN recombinante portadores todas de la misma secuencia original. (King & Stansfield, Dictionary of Genetics, 4th ed; http://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/46/pyc465.htm; http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0716-58111997001000005&script=sci_arttext&tlng=en)
Técnica que emplea un sistema instrumental para realizar, procesar y exhibir una o más mediciones de células individuales obtenidas de una suspensión celular. Las células generalmente son coloreadas con uno o más tintes fluorescentes específicos para los componentes celulares de interés, por ejemplo, el ADN, y la fluorescencia de cada célula se mide cuando atraviesa rápidamente el haz de excitación (láser o lámpara de arco de mercurio). La fluorescencia brinda una medición cuantitativa de varias propiedades bioquímicas y biofísicas de la célula como base para diferenciación celular. Otros parámetros ópticos mensurables incluyen la obsorción y la difusión de la luz, aplicándose esta última a la medición del tamaño, forma, densidad, granularidad de la célula y su absorción del colorante.
Toma de muestra de médula ósea y evaluación de sus características histológicas.
Enfermedad pulmonar intersticial común causada por reacciones de hipersensibilidad de los ALVEOLOS PULMONARES después de inalación de y sensibilización a antígenos ambientales de origen microbiana, animal o química. La enfermedad es caracterizada por alveolitis linfocítica y neumonitis granulomatosa.
Enfermedad maligna de los LINFOCITOS T en la médula ósea, el timo o/y la sangre periférica.
Supresión de la eritropoyesis con poca o ninguna anomalía en la producción de leucocitos o plaquetas.
Reordenamiento organizado de regiones génicas variables del linfocito B que codifican las CADENAS DE INMUNOGLOBULINAS, contribuyendo de ese modo a la diversidad de anticuerpos. Tiene lugar durante la diferenciación de los LINFOCITOS B INMADUROS.
Las cadenas polipeptídicas mas largas de las inmunoglobulinas. Contienen 450 a 600 residuos de aminoácidos por cadena y tienen pesos moleculares de 51-72 kDa.
Obras que contienen artículos de información sobre temas de cualquier campo del conocimiento, generalmente presentadas en orden alfabético, o una obra similar limitada a un campo o tema en especial.
Número de LEUCOCITOS y ERITROCITOS por unidad de volumen en una muestra de SANGRE venosa. Un recuento sanguíneo completo también incluye la medida de las HEMOGLOBINAS, el HEMATOCRITO y los ÍNDICES DE ERITROCITOS.
Bases de valor establecido para medir la cantidad, peso, extensión o calidad, ejemplo, estándares de peso, estándares de soluciones, métodos, técnicas y procedimientos utilizados en el diagnóstico y tratamiento.
Rango o distribución de frecuencia de una medición en una población (u organismos, órganos o cosas) que no se han seleccionado por la presencia de enfermedad o anomalía.

La linfocitosis es un término médico que se refiere a un conteo elevado de linfocitos en la sangre periférica. Los linfocitos son un tipo de glóbulos blancos (leucocitos) que desempeñan un papel crucial en el sistema inmunológico, ya que ayudan a proteger al cuerpo contra las infecciones y las enfermedades.

Normalmente, los recuentos de linfocitos en la sangre periférica oscilan entre 1.000 y 4.800 células por microlitro (µL) en adultos sanos. Sin embargo, cuando el recuento de linfocitos supera los 5.000 células por µL, se considera linfocitosis.

La linfocitosis puede ser causada por diversas condiciones médicas, como infecciones virales (como la mononucleosis infecciosa o el VIH), enfermedades autoinmunes, leucemias y linfomas, entre otras. También puede ser el resultado de una reacción a ciertos medicamentos o vacunas.

Es importante tener en cuenta que un recuento elevado de linfocitos no siempre indica la presencia de una enfermedad subyacente grave, pero sí requiere una evaluación médica adicional para determinar la causa subyacente y establecer el tratamiento adecuado.

La Leucosis Bovina Enzoótica (LBE) es una enfermedad viral lentamente progresiva que afecta a los bovinos. También se conoce como enzootic bovine leukosis (EBL) o enfermedad de la leucemia enzootica bovina. Es causada por el virus de la leucosis bovina, un retrovirus que se integra en el genoma del huésped una vez que entra en las células.

La LBE se caracteriza por la proliferación anormal y benigna de linfocitos B (un tipo de glóbulos blancos) en los tejidos, particularmente en el bazo, el hígado y los ganglios linfáticos. En etapas más avanzadas, la enfermedad puede convertirse en leucemia o linfosarcoma, una forma maligna de cáncer que afecta a los tejidos linfoides.

La transmisión del virus generalmente ocurre a través del contacto entre animales infectados y susceptibles, especialmente durante el parto, cuando el ternero aspira el líquido amniótico contaminado con el virus. También puede ocurrir la transmisión horizontal a través de la saliva, la leche materna o las secreciones nasales. El virus también se puede propagar a través de instrumentos contaminados, como agujas de vacunación o equipo de procesamiento de leche.

Los signos clínicos de la LBE varían ampliamente y dependen del tipo y el grado de infección. Algunos animales pueden permanecer asintomáticos durante toda su vida, mientras que otros desarrollan una enfermedad clínica progresiva. Los signos más comunes incluyen pérdida de peso, debilidad, diarrea, anemia y aumento del tamaño de los ganglios linfáticos. En casos avanzados, se pueden observar tumores malignos en los tejidos linfoides.

No existe un tratamiento específico para la LBE una vez que el animal está infectado. El manejo se centra en prevenir la propagación del virus y brindar atención de apoyo a los animales afectados. Las medidas preventivas incluyen la vacunación, el control de la población de animales y la bioseguridad. La detección temprana y la eliminación de los animales infectados también son importantes para controlar la propagación del virus.

El Virus de la Leucemia Bovina (BLV) es un retrovirus que causa leucemia y tumores linfomatosos en ganado bovino. Pertenece al género Deltaretrovirus de la familia Retroviridae. El BLV se transmite principalmente a través de la exposición a la sangre infectada, aunque también puede transmitirse verticalmente de madre a feto durante la gestación.

El virus integra su material genético en el ADN de las células huésped, donde puede permanecer latente durante largos períodos de tiempo. En algunos animales, sin embargo, el virus se reactiva, lo que lleva a una proliferación clonal de células infectadas y eventualmente a la aparición de leucemia o linfoma.

La infección por BLV es generalmente asintomática, pero en aproximadamente el 30% de los animales infectados, el virus causa una enfermedad clínica. Los síntomas incluyen anemia, pérdida de peso, diarrea y aumento de los ganglios linfáticos. No existe un tratamiento específico para la infección por BLV, y el control se basa en pruebas serológicas regulares para detectar la infección y el sacrificio de animales infectados para prevenir la propagación del virus.

La leucemia linfocítica crónica de células B (LLC-B), también conocida como leucemia linfática crónica, es un tipo de cáncer en la sangre que origina en el tejido linfático. Comienza en las células madre sanguíneas que se encuentran en la médula ósea. Normalmente, las células madre sanguíneas maduran para convertirse en glóbulos blancos llamados linfocitos B. En la LLC-B, las células madre sanguíneas se convierten en linfocitos B anormales que no funcionan correctamente.

Estas células cancerosas se acumulan gradualmente con el tiempo. Al principio, la LLC-B puede no causar síntomas y puede diagnosticarse a través de exámenes de sangre rutinarios que muestran un recuento anormalmente alto de glóbulos blancos. Con el tiempo, los linfocitos B cancerosos pueden acumularse en la médula ósea, el bazo, los ganglios linfáticos y el torrente sanguíneo, lo que puede provocar complicaciones graves, como infecciones, anemia o hemorragias.

La LLC-B es un tipo de cáncer que generalmente progresa lentamente y afecta predominantemente a adultos mayores. No existe una cura conocida para la LLC-B, pero los tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas y prolongar la vida. El tratamiento puede incluir quimioterapia, terapia dirigida, inmunoterapia o trasplante de células madre.

La leucocitosis es un término médico que se refiere a un recuento elevado de glóbulos blancos (leucocitos) en la sangre. Los glóbulos blancos son una parte importante del sistema inmunológico y ayudan a combatir infecciones y enfermedades. Sin embargo, un nivel excesivamente alto de glóbulos blancos puede indicar la presencia de diversas condiciones médicas, como infecciones, inflamación, respuesta al estrés, trastornos malignos (como leucemia) o enfermedades autoinmunes. Es importante notar que un recuento levemente elevado de glóbulos blancos no siempre es motivo de preocupación y puede deberse a factores transitorios, como el ejercicio o el uso de ciertos medicamentos. Sin embargo, niveles persistentemente altos requieren una evaluación médica adicional para determinar la causa subyacente y establecer un tratamiento apropiado.

La inmunofenotipificación es una técnica de laboratorio utilizada en patología y hematología clínicas para identificar y caracterizar diferentes tipos de células inmunes, como los leucocitos (glóbulos blancos), mediante el análisis de sus marcadores celulares de superficie. Esta técnica se basa en la utilización de anticuerpos monoclonales marcados con moléculas fluorescentes, que se unen específicamente a los marcadores de superficie de las células.

La inmunofenotipificación permite determinar el fenotipo celular, es decir, el perfil de expresión de proteínas de membrana y citoplásmicas que identifican a cada tipo de célula inmunitaria. De esta manera, se pueden diferenciar y cuantificar los distintos subconjuntos de células inmunes presentes en una muestra, como por ejemplo, linfocitos T, linfocitos B, células NK, monocitos, macrófagos, eosinófilos, basófilos y neutrófilos.

Esta técnica es especialmente útil en el diagnóstico y seguimiento de enfermedades hematológicas y oncohematológicas, como leucemias y linfomas, ya que permite identificar las células neoplásicas y determinar su grado de madurez, diferenciación y proliferación. Además, también se utiliza en el estudio de enfermedades autoinmunes, infecciosas y alergias, así como en la evaluación de la respuesta a los tratamientos inmunoterápicos.

El recuento de linfocitos es un término médico que se refiere al número total de glóbulos blancos llamados linfocitos que se encuentran en una muestra de sangre. Los linfocitos son un componente crucial del sistema inmunológico, ya que ayudan a combatir infecciones y enfermedades.

Un recuento normal de linfocitos varía dependiendo de la edad, el sexo y otros factores, pero generalmente se considera que está dentro del rango normal si es de 1.000 a 4.800 linfocitos por microlitro (μL) de sangre en adultos. Un recuento bajo de linfocitos se denomina linfopenia, mientras que un recuento alto se conoce como linfocitosis.

Un recuento de linfocitos puede realizarse como parte de un panel de hemogramas completo para evaluar la salud general de un individuo o para ayudar a diagnosticar y monitorear ciertas condiciones médicas, como infecciones, enfermedades autoinmunes, cánceres y trastornos del sistema inmunológico.

Los trastornos linfoproliferativos (TLP) son un grupo de enfermedades que se caracterizan por una proliferación anormal o desregulada de células del sistema linfático, que incluyen linfocitos B, linfocitos T y células NK (natural killer). Estos trastornos pueden afectar a los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado, la médula ósea y otros órganos.

Los TLP se clasifican en diferentes categorías según su presentación clínica, histopatológica y genética. Algunas de las categorías incluyen:

1. Trastornos linfoides benignos: Estos trastornos son reversibles y no tienen potential oncogénico. Incluyen enfermedades como la reacción inflamatoria aguda, la hiperplasia reactiva y el linfoma linfocítico cutáneo benigno.
2. Trastornos linfoides preneoplásicos: Estos trastornos tienen un potencial oncogénico intermedio y pueden evolucionar a neoplasias linfoides. Incluyen enfermedades como la leucemia linfocítica crónica de células B, la enfermedad de Castleman y el síndrome de activación de Linfocitos T.
3. Trastornos linfoides malignos: Estos trastornos son neoplásicos y se caracterizan por una proliferación clonal de células linfoides. Incluyen enfermedades como el linfoma no Hodgkin, el linfoma de Hodgkin y la leucemia linfocítica aguda.

Los TLP pueden presentarse con una variedad de síntomas clínicos, dependiendo del tipo y la extensión de la enfermedad. Los síntomas más comunes incluyen ganglios linfáticos inflamados, fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso y fatiga. El diagnóstico se realiza mediante una combinación de examen físico, análisis de sangre, estudios de imagen y biopsia de tejido. El tratamiento depende del tipo y la etapa de la enfermedad y puede incluir quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida y trasplante de células madre.

Los linfocitos B son un tipo de glóbulos blancos, más específicamente, linfocitos del sistema inmune que desempeñan un papel crucial en la respuesta humoral del sistema inmunológico. Se originan en la médula ósea y se diferencian en el bazo y los ganglios linfáticos.

Una vez activados, los linfocitos B se convierten en células plasmáticas que producen y secretan anticuerpos (inmunoglobulinas) para neutralizar o marcar a los patógenos invasores, como bacterias y virus, para su eliminación por otras células inmunitarias. Los linfocitos B también pueden presentar antígenos y cooperar con los linfocitos T auxiliares en la respuesta inmunitaria adaptativa.

El recuento de leucocitos, también conocido como cuenta de glóbulos blancos (WBC), es un examen de laboratorio que mide el número de glóbulos blancos en una muestra de sangre. Los glóbulos blancos son elementos celulares importantes del sistema inmunológico que ayudan a proteger al cuerpo contra infecciones y enfermedades.

Un recuento normal de leucocitos suele estar entre 4,500 y 11,000 células por microlitro (μL) de sangre en adultos. Sin embargo, este rango puede variar ligeramente según la edad, el sexo y la salud general del individuo.

Un recuento bajo de glóbulos blancos se denomina leucopenia, mientras que un recuento alto se conoce como leucocitosis. Ambas condiciones pueden ser indicativas de diversas afecciones médicas, desde infecciones y enfermedades inflamatorias hasta trastornos malignos del sistema hematopoyético, como la leucemia. Por lo tanto, es importante realizar un seguimiento cuidadoso de los resultados de las pruebas de recuento de leucocitos y discutirlos con un profesional médico capacitado para obtener una interpretación adecuada y un plan de manejo oportuno.

La mononucleosis infecciosa, también conocida como la "enfermedad del beso", es una enfermedad causada por el virus de Epstein-Barr, perteneciente a la familia de herpesvirus. Es una enfermedad contagiosa que se propaga principalmente a través de la saliva y los fluidos corporales, aunque también puede transmitirse a través del contacto cercano, como compartir vasos o cubiertos, o por vía sexual.

La mononucleosis infecciosa se caracteriza clínicamente por una combinación de síntomas, que incluyen fiebre alta, fatiga intensa, dolores de garganta persistentes y generalmente severos (faringitis), ganglios linfáticos inflamados (linfadenopatía) en cuello, axilas e ingle, y erupciones cutáneas. Además, los afectados pueden presentar esplenomegalia (aumento del tamaño del bazo), hepatoesplenomegalia (aumento simultáneo del tamaño del hígado y el bazo) o hepatitis leve.

El diagnóstico de la mononucleosis infecciosa se realiza mediante una combinación de anamnesis, exploración física y pruebas de laboratorio. El recuento de glóbulos blancos en sangre suele mostrar un aumento en los linfocitos atípicos o reactivos, lo que da lugar al término "mononucleosis". Además, las pruebas serológicas, como la determinación del anticuerpo heterófilo y la detección de anticuerpos específicos contra el virus de Epstein-Barr, pueden ayudar a confirmar el diagnóstico.

El tratamiento de la mononucleosis infecciosa es principalmente sintomático, ya que no existe un tratamiento antiviral específico para el virus de Epstein-Barr. Se recomienda descanso y reposo relativo, hidratación adecuada y medicamentos analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para aliviar los síntomas. En casos graves o complicados, puede ser necesaria la hospitalización y el tratamiento con corticosteroides o inmunoglobulinas.

La mononucleosis infecciosa es una enfermedad autolimitada, lo que significa que generalmente se resuelve por sí sola en unas pocas semanas o meses. Sin embargo, los síntomas pueden persistir durante varios meses en algunos casos. Las complicaciones graves son raras pero pueden incluir neumonía, pericarditis, miocarditis y encefalitis. La mononucleosis infecciosa también puede aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el linfoma de Hodgkin, en los años posteriores a la infección.

La prevención de la mononucleosis infecciosa se centra en evitar el contacto con las secreciones nasales y salivares de personas infectadas, especialmente durante los primeros días de la enfermedad. Esto puede incluir evitar compartir vasos, cubiertos, toallas y otros artículos personales con personas infectadas. También se recomienda practicar un buen higiene personal, como lavarse las manos regularmente y evitar tocarse la cara con las manos sucias.

En resumen, la mononucleosis infecciosa es una enfermedad viral causada por el virus de Epstein-Barr que se caracteriza por síntomas como fiebre, fatiga, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos. Aunque generalmente se resuelve por sí sola en unas pocas semanas o meses, puede causar complicaciones graves en algunos casos. La prevención se centra en evitar el contacto con las secreciones nasales y salivares de personas infectadas y practicar un buen higiene personal.

La tripanosomiasis bovina, también conocida como nagana, es una enfermedad parasitaria que afecta principalmente al ganado y es causada por protozoarios del género Trypanosoma. Estos parásitos son transmitidos por la picadura de glosinas, insectos hematófagos (que se alimentan de sangre) pertenecientes a los dípteros.

Los síntomas clínicos más comunes incluyen fiebre, anemia, debilitamiento, pérdida de peso, disminución de la producción de leche y abortos en las vacas gestantes. En etapas avanzadas de la enfermedad, pueden observarse edema (hinchazón) en diversas partes del cuerpo, problemas neurológicos y, finalmente, la muerte del animal.

El control de esta enfermedad se basa en la prevención de las picaduras de glosinas mediante el uso de repelentes, mallas metálicas y la erradicación de los reservorios de infección. En algunos casos, se recurre al tratamiento con fármacos trypanocidas, aunque su eficacia puede verse limitada por la resistencia a los medicamentos desarrollada por los parásitos.

Es importante mencionar que la tripanosomiasis bovina no solo representa un problema de salud animal, sino también una amenaza para la seguridad alimentaria y el desarrollo económico en las regiones donde es endémica, particularmente en África subsahariana.

La esplenomegalia es un término médico que se refiere al aumento del tamaño del bazo más allá de sus límites normales. El bazo es un órgano situado en el lado superior izquierdo del abdomen, debajo de las costillas, que desempeña un papel importante en la función inmunológica y en la eliminación de glóbulos rojos viejos o dañados.

La esplenomegalia puede ser causada por diversas condiciones médicas, como infecciones (por ejemplo, mononucleosis infecciosa, endocarditis bacteriana), enfermedades hematológicas (por ejemplo, anemia de células falciformes, leucemia), trastornos del hígado (por ejemplo, cirrosis, hepatitis), afecciones malignas (por ejemplo, linfoma, cáncer de médula ósea) y enfermedades autoinmunes (por ejemplo, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico).

Los síntomas asociados con la esplenomegalia pueden variar dependiendo del tamaño del bazo y de la causa subyacente. Algunos pacientes pueden no presentar ningún síntoma, mientras que otros pueden experimentar dolor o molestias en el lado izquierdo superior del abdomen, sensación de plenitud después de comer pequeñas cantidades de alimentos, fatiga, anemia, infecciones frecuentes y dificultad para respirar (si el bazo agrandado comprime los pulmones).

El diagnóstico de esplenomegalia generalmente se realiza mediante un examen físico, seguido de estudios de imágenes, como ecografías o tomografías computarizadas, para confirmar y evaluar la gravedad del agrandamiento del bazo. El tratamiento dependerá de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida o, en casos graves, una intervención quirúrgica para extirpar el bazo (esplenectomía).

La preleucemia, también conocida como síndrome mielodisplásico (SMD), es un grupo de trastornos en los que la médula ósea produce células sanguíneas inmaduras o anormales. Estas células no funcionan correctamente y pueden acumularse en la sangre. Aunque preleucemia no es cancerosa en sí, puede evolucionar a leucemia en algunos casos.

Existen varios tipos de SMD, cada uno con diferentes características y riesgos de progresión a leucemia. Los factores de riesgo para desarrollar preleucemia incluyen la edad avanzada, exposición a ciertos químicos o radiación, y antecedentes de tratamiento con quimioterapia o radioterapia.

Los síntomas de la preleucemia pueden ser leves o inexistentes en las etapas iniciales, pero con el tiempo pueden incluir fatiga, falta de aliento, moretones y sangrados fáciles, infecciones recurrentes, piel pálida y aumento del tamaño del bazo. El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre y médula ósea. El tratamiento depende del tipo y gravedad de la enfermedad y puede incluir observación cuidadosa, terapia de soporte, quimioterapia o trasplante de células madre.

Los linfocitos son un tipo de glóbulos blancos o leucocitos, que desempeñan un papel crucial en el sistema inmunitario. Se encargan principalmente de la respuesta inmunitaria adaptativa, lo que significa que pueden adaptarse y formar memoria para reconocer y combatir mejor las sustancias extrañas o dañinas en el cuerpo.

Existen dos tipos principales de linfocitos:

1. Linfocitos T (o células T): se desarrollan en el timo y desempeñan funciones como la citotoxicidad, ayudando a matar células infectadas o cancerosas, y la regulación de la respuesta inmunológica.

2. Linfocitos B (o células B): se desarrollan en la médula ósea y producen anticuerpos para neutralizar o marcar patógenos invasores, facilitando su eliminación por otros componentes del sistema inmunitario.

Los linfocitos son parte importante de nuestra capacidad de combatir infecciones y enfermedades, y su número y función se mantienen bajo estricto control para evitar respuestas excesivas o inadecuadas que puedan causar daño al cuerpo.

Los subgrupos linfocitarios son categorías específicas de células inmunes llamadas linfocitos, que desempeñan un papel crucial en el sistema inmunitario adaptativo. Los linfocitos se dividen principalmente en dos tipos: linfocitos T y linfocitos B. Los linfocitos T se subdividen adicionalmente en varios subgrupos basados en su fenotipo y función, que incluyen:

1. Linfocitos T helper (Th): también llamados CD4+ T cells, desempeñan un papel importante en la activación y regulación de otras células inmunes. Se subdividen en varios subgrupos adicionales, como Th1, Th2, Th17 y Tfh, cada uno con funciones específicas.

2. Linfocitos T citotóxicos (Tc): también llamados CD8+ T cells, son responsables de destruir células infectadas o cancerosas directamente.

3. Linfocitos T supresores o reguladores: ayudan a moderar la respuesta inmunitaria y previenen la activación excesiva del sistema inmune.

4. Linfocitos T de memoria: después de una infección, algunos linfocitos T se convierten en células de memoria que pueden responder rápidamente a futuras exposiciones al mismo patógeno.

Los linfocitos B también tienen subgrupos basados en su función y fenotipo, como células B de memoria, células plasmáticas y células B reguladoras. La identificación y el análisis de estos subgrupos linfocitarios son importantes para comprender los mecanismos del sistema inmune y desarrollar terapias inmunológicas efectivas.

La hepatomegalia es un término médico que se refiere al agrandamiento del hígado más allá de sus límites normales. El hígado, que está situado en la parte superior derecha del abdomen, desempeña un papel crucial en la desintoxicación del organismo, la producción de proteínas y la almacenamiento de glucógeno y vitaminas.

La hepatomegalia puede ser causada por diversas afecciones, entre las que se incluyen infecciones (como la hepatitis), enfermedades del hígado (como la cirrosis o el cáncer de hígado), trastornos metabólicos (como la enfermedad de Gaucher o la de Niemann-Pick), enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer que se han diseminado al hígado.

El diagnóstico de hepatomegalia generalmente se realiza mediante un examen físico, en el que el médico palpa el abdomen del paciente en busca de un hígado agrandado. Se pueden utilizar pruebas adicionales, como ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, para confirmar el diagnóstico y determinar la causa subyacente del agrandamiento hepático. El tratamiento de la hepatomegalia dependerá de la afección subyacente que la cause.

La agranulocitosis es una afección grave en la que el recuento de glóbulos blancos llamados neutrófilos en la sangre disminuye drásticamente, dejando a la persona susceptible a infecciones potencialmente mortales. Los neutrófilos son un tipo de glóbulos blancos que desempeñan un papel crucial en el sistema inmunológico al ayudar a combatir las infecciones. Cuando los niveles de neutrófilos se vuelven anormalmente bajos (menores a 500 células por microlitro de sangre), la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones se ve significativamente comprometida.

La agranulocitosis puede ser causada por diversos factores, entre los que se incluyen:

1. Exposición a ciertos medicamentos: Algunos fármacos, como la cloranfenicol, la trimetoprim-sulfametoxazol, la cefalotina y la procainamida, pueden provocar agranulocitosis como efecto secundario.
2. Enfermedades autoinmunes: Algunas enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide, pueden causar una disminución en el recuento de neutrófilos.
3. Infecciones virales: Algunos virus, como el virus de Epstein-Barr y el citomegalovirus, pueden afectar la médula ósea y provocar agranulocitosis.
4. Trastornos genéticos: En raras ocasiones, los trastornos genéticos, como la anemia de Fanconi y el síndrome de Kostmann, pueden causar agranulocitosis.
5. Exposición a tóxicos: La exposición a ciertos tóxicos, como el benceno y los pesticidas, también puede desencadenar esta afección.

El diagnóstico de la agranulocitosis se realiza mediante un análisis de sangre que muestre un recuento bajo de neutrófilos (menor a 500 células por microlitro). El tratamiento inmediato consiste en administrar antibióticos para prevenir infecciones y, si es necesario, trasplantar médula ósea. La recuperación puede llevar varias semanas o meses, dependiendo de la causa subyacente.

Las enfermedades de la glándula parótida se refieren a un grupo diverso de condiciones que afectan a la glándula parótida, que es la glándula salival más grande del cuerpo, localizada justamente debajo y hacia adelante del oído. Estas enfermedades pueden ser infecciosas, inflamatorias, tumorales, o autoinmunes.

1. Infecciones: Las infecciones de la glándula parótida son comúnmente causadas por bacterias como Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes, o virus como el mumps. La inflamación resultante puede provocar dolor, hinchazón y dificultad para masticar o deglutir.

2. Inflamación no infecciosa: La inflamación no infecciosa puede ser causada por diversos factores, incluyendo litiasis salival (cálculos en la glándula), reacciones a ciertos medicamentos, o trastornos autoinmunes como el síndrome de Sjögren.

3. Tumores: Los tumores de la glándula parótida pueden ser benignos o malignos. Los tumores benignos son más comunes y suelen crecer lentamente, sin diseminarse a otras partes del cuerpo. Por otro lado, los tumores malignos pueden crecer rápidamente, invadir tejidos adyacentes y metastatizar (diseminarse) a otros órganos.

4. Trastornos autoinmunes: El síndrome de Sjögren es un trastorno autoinmune que puede afectar la glándula parótida, causando sequedad en los ojos y la boca. Otras enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico o la artritis reumatoide también pueden afectar la glándula parótida.

El tratamiento de estas enfermedades depende del tipo y gravedad del trastorno. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapias dirigidas o medicamentos para aliviar los síntomas. Es importante buscar atención médica especializada en caso de presentar problemas en la glándula parótida.

Las Enfermedades de los Bovinos se refieren a un amplio espectro de condiciones médicas que afectan a los miembros del género Bos, que incluye a los ganados domésticos como las vacas, toros, búfalos y bisontes. Estas enfermedades pueden ser infecciosas o no infecciosas y pueden ser causadas por una variedad de agentes patógenos, incluyendo bacterias, virus, hongos, parásitos y toxinas ambientales.

Algunas enfermedades comunes en los bovinos incluyen la neumonía, la diarrea, la fiebre Q, la tuberculosis, la brucelosis, la leptospirosis, el carbunco, el anthrax, la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o "enfermedad de las vacas locas", la enfermedad de Aujeszky, la paratuberculosis o "enfermedad de Johne", la mastitis, la listeriosis, la salmonelosis y la garrapata del ganado.

La prevención y el control de estas enfermedades se pueden lograr mediante la implementación de programas de manejo adecuados, como la vacunación, el control de los vectores, la mejora de las condiciones de vida del ganado, la detección y eliminación tempranas de los animales infectados, y la adopción de prácticas de bioseguridad estrictas.

La detección y el diagnóstico precoces de estas enfermedades son cruciales para garantizar un tratamiento oportuno y efectivo, reducir la morbilidad y mortalidad, y prevenir la propagación de la enfermedad a otros animales y humanos. Los médicos veterinarios desempeñan un papel importante en el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de estas enfermedades en los animales.

Los antígenos CD5 son un tipo de marcador proteico encontrado en la superficie de células T y algunas células B maduras. También se les conoce como antígenos Leu-1 y T cell receptor-associated protein (TAP). Los antígenos CD5 desempeñan un papel importante en la activación y proliferación de las células T, así como en la modulación de la respuesta inmunológica.

En las células B, los niveles altos de expresión de antígenos CD5 se asocian con una subpoblación de células B autoreactivas que pueden producir autoanticuerpos y desempeñar un papel en el desarrollo de enfermedades autoinmunes.

La detección de los antígenos CD5 se realiza mediante técnicas de inmunofenotipado, como la citometría de flujo o la inmunohistoquímica, y se utiliza en el diagnóstico y seguimiento de diversas patologías hematológicas, como leucemias y linfomas.

*Bordetella pertussis* es una bacteria gramnegativa que causa la enfermedad conocida como tos ferina o coqueluche. Esta enfermedad se caracteriza por una tos persistente y paroxística, vómitos después de toser y dificultad para respirar. La infección se propaga principalmente a través del contacto cercano y las gotitas de fluido oral al hablar, toser o estornudar.

La bacteria *Bordetella pertussis* produce varias toxinas que dañan las células del revestimiento de los bronquios y provocan una respuesta inflamatoria en el sistema respiratorio. Los síntomas iniciales de la enfermedad suelen ser similares a los de un resfriado común, pero después de una o dos semanas, la tos se vuelve más grave y puede durar varias semanas o incluso meses.

La tos ferina es una enfermedad muy contagiosa, especialmente entre niños menores de un año de edad que no han sido vacunados. La prevención se realiza mediante la vacunación y el aislamiento de las personas infectadas para evitar la propagación de la enfermedad. El tratamiento temprano con antibióticos puede ayudar a reducir la duración y la gravedad de los síntomas, así como prevenir la propagación de la enfermedad a otras personas.

Los linfocitos T, también conocidos como células T, son un tipo importante de glóbulos blancos que desempeñan un papel crucial en el sistema inmunológico adaptativo. Se originan y maduran en el timo antes de circular por todo el cuerpo a través de la sangre y los ganglios linfáticos.

Existen varios subconjuntos de linfocitos T, cada uno con diferentes funciones específicas:

1. Linfocitos T citotóxicos (CD8+): Estas células T pueden destruir directamente las células infectadas o cancerosas mediante la liberación de sustancias tóxicas.

2. Linfocitos T helper (CD4+): Ayudan a activar y regular otras células inmunes, como macrófagos, linfocitos B y otros linfocitos T. También desempeñan un papel importante en la respuesta inmune contra patógenos extracelulares.

3. Linfocitos T supresores o reguladores (Tregs): Estas células T ayudan a moderar y equilibrar la respuesta inmunológica, evitando así reacciones excesivas o daño autoinmune.

4. Linfocitos T de memoria: Después de que un organismo ha sido expuesto a un patógeno específico, algunos linfocitos T se convierten en células de memoria a largo plazo. Estas células pueden activarse rápidamente si el mismo patógeno vuelve a infectar al individuo, proporcionando inmunidad adaptativa.

En resumen, los linfocitos T son un componente esencial del sistema inmunológico adaptativo, responsables de la detección, destrucción y memoria de patógenos específicos, así como de la regulación de las respuestas inmunitarias.

La leucemia linfocítica granular grande, también conocida como leucemia linfoblástica aguda de células grandes con fenotipo T o LLCG, es un tipo raro y agresivo de cáncer de la sangre que se origina en los linfocitos T inmaduros en la médula ósea. Los linfocitos T son un tipo de glóbulos blancos que desempeñan un papel importante en el sistema inmunológico del cuerpo, ayudando a protegerlo contra las infecciones y las enfermedades.

En la LLCG, las células cancerosas se multiplican rápidamente y acaban por invadir la médula ósea, disminuyendo la producción de glóbulos rojos, plaquetas y otros glóbulos blancos sanos. Esto puede llevar a una serie de síntomas, como fatiga, fiebre, infecciones frecuentes, moretones y sangrados inexplicables.

El diagnóstico de la LLCG se realiza mediante análisis de sangre, aspiración de médula ósea y biopsia, así como pruebas de imagenología para evaluar la extensión de la enfermedad. El tratamiento suele incluir quimioterapia intensiva, radioterapia y, en algunos casos, un trasplante de células madre. A pesar del tratamiento agresivo, la LLCG puede ser difícil de curar y tiene una tasa de supervivencia relativamente baja en comparación con otros tipos de leucemia linfocítica aguda.

Las células clonales se refieren a un grupo de células que son genéticamente idénticas y derivan de una sola célula original, lo que se conoce como clona. Este proceso es fundamental en el desarrollo y la homeostasis de los tejidos y órganos en todos los organismos multicelulares.

En el contexto médico, el término "células clonales" a menudo se utiliza en relación con trastornos hematológicos y del sistema inmunológico, como la leucemia y el linfoma. En estas enfermedades, las células cancerosas o anormales experimentan una proliferación clonal descontrolada y no regulada, lo que lleva a la acumulación de un gran número de células clonales anormales en la sangre o los tejidos linfoides.

El análisis de las células clonales puede ser útil en el diagnóstico y el seguimiento del tratamiento de estas enfermedades, ya que permite identificar y caracterizar las células cancerosas o anormales y evaluar la eficacia de los diferentes tratamientos. Además, el estudio de las células clonales puede proporcionar información importante sobre los mecanismos moleculares que subyacen al desarrollo y la progresión de estas enfermedades, lo que puede ayudar a identificar nuevas dianas terapéuticas y a desarrollar tratamientos más eficaces.

La citometría de flujo es una técnica de laboratorio que permite analizar y clasificar células u otras partículas pequeñas en suspensión a medida que pasan a través de un haz de luz. Cada célula o partícula se caracteriza por su tamaño, forma y contenido de fluorescencia, lo que permite identificar y cuantificar diferentes poblaciones celulares y sus propiedades.

La citometría de flujo utiliza un haz de luz laser para iluminar las células en suspensión mientras pasan a través del detector. Los componentes celulares, como el ADN y las proteínas, pueden ser etiquetados con tintes fluorescentes específicos que emiten luz de diferentes longitudes de onda cuando se excitan por el haz de luz laser.

Esta técnica es ampliamente utilizada en la investigación y el diagnóstico clínico, especialmente en áreas como la hematología, la inmunología y la oncología. La citometría de flujo puede ser utilizada para identificar y contar diferentes tipos de células sanguíneas, detectar marcadores específicos de proteínas en células individuales, evaluar el ciclo celular y la apoptosis, y analizar la expresión génica y la activación de vías de señalización intracelular.

En resumen, la citometría de flujo es una técnica de análisis avanzada que permite caracterizar y clasificar células u otras partículas pequeñas en suspensión basándose en su tamaño, forma y contenido de fluorescencia. Es una herramienta poderosa en la investigación y el diagnóstico clínico, especialmente en áreas relacionadas con la hematología, la inmunología y la oncología.

Un examen de la médula ósea es un procedimiento médico en el que se extrae tejido de la médula ósea, generalmente desde el hueso de la cadera o del esternón, y se analiza en un laboratorio. Este tipo de examen se realiza con fines diagnósticos para identificar una variedad de trastornos y enfermedades, como cánceres (como leucemia o mieloma múltiple), anemias, infecciones, enfermedades genéticas y otras afecciones que pueden afectar la médula ósea y la producción de células sanguíneas.

El procedimiento implica la introducción de una aguja hueca en el hueso para extraer una pequeña cantidad de líquido y tejido medular. La muestra se examina luego bajo un microscopio para evaluar la estructura y composición celular, así como la presencia de células anormales o infecciosas. Además, las pruebas especiales, como el cultivo de tejidos o la citogenética, pueden realizarse en la muestra para obtener información adicional sobre posibles trastornos subyacentes.

Es importante mencionar que este procedimiento requiere anestesia local o general y puede causar cierto grado de incomodidad e incluso complicaciones, como sangrado, infección o daño a los tejidos circundantes. Sin embargo, los beneficios potenciales de un diagnóstico preciso y oportuno suelen superar los riesgos asociados con el procedimiento.

La alveolitis alérgica extrínseca, también conocida como neumonitis alérgica hipersensible (NAH), es una enfermedad pulmonar inflamatoria causada por la inhalación repetida de polvos orgánicos o químicos en el aire que desencadenan una respuesta alérgica en el sistema inmunológico.

La enfermedad se caracteriza por inflamación aguda o crónica de los alvéolos, los pequeños sacos en forma de bolsa en los pulmones donde tiene lugar el intercambio de gases. Los síntomas pueden incluir tos, dificultad para respirar, fiebre, fatiga y pérdida de peso.

La alveolitis alérgica extrínseca se diagnostica mediante anamnesis, exploración física, pruebas de función pulmonar y análisis de sangre para detectar anticuerpos específicos contra el agente desencadenante. La confirmación del diagnóstico puede requerir una prueba de provocación bronquial o una biopsia pulmonar.

El tratamiento de la alveolitis alérgica extrínseca implica evitar la exposición al agente desencadenante y el uso de medicamentos para controlar los síntomas, como corticosteroides orales o inhalados, broncodilatadores y antiinflamatorios no esteroideos. En algunos casos, se puede considerar la terapia con anticuerpos monoclonales u otras opciones de tratamiento avanzado.

La leucemia de células T aguda (ATL) es un tipo raro y agresivo de cáncer de sangre que se origina en los linfocitos T, un tipo de glóbulos blancos que desempeñan un papel importante en el sistema inmunológico. Esta forma de leucemia se caracteriza por un crecimiento y multiplicación descontrolados de células T malignas en la médula ósea, el torrente sanguíneo y otros órganos vitales.

La ATL generalmente ocurre en personas mayores de 60 años y es más común en individuos de ascendencia asiática, particularmente japonesa. La causa principal de la leucemia de células T aguda es una infección crónica por el virus de la inmunodeficiencia humana de tipo 1 (VIH-1) y la exposición al virus del herpes humano de tipo 8 (VHH-8) o al virus de sarcoma de Kaposi (KSHV).

Existen cuatro subtipos clínicos de ATL, clasificados según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS): leucemia aguda tipo linfoblástica, leucemia aguda con manifestaciones cutáneas, leucemia aguda con leucozuras y órganos extranodales involucrados, y una forma crónica/smoldering de la enfermedad.

Los síntomas más comunes de la ATL incluyen fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso, fatiga, infecciones recurrentes, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos, hepatoesplenomegalia (agrandamiento del hígado y el bazo), anemia, neutropenia (disminución de los glóbulos blancos) y trombocitopenia (disminución de las plaquetas). El tratamiento depende del subtipo clínico y la etapa de la enfermedad, e incluye quimioterapia, terapias dirigidas, radioterapia y trasplante de células madre hematopoyéticas. La supervivencia a largo plazo es baja, especialmente en los subtipos más agresivos de la enfermedad.

La aplasia pura de células rojas (APCR) es una enfermedad extremadamente rara del sistema hematopoyético, que se caracteriza por la producción insuficiente o ausente de glóbulos rojos en la médula ósea. A diferencia de la anemia aplásica, donde hay una disminución generalizada en la producción de todas las células sanguíneas, en la APCR el déficit es específico para los glóbulos rojos.

La causa exacta de la APCR es desconocida en la mayoría de los casos, aunque se han informado algunas asociaciones con infecciones virales, fármacos y trastornos autoinmunes. En aproximadamente la mitad de los pacientes, la enfermedad está asociada con anticuerpos contra las células progenitoras eritroides, lo que sugiere un mecanismo autoinmune.

Los síntomas de la APCR incluyen fatiga, debilidad, palidez y disnea (falta de aire) incluso con esfuerzo leve. El diagnóstico se realiza mediante una biopsia de médula ósea, que revela una marcada disminución o ausencia de precursores eritroides.

El tratamiento de la APCR puede ser desafiante y a menudo requiere la combinación de varias estrategias, incluyendo transfusiones de glóbulos rojos, terapia inmunosupresora y, en algunos casos, trasplante de células madre hematopoyéticas. El pronóstico es variable y depende de la edad del paciente, la gravedad de la enfermedad y la respuesta al tratamiento.

El reordenamiento génico de linfocitos B es un proceso normal que ocurre durante el desarrollo de los linfocitos B en el sistema inmunológico. Los linfocitos B son un tipo de glóbulos blancos que desempeñan un papel crucial en la respuesta inmune adaptativa del cuerpo.

Durante el desarrollo de los linfocitos B en la médula ósea, se produce una reordenación aleatoria de segmentos de genes que codifican para las regiones variables de los receptores de antígenos de linfocitos B (BCR). Este proceso implica la unión de tres diferentes tipos de segmentos de genes: V (variable), D (diversidad) y J (unión), que se encuentran en los cromosomas 14, 22 y 2, respectivamente.

La recombinación de estos segmentos génicos produce una gran diversidad de secuencias de aminoácidos en las regiones variables de los BCR, lo que permite a los linfocitos B reconocer y unirse a una amplia gama de antígenos extraños. Después de la activación y diferenciación de los linfocitos B, algunas células se convierten en células plasmáticas y producen anticuerpos (inmunoglobulinas) que contienen las regiones variables idénticas a las de los BCR originales.

Sin embargo, en ciertas situaciones patológicas, como la leucemia linfocítica crónica y el linfoma de Burkitt, se han observado anomalías en el proceso de reordenamiento génico de linfocitos B, lo que puede conducir a la producción de clones de células anormales y a la proliferación descontrolada de células cancerosas. Por lo tanto, el análisis del reordenamiento génico de linfocitos B se utiliza como una técnica diagnóstica y de seguimiento en la evaluación de ciertos tipos de leucemias y linfomas.

Las cadenas pesadas de inmunoglobulinas son proteínas que forman parte de la estructura de los anticuerpos, también conocidos como inmunoglobulinas. Existen diferentes tipos de cadenas pesadas, designadas como alfa (α), delta (δ), gamma (γ) y epsilon (ε), y cada tipo se asocia con un tipo específico de inmunoglobulina.

Las cadenas pesadas están compuestas por varios dominios, incluyendo un dominio variable (V) en el extremo N-terminal y uno o más dominios constantes (C) en el extremo C-terminal. El dominio variable es responsable de la especificidad de un anticuerpo para un antígeno particular, mientras que los dominios constantes determinan las funciones efectoras de la inmunoglobulina, como la activación del complemento o la unión a células presentadoras de antígenos.

Las mutaciones en los genes que codifican para las cadenas pesadas pueden dar lugar a la producción de inmunoglobulinas anormales, lo que puede desencadenar diversas patologías, como la gammapatía monoclonal de significado incierto (MGUS) o mieloma múltiple. Además, ciertos trastornos genéticos, como el síndrome de hiper IgM, pueden estar asociados con defectos en la expresión o función de las cadenas pesadas de inmunoglobulinas.

No existe una definición médica específica para "Enciclopedias como Asunto" ya que esta frase parece ser una expresión coloquial o un título en lugar de un término médico. Sin embargo, si nos referimos al término "enciclopedia" desde un punto de vista educativo o del conocimiento, podríamos decir que se trata de una obra de consulta que contiene información sistemática sobre diversas áreas del conocimiento, organizadas alfabética o temáticamente.

Si "Enciclopedias como Asunto" se refiere a un asunto médico en particular, podría interpretarse como el estudio o la investigación de diferentes aspectos relacionados con las enciclopedias médicas, como su historia, desarrollo, contenido, estructura, impacto en la práctica clínica y la educación médica, entre otros.

Sin un contexto más específico, es difícil proporcionar una definición médica precisa de "Enciclopedias como Asunto".

El recuento de células sanguíneas es un análisis de laboratorio que mide el número total de diferentes tipos de glóbulos en la sangre. Estos incluyen glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Un recuento bajo o alto de cualquiera de estos componentes puede ser un signo de varias condiciones médicas, desde infecciones hasta trastornos sanguíneos y cáncer.

1. Glóbulos Rojos (Eritrocitos): Son los encargados de transportar oxígeno a las células del cuerpo. Un bajo recuento se conoce como anemia, mientras que un alto recuento se denomina policitemia.

2. Glóbulos Blancos (Leucocitos): Ayudan a combatir infecciones y enfermedades. Un aumento en el número de glóbulos blancos puede indicar una infección, inflamación o incluso leucemia. Por otro lado, un bajo recuento puede sugerir problemas con la médula ósea o enfermedades que afectan la capacidad del cuerpo para producir glóbulos blancos.

3. Plaquetas (Trombocitos): Ayudan a controlar el sangrado al ayudar a formar coágulos sanguíneos. Un bajo recuento de plaquetas se denomina trombocitopenia, lo que aumenta el riesgo de hemorragias e incluso sangrados graves. Por otro lado, un alto recuento se llama trombocitemia, lo que puede conducir a coágulos sanguíneos no deseados.

El recuento de células sanguíneas es una prueba rutinaria y crucial en la medicina, ya que ayuda a diagnosticar diversas patologías y monitorizar el tratamiento de ciertas condiciones médicas.

En el campo médico, los "Estándares de Referencia" (también conocidos como "valores de referencia" o "rangos de referencia") se definen como los límites numéricos que separan los resultados de pruebas diagnósticas consideradas normales de aquellas que son anormales. Estos valores representan los resultados esperados en una población sana y se utilizan como punto de comparación para interpretar los resultados de las pruebas diagnósticas de un paciente.

Los estándares de referencia se establecen mediante estudios de poblaciones sanas y se basan en datos estadísticos, como la media y el rango de valores encontrados en este grupo. Se considera que los resultados de una prueba diagnóstica están dentro del estándar de referencia si caen dentro de los límites establecidos para una población sana. Si un resultado cae fuera de estos límites, se considera anormal y puede indicar la presencia de una enfermedad o condición médica.

Es importante tener en cuenta que los estándares de referencia pueden variar según factores como la edad, el sexo, la raza y el tamaño del cuerpo, por lo que es crucial utilizar valores de referencia adecuados para cada paciente individual. Además, los estándares de referencia no son estáticos y pueden actualizarse periódicamente a medida que se recopilan más datos y se comprende mejor la distribución de los resultados de las pruebas diagnósticas en poblaciones sanas.

En medicina, los Valores de Referencia, también conocidos como Rangos de Referencia o Rangos Normales, se definen como los límites numéricos que separan los resultados de pruebas diagnósticas consideradas normales de aquellas consideradas anormales. Estos valores representan los límites estadísticos en los que la mayoría de las personas sanas obtienen resultados en una prueba específica.

Estos rangos suelen establecerse mediante estudios epidemiológicos donde se miden los parámetros en question en una población sana y se determinan los límites en los que se encuentran el 95% de los individuos (valores del 2,5 al 97,5 percentil), aunque también pueden utilizarse otros métodos y criterios.

Es importante tener en cuenta que estos rangos pueden variar dependiendo de varios factores como la edad, el sexo, la raza o el estado fisiológico del paciente (por ejemplo, durante el embarazo), por lo que siempre deben interpretarse considerando estas variables.

La linfocitosis es el aumento de la cantidad o la proporción de linfocitos en la sangre. Los linfocitos son un tipo de glóbulo ... Se habla de linfocitosis en los adultos, cuando la cifra absoluta de linfocitos es superior a 4 mil/mm³ (4 000/mm³). Según ... Es la causa más frecuente de linfocitosis con un recuento de más de 5 mil/mm³. Es el tipo más frecuente de leucemia en el ... Una linfocitosis solo se puede llegar a diagnosticar con un análisis de sangre en laboratorio clínico, mediante un hemograma ...
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... tales como la linfocitosis intra-epitelial y cambios mínimos, especialmente en el adulto y niño mayor de 2 años. También hay ... linfocitosis) que se acompaña de un descenso de neutrófilos (neutropenia) de significado no aclarado. Igualmente observamos con ...
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La linfocitosis es el aumento de la cantidad o la proporción de linfocitos en la sangre. Los linfocitos son un tipo de glóbulo ... Se habla de linfocitosis en los adultos, cuando la cifra absoluta de linfocitos es superior a 4 mil/mm³ (4 000/mm³). Según ... Es la causa más frecuente de linfocitosis con un recuento de más de 5 mil/mm³. Es el tipo más frecuente de leucemia en el ... Una linfocitosis solo se puede llegar a diagnosticar con un análisis de sangre en laboratorio clínico, mediante un hemograma ...
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