Neoplasias retroperitoneales se refieren a tumores anormales y generalmente malignos que se desarrollan en el espacio retroperitoneal detrás del peritoneo, involucrando tejidos como glándulas suprarrenales, riñones, páncreas, ganglios linfáticos e vasos sanguíneos grandes.
Area que ocupa el lado más posterior de la CAVIDAD ABDOMINAL. Está limitado lateralmente por los bordes de los músculos cuadrados lumbares y se extiende desde el DIAFRAGMA hasta el borde de la verdadera PELVIS,donde se continúa como espacio pélvico extraperitoneal.
Afección lentamente progresiva de etiología desconocida, caracterizada por deposición de tejido fibroso en el espacio retroperitoneal que comprime los uréteres, grandes vasos, conducto biliar, y otras estructuras. Cuando se asocia con un aneurisma de la aorta abdominal, puede llamarse periaortitis crónica o fibrosis perianeurismal inflamatoria.
Tumor maligno que procede de células lipoblásticas primitivas o embrionarias. Puede estar formado por células grasas bien diferenciadas o bien no diferenciadas, mixoides, de células redondas o pleomórficas, generalmente asociado con una rica rede de capilares. Las recurrencias son comunes y formam metástasis desdiferenciadas en los pulmones o superficies serosas. (Dorland, 28a ed; Stedman, 25a ed)
Tumores o cánceres del TESTÍCULO. Tumores de células germinales (GERMINOMA) del testículo constituyen el 95 por ciento de las neoplasias testiculares.
Neoplasias compuestas por CÉLULAS GERMINALES de las GÓNADAS o por elementos de las capas germinales del EMBRIÓN DE MAMÍFERO. El concepto no se refiere a las neoplasias localizadas en las gónadas o presentes en el embrión o el FETO.
Tomografía que utiliza transmisión de rayos x y un algoritmo de computador para reconstruir la imagen.
Tumores o cáncer del PÁNCREAS. Según los tipos de CÉLULAS DE LOS ISLOTES PANCREÁTICOS presentes en los tumores, pueden secretarse varias hormonas: GLUCAGÓN de las CÉLULAS SECRETORAS DE GLUCAGÓN, INSULINA de las CÉLULAS SECRETORAS DE INSULINA y SOMATOSTATINA de las CÉLULAS SECRETORAS DE SOMATOSTATINA. La mayoria son malignos, excepto los tumores productores de insulina (INSULINOMA).
Extirpación quirúrgica de uno o más ganglios linfáticos. (Dorland, 28a ed, p1110)
Neoplasia benigna que surge usualmente a partir del tronco simpático en el mediastino. Las características histológicas incluyen proliferación de células en huso (recuerdan a un neurofibroma) y la presencia de grandes células ganglionares. El tumor puede estar presente clínicamente con el SÍNDROME DE HORNER o diarrea originada por la producción ectópica del péptido intestinal vasoactivo.
Neoplasia del tejido conectivo formada por la proliferación de células mesodérmicas; usualmente es altamente maligno.
Procedimiento en el que un laparoscopio (LAPAROSCOPIOS) es insertado mediante una pequeña incisión cerca del ombligo para examinar los órganos abdominales y pélvicos de la CAVIDAD PERITONEAL. Si está indicado, puede llevarse a cabo una biopsia o cirugia durante la laparoscopia.
Neoplasia que se origina en las CÉLULAS DE SCHWANN de los nervios craneales, periféricos y autonómicos. Clínicamente, estos tumores pueden presentarse como una neuropatía craneal, tumor abdominal o de partes blandas, lesiones intracraneales, o con compresión de la médula espinal. Histológicamente, estos tumores son encapsulados, altamente vasculares, y están compuestos por un patrón homogéneo de células bifásicas en forma de huso que pueden tener apariencia de palizada.
Tumor multilocular con epitelio secretor de mucina. Se encuentra más a menudo en el ovario, pero se puede encontrar también en el páncreas, la apéndice, y raramente, en el retroperitoneo y en la vejiga urinaria. Se considera que tiene un potencial de malignidad de grado bajo.
El bloqueo en cualquier parte del URÉTER que causa la obstrucción del flujo de orina desde el riñón hasta la VEJIGA URINÁRIA. La obstrucción puede ser congénita, adquirida, unilateral, bilateral, completa, parcial, aguda o crónica. Dependiendo del grado y la duración de la obstrucción, las características clínicas varían mucho, como HIDRONEFROSIS y nefropatía obstructiva.
Neoplasias abdominales se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células malignas o benignas en cualquier órgano dentro del abdomen.
Tumores o cánceres del RIÑÓN.
Crecimiento anormal y nuevo de tejido. Las neoplasias malignas muestran un mayor grado de anaplasia y tienen la propiedad de invasión y metástasis, comparados con las neoplasias benignas.
Incisión en el costado del abdomen entre las costillas y la pelvis.
Sarcoma que contiene grandes células fusiformes de músculo liso. Suele presentar-se en el útero o en la región retroperitoneal e en las extremidades. (Dorland, 28a ed)
Tumor maligno de tejido germinal de las GÓNADAS, MEDIASTINO o la región pineal. Son uniformes en apariencia, constituidos por células grandes y redondeadas, con núcleos vesiculares y citoplasma sutilmente coloreado de granulos eosinófilos (Adaptación del original: Stedman, 265th ed; from DeVita Jr et al., Cancer: Principles & Practice of Oncology, 3d ed, pp1642-3).
Colección de sange fuera de los VASOS SANGUÍNEOS. El hematoma puede estar localizado en un órgano, un espacio o un tejido.
Tumor quístico o semisólido maligno que ocurre con mayor frecuencia en el ovario. Raramente es sólido. Este tumor puede desarrollar un cistoadenoma mucinoso, o puede ser maligno al inicio. Los quistes están recubiertos por células epiteliales columnares altas; en otros, el epitelio está constituido por muchas capas de células que han perdido totalmente su estructura. En los tumores más indiferenciados, se pueden ver capas y nidos de células tumorales que recuerdan muy poco a la estructura de las células que los originaron.
Una verdadera neoplasia compuesta por una serie de diferentes tipos de tejido, ninguno de ellos nativo de la zona en la que se producen. Se compone de tejidos que se derivan de tres capas germinales, el endodermo, mesodermo y ectodermo. Se clasifican histológicamente como maduros (benignos) o inmaduros (malignos). (Traducción libre del original: Devita Jr et al., Cáncer: Principios y Práctica de Oncología, 3 a edición, p1642)
Neoplasias que contienen formaciones semejantes a quistes o que producen mucina o suero.
Evaluación que se hace para medir los resultados o consecuencias del manejo y procedimientos utilizados en la lucha contra la enfermedad con el fin de determinar la eficacia, efectividad, seguridad y viabilidad de estas intervenciones en casos individuales o en series.
Un absceso situado en la cavidad abnominal, i.e., la cavidad corporal localizada entre el diafragma por arriba y la pelvis por debajo.
Técnicas, procedimientos y terapias realizadas en órganos enfermos, de tal manera de evitar la extirpación completa del órgano y preservar el funcionamiento del órgano restante.
Dos o más crecimientos anormales de tejidos que ocurren simultáneamente y que se suponen tener origenes apartadas. Las neoplasias pueden ser histológicamente las mismas o diferentes y pueden encontrarse en el mismo sitio o en sitios diferentes.
Tronco venoso que recibe sangre desde las extremidades inferiores y desde los órganos pélvicos y abdominales.
Neoplasia maligna radiosensible de los tésticulos que se supone derivada de las células germinales primordiales de la gónada embrionaria sexualmente indiferenciada; se identifican dos variantes histológicas: clásica y espermatocítica. En la mujer se presenta una neoplasia idéntica desde los puntos de vista macroscópico e histológico, denominada disgerminoma. El término germinoma se usa actualmente para incluir las neoplasias masculinas y femeninas. (Dorland, 28a ed)
Obstrucción al paso de los contenidos de la luz del DUODENO. La obstrucción duodenal puede ser parcial o completa y estar causada por factores intrinsecos o extrinsecos. La obstrucción simple está asociada a la disminución o la detención del flujo del contenido luminal. La obstrucción oclusiva está asociada a la alteración del flujo sanguíneo en el duodeno junto a la obstrucción del flujo del contenido luminal.
Extirpación del riñón.
Estudios en los cuales los datos pertenecen a hechos del pasado.
Neoplasias localizadas en el sistema vascular, como ARTERIAS y VENAS. Se diferencian de las NEOPLASIAS DE TEJIDO VASCULAR, como el ANGIOFIBROMA o HEMANGIOMA.
Recurrencia local de una neoplasia luego del tratamiento. Surge de células microscópicas de la neoplasia original que han escapado a la intervención terapéutica y que luego se hacen visibles clínicamente en el sitio original.
Dilatación anómala, de forma sacular o globulosa, de la pared de la AORTA ABDOMINAL, que da lugar a las ramas viscerales, parietales y terminales (ilíacas) por debajo del hiato aórtico del diafragma.
Cualquiera de las dos grandes arterias que se originan en la aorta abdominal y abastecen de sangre a la pelvis, la pared abdominal y las piernas.
Tumores o cánceres de las GLÁNDULAS SUPRARRENALES.
Neoplasias de cualquier tipo u origen, que ocurren en el entramado del tejido conectivo extraesquelético del organismo incluidos los órganos de la locomoción y las diversas estructuras componentes, como son los nervios, vasos sanguíneos, linfáticos, etc.
Protusión de tejido, estructura o parte de un órgano a través de los huesos, tejido muscular o membrana que lo contiene normalmente. La hernia puede implicar a tejidos como la PARED ABDOMINAL o el DIAFRAGMA respiratorio. Las hernias pueden ser internas, externas, congénitas o adquiridas.
Tumores o cánceres de la región pélvica.
Tumores o cánceres de la PIEL.
Porción del cuerpo que se encuentra entre el TÓRAX y la PELVIS.
Distensión de la pelvis y los cálices renales por la orina, debida a una obstrucción del uréter. (Dorland, 28a ed)
Métodos que tratan de expresar en términos reproducibles la extensión de las neoplasias en pacientes.
Presencia de limfa lechosa (QUILO) en la CAVIDAD PERITONEAL, con o sin infección.
Masa quística que contiene linfa proveniente de canales linfáticos enfermos o luego de un trauma quirúrgico u otro trauma.
Acumulaciones de sangre en la CAVIDAD PERITONEAL debido a HEMORRAGIA interna.
Visualización radiográfica del cuerpo entre el tórax y la pelvis, es decir, dentro de la cavidad peritoneal.
Extirpación de la cabeza del páncreas y del asa que envuelve el duodeno a la cual está conectado.
Tumor benigno compuesto por adipocitos.
Muerte resultante de la presencia de una enfermedad en un individuo, tal y aparece en un reporte de un solo caso o un número limitado de pacientes. Debe diferenciarse de MUERTE, el cese fisiológico de la vida y de MORTALIDAD, un concepto epidemiológico o estadístico.
Neoplasia relativamente rara y generalmente benigna que se origina en el tejido quimiorreceptor del CUERPO CAROTÍDEO, GLOMO YUGULAR, GLOMO TIMPÁNICO, CUERPOS AÓRTICOS y en el tracto genital femenino. Consiste histológicamente de células hipercromáticas redondeadas u ovoides que tienden a agruparse en un patrón similar a alveólos, en una cantidad entre escasa y moderada de estroma fibrosa y pocos canales vasculares grandes de paredes delgadas. (Desde Stedman, 27th ed)
Estudios en los que individuos o poblaciones son seguidos para evaluar el resultado de exposiciones, procedimientos, o los efectos de una característica, por ejemplo, la aparición de una enfermedad.
Uno de un par de tubos de paredes gruesas que transporta la orina desde la PELVIS RENAL a la VEJIGA URINARIA.
Cirugía realizada en el tracto urinario o sus partes masculino o femenino. Para el caso de cirugías en los genitales masculinos, puede consultarse PROCEDIMIENTOS QUIRURGICOS UROLOGICOS MASCULINOS.
Crecimientos anormales de tejido que siguen a una neoplasia previa pero que no son una metástasis de ésta. La segunda neoplasia puede tener el mismo o diferente tipo histológico y puede ocurrir en los mismos o diferentes órganos que la neoplasia previa pero en todos los casos surgen a partir de un evento oncogénico independiente. El desarrollo de la segunda neoplasia puede o no relacionarse con el tratamiento para la neoplasia prévia ya que el riesgo genético o los factores predisponentes pueden ser en realidad la causa.
Localización histoquímica de sustancias inmunorreactivas mediante el uso de anticuerpos marcados como reactivos.
Neoplasia [de la cresta neural] generalmente derivada del tejido cromorreceptor de un paraganglio, como el cuerpo carotídeo o de la médula de la glándula suprarrenal (se la llama en general cromafinoma o feocromocitoma). Es más común en la mujer que en el hombre. (Stedman, 25a ed; Traducción libre del original: Segen, Dictionary of Modern Medicine, 1992)
Tumores o cánceres de HÍGADO.

Las neoplasias retroperitoneales se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de tejidos en el espacio retroperitoneal, que es la zona detrás del peritoneo, la membrana serosa que recubre la pared abdominal y reviste los órganos intraabdominales. Este crecimiento puede originarse en cualquiera de los tejidos presentes en esta región, incluyendo glándulas, vasos sanguíneos, nervios, músculos o tejido conectivo.

Las neoplasias retroperitoneales pueden ser benignas o malignas (cáncer). Las malignas suelen invadir estructuras adyacentes y pueden diseminarse a distancia (metástasis). Algunos tipos comunes de cáncer retroperitoneal incluyen el linfoma, el sarcoma y los carcinomas de origen renal, pancreático o gastrointestinal.

Los síntomas de estas neoplasias pueden variar ampliamente dependiendo del tamaño del tumor y de su localización. Pueden causar dolor abdominal o de espalda, sensación de plenitud después de comer pequeñas cantidades de alimentos, trastornos intestinales o urinarios, y en etapas más avanzadas, síntomas sistémicos como pérdida de peso y fatiga. El diagnóstico generalmente se realiza mediante estudios de imagenología, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, y se confirma a menudo con una biopsia guiada por imagen. El tratamiento depende del tipo y estadio de la neoplasia y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos.

El espacio retroperitoneal, en términos médicos, se refiere al área situada entre el peritoneo posterior (la membrana serosa que recubre la cara posterior del abdomen) y la pared abdominal posterior. Este espacio contiene varios órganos importantes como los riñones, glándulas suprarrenales, páncreas, duodeno parte superior y vasos sanguíneos grandes como la aorta y vena cava inferior.

Este espacio anatómico está subdividido en varios compartimentos más pequeños por septos fibrosos y músculos. La división principal es entre el espacio pararrenal, situado lateralmente y conteniendo los riñones y glándulas suprarrenales, y el espacio periaórtico-pericaval, ubicado medialmente y conteniendo la aorta y vena cava inferior junto con los vasos y nervios que se originan o se insertan en ellos.

Las patologías que afectan al espacio retroperitoneal pueden incluir infecciones, tumores benignos o malignos, hemorragias e inflamaciones. Debido a su proximidad a órganos vitales, cualquier problema de salud en esta zona puede ser grave y requerir atención médica inmediata.

La fibrosis retroperitoneal es una afección médica poco común en la que se produce una cantidad excesiva de tejido cicatricial (fibrosis) en el espacio retroperitoneal, que es el área detrás del peritoneo, la membrana serosa que recubre las paredes abdominales y cubre los órganos intraabdominales. Este tejido cicatricial puede comprimir los órganos adyacentes, como los riñones, el intestino delgado, la aorta y las venas ilíacas, lo que puede causar dolor, hinchazón e incluso insuficiencia orgánica.

La fibrosis retroperitoneal puede ser primaria o secundaria. La forma primaria es idiopática, lo que significa que no hay una causa clara identificada. Por otro lado, la fibrosis retroperitoneal secundaria se asocia con diversas condiciones subyacentes, como enfermedades autoinmunes, infecciones, neoplasias malignas o exposición a ciertos fármacos y toxinas.

Los síntomas de la fibrosis retroperitoneal pueden variar ampliamente, dependiendo de los órganos afectados y la gravedad de la enfermedad. Algunos pacientes pueden presentar dolor abdominal o lumbar crónico, hinchazón abdominal, náuseas, vómitos, estreñimiento, hematuria (sangre en la orina) e insuficiencia renal. En casos graves, puede haber compromiso de la aorta o las venas ilíacas, lo que podría conducir a isquemia intestinal o trombosis venosa profunda.

El diagnóstico de fibrosis retroperitoneal se realiza mediante una combinación de estudios de imagenología y pruebas de laboratorio. La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) son las modalidades de imagenología preferidas para evaluar la extensión y la gravedad de la enfermedad. Además, se pueden solicitar análisis de sangre para excluir otras causas de los síntomas y determinar si existe una etiología subyacente.

El tratamiento de la fibrosis retroperitoneal depende de la causa subyacente y la gravedad de la enfermedad. En casos leves, se pueden utilizar antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o corticosteroides para controlar los síntomas. Sin embargo, en casos más graves, puede ser necesario un tratamiento inmunosupresor o quirúrgico. La cirugía se reserva generalmente para aquellos pacientes con compromiso vascular grave o complicaciones como la obstrucción intestinal.

En resumen, la fibrosis retroperitoneal es una enfermedad rara que afecta los tejidos blandos del abdomen y puede causar diversos síntomas, desde dolor abdominal leve hasta complicaciones graves como la obstrucción intestinal. El diagnóstico se realiza mediante tomografía computarizada o resonancia magnética y el tratamiento depende de la causa subyacente y la gravedad de la enfermedad.

El liposarcoma es un tipo raro de cáncer que se origina en las células grasas (lipocitos) del tejido conectivo. Por lo general, se desarrolla en los tejidos blandos profundos del cuerpo, especialmente en el tejido conectivo alrededor de las nalgas, muslos, parte superior de los brazos y debajo del diafragma en el tórax.

Existen diferentes tipos de liposarcomas, clasificados según su aspecto bajo un microscopio:

1. Liposarcoma bien diferenciado: Este es el tipo más común y generalmente tiene un pronóstico favorable. Sin embargo, a veces puede ser agresivo y recurrente localmente.
2. Liposarcoma de mixoide: Este tipo se presenta con mayor frecuencia en adultos jóvenes y tiene una tasa de recurrencia relativamente alta, aunque el riesgo de metástasis es bajo.
3. Liposarcoma pleomórfico: Es un tipo agresivo con alto potencial de diseminación a distancia (metástasis).
4. Liposarcoma dedifferenciado: Este tipo es muy agresivo y tiene alto riesgo de metástasis.

El tratamiento del liposarcoma generalmente implica la extirpación quirúrgica del tumor, seguida a veces de radioterapia o quimioterapia para ayudar a prevenir la recurrencia o diseminación del cáncer. El pronóstico y el plan de tratamiento dependen del tipo, tamaño y localización del liposarcoma, así como de si se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

Las neoplasias testiculares se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en los testículos, lo que resulta en la formación de tumores. Pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores testiculares son relativamente raros, representando alrededor del 1% de todos los cánceres en hombres. Sin embargo, es el cáncer más común en hombres entre las edades de 15 y 35 años.

Hay dos tipos principales de tumores testiculares: germinales y no germinales. Los tumores germinales se originan a partir de células que producen espermatozoides y representan la gran mayoría de los casos de cáncer testicular. Dentro de esta categoría, existen dos subtipos principales: seminomas y no seminomas. Los tumores no germinales se originan en otras células de los testículos y son mucho menos comunes que los tumores germinales.

Los síntomas de las neoplasias testiculares pueden incluir un bulto o aumento de tamaño en uno o ambos testículos, dolor o molestia en el escroto, dolor abdominal, dolor de espalda y agrandamiento de los ganglios linfáticos en la ingle. El diagnóstico generalmente se realiza mediante una combinación de examen físico, ultrasonido testicular, análisis de sangre y, en algunos casos, biopsia.

El tratamiento depende del tipo y estadio del tumor testicular. La cirugía para extirpar el testículo afectado (orquiectomía) es el tratamiento principal para la mayoría de los tipos de cáncer testicular. Otras opciones de tratamiento pueden incluir quimioterapia y radioterapia, dependiendo del tipo y estadio del tumor. La tasa de supervivencia a largo plazo para la mayoría de los tipos de cáncer testicular es alta, especialmente si se detecta y trata tempranamente.

Las neoplasias de células germinales y embrionarias son tipos raros de cáncer que se originan a partir de las células germinales (células reproductivas) o células embrionarias. Estos tumores pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero generalmente se encuentran en los ovarios, testículos, mediastino, retroperitoneo y sacro.

Existen dos categorías principales de neoplasias de células germinales y embrionarias: tumores germinales y tumores no germinales (también conocidos como tumores embrionarios). Los tumores germinales se originan a partir de las células germinales y pueden ser benignos o malignos. Los tumores no germinales, por otro lado, se desarrollan a partir de células embrionarias y siempre son malignos.

Los tumores germinales más comunes incluyen el seminoma y el nonseminoma. El seminoma es un tumor que se desarrolla en los testículos y es más frecuente en hombres entre las edades de 25 y 45 años. Los tipos de tumores no germinales incluyen el teratoma, el coriocarcinoma y el tumor del saco vitelino.

El tratamiento de estas neoplasias depende del tipo y la etapa del cáncer, así como de la edad y la salud general del paciente. La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia son algunos de los tratamientos más comunes para estos tumores.

Es importante tener en cuenta que, aunque las neoplasias de células germinales y embrionarias son raras, pueden ser muy agresivas y requieren un tratamiento especializado. Si se sospecha la presencia de uno de estos tumores, es fundamental buscar atención médica especializada lo antes posible.

La tomografía computarizada por rayos X, también conocida como TC o CAT (por sus siglas en inglés: Computerized Axial Tomography), es una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza radiación para obtener detalladas vistas tridimensionales de las estructuras internas del cuerpo. Durante el procedimiento, el paciente se coloca sobre una mesa que se desliza dentro de un anillo hueco (túnel) donde se encuentran los emisores y receptores de rayos X. El equipo gira alrededor del paciente, tomando varias radiografías en diferentes ángulos.

Las imágenes obtenidas son procesadas por un ordenador, el cual las combina para crear "rebanadas" transversales del cuerpo, mostrando secciones del tejido blando, huesos y vasos sanguíneos en diferentes grados de claridad. Estas imágenes pueden ser visualizadas como rebanadas individuales o combinadas para formar una representación tridimensional completa del área escaneada.

La TC es particularmente útil para detectar tumores, sangrado interno, fracturas y otras lesiones; así como también para guiar procedimientos quirúrgicos o biopsias. Sin embargo, su uso está limitado en pacientes embarazadas debido al potencial riesgo de daño fetal asociado con la exposición a la radiación.

Las neoplasias pancreáticas se refieren a crecimientos anormales y no controlados de células en el páncreas, que pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores benignos no suelen ser mortales, pero si siguen creciendo, pueden causar problemas debido a la presión física que ejercen sobre los órganos cercanos.

Por otro lado, las neoplasias malignas, también conocidas como cáncer de páncreas, son muy graves y potencialmente letales. El cáncer de páncreas se divide en dos tipos principales: adenocarcinoma exocrino y tumores neuroendocrinos pancreáticos (TNE). El adenocarcinoma exocrino es el tipo más común y representa alrededor del 90% de todos los cánceres de páncreas. Se origina en las glándulas que producen los jugos digestivos. Los TNE, por otro lado, se desarrollan en las células productoras de hormonas del páncreas y suelen crecer más lentamente que el adenocarcinoma exocrino.

El cáncer de páncreas es una enfermedad muy agresiva y difícil de detectar en sus etapas iniciales, lo que hace que el pronóstico sea generalmente malo. Los factores de riesgo incluyen tabaquismo, obesidad, diabetes, edad avanzada y antecedentes familiares de cáncer de páncreas.

La escisión del ganglio linfático, también conocida como linfadenectomía, es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa todo o parte de un ganglio linfático. Los ganglios linfáticos son glándulas pequeñas que forman parte del sistema inmunológico y ayudan a combatir las infecciones.

Este procedimiento se realiza con mayor frecuencia para determinar si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos (biopsia de ganglio linfático) o para ayudar a controlar el crecimiento y la propagación del cáncer (escisión completa del ganglio linfático).

La escisión del ganglio linfático puede realizarse de diversas maneras, dependiendo de la ubicación y el tamaño del ganglio linfático a extirpar. En algunos casos, se puede realizar una biopsia por incisión, en la que se hace una pequeña incisión y se extrae parte del ganglio linfático para su examen.

En otros casos, se puede realizar una escisión completa del ganglio linfático, en la que se hace una incisión más grande y se extirpa todo el ganglio linfático o los ganglios linfáticos afectados. Después de la cirugía, es posible que sea necesario realizar un drenaje para ayudar a prevenir la acumulación de líquido en el sitio quirúrgico.

Como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos asociados con la escisión del ganglio linfático, como sangrado, infección, dolor y daño a los nervios cercanos. Además, la extirpación de ganglios linfáticos puede aumentar el riesgo de desarrollar linfedema, una afección en la que el líquido se acumula en los tejidos blandos, lo que causa hinchazón y dolor.

El ganglioneuroma es un tipo raro de tumor que se origina en el sistema nervioso simpático. Se compone de células nerviosas maduras (gangliones) y tejido conectivo (neurilema). Por lo general, se encuentran en la cavidad abdominal, retroperitoneal o en la región del cuello y la cabeza.

Estos tumores suelen crecer lentamente y son benignos en la mayoría de los casos, aunque en algunas ocasiones pueden volverse malignos (ganglioneuroblastoma maligno). Los ganglioneuromas no suelen causar síntomas, pero si crecen lo suficiente, pueden comprimir los órganos cercanos y provocar dolor abdominal, hinchazón o trastornos intestinales.

El diagnóstico de ganglioneuroma se realiza mediante una combinación de estudios de imagenología, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética nuclear (RMN), y la biopsia del tumor. El tratamiento suele consistir en la extirpación quirúrgica del tumor, seguida de un seguimiento clínico para detectar cualquier recurrencia.

Es importante destacar que el ganglioneuroma es diferente al neuroblastoma, que es otro tipo de tumor del sistema nervioso simpático que se presenta con mayor frecuencia en los niños y que puede ser más agresivo y potencialmente mortal.

Un sarcoma es un tipo raro de cáncer que se desarrolla en los tejidos conectivos del cuerpo, como el hueso, el cartílago, el músculo, la grasa, los vasos sanguíneos y los ligamentos. Se originan a partir de las células llamadas células mesenquimales que forman el tejido conectivo.

Hay más de 70 subtipos de sarcomas, cada uno con diferentes características y comportamientos clínicos. Los sarcomas pueden ser clasificados como de bajo grado o alto grado, dependiendo del aspecto de las células cancerosas vistas al microscopio. Los sarcomas de bajo grado crecen más lentamente y tienen menos probabilidades de diseminarse (metastatizar), mientras que los sarcomas de alto grado crecen más rápidamente y tienen mayor probabilidad de metastatizar.

El tratamiento de un sarcoma depende del tipo y grado del cáncer, así como de su ubicación y etapa. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos. Aunque los sarcomas son raros, es importante un diagnóstico y tratamiento precoces ya que el pronóstico empeora si el cáncer se ha diseminado.

La laparoscopia es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que utiliza una técnica de visualización directa para inspeccionar y operar en el abdomen o la pelvis. Es realizada por cirujanos especialistas en diferentes campos, como cirugía general, ginecología, urología y otras especialidades.

En una laparoscopia, se hace una pequeña incisión (generalmente de aproximadamente 1 cm) cerca del ombligo, a través de la cual se inserta un tubo delgado y flexible con una cámara diminuta en su extremo, llamada laparoscopio. El laparoscopio transmite imágenes a un monitor, lo que permite al cirujano ver los órganos y tejidos internos en detalle.

Se pueden realizar otras incisiones adicionales (generalmente de 5-10 mm) para insertar instrumentos quirúrgicos especializados que ayuden al cirujano a realizar diversos procedimientos, como biopsias, resecciones de tejidos, ligaduras y desvíos vasculares, o incluso extirpaciones completas de órganos.

La laparoscopia ofrece varias ventajas en comparación con la cirugía abierta tradicional, como una menor pérdida de sangre, menos dolor postoperatorio, reducción del riesgo de infección, cicatrices más pequeñas y una recuperación más rápida. Sin embargo, también tiene limitaciones y desafíos técnicos que requieren entrenamiento especializado y experiencia en su práctica clínica.

El neurilemoma, también conocido como schwannoma o neurofibroma del nervio vestibular, es un tipo de tumor benigno que se origina en la vaina de mielina de los nervios periféricos. Está compuesto por células de Schwann, que producen la mielina que recubre y protege los axones de los nervios.

Este tipo de tumor puede crecer a lo largo del nervio, pero rara vez invade el tejido circundante. Los neurilemomas suelen ser pequeños y asintomáticos, aunque en algunos casos pueden crecer lo suficiente como para comprimir los nervios adyacentes y causar dolor, entumecimiento o debilidad muscular.

Los neurilemomas pueden aparecer a cualquier edad, pero son más comunes en adultos de mediana edad. A menudo se encuentran en el cuello, la cabeza, las extremidades y la columna vertebral. En casos raros, los neurilemomas pueden desarrollarse en el sistema nervioso central o en los órganos internos.

El tratamiento de un neurilemoma depende del tamaño y la ubicación del tumor. En muchos casos, se puede observar el tumor con seguimiento periódico mediante resonancia magnética o tomografía computarizada. Si el tumor causa síntomas o crece con el tiempo, se puede considerar la extirpación quirúrgica. La radioterapia y la quimioterapia no suelen ser efectivas en el tratamiento de los neurilemomas.

Un cistoadenoma mucinoso es un tipo específico de tumor que se forma en los órganos con revestimiento de mucosa, como el ovario, la glándula salival o el pulmón. Este tumor está compuesto por células que producen y secretan una sustancia viscosa y gelatinosa llamada mucina.

El cistoadenoma mucinoso se caracteriza por tener una estructura quística, con uno o varios sacos llenos de líquido mucinoso. La pared del quiste está formada por células epiteliales que producen y secretan mucina.

La mayoría de los cistoadenomas mucinosos son benignos, pero en algunos casos pueden ser cancerosos o tener el potencial de volverse cancerosos con el tiempo. Los síntomas más comunes asociados con este tipo de tumor incluyen dolor abdominal, hinchazón y alteraciones menstruales en las mujeres.

El tratamiento del cistoadenoma mucinoso depende del tamaño y localización del tumor, así como de si es benigno o canceroso. En la mayoría de los casos, el tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica del tumor.

La obstrucción ureteral es un término médico que se refiere a la interrupción del flujo normal de la orina desde el riñón hasta la vejiga, debido a una oclusión (obstrucción) en el uréter. El uréter es el tubo delgado y flexible que conecta cada riñón con la vejiga, permitiendo que la orina fluya desde los riñones hacia la vejiga para su almacenamiento y posterior eliminación del cuerpo.

La obstrucción ureteral puede ser causada por diversos factores, como cálculos renales (piedras en el riñón), tumores, cicatrización o estenosis (estrechamiento) del uréter, inflamación o espasmos musculares. Los síntomas más comunes de esta afección incluyen dolor intenso en la espalda baja o en el costado, náuseas, vómitos, micción frecuente y dolorosa, fiebre y escalofríos, especialmente si hay una infección asociada.

La obstrucción ureteral puede ser diagnosticada mediante diversos exámenes de imagen, como ecografías, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM). El tratamiento dependerá de la causa subyacente y puede incluir procedimientos mínimamente invasivos, como la litotripsia extracorpórea por ondas de choque para tratar cálculos renales, o intervenciones quirúrgicas más complejas en casos de tumores u otras causas graves. En algunos casos, se puede requerir la colocación de un stent ureteral (un tubo flexible) para mantener el flujo de orina mientras se trata la causa subyacente de la obstrucción.

Las neoplasias abdominales se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en la cavidad abdominal. Pueden ser benignas o malignas (cáncer). Las localizaciones más comunes incluyen el estómago, intestinos delgado y grueso, hígado, páncreas, bazo y retroperitoneo (espacio detrás de la cavidad abdominal que contiene glándulas suprarrenales, riñones e vasos sanguíneos grandes).

Los síntomas varían dependiendo del tipo y localización de la neoplasia. Algunos signos comunes pueden incluir dolor abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de apetito, pérdida de peso involuntaria, cambios en los hábitos intestinales o urinarios, entre otros. El diagnóstico generalmente se realiza mediante estudios de imagenología como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, seguidos de posibles biopsias o cirugías exploratorias para confirmar el tipo y grado de la neoplasia. El tratamiento dependerá del tipo, localización y etapa de la enfermedad, e incluye opciones como cirugía, quimioterapia, radioterapia o terapias dirigidas.

Las neoplasias renales, también conocidas como tumores o cánceres renales, se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en los riñones. Estos crecimientos pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Las neoplasias renales más comunes son el carcinoma de células claras, el carcinoma papilar y el carcinoma de células renales de células escamosas. Los síntomas pueden incluir sangre en la orina, dolor de espalda o costado, pérdida de peso y fiebre. El tratamiento depende del tipo y estadio de la neoplasia y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapias dirigidas.

Neoplasia es un término médico que se refiere al crecimiento anormal y excesivo de tejido en el cuerpo, lo que resulta en la formación de una masa o tumor. Este crecimiento celular descontrolado puede ser benigno (no canceroso) o maligno (canceroso).

Las neoplasias benignas suelen crecer lentamente y raramente se diseminan a otras partes del cuerpo. Por lo general, pueden ser extirpadas quirúrgicamente y rara vez representan un peligro para la vida. Ejemplos de neoplasias benignas incluyen lipomas (tumores grasos), fibromas uterinos y pólipos intestinales.

Por otro lado, las neoplasias malignas tienen el potencial de invadir tejidos adyacentes y propagarse a otras partes del cuerpo a través del sistema linfático o circulatorio, un proceso conocido como metástasis. Estos tipos de neoplasias pueden ser altamente agresivos y dañinos, pudiendo causar graves complicaciones de salud e incluso la muerte. Ejemplos de neoplasias malignas incluyen carcinomas (cánceres que se originan en los tejidos epiteliales), sarcomas (cánceres que se originan en el tejido conectivo) y leucemias (cánceres de la sangre).

El diagnóstico y tratamiento tempranos de las neoplasias son cruciales para garantizar los mejores resultados posibles en términos de salud y supervivencia del paciente.

La laparotomía es un procedimiento quirúrgico en el que se realiza una incisión abierta en la pared abdominal para acceder a los órganos abdominales. La incisión puede variar en longitud y ubicación, dependiendo de la naturaleza y el propósito de la cirugía.

Este procedimiento se utiliza con frecuencia para diagnosticar y tratar una variedad de condiciones médicas, como apendicitis aguda, obstrucción intestinal, tumores abdominales, heridas penetrantes en el abdomen o hemorragias internas. Durante la cirugía, el cirujano puede reparar tejidos dañados, extirpar órganos afectados o realizar procedimientos de reconstrucción.

Después de la cirugía, la incisión se cierra con puntos de sutura o grapas quirúrgicas y se cubre con un apósito protector. El paciente recibirá cuidados postoperatorios apropiados para ayudar a promover la curación y minimizar el riesgo de complicaciones, como infección o dehiscencia (apertura involuntaria) de la herida quirúrgica.

El leiomiosarcoma es un tipo raro de cáncer que se origina en los músculos lisos, que son los músculos involuntarios que ayudan en la movilidad de los órganos y tejidos del cuerpo. Este tipo de cáncer puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo donde haya músculo liso, pero se encuentran con mayor frecuencia en el tracto gastrointestinal, las extremidades y la retroperitoneo (el área detrás del revestimiento del abdomen).

Los leiomiosarcomas suelen crecer como tumores grandes, de crecimiento lento, pero pueden volverse más agresivos y crecer rápidamente con el tiempo. Los síntomas varían dependiendo de la ubicación del tumor, pero pueden incluir dolor, hinchazón o debilidad en la zona afectada. El tratamiento puede incluir cirugía para extirpar el tumor, radioterapia y quimioterapia. La probabilidad de recuperación (pronóstico) depende del tamaño y la ubicación del tumor, así como de si se ha diseminado (metástasis) a otras partes del cuerpo.

El germinoma es un tipo específico de cáncer que se desarrolla en los tejidos del sistema nervioso central, particularmente en el área alrededor del tercio medio del cerebro y la base de la cavidad craneal. También puede ocurrir en los testículos y los ovarios.

Este tipo de cáncer se origina en las células germinales, que son células que normalmente se convierten en espermatozoides en los hombres y óvulos en las mujeres. Sin embargo, cuando estas células se desarrollan anormalmente y comienzan a multiplicarse de manera descontrolada, pueden formar un tumor maligno conocido como germinoma.

Los síntomas del germinoma pueden variar dependiendo de su ubicación y tamaño, pero algunos de los más comunes incluyen dolores de cabeza, náuseas, vómitos, problemas de visión, debilidad en los músculos y convulsiones. El tratamiento generalmente implica la combinación de cirugía para extirpar el tumor, radioterapia para destruir las células cancerosas restantes y quimioterapia para ayudar a prevenir la recurrencia del cáncer.

Es importante destacar que, aunque el germinoma es un tipo de cáncer grave, tiene una tasa de supervivencia relativamente alta en comparación con otros tipos de cáncer, especialmente cuando se detecta y trata a tiempo.

Un hematoma es un colección localizada de sangre fuera de los vasos sanguíneos, que ocurre como resultado de una lesión o trauma en los tejidos blandos. Esto puede causar inflamación, sensibilidad y moretones en la zona afectada. Los hematomas pueden variar en tamaño y gravedad, dependiendo de la cantidad de sangre que se haya filtrado y del área del cuerpo donde haya ocurrido la hemorragia. En casos más graves, los hematomas pueden comprimir estructuras adyacentes, como nervios y vasos sanguíneos, lo que podría causar dolor, pérdida de función o incluso necrosis tisular. El tratamiento de un hematoma dependerá de su localización, tamaño y severidad, e incluye medidas de control del dolor, compresión, elevación y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas.

El cistadenocarcinoma mucinoso es un tipo raro y agresivo de cáncer que se forma en las glándulas del cuerpo. Se caracteriza por la producción y acumulación de una sustancia llamada mucina, que está presente en el líquido sinovial y el moco. Esta afección generalmente afecta las glándulas endocrinas, como el páncreas y los ovarios, pero también se puede desarrollar en otras partes del cuerpo.

El crecimiento tumoral suele ser lento, pero tiene una alta tendencia a diseminarse o metastatizar a otros órganos, lo que dificulta su tratamiento y empeora el pronóstico. Los síntomas varían según la ubicación del tumor y pueden incluir dolor abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de apetito y peso, y cambios en los hábitos intestinales o urinarios.

El diagnóstico se realiza mediante una combinación de pruebas de imagenología, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, y análisis de tejidos obtenidos a través de biopsias. El tratamiento puede incluir cirugía para extirpar el tumor, quimioterapia y radioterapia para destruir las células cancerosas restantes. Sin embargo, debido a su naturaleza agresiva y propensión a la metástasis, el pronóstico para este tipo de cáncer es generalmente malo.

Un teratoma es un tipo raro de tumor que contiene tejido maduro y bien diferenciado que se deriva de más de un tipo de tejido germinal. Por lo general, se encuentran en los ovarios y los testículos, pero también pueden ocurrir en otras partes del cuerpo. Los teratomas pueden contener una variedad de tejidos, como piel, dientes, pelo, grasa, hueso y músculo. A menudo se describen como "tumores quiméricos" porque contienen diferentes tipos de tejido. Pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los teratomas malignos se denominan tumores germinales y pueden diseminarse a otras partes del cuerpo. El tratamiento generalmente implica la extirpación quirúrgica del tumor.

Neoplasias quísticas, mucinosas y serosas son términos utilizados en patología para describir diferentes tipos de crecimientos anormales o tumores. A continuación, se presenta una definición médica breve de cada uno:

1. Neoplasias quísticas: Son tumores que contienen uno o más espacios huecos llenos de líquido u otro material. Estos espacios pueden ser grandes en relación con el tamaño total del tumor. Las neoplasias quísticas pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

2. Neoplasias mucinosas: Son tumores que producen y acumulan una sustancia llamada mucina, la cual es un componente normal del moco. Estos tumores pueden crecer dentro de los órganos o por fuera de ellos, comprimiendo los tejidos circundantes. Las neoplasias mucinosas también pueden ser benignas o malignas.

3. Neoplasias serosas: Son tumores que secretan un líquido claro y acuoso similar al líquido sinovial o pleural. Estos tumores suelen desarrollarse en la membrana serosa que recubre los órganos huecos, como el estómago, los intestinos delgado y grueso, y los pulmones. Las neoplasias serosas pueden ser benignas o malignas, aunque las formas malignas son más comunes.

En resumen, las neoplasias quísticas, mucinosas y serosas son diferentes tipos de tumores que se caracterizan por la presencia de espacios llenos de líquido, acumulación de mucina o secreción de un líquido claro, respectivamente. Pueden ser benignas o malignas y requieren evaluación médica para determinar su naturaleza exacta y el plan de tratamiento más adecuado.

El término 'Resultado del Tratamiento' se refiere al desenlace o consecuencia que experimenta un paciente luego de recibir algún tipo de intervención médica, cirugía o terapia. Puede ser medido en términos de mejoras clínicas, reducción de síntomas, ausencia de efectos adversos, necesidad de nuevas intervenciones o fallecimiento. Es un concepto fundamental en la evaluación de la eficacia y calidad de los cuidados de salud provistos a los pacientes. La medición de los resultados del tratamiento puede involucrar diversos parámetros como la supervivencia, la calidad de vida relacionada con la salud, la función física o mental, y la satisfacción del paciente. Estos resultados pueden ser evaluados a corto, mediano o largo plazo.

Un absceso abdominal es una acumulación de pus que se forma en el abdomen como resultado de una infección. Se produce cuando los tejidos se infectan y mueren, lo que atrae a las células blancas de la sangre (glóbulos blancos) para combatir la infección. Con el tiempo, estas células muertas y los fluidos corporales forman una masa enferma llena de pus.

Los abscesos abdominales pueden ocurrir en cualquier parte del abdomen y pueden variar en tamaño desde pequeños a grandes. Pueden ser superficiales, cerca de la pared abdominal, o profundos, dentro de los órganos abdominales o en el espacio entre ellos.

Los síntomas más comunes de un absceso abdominal incluyen dolor abdominal intenso y repentino, fiebre alta, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. El tratamiento generalmente implica cirugía para drenar el absceso y antibióticos para tratar la infección subyacente. Si no se trata, un absceso abdominal puede ser una afección grave y potencialmente mortal.

Los "Tratamientos Conservadores del Órgano" (TCO) son estrategias terapéuticas que buscan mantener la función y la integridad del órgano afectado, evitando o retrasando así la necesidad de procedimientos más invasivos o intervenciones quirúrgicas. Estos tratamientos suelen ser recomendados cuando el tejido dañado todavía conserva parte de su funcionalidad y se considera reversible.

El objetivo principal de los TCO es estabilizar la enfermedad o afección, aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida del paciente e incluso, en algunos casos, promover la curación o regeneración del tejido dañado. Esto se logra mediante una variedad de estrategias, que pueden incluir:

1. Medicamentos: Se utilizan fármacos específicos para tratar la enfermedad subyacente y controlar los síntomas asociados. Por ejemplo, en el caso de una insuficiencia cardiaca congestiva, se pueden recetar diuréticos para reducir la acumulación de líquidos y vasodilatadores para mejorar el flujo sanguíneo.

2. Modificaciones del estilo de vida: Se recomiendan cambios en los hábitos y rutinas diarias del paciente, como una dieta adecuada, ejercicio regular, cesación tabáquica y control del peso, con el fin de reducir la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida.

3. Terapias de rehabilitación: Se emplean técnicas y procedimientos específicos para ayudar al paciente a mantener o mejorar su función física e intelectual, como la fisioterapia, terapia ocupacional o logopedia.

4. Procedimientos mínimamente invasivos: Se utilizan técnicas quirúrgicas menos agresivas, como la angioplastia coronaria o la colocación de stents, para tratar enfermedades cardiovasculares sin necesidad de realizar una cirugía abierta.

5. Monitorización y control: Se realizan seguimientos regulares del estado de salud del paciente, mediante pruebas diagnósticas y consultas médicas periódicas, con el fin de detectar cambios en la enfermedad y ajustar el tratamiento si es necesario.

Los tratamientos conservadores o de mantenimiento pueden ser una opción viable para aquellos pacientes que no son candidatos a cirugías más invasivas o que prefieren evitar los riesgos asociados con estas intervenciones quirúrgicas. Además, en algunos casos, el tratamiento conservador puede retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada caso es único y que la decisión sobre el tratamiento más adecuado debe ser tomada por un médico especialista, tras evaluar los factores individuales de cada paciente.

Neoplasias Primarias Múltiples (NPM) es un término médico que se refiere a la presencia simultánea o sucesiva de más de un cáncer primario en el organismo, es decir, dos o más tumores malignos independientes en diferentes localizaciones anatómicas, que no guardan relación entre sí y no son metástasis del mismo.

Las NPM pueden ser sincrónicas, cuando los tumores se diagnostican al mismo tiempo, o metacrónicas, cuando hay un intervalo de tiempo entre el diagnóstico de cada uno de ellos. Las NPM pueden deberse a diferentes factores de riesgo, como la predisposición genética, la exposición a radiaciones o determinados agentes químicos y ambientales, o hábitos tóxicos como el consumo de tabaco y alcohol.

El diagnóstico y tratamiento de las NPM requieren una evaluación multidisciplinar y un enfoque personalizado, ya que cada tumor puede presentar diferentes características biológicas y clínicas, y precisar de un tratamiento específico. Además, es importante establecer un seguimiento a largo plazo para detectar precozmente la aparición de nuevos tumores y mejorar el pronóstico y la supervivencia de los pacientes.

La Vena Cava Inferior es una vena grande en el sistema venoso del cuerpo humano. Más específicamente, es la vena más grande que drena la sangre desoxigenada del tronco inferior y los miembros inferiores hacia el corazón. La Vena Cava Inferior recibe sangre de las dos venas iliacas internas, las venas lumbares y la vena sacra, y se ubica en el mediastino posterior del tórax, donde desemboca en el atrio derecho del corazón. Tiene un diámetro promedio de 2 a 2,5 cm y una longitud de aproximadamente 20 cm. Es una estructura crítica en el sistema cardiovascular, ya que permite que la sangre regrese al corazón desde las extremidades inferiores para ser oxigenada nuevamente en los pulmones.

El seminoma es un tipo específico de cáncer testicular, que se origina en las células germinales del tejido testicular. Es un tumor maligno que crece lentamente y se caracteriza por su forma redondeada y uniforme. Se divide en dos subtipos: seminoma clásico y seminoma spermatocítico. El seminoma clásico es el tipo más común y afecta principalmente a hombres entre los 25 y 45 años. Por otro lado, el seminoma spermatocítico es menos frecuente y tiende a desarrollarse en hombres mayores de 60 años.

El diagnóstico del seminoma se realiza mediante una biopsia o cirugía para extirpar todo o parte del testículo afectado (orquiectomía). La detección temprana y el tratamiento oportuno suelen ofrecer excelentes tasas de supervivencia, ya que este tipo de cáncer responde bien a la radioterapia, quimioterapia y cirugía. Sin embargo, como cualquier cáncer, el seminoma también puede diseminarse (metástasis) a otras partes del cuerpo si no se detecta ni trata a tiempo.

La obstrucción duodenal es un problema gastrointestinal que ocurre cuando el flujo de contenido intestinal se bloquea en el duodeno, que es la primera parte del intestino delgado. Puede ser causada por varios factores, incluyendo anormalidades congénitas, cicatrización después de una cirugía abdominal previa, tumores, inflamación o enfermedades intestinales.

Los síntomas comunes incluyen náuseas y vómitos, especialmente si los vómitos contienen material fecal (malabsorción de líquidos y sales), falta de apetito, dolor abdominal, distensión abdominal y en ocasiones estreñimiento. El diagnóstico generalmente se realiza mediante una combinación de examen físico, historial médico, estudios de imagen como radiografías o tomografías computarizadas, y a veces endoscopia.

El tratamiento depende de la causa subyacente. En casos leves, puede ser suficiente con terapia de rehidratación y dieta líquida. Sin embargo, en casos más graves, como aquellos causados por una oclusión completa o por una enfermedad grave, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para corregir el problema. Es importante buscar atención médica si se sospecha una obstrucción duodenal, ya que puede llevar a complicaciones graves, como deshidratación severa, infección o perforación intestinal.

La nefrectomía es un procedimiento quirúrgico en el que uno o ambos riñones se extirpan. Esta cirugía puede ser realizada por varias razones, como la extracción de un riñón afectado por una enfermedad grave como un cáncer renal, daño severo debido a una lesión, infección grave o insuficiencia renal crónica. También se realiza para extraer el riñón donante en los casos de trasplantes renales. Existen diferentes tipos de nefrectomía, como la nefrectomía radical (en la que se extirpa todo el riñón junto con las glándulas suprarrenales, tejido adiposo y fascia circundante), nefrectomía simple (extirpación del solo riñón) y nefrectomía parcial (extirpación de parte del riñón). El tipo específico de nefrectomía dependerá de la condición médica del paciente.

Los estudios retrospectivos, también conocidos como estudios de cohortes retrospectivas o estudios de casos y controles, son un tipo de investigación médica o epidemiológica en la que se examina y analiza información previamente recopilada para investigar una hipótesis específica. En estos estudios, los investigadores revisan registros médicos, historiales clínicos, datos de laboratorio o cualquier otra fuente de información disponible para identificar y comparar grupos de pacientes que han experimentado un resultado de salud particular (cohorte de casos) con aquellos que no lo han hecho (cohorte de controles).

La diferencia entre los dos grupos se analiza en relación con diversas variables de exposición o factores de riesgo previamente identificados, con el objetivo de determinar si existe una asociación estadísticamente significativa entre esos factores y el resultado de salud en estudio. Los estudios retrospectivos pueden ser útiles para investigar eventos raros o poco frecuentes, evaluar la efectividad de intervenciones terapéuticas o preventivas y analizar tendencias temporales en la prevalencia y distribución de enfermedades.

Sin embargo, los estudios retrospectivos también presentan limitaciones inherentes, como la posibilidad de sesgos de selección, información y recuerdo, así como la dificultad para establecer causalidad debido a la naturaleza observacional de este tipo de investigación. Por lo tanto, los resultados de estudios retrospectivos suelen requerir validación adicional mediante estudios prospectivos adicionales antes de que se puedan extraer conclusiones firmes y definitivas sobre las relaciones causales entre los factores de riesgo y los resultados de salud en estudio.

Las neoplasias vasculares son crecimientos anormales y desregulados de tejido vascular. Pueden ser benignos o malignos (cáncer). Los tumores vasculares benignos más comunes son los angiomas, que se componen principalmente de vasos sanguíneos. Los hemangiomas son tumores vasculares benignos compuestos de células endoteliales que crecen rápidamente durante el primer año de vida y luego suelen involutionar (revertir a un estado normal) en la mayoría de los casos.

Los angiosarcomas son tumores vasculares malignos raros que se desarrollan a partir de las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos o linfáticos. Estos tumores pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en la piel, los senos, el hígado y los músculos esqueléticos. Su crecimiento es agresivo y tienden a metastatizar (diseminarse) rápidamente a otros órganos.

El tratamiento de las neoplasias vasculares depende del tipo, el tamaño, la localización y si son benignas o malignas. Pueden requerir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos tratamientos.

La recurrencia local de neoplasia se refiere al retorno del crecimiento canceroso (neoplasia) en el mismo lugar donde previamente se había tratado y eliminado un tumor maligno. Después del tratamiento, como la cirugía o la radioterapia, algunas células cancerosas pueden quedar atrás y sobrevivir, aunque en número muy pequeño. Con el tiempo, estas células restantes pueden multiplicarse nuevamente y formar un nuevo tumor en el mismo sitio donde se encontraba el original.

La recurrencia local de neoplasia es distinta a la metástasis, que es la diseminación del cáncer a otras partes del cuerpo más allá del sitio primario de la enfermedad. Sin embargo, ambas situaciones pueden ocurrir simultáneamente o secuencialmente en el curso de la enfermedad neoplásica. El riesgo y la probabilidad de recurrencia local dependen del tipo de cáncer, su extensión inicial, los factores pronósticos asociados y la eficacia del tratamiento inicial.

Un aneurisma de la aorta abdominal (AAA) es una dilatación o ensanchamiento localizado y anormal del vaso sanguíneo abdominal más grande, la aorta. Normalmente, el diámetro de la aorta abdominal es de alrededor de 2 cm en los hombres y 1,8 cm en las mujeres. Se considera que un aneurisma se ha desarrollado si el diámetro de la aorta aumenta más de 1,5 veces su tamaño normal. La mayoría de los AAA ocurren por debajo del nivel de las arterias renales y pueden variar en tamaño desde pequeños abultamientos a dilataciones enormes que pueden alcanzar varios centímetros de diámetro.

La causa más común de los aneurismas de la aorta abdominal es la degeneración de la pared aórtica, lo que lleva a la formación de una zona débil en el vaso sanguíneo. Esta debilidad puede ser el resultado del proceso natural de envejecimiento o puede estar asociada con factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares. En algunos casos, los aneurismas de la aorta abdominal pueden ser causados por infecciones bacterianas o por una enfermedad autoinmune llamada vasculitis.

La mayoría de los AAA no presentan síntomas y suelen ser descubiertos durante exámenes médicos rutinarios o estudios de imágenes realizados para otras condiciones médicas. Sin embargo, si un aneurisma se rompe o comienza a filtrar sangre, puede causar dolor abdominal intenso, mareos, sudoración y shock séptico, lo que requiere atención médica inmediiata.

El tratamiento de los aneurismas de la aorta abdominal depende del tamaño, la ubicación y el estado general de salud del paciente. Los aneurismas pequeños y asintomáticos pueden ser monitoreados mediante estudios de imágenes regulares, mientras que los aneurismas más grandes o sintomáticos pueden requerir cirugía para reparar o reemplazar la zona dañada del vaso sanguíneo. En algunos casos, se puede utilizar un procedimiento endovascular mínimamente invasivo llamado stenting para reforzar el aneurisma y prevenir su ruptura.

En resumen, los aneurismas de la aorta abdominal son una afección médica que puede causar daño grave al vaso sanguíneo y requerir tratamiento inmediato si se rompen o comienzan a filtrar sangre. Si bien muchos AAA no presentan síntomas, es importante someterse a exámenes médicos regulares para detectarlos temprano y prevenir complicaciones graves. El tratamiento de los aneurismas de la aorta abdominal depende del tamaño, la ubicación y el estado general de salud del paciente y puede incluir cirugía o procedimientos endovasculares mínimamente invasivos.

La arteria ilíaca es un término médico que se refiere a los vasos sanguíneos grandes que transportan sangre desde el corazón hacia las extremidades inferiores. Existen dos arterias ilíacas, la derecha y la izquierda, que se originan a partir de la aorta abdominal y se dividen en dos ramas cada una: la arteria ilíaca externa e interna.

La arteria ilíaca externa es la rama más grande y larga, y suministra sangre a los músculos de la pared abdominal y al miembro inferior, particularmente a la región de la cadera y la pierna. Por otro lado, la arteria ilíaca interna es más pequeña y se dirige hacia el interior del cuerpo, donde se divide en varias ramas que suministran sangre a los órganos pélvicos, incluyendo la vejiga, el útero o la próstata, y los músculos y tejidos de la pelvis.

La arteria ilíaca es una estructura anatómica importante que puede verse afectada por diversas enfermedades vasculares, como la arteriosclerosis, la disección o el aneurisma. El diagnóstico y tratamiento de estas condiciones pueden requerir procedimientos invasivos, como la angioplastia o la cirugía vascular, con el fin de restaurar el flujo sanguíneo normal y prevenir complicaciones graves, como el infarto agudo de miocardio o el accidente cerebrovascular.

Las neoplasias de las glándulas suprarrenales se refieren a un crecimiento anormal de tejido en las glándulas suprarrenales, que pueden ser benigno (no canceroso) o maligno (canceroso). Las glándulas suprarrenales son glándulas endocrinas pequeñas ubicadas encima de los riñones que producen varias hormonas importantes, como cortisol, aldosterona, y adrenalina.

Existen varios tipos de neoplasias de las glándulas suprarrenales, incluyendo:

1. Adenoma: es el tipo más común de tumor benigno de la glándula suprarrenal. Por lo general, no causa síntomas y se descubre accidentalmente durante exámenes de imagenología realizados por otras razones. Sin embargo, algunos adenomas pueden producir demasiadas hormonas, causando síndromes paraneoplásicos como el síndrome de Cushing o el síndrome de Conn.
2. Feocromocitoma: es un tumor que se origina en las células cromafines de la glándula suprarrenal y produce demasiadas cantidades de catecolaminas, como la adrenalina y la noradrenalina. Los síntomas pueden incluir hipertensión arterial, taquicardia, sudoración, dolores de cabeza y ansiedad. Aproximadamente el 10% de los feocromocitomas son malignos.
3. Carcinoma suprarrenal: es un tumor maligno que se origina en las glándulas suprarrenales. Puede producir hormonas suprarrenales y causar síntomas relacionados con los niveles elevados de hormonas. Los síntomas pueden incluir hipertensión arterial, debilidad, pérdida de peso y dolor abdominal.
4. Neuroblastoma: es un tumor maligno que se origina en los ganglios nerviosos simpáticos y puede producir catecolaminas. Se presenta principalmente en niños menores de 5 años y puede metastatizar a otros órganos.

El diagnóstico de los tumores suprarrenales se realiza mediante la combinación de estudios de imagenología, como la tomografía computarizada o la resonancia magnética, y pruebas bioquímicas para evaluar la producción hormonal. El tratamiento depende del tipo y grado de malignidad del tumor y puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia o terapias dirigidas.

Las neoplasias de los tejidos blandos se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en los tejidos blandos del cuerpo. Los tejidos blandos son aquellos que conectan, soportan o protegen otras estructuras corporales y no incluyen huesos, dientes ni cartílagos. Estos tejidos incluyen músculos, tendones, ligamentos, grasa, nervios y vasos sanguíneos.

Las neoplasias de los tejidos blandos pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas). Las tumoraciones benignas suelen crecer lentamente y raramente se diseminan a otras partes del cuerpo. Por otro lado, las neoplasias malignas, también conocidas como sarcomas de tejidos blandos, tienen el potencial de invadir los tejidos circundantes y propagarse (metástasis) a otros órganos y sistemas corporales.

Los sarcomas de tejidos blandos se clasifican según el tipo de célula afectada y el tejido blando en el que se originan. Algunos tipos comunes de sarcomas de tejidos blandos incluyen liposarcoma (que se origina en las células grasas), leiomiosarcoma (que se origina en el músculo liso), rabdomiosarcoma (que se origina en el músculo esquelético) y fibrosarcoma (que se origina en el tejido conectivo).

El tratamiento de las neoplasias de los tejidos blandos depende del tipo, tamaño, localización y grado de malignidad. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos enfoques. La detección y el tratamiento precoces son cruciales para mejorar el pronóstico y la supervivencia de los pacientes con sarcomas de tejidos blandos.

Una hernia, en términos médicos, se refiere a la protrusión o salida de un órgano o tejido a través de una abertura o debilidad en el músculo o tejido conectivo que normalmente lo mantiene contenido. Esto crea una protuberancia visible y palpable, especialmente cuando se realiza alguna actividad que aumenta la presión intraabdominal.

Las hernias pueden ocurrir en varias partes del cuerpo, pero las más comunes son las hernias inguinales (que sobresalen a través del canal inguinal en la ingle) y las hernias femorales (que sobresalen a través del canal femoral cerca de la parte superior del muslo interior). Otras localizaciones menos frecuentes incluyen el ombligo, la línea media abdominal y los sitios de cirugías previas.

Los síntomas asociados con las hernias pueden variar desde dolor e incomodidad en la zona afectada, especialmente durante el esfuerzo físico, hasta náuseas, vómitos o estreñimiento si el suministro de sangre al intestino se ve comprometido. En algunos casos, las hernias pueden ser reducibles, lo que significa que el contenido puede empujarse de vuelta a través del orificio con presión manual suave; sin embargo, si no se trata, estas hernias pueden convertirse en irreductibles o encarceladas, donde el contenido queda atrapado fuera y no puede ser devuelto a su posición original. En casos graves, la falta de flujo sanguíneo al tejido encarcelado puede llevar a una condición llamada estrangulación herniaria, lo que requiere atención médica inmediata ya que podría poner en peligro la vida del paciente.

El tratamiento para las hernias generalmente implica cirugía para reparar el tejido dañado y restaurar los órganos a su posición correcta. Existen dos tipos principales de procedimientos quirúrgicos: la laparoscopia y la cirugía abierta. La elección del método dependerá de varios factores, como la gravedad de la hernia, la salud general del paciente y las preferencias personales. Después de la cirugía, se recomienda evitar el levantamiento de objetos pesados y otras actividades extenuantes durante un período de tiempo para permitir que la zona cicatrice correctamente.

Las neoplasias pélvicas se refieren a un crecimiento anormal y descontrolado de células en la cavidad pélvica. La pelvis es el área del cuerpo que alberga órganos reproductivos, vejiga e intestinos. Las neoplasias pélvicas pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Las neoplasias benignas no suelen ser graves y a menudo se pueden quitar quirúrgicamente. Sin embargo, incluso si una neoplasia pélvica es benigna, puede causar problemas si crece lo suficiente como para presionar o dañar los órganos cercanos.

Las neoplasias malignas, por otro lado, pueden invadir y destruir los tejidos circundantes y propagarse a otras partes del cuerpo (metástasis). Los tipos más comunes de cáncer pélvico incluyen el cáncer de cuello uterino, el cáncer de ovario, el cáncer de útero y el cáncer de próstata.

El tratamiento para las neoplasias pélvicas depende del tipo y la etapa del crecimiento tumoral. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos. La detección temprana es clave para un mejor pronóstico y tratamiento eficaz.

Las neoplasias cutáneas, también conocidas como crecimientos anormales o tumores de la piel, se refieren a un amplio espectro de condiciones donde las células de la piel proliferan de manera descontrolada. Estas lesiones pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Las neoplasias cutáneas benignas incluyen diversos tipos de lunares, verrugas, fibromas y quistes. Por lo general, crecen lentamente, permanecen localizadas y rara vez representan un peligro para la vida si se diagnostican y tratan a tiempo.

Por otro lado, las neoplasias cutáneas malignas más comunes son el carcinoma basocelular, el carcinoma escamoso y el melanoma. Estos tipos de cáncer de piel pueden invadir los tejidos circundantes e incluso diseminarse a otras partes del cuerpo (metástasis), lo que puede poner en peligro la vida del paciente.

El diagnóstico y el tratamiento oportunos son cruciales para garantizar una buena evolución clínica de los pacientes con neoplasias cutáneas. La prevención, mediante la protección adecuada contra los rayos ultravioleta (UV) del sol y el reconocimiento precoz de las lesiones sospechosas, juegan un papel fundamental en la reducción de la incidencia y mortalidad asociadas con estas afecciones.

El abdomen es la región anatómica del cuerpo humano que se encuentra entre el tórax y la pelvis. Se extiende desde la parte inferior del tórax, justo por debajo de las costillas falsas o cartílagos costales, hasta la cresta ilíaca y el ligamento inguinal.

La anatomía del abdomen se divide en cuatro cuadrantes y nueve regiones para ayudar a localizar los órganos que se encuentran dentro de esta cavidad. Los cuadrantes son superior e inferior, y derecho e izquierdo; mientras que las regiones son hipocondrio derecho e izquierdo, epigastrio, flanco derecho e izquierdo, lumbar derecho e izquierdo, y región inguinal o ileopóvil.

El abdomen contiene varios órganos vitales, como el estómago, hígado, páncreas, bazo, intestino delgado, colon, recto, glándulas suprarrenales y riñones. También contiene vasos sanguíneos importantes, como la aorta abdominal y la vena cava inferior, y nervios importantes, como el plexo solar y los ramos anteriores de los nervios espinales lumbares.

La salud del abdomen es importante para la digestión, la absorción de nutrientes, la excreción de desechos y la protección de órganos vitales. Las enfermedades o trastornos abdominales pueden causar dolor, hinchazón, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento y otros síntomas que afectan el bienestar general de una persona.

La hidronefrosis es un trastorno renal en el que se acumula una cantidad excesiva de orina dentro del riñón, lo que provoca su dilatación. Esta afección ocurre más comúnmente cuando el flujo de orina desde el riñón hacia la vejiga está bloqueado o interrumpido, lo que puede deberse a diversas causas, como cálculos renales, tumores, estenosis ureteral (estrechamiento del conducto que conecta el riñón con la vejiga) o defectos congénitos.

La acumulación de orina en el interior del riñón puede provocar infecciones y daños en los tejidos renales, lo que eventualmente podría conducir a una disfunción renal crónica si no se trata adecuadamente. Los síntomas asociados con la hidronefrosis pueden incluir dolor abdominal o lumbar, náuseas, vómitos, micciones frecuentes o urgentes, dolor al orinar y, en algunos casos, hematuria (sangre en la orina). El diagnóstico de hidronefrosis generalmente se realiza mediante estudios de imagenología, como ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. El tratamiento dependerá de la causa subyacente y puede incluir procedimientos quirúrgicos, terapia médica o intervencionista.

La estadificación de neoplasias es un proceso mediante el cual se evalúa y clasifica la extensión del crecimiento canceroso (neoplasia) en un paciente. Este proceso es crucial para determinar el pronóstico del paciente, planificar el tratamiento más adecuado y comunicar de manera efectiva la gravedad de la enfermedad entre los profesionales médicos.

El sistema de estadificación más ampliamente utilizado es el TNM (Tumor, Nodo, Metástasis) desarrollado por la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) y la Asociación Americana de Cancer Registries (AACR). Este sistema se basa en tres componentes principales:

1. Tumor (T): Describe el tamaño del tumor primario y si ha invadido los tejidos circundantes. Las categorías van desde Tis (carcinoma in situ) hasta T4 (tumor invasivo de gran tamaño).

2. Nodo (N): Indica si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos adyacentes y, en caso afirmativo, hasta qué punto. Las categorías van desde N0 (ningún ganglio linfático afectado) hasta N3 (ganglios linfáticos ampliamente involucrados).

3. Metástasis (M): Determina si el cáncer se ha diseminado a otras partes distantes del cuerpo. Las categorías son M0 (sin evidencia de metástasis) y M1 (evidencia de metástasis a distancia).

Los diferentes tipos de cáncer pueden tener sistemas de estadificación ligeramente modificados, pero el principio básico sigue siendo el mismo. La estadificación puede ser revisada durante el curso del tratamiento si cambia el estado clínico del paciente. Esto permite a los médicos adaptar el plan de tratamiento en función de la progresión de la enfermedad.

La ascitis quilosa es una afección médica en la cual hay un exceso de líquido con alto contenido de proteínas (conocida como linfa) en el abdomen. La linfa se acumula en la cavidad peritoneal, que es el espacio que rodea los órganos abdominales. Esta afección suele ser causada por una obstrucción en el sistema linfático, como consecuencia de cáncer, cirugía o inflamación.

La ascitis quilosa se diferencia de la ascitis simple en que esta última tiene un contenido bajo de proteínas en el líquido acumulado. La ascitis quilosa puede causar hinchazón abdominal, dolor, dificultad para respirar y pérdida de apetito, entre otros síntomas. El tratamiento puede incluir terapia de drenaje, diuréticos, nutrición especial y, en algunos casos, cirugía.

Un linfocele es un tipo específico de acumulación de líquido que se forma en el cuerpo. Más concretamente, se trata de una colección de linfa, el fluido inmunitario del cuerpo, que se recoge generalmente en una cavidad corporal. Los linfoceles suelen aparecer después de una cirugía o trauma en los vasos linfáticos, lo que puede interrumpir el flujo normal de la linfa y conducir a su acumulación en un lugar específico.

Aunque los linfoceles pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo donde haya vasos linfáticos, son más comunes en áreas como la ingle, la axila o el mediastino (el espacio entre los pulmones). Los síntomas de un linfocele pueden variar dependiendo de su tamaño y ubicación, pero algunos síntomas comunes incluyen hinchazón, dolor, rigidez o dificultad para mover la parte afectada del cuerpo. En casos graves, los linfoceles pueden infectarse o comprimir órganos vitales, lo que puede causar complicaciones más serias. El tratamiento de un linfocele puede incluir drenaje, medicamentos para reducir la inflamación y, en algunos casos, cirugía para corregir el problema subyacente.

El término médico "hemoperitoneo" se refiere a la presencia de sangre en el peritoneo, que es la membrana serosa que recubre la pared abdominal y los órganos intraabdominales. Esta condición puede ocurrir como resultado de diversas situaciones clínicas, como traumatismos abdominales, cirugías, enfermedades hepáticas, ruptura de aneurismas viscerales o tumores malignos.

El hemoperitoneo grave puede causar dolor abdominal agudo, hipotensión arterial y shock hipovolémico, especialmente si se asocia con una pérdida significativa de sangre. El diagnóstico se realiza mediante la evaluación clínica y pruebas de imagen, como ecografías o tomografías computarizadas abdominales. El tratamiento puede incluir procedimientos quirúrgicos de emergencia para controlar la hemorragia y reparar los vasos sanguíneos dañados o los órganos lesionados.

Una radiografía abdominal es un tipo de examen de imagen diagnóstico que utiliza rayos X para crear imágenes del interior del abdomen. La prueba puede proporcionar una visión general de los órganos abdominales, huesos y tejidos blandos, lo que ayuda a diagnosticar una variedad de condiciones médicas, como obstrucciones intestinales, úlceras perforadas, inflamación o infección en el abdomen, cálculos renales, enfermedades o lesiones óseas y algunos tipos de cáncer.

Durante el procedimiento, el paciente generalmente se acuesta sobre una mesa plana mientras una máquina de rayos X toma imágenes del abdomen desde diferentes ángulos. La prueba es indolora y suele durar solo unos minutos. Sin embargo, en algunos casos, el médico puede pedir que el paciente beba un líquido de contraste antes de la radiografía para obtener imágenes más nítidas y precisas.

Como con cualquier procedimiento que involucre radiación, se toman precauciones razonables para minimizar la exposición a los rayos X y solo se realizan las radiografías cuando son médicamente necesarias.

La pancreaticoduodenectomía, también conocida como procedimiento de Whipple, es una cirugía compleja utilizada para tratar diversas afecciones del área head (cabeza) del páncreas, incluyendo cáncer de páncreas, cáncer de duodeno y cáncer de vesícula biliar. La operación implica la extirpación de la cabeza del páncreas, el duodeno inicial (el primer segmento del intestino delgado), la vesícula biliar y el conducto biliar común. Además, se extirpa parte del estómago (antro gástrico) en la mayoría de los casos.

Después de la extirpación, los tejidos restantes se reconectan para permitir que los jugos digestivos y la bilis fluyan hacia el intestino delgado. Por lo general, esto implica conectar el conducto pancreático restante al conducto colédoco (el conducto que drena la bilis desde el hígado) y luego conectarlos al yeyuno (una parte más distal del intestino delgado). El extremo remanente del estómago se une al yeyuno también, creando una nueva unión o anastomosis gastrointestinal.

La pancreaticoduodenectomía es una cirugía mayor con riesgos significativos y una larga recuperación. Sin embargo, en las manos adecuadas de profesionales médicos experimentados, puede ser una opción efectiva para tratar ciertas condiciones pancreáticas y biliares.

Un lipoma es un tipo común de tumor benigno (no canceroso) que se origina en las células grasas (adipocitos). Por lo general, crece lentamente y se presenta como una masa blanda o gelatinosa debajo de la piel. La mayoría de los lipomas se encuentran justo debajo de la superficie de la piel, pero pueden ocurrir en otras partes del cuerpo, incluyendo el tejido conectivo profundo entre los músculos y los órganos internos.

Los lipomas suelen ser indoloros, aunque pueden causar molestias si están ubicados en un área donde se ejerce presión al moverse o durante ciertas actividades. La mayoría de los lipomas no requieren tratamiento a menos que causean dolor, incomodidad o crecen rápidamente. El tratamiento generalmente involucra la extirpación quirúrgica o la eliminación por medio de una liposucción asistida por agujas.

Es importante tener en cuenta que aunque los lipomas son benignos, existen otros tipos de tumores grasos que pueden ser cancerosos (liposarcoma), por lo que siempre se recomienda consultar a un médico si se sospecha la presencia de un bulto o tumor en el cuerpo.

En términos médicos, un "resultado fatal" se refiere a un desenlace desfavorable de un diagnóstico, condición de salud, procedimiento o tratamiento que resulta en la muerte del paciente. Es un término formal y objetivo utilizado para describir una situación en la cual los esfuerzos terapéuticos no han podido revertir el curso de una enfermedad grave o lesión, y desafortunadamente conduce al fallecimiento del individuo.

Es importante mencionar que este término se utiliza con precaución y respeto, dada la naturaleza delicada y sensible de la situación. La comunicación de un resultado fatal a los familiares o cuidadores del paciente suele ser una parte difícil del trabajo médico, y se realiza siempre con empatía y compasión.

El paraganglioma extraadrenal es un tipo raro de tumor que se origina en los tejidos paraganglia, que son grupos de células especializadas diseminadas por todo el cuerpo y que desempeñan un papel en el sistema nervioso simpático y parasimpático. Estos tumores suelen encontrarse cerca de las grandes arterias y los órganos vitales.

A diferencia del paraganglioma adrenal, que se desarrolla en la glándula suprarrenal, el paraganglioma extraadrenal se produce fuera de ésta, en sitios como la cabeza, el cuello, el pecho, la cavidad abdominal o la pelvis. Los síntomas pueden variar ampliamente dependiendo de la localización y el tamaño del tumor, pero algunos de los más comunes incluyen hipertensión arterial, taquicardia, sudoración excesiva, dolores de cabeza y mareos.

Es importante mencionar que algunos paragangliomas extraadrenales pueden producir catecolaminas, como la adrenalina y la noradrenalina, lo que puede provocar una crisis hipertensiva grave e incluso poner en peligro la vida. El tratamiento de estos tumores suele incluir cirugía para extirpar el tumor, junto con radioterapia o quimioterapia en casos más avanzados o cuando existe una afectación metastásica.

Los estudios de seguimiento en el contexto médico se refieren a los procedimientos continuos y regulares para monitorear la salud, el progreso o la evolución de una condición médica, un tratamiento o una intervención en un paciente después de un período determinado. Estos estudios pueden incluir exámenes físicos, análisis de laboratorio, pruebas de diagnóstico por imágenes y cuestionarios de salud, entre otros, con el fin de evaluar la eficacia del tratamiento, detectar complicaciones tempranas, controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. La frecuencia y el alcance de estos estudios varían dependiendo de la afección médica y las recomendaciones del proveedor de atención médica. El objetivo principal es garantizar una atención médica continua, personalizada y oportuna para mejorar los resultados del paciente y promover la salud general.

El uréter es un conducto muscular delgado y fibroso que transporta la orina desde el riñón hasta la vejiga urinaria. Los humanos generalmente tienen dos uréteres, uno conectado a cada riñón. La función principal de los uréteres es mantener el flujo constante de orina desde los riñones hacia la vejiga para su eliminación del cuerpo, evitando así que la orina fluya hacia atrás hacia los riñones y cause infecciones o daños en ellos. Los uréteres están compuestos por múltiples capas de tejido, incluyendo músculo liso, lo que les permite contraerse y empujar la orina hacia abajo hacia la vejiga.

Los procedimientos quirúrgicos urológicos se refieren a los diferentes tipos de cirugías realizadas en el sistema urinario y los órganos reproductivos masculinos. Estos procedimientos pueden variar desde procesos mínimamente invasivos hasta intervenciones más extensas, y son realizados por urólogos u otros especialistas médicos.

Algunos ejemplos de procedimientos quirúrgicos urológicos incluyen:

1. La cirugía de próstata, como la prostatectomía radical, que se utiliza para tratar el cáncer de próstata.
2. La cirugía renal, como la nefrectomía parcial o total, que se realiza para extirpar tumores o tejido renal dañado.
3. La cirugía de vejiga, como la cistectomía, que se utiliza para tratar el cáncer de vejiga.
4. La cirugía de riñón transplantado, que es necesaria para colocar un riñón donado en un paciente con insuficiencia renal.
5. La cirugía uretral, como la uretroplastia, que se realiza para corregir estrechamientos o lesiones en la uretra.
6. La cirugía de pene, como la circuncisión, que se realiza para extirpar el prepucio del pene.
7. La cirugía de testículos, como la orquiectomía, que se realiza para extirpar un testículo afectado por cáncer o trauma.

Estos procedimientos pueden ser realizados utilizando diferentes técnicas quirúrgicas, incluyendo cirugía abierta, laparoscópica y robótica asistida. La elección de la técnica dependerá del tipo de procedimiento, la gravedad de la afección y las preferencias del paciente y del médico.

En patología, el término "neoplasia primaria secundaria" se refiere a un tumor que se desarrolla en un sitio distinto al del tumor primario original (la neoplasia primaria inicial), pero en el mismo individuo. Este nuevo crecimiento anormal de células es independiente y no derivado directamente del tumor primario, sino que resulta de la capacidad de las células cancerosas para diseminarse a través del cuerpo, un proceso conocido como metástasis.

En otras palabras, una neoplasia primaria secundaria no es una recidiva o recurrencia del tumor original, sino un nuevo tumor maligno que se ha originado independientemente en otra parte del cuerpo. Este fenómeno puede ocurrir como resultado de la exposición a factores de riesgo comunes, como el tabaquismo o la exposición a radiaciones, o debido a la diseminación previa y clínicamente no detectada de células cancerosas.

Es importante distinguir entre neoplasias primarias secundarias y recidivas locales o metástasis, ya que cada uno de estos procesos tiene implicaciones diferentes en términos de pronóstico y manejo clínico.

La inmunohistoquímica es una técnica de laboratorio utilizada en patología y ciencias biomédicas que combina los métodos de histología (el estudio de tejidos) e inmunología (el estudio de las respuestas inmunitarias del cuerpo). Consiste en utilizar anticuerpos marcados para identificar y localizar proteínas específicas en células y tejidos. Este método se utiliza a menudo en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades, incluyendo cánceres, para determinar el tipo y grado de una enfermedad, así como también para monitorizar la eficacia del tratamiento.

En este proceso, se utilizan anticuerpos específicos que reconocen y se unen a las proteínas diana en las células y tejidos. Estos anticuerpos están marcados con moléculas que permiten su detección, como por ejemplo enzimas o fluorocromos. Una vez que los anticuerpos se unen a sus proteínas diana, la presencia de la proteína se puede detectar y visualizar mediante el uso de reactivos apropiados que producen una señal visible, como un cambio de color o emisión de luz.

La inmunohistoquímica ofrece varias ventajas en comparación con otras técnicas de detección de proteínas. Algunas de estas ventajas incluyen:

1. Alta sensibilidad y especificidad: Los anticuerpos utilizados en esta técnica son altamente específicos para las proteínas diana, lo que permite una detección precisa y fiable de la presencia o ausencia de proteínas en tejidos.
2. Capacidad de localizar proteínas: La inmunohistoquímica no solo detecta la presencia de proteínas, sino que también permite determinar su localización dentro de las células y tejidos. Esto puede ser particularmente útil en el estudio de procesos celulares y patológicos.
3. Visualización directa: La inmunohistoquímica produce una señal visible directamente en el tejido, lo que facilita la interpretación de los resultados y reduce la necesidad de realizar análisis adicionales.
4. Compatibilidad con microscopía: Los métodos de detección utilizados en la inmunohistoquímica son compatibles con diferentes tipos de microscopía, como el microscopio óptico y el microscopio electrónico, lo que permite obtener imágenes detalladas de las estructuras celulares e intracelulares.
5. Aplicabilidad en investigación y diagnóstico: La inmunohistoquímica se utiliza tanto en la investigación básica como en el diagnóstico clínico, lo que la convierte en una técnica versátil y ampliamente aceptada en diversos campos de estudio.

Sin embargo, la inmunohistoquímica también presenta algunas limitaciones, como la necesidad de disponer de anticuerpos específicos y de alta calidad, la posibilidad de obtener resultados falsos positivos o negativos debido a reacciones no específicas, y la dificultad para cuantificar con precisión los niveles de expresión de las proteínas en el tejido. A pesar de estas limitaciones, la inmunohistoquímica sigue siendo una técnica poderosa y ampliamente utilizada en la investigación y el diagnóstico de diversas enfermedades.

El paraganglioma es un tipo raro de tumor que se origina en las células paraganglia, que son grupos de células especializadas que se encuentran cerca del sistema nervioso simpático y parasimpático. Estos tumores pueden producir y secretar catecolaminas, hormonas que incluyen adrenalina (epinefrina) y noradrenalina (norepinefrina). Los paragangliomas pueden ocurrir en varias partes del cuerpo, incluidos la glándula suprarrenal, el cuello, el pecho, la pelvis y la región abdominal. Aproximadamente el 10-15% de los paragangliomas son hereditarios y están asociados con ciertos síndromes genéticos. Los síntomas pueden variar dependiendo de la ubicación del tumor y la cantidad de hormonas que produce, pero pueden incluir hipertensión arterial, taquicardia, sudoración excesiva, ansiedad e incluso convulsiones en casos graves. El tratamiento generalmente implica cirugía para extirpar el tumor, posiblemente seguida de radioterapia o quimioterapia en algunos casos.

Las neoplasias hepáticas se refieren a un crecimiento anormal o tumoración en el hígado. Pueden ser benignas (no cancerosas) o malignas (cancerosas).

Las neoplasias hepáticas benignas más comunes incluyen hemangiomas, que son tumores formados por vasos sanguíneos, y adenomas hepáticos, que se desarrollan a partir de células hepáticas. Estos tipos de tumores suelen ser asintomáticos y no representan un peligro inmediato para la salud, aunque en algunos casos pueden causar complicaciones si crecen demasiado o se rompen.

Por otro lado, las neoplasias hepáticas malignas más frecuentes son el carcinoma hepatocelular (CHC) y el colangiocarcinoma. El CHC se origina a partir de células hepáticas dañadas, especialmente en presencia de cirrosis o hepatitis viral crónica. El colangiocarcinoma se desarrolla en los conductos biliares dentro o fuera del hígado. Ambos tipos de cáncer son potencialmente letales y requieren tratamiento agresivo, que puede incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia.

La detección temprana de estas neoplasias es crucial para mejorar el pronóstico del paciente. Por lo tanto, se recomienda realizar exámenes periódicos, especialmente en personas con factores de riesgo como la infección por virus de la hepatitis B o C, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y la exposición a sustancias químicas tóxicas.

Nada es lo que parece: Neoplasias retroperitoneales infrecuentes Autores/as. * Dra. Blanca Prieto García Hospital Universitario ... poster, seram, comunicación oral, Nada, es, lo, que, parece:, Neoplasias, retroperitoneales, infrecuentes Resumen. OBJETIVO ... CONCLUSIONES Los tumores retroperitoneales primarios son poco frecuentes, siendo el tratamiento de los mismos un desafío debido ... REVISIÓN DEL TEMA Los tumores retroperitoneales primarios constituyen un grupo heterogéneo e infrecuente de lesiones benignas y ...
Neoplasias primarias retroperitoneales x secundarias. - Evaluación de la hipertensión secundaria: causas y posibles hallazgos ...
Neoplasias Retroperitoneales, Pancreatectomía, Esplenectomía, Neoplasias de los Genitales Femeninos, Oncología Médica, Excisão ... Neoplasias de los Genitales Femeninos/cirugía, Laparoscopía, Neoplasias Ováricas, Carcinoma, Histerectomía Vaginal, ... Neoplasias de la Mama, Oncología Médica, Radioterapia, Ginecología, Cirugía General Advanced Course on Treatment of Peritoneal ... Neoplasias de los Genitales Femeninos, Oncología Médica, Ginecología, Radioterapia AROI / ESTRO teaching course on modern treat ...
No es improbable que ciertos tumores retroperitoneales poco frecuentes se confundan fácilmente con neoplasias del aparato ... PRESENTACION GINECOLOGICA DE TUMORES RETROPERITONEALES. Londres, Reino Unido.: ...
Neoplasias ginecológicas. *Masas retroperitoneales. Fisiopatología. *La obstrucción del flujo de salida→ acumulación de orina y ... La nefrolitiasis es la causa más común de hidronefrosis en los adultos jóvenes, mientras que la hiperplasia y la neoplasia ...
Neoplasias Retroperitoneales (2) * Transcripción Genética (2) * Laparoscopía (2) * 5-Aminolevulinato Sintetasa (2) ...
Sería un tumor Tx porque sabemos que existe neoplasia pero no conocemos su localización. El derrame puede ser seroso o ... de la evaluación de los ganglios retroperitoneales, crurales, así como del estado del hígado, suprarrenales y riñón, ... Condensación que ocupa el vértice pulmonar: la producen neoplasias situadas en el seno vertebropulmonar superior (tumor de ... Encuentra su principal aplicación en la determinación del grado de extensión de la neoplasia; tanto intratorácica como ...
En las neoplasias retroperitoneales los principales problemas diagnósticos surgen con el linfoma y los tumores con extensa ... Por estas razones, el conocimiento de la anatomía del compartimento del iliopsoas y de los espacios retroperitoneales, es ... las neoplasias perforadas y en los abscesos epidurales con compresión espinal, entre otros30,32,33,34,35. ... Existen dos consideraciones diagnósticas diferenciales principales para el absceso del iliopsoas: los tumores retroperitoneales ...
Los liposarcomas retroperitoneales crecen lenta y silenciosamente, su pronóstico es malo y el tratamiento de elección es la ... Los sarcomas de tejidos blandos son raros y representan menos del 1% de las neoplasias malignas recién diagnosticadas. La ... rareza de los tumores retroperitoneales, combinada con las variedades de subtipos histológicos, ha complicado los conocimientos ...
Por lo tanto, las gammagrafías óseas son inútiles en neoplasias exclusivamente líticas (p. ej., mieloma múltiple); las ... ganglios linfáticos retroperitoneales, hígado y bazo. La RM (con contraste de gadolinio) es el procedimiento de elección para ... Para la estadificación de neoplasias específicas, véase detalles en el comentario pertinente al órgano. ... testiculares y retroperitoneales. Puede ayudar a guiar biopsias percutáneas y diferenciar los quistes llenos de líquido de las ...
Ambas neoplasias oncohematológicas representan la primera causa de masa cervical maligna.. Se presentan en general en el sexo ... y los ganglios retroperitoneales en 25%. La linfadenopatía infradiafragmática exclusiva es infrecuente y ocurre en menos del 10 ... El linfoma no Hodgkin (LNH) consiste en un grupo diverso de neoplasias malignas de los tejidos linfoides derivadas de ... con frecuencia causadas por neoplasias primarias o metastásicas.. En pacientes con adenomegalias voluminosas o persistentes hay ...
Araujo-Cuauro JC, Sánchez M. Liposarcoma mixoide primario de pulmón de bajo grado de malignidad una excepcional neoplasia ... Ramírez Peñuela BA, Hernando Salamanca W, Hernández Peñuela MA, Gerlein Duarte E. Masas retroperitoneales gigantes: informe de ... NEOPLASIAS PROCEDIMIENTOS QUIRÚRGICOS OPERATIVOS SARS-COV-2 TERAPÉUTICA ...
... por fuera de la neoplasia, puede usarse para guiar la resección preservando parénquima sin violar el tumor. ... será de gran utilidad para evaluar tanto el tumor primario como la posibilidad de extensión a ganglios retroperitoneales, ...
3) neoplasias: neoplasias linfoproliferativas (linfoma de Hodgkin, linfomas no Hodgkin, leucemia linfocítica crónica, leucemia ... Los ganglios linfáticos inaccesibles a la exploración física (ganglios linfáticos mediastínicos y retroperitoneales) se valoran ...
Las pruebas de imagen juegan un papel determinante como guía para la biopsia de las neoplasias retroperitoneales, las cuales ... poster, seram, NEOPLASIAS, PRIMARIAS, DEL, RETROPERITONEO Resumen. Objetivos Docentes. -Revisar los espacios anatómicos ... El TC y la RM son herramientas esenciales para la estadificación de los tumores retroperitoneales y la planificación de su ... El 70-80% de la masas retroperitoneales son malignas. Presentamos casos de nuestro centro para su descripción radiológica y su ...
Se observan algunas adenomegalias retroperitoneales paravasculares.. Una ecografía de cuello mostró el edema descripto en el ... Conclusión: enfermedad inflamatoria intestinal activa y neoplasia injertada. No se pudo examinar el resto del colon".. Se ... Conclusiones del Caso.El cuadro se interpretó como neoplasia multicéntrica rectocolónica injertada en una colopatía ...
Sin adenopatías retroperitoneales ni mesentéricas.. Se decide hacer RNM donde se observó la presencia de un tumor sólido ... En los últimos años el rol cada vez más importante de la radioterapia en los esquemas de tratamiento de neoplasias rectales y ... Neoplasia de recto medio, de carácter pediculado, sin compromiso del tejido graso mesorrectal pero con adenopatías ... Existe poca evidencia en la literatura sobre el manejo de esta neoplasia ya que está basada principalmente en reportes de casos ...
Neoplasia de esófago: esofagectomía *270. Hernia de hiato y reflujo gastroesofágico: funduplicatura de Nissen o de Toupet, ... Resección de tumores intrabdominales o retroperitoneales. Sección LXVI. Cirugía endocrina *331. Cirugía del adenoma de glándula ... Abordaje combinado transoral y cervical de neoplasias malignas de cavidad oral y orofaringe ...
Tumores retroperitoneales. Clasificación, diagnóstico y tratamiento (7 preguntas). Test n.º 96. Malformaciones congénitas de ... Síndromes de neoplasia endocrina múltiple: Clasificación, diagnóstico, indicaciones y opciones técnicas de tratamiento ... Incidentaloma, lesiones funcionantes y neoplasias malignas suprarrenales. Diagnóstico, indicaciones y opciones técnicas de ...
Numerosas adenopatías retroperitoneales y mesentéricas, significativas en número mas no en tamaño.. Aumento de la densidad de ...
... es una neoplasia del tejido linfoide que se define histológicamente por la presencia de la célula de ... El linfoma de Hodgkin (LH) es una neoplasia del tejido linfoide que se define histológicamente por la presencia de la célula de ... La afectación de los ganglios linfáticos retroperitoneales sigue las raíces de los nervios espinales y, posiblemente, a través ... Cuando se afectan los ganglios supraclaviculares izquierdos se debe sospechar una invasión de los ganglios retroperitoneales, ...
Por este motivo, muchos linfomas inicialmente se tratan como si fueran otras neoplasias ginecológicas, al no tener acceso a la ... las imágenes demostraron la afectación de los ganglios retroperitoneales y las estructuras del piso pélvico. Pese a estos ... Ante la sospecha de una neoplasia genital dependiente del tercio inferior del útero se solicitó una resonancia nuclear ... CONCLUSIÓN: El diagnóstico del linfoma genital primario puede resultar complejo por la posibilidad de simular una neoplasia ...
p,El cáncer de páncreas corresponde a una neoplasia maligna con pobre pronóstico. Cuando se manifiesta clínicamente con ... p,Los linfangiomas quísticos retroperitoneales (LQR) son tumores benignos raros del sistema linfático y representan menos del 1 ...
Pamplona: Adenopatías Retroperitoneales (13:50h). Dr. José Carlos Subtil, Dr. Iñaki Fernández-Urién ... Madrid: Obstrucción al vaciamiento gástrico por neoplasia duodenal tratada mediante gastroyeyunostomía endoscópica (11:45h). Dr ...
Los pacientes en estadio III y IV se trataron con cirugía del tumor primario, disección de ganglios retroperitoneales, ... Varios autores propusieron criterios histológicos que ayudan a distinguir los 2 tipos de neoplasias.[4-6] ... El objetivo enunciado del estudio era determinar si la disección de ganglios retroperitoneales podría mejorar el desenlace de ... En contraste, los carcinomas tienen características macroscópicas indicadoras de neoplasia maligna. Son más grandes y exhiben ...
Los tratamientos varían según el estadio de la neoplasia, variando desde la cirugía y radioterapia con fines curativos hasta ... Las glándulas suprarrenales son dos estructuras retroperitoneales, la derecha de forma triangular y la izquierda de forma ... El diagnóstico diferencial debe hacerse también con tumoraciones intraabdominales y retroperitoneales. En múltiples ocasiones ... neoplasia (cáncer de vejiga, uréter, riñón, próstata). Bacteriuria: es la presencia de bacterias en la orina;. Piuria: es la ...
Este último, es importante por la tendencia de estas neoplasias a mostrar un extenso crecimiento vertical, por lo que el margen ... Las metástasis a distancia incluyen los ganglios linfáticos locales y retroperitoneales, el hígado, hueso, cerebro y pulmón. ... Desde entonces ha recibido diversas denominaciones, tales como: "neoplasia cutánea de células de Merkel", "APUDOMA cutáneo", " ... En relación con otras enfermedades concomitantes de por sí inmunosupresoras: pacientes infectados con el VIH, neoplasias ...
Enfermedad intracraneal conocida (p. ej., neoplasias, malformaciones arteriovenosas, aneurismas).. • Hemorragia activa o ... aunque también se comunicaron casos aislados de hemorragias intracraneales y sangrados retroperitoneales (Ver sección 4.4 y ...

No hay FAQ disponibles para "neoplasias retroperitoneales"

No hay imágenes disponibles para "neoplasias retroperitoneales"