Doceavo par craneal. El nervio hipogloso se origina en el núcleo hipogloso de la médula oblongada y proporciona la innervación motora para todos los músculos de la lengua excepto el palatogloso (la cual es proporcionada por el nervio vago). Este nervio también contiene los aferentes proprioceptivos de los músculos de la lengua.
Enfermedades del duodécimo nervio craneal (hipogloso) o de su núcleo. Los núcleos y fascículos del nervio se localizan en la médula, el nervio abandona al cráneo a través del foramen hipogloso e inerva los músculos de la lengua. Las enfermedades del tronco cerebral bajo, incluidas la isquemia y las ENFERMEDADES DE LA NEURONA MOTORA pueden afectar a los núcleos o a los fascículos nerviosos. El nervio puede lesionarse también por enfermedades de la fosa posterior o de la base del cráneo. Las manifestaciones clínicas incluyen debilidad unilateral de la musculatura de la lengua y disartria lingual, con desviación de la lengua hacia el lado afectado al tratar de sacar la lengua.
Lesiones traumáticas del NERVIO HIPOGLOSO.
Un órgano muscular en la boca que se cubre con tejido de color rosa llamada mucosa, pequeñas protuberancias llamadas papilas, y miles de papilas gustativas. La lengua está anclado a la boca y es vital para masticar, tragar, y para la voz.
Trastornos de uno o más de los doce nervios craneales. Con la excepción de los nervios óptico y olfatorio, este incluye trastornos de los núcleos del tronco cerebral de donde se originan o terminan estos nervios craneales.
Músculos voluntarios de la FARINGE que se encuentran dispuestos en dos capas. La capa externa circular consta de tres músculos constrictores (superior, medio e inferior). La capa interna longitudinal consiste en los músculos palatofaríngeo, salpingofaríngeo, y estilofaríngeo. Durante la deglución, la capa exterior estrecha la pared faríngea y la capa interna eleva la faringe y la LARINGE.
Doce pares de nervios que se originan en el tallo cerebral y que contienen los aferentes generales, viscerales, y especiales, y los eferentes somáticos y autonómicos.
Neoplasias benignas y malignas que surgen en uno o más de los doce nervios craneales.
Ramificación sensitiva del NERVIO MANDIBULAR el cual es parte del nervio trigémino (5to par craneal). El nervio lingual transporta fibras aferentes generales desde los dos tercios anteriores de la lengua, el piso de la boca y la encía.
La categoría de 'Enfermedades de la Lengua' abarca una variedad de condiciones patológicas que afectan la estructura, función o integridad de la lengua desde un punto de vista médico-clínico.
Ramificaciones del nervio vago (el 10mo par craneal). Los nervios laríngeos superiores se originan cerca del ganglio nudoso y se separan en dos ramas externas las cuales proporcionan fibras motoras a los músculos cricotiroides y las ramificaciones internas que contienen las fibras sensitivas. El NERVIO LARÍNGEO RECURRENTE (inferior) se origina más caudalmente y lleva eferentes hacia todos los músculos de la laringe excepto el cricotiroide. Los nervios laríngeos y sus diferentes ramificaciones también transportan fibras sensitivas y autonómicas hacia las regiones laríngeas, faríngeas, traqueal y cardíaca.
Trastornos de la articulación del habla originados por coordinación imperfecta entre faringe, laringe, lengua y músculos de la cara. Puede producirse por ENFERMEDADES DE LOS NERVIOS CRANEALES; ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES; ENFERMEDADES DEL CEREBELO; ENFERMEDADES DE LOS GANGLIOS BASALES; enfermedades del TRONCO CEREBRAL; o enfermedades de los tractos corticobulbares (ver TRACTOS PIRAMIDALES). Los centros de lenguaje cortical están intactos en esta afección (Traducción libre del original: Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, p489).
Parte posterior y base del CRÁNEO que encierra el FORAMEN MAGNO.
Séptimo par craneal. El nervio facial tiene dos partes, la gran raíz motora la cual puede ser denominada el nervio facial propiamente y la raíz sensitiva intermedia más pequeña. Juntos, brindan la inervación eferente a los músculos de la expresión facial y a la glándulas lagrimal y las GLÁNDULAS SALIVALES, y conducen la información aferente para el GUSTO desde los dos tercios anteriores de la LENGUA y para el TACTO desde el OÍDO EXTERNO.
Neuronas que activan CÉLULAS MUSCULARES.
Conductores eléctricos quirúrgicos instalados a través de los cuales se envía ESTIMULACIÓN ELECTRICA al tejido nervioso.
Término general utilizado normalmente para describir la pérdida severa o completa de la fuerza muscular producida por una enfermedad motora sistémica desde el nivel de la corteza cerebral hasta la fibra muscular. Este término ocasionalmente puede referirse también a una pérdida de la función sensorial.
Nervio motor del diafragma. Las fibras del nervio frénico se originan en la columna espinal cervical (mayormente en C4) y viajan a través del plexo cervical hacia el diafragma.
Deporte que consiste en un combate cuerpo a cuerpo entre dos contrincantes desarmados que tratan de lograr que los hombros del contrario queden pegados al piso.
El gran agujero en la base del cráneo a través del cual pasa la MÉDULA ESPINAL.
Disfunción de uno o más nervios craneales relacionados causalmente a una lesión traumática. Un TRAUMA CRANEOCEREBRAL penetrante o no penetrante, LESIONES CERVICALES y un trauma de la región facial son afecciones asociadas con las lesiones de los nervios craneales.
Contracción involuntaria de las fibras musculares inervadas por una unidad motora. Las fasciculaciones pueden visualizarse y tomar la forma de una sacudida brusca o depresión bajo la piel, pero usualmente estas no generan una fuerza suficiente para mover un miembro. Ellas pueden representar una situación benigna o pueden ocurrir como manifestación de una ENFERMEDAD DE LA NEURONA MOTORA o una ENFERMEDAD DEL SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO. (Traducción libre del original: Adams et al., Principles of Neurology, 6th ed, p1294)
Renovación o reparación fisiológica del tejido nervioso dañado.
Parte del encéfalo que conecta los hemisferios cerebrales (vea CEREBRO) con la MÉDULA ESPINAL. Está constituido por el MESENCÉFALO, PUENTE y el BULBO RAQUÍDEO.
Parte más inferior del TRONCO ENCEFÁLICO. Está ituado debajo del PUENTE y es anterior al CEREBELO. El bulbo raquídeo es una estación de cambio entre el cerebro y la médula espinal y contiene los centros para la regulación de las actividades respiratoria, vasomotora, cardiaca y reflejas.
Lesiones traumáticas del NERVIO LARÍNGEO.
Noveno par craneal. El nervio glosofaríngeo es mixto, motor y sensorial. Contiene fibras eferentes somáticas y autonómicas así como aferentes generales, especiales y viscerales. Entre sus conexiones se encuentran las fibras motoras hacia el músculo estilofaríngeo, las fibras parasimpáticas hasta las glándulas paratiroides, los aferentes generales y del gusto desde el tercio posterior de la lengua, la nasofaringe, y el paladar y los aferentes desde las células barorreceptoras y las CÉLULAS QUIMIORRECEPTORAS del seno carotideo.
El acto de toma de sólidos y líquidos en el TRACTO GASTROINTESTINAL a través de la boca y la garganta.
RESPIRACION para dentro.
Nervio que se origina en la médula espinal lumbar y sacra (L4 a S3) y proporciona inervación motora y sensorial a las extremidades inferiores. El nervio ciático, el cual es la continuación principal del plexo sacro, es el nervio más grande del cuerpo y presenta dos ramas principales, el NERVIO TIBIAL y el NERVIO PERONEAL.
Osteítis o caries de las vértebras, ocurren usualmente como complicación de la tuberculosis en los pulmones.
Actividad física o mecánica del PULMÓN, DIAFRAGMA, COSTILLAS y PARED TORÁCICA durante la respiración. Incluye el flujo de aire, volúmen pulmonar, controles neural y reflejo, mecanoreceptores, patrones de respiración, etc.
Enzima aislada del rábano silvestre que es capaz de actuar como antígeno. Se usa frecuentemente como marcador histoquímico en el microscopio óptico y electrónico. Su antigenicidad ha permitido su empleo como antígeno y marcador combinado en inmunología experimental.
Acto de respirar con los pulmones (PULMÓN), que consiste en la inspiración(INHALACIÓN), entrada de aire ambiental en los pulmones y la ESPIRACIÓN, expulsión del aire modificado que contiene mas DIÓXIDO DE CARBONO que el aire inspirado (Adaptación del original: Blakiston's Gould Medical Dictionary, 4th ed.). Esto no incluye la respiración tisular (=CONSUMO DE OXÍGENO) o la RESPIRACIÓN CELULAR.
Un órgano de estructura tubular de producción de la VOZ. Se encuentra localizado en la parte anterior del cuello, superior de la tráquea e inferior de la lengua y HUESO HIOIDES.
Nervios fuera del cerebro y la médula espinal, incluidos los nervios autonómicos, craneal y espinal. Los nervios periféricos contienen células no neuronales y tejidos conjuntivos así como axones. Las capas de tejidos conjuntivos incluyen, de afuera hacia dentro, el epineuro, el perineuro y el endoneuro.
Evaluación, terapéutica o quirúrgica del interior de la laringe realizada con un endoscopio especialmente diseñado.
Segundo nervio craneal, el cual transmite la información visual desde la RETINA hasta el cerebro. Este transporta los axones desde las CÉLULAS GANGLIONARES DE LA RETINA que se organizan en el QUIASMA ÓPTICO y continúan a través del TRACTO ÓPTICO hacia el cerebro. La mayor proyección se realiza hacia los núcleos geniculados laterales; otros objetivos incluyen a los COLÍCULOS SUPERIORES y al NÚCLEO SUPRAQUIASMÁTICO. Aunque conocido como el segundo par craneal, se considera parte del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL.
Prolongaciones delgadas de las NEURONAS, incluyendo los AXONES y sus cubiertas gliales (VAINA DE MIELINA). Las fibras nerviosas conducen los impulsos nerviosos a y desde el SISTEMA NERVIOSO CENTRAL.
Cuerpo muerto, usualmente un cuerpo humano.
Utilización de potencial eléctrico o corrientes para producir respuestas biológicas.
Registro de los cambios del potencial eléctrico de los músculos por medio de electrodos de superficie o agujas electrodos.
Cepa de ratas albinas utilizadas ampliamente para fines experimentales debido a que son tranquilas y fáciles de manipular. Fue desarrollada por la Compañía Sprague-Dawley Animal.

El nervio hipogloso, también conocido como nervio XII, es un nervio craneal que se origina en el bulbo raquídeo en el tronco del encéfalo. Es exclusivamente motor y suministra fibras nerviosas a los músculos de la lengua, excepto al músculo palatogloso, que es inervado por el nervio vague (X).

El nervio hipogloso desempeña un papel crucial en las funciones de la lengua, como la movilidad, la protrusión y la lateralización. Las lesiones o daños en este nervio pueden causar dificultades para mover la lengua hacia los lados, parálisis de los músculos de la lengua o alteraciones en el habla y la deglución.

Las enfermedades del nervio hipogloso, también conocidas como parálisis del nervio hipogloso o paresia del nervio hipogloso, se refieren a un grupo de condiciones donde el nervio hipogloso (el undécimo par craneal) está dañado o no funciona correctamente. El nervio hipogloso controla los músculos de la lengua, excepto el pequeño músculo anterior que se inserta en el borde inferior de la mandíbula.

La afección más común es la parálisis del nervio hipogloso unilateral, donde solo uno de los lados de la lengua está afectado. Esto puede causar dificultad para mover la lengua hacia el lado paralizado de la boca y una desviación de la lengua hacia el lado dañado cuando se protruye.

La parálisis bilateral del nervio hipogloso, en la que ambos lados de la lengua están afectados, es mucho menos común pero puede causar problemas más graves con la habla, el masticar y el deglutir.

Las causas de las enfermedades del nervio hipogloso pueden incluir lesiones traumáticas, tumores cerebrales o del cuello, infecciones, enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple o el accidente cerebrovascular, y ciertos medicamentos o procedimientos médicos. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir fisioterapia, terapia del habla y, en algunos casos, cirugía.

Los traumatismos del nervio hipogloso, también conocidos como parálisis del nervio hipogloso o paresia hipoglosa, se refieren a una afección en la cual el nervio hipogloso sufre un daño, lo que resulta en la dificultad para mover los músculos de la lengua. El nervio hipogloso es el principal nervio motor para los músculos de la lengua, y su función primaria es controlar los movimientos laterales y la elevación de la lengua.

Los traumatismos del nervio hipogloso pueden ser causados por diversos factores, como lesiones en el cuello o la cabeza, cirugías en la región del cuello o la cabeza, tumores, infecciones o enfermedades neurológicas. Los síntomas más comunes de este trastorno incluyen dificultad para mover la lengua hacia los lados, dificultad para hablar y tragar, y asimetría de la lengua en reposo o durante el movimiento.

El tratamiento de los traumatismos del nervio hipogloso depende de la causa subyacente y puede incluir fisioterapia, terapia del habla y deglución, cirugía reconstructiva o medicamentos para aliviar los síntomas. En algunos casos, el daño al nervio hipogloso puede ser temporal y reversible, mientras que en otros casos puede ser permanente y requerir tratamiento a largo plazo.

La lengua es un órgano muscular móvil situado en el suelo de la cavidad oral, que desempeña funciones importantes tanto en el sistema digestivo como en el sistema nervioso. Forma parte del aparato gustativo y es responsable de la percepción de los sabores dulce, salado, amargo y ácido.

La lengua está recubierta por una mucosa que contiene papilas gustativas, pequeños receptores sensoriales especializados en detectar moléculas químicas presentes en los alimentos y bebidas. También tiene glándulas salivales que producen saliva para ayudar a la digestión de los alimentos.

Además, la lengua desempeña un papel crucial en el habla, ya que es responsable de articular sonidos y formar palabras mediante el movimiento coordinado de sus músculos. La parte anterior de la lengua se utiliza para proyectar los sonidos hacia el paladar o los dientes, mientras que la parte posterior ayuda a formar consonantes al bloquear o redirigir el flujo de aire.

En términos anatómicos, la lengua se compone de dos tipos principales de tejido: el músculo y la mucosa. El músculo de la lengua se divide en cuatro grupos: intrínsecos (que modifican la forma de la lengua), extrínsecos (que conectan la lengua con otras estructuras craneales), genioglosos (que tiran hacia abajo y adelante) y hipoglosos (que mueven la lengua hacia los lados). La mucosa de la lengua contiene glándulas serosas y mucosas, vasos sanguíneos y nervios.

En resumen, la lengua es un órgano muscular complejo con diversas funciones importantes en el cuerpo humano, incluyendo la percepción del gusto, la fonación, la deglución y la manipulación de los alimentos.

Las enfermedades de los nervios craneales se refieren a un grupo de trastornos que afectan a los doce pares de nervios que emergen directamente del cerebro, también conocidos como nervios craneales. Estos nervios desempeñan diversas funciones vitales, como la conducción de señales sensoriales desde el ojo, el oído y la cara al cerebro; el control de los músculos involucrados en la movimiento de los ojos, la masticación, la deglución y los movimientos faciales; y la regulación de ciertas funciones autónomas, como la sudoración, las glándulas salivales y el tamaño de las pupilas.

Las enfermedades o afecciones que afectan a estos nervios pueden causar una variedad de síntomas, dependiendo del nervio o nervios específicos involucrados y la gravedad de la afección. Algunos ejemplos de enfermedades de los nervios craneales incluyen:

1. Neuropatía del III par craneal (nervio oculomotor): Esta afección puede causar debilidad o parálisis de los músculos que controlan el movimiento del ojo, lo que lleva a la diplopia (visión doble), ptosis (párpado caído) y estrabismo (ojos desalineados).

2. Neuropatía del IV par craneal (nervio troclear): Esta afección provoca debilidad o parálisis de los músculos que controlan el movimiento del ojo, resultando en diplopia y dificultad para mirar hacia abajo y hacia adentro con el ojo afectado.

3. Neuropatía del VI par craneal (nervio abducens): Esta afección causa debilidad o parálisis de los músculos que controlan el movimiento del ojo hacia afuera, resultando en diplopia y dificultad para mirar hacia los lados con el ojo afectado.

4. Neuropatía del VII par craneal (nervio facial): Esta afección provoca debilidad o parálisis de los músculos faciales, resultando en asimetría facial, dificultad para cerrar el ojo, pérdida del gusto y sequedad de la boca.

5. Neuropatía del VIII par craneal (nervio vestibulococlear): Esta afección puede causar pérdida auditiva, vértigo, zumbidos en los oídos e inestabilidad.

6. Neuropatía del IX y X par craneal (nervios glosofaríngeo y vago): Estas afecciones pueden provocar dificultad para tragar, hablar, sentir el sabor y experimentar dolor en la garganta y los oídos.

7. Neuropatía del XII par craneal (nervio hipogloso): Esta afección puede causar debilidad o parálisis de los músculos de la lengua, resultando en dificultad para hablar y tragar.

El tratamiento de las neuropatías craneales depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, fisioterapia, cirugía o cambios en el estilo de vida. Si experimenta síntomas de una neuropatía craneal, es importante buscar atención médica lo antes posible para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Los músculos faríngeos se refieren a los músculos que forman la pared de la faringe, la parte posterior y superior del tracto digestivo que actúa como un canal para la comida y el aire. Estos músculos desempeñan un papel crucial en funciones importantes como la deglución (proceso de swallowing), la fonación (producción de sonidos durante el habla) y la respiración.

Hay cuatro pares de músculos faríngeos:

1. Músculo superior constrictor faríngeo
2. Músculo medio constrictor faríngeo
3. Músculo inferior constrictor faríngeo
4. Músculo estilofaríngeo, salpingofaríngeo, y palatofaríngeo (estos tres a veces se consideran individualmente pero también pueden agruparse como músculo lateral faríngeo)

Estos músculos trabajan juntos en un proceso coordinado para permitir el pasaje seguro de los alimentos desde la boca hasta el esófago y para ayudar a modular las vibraciones de las cuerdas vocales durante el habla.

Los nervios craneales son un conjunto de doce pares de nervios que emergen directamente del tronco encefálico y el cerebro, en contraste con los nervios espinales que se originan a nivel de la médula espinal. Estos nervios desempeñan diversas funciones importantes, como la recepción de estímulos sensoriales, el control de músculos y la regulación de diversas glándulas y órganos.

Los primeros dos pares de nervios craneales, conocidos como nervios oculomotores (III) y troclear (IV), son responsables del movimiento de los ojos. El nervio trigémino (V) es el quinto par y desempeña un papel crucial en la sensación facial y el control de los músculos masticatorios. El sexto par, el nervio abducens (VI), también controla el movimiento de los ojos.

El séptimo par, el nervio facial (VII), es responsable del movimiento de los músculos faciales y también participa en la función gustativa. El octavo par, el nervio vestibulocochlear (VIII), se divide en dos ramas: el vestíbulo, que controla el equilibrio, y el cochlea, que es responsable de la audición.

El noveno par, el glosofaríngeo (IX), desempeña un papel importante en la deglución, el gusto y el habla. El décimo par, el nervio vago (X), controla los músculos de la faringe y laringe, regula la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y también participa en la función gastrointestinal.

El undécimo par, el accesorio (XI), es responsable del control de los músculos de la cabeza y el cuello, mientras que el duodécimo par, el hipogloso (XII), controla los músculos de la lengua y la deglución.

En resumen, los nervios craneales son responsables de una variedad de funciones importantes en el cuerpo humano, incluyendo el movimiento muscular, la audición, el equilibrio, el gusto, la deglución y la regulación del sistema cardiovascular y gastrointestinal.

Las neoplasias de los nervios craneales se refieren a tumores benignos o malignos que se desarrollan en los nervios craneales, que son los nervios que emergen directamente del tronco encefálico y la base del cráneo y suministran funciones sensoriales, motoras y autónomas a la cabeza y el cuello.

Existen doce pares de nervios craneales, numerados del I al XII. Cada uno de estos nervios puede verse afectado por neoplasias primarias o secundarias (metastásicas). Las neoplasias primarias son relativamente raras y pueden ser benignas (como schwannomas y neurinomas) o malignas (como los neurofibrosarcomas y los astrocitomas periféricos).

Las neoplasias de los nervios craneales pueden causar diversos síntomas, dependiendo del nervio afectado y la ubicación del tumor. Estos síntomas pueden incluir dolor de cabeza, debilidad o parálisis de los músculos faciales, pérdida de sensibilidad en la cara, trastornos del equilibrio y la audición, dificultad para tragar o hablar, y problemas visuales.

El tratamiento de las neoplasias de los nervios craneales depende del tipo y el tamaño del tumor, así como de su localización y la extensión de la enfermedad. La cirugía es a menudo el pilar del tratamiento, con o sin radioterapia adyuvante o quimioterapia. En algunos casos, la radioterapia o la quimioterapia pueden ser las opciones de tratamiento preferidas, especialmente si el tumor es inoperable o se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

El nervio lingual es un nervio craneal que provee innervación sensorial y también parcialmente motores a la lengua. Es un ramo del nervio trigémino (nervio craneal V) y desciende a través del cuello hasta llegar al suelo de la boca, donde se divide en varias ramas que inervan diferentes partes de la lengua.

La función sensorial del nervio lingual incluye la recepción de estímulos gustativos y tacto discriminativo en la parte anterior de la lengua. Mientras que su componente motor controla los músculos intrínsecos de la lengua, responsables de sus movimientos y forma.

Es importante señalar que el nervio lingual también contribuye a la función del sistema digestivo, ya que proporciona información sensorial sobre las texturas y temperaturas de los alimentos en la boca, lo que ayuda al proceso de digestión. Cualquier disfunción o daño en este nervio puede causar problemas con el sentido del gusto, el habla y la deglución.

Las enfermedades de la lengua, también conocidas como glositis o glossopatías, se refieren a un grupo diverso de condiciones que afectan la lengua. Estas enfermedades pueden causar una variedad de síntomas, que incluyen dolor, inflamación, úlceras, cambios en el color o textura de la lengua, y dificultad para hablar, comer o tragar.

Algunas de las causas más comunes de enfermedades de la lengua incluyen infecciones (como candidiasis oral o herpes simple), traumatismos (como lesiones por mordeduras o quemaduras por alimentos calientes), reacciones alérgicas, enfermedades sistémicas (como diabetes o anemia), y trastornos autoinmunes (como la pénfigo o la lengua geográfica).

El tratamiento de las enfermedades de la lengua depende de la causa subyacente. Por ejemplo, las infecciones se pueden tratar con antibióticos o antifúngicos, mientras que los traumatismos pueden requerir descanso y protección de la lengua. En algunos casos, el tratamiento puede implicar el control de los síntomas con medicamentos para aliviar el dolor o la inflamación.

Es importante buscar atención médica si se presentan síntomas de enfermedades de la lengua que persisten durante más de una semana o empeoran con el tiempo. Un proveedor de atención médica puede realizar un examen físico y solicitar pruebas adicionales, como análisis de sangre o cultivos, para determinar la causa subyacente y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.

Los nervios laríngeos, también conocidos como nervios recurrentes, son parejas de nervios mišoneros que descienden a la laringe desde el bulbo raquídeo a través del canal carotídeo. Se encargan de inervar los músculos intrínsecos de la laringe, excepto el músculo cricotiroideo, que es inervado por el nervio laríngeo superior. Además, proporcionan sensibilidad a la laringe y participan en los reflejos faringo-laringeos y de la tos. La lesión o daño de estos nervios puede causar dificultad para hablar, tragar y toser, así como la voz ronca o afonia.

La disartria es un trastorno del habla que se caracteriza por dificultad para articular palabras debido a la debilidad o incoordinación en los músculos involucrados en el proceso de habla, como los músculos de los labios, lengua, paladar y cuerdas vocales. Esta condición puede ser causada por diversas afecciones neurológicas, como un accidente cerebrovascular, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson o lesión cerebral traumática. La disartria puede resultar en una variedad de síntomas, tales como habla rápida, lenta, titubeante, distorsionada o incluso ininteligible. El tratamiento para la disartria generalmente implica terapia del habla y rehabilitación para ayudar a fortalecer y mejorar el control de los músculos del habla.

El hueso occipital es un hueso pairs (existe en ambos lados del cuerpo) localizado en la parte posterior o posteroinferior del cráneo en humanos y otros vertebrados. Se encarga de cerrar la cavidad craneal en su extremo inferior y forma la base del neurocráneo.

En términos anatómicos, el hueso occipital se divide en cuatro regiones principales:

1. La **base**, que es la porción más grande e inferior del hueso, participa en la formación de la fosa craneal posterior y contiene varios agujeros importantes, como el foramen magnum (por donde pasa la médula espinal) y los agujeros jugulares (por donde salen las venas jugulares internas).

2. Las **láminas laterales**, que son dos placas aplanadas de hueso que se extienden desde la base hasta los lados del cráneo, forman parte de la pared lateral del neurocráneo y contienen el agujero auditivo interno.

3. El **condilo**, que es una prominencia ovalada en la parte posterior de la base del hueso occipital, se articula con las vértebras cervicales para formar la articulación atlantooccipital (la unión entre el cráneo y la columna vertebral).

4. El **squama**, que es la porción más superior del hueso occipital, forma la parte posterior y superior de la bóveda craneal. En su centro se encuentra el agujero supraoccipital, que permite el paso de vasos sanguíneos y nervios entre el cráneo y la médula espinal.

El hueso occipital es vital para la protección del tronco encefálico y el bulbo raquídeo, componentes inferiores del encéfalo, así como también para la estabilidad de la cabeza y el cuello.

El nervio facial, también conocido como el séptimo par craneal, es un nervio mixto (conducta fibras motores y sensoriales) que desempeña un papel vital en la función del rostro humano. Las funciones motoras principales del nervio facial incluyen la inervación de los músculos de la expresión facial, los músculos de la masticación accesorios y el músculo estilogloso en la lengua.

Además de sus funciones motoras, el nervio facial también contiene fibras sensoriales que proporcionan información sobre la sensibilidad gustativa de la parte anterior de dos tercios de la lengua. También transporta las señales parasimpáticas responsables de la secreción de las glándulas salivales y lacrimales en la cara.

El nervio facial emerge del tronco cerebral a nivel del bulbo raquídeo y se distribuye a través de varias ramas que inervan diferentes regiones de la cabeza y el cuello. La lesión o daño en este nervio puede causar diversos déficits, como parálisis facial, pérdida del gusto y sequedad de los ojos y la boca.

Las neuronas motoras son un tipo específico de neuronas en el sistema nervioso periférico que desempeñan un papel crucial en la activación de los músculos esqueléticos. Estas neuronas tienen su cuerpo celular (soma) localizado en la médula espinal o en el tronco encefálico, y sus axones (fibras nerviosas) se extienden hasta los músculos esqueléticos, donde forman sinapsis con las fibras musculares.

Las neuronas motoras reciben señales de otras neuronas en forma de potenciales de acción dentro del sistema nervioso central, particularmente desde las motoneuronas superiores y los interneuronos en la médula espinal. Una vez que reciben esta estimulación, generan su propio potencial de acción, lo que provoca la transmisión de un impulso nervioso a través del axón hacia el músculo esquelético.

La conexión entre las neuronas motoras y los músculos esqueléticos se denomina uniones neuromusculares. En estas uniones, la liberación de neurotransmisores (como el acetilcolina) desde los botones terminales de las neuronas motoras desencadena una respuesta en los receptores postsinápticos del músculo esquelético, lo que finalmente conduce a la contracción muscular.

La lesión o enfermedad de las neuronas motoras puede dar lugar a diversos trastornos neurológicos y musculares, como atrofia muscular, parálisis o distrofias musculares.

Los neuroestimuladores implantables son dispositivos médicos que se utilizan para administrar estimulación eléctrica a los sistemas nerviosos periféricos o al sistema nervioso central. Estos dispositivos consisten en un generador de impulsos, que produce los estímulos eléctricos, y uno o más electrodos, que conducen los estímulos al tejido nervioso.

El procedimiento para implantar un neuroestimulador generalmente implica una intervención quirúrgica en la cual el generador de impulsos se coloca debajo de la piel, usualmente en la parte inferior de la espalda o en el abdomen, y los electrodos se sitúan cerca del nervio objetivo. Una vez implantado, el paciente puede usar un control remoto para ajustar la frecuencia, intensidad y duración de los impulsos eléctricos.

La neuroestimulación se utiliza principalmente para tratar diversas afecciones dolorosas crónicas, como la neuropatía diabética, el dolor facetario y el síndrome de dolor regional complejo. También se ha utilizado en el tratamiento de enfermedades neurológicas como la enfermedad de Parkinson, la distonía y la epilepsia.

Aunque los neuroestimuladores implantables pueden ofrecer un alivio significativo del dolor y una mejora en la calidad de vida de muchos pacientes, el procedimiento de implante conlleva riesgos potenciales, como infección, hemorragia y daño nervioso. Además, los neuroestimuladores pueden requerir ajustes o reemplazos periódicos, lo que puede resultar costoso y molesto para el paciente.

La parálisis es un síntoma médico que se define como la pérdida completa o incompleta de la función muscular en una parte o todo el cuerpo, ocasionada por un daño o trastorno en las vías nerviosas que controlan los músculos. Puede afectar a uno o ambos lados del cuerpo, y su grado de afectación varía dependiendo de la causa subyacente. La parálisis puede ser flácida (con ausencia de reflejos musculares) o espástica (con aumento de los reflejos musculares). Las causas más comunes incluyen enfermedades neurológicas, lesiones de la médula espinal, accidentes cerebrovasculares y trastornos neuromusculares.

El nervio frénico es un par de nervios espinales que emergen desde los lados del cuello, específicamente desde las vértebras cervicales C3-C5 en humanos. Su función principal es la innervación motoria del diafragma, el músculo primario responsable de la respiración. Por lo tanto, los nervios frénicos desempeñan un papel crucial en nuestra capacidad para respirar.

Cada nervio frénico se origina a partir de los ganglios cervicales superiores y luego se dirige hacia abajo, pasando por detrás de la arteria subclavia antes de dividirse en dos ramas: la rama anterior y la rama posterior. La rama anterior continúa su curso hasta llegar al diafragma, donde inerva las fibras musculares del mismo. La rama posterior, por otro lado, proporciona innervación a los músculos cervicales y torácicos adyacentes.

La lesión o daño a estos nervios puede resultar en dificultad para respirar, ya que el diafragma no funcionaría correctamente sin su estimulación adecuada. Esto podría ser causado por diversas condiciones médicas, como traumatismos, tumores o enfermedades neurológicas.

La lucha olímpica no es realmente un término médico, sino más bien un término deportivo. Se refiere a un estilo específico de lucha que se compite en los Juegos Olímpicos. Hay dos estilos diferentes dentro de la lucha olímpica: la lucha grecorromana y la lucha libre.

1. La lucha grecorromana permite únicamente el uso de las piernas para tripa y piernas, mientras que el uso de los brazos se limita a agarrar por encima de la cintura. No se permiten ataques por debajo de la cintura.

2. La lucha libre permite un rango más amplio de movimientos y técnicas, incluyendo el uso de piernas para patadas y bloqueos, y el uso de brazos para agarrar en cualquier lugar por encima de la cintura.

En ambos estilos, el objetivo es derrotar al oponente mediante el uso de técnicas que incluyen pero no se limitan a las siguientes:

- Golpes: forzar a los hombros del oponente a tocar el tapete simultáneamente (conocido como "encima").
- Puntos de clasificación: ganados por acciones defensivas y ofensivas que incluyen pases, derribos, exposiciones y tirones.
- Descalificaciones: resultantes de comportamientos ilegales o conductas antideportivas.

Es importante destacar que la lucha olímpica requiere una condición física excepcional, habilidades atléticas y técnicas sofisticadas. Los luchadores deben ser capaces de realizar movimientos rápidos, precisos y potentes, así como también demostrar una gran resistencia y capacidad de recuperación.

El foramen magnum es un gran orificio situado en la base del cráneo, a través del cual el encéfalo se conecta con la columna vertebral. Más específicamente, el bulbo raquídeo, la parte inferior del tronco encefálico, pasa a través de este orificio para convertirse en la médula espinal. El foramen magnum también contiene y permite el paso de vasos sanguíneos importantes, como la arteria vertebral y la vena emisaria occipital. Es el punto más bajo del cráneo y desempeña un papel vital en la protección del encéfalo y el mantenimiento de la estabilidad estructural de la cabeza y el cuello. Las afecciones médicas que involucran al foramen magnum pueden incluir anomalías congénitas, tumores o lesiones que resultan en diversos síntomas neurológicos.

Los traumatismos del nervio craneal se refieren a lesiones o daños en los nervios craneales, que son los doce pares de nervios que emergen directamente del cerebro y controlan las funciones específicas de la cabeza y el cuello. Estos nervios son responsables de la recepción sensorial, el movimiento muscular y la regulación de diversas funciones autónomas.

Los traumatismos pueden ocurrir como resultado de una variedad de eventos, como accidentes automovilísticos, lesiones deportivas, caídas, lesiones penetrantes o incluso procedimientos quirúrgicos. Los síntomas de un traumatismo del nervio craneal varían dependiendo del nervio afectado y la gravedad de la lesión. Pueden incluir debilidad o parálisis muscular, pérdida de sensibilidad, visión doble o borrosa, zumbido en los oídos, dificultad para tragar, hablar o equilibrio, y otros trastornos neurológicos.

El tratamiento de los traumatismos del nervio craneal depende de la gravedad y la ubicación de la lesión. Puede incluir terapia física o de rehabilitación, medicamentos para aliviar el dolor o reducir la inflamación, cirugía para reparar o descomprimir el nervio dañado, o terapias de apoyo para ayudar a los pacientes a adaptarse a las deficiencias funcionales resultantes. En algunos casos, la lesión puede ser permanente y requerir cuidados continuos y ajustes en el estilo de vida.

La fasciculación es un espasmo involuntario y repetitivo de las fibras musculares individuales o grupos pequeños de ellas. A menudo se describe como un "parpadeo" o "saltar" del músculo. Puede ser visible debajo de la piel y a veces puede sentirse como una sensación de cosquilleo o picor.

Las fasciculaciones pueden ocurrir en cualquier músculo esquelético del cuerpo, pero son más comunes en las piernas y los brazos. Por lo general, no interfieren con el movimiento o la fuerza muscular y suelen ser asintomáticas e inofensivas. Sin embargo, también pueden ser un signo de una afección subyacente más grave, como una enfermedad neuromuscular o nervios periféricos dañados.

En la mayoría de los casos, las causas benignas de fasciculaciones incluyen estrés, fatiga, consumo excesivo de cafeína o alcohol, y ejercicio extenuante. En raras ocasiones, pueden ser un síntoma de enfermedades más graves, como esclerosis lateral amiotrófica (ELA), esclerosis múltiple (EM), lesión de la médula espinal o intoxicación por plomo.

Si las fasciculaciones son frecuentes, persistentes o van acompañadas de debilidad muscular u otros síntomas neurológicos, se recomienda consultar a un médico para determinar la causa subyacente y recibir un tratamiento apropiado.

La regeneración nerviosa es un proceso biológico en el que los axones dañados o seccionados de un nervio pueden volver a crecer y restablecer la conectividad con las células diana. Después de una lesión nerviosa, los procesos citoplasmáticos dentro del axón, llamados neuroblastos, comienzan a multiplicarse y formar nuevos extremos en crecimiento. Estos nuevos brotes axonales crecen hacia adelante, reinnervando gradualmente las células musculares o sensoriales previamente inervadas por el nervio dañado.

La velocidad y la eficacia de esta regeneración pueden variar dependiendo del tipo de nervio afectado, la gravedad de la lesión y varios factores ambientales y moleculares que influyen en el proceso de crecimiento axonal. La regeneración nerviosa completa puede resultar en la restauración funcional parcial o total después de una lesión nerviosa, aunque en algunos casos persisten déficits neurológicos significativos.

Es importante destacar que no todos los tipos de células nerviosas tienen la capacidad de regenerarse por sí mismas. Por ejemplo, las neuronas del sistema nervioso central (SNC), como las del cerebro y la médula espinal, generalmente tienen una capacidad limitada para regenerar sus axones después de una lesión. Este hecho contrasta con las neuronas del sistema nervioso periférico (SNP), que poseen una mayor capacidad intrínseca para regenerarse.

El tronco encefálico, también conocido como el bulbo raquídeo o el tronco cerebral, es la parte inferior y más central del encéfalo (el sistema nervioso central del cerebro). Se extiende desde la médula espinal hasta el cerebro y se compone de tres partes: el mesencéfalo, la protuberancia annular (puente de Varolio) y el bulbo raquídeo.

El tronco encefálico contiene importantes centros nerviosos que controlan funciones vitales como la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Además, contiene los nuclei de los nervios craneales (excluyendo el I y II par), que son pares de nervios que inervan los músculos de la cabeza y el cuello, así como las glándulas y órganos sensoriales de la cabeza.

El tronco encefálico también actúa como una vía importante para la conducción de señales nerviosas entre la médula espinal y el cerebro. Lesiones o daños en el tronco encefálico pueden causar graves problemas de salud, incluyendo dificultades para respirar, parálisis, pérdida de sensibilidad y trastornos del sueño.

El bulbo raquídeo, también conocido como médula oblongada, es la parte inferior del tronco encefálico y se conecta con la médula espinal. Es responsable de controlar funciones vitales importantes, como la respiración, la frecuencia cardíaca y la digestión. También desempeña un papel importante en el control de los músculos que controlan las expresiones faciales y el movimiento de la cabeza y el cuello. El bulbo raquídeo contiene importantes grupos de neuronas y centros nerviosos, como el centro respiratorio y el centro vasomotor, que controlan la presión arterial y el flujo sanguíneo.

Los traumatismos del nervio laríngeo recurrente se refieren a lesiones o daños en el nervio laríngeo recurrente, que es un nervio mišónero que controla los músculos intrínsecos de la laringe. Este nervio es responsable de las funciones vitales como la voz, la tos y la deglución. Los traumatismos pueden ocurrir como resultado de diversos factores, como cirugías en el cuello (por ejemplo, cirugía tiroidea), traumas contusos o penetrantes en el cuello, tumores o aneurismas de la arteria carótida. Los síntomas más comunes de un traumatismo del nervio laríngeo recurrente incluyen debilidad o parálisis de los músculos laríngeos, disfonía (voz ronca), dificultad para respirar y toser, y sensación de ahogo o asfixia. El tratamiento depende de la gravedad y la causa del traumatismo y puede incluir terapia de voz, cirugía reconstructiva o monitoreo y manejo expectante.

El nervio glosofaríngeo, también conocido como el noveno par craneal, es un nervio mixto que desempeña funciones tanto sensoriales como motoras.

1. Función sensorial: Es responsable de la sensación en la parte posterior de la lengua y el paladar faríngeo. También lleva señales del gusto desde los dos tercios posteriores de la lengua, especialmente las zonas dedicadas al sabor amargo.

2. Función motora: El nervio glosofaríngeo inerva el músculo estilogloso, que ayuda a la movilidad del paladar.

3. Función parasimpática: Tiene un componente autónomo que participa en la regulación de las glándulas salivales y nasales.

La lesión o daño en este nervio puede causar problemas con el sentido del gusto, la deglución y el habla.

La deglución, también conocida como swallowing en inglés, es un proceso complejo y activamente controlado que involucra varios músculos y nervios. Se refiere al movimiento coordinado de transportar una sustancia (como líquidos o sólidos) desde la boca hacia el estómago para su digestión.

Este proceso se divide en tres fases: oral, faríngea y gástrica. En la fase oral, los alimentos son masticados y mezclados con saliva para formar un bolo alimenticio. Luego, esta masa es empujada hacia atrás de la boca hasta la parte posterior de la garganta (faringe) mediante la lengua.

En la fase faríngea, se activan una serie de reflejos que cierran la vía aérea (cierre de las cuerdas vocales y elevación de la úvula) para evitar que los alimentos entren en las vías respiratorias. Al mismo tiempo, los músculos faríngeos se contraen para empujar el bolo alimenticio hacia el esófago.

Finalmente, en la fase gástrica, el esófago se relaja y permite que el alimento pase al estómago, donde continúa el proceso de digestión. La deglución desempeña un papel crucial en la nutrición y la salud general, y cualquier trastorno o dificultad en este proceso puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona.

La inhalación, en términos médicos, se refiere al acto de respirar o absorber aire u otros gases a través de los pulmones. Cuando usted inhala, el diafragma y los músculos intercostales se contraen, lo que hace que el pecho se expanda y disminuya la presión dentro de los pulmones. Este cambio de presión permite que el aire rico en oxígeno fluya hacia los pulmones a través de la tráquea y los bronquios, donde las moléculas de oxígeno se difunden a través de los alvéolos pulmonares en el torrente sanguíneo.

La inhalación también puede referirse a la introducción de un medicamento o sustancia terapéutica en forma de vapor o aerosol en los pulmones, mediante un nebulizador o un inhalador, para que sea absorbido y alcance rápidamente el torrente sanguíneo y ejerza sus efectos sobre el organismo. Este método de administración se conoce como terapia inhalada y es especialmente útil en el tratamiento de afecciones respiratorias, como el asma o la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).

El nervio ciático, en términos médicos, es el nervio más largo y grande del cuerpo humano. Se origina en la región lumbar de la columna vertebral a partir de los segmentos nerviosos L4 a S3 (es decir, las raíces nerviosas de las vértebras lumbares 4, 5 y sacras 1-3). El nervio ciático se compone de dos divisiones principales: la división posterior (formada por el nervio tibial y el nervio fibular profundo o peroneo) y la división anterior (que contiene ramas cutáneas y articulares).

Este nervio desciende por la parte posterior del muslo, pasando entre los músculos isquiotibiales y luego se divide en dos partes: el nervio tibial y el nervio fibular profundo o peroneo. El nervio tibial continúa su curso hacia la pantorrilla e inerva los músculos de la pierna y el pie, así como también proporciona sensibilidad a la planta del pie y la mayor parte de los dedos. Por otro lado, el nervio fibular profundo o peroneo se distribuye en los músculos anterolaterales de la pierna y el dorsal del pie, brindando inervación motora y sensibilidad a la región lateral del pie y los dedos laterales.

El nervio ciático es responsable de la inervación sensorial y motora de partes importantes de la extremidad inferior, como la pierna, la pantorrilla, el tobillo, el empeine y la mayor parte del pie. La irritación o compresión de este nervio puede causar dolor, entumecimiento, debilidad muscular e incluso pérdida de reflejos en las áreas inervadas, lo que se conoce como ciatalgia o neuralgia ciática.

La tuberculosis de la columna vertebral, también conocida como tuberculosis espinal o Pott's Disease, es una afección específica de la columna vertebral causada por la infección con el bacilo de Koch (Mycobacterium tuberculosis). La enfermedad generalmente se propaga a través del torrente sanguíneo desde otras partes del cuerpo, especialmente de los pulmones, donde es más común que se origine la tuberculosis.

La infección causa destrucción del tejido óseo de las vértebras adyacentes, lo que lleva a la formación de abscesos y posible desestabilización de la columna vertebral. Los síntomas pueden incluir dolor de espalda, rigidez, debilidad o entumecimiento en las piernas, pérdida de peso y fiebre. En casos graves, puede haber deformidades de la columna vertebral, como cifosis (joroba) o gibosidad.

El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagenología, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, y análisis de muestras obtenidas mediante biopsia o punción lumbar. El tratamiento generalmente implica un largo curso (seis a nueve meses) de múltiples antibióticos antituberculosos. En casos severos, puede ser necesaria la cirugía para estabilizar la columna vertebral o drenar abscesos.

La prevención incluye el tratamiento oportuno y adecuado de cualquier caso de tuberculosis, así como la vacunación con la BCG (Bacillus Calmette-Guérin), que ofrece cierta protección contra la enfermedad grave.

La mecánica respiratoria es un término médico que se refiere al conjunto de procesos físicos y mecánicos involucrados en la ventilación pulmonar, es decir, el movimiento del aire hacia y desde los pulmones. Estos procesos incluyen la inspiración (inhalación), que es el acto de tomar aire dentro de los pulmones, y la espiración (exhalación), que es el proceso de expulsar aire de los pulmones.

La mecánica respiratoria implica la interacción entre varios sistemas corporales, incluyendo el sistema muscular, el sistema nervioso y el sistema respiratorio. Durante la inspiración, los músculos intercostales y el diafragma se contraen, lo que aumenta el volumen de la cavidad torácica y disminuye la presión dentro de los pulmones. Esto crea una diferencia de presión entre el exterior y el interior de los pulmones, lo que hace que el aire fluya hacia adentro.

Durante la espiración, los músculos se relajan y la elasticidad natural de los pulmones hace que éstos vuelvan a su tamaño y forma originales, aumentando la presión dentro de los pulmones y forzando al aire a salir.

La mecánica respiratoria también se ve afectada por diversas enfermedades y condiciones médicas, como la fibrosis quística, el asma, la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y la neumonía. En estos casos, la capacidad pulmonar puede verse reducida, lo que dificulta la ventilación y puede llevar a problemas respiratorios graves.

La peroxidasa de rábano silvestre, también conocida como daikon peroxidase (nombre sistemático: Peroxidase 3, EC 1.11.1.7), es una enzima que se encuentra en el rábano silvestre o rábano japonés (Raphanus sativus var. longipinnatus). Esta enzima pertenece a la clase de las oxidorreductasas y más específicamente a las peroxidasas, que utilizan peróxido de hidrógeno para oxidar diversos sustratos.

La peroxidasa de rábano silvestre tiene una amplia gama de aplicaciones, especialmente en el campo de la bioquímica y la biotecnología. Se utiliza comúnmente en ensayos inmunológicos como marcador de anticuerpos, ya que puede catalizar la oxidación de varios cromógenos y fluorógenos en presencia de peróxido de hidrógeno, produciendo productos coloreados o fluorescentes que facilitan la detección visual o instrumental de la reacción antígeno-anticuerpo.

También se ha investigado su uso potencial en terapias anticancerígenas debido a su capacidad para generar especies reactivas de oxígeno (ROS), lo que puede inducir la muerte celular en células cancerosas. Además, se ha demostrado que tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas, lo que sugiere su posible uso en aplicaciones farmacéuticas y agroalimentarias.

La respiración, en términos médicos, se refiere al proceso fisiológico que involucra la inspiración y expiración de aire para permitir el intercambio de gases en los pulmones. Durante la inspiración, el diafragma y los músculos intercostales se contraen, lo que aumenta el volumen de los pulmones y provoca una presión negativa dentro de ellos. Esto hace que el aire rico en oxígeno fluya desde el exterior hacia los pulmones.

Durante la expiración, estos músculos se relajan, disminuyendo el volumen de los pulmones y aumentando la presión dentro de ellos. Como resultado, el aire rico en dióxido de carbono sale de los pulmones hacia el exterior. Este proceso permite que nuestro cuerpo obtenga oxígeno vital y elimine dióxido de carbono no deseado, manteniendo así la homeostasis dentro del organismo.

La laringe es un órgano musculo-membranoso situado en la parte anterior del cuello, justo por encima de la tráquea. Tiene aproximadamente 4-5 cm de longitud y tiene forma de pirámide con su base hacia arriba. La laringe desempeña un papel crucial en las funciones vitales y comunicativas, ya que contiene las cuerdas vocales, que producen los sonidos del habla.

Además, la laringe actúa como una válvula protectora para las vías respiratorias inferiores. Durante la deglución, las piezas cartilaginosas de la laringe se elevan y cierran la glotis (la abertura entre las cuerdas vocales), evitando que los alimentos o líquidos entren en los pulmones. La laringe también contiene glándulas productoras de mucus, que ayudan a humedecer y lubricar el aire inhalado.

La patología de la laringe puede incluir diversas condiciones, como inflamación, infección, cáncer o disfunción de las cuerdas vocales, todas las cuales pueden afectar negativamente la voz y la capacidad de respirar normalmente.

Los nervios periféricos son parte del sistema nervioso periférico y se encargan de conectar el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) con el resto del cuerpo. Se componen de fibras nerviosas, vainas de mielina y tejido conectivo que transmiten señales eléctricas entre el sistema nervioso central y los órganos sensoriales, las glándulas y los músculos esqueléticos. Los nervios periféricos se clasifican en nervios sensitivos (que transportan información sensorial al sistema nervioso central), nervios motores (que transmiten señales para controlar el movimiento muscular) y nervios autónomos (que regulan las funciones involuntarias del cuerpo, como la frecuencia cardíaca, la digestión y la respiración). Los daños o trastornos en los nervios periféricos pueden causar diversos síntomas, como entumecimiento, hormigueo, dolor, debilidad muscular o pérdida de reflejos.

La laringoscopía es un procedimiento diagnóstico y sometimes también terapéutico que involucra la inspección directa de las estructuras de la laringe (la parte superior de la tráquea que contiene las cuerdas vocales). Esto se realiza mediante el uso de un instrumento llamado laringoscopio. El laringoscopio tiene una fuente de iluminación y una longitud extensible de la hoja que permite al médico visualizar la glotis, las cuerdas vocales y los tejidos circundantes.

El procedimiento se utiliza a menudo en el contexto de la anestesia para facilitar la intubación endotraqueal, donde un tubo es insertado a través de las cuerdas vocales y conectado a un ventilador mecánico para mantener la ventilación durante una cirugía. También se puede usar en el diagnóstico y tratamiento de diversas condiciones que afectan las vías respiratorias superiores, como la epiglotitis, la laringitis, los pólipos vocales, los cánceres de laringe, y las lesiones traumáticas.

Hay dos tipos principales de laringoscopios: directos y video. Los laringoscopios directos son los más comúnmente utilizados y consisten en un mango con una fuente de iluminación y una hoja desmontable que contiene una luz y un espejo para dirigir la luz a la glotis. Los laringoscopios video, por otro lado, tienen una cámara en la punta de la hoja que transmite imágenes a un monitor externo, lo que permite una mejor visualización de las estructuras de la laringe.

El procedimiento de laringoscopía se realiza bajo sedación consciente o anestesia general, y los riesgos asociados incluyen irritación de la garganta, sangrado leve, moretones, y en raras ocasiones, lesiones en las vías respiratorias superiores. La laringoscopía es una técnica importante en el campo de la medicina y la cirugía, y ha contribuido significativamente al diagnóstico y tratamiento de diversas afecciones que afectan las vías respiratorias superiores.

El nervio óptico es la segunda neurona (un tipo de célula nerviosa) en la vía visual y se encarga de transmitir los estímulos visuales desde los fotorreceptores presentes en la retina hasta el cerebro. Es responsable de transferir la información visual captada por nuestros ojos al centro de procesamiento visual del cerebro, conocido como corteza cerebral primaria o corteza visual primaria.

El nervio óptico está formado por aproximadamente un millón de fibras nerviosas (axones de las neuronas ganglionares de la retina) agrupadas en haces, rodeadas por tejido conectivo y revestidas por una capa de mielina que permite un rápido y eficiente transporte de señales eléctricas. Este nervio se origina en la parte posterior de cada ojo, en un área conocida como papila o disco óptico, donde no hay fotorreceptores (conos y bastones), por lo que produce un punto ciego en nuestro campo visual.

Después de salir del globo ocular, el nervio óptico se dirige hacia atrás para formar parte del sistema nervioso central. En humanos, los dos nervios ópticos se cruzan parcialmente en una región del cerebro llamada quiasma óptico, lo que permite a cada hemisferio cerebral procesar información visual de ambos lados del campo visual. Luego, las fibras nerviosas continúan hacia el tracto óptico y se dirigen a la parte posterior del tálamo (núcleo geniculado lateral), donde ocurre una segunda sinapsis antes de que los estímulos visuales se transmitan a la corteza cerebral primaria.

La integridad anatómica y funcional del nervio óptico es fundamental para mantener una visión normal, ya que cualquier daño o enfermedad que afecte este nervio puede provocar diversos déficits visuales, como pérdida de agudeza visual, alteraciones en el campo visual y deficiencias en la percepción del color. Algunas de las condiciones que pueden dañar el nervio óptico incluyen glaucoma, neuropatía óptica isquémica anterior (NOIA), esclerosis múltiple, neuritis óptica y traumatismos craneales.

Las fibras nerviosas, en términos médicos, se refieren a las prolongaciones citoplasmáticas de los neuronios (células nerviosas) que transmiten señales químicas o eléctricas. Estas fibrras son conductos para el impulso nervioso, también conocido como potencial de acción.

Hay dos tipos principales de fibras nerviosas: mielínicas y amielínicas. Las fibras nerviosas mielínicas están recubiertas por una capa aislante llamada mielina, formada por glía (células de soporte de los tejidos nerviosos). Este revestimiento permite que la señal eléctrica salte de gap a gap (un proceso conocido como conducción saltatoria), lo que hace que estas fibras sean más rápidas en la transmisión del impulso nervioso.

Por otro lado, las fibras nerviosas amielínicas no poseen este recubrimiento de mielina, por lo que su velocidad de conducción es mucho más lenta. Aunque sean más lentas, todavía desempeñan funciones vitales en nuestro sistema nervioso, especialmente en lo que respecta a los sentidos discriminativos, como la percepción del tacto fino y la propiocepción (conciencia de la posición y el movimiento del cuerpo).

Los daños o trastornos en las fibras nerviosas pueden dar lugar a diversas condiciones médicas, desde entumecimientos y hormigueos hasta parálisis completa. Esto puede ser resultado de diversos factores, como lesiones traumáticas, enfermedades degenerativas o trastornos metabólicos.

Un cadáver es el cuerpo de un ser humano o animal que ha muerto y ha comenzado el proceso de descomposición. En términos médicos, se utiliza a menudo en el contexto de la autopsia, que es una examen minucioso del cadáver para determinar la causa de la muerte y obtener información sobre las condiciones médicas subyacentes.

Después de la muerte, los procesos naturales de descomposición comienzan a descomponer el cuerpo. Durante este proceso, los tejidos se descomponen y los fluidos corporales se drenan, lo que puede hacer que el cadáver se vuelva rígido (rigor mortis) y cambie de apariencia. La autopsia es una herramienta importante en la investigación de muertes súbitas, violentas o inexplicables, ya que puede ayudar a determinar la causa de la muerte y proporcionar pistas importantes sobre cualquier enfermedad subyacente o lesión que pueda haber contribuido a la muerte.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento y manejo de cadáveres está regulado por leyes y reglamentos específicos en cada país y región, con el fin de garantizar el respeto y la dignidad del fallecido y prevenir la propagación de enfermedades infecciosas.

La estimulación eléctrica es una técnica médica que utiliza corrientes eléctricas para activar o inhibir ciertos procesos fisiológicos en el cuerpo. Se aplica directamente sobre los tejidos u órganos, o indirectamente a través de electrodos colocados sobre la piel.

Existen diferentes tipos de estimulación eléctrica, dependiendo del objetivo y la zona a tratar. Algunos ejemplos incluyen:

1. Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS): se utiliza para aliviar el dolor crónico mediante la estimulación de los nervios que transmiten las señales dolorosas al cerebro.
2. Estimulación sacra posterior (PSF): se emplea en el tratamiento de la incontinencia urinaria y fecal, así como del dolor pélvico crónico. Consiste en la estimulación de los nervios sacros localizados en la base de la columna vertebral.
3. Estimulación cerebral profunda (DBS): se utiliza en el tratamiento de enfermedades neurológicas como la enfermedad de Parkinson, la distonía y los trastornos obsesivo-compulsivos graves. Implica la implantación quirúrgica de electrodos en áreas específicas del cerebro, conectados a un generador de impulsos eléctricos colocado bajo la piel del tórax o del abdomen.
4. Estimulación muscular eléctrica funcional (FES): se emplea en el tratamiento de lesiones de la médula espinal y otras afecciones neurológicas que causan parálisis o pérdida del control muscular. La estimulación eléctrica se utiliza para activar los músculos y mejorar la movilidad y la función.
5. Cardioversión y desfibrilación: son procedimientos médicos que utilizan impulsos eléctricos controlados para restaurar un ritmo cardíaco normal en personas con arritmias graves o potencialmente mortales.

En resumen, la estimulación eléctrica se utiliza en una variedad de aplicaciones clínicas, desde el tratamiento de trastornos neurológicos y musculoesqueléticos hasta la restauración del ritmo cardíaco normal. Los diferentes métodos de estimulación eléctrica implican la aplicación de impulsos controlados a diferentes tejidos y órganos, con el objetivo de mejorar la función y aliviar los síntomas asociados con diversas condiciones médicas.

La electromiografía (EMG) es un estudio diagnóstico que mide la actividad eléctrica de los músculos en respuesta a estimulaciones nerviosas. Consiste en dos partes: la evaluación de la actividad muscular en reposo y durante la contracción voluntaria.

En la primera parte, se inserta una aguja fina en el músculo para medir la actividad eléctrica espontánea en reposo. Esto puede ayudar a identificar cualquier tipo de daño o enfermedad muscular o nerviosa.

En la segunda parte, se pide al paciente que contraiga el músculo mientras la aguja registra los patrones de actividad eléctrica. Este proceso ayuda a evaluar la función neuromuscular y puede identificar problemas con la transmisión de señales entre el nervio y el músculo.

Los resultados de un electromiograma pueden ayudar a diagnosticar una variedad de condiciones, como lesiones nerviosas o musculares, trastornos neuromusculares, enfermedades degenerativas del sistema nervioso y afecciones que causan debilidad o parálisis muscular.

La cepa de rata Sprague-Dawley es una variedad comúnmente utilizada en la investigación médica y biológica. Fue desarrollada por los criadores de animales de laboratorio Sprague y Dawley en la década de 1920. Se trata de un tipo de rata albina, originaria de una cepa de Wistar, que se caracteriza por su crecimiento relativamente rápido, tamaño grande y longevidad moderada.

Las ratas Sprague-Dawley son conocidas por ser genéticamente diversas y relativamente libres de mutaciones espontáneas, lo que las hace adecuadas para un amplio espectro de estudios. Se utilizan en una variedad de campos, incluyendo la toxicología, farmacología, fisiología, nutrición y oncología, entre otros.

Es importante mencionar que, aunque sean comúnmente empleadas en investigación, las ratas Sprague-Dawley no son representativas de todas las ratas o de los seres humanos, por lo que los resultados obtenidos con ellas pueden no ser directamente aplicables a otras especies.

Nervio olfatorio (I) Nervio óptico (II) Nervio oculomotor (III) o nervio motor ocular común . Nervio troclear (IV) o nervio ... Nervio trigémino (V) Nervio abducens (VI) o nervio motor ocular externo. Nervio facial (VII) o nervio intermediofacial. Nervio ... El nervio hipogloso (también, nervio hipogloso mayor o XII par craneal) es un nervio craneano que se encarga especialmente de ... nervio del hiogloso y del estilogloso ramo anastomótico para el nervio lingual nervio del genihioideo El nervio hipogloso es ...
Trastornos del nervio hipogloso - Aprenda acerca de las causas, los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento de los Manuales ... Causas de los trastornos del nervio hipogloso Las causas de los trastornos del nervio hipogloso son ... nervio hipogloso) causan debilidad o desgaste (atrofia) de la lengua en el lado afectado. El nervio hipogloso es el que ... Síntomas de los trastornos del nervio hipogloso La lengua se vuelve débil en el lado afectado y finalmente se desgasta (atrofia ...
... función del nervio hipogloso, encargado de los movimientos de la lengua). ...
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La ciática es una afección dolorosa causada por la presión sobre el nervio ciático, el nervio principal que sale de la médula ... e hipogloso (XII). La neuralgia, como la neuralgia del trigémino, es un término que se refiere al dolor que surge por la ... El dolor neuropático es un tipo de dolor que puede ser consecuencia de una lesión de los nervios, ya sea en el sistema nervioso ... Son los nervios olfatorio (I), óptico (II), motor ocular común (III), patético (IV), trigémino (V), motor ocular externo (VI), ...
... nervio glosofaríngeo.  X par: nervio vago (neumogástrico).  XI par: nervio espinal (accesorio).  XII par: nervio hipogloso. ... II par: nervio óptico.  III par: nervio oculomotor (motor ocular común).  IV par: nervio troclear (patético).  V par: nervio ... 3.  Fisiológicamente se dividen en: - Nervios sensitivos o sensoriales. - Nervios motores. - Nervios mixtos (sensitivos- ... Nervios craneales IX ,X , XI , XII par Nervios craneales IX ,X , XI , XII wilber martin baltodano morales. 4.2K. vues•19 ...
El nervio hipogloso es un nervio eminentemente motor. Su lesión es infrecuente (,1%), generalmente en abordajes altos C2-C3- C4 ... La clínica variará lógicamente en función del nervio afectado.. El nervio laríngeo superior suele dañarse al ligar el paquete ... El nervio laríngeo inferior o recurrente, a diferencia del anterior, suele dañarse de manera inadvertida e indirecta, ... Los abordajes cervicales posteriores, a diferencia de los anteriores, no suelen asociar complicaciones en los nervios relatados ...
Vientre anterior: glandula submandibular- NERVIO HIPOGLOSO. *. *Tendón intermedio: glandula submandibular- NERVIO HIPOGLOSO- ... Relaciones: Cara profunda : cartílago tiroides y membrana tirohidea, cubre al nervio laringeo superior, arteria tiroidea ...
Parálisis aislada del nervio hipogloso secundaria a quiste articular atlanto-occipital. Presentación de un caso y revisión de ... Case report and literature review]. / Parálisis aislada del nervio hipogloso secundaria a quiste articular atlanto-occipital. ...
Se han descritos casos aislados de axonopraxia del nervio laríngeo recurrente y lesiones del nervio hipogloso mayor, nervio ... Lesiones de nervios periféricos también han sido publicados por mal uso de dispositivos supra glóticos. ... lingual, alveolar inferior, y su rama terminal del nervio mentoneano.. Conclusiones. Estas observaciones son opiniones ...
Nervio Hipogloso - Concepto preferido UI del concepto. M0010900. Nota de alcance. Doceavo par craneal. El nervio hipogloso se ... doceavo nervio craneal doceavo par craneal Nota de alcance:. Doceavo par craneal. El nervio hipogloso se origina en el núcleo ... nervio hipogloso. Término(s) alternativo(s). XII nervio craneal XII par craneal ... El nervio hipogloso se origina en el núcleo hipogloso de la médula oblongada y proporciona la innervación motora para todos los ...
Irriga parte del bulbo raquídeo, nervio hipogloso y la sustancia medular. ​. Arterias espinales posteriores: nacen directamente ... Las principales ramas de esta arteria, en orden de caudal rostral son: 1) La arteria oftálmica, que da irrigación al nervio ... En su recorrido reciben algunas venas voluminosas, y otras, más numerosas y pequeñas, procedentes de los nervios ópticos, los ...
Otra de las hipótesis es la afectación periférica de los nervios craneales hipogloso, accesorio o glosofaríngeo. Esto debido a ... En la hipótesis de la disfunción periférica ligada a los nervios craneales y su salida podemos encontrar signos clínicos ...
A través de el se proyectan los principales pares craneales: el nervio hipogloso, el glosofaríngeo y el nervio espinal. ... Las fibras del nervio óptico concluyen en el diencéfalo y forman el quiasma óptico. ... El diencéfalo incluye el tálamo, el hipotálamo, la hipófisis, la cápsula interna, el tercer ventrículo y el nervio óptico. ...
Este discurre acompañado por el doceavo par craneal (nervio hipogloso), y es irrigado por las arterias lingual y sublingual. El ...
Algunos ejemplos de esta técnica involucra mover el nervio hipogloso en la lengua, injertos faciales e injertos faciales ... El injerto de nervio consiste en mover nervios de diferentes partes del cuerpo a la cara. El injerto puede restaurar tanto el ... Ocurre cuando una afección, como una infección viral, causa inflamación e hinchazón del séptimo nervio craneal (el nervio que ... La parálisis del nervio facial puede afectar el mismo lado de la cara o el lado opuesto. Tiene más riesgo de recurrencia si el ...
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ORIGEN REAL: Núcleo del nervio hipogloso (N.C. XII) y raíz espinal del nervio accesorio (N.C.XI) - NUCLEOS OLIVARES ¿Parece ... ORIGEN REAL: Nervio craneal X (vago) = núcleo ambiguo, dorsal y del tracto solitario. Así mismo se observa alN.del hipogloso - ... Al primero se le describen, medial al nervio olfatorio la circunvolución recta y lateral al nervio las circunvoluciones ... hipogloso →surco preolivar(a este nervio lo dejan sólo porque es "pura lengua", porque es el que se encarga de mover la lengua ...
XII Nervio Craneal use Nervio Hipogloso XII Par Craneal use Nervio Hipogloso ...
Comienzan en borde anterior del ECM, bajo su tercio superior, y discurren laterales a los nervios hipogloso y glosofaríngeo, ...
NERVIOS CRANEALES: Nervios que controlan las funciones sensoriales y motoras de la cabeza.. ... accesorio espinal e hipogloso. Pueden tener funciones aferentes y eferentes.. ... NERVIOS CRANEALES: Aportan inputs al cerebro desde los órganos sensoriales y los músculos de la cabeza y controlan movimientos ... NERVIOS PERIFÉRICOS: Mueven los músculos de las extremidades y el tronco corporal. ...
... comprimiendo a los nervios. Esta compresión es más evidente en aquellos nervios que emergen de la cavidad craneal a través de ... conductos más largos, como los canales ópticos, los del hipogloso o los conductos auditivos internos. Por eso es frecuente, que ...
... el paciente logra sincronizar su respiración enviando una señal eléctrica al nervio hipogloso que regula los movimientos de la ...
Apriete el nervio hipogloso】 Porque la correa de barbilla para roncar requiere un proceso para recuperarse de un estado ... relajado y tensar el nervio hipogloso y los músculos de la mandíbula. Por lo tanto, recomendamos a las personas que roncan que ... ósea para detectar ronquidos y emitir pulsos de baja frecuencia para estimular y masajear los nervios, lo que le permite tener ... tecnología de reconocimiento de sonido para detectar ronquidos y emitir vibraciones para estimular y masajear los nervios. ...
... la vena sublingual forma la vena lingual superficial que sale por el hiato hiomilohioideo acompañando al nervio hipogloso mayor ... Los nervios: sensoriales: primer par; sensitivos: ramos etmoidales de la primera rama del trigémino y los ramos del nervio ... Los músculos están inervados principalmente por el hipogloso mayor. La lesión, por ejemplo, del hipogloso derecho produce ... y el nervio palatino anterior o mayor. Más atrás se ubican los conductos palatinos accesorios por donde emergen los nervios ...
... la unión de fibras procedentes de los nervios raquídeos cervicales C1-C2-C3 y el nervio hipogloso forman el asa del hipogloso ... La raíz de los nervios raquídeos cervicales C4, y parte de C3 y C5 se unen formando el nervio frénico. El nervio sigue un curso ... La raíz superior del asa cervical alcanza el nervio hipogloso a medida que desciende hacia el cuello. La raíz inferior ... Ambos nervios frénicos se anastomosan, en la base del cuello, con el nervio del subclavio, con el cordón del simpático (ganglio ...
Los nervios profundos de esta región, son: El hipogloso, el cual está colocado al entrar en la región dentro del estilo-yoideo ... El nervio milo-yoideo ha sido mencionado ya, por perte- necer á un solo plano. El nervio laríngeo superior es bastante profundo ... el estilo-yoideo y el nervio hipo- gloso; al nivel de la extremidad posterior del gran cuerno del hueso yoides, camina ... El nervio laríngeo superior sigue el mismo trayecto y va á dar á la mucosa laríngea la esqui- sita sensibilidad de que goza. ...
7.10    Nervio Trigémino: Nervio Maxilar superior: Origen. Trayector. Ramas. Ganglio Esfenopalatino. Nervio Maxilar ... 6.24 Hipogloso Mayor: Origen y trayecto. Ramas. 6.25 Plexo Cervical profundo: Formación. Resumen de sus principales ... Nervios Raquídeos « Nervios Craneales « Nervios Periféricos 1.5.5. Sistema nervioso Autónomo & ... Nervios. 6.7 Esófago Cervical: Ubicación. Relaciones. Vasos. Nervios. 6.8 Glándula Parótida: ...
Nervio facial *Anatomia del nervio facial*Anatomia de la porcion motora del nervio facial ... Nervio vestibulococlear *Nervio glosofaríngeo *Nervio vago *Nervio espinal *Nervio hipogloso *Multineuropatías caneales ... INICIO » LOCALIZACIÓN DE LAS LESIONES NEUROLÓGICAS » Sindromes por neuropatias craneales » Nervio facial » Anatomia del nervio ...

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