A neuropatia fibular, também conhecida como neuropatia peroneal, é um tipo de neuropatia que afeta o nervo fibular ou peroneal. O nervo fibular é um dos dois principais nervos que descem a perna e se divide em dois ramos: o ramo superficial e o ramo profundo.

A neuropatia fibular ocorre quando há alguma compressão, lesão ou disfunção no nervo fibular, o que pode causar sintomas como dormência, formigamento, fraqueza ou paralisia nos músculos da parte frontal e lateral da perna e no pé. Algumas das causas comuns de neuropatia fibular incluem lesões traumáticas, compressão prolongada do nervo (por exemplo, em posições sentadas ou deitadas incomuns), doenças sistêmicas como diabetes e doenças degenerativas da coluna vertebral.

Os sintomas da neuropatia fibular podem variar em gravidade, dependendo da localização e extensão da lesão nervosa. Em casos leves, os sintomas podem ser intermitentes e desaparecer com o tempo, enquanto que em casos graves, a fraqueza muscular pode ser permanente e causar problemas na marcha ou na capacidade de levantar objetos com os pés. O tratamento da neuropatia fibular geralmente inclui fisioterapia, exercícios para fortalecer os músculos afetados, medidas para aliviar a compressão do nervo e, em alguns casos, cirurgia.

La neuropatía diabética se refiere a un tipo de daño nervioso que ocurre como complicación de la diabetes. Se desarrolla gradualmente, con síntomas que pueden incluir entumecimiento, hormigueo, dolor o sensibilidad extrema en las manos y los pies, que generalmente comienzan en los dedos de los pies o de las manos.

La neuropatía diabética se produce como resultado de la exposición a altos niveles de glucosa en la sangre (hiperglucemia) durante un período prolongado, lo que daña los nervios periféricos (los que se encuentran fuera del cerebro y la médula espinal). La neuropatía puede afectar un solo nervio (neuropatía mononeural) o múltiples nervios (neuropatía polineural).

Existen varios tipos de neuropatías diabéticas, entre ellas:

1. Neuropatía sensorial: Afecta la capacidad de percibir sensaciones, como calor, frío y dolor. Puede aumentar el riesgo de lesiones y úlceras en los pies debido a la falta de sensibilidad al dolor.
2. Neuropatía motora: Afecta los músculos, causando debilidad, atrofia y problemas de coordinación y equilibrio.
3. Neuropatía autónoma: Afecta el sistema nervioso autónomo, que controla las funciones automáticas del cuerpo, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la digestión y la sudoración.
4. Neuropatía proximal: Afecta los músculos de la cadera, muslo o pierna, causando debilidad y dolor.
5. Neuropatía focal: Afecta a un grupo específico de nervios, como el que controla el ojo (oftalmoparesia), el que mueve los músculos faciales (parálisis de Bell) o el que controla los movimientos de las manos y los pies.

El tratamiento de la neuropatía depende del tipo y de la gravedad de los síntomas. Puede incluir medicamentos para aliviar el dolor, fisioterapia, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, cirugía. El control de los factores de riesgo, como el diabetes y el tabaquismo, también es importante para prevenir la progresión de la neuropatía.