Un vasodilatador utilizado en la angina de esfuerzo o en la enfermedad cardíaca isquémica.
Fármacos que se utilizan para inducir la dilatación de los vasos sanguíneos.
Enzima que cataliza la etapa final de la oxidación de ácidos grasos, en la cual el ACETILCOENZIMA A es liberado y se forma el éster de CoA de un ácido graso con dos carbonos menos.
Proteína mitocondrial que consiste en cuatro subunidades alfa. Contiene actividad enoil CoA hidratasa, 3 hidroxiacil CoA deshidrogenasa de cadena larga, y acetil CoA C aciltransferasa y juega un importante papel en el metabolismo de los ÁCIDOS GRASOS de cadena larga.

La trimetazidina es un medicamento que pertenece a la clase de fármacos conocidos como antianginales, específicamente como antiisquémicos. Se utiliza en el tratamiento de la angina de pecho, una afección en la cual el suministro de sangre al corazón se reduce, causando dolor o malestar en el pecho. La trimetazidina funciona protegiendo el miocardio (tejido muscular del corazón) de daños y preservando su capacidad para producir energía, especialmente durante periodos de esfuerzo o estrés.

La trimetazidina logra este efecto al inhibir la beta-oxidación de ácidos grasos en las mitocondrias cardíacas, lo que lleva a un aumento en el uso de glucosa como fuente de energía. Esto mejora la eficiencia del metabolismo y disminuye la producción de especies reactivas de oxígeno, compuestos que pueden dañar las células cardíacas durante periodos de isquemia (falta de suministro de sangre) y reperfusión (restauración del flujo sanguíneo).

En términos médicos, la trimetazidina se clasifica como un agente anti-isoquémico, ya que actúa mediante la protección de las células cardíacas contra el daño debido a la isquemia y reperfusión. Además de su uso en el tratamiento de la angina de pecho estable, la trimetazidina también puede recetarse en el manejo de insuficiencia cardíaca congestiva y trastornos del ritmo cardíaco.

Es importante recordar que la trimetazidina debe utilizarse bajo la supervisión y prescripción médica, ya que su uso incorrecto o inadecuado puede dar lugar a efectos secundarios indeseables o interacciones medicamentosas peligrosas. Al igual que con cualquier fármaco, es crucial seguir las instrucciones del médico y reportar cualquier síntoma o reacción adversa durante el tratamiento.

Los vasodilatadores son medicamentos o sustancias que relajan y ensanchan los músculos lisos de las paredes de los vasos sanguíneos, lo que provoca una dilatación o ampliación de los vasos y, en consecuencia, un aumento del flujo sanguíneo. Estos agentes se utilizan a menudo en el tratamiento de diversas afecciones cardiovasculares, como la hipertensión arterial, la insuficiencia cardíaca congestiva y la angina de pecho. Algunos ejemplos comunes de vasodilatadores incluyen nitroglicerina, hidralazina, minoxidil y ciertos inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y antagonistas del receptor de angiotensina II (ARA-II). También hay vasodilatadores naturales, como el óxido nítrico y el monóxido de carbono, que desempeñan un papel importante en la regulación del tono vascular y la homeostasis cardiovascular.

La acetil-CoA C-aciltransferasa, también conocida como acetoacetil-CoA tiolasa o T2, es una enzima importante en el metabolismo de los ácidos grasos y del colesterol. Esta enzima cataliza la reacción de transferencia de un grupo acilo desde un éster de acil-CoA a otro, formando así un nuevo éster de acil-CoA y liberando CoA-SH.

Existen dos isoformas principales de esta enzima: T1 y T2. La T1 se expresa principalmente en el hígado y está involucrada en la formación de cuerpos cetónicos durante el ayuno o la dieta cetogénica, mientras que la T2 se expresa en una variedad de tejidos y participa en la biosíntesis y degradación de ácidos grasos y colesterol.

La deficiencia de acetil-CoA C-aciltransferasa puede causar diversas enfermedades metabólicas hereditarias, como la deficiencia de 3-hidroxi-3-metilglutaril-CoA sintasa (HMGCS) y la deficiencia de 3-oxoacil-CoA tiolasa, que se caracterizan por una acumulación de intermediarios tóxicos en el metabolismo de los ácidos grasos y del colesterol.

La Proteína Trifuncional Mitocondrial, también conocida como TRIM28 o KAP1 (KRAB-associated protein 1), es una proteína que desempeña varios papeles importantes en la regulación génica y la estabilidad del genoma dentro de las mitocondrias. Es llamada "trifuncional" porque realiza tres funciones principales:

1. Supresión de elementos repetitivos transponibles (RE): Ayuda a silenciar los REs o secuencias genéticas móviles que, de otro modo, podrían interferir con la expresión génica normal y dañar el genoma mitocondrial.

2. Regulación epigenética: Participa en la metilación del ADN y la modificación de histonas, procesos que controlan la actividad de los genes mediante el cambio de su accesibilidad a las máquinas moleculares responsables de la transcripción.

3. Respuesta al estrés: Ayuda a regular la respuesta mitocondrial al estrés y al daño del ADN, contribuyendo a la homeostasis celular y protegiendo contra enfermedades mitocondriales y el envejecimiento.

La proteína TRIM28 desempeña un papel crucial en la salud y la enfermedad humanas, y su malfuncionamiento se ha relacionado con diversas afecciones, como trastornos neurodegenerativos, cáncer y enfermedades cardiovasculares.

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